Vacaciones con Adolfo y mi padre I
Unas vacaciones de una semana se vuelven la excusa perfecta para poder disfrutar de mi padre y mi amigo.
Hola lectores, para los que me recuerdan soy Manu, y en esta ocasión les traigo una pequeña saga de algunos hechos que ocurrieron entre mi padre, Adolfo y yo (si no saben de lo que les hablo, pueden leer mis relatos anteriores).
Era miércoles por la tarde, ahí me encontraba con mi padre en la cama, desnudos, besándonos apasionadamente, acariciando mi cuerpo y el suyo, acabamos de hacer el amor, sentía su cuerpo conectado al mío, era una conexión especial, me sentía seguro cuando estaba con él de esa forma. Cada vez faltaba menos para las vacaciones de verano, mi padre y yo ya teníamos planes para irnos por una semana, en esta ocasión mi madre se quedara a trabajar en el hospital, por lo que serán unas vacaciones especiales, solamente con mi padre, con mi hombre, le propuse a mi padre llevar a Adolfo para que sea todo más emocionante, por supuesto que él acepto, si después de lo ocurrido con ellos, se han dado más encuentros juntos y conmigo.
El viernes por la tarde le comente a Adolfo que nos iríamos de vacaciones con mi padre por una semana, por lo que les pedimos permiso a sus padres y ellos aceptaron sin problema, por lo que ya todo estaba listo, puesto que nos la pasaremos muy bien los tres.
Llego el sábado por la mañana y mi padre, Adolfo y yo nos fuimos en el auto sin rumbo, pues no sabíamos ni siquiera a donde ir, durante en camino le propusimos diferentes destinos para poder ir, sin embargo él nos decía que ya tenía todo planeado, durante el transcurso todo fue normal, tardamos un bien tiempo en carretera, charlábamos, reíamos, jugábamos, etc. Hasta que por fin llegamos a nuestro destino: la cuidad de Puebla, nos hospedamos en un hotel muy bonito y elegante, había dos camas (aunque sabemos que solo ocuparemos una). Sin nada más que hacer comenzamos a cambiarnos para poder salir. Mi padre se puso ropa formal short negro, playera blanca y tenis negros; Adolfo vestía pantalón de mezclilla entubado y una playera verde; yo por mi parte un short blanco y una playera azul.
Para no hacer tan largo el relato e ir a los eventos, empecemos diciendo que el día fue de lo más normal en nosotros, conocimos la cuidad, estuvimos paseando juntos, comimos, nos tomamos fotos, etc. Todo sucedió por la noche ya que estábamos en el cuarto del hotel, mi padre comento que se metería a bañar por lo que esperamos nuestro turno sin embargo yo tenía hambre y decidí ir a la tienda a comprar algo. En la tienda conocí a un chavo de nuestra edad (18 años) muy simpático, me hizo charla, nose cuánto tiempo pasó que decidí regresar al hotel para que no se preocuparan por mí.
Cuando regrese al hotel Adolfo no estaba en el cuarto (ya sabía dónde estaría), me metí al baño a ver qué pasaba dentro, mi sorpresa fue la siguiente; mi padre en el jacuzzi desnudo disfrutando de Adolfo quien se encontraba masturbándolo dentro del agua, me excite de pronto, que sin decirles nada me desnude y me metí con ellos en el jacuzzi, me acomode detrás de mi padre, puso su cabeza en mi pecho y comencé a darle pequeños besos en el cuello, le mordía la oreja, lo acariciaba, mientras que Adolfo seguía masturbándolo, hasta que decidió empezar a mamarle esa verga que nos gusta a los dos, mi padre estaba gimiendo de placer, mientras me besaba con ternura, por mi parte le acariciaba el cuerpo, le mordía los labios, etc., una escena excitante por momentos Adolfo sacaba la verga de mi padre de su boca y aprovechaba para masturbarlo yo que al final es mi hombre, estuvimos un buen rato hasta que decidimos salir de ahí, Adolfo fue quien se lo llevo en dirección a la cama.
Ya a un costado de la cama comenzamos a besarnos los tres, un beso compartido, beso por aquí y por ahí, mientras Adolfo lo besaba aprovechaba y lamia su cuerpo sus pectorales, sus hombres, etc. Adolfo por su parte hacia lo mismo mientras yo besaba a mi padre, poco a poco comenzamos a bajar lento, dejando besos en el cuerpo de mi padre, le basábamos todo, hasta llegar a su verga, ambos lo miramos y le hicimos una tierna sonrisa, fui yo quien dio la iniciativa y comencé a mamarle su verga me la introduje hasta el fondo, comencé a disfrutar de ella, mientas, Adolfo le chupaba sus huevos que le colaban podía sentir el rose de sus labios chocando con los míos, era una sensación excitante para mí, en diferentes ocasiones cambiamos de lugar era Adolfo quien le mamaba la verga y yo le chupaba sus huevos, llego un punto en el que los dos comenzamos a chupar su tronco de cada lado, chocando nuestros labios mientras le mamábamos esa verga que nos vuelve loco, de nuevo poco a poco fuimos subiendo hasta llegar a su boca y volver a besarnos apasionadamente, sin decirle nada Adolfo lo rito a la cama cayendo boca arriba, Adolfo comenzó a mamarle nuevamente esa verga que tiene, mientras que yo me sentí sobre su cara para que pudiera hacerle un beso negro, comencé a sentir su lengua entre mis nalgas, sentía como se movía dentro de mi ser, me daba pequeños esos en cada nalga, me mordía, y me volvía a meter la lengua, mientras seguía gimiendo de placer por la mamada de Adolfo.
Adolfo se detuvo y le puso un condón a mi padre, y comenzó a cabalgarlo con movimientos hacia delante y haca atrás, poco a poco aumentando su velocidad, estaba frente a frente con Adolfo, podía ver su cara de placer que tenía, sabía que lo estaba disfrutando, mi padre gemía de placer mientras seguía con su lengua en mi ano, por mi parte comencé a besar a Adolfo, y este me respondía al beso, era emocionante estar en esa posición poder ver la cara de Adolfo de placer me excitaba que poco a poco comencé a masturbarme, no tardábamos mucho cuando nuevamente nos besábamos.
Mi padre decidió cambiar de posición, puso a Adolfo boca arriba, y a mi encima de él, quedando en posición de perrito, sin decirme nada comenzó a meterme la verga, me encantaba sentir ese placer dentro de mí, comencé a besar a Adolfo pues con la excitación no podía hacer más, Adolfo comenzó a acariciar mi cuerpo sobre todo mi espalda, por su parte mi padre, me estaba penetrado a un buen ritmo, podía sentir como su cuerpo chocaba con el mío, sabía que tenía toda su verga dentro de mí, comenzó a darme nalgadas lo que me prendió aún más, estaba a mil con la excitación, sentía que me vendría en cualquier momento.
Nuevamente cambiamos de posición, en esta ocasión mi padre nos acomodó a los dos contra la pared, dejando nuestros culos al aire, comenzó a hacerle un beso negro a Adolfo, que por su cara de placer lo disfrutaba y comenzó a masturbarse, por mi parte sentía como mi padre introducía sus dedos en mi ano, comencé a besar a Adolfo, hasta que mi padre le comenzó a romper el culo a Adolfo, podía oír como sus cuerpos chocaban, Adolfo estaba gozando de la verga de mi padre, tardo un buen tiempo cuando fue mi turno y nuevamente comenzó a follarme a mí, tanto Adolfo como yo estábamos a mil, que ambos comenzamos a masturbarnos, estábamos los tres gimiendo de placer ya sudados, Adolfo comenzó a besarme mientras aumentaba el ritmo de su mano, hasta que se vino, en ese momento me mordió los labios, que di un pequeño grito, Adolfo por su parte se veía más calmado.
Mi padre nos puso de rodillas frente a él y comenzó a masturbarse estaba a punto de venirse, comenzó a aumentar el ritmo de su mano y nos acercó a su verga en ese momento sentimos varios tiros de leche en nuestras caras, al mismo tiempo que mi padre se vino, yo también lo hice, era una sensación única, los tres estábamos cansados, comenzamos a besarnos nuevamente, juntando nuestros labios los tres.
Decidimos meternos a bañar, estábamos bajo la regadera, tallándonos los cuerpos unos a otros, riendo y besándonos, estábamos demasiado a gusto los tres, que más tarde decidimos irnos a la cama, pues aún faltaban días para que las vacaciones terminen.
Bueno hasta aquí el relato de hoy, ya saben que acepto cualquier comentario de ustedes para saber si todo es de su agrado, pronto la siguiente parte de esta pequeña saga que empecé a escribir, nos vemos prontos, Manu.