Vacaciones al lado del mar y nuevas amistades

Este es el relato de un viaje que cambiaría nuestra manera de ver las relaciones y en el que descubrimos nuevas maneras de disfrutarlas.

Este es el relato de un viaje que cambiaría nuestra manera de ver las relaciones y en el que descubrimos nuevas maneras de disfrutarlas. Somos una pareja joven, aunque ya llevamos varios años juntos, Yo me llamo Pedro, tengo veintinueve años, un metro setenta y cinco, setenta kilos, de piel morena, pelo corto, con barbita de tres días y un cuerpo trabajado de gimnasio, ella es Ainhoa, veintiocho años, un metro sesenta y tres, cincuenta y tres kilos, de piel clara, pelo largo castaño, con algunas pequitas por la cara, cuerpo trabajado en el gimnasio con unas piernas bien torneadas, culo duro, abdominales un poco marcados y un buen pecho, talla noventa y cinco copa c.

Este año para las vacaciones de verano decidimos irnos a la playa a pasar unos días, la elección fue un pueblo de la costa de Cádiz, allí las playas son espectaculares y en agosto siempre hay mucho ambiente en la playa, además tiene una vida nocturna muy concurrida y agradable. Cuando elegimos el destino lo que nunca imaginamos era la experiencia que nos depararía este viaje.

El primer día llegamos a este pueblo costero de la provincia de Cádiz a eso de las dos de la tarde, el camino desde nuestra casa en el norte de Madrid es largo por lo que llegamos un poco cansados, lo primero que hicimos fue acomodarnos en el apartamento que habíamos alquilado, era un apartamento pequeño pero acogedor, una habitación bastante amplia con cama de matrimonio, un baño pequeño pero bien arreglado, y un salón con cocina americana, también bastante amplio y luminoso. Después de acomodarnos decidimos preparar una pequeña ensalada para comer los dos y prepararnos para ir a la playa, llevábamos muchos meses esperando estas vacaciones por lo que aunque estuviéramos un poco cansados teníamos que aprovechar el día. Yo me puse una bermuda roja y negra con una camiseta azul sin mangas y Ainhoa uno de sus bikinis tipo tanga, era amarillo, rojo, verde y azul, la parte de arriba era bastante ajustada por lo que le hacía un pecho muy bonito, se puso también un pareo, cogimos las toallas y nos fuimos directos a la playa. Una vez estábamos en la playa y elegimos un sitio donde acomodar nuestras toallas yo me quite mi camiseta y ella se quitó el pareo y la parte de arriba del bikini,  ella además de tener un pecho generoso lo tiene bien colocado y con unos pezones de un buen tamaño, no demasiado grandes, pero con una forma y un tamaño perfectos, no encuentro las palabras adecuadas para describir la sensación que producen. Después de tomar un rato el sol decidimos recorrer la playa andando por la arena húmeda, por la orilla del mar, a cada paso que dábamos notaba como un montón de hombres se quedaban embobados y se comían a mi chica con los ojos, estoy seguro que muchos de ellos esa noche iban a tener sueños muy intensos en los que ella sería la protagonista, a decir verdad no me molestaba, quien podría culparles viendo ese cuerpo, a mí me pasaría lo mismo.

Después de pasar la tarde en la playa decidimos cenar en uno de los bares del paseo marítimo y más tarde pasar por el apartamento para darnos una ducha y ponernos algo más adecuado para disfrutar de la noche gaditana. Aquella noche para salir me vestí con unos piratas vaqueros y una camiseta que se ajustaba un poco, sobre todo en la zona de los brazos, ella se puso unos mini sorts muy ajustados que le remarcaban bien el culo y una camiseta calada semitransparente que dejaba entrever un sujetador negro que apretaba sus pechos dejándolos redondos y bien colocados, parecían incluso más grandes de lo que eran.

Aquella noche estuvimos en varios bares tomando alguna que otra copa, lo cierto es que Ainhoa iba muy guapa y sexy por lo que atraía la atención de muchos hombres y yo de algunas mujeres. Cuando serían alrededor de las tres de la madrugada llevábamos ya tres o cuatro copas, no estamos muy acostumbrados a beber, por lo que ya íbamos un poco “contentos”. Antes de irnos a dormir decidimos visitar la última discoteca del pueblo y tomar la última copa, poco después de entrar le comente a mi chica que necesitaba ir al baño, la discoteca estaba bastante llena y en el baño se había formado algo de cola, por lo que entre que fui al baño y pude volver tarde unos 15 minutos.  Para mi sorpresa cuando volvía del baño vi que Ainhoa estaba hablando con un hombre, de unos treinta años, era un poco más alto que yo, sobre un metro ochenta, de complexión atlética, con el pelo castaño claro, casi rubio, sin barba, lucía unos pantalones vaqueros negros y camisa blanca un poco desabrochada, sugiriendo una musculatura bien trabajada, espere un minuto en la distancia viendo como hablaban y reían antes de acercarme, debatiéndome entre sentirme celoso y algo divertido por ver como intentaban ligar con mi chica. Cuando me acerque cogí a mi chica por la cintura y el chico se quedó un poco sorprendido, ella me dijo que no me preocupara que solo era un chico majo dándole un poco de conversación, nos presentó, él se llamaba Antonio, y el chico se disculpó conmigo, comentándome que no sabía que estaba con alguien, le dije que no pasaba nada y estuvimos hablando los tres durante un rato y riéndonos, en realidad si era bastante majo. Cuando terminamos la copa le dijimos a Antonio que nos íbamos ya al apartamento, ese día había sido muy duro y estábamos cansados, este antes de irnos nos invitó a que pasáramos el día siguiente con él y sus amigos y amigas en la playa, como nos pareció una persona muy agradable quedamos con él al día siguiente a eso de las doce de la mañana en la playa.

Ya de camino al apartamento quise enterarme lo de que habían hablado Ainhoa y Antonio el tiempo que estuvieron solos, ella con una sonrisita pícara me dijo que nada importante, tonterías y cosas sin importancia, yo seguí preguntando para saber cómo había ocurrido todo. Finalmente ella me hizo prometer que no me enfadaría y por supuesto le dije que no, aunque por dentro me invadió una pequeña sensación de inseguridad ¿qué habría pasado? En sus palabras lo que ella me conto fue lo siguiente: Cuando te fuiste al baño me apoye sobre una columna para esperarte y antes que me diera cuenta apareció Antonio y empezó a hablarme, me dijo que me había visto esa tarde en la playa caminando contigo, pero que no podía resistirse a hablar conmigo, sería el alcohol y que el chico tenía una sonrisa muy llamativa, pensé bueno mientras vuelve mi novio por lo menos tengo algo de compañía, así que me quede hablando con él, estuvo un rato alabando mis ojos, lo guapa que era, mi cuerpo, yo le comente que él tampoco estaba nada mal, pero no te pongas celoso eh, no paraba de hablarme al oído y quiso cogerme de la cintura y le tuve que parar, entonces llegaste tú y el resto ya sabes lo que paso. Así que Antonio me había mentido, sí que sabía que tenía novio pero aun así se había lanzado, por un momento me sentí algo celoso pero quise seguir indagando, le pregunte a Ainhoa si le gustaba Antonio y ella me comento que era muy guapo y tenía muy buen físico, pero que no significaba nada, yo también me fijaba en otras mujeres, le dije que había notado en su descripción de la historia que le había gustado un poco más de lo normal, que me lo confesara, a lo que ella me contesto que un poco, que cuando la había cogido de la cintura y le estaba hablando en el oído se había excitado un poco. Sería la situación y el alcohol pero esto me excito a m también.

Cuando llegamos al apartamento yo estaba muy excitado así que cogí a Ainhoa la rodee con mis brazos, agarre su culo con las dos manos, y empecé a besarla, ella cogió su mano y la puso encima de mi vaquero palpando la erección que tenía, me pregunto que si me había puesto así por lo que me había contado sobre Antonio, yo le dije que quizá un poco pero que seguro que ella estaba más cachonda que yo. No me respondió y comenzó a besarme, yo sabía que a ella la situación la había puesto muy caliente pero no quise forzar más de momento, así que le quite la camiseta y el sujetador dejando sus tremendos pechos al aire, empecé a tocarlos y a jugar con mi lengua en sus pezones, ella se mordía el labio, sé que eso le encanta y no puede resistirlo, me encanta entretenerme con sus pechos y pellizcar y jugar con la lengua en sus pezones. Ella parecía muy excitada así que me cogió, me quito la camiseta y fue recorriendo mi torso con lengua, se puso de rodillas y poco a poco fue desabrochando mi pantalón con las manos mientras me miraba directamente a los ojos con una cara de pícara que excitaría a cualquier hombre, me quito los pantalones y me fue guiando hacia la cama, me tumbo encima de la cama y luego empezó a pasar su mano por mi pene, tocándolo por encima de los bóxer, me pregunto si esto me gustaba, dios me encanta le dije, ella me quito los bóxer dejando mi tremenda erección al aire, tengo toda la zona depilada por lo que hace parecer mi pene incluso más grande, este mide diecisiete centímetros y es bastante gordito, ella lo agarro con la mano y empezó a masturbarme muy despacio mientras me miraba a los ojos, observando como disfrutaba con la situación, sé que a ella esto la hace excitarse cada vez más, ver cómo me muerdo los labios, como no aguanto ni un segundo más, como estoy deseando que siga y lo haga cada vez más fuerte. Ainhoa sabe que me encanta cuando ella me hace una felación, además de ser una experta haciéndolas, así que me hacía sufrir mientras yo esperaba que empezara, ella acerco su cara hacia mi pene muy despacio y empezó a pasar su lengua desde la base hasta la punta, no quitaba su mirada de la mía haciéndome sufrir un poco, finalmente fue introduciendo mi pene en su boca hasta casi hacerlo desparecer entero entre sus labios, que momento, estaba loco de excitación, quería que no parara nunca, empezó a subir y bajar su cabeza primero despacio y luego aumentando el ritmo, le dije que si seguía así iba a hacer que me corriera enseguida y ella sonriendo paro, me dijo que no, que ella quería sexo, así que fue subiendo poco a poco hasta que coloco mi pene entre sus pechos y empezó a masturbarme lentamente, ella sabe lo que me gusta y le encanta llevarme al límite. Yo no podía aguantar más así que la cogí en volandas y la tumbe en la cama boca arriba, le quite el mini short dejándola solo con su tanga negro, empecé a pasar mis dedos por encima del tanga viendo como ella se excitaba más y más así que acercándome poco a poco empecé a darle pequeños mordisquitos sobre el tanga y luego a quitárselo con la boca y las manos, Ainhoa está completamente depilada y eso me encanta, estaba muy húmeda así que empecé a pasar mi lengua por su sexo abriendo los labios de su vagina por la punta de la lengua y subiendo hasta su clítoris, ella empezó a gemir cada vez más fuerte mientras yo disfrutaba deleitándome en su vagina, me agarraba la cabeza obligándome a introducir mi lengua lo más profundo que podía en su sexo, seguí introduciendo dos dedos en su vagina, masturbándola mientras con mi lengua jugaba en su clítoris, veía como Ainhoa había perdido el control y se retorcía de placer, empezó a gemir cada vez más alto pidiéndome que no parara, estaba teniendo un orgasmo tremendo. Cuando termino la abrace y empezamos a besarnos, pero esto no había terminado así que la subí encima mío y coloque la punta de mi pene en su vagina y lo fui introduciendo poco a poco hasta que entro entero. Agarre el culo de Ainhoa con las dos manos y empecé poco a poco a meterla y sacarla, cada vez más fuerte, ella empezó a gemir otra vez, me decía ¡dios menudo pollón tienes! Yo empujaba cada vez más fuerte, introduciéndola todo lo dentro que podría, estaba muy excitado, le di unos azotes mientras la penetraba y ella gritaba cada vez más fuerte pidiendo más. Le pedí que se pusiera a cuatro patas y ella accedió, es una postura que le encanta, está vez le introduje el pene de un golpe hasta dentro y empecé a meterla y sacarla sin parar cada vez más fuerte ella no paraba de gemir y le dije te encantaría comerte una polla mientras te follo, y ella me grito ¡si me encantaría! Estábamos desatados los dos, mientras no paraba de meterla y sacarla le dije ¡te gustaría follarte a Antonio eh! Y ella gritaba si me encantaría chupársela mientras me la metes y follarmelo de manera salvaje. Esta situación nos excitaba cada vez más y cada vez empujaba con más fuerza ella no paraba de gritar, estaba teniendo otro orgasmo, me pedía que lo hiciera más fuerte, que la metiera lo más profundo que pudiera, mientras ella estaba teniendo su segundo orgasmo ya no aguante más y tuve un orgasmo brutal descargando todo mi semen en su vagina.

Cuando terminamos nos quedamos los dos tumbados en la cama, exhaustos, ella me dijo, que cosas haces que te diga, ¿te ha gustado de verdad? Yo le comente, si te encanta, con una sonrisita, además si me ha gustado, la verdad que me ha dado mucho morbo. Y nos quedamos los dos dormidos en la cama.

Al día siguiente nos levantamos como si nada hubiera pasado, nos dimos una ducha mañanera y nos preparamos para ir a la playa, yo como siempre con mi bermuda y ella con su bikini tipo tanga. Esa mañana desayunamos unas tostadas y un café con leche en un bar del paseo marítimo, desayunar con olor a mar y viendo el océano es una sensación increíble, ya pasadas las doce de la mañana dejamos el bar y fuimos camino de la playa para buscar a Antonio y sus amigos. Cuando llegamos a la playa los localizamos rápidamente, eran un grupo de 7 personas, 4 chicos y 3 chicas, cuando llegamos Antonio nos presentó a todos y enseguida hicimos buenas migas, estuvimos hablando y riéndonos con todos ellos. Al principio Ainhoa parecía bastante reacia a ponerse en topless como el día anterior pero cuando vio que el resto de chicas del grupo se ponía en topless también se animó y se quitó la parte de arriba del bikini dejando sus pechos al aire, pude notar como todos los chicos del grupo se fijaban en ella sobre todo Antonio, pero que puedo decir yo también me fijaba en sus amigas, sobre todo en una chica rubia que tenía un cuerpo de escándalo. Ese día comimos con ellos y después volvimos a la playa. Ya por la tarde en la playa las chicas empezaron a hablar entre ellas y a sonreírse, Ainhoa entre ellas, y luego decidieron entrar en el agua invitándonos a que fuéramos con ellas.  Una vez ya estábamos en el agua empezaron a jugar con nosotros, intentando hundirnos, hacernos aguadillas etc. Aquello podía parecer algo inocente, pero de inocente tenía poco, pude notar como la chica rubia de la que antes os hable al cogerme para hundirme me estaba tocando todo el cuerpo, así que yo no fui menos y empecé a abrazarla y cogerla para también hundirla, tuve entre mis manos su culo, que aunque estaba muy bien trabajado no me gustó tanto como el de mi novia, sin darme cuenta tuve una erección brutal y al abrazarla una vez por detrás mi pene quedo apoyado sobre su culo, ella al notar esto se apretó más sobre mí y puso mis manos sobre tus pechos, yo estaba perdiendo el control así que baje una de mis manos hacia su vagina y empecé a acariciarla, en este momento ella se dio la vuelta medio su mano dentro mi bañador y agarro mi pene, me dio un pequeño beso, me echo una sonrisa y se fue a las toallas, yo me quede un poco sorprendido, pero viendo que todos íbamos saliendo hacia las toallas fui yo también intentando disimular como podía mi erección.

Una vez estaba ya en las toallas me di cuenta de que Antonio salía del agua junto a Ainhoa y aunque intenta disimularlo tenía una tremenda erección, se podía intuir que tenía un pene bastante grande, ella salía con una sonrisa y una cara de pícara que me daba a entender que algo había pasado en el agua, pero tampoco podía decir mucho después de mi episodio con la amiga de Antonio.

Después de la playa nos fuimos a cenar a uno de los bares del paseo marítimo y quedamos con el grupo para salir aquella noche de fiesta, la verdad nos lo estábamos pasando muy bien, así que decidimos continuar pasando nuestro tiempo con ellos. Ya volviendo al apartamento para darnos una ducha y prepararnos para salir de fiesta aquella noche Ainhoa de repente me pregunto, ¿Qué tal con la rubia?, yo sorprendido por la pregunta me hice un poco el tonto, no sé a qué te refieres, ella me miro, se río y me dijo, no te hagas el tonto, antes de entrar en el agua las chicas habíamos quedado en jugar con vosotros en el agua y hacéroslo pasar mal, poneros un poco calientes. Yo me quede bastante sorprendido y le dije entre risas, pues si me ha puesto un poco caliente, tiene un buen cuerpo, pero te prefiero a ti. Ella se río y yo le dije, bueno ¿y tú con Antonio qué tal? Al final va a ser verdad lo que gritabas anoche, porque ya he visto como ha salido. Ella se puso un poco roja y me dijo, solo era un juego, bueno la verdad es que he podido palpar lo que tiene y es incluso más grande que la tuya, pero no te enfades que tú también has hecho algo parecido. Esto me hizo recordar la noche anterior y me excito mucho, así que le dije, no te preocupes solo ha sido un juego, hemos jugado los dos. De momento dejamos en eso la conversación pero sin darnos mucha cuenta una pequeña idea había ido creciendo en nuestras mentes.

Después de ducharnos nos preparamos para salir de fiesta, yo esta vez me puse un pantalón vaquero largo y una camiseta ajustada, Ainhoa se puso una minifalda ajustada y una blusa con el escote muy abierto, solo de verla así vestida ya me estaba excitando.

Cuando llegamos al bar donde habíamos quedado ya estaban allí Antonio y sus amigos. Llevábamos ya un par de copas cuando las chicas entre risas empezaron a confesar lo que habían planeado aquella tarde y todos los chicos nos hicimos un poco los sorprendidos diciéndoles lo malas que eran, la chica rubia me miro y me guiño un ojo y pude ver como Antonio no paraba de mirar a Ainhoa y se estaba excitando recordando sus juegos en el agua. Ya a mitad de la noche todos parecían querer ir a otra discoteca, Ainhoa y yo decidimos quedarnos en la que estábamos ya que era tarde y estábamos un poco cansados, pronto nos iríamos a casa, Antonio comento que él se quedaba también, no le apetecía ir a la otra discoteca que proponían, así que nos quedamos solos los tres. Sería el alcohol o que mi mente me llevaba por una senda que en ese momento yo no tenía muy clara propuse ir los tres a nuestro apartamento a tomar la última copa antes de irnos a dormir y Antonio acepto, por lo que emprendimos camino al apartamento.

Cuando llegamos al apartamento serví una copa a cada uno, mi chica aprovecho un momento para ir al baño y mientras ella no estaba Antonio como haciendo que estaba un poco borracho me dijo que Ainhoa estaba muy buena, yo me reí y le dije si tienes razón tiene un cuerpo hecho para el vicio, y él se sonrió. Ya una vez había vuelto Ainhoa del baño y entre risas le comento que Antonio ha dicho que está muy buena, ella se puso un poco roja, le dio las gracias y guiñándole un ojo le dijo que él también estaba muy bien, la situación me divertía a la par que me excitaba así que decidí seguir por el mismo camino, así que le dije, me he dado cuenta de que esta tarde has salido con una erección tremenda después de estar jugando en el agua con mi novia, él se puso muy rojo y parecía no saber qué contestar, finalmente me dijo, bueno ha sido cosa de las chicas que iban a calentarnos, no he podido hacer nada, Ainhoa se estaba poniendo muy roja, yo me reí un poco y le dije, claro, como si tú no hubieras aprovechado para tocar todo lo que podías, sé que te gusta desde que la viste, además ella también ha salido muy excitada y me ha confesado que te ha tocado el pene y lo tienes muy grande. Ainhoa quiso quitarle hierro al asunto diciendo que era solo un juego, pero podía ver en sus ojos que estaba bastante excitada, además me fije en que Antonio tenía una erección, estaría rememorando los sucesos de aquella tarde y se estaba calentando.

Cuando terminamos la copa serví otra, había un cierto punto de tensión en el ambiente, como deseando que algo pasara pero no acaba de ocurrir, así que muy excitado por la situación propuse en juego. El juego consistía en que los tres sentados en círculo haríamos girar una botella y a la persona que hacía girar la botella tenía que quitar una prenda de manera sensual a la persona que la botella había elegido, se permitía algún tocamiento, mordisquito etc. Antonio me miro y me dijo que si a mí no me importaba por él perfecto, le parecía buena idea, Ainhoa me miro sorprendida debatiéndose entre que hacer, le dije, bueno si has estado todo el día en tanga con él y además después del juego de esta tarde en la playa tampoco es que vayamos a hacer nada más, además puedo notar que te mueres de ganas. Ella que estaba muy excitada y con algunas copas demás finalmente acepto, me dijo, eres tú el que lo ha propuesto, así que voy a divertirme, y así empezamos el juego. El primero que lanzo la botella fui yo y me toco Antonio, así que entre risas me acerque me puse detrás de él y empecé a pasar mis manos por su torso, él estaba muy trabajado de gimnasio así que fui recorriendo sus pectorales y abdominales mientras miraba a Ainhoa que sonreía divertida, finalmente le quite la camiseta y fue el turno de Antonio, este lanzo la botella y le toco Ainhoa así que se levantó y empezó a tocar sus pechos por encima de la blusa mientras esta se dejaba hacer, yo estaba viendo como disfrutaban los dos y me estaba excitando cada vez más, finalmente Antonio le quito la camiseta a Ainhoa dejándola en sujetador, era el turno de Ainhoa, lanzo la botella y le toco Antonio, parecía a que mí nunca me tocaría, Antonio se puso de pie y ella se acercó y empezó a pasar sus manos por su culo y luego por su paquete, me miro divertida y paso la lengua por la bragueta del pantalón de Antonio, podía ver como Antonio estaba a punto de cogerla y arrancarle toda su ropa a dentelladas, ella fue bajando su pantalón poco a poco quedándose con la cara al lado de tu bóxer en el que se veía la gran erección que tenía Antonio, podía ver en la cara de Ainhoa que se estaba resistiendo a quitarle el Bóxer y empezar a lamer su pene, pero solo le quito los pantalones y volvió a su sitio. Ahora tocaba mi turno, lance la botella y me toco Ainhoa así que me levante y empecé a tocar sus pechos por encima y por debajo del sujetador, ella lo estaba disfrutando muchísimo y Antonio no paraba de mirar con ganas de lanzarse y unirse, finalmente le quite el sujetador y le di un lametón a uno de sus pezones, ella se quedó con los pechos al aire, ahora solo con su minifalda y su tanga. En el siguiente turno Antonio lanzo la botella y está vez le toque yo, así que se acercó a mí y empezó a recorrer mi torso con sus manos, como si yo también le pusiera muy caliente, me quito la camiseta y me dio un pequeño mordisco en un pezón, esto me excito muchísimo, no sabía que Antonio le gustaría tanto el juego. Ainhoa lanzo la botella y le toque yo, por lo que me puse de pie y empezó a tocar mi pene por encima del pantalón como si quisiera masturbarme, yo estaba muy excitado, ella se estaba divirtiendo mucho, así que me quito el pantalón y se sentó en su sitio. Era mi turno así que lance la botella y me toco Ainhoa, empecé a recorrer sus piernas con mis manos y dándole mordisquitos en el interior del muslo mientras Antonio nos miraba, ella se mordía el labio como queriendo que me lanzara a por su sexo, estaba excitadísima pero aún no era el momento, así que le quite la falda dejándola en tanga, Antonio lanzo la botella en su turno y le toco Ainhoa, este era el momento que había estado esperando toda la noche, así que se acercó a ella apunto de besarla y empezó a masturbarla por encima del tanga, ella empezó a gemir, estaba muy húmeda, el acerco su boca a su tanga y empezó a pasar su lengua por encima saboreando el tanga empapado, además empezó a quitárselo tirando con los dientes y ayudándose con las manos, la cara de Ainhoa reflejaba un deseo que pocas veces había visto en sus ojos, lanzo la botella y le toco Antonio, se acercó a él y empezó a pasar su mano por encima de su pene en el bóxer, empezó a pasar la lengua por encima del bóxer y a introducirlo dentro de su boca, empezó a quitárselo con las manos y los dientes pasando la comisura de sus labios por todo el pene de Antonio, una vez quedo al aire el pene de Antonio pude ver su tamaño, unos vez centímetros y muy gordo, pocas veces había visto un pene de ese tamaño. Yo me estaba tocando el mío por encima del bóxer. Mi turno era el siguiente pero ellos dos ya estaban desnudos y la situación era imparable, así que me quite mi bóxer y propuse darle un nuevo giro al juego ahora el que lanzara la botella podría hacerle lo que quisiera a la persona que le tocara durante 15 segundos, lance la botella y me toco Antonio, el sonrío entonces me acerque a él y agarre su enorme pene y empecé a masturbarlo, él lo estaba disfrutando mucho y cuando miré a Ainhoa ella también parecía disfrutarlo enormemente, se estaba masturbando mientras miraba, pasaron los 15 segundos y le tocó el turno a Antonio, lanzo la botella y esta me señalo a mí este se acercó a mí y cogió mi pene con la mano, yo pensé que me iría a masturbar como yo a él pero me sorprendió cuando se agacho e introdujo mi pene en su boca y empezó a subir y bajar la cabeza sin parar, lo hacía muy bien, estaba disfrutándolo muchísimo y Ainhoa no paraba de masturbarse mientras nos miraba. Pasaron los 15 segundos pero por mí no hubiera parado nunca. Ainhoa lanzo la botella y señalo a Antonio, ella le dijo, este es el momento que llevo esperando desde ayer en la discoteca, él se tumbó en el suelo, ella se acercó a él y agarro su pene, empezó a lamerlo desde la base hasta la punta mientras le masturbaba con la mano, ella lo estaba disfrutando muchísimo, se introdujo el pene en la boca todo lo que pudo y empezó a subir y bajar, cuando pasaron los 15 segundos me di cuenta de que ella no iba a parar, esto ya era imparable, ella estaba disfrutando muchísimo de hacerle una mamada a Antonio y él estaba disfrutando enormemente, así que mientras ella le hacia una mamada a cuatro patas yo me puse detrás de ella y empecé a jugar con su vagina, a pasar mi lengua por sus labios, escuche como ella daba un par de gemidos mientras seguía disfrutando del pene de Antonio. Así que empecé a introducir mi lengua entre sus labios y a introducirla dentro de su vagina mientras jugaba con los dedos en el clítoris, Ainhoa empezó a gritar, oh dios! Follame!, y volvió a introducirse el pene de Antonio en la boca, estaba fuera de control y chupaba su pene como si fuera su vida en ello, coloque mi pene en la entrada de su vagina y lo fui introduciendo poco a poco, estaba empapada y no me costó nada introducirlo hasta el fondo, empecé poco a poco y cada vez más fuerte, Ainhoa se sacó el pene de Antonio de la boca para gritarme, ¡vamos! Dame más fuerte, mientras masturbaba a Antonio con una mano. Yo estaba muy caliente, aquella situación me tenía a mil, la agarre por la cintura muy fuerte y empujaba y sacaba el pene con toda la fuera que podía, Ainhoa no para de gritar, estaba a punto de tener un orgasmo, se volvió a meter el pene de Antonio en la boca hasta el fondo y empezó a retorcerse de placer, estaba teniendo un orgasmo magnifico, yo viendo aquello no pude aguantar más y descargue todo mi semen en su vagina.

Después de esto nos tumbamos unos segundos en el suelo pero Antonio dijo, no me vas a dejar así, a lo que Ainhoa contesto, por supuesto que no, quiero sentir esa polla dentro de mí, así que Antonio se levantó, cogió a Ainhoa en volandas, la puso contra la pared y le introdujo todo su pene hasta el fondo de su vagina, Ainhoa solo gritaba, ¡Dios! Que pedazo de polla, ¡follame! Antonio se la llevo en volandas con el pene dentro hasta la cama, la tumbo y empezó a meterla y a sacarla con fuerza mientras la besaba apasionadamente, yo me quede al lado de la cama recuperándome de mi orgasmo, aunque mi excitación volvía a subir por momentos viendo la escena, mientras Ainhoa agarraba a Antonio por el culo aparentándolo contra ella pidiendo que le diera más, Antonio era una maquina aguantaba muchísimo y no paraba de meterla y sacarla a un ritmo increíblemente rápido.

Antonio parecía empezar a cansarse por lo que se puso debajo y mi novia encima, ella se tumbó encima de él y se introdujo el pene hasta el fondo, empezó a mover su culo hacia arriba y hacia abajo mientras ella agarraba y azotaba el culo. Yo a estas alturas ya había recuperado una erección gigante, estaba excitadísimo viendo la escena, sabiendo lo que le gusta a Ainhoa, mientras seguía follando con Antonio, decidí humedecerme el dedo índice y empecé a pasárselo por su ano, esto le encanto, poco a poco fui introduciendo mi dedo en el ano hasta el fondo, hasta que no podía entrar más y empecé a moverlo, esto volvió a Ainhoa loca que solo gritaba, ¡Dios, voy a volver a correrme! Empezó a moverse de manera más salvaje, y solo decía, ¡No paréis!, ella empezó a gritar y a tensar todo su cuerpo, estaba teniendo un orgasmo de los más grandes que le había visto nunca, Antonio no pudo aguantar más y mientras Aihnoa estaba teniendo un orgasmo descargo todo su semen en su vagina. Ella estaba prácticamente exhausta, pero me miro y me dijo, no te voy a dejar así, así que se subió un poco más encima de Antonio dejando su pecho a disposición para que este jugara con él y me hizo acercarme para introducirse mi pene en la boca y hacerme una buena mamada, empezó directamente a masturbarme, rápido y fuerte, ¿yo le dije, que quieres que me corra ya? Y ella me contesto, sí, quiero que te corras en mi boca, esto me excito muchísimo y mientras Antonio jugaba con sus pechos ella se introdujo mi pene en su boca hasta hacerlo desaparecer y empezó un moviendo introduciendo el pene y sacándolo que me resulto extremadamente placentero, dejo a Antonio por un momento y se centró solo en mí, disfrutando de mi pene, lamiéndolo, introduciéndoselo entero en la boca y sacándolo, una y otra vez, Antonio viendo la escena empezó a masturbarse, ya tenía el pene otra vez muy duro, Ainhoa lo vio y le dijo, ven aquí tú también que quiero volver a probar esa polla, nos cogió a los dos y mientras masturbaba a uno le hacía una felación al otro e iba cambiando. Aquello me estaba poniendo muy caliente y ya no podía aguantar más, Ainhoa vio que estaba a punto y empezó a centrarse solo en mi pene mientras masturbaba a Antonio, estoy a punto le dije y ella abrió la boca para que descargase mi semen en su boca, esa imagen me hizo estallar y descargue todo mi semen por sus labios y su lengua, ella parecía encantada miro a Antonio y con la boca abierta empezó a masturbarlo cada vez más rápido y fuerte, este no pudo aguantar mucho y descargo su semen sobre la boca de Ainhoa también. Ella nos miró a los ojos y se lo trago todo, cada que me viene este recuerdo a la mente me excito.

Después de esto nos quedamos los tres tumbados en la cama durmiendo, al día siguiente cuando nos despertamos nos dimos una ducha y nos fuimos a desayunar los tres juntos antes de ir a la playa para reunirnos con los amigos de Antonio.  Lo que aconteció después es otra historia.