Vacaciones al desnudo 4a parte (final)

Llegamos al último día de vacaciones de nuestros hermanos, en el complejo nudista.

A la mañana siguiente mi hermana no quería que nos volvieran a pillar dormidos, por lo que tuvo la brillante idea de poner el despertador en el móvil, A LAS 9:30 de la mañana, casi la mato, con lo bien que estaba durmiendo, y la necesidad de descanso que tenía. Pero la niña, quería pegarse una buena ducha, y aprovechar el día al máximo, ya que teníamos la intención de volver a nuestra ciudad, por la tarde, que al día siguiente teníamos que volver a trabajar.

Mientras, yo seguía tirado en la cama, ella se fue a preparar algo de desayunar, y cuando lo tuvo, vino a buscarme a la habitación, consiguiendo sacarme a duras penas de la cama, llegué a pensar que quería acabar conmigo. Mi hermana, parecía que tenía que recuperar mucho tiempo perdido con el capullo de su ex. Estuvimos desayunando, y al acabar, pasamos por la ducha, donde me metió mano a conciencia, me dio un buen repaso a mi aparatito, y claro, yo no fui menos, le enjaboné bien las tetas, y todos sus agujeritos. Decidimos no seguir, ya que queríamos reservarnos, para la fiesta prometida con nuestros amigos.

Una vez conseguimos despegarnos, y salir del baño, pasamos por la habitación, recogimos todo un poco, cambiamos las sabanas, las sucias, que lo estaban y mucho, acabaron en la lavadora, ya la pondría cuando volviese. También decidimos, dejar el equipaje preparado y la ropa lista, por si nos liábamos demasiado, aunque yo si os soy sincero, esperaba volver al apartamento, para poder descansar y dormir una buena siesta antes de volver a nuestra ciudad de origen.

Con todo esto, serían las 10:30 o más cuando terminamos de hacer todo, y ella estaba loca por pasarse a buscar a nuestros vecinos de portal, por lo que prácticamente me arrastró hasta su apartamento. Bajamos las escaleras andando, ya que solo era un piso, y llamamos al timbre. A los 10 segundos Nagore nos estaba abriendo la puerta.

-          Hola, pensábamos que tardaríais más en despertaros. Nosotros llevamos una hora despiertos – Nos dijo ella, dejándonos pasar.

-          Pues más o menos, igual que nosotros, que esta loba hoy no me ha dejado dormir mucho – le contesté yo.

-          No te quejes tanto, si al final me lo vas a agradecer – me contestó mi hermana.

-          Hola pareja – vino Daniel a saludarnos, a mí me dio la mano, y a mi hermana, un buen azote en el culo.

-          Bueno, ¿estáis listos? – les preguntó mi hermana, que se le veía un poco impaciente.

-          Recojo un par de cosas en la cocina, y nos vamos si queréis – contestó Daniel.

-          Pasar y os enseño el apartamento – nos dijo Nagore. Pasamos al salón, y la verdad es que todo el era más o menos de cuando construyeron el edificio, más o menos de principio de siglo.

-          Veis como necesita una buena renovación de todo – nos indicó Nagore. Y la verdad, es que tenía mucha razón, la decoración era de esa época, y aunque los materiales con los que habían construido eran de calidad, unos pequeños retoques si que necesitaba el apartamento.

-          Necesitáis actualizarlo un poco, toques de pintura, etc, pero ya veréis que los contactos que os di, para que os hagan la obra, os lo van ha decir, los materiales de construcción son buenos, y poco vais a tener que cambiar, quizá azulejos en el baño, y la cocina sea lo más costoso. Pero tampoco tiréis la casa por la ventana – les aconsejé yo, que para eso la experiencia es un grado.

-          El dinero no creo que sea mucho problema, la verdad, que tenemos mucha suerte, tenemos mucho soporte de nuestros padres, y muchos ahorros. Además, unos buenos ingresos – me contestó Nagore, mientras Daniel se unía a nosotros.

-          Yo ya estoy, así que, cuando queráis – nos dijo Daniel.

-          Les estaba terminando de enseñar el apartamento – le informó Nagore.

-          Habéis visto como necesita un repaso, además, te quería preguntar, ¿Cuándo quede con los contratistas que me has pasado, te importaría venir con nosotros? Ya que tu los conoces, y me puedes ayudar con ellos – me pidió Daniel.

-          Sin problemas, solo avísame con tiempo, para no hacer planes – le dije.

-          Les llamo mañana y te cuento, pero me gustaría quedar con ellos, este fin de semana, o el que viene, para que empiecen cuanto antes los trabajos, y que, en verano, podamos pasarlo ya aquí con todo arreglado – me comentó el.

-          Yo me apuntó también cuando vengáis – se acopló mi hermana.

-          Genial, así no me dejas sola con estos dos – le guiñó un ojo Nagore a mi hermana.

-          Estoy pensando, que probablemente, mientras estén haciendo los trabajos, vais a necesitar venir algún fin de semana, por lo que, hablándolo con tiempo, os acompañaremos u os dejamos el apartamento, para que tengáis donde quedaros – les ofrecí.

-          No lo había pensado, muchísimas gracias – me contestó Daniel.

-          No hay de que, Carlos e Irene, hicieron exactamente lo mismo por mí. Ya veréis son geniales – les dije.

-          Hablando de esos, venga vamos a mover el culo – dijo mi hermana. Ya dirigiéndose hacia la puerta, lo que provocó que se llevase otro buen azote por parte de Daniel, al pasar junto a él.

-          Eso vamos – le seguimos todos a mi hermana, yo iba detrás de Nagore, y le pegué un buen agarrón a ese par de nalgas tan portentosas que se marca la pelirroja.

Salimos del apartamento, y nos metimos en el ascensor, empezamos a bajar, y nos pararon en el piso de María, Juan y familia. Ellos estaban esperando el ascensor, con las toallas y parecían que iban camino de la playa.

-          Os hemos pillado – nos dijo Juan.

-          Y nosotros os hemos quitado el ascensor. Os esperamos abajo – les contesté yo. Estuvieron de acuerdo, se volvieron a cerrar las puertas y bajamos lo que quedaba.

-          Les vamos a tener que decir a donde vamos, que mirarnos, sin toallas y sin nada – me advirtió mi hermana.

-          Pues les decimos que se unan a la fiesta, cuanta más gente mejor – contesté yo mirando a todos.

-          Vamos a ser un montón – dijo Nagore algo dubitativa.

-          Mucho más morbo cariño, tu no te preocupes, que, si te lo pasaste bien ayer, hoy va a ser espectacular – le tranquilizó mi hermana.

-          Eso espero – contestó ella. Daniel no decía nada, solo tenía una sonrisa de oreja a oreja.

-          A ti no hay que convencerte, por lo que se ve – le recriminó Nagore a su novio.

-          Yo no digo nada, que luego me meto en líos – contestó él.

En estas estábamos, cuando llegó el ascensor con toda la familia, se abrieron las puertas y salieron del mismo. Nos saludamos todos, dándonos besos y estrechándonos las manos, por lo que en un principio no se dieron cuenta con el trajín de que no llevábamos toallas.

-          ¿Vais de camino a la playa también? – nos preguntó Iván.

-          Pues como veréis, no llevamos toalla, por lo que teníamos alguna otra cosa en mente – les indiqué yo. Se nos quedaron mirando.

-          Miedo me da preguntar – salto María.

-          Vamos al apartamento de Carlos e Irene, que, por lo visto, querían conocer más a fondo a los nuevos vecinitos – les informó mi hermana.

-          ¡Oye! Que nosotros también somos nuevos – nos sorprendió a todos con su comentario Sofía.

-          Pues eso íbamos ha ofreceros, porque crees que os estábamos esperando, además Carlos está loco por meterte mano – le contesté yo. Se empezaron a reír todos.

-          Cuidado con ese, que es incorregible – le advirtió María a su cuñadita.

-          Tranquila, si tu hermano, no le anda lejos. Además, Carlos me puede meter lo que quiera que yo también le tengo ganas – siguió soltándose Sofia.

-          ¿Entonces os venís con nosotros? – preguntó mi hermana.

-          Desde luego – contestó Iván, sin esperar al resto.

-          Contad conmigo sin lugar a duda – contestó también Juan.

-          Sí, y ponernos a follar todos entre todos con mi hermanito delante – se quejó un poco María.

-          Hermanita, llevamos todo el fin de semana follando delante el uno enfrente del otro, y te ha encantado. Así que, no vengas ahora con remilgos – le cortó Iván.

-          JAJAJAJJAJAJA, que corte te acaban de pegar – le dije yo a María – Si luego te pones al lío, y pierdes el control María, que te gusta el sexo tanto como al resto de nosotros.

-          Tendremos que ir, que remedio – se resignó ella.

-          Si, ahora hazte la víctima, no te joroba – se volvió a llevar otra respuesta, esta vez de su marido, que conocía perfectamente a su señora.

Mientras andábamos habíamos seguido caminando, y nos habíamos plantado en el portal de Carlos e Irene, llamamos al telefonillo y nos abrieron la puerta. Esperamos a que llegara el ascensor. Se metieron en el primer viaje, Juan, mi hermana, Daniel, y Nagore. Al llegar, al piso les estaban esperando Carlos e Irene, que se sorprendieron de la llegada de Juan también, pero les encantó la sorpresa. Nos mandaron el ascensor de vuelta, y para arriba que fuimos. En el ascensor, seguí metiéndome un poquito con María.

-          Mira como vas ya, y eso que te hacías la digna – me reí de ella, agarrándola de los pezones que los llevaba bien tiesos, y duros. Me dio un manotazo, apartándome la mano.

-          JAJAJJAJAJAJA, cuñadita te han pillado – le soltó Sofía, pero ella iba igual.

-          Tu tampoco vas mal servida – le dije, agarrándola su teta derecha, y pellizcándola el pezón, pero está me dejó tocar a mis anchas.

-          Ya te cuento, y vosotros también – y me agarró la polla, que empezaba a estar morcillona.

-          Yo, siempre – le contesté.

-          Y yo también, ya me conoces cariño – contestó Iván divertido, y agarrando a su novia la otra teta.

-          Por fin llegamos – dijo aliviada falsamente María al llegar al piso.

-          Ya era hora – se mofaron todos de nosotros.

-          Joder Gabriel, y ahora a donde metemos tanta gente, vamos a estar muy apretaditos – me recriminó Carlos, cachondeándose de mí.

-          ¿Pero, encima que lo hago por ti, con las ganas que le tienes a las tetas de Sofía desde el otro día? – le contesté yo.

-          Si claro, y tu no le tienes ganas – me contestó mi hermana.

-          Eso es verdad, pero aquí el que no le quitaba ojo el otro día era él, y yo siempre, me gusta ayudar a mis amigos – me defendí.

-          Ahora va de santo, como si no le conociésemos – se rieron todos de mí.

-          Lo que hay que oír – me quejé divertido.

Mientras hablábamos fuimos entrando dentro del apartamento, que, aunque era bastante grande, la verdad, es que éramos 10 personas dentro del mismo, y en el salón estábamos un poco justos todos allí. Los anfitriones les estuvieron enseñando el apartamento, a aquellos que no lo conocían. El resto de nosotros nos quedamos en el salón. Nagore y Daniel, volvieron con más ideas para lo que querían hacer en su apartamento. Los contratistas que contrató Carlos eran los mismos que los míos, ya que el me pasó los contactos.

-          Este apartamento también lo tienen cuco – nos confirmó Nagore.

-          Si la verdad – contestó mi hermana.

-          Es una pasada – confirmó Sofía.

-          Dejar de tirarles flores, si los tenéis en el bote ya – me mofé de ellas un poco.

-          JAJAJAJAJJAJA, este es incorregible – dijo Irene acercándose a mí, y abrazándome, la verdad es que entre nosotros dos nos llevamos de fábula. Si no fuera, porque su novio se ha convertido en mi mejor amigo, intentaba quitársela. Cuando se abrazó a mí, llevé mi mano a su precioso culito y se lo agarré a conciencia, mientras me abrazaba yo a ella también.

-          ¿Bueno Pulpo, que tenías pensado? – me preguntó Carlos.

-          YOOOOOOOOO, pero si fuisteis vosotros los que nos invitasteis – me defendí rápidamente.

-          Algo pensaremos – argumentó Daniel, que ya empezaba a estar con la polla morcillona.

-          Esperemos que no seas como estos dos – dijo Irene señalándonos a Carlos y a mí – Y no se te baje el cerebro a la polla, porque si no, te vas a quedar sin capacidad de pensamiento.

-          JAJJAJJAJAJAJJAJAJAJAJA.

-          Que cabrona, JAJAJAJAJJAJAJJAAJAJAJA – soltó Daniel.

-          Chico, es que menudo aparato, para llenar eso tienes que meter mucha sangre – confirmó María el comentario de Irene.

Seguimos un buen rato con diversas coñas, y el buen rollo entre todos era evidente, así como el calentón que llevaba más de uno, empezamos a hacer varias propuestas de cómo nos organizábamos, y casi siempre nos topábamos con la misma dificultad, y es que, si nos poníamos a follar todos con todos por distintos juegos o sorteos, se podía dar la posibilidad de que María e Iván, les tocara. Al final decidimos que como no había una opción, si les tocaba a ellos dos como pareja, ellos decidían que hacer, al fin, y al cabo, se trataba de disfrutar de sexo y de nuestros cuerpos. A pesar de una pequeña queja de María, decidimos seguir adelante con esa opción, mi hermana y yo nos mirábamos de manera muy cómplice (si el resto supiera).

El juego era, que, con una baraja española, repartíamos una carta a cada persona, y la carta más alta de los chicos se emparejaba con la carta más alta de las chicas y así sucesivamente, y si, coincidía el número, prevalecía el palo, el orden era (Oros, Copas, Espadas y Bastos). Y que, a la hora de follar nos repartiéramos por donde nos apeteciera, entre el salón y la terraza, que más o menos, nos daba un espacio suficiente a todos. También decidimos hacer una ruleta muy rudimental con diferentes posturas de sexo, y en cada ronda era lo que teníamos que hacer, las posturas, eran Mamada, comer coño, 69, follar, anal, esta última la decidimos con el consentimiento de todas las chicas. Sofía tenía sus dudas, pero acabó aceptando. Con el ruido de redobles organizado por Daniel, e Iván, empezó el reparto de cartas. Cuando todos tuvimos la nuestra, las mostramos a todos al mismo tiempo, y las primeras parejas estaban organizadas. El reparto quedó de la siguiente manera. Sofía con Daniel, Nagore con Carlos, Mi hermana con Juan, Irene con Iván, y María con el que escribe.

-          ¡Uy! Por poco te has librado María – le dijo Carlos a María, riéndose un poco de ella.

-          Estáis mal de la cabeza, estáis deseando que nos toque a mi hermano y a mi juntos, para ver lo que hacemos. Pues que sepáis, que os vais a aburrir – nos informó, muy segura de sí misma.

-          Anda mover la ruleta – nos cortó mi hermana, que se veía que estaba loca por empezar a follar, y a Juan no te cuento, se le había puesto durísima la polla, al ver que le tocaba mi hermana, y es que se notaba, que le ponía mucho.

-          Voy – dijo Irene, activando la ruleta, y tachan, tachan, salió……….. – A FOLLAR.

-          Genial, que estoy que me subo por las paredes – nos sorprendió Nagore – que cuando coge confianza se suelta mucho.

Nos repartimos todas las parejas por los sofás y las sillas y la mesa de comedor. Ninguno se quería perder al resto follando, por allí repartidos, por eso nadie se fue a la terraza. Yo cogía a María, y la tumbé en la mesa del comedor, y allí que me la empecé a follar, porque iba bien empalmado ya desde que empezamos a repartir las cartas, y el resto de los chicos iban igual que yo. Daniel se sentó en un sofá y Sofía se sentó encima de él metiéndose ella misma el pollón de nuestro nuevo amigo, Mi hermana sentó a Juan en una silla y dándole la espalda se sentó sobre su polla metiéndosela en el coño y saltando sobre esta, e hizo que Juan le agarrara de las tetas. Carlos había puesto a Nagore a cuatro patas en el sofá y se la empezó a meter desde atrás agarrándose a sus nalgas, y abriéndola bien el culo, yo hubiera hecho exactamente lo mismo. Iván por su parte, cogió a Irene la tumbó en el otro extremo de la mesa y se la empezó a follar de la misma forma que estaba haciendo yo con su hermana.

-          ¿Has visto? A tu hermano le apetecía ver de cerquita como te follo, eso es que te tiene ganas – le solté a María que miró hacía su hermano.

-          Es un salido, y se junta contigo, lo que le faltaba, AAAAAAAAHHHHHHHHHHH, joder que buena polla tienes – me decía ella recibiendo mis envestidas.

-          ¿Te gusta follarme enfrente de tu hermanita? OOOOOOHHHHHHHHHH, SSSSSSSSIIIIIIIIIIII, pues ella se lo pierde si no quiere, porque tienes una polla increíble – me secundo Irene, que me había leído la mente.

-          Me encanta, y me encanta ver a mi hermana follando como una loca enfrente de mí, me pone muchísimo, si ella quisiera la reventaba – nos confirmó Iván, tratando de provocar a su hermana.

-          AAAAAAAAAHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, que pollón, por dios, que polla más grande, me partes, me partes – era todo lo que podía decir Sofía, que estaba metiéndose y sacándose la polla de Daniel muy lentamente, y no creo que pudiese de momento aumentar el ritmo.

-          Que coñito más estrechito tienes Sofía, si fóllame así despacito, metete toda mi polla hasta el final. AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH – le pedía Daniel a Sofía.

-          Agárrame las tetas mientras me follas, que sé que te encantan Juan, AAAAAAHHHHHH, SSSSSSSSSSIIIIIIIIIII, que cachonda estoy, fóllame con tu dura polla – le decía mi hermana a Juan.

-          Joder que buena estas, que tetazas tienes, me encanta follarte AAAAAAAHHHHHHHHHH – le contestaba este.

-          UUUUUUUUUUUUMMMMMMMMMMM, por dios, OOOOOOOHHHHHHHHHHH, que culo tienes Nagore, que ganas tenía de follarte, como me aprietas la polla con tu coñito – le decía Carlos.

-          SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIII, fóllame, que fin de semana, OOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHH, que bueno, me encanta esta urbanización – medio gritó Nagore, haciéndonos reír a todos.

Seguimos todos follando, los gemidos se repartían por todo el salón, y la verdad es que teníamos un buen escándalo montado. Era muy morboso ver a todos follando con todos en la misma habitación. Yo por mi parte me agarraba bien a las tetorras de María mientras me la follaba, y ella no paraba de frotarse el clítoris, lo que le hacía retorcerse más y disfrutar más mi follada. Así estábamos todos más o menos cuando sonó el tiempo que habíamos puesto, indicándonos que ese turno se había terminado. Nos levantamos todos, y ya se veía lo cachondo que estaba todo el mundo, deseando empezar a follar otra vez. Repartimos de nuevo las cartas, y esta vez el sorteo deparó lo siguiente. María con Carlos, Sofía con Juan, Nagore con Iván, Mi hermana con Daniel, e Irene conmigo. Tiré de la manivela de la ruleta lo más rápido que pude y se paró en, MAMADA. Decidimos ponernos todos los chicos de pie y en fila, en el orden descrito arriba, que es el del orden de las cartas, las chicas cogieron unos cojines para apoyar las rodillas, y nos empezaron a chupar la polla, las pelotas, las dos cosas a la vez.

-          Que bien la chupas Irene, como sabes lo que me gusta, AAAAAAAHHHHHHHH, le decía yo, y es que la morenita, sabe como nadie lo que me gusta, cuando me chupan la polla, me encanta como me chupa los huevos y luego se mete mi polla hasta la campanilla, poco a poco, pasando su lengua por toda la longitud de mi polla.

-          AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH, OOOOOOOOOOHHHHHHHHH, joder Ana, al final, te acabará entrando toda mi polla en la garganta, igual que en tu culo – flipaba Daniel, que veía como mi hermana, muy poco a poco consiguió meterse casi tres cuartas partes de su polla en la boca.

-          Joder que me ahogo – soltó mi hermana, que tras eso se tuvo que sacar la polla de la boca para respirar, pero no lo hizo mucho ya que Daniel la volvió a meter la polla en la boca, y agarrándola de la cabeza se la fue follando por allí, sin meterle demasiado la misma.

-          Vamos cuñadita, que bien la chupas, AAAAAAAAAAAHHHHHHHHH, SSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIII, me encanta, se lo tienes que enseñar a mi hermano, en el próximo viaje os venís – le decía Juan a Sofía, que le miraba mientras se metía y sacaba la polla de este de la boca.

-          Mira María, no seas menos que tu cuñadita, y metete mi polla hasta la campanilla, AAAAAAAAHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, Así, así – le decía Carlos a María, agarrándole de la cabeza, y follándole la boca de una forma bastante más salvaje de lo que lo hacía Daniel con mi hermana.

-          OOOOOOOOHHHHHHHHHHH, Nagore, OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHH, que bueno, sigue, que bien la chupas tía, que ganas tenía de probar una fiestecita de las vuestras chicos, esto es una pasada – decía Iván, dejando que Nagore se metiese toda su polla en la boca.

-          Que polla más rica tienes, me encanta, y que dura se te ha puesto – le contestó Nagore.

Entre comentarios de unos y de otros, en la mayoría de los chicos a las chicas, más que nada porque ellas poco podían decir, con lo llenas que tenían sus boquitas, pues el caso, es que volvió a sonar el final del turno. Las chicas se levantaron y volvimos a repartir las cartas, quedando la situación de la siguiente manera. Irene con Juan, María con Daniel, Mi hermana con Carlos, Sofia con Iván, y Nagore conmigo. Esta vez el que tenía la ruleta más a mano era Iván que procedió, saliendo, COMER COÑO.

-          Joder que el tuyo ya lo tengo muy saboreado – dijo Iván a Sofía al ver lo que había salido.

-          De mi lo has probado todo – le contestó esta.

-          Si, pero metértela por el culito, no tan a menudo – seguía llorando Iván.

-          Anda come y calla – le ordenó Sofía, mientras todos nos reíamos de la conversación que tenían.

Se sentaron María y Sofía en un sofá, Mi hermana y Nagore en otro, e Irene se tumbó en la mesa del comedor. Los chicos nos arrodillamos delante de ellas, excepto Juan, que se sentó en una silla, y se dispuso a almorzar, ese era el que más cómodo estaba de todos nosotros. El resto, les levantamos las piernas y se las abrimos a las chicas y a comer marisco que nos dispusimos.

-          AAAAAAAAAAAHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, pero que bueno es esto, me encanta que me coman el coño – decía mi hermana, que se la veía encantada con los trabajitos que le estaba haciendo Carlos.

-          Rico, rico, que bueno esta esté coñito jugosito – le respondió este.

-          UUUUUUMMMMMMMMM – era todo el sonido que salía de mis labios, y es que me estaba pegando un buen atracón con el coñito empapado de Nagore.

-          AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, que bueno – me decía Nagore, agarrándome de la cabeza, y apretándome más contra su coñito, y ella no paraba de retorcerse.

-          OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, que bien Juan no pares, méteme otro dedo más, no pares, no pares AAAAAAAAHHHHHHHH – le decía a Irene, que también se retorcía encima de la mesa.

-          Daniel, pero que bien lo haces, AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, que buena adquisición en la urbanización chicas, OOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHH – se revolvía también en su sitio María.

-          UUUUUUUUUUMMMMMMMMMMMMM, vamos cariño, méteme 3 dedos como tu sabes mientras me comes el coño – le pedía Sofía a Iván, que muy obediente él, procedió con su petición.

Los siguientes minutos siguieron de la misma forma, gimiendo unas y comiendo otros, y disfrutando de nuestros cuerpos lo máximo que podíamos, llegando al final del tiempo, gracias a la maldita alarma, porque mi lengua empezaba a estar cansada de tanto movimiento dentro del coñito de Nagore, que cuando se levanto me pegó un buen morreo, en agradecimiento a la buena comida de coño que le había metido, y no fue la única, casi todas las chicas nos lo agradecieron de la misma manera.

-          Joder que cachonda estoy – decía María, según se levantaba.

-          No eres la única, y eso de que de momento has tenido mucha suerte de no toparte con tu hermano – le recordó Carlos, provocándola.

-          Que cabrones sois – se rio mientras decía esto María, que ya nos había dado por imposible, pasando auténticamente de nosotros.

Volvimos a repartir las cartas, y esta vez María no tubo tanta suerte, le tocó con Iván, y se quedó blanca completamente, Iván tenía una sonrisa tonta en la cara, pero no sabía como reaccionar también. A mí me tocó con Nagore de nuevo. Irene con Carlos. Mi hermana con Daniel, y Juan con Sofía. Intercambio entre cuñaditos, como dijo mi hermana, como tirando una pullita a los cuñaditos, yo me reí de su comentario mirándola mientras ella me guiñaba un ojo cómplice. Carlos hizo rular la ruleta, y punto, ANAL.

-          Encima esto, ni te creas que me vas a poner una mano encima – le advirtió María a su hermano.

-          Si no quiero ponerte una mano encima, lo único que quiero es meterte la polla por el culo – contestó este. Nos empezamos a reír todos de su comentario y de la cara que le puso María.

-          Sigue soñando enano – replicó María, enseñándole el dedito medio de su mano derecha.

-          JAJAJJAJAJAJAJAAJA. Vamos chicos que se trata de disfrutar – les provoqué un poco, lo que originó, que ese dedo medio viniese en mi dirección.

-          Pues tu te lo pierdes cariño, porque tu hermanito tiene una buena polla – le animó Sofía, para que se soltara, pero no había manera.

Nos fuimos poniendo todos en posición después de todo el cachondeo, y con el morbo de la situación, los chicos íbamos con las pollas incluso más duras, si eso era posible. Las chicas se pusieron en los sofás a cuatro patas, Sofía y Nagore en uno, Irene y mi hermana en el otro, y María se sentó en una silla con su hermano de pie junto a ella. Empezamos a tratar de meter nuestras pollas en el culo de las chicas.

-          AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIII, que culito más rico tienes cuñadita – le decía Juan a su cuñada, que se acostumbraba a la polla de este entrando en su culo.

-          Joder, con cuidado Juan, AAAAAAAAAHHHHHHHHHHH – se quejaba Sofía un poco.

-          OOOOOOOOOHHHHHHHHHHHH, que culo Nagore, como me gusta encularte – le decía yo con mi polla en su culo, empezando a chocar mis pelotas con sus nalgas, que se movían a nuestro ritmo.

-          AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, pero que pollón tienes, me parte en dos, OOOOOOOHHHHHHHHHHHHHH, me vas a dejar el culo abierto como una cueva – le decía mi hermana a Daniel.

-          Que culo más abierto tienes, como se traga toda mi polla – le decía Daniel a mi hermana – me encanta ver desaparecer mi polla en tu culo.

-          Cariño, SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIII, pero que culazo tienes, no me canso de follarte el culo nunca, AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH – le decía Carlos a Irene, dándole azotes cada pocos segundos, que hacían denotar lo duro que lo tenía.

-          Al menos me podías hacer una paja – le suplicó Iván a su hermana. Esta le miró a la cara, negó con la cabeza, le miró la polla.

-          Se buena, si además no le quitas ojo a la polla – le dijo Juan riéndose de su mujer. Y es que era verdad, María no le quitaba ojo a su hermano y a su dura polla.

-          Eso María – le empezamos a jalear un poco todos. Ella nos trataba de mirar sería, pero se estaba aguantando la risa, y los calores, porque se le veía que estaba muy acalorada por la situación.

-          Esto es una locura – dijo finalmente para sorpresa de todos, se levantó de la silla se reclinó sobre la mesa – es esto lo que todos queréis, ver como dos hermanitos follan, pues nada lo habéis conseguido. A que esperas enano, méteme esa polla por el culo.

-          Joder que bueno – saltó Iván. Y nos dejaron a todos alucinados. Iván se puso detrás de su hermana, y le empezó a meter toda su polla en el culo.

-          AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, joder hermanita que culo más calentito te marcas, OOOOOOOHHHHHHHHHH, que abierto lo tienes, te ha entrado toda la polla del tirón – le decía Iván a su hermana.

-          AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHH, que dura tienes la polla, venga fóllame, fóllame, me encanta tu polla – le contestó María, que parecía también disfrutar en serio de la enculada que le estaba dando su hermano.

-          Joder que pasada, que morbo es esto – empezó a decir Daniel, que no paraba de encular a mi hermana cada vez más duro.

-          AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, OOOOOOOOOOHHHHHHHHHH, dame duro cuñadito – le pidió Sofía a Juan que parecía haberse acostumbrado a la enculada.

En estas estábamos cuando volvió a sonar la alarma, que putada, si os soy sincero, primero porque el ver como Iván se follaba a su hermana allí delante de todos nos puso muy cachondos a todos, y ellos parecía que lo estaban disfrutando de lo lindo. Y, en segundo lugar, porque me encanta el culo de Nagore, me encanta su forma, lo estrechito, como se mueve y lo calentita que se siente mi polla dentro de él.

-          Esto ha sido una locura – empezó a decir María un poco arrepentida.

-          ¿Por qué? – le preguntó Iván – llevamos todo el fin de semana con la tontería follando en el salón y poniéndonos muy cachondos. Se trata de disfrutar del sexo y nuestros cuerpos, solo eso. No se trata de que te quiera o vaya a dejar preñada.

-          Visto así, parece bien, pero es incesto. Si a alguno se le escapa esto fuera de aquí lo mato – nos advirtió a todos María.

-          No te preocupes, lo que pasa en casa de Carlos se queda en casa de Carlos – les comenté, haciéndoles reír por la referencia.

-          Más os vale – nos volvió a advertir ella.

-          Ha sido una pasada María, nos habéis puesto muy cachondos a todos, ahora me arrepiento de solo tener un hermano – le dijo Juan, lo que hizo que nos empezásemos a reír todos. Mi hermana y yo nos mirábamos, sin decir nada, pero nos reíamos por la situación.

-          No hay nada por lo que arrepentirse chicos, esto es sexo puro y duro y nada más – les dijo Carlos – si yo tuviese una hermana, y estuviese tan buena como tú, seguro que trataba de follar con ella también.

-          No para eso tienes a mi hermana, que bien que te la follas, cada vez que aparece por nuestra casa – le recriminó Irene.

-          Es que viene buscando mi polla – se defendió Carlos.

-          Yo también me la tiraría con lo buena que está – salí en su defensa yo.

-          Ahora dirás que su culo es mejor que el mío – me contestó Irene, dándose un azote en su sonrojado y precioso culo.

-          Eso son palabras mayores Irenita – le contesté. Decidimos volver al juego cuanto antes.

Empezamos a repartir las cartas de nuevo, quedando de la siguiente forma. Sofía conmigo, mi hermana con Iván, María con Juan, Irene con Daniel, y Nagore con Carlos. Irene giró la ruleta y volvió a salir ANAL. Poco a poco, nos volvimos a colocar igual, de la misma forma que estábamos en la ronda anterior, solamente cambiando los chicos de posición.

-          AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, pero que pollón, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIII, que ganas de recibir esta polla en el culo – gritaba Irene recibiendo el trozo de carne de Daniel.

-          Que culito más impresionante es precioso, AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, que ganas de reventártelo tenía, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIII – le decía Daniel a Irene.

-          Cariño que bien abierto te ha dejado el culito tu hermanito – le dijo Juan a María, mientras este le daba bien por culo.

-          AAAAAAAAAHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIII, fóllame bien duro – le pedía María.

-          OOOOOOOHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, que polla más dura tienes Carlos, fóllame bien duro – le pedía Nagore.

-          AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, UUUUUUUUMMMMMMM, que culito tienes Nagore, y que bien te entra toda mi polla en el – le respondió Carlos.

-          AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHH, fóllame, Gabriel, que polla más dura, que ganas tenía de follar contigo – Sofía me decía.

-          Y tú que culito más rico y abierto tienes Sofía, AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, me encanta lo calentito que lo tienes, OOOOOOOHHHHHHHHHHHH – le respondí yo, cuando ella se abría el culo con ambas manos, para dejarme ver desaparecer toda mi polla dentro de su culito.

Nos estuvimos follando durante un buen rato unos a otros, los gemidos se repetían por toda la habitación, estábamos muy cachondos todos, el morbo de la situación, y el cambio de pareja cada poco tiempo, nos tenía a todos muy excitados. Acabo terminando el tiempo, y nos tocó dejar de follar a todos, nos pusimos de pie, pero se veía que ya todos estábamos casi al límite, los chicos no podíamos tener las pollas más duras, y las chicas tenían los pezones durísimos, y no paraban de tocarse el coño entre turno y turno.

Cogimos la baraja y volvimos a repartir cartas, Nagore se emparejó con Daniel, Mi hermana conmigo, Irene con Iván, Carlos con Sofía, y Juan con María, giramos otra vez la ruleta, y cayo en MAMADA. Nos volvimos a poner en fila los chicos, y las chicas se pusieron otra vez de rodillas, y nos empezaron a comer nuestras pollas de nuevo.

-          OOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, que bien la chupas Ana, que bien la chupas, cariño – le decía yo a mi hermanita.

-          AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH, UUUUUUUUUUMMMMMMMMMMM – era toda la respuesta que obtuve, porque no se sacó la polla de la boca en ningún momento.

-          Joder, que lengua, que bien la chupas, AAAAAAAAAAHHHHHHHHHH – le decía Iván a Irene, y no apartaba la mano de su cabeza, tratando de meter lo más profundo posible su polla en la boca de la morenita.

-          OOOOOOOOOHHHHHHHHH, que bien, que bien, AAAAAAAAAHHHHHHHHHH – decía Carlos, agarrando también la cabeza a Sofía, pero más bien para no perder el equilibrio, porque Sofía ya se metía ella sola toda la polla de Carlos hasta los huevos. Que forma de tragarse la polla tenía, y parecía cortada cuando la vimos la primera vez, pero quien lo iba a decir viendo como tragaba polla.

-          María cariño, que bien se te da esto, cada vez que me chupas la polla lo haces mejor, AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, que buena eres, OOOOOOOOOHHHHHHHHHHH – le decía Juan que parecía que no tardaría mucho en correrse, si seguían comiéndole la polla de esa forma.

La cosa cada vez se ponía más caliente, y ninguno parecía claudicar ante tanto buen sexo, todos estábamos aguantando como campeones. Yo tenía agarrada la cabeza de mi hermana, y me estaba follando su boca lo más duro que podía sin hacerla daño. Le entraba mi polla, y de vez en cuando sacaba un poco la lengua y me chupaba las pelotas con toda mi polla metida en su garganta. Y todos más o menos en las mismas circunstancias. Al final, se acabó el tiempo, yo ayudé a mi hermana a levantarse, y cuando estuvo en frente de mí, la pegué un morreo, y me agarré a su culo, todos hicieron lo mismo.

No sé ni como nos conseguimos separar todos, pero queríamos seguir con la fiesta, no queríamos dejar de follar entre todos. Volvimos a repartir las cartas. Me volvió a tocar con mi hermana, y boom otra vez volvió a tocar a Iván con su hermana María, Juan con Nagore, Irene con Daniel, Carlos con Nagore que no paraban de follar entre ellos, ya les había tocado varias veces follar juntos. Juan hizo girar la ruleta, y cayó en FOLLAR.

-          Me lo temía. ¡Ay que joderse! – Soltó María, llevándose las manos a la cara. Mientras todos nos reíamos.

-          No te preocupes hermanita, que te lo vas ha pasar en grande con mi polla metida en tu coñito – le soltó Iván acercándose a ella, por lo que se llevó una buena colleja.

-          Más te vale, fóllame en condiciones, que si no te puedes preparar – le contestó ella sonriendo.

-          Pues vamos todos a follar, yo me voy a la terraza, que me apetece que me dé el fresquito – les dije a todos cogiendo a mi hermana. Le puse en la barandilla del balcón, ella agarrándose a él, y empecé a pasar mi polla por su coño, hasta que se la metí de un tirón. Mi sorpresa fue ver que todos se iban poniendo al lado nuestro a follar con todas las chicas mirando por el balcón. Si alguien hubiese estado en la piscina se hubiese llevado una buena sorpresa.

-          AAAAAAAAAHHHHHHHHHH, que bueno que morbo, OOOOOOOOHHHHHHHHHHH – decía mi hermana, recibiendo mis envestidas en su coñito.

-          OOOOOOOHHHHHHHHHHHH, pero que pollón, AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIII, que pasada – decía Irene que estaba junto a nosotros, recibiendo el pollón de Daniel.

-          Pero que coñito tienes, como me gusta follarte, AAAAAAAAAHHHHHHHHH - le repetía Daniel todo el tiempo.

-          AAAAAAAAAHHHHHHHHHH, cabrón, te gusta follarte a tu hermana mayor, OOOOOOHHHHHHH, venga dame polla, hermanito salido, dame polla – le provocaba María a su hermano.

-          Estás empapada hermanita, ahora dime que no querías que te volviese a follar, AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, con la de veces que me había imaginado follándote – le contestaba Iván, que la estaba dando unas buenas envestidas, mientras se agarraba a su culo, y la daba unos buenos azotes, lo que parecía encantar a María.

-          Joder Nagore, voy a echar mucho de menos este coñito, menudos polvos estamos echando hoy tu y yo, AAAAAAAAAAAHHHHHHHHH, que bien, me atrapa la polla – le decía Carlos, sin parar de azotarla el culo.

-          Eso dame azotes mientras me follas, me encanta, AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHH, que bien como me gusta tu polla Carlitos – le respondía Nagore.

Desde la urbanización, parecía que no había nadie que nos estuviese viendo, pero en un edificio enfrente, la misma pareja que el otro día, nos había vuelto a pillar follando, y ellos se habían puesto a follar también, ya que se veían claramente sus movimientos, aunque no los podíamos ver de cuerpo entero. Carlos les llegó a hacer alguna señal, y ellos le devolvieron el saludo, ella se estiró un poco y nos dejó ver como le botaban las tetas, mientras su pareja se la follaba. Y la verdad, es que tenía unas buenas tetas.

Con todo esto volvió a sonar la alarma, que nos avisaba del final de esta ronda, muy a nuestro pesar dejamos de follar, y nos separamos, yo tenia las pelotas que me iban a estallar, y más de uno estaba como yo. Carlos volvió con la baraja, que fue el que se metió en el apartamento para buscarla.

-          Antes de repartir las cartas otra vez – dijo el mismo Carlos – yo tengo las pelotas que me van ha reventar de lo llenas de leche que las tengo, necesito correrme. ¿Qué tal si en la siguiente ronda seguimos todos hasta corrernos?

-          Genial, porque yo necesito correrme también – dijo Daniel, y todos estuvimos de acuerdo con ellos.

En esta ronda repartiríamos las barajas, y no íbamos a hacer girar la ruleta, sino que cada pareja se podía poner a follar como quisiera, y hacer lo que quisiera con el objetivo de correrse. Decidimos seguir en la terraza para no joderles el espectáculo a los vecinos, que seguían a lo suyo y parecían que se lo estaban pasando genial. La chica parecía seguir botando sobre su chico, pero a menor ritmo, parece que estaban esperando a ver que hacíamos nosotros.

-          Espera, antes de repartir. Si nos toca a mi hermano y a mí juntos, preferiría que volviésemos a repartir, que no me importa follar con él, pero el correrse ya si que me parece muy fuerte – nos pidió María, a lo que todos estuvimos de acuerdo, ya que nos parecía muy razonable.

-          Eso estaba pensando yo también – confirmó Iván que estaba de acuerdo con su hermana, por lo que procedimos a hacer el reparto.

Carlos empezó a repartir las cartas, entre todos, quedando de la siguiente manera. Nagore con Iván, por lo que el problema que pudiese haber se solucionó, Irene conmigo, Mi hermana con Carlos, Sofia con Juan, y María con Daniel.

-          Bueno al final, mi penitencia a tenido sus frutos – se vanaglorió María de su suerte, al poder follarse el pollón del grupo.

-          Pues como eche la misma leche que los últimos dos días prepárate, espero que tengas hambre – le advirtió mi hermana.

-          Normalmente casi siempre es así, y con todo este jaleo, puede que un poco más – le confirmó Nagore para que se fuera preparando.

-          Me parece que estamos todos igual – salí yo en defensa del pobre Daniel.

-          Eso espero, porque no he desayunado apenas – me contestó Irene.

-          Eso que yo también con bastante estoy hambre, de tanto ejercicio – dijo divertida Sofía.

Decidimos ir empezando, nos fuimos repartiendo por la terraza. María apoyo contra la barandilla a Daniel, y poniéndose de rodillas delante de él, empezó a tratar de comerle la polla, pero al igual que al resto de las chicas apenas le entraba la mitad.

Yo por mi parte, cogí a Irene, la tumbé boca arriba en una hamaca que estaba detrás de mí, le abría bien la piernas y empecé a comerme sus agujeritos, y es que después de levantarla un poco las piernas, iba de su culo a su coño, donde me entretenía un poco más, pero mi objetivo era prepararla bien para lo que la esperaba, ya que me la iba a follar y bien follada por todos sus agujeritos, y es que me encanta follar con Irene, tenemos muy buen rollo, y follamos de maravilla entre nosotros.

Carlos empezó a comerle las tetas a mi hermana, que le agarraba la polla mientras este se daba un buen atracón con su delantera. Poco a poco se fueron acercando a otra hamaca que había, y Carlos se sentó en ella, y mi hermana se puso encima de él metiéndose la polla de Carlitos en el coño, y dándole a comer sus tetas, mientras ella empezaba a saltar sobre la polla de mi buen amigo.

Nagore al igual que María, había cogido a Iván y lo había puesto junto a la barandilla, y se agachó para comerle la polla, pero se puso de cuclillas bien abierta de piernas, y así se empezó a tragar la buena polla de Iván. La postura, no parecía ser la más cómoda posible, pero era sexy a rabiar, ya que nos daba una vista de su culo y su coño espectacular.

Juan por su parte cogió a su cuñadita, la sentó en una silla, e hizo que se empezase a tragar su polla, todo lo larga que era. Mientras este le trataba de agarrar las tetas y pellizcar los pezones.

-          Joder que pollón, mañana con agujetas de mandíbula – soltó María, que estaba inspirada con sus comentarios. Nos hizo reír a todos.

-          AAAAAAAAAAHHHHHHHHHH, tu sigue que lo estas haciendo muy bien, y las agujetas con un poquito de agua con azúcar se quitan – le contestó Daniel, siguiendo con la broma.

-          SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, que bien la chupas cuñadita, AAAAAAAAAHHHHHHHHHH, que bien te ha enseñado el salido de mi cuñado – le decía Juan a Sofía, que se estaba metiendo toda la polla de este en la boca, la mantenía por un buen rato en la boca y la garganta, y la volvía a sacar, para coger aire.

-          OOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, fóllame, Carlos, que no se que me pasa este fin de semana que no puedo parar de follar – le pedía mi hermana a Carlos, aunque era ella la que no paraba de saltar sobre su polla.

-          SSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, eso Gabriel sigue así, cómeme entera, prepárame bien los agujeritos, que quiero que me metas tu dura polla por todos mis agujeritos – me pedía Irene que se le veía que estaba muy caliente también.

-          Madre mía Nagore, que bien la chupas, y no me extraña, AAAAAAAAHHHHHHH, que te entre entera, si estas acostumbrada al trasto de tu chico – le decía Iván, a Nagore que parecía que le estaba haciendo una mamada en toda regla.

-          UUUUUUUUUUMMMMMMMMMMMMM, que rica – le contestó Nagore.

-          Venga Irene, te toca – me puse de pie, le planté la polla delante de la cara mientras ella, se sentaba en la hamaca, y se empezaba a tragar mi polla, dejándomela increíblemente brillante, y dura.

-          Deja que te folle cuñadita que ya no aguanto más – le pidió Juan a Sofía, que se tumbó se abrió de piernas ella misma.

-          Venga cuñadito, méteme esa polla dura que te he puesto, reviéntame como lo has estado haciendo todo el fin de semana – le provocó Sofía. Juan se puso de rodillas delante de ella, y apuntando su polla a su coño por allí que se la empezó a meter, muy lentamente al principio.

-          AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, que coñito, más rico, me encanta follarte, a partir de ahora, vais a tener que venir más por nuestra casa para follar entre todos – le dijo Juan.

-          Eso tenlo por seguro, creía que lo teníamos todos claro – le respondió Sofía.

-          Daniel méteme todo esto en el coño, que necesito sentirte, no aguanto un segundo más sin que me folles – le medio suplicó María que andaba muy caliente.

-          Ponte aquí mirando a la piscina – le dijo Daniel, poniendo a María en la barandilla, y poniéndose detrás de ella, le agarró una pierna se la levantó, y le empezó a meter la polla por el coño.

-          AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, joder, como me parte en dos, SSSSSSSIIIIIIIIIIIII, me encanta tu pollón, fóllame duro, no pares – le decía María.

-          OOOOOOOHHHHHHHHH, UUUUUUUUUMMMMMMMMMM, pero que coñito más calentito tienes, me encanta meterte la polla – le decía Daniel a María, mientras seguían follando.

-          Deja que te folle yo también Nagore, que me apetece meterte la polla también – le pidió Iván a Nagore. Que tardó medio segundo en levantarse, subir ella misma una pierna a la barandilla, menuda elasticidad tiene la pelirroja, y le ofreció sus agujeritos al jovenzuelo.

-          ¿Por dónde, va ha querer meter usted la herramienta? Por agujero negro o por almejita rica – le preguntó Nagore, ofreciéndole cualquiera de sus dos agujeros, que parecían estar increíblemente abiertos.

-          Pues si no te importa, me apetece reventarte ese culito, que me tiene loco – y se la empezó a meter por el culo, y las embestidas que le estuvo dando fueron increíbles, le tenía fuera de si la pelirroja.

-          Levanta Ana, y ponte a cuatro patas o veinte uñas como quieras, que me apetece follarte el culo también – le pidió Carlos. Mi hermana se levantó, espero a que él lo hiciese también, y cuando tuvo sitió se puso a cuatro patas.

-          Méteme la polla, por donde quieras, pero méteme la polla – le contestó mi hermana, cuando ya estaba a cuatro patas, y ella misma se abrió el culo, ofreciéndoselo.

-          Prepárate – le avisó Carlos, que se la empezó a clavar en todo el culo.

-          AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, pero que polla más buena, como me gustan vuestras pollas chicos, OOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHH, no puedo parar de meterme vuestras pollas por todos mis agujeritos – nos dijo a todos mi hermana, que se la veía que estaba muy, pero que muy cachonda.

-          Nos toca Irene – le dije sacando mi polla de su boca, y poniendo a mi buena amiga en la misma postura que mi hermana, me acerqué por detrás y al igual que mi amigo con mi hermana, yo se la empecé a meter en el culo a su novia.

-          AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, OOOOOOOHHHHHHHHHH, me encanta tu polla, me encanta que me la metas en el culo Gabriel – me decía ella, recibiendo las fuertes embestidas que ya la estaba dando.

Estuvimos todos follando en esa postura por un buen rato, y la verdad, es que estábamos en la gloria, pero con toda la paliza que llevábamos durante la mañana, nos empezamos a correr todos, puesto que estábamos bien cargados de leche.

-          Me corro cuñadita, AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, me corro, SSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIII, me corro, que corridón te voy a dar – le decía Juan a Sofía.

-          Si córrete encima de mí, quiero recibir tu caliente leche, encima de mis tetas y mi cara – le decía Sofía. Juan se puso un poco encima de ella, y masturbándose se corrió en todas sus tetas y su cara, la puso perdida de leche, le pegó una buena corrida.

-          Joder como me has puesto cabrón, anda cómeme el coño, hasta que me corra yo también que me tienes a punto.

-          Como usted desee cuñadita – le respondió este.

-          AAAAAAAAAHHHHHHHHHH, por fin me corro, me corro, dame por culo Carlos, clávame tu polla hasta las pelotas, SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, OOOOOOHHHHHHHH, que corridón me estoy pegando – le decía mi hermana, con la polla de Carlos metida en su culo, y tres de sus propios dedos en su coño.

-          Yo también me corro Anita, que buena estas, AAAAAAAHHHHHHHHHH, AAAAAAHHHHHH, me voy a correr, deja que te llene las tetas de leche – le pidió Carlos a mi hermana. Esta se giró y espero para recibir toda la descarga de este en sus tetas. Donde Carlos empezó a descargar, pero mas de un lechazo le dio a mi hermana en toda la cara, y es que, la cantidad de leche que le hecho Carlos fue increíble.

-          Que buena corrida, mira como me has puesto, me encanta tu leche Carlos – le dijo mi hermana a Carlos, mientras le agarraba la polla y terminaba de sacarle las ultimas gotas, y le chupaba la polla.

-          Me corro Nagore, me corro, AAAAAAAAHHHHHHHHH, SSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, que buena estás cabrona, y que culito más increíble tienes – le decía Iván.

-          Yo también me corro, me corro Iván, échame toda tu leche en la cara, que quiero que me llenes la cara de tu leche, AAAAAAAAAAHHHHHHHHH, me corro – le contestó Nagore, que se sacó la polla de Iván después de correrse. Se arrodilló delante de él, y espero a que Iván le tirara toda la leche en su cara.

-          Toma leche, toma toda mi leche Nagore, AAAAAAAAAAHHHHHHHHH, SSSSSSSIIIIIIIII, joder que corridón – Iván se estaba sorprendiendo de toda la leche que le estaba tirando en la cara a Nagore – Jamás me había corrido tanto, chicos esto tenemos que repetirlo, que pedazo de orgía, me ha encantado.

-          Me corro, Gabriel, no aguanto más cariño, AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, como me gusta esto, OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHH, me encanta follar así, me corro, me corro, venga Gabriel córrete conmigo.

-          Ya sabes que tus deseos son órdenes para mí – le saqué la polla, le di la vuelta y me empecé a correr en su cara. Ella abrió la boca y se tragó una buena cantidad de mi leche – AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, me corro, toma leche Irene, OOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH, que, corrida, pero mira como haces que me corra siempre.

-          Me corro, me corro, no aguanto más, pero que pollón tienes Daniel, como me corro, AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, OOOOOOHHHHHHHHHHHHH – y según se corría María prácticamente se caía del placer, se le doblaban las rodillas, por lo que Daniel la tumbó en el suelo, y cogiéndole las tetas se empezó a intentar hacer una cubana con sus tetas, que a pesar de no ser pequeñas apenas cubrían el trasto de Daniel. Por lo que se acabó agarrando la polla y se empezó a masturbar en la cara de la chica.

-          Me corro, toma mi leche María, me corro, me corro – y según decía esto, le llenó la cara de leche, le puso perdida, no le dejó ni un solo milímetro de cara sin llenársela de leche.

Después de todo esto, nos quedamos todos tirados tratándonos de recuperar. Nos mirábamos unos a otros, y sonreíamos, las caras de satisfacción en todos nosotros eran bien visibles. Nos lo habíamos pasado de lujo, que forma de follar, que buena orgía nos habíamos pegado, y el morbo fue increíble, nadie hacía ningún comentario de que los dos hermanitos se hubiesen puesto a follar entre ellos, pero a todos les pareció muy morboso, les puso muy cachondos a todos, incluidos a mi hermana y a mí, que íbamos de incognito.

Estuvimos un buen rato allí tirados, tomando un poco el sol, y comentando como lo habíamos disfrutado. Y encima apenas eran las 11:30, cuando miramos la hora todos pensábamos que sería más tarde. Alguien llegó ha hacer el comentario, de que teníamos tiempo para repetir antes de despedirnos. Y casi todos estuvimos de acuerdo. Carlos me pidió ayuda para sacar unas bebidas y refrescarnos un poco. Sacamos un montón de refrescos, y alguna chica se tomó alguna cerveza, pero la mayoría no tomamos alcohol, ya que luego tendríamos que conducir, y ya conocían todos, la historia de mis padres, y estaban muy de acuerdo que eso de conducir y beber no son dos buenas combinaciones.

Nos estuvimos relajando, bebiendo y recuperando fuerzas, a todo esto, se me olvidó comentar, que las chicas fueron pasando por los dos baños, para limpiarse, ya que alguna como María estaba totalmente cubierta en leche. Cuando ellas terminaron de asearse, nosotros empezamos a pasar también por el baño.

Carlos y yo fuimos a buscar una segunda ronda de bebidas, una vez todo el mundo estuvo de vuelta en la terraza. Y allí estuvimos hablando.

-          Joder tío, que pedazo orgía. Que sepas que como lo dejes con Ana es que eres retrasado, es un pibón y folla de la leche. Es casi tan guarra como tu – me dijo él.

-          Tranquilo, que de esta no me libro. Si acaso será ella la que se quiera librar de mí, pero lo dudo mucho – le contesté, guiñándole un ojo.

-          Mas te vale no cagarla, porque si no le diré a Irene que no te haga cositas en tu cosita, y ya sabes lo mucho que te gusta tirarte a mi chica – se burló el de mí.

-          JAJAJAJJAA. Y luego el cabrón soy yo. Me voy a tener que esforzar mucho, porque si compré el apartamento, era por la oportunidad de follar con tu chica muy a menudo – le dije yo resignado – Y a su hermanita también, que cada vez que viene está más buena.

-          Si, la verdad es que mi cuñadita cada vez está más buena – me dio la razón Carlos, y es que su cuñada, era de la misma edad de Nagore, más o menos 25 años, y muy parecida a Irene, morena, pelo ondulado, ojos negros preciosos, un culo redondito y duro, pero con unas tetas bien abundantes para una chica tan pequeñita, ya que no llegaría al 160cm – el problema es que ha empezado a salir con un chaval, y no creo que le guste este ambiente, es un poco moro. A Irene y a mí, no nos gusta una mierda, pero ella parece que se ha encoñado con él un poco.

-          Vaya putada – contesté yo – con lo que me gustaba la pequeñaja.

-          Sí, aunque el coño, le sigue picando igual. De vez en cuando, se viene por casa, para follar con nosotros – me dio esperanzas él, de que no todo estaba perdido.

-          Pues alguna de esas me avisas, y me apunto, que tanto pibón para ti solo no es bueno, al final, tienes que aprender a compartir – me reí un poco de él.

-          JAJAJAJAJAJAJAJA, solo si te traes a Ana contigo – me respondió él.

-          Eso está hecho, y ella encantada créeme – le confirmé yo.

Volvimos para la terraza con todas las bebidas, y allí nos esperaban ya todos, parecía que empezaban a estar otra vez un poco melosos. Alguna mano suelta iba, de un culo a una teta, otra agarraba alguna polla que empezaba a reaccionar, etc.

-          Bueno nos acabamos esta ronda de bebidas, y empezamos con otra de sexo. Que tenemos tiempo de sobra. Así que ir pensando que hacemos este viaje – nos dijo Carlos, mirando a todos.

Muchos empezaron a decir de repetir la anterior, fiesta, pero algunos decíamos de hacer lo mismo iba a ser muy monótono, por lo que empezamos a pensar cosas. Me parece que fue Iván el que propuso que nos pusiésemos retos unos a otros. Y eso si que nos gustó a todos. Estuvimos pensando distintas formas de organizarnos, y una nos puso a todos más o menos de acuerdo. Decidimos repartir las cartas de la misma forma que antes, para organizarnos por parejas. Cada uno de nosotros tenía que escribir un reto en un papel y los meteríamos en una bolsa, y cada pareja tenía que coger un papel, y realizar dicho reto. Se trataba de realizar dicho reto hasta correrse mientras el resto de, parejas supervisaban que el reto se hacía sin trampas, aunque sinceramente no creo que nadie fuera a hacerlas, ya que todos estábamos muy cachondos por la situación. Los retos, los iríamos realizando uno a uno.

Empezamos a escribir cada uno de nosotros, el reto que teníamos en mente, y lo íbamos depositando en la bolsa. Me imagino que alguno de ellos incluso estaría repetido, pero nunca se sabe, la verdad que allí había mentes muy salidas. También decidimos, tal y como habíamos hecho antes, que, si María e Iván les tocaba como pareja, volveríamos a repartir las cartas para reorganizar las parejas, ya que el reto tendría que realizarse hasta correrse, aunque para mi hermana y para mí eso no suponía ningún problema, llevaba todo el fin de semana corriéndome en su boca.

Una vez todo el mundo había escrito su reto, y lo había metido en la bolsa. Carlos cogió la baraja de cartas, la estuvo barajando a conciencia, y las repartió. El resultado de los emparejamientos fue el siguiente. A María le tocó con Carlos, a Irene con Juan, a mi hermana con Daniel, a Nagore con Iván, y a mi con Sofía. En seguida nos dimos cuenta, de que ninguna de ellas era pareja en la vida real, por lo que lo hizo mucho más morboso. Decidimos repartir las cartas entre las parejas, para ver el orden en el que teníamos que hacer los retos. La carta más alta, sería la primera en realizar el primer reto, y así sucesivamente. Los primeros en realizar el reto serían Irene y Juan. Se dirigieron a la bolsa, y fue Irene la que sacó el papelito con el reto.

-          ¡Tachan, tachan! Y el reto es….. FOLLAR EN EL JARDIN JUNTO A LA PISCINA, A LA VISTA DE TODO AQUEL  QUE SE QUIERA ASOMAR A LA TERRAZA EN LA URBANIZACIÓN.

-          UUUUUUUUUFFFFFFFFFFFF, que morbo. Y tampoco está tan mal, lo mismo hasta se nos une alguien – dijo Irene todo picarona.

-          Pues la verdad que sí, no estaría mal – comentó Juan también.

Salieron del piso con una toalla grande, se metieron en el ascensor, y bajaron en dirección a la piscina. El resto nos quedamos en el piso, y salimos a la terraza para asomarnos, y ver como se lo montaban desde allí. Llegaron a los jardines se pusieron en la zona de la piscina, eligieron un sitio un poco resguardado, no se pusieron al borde de la piscina, la verdad, lo que a alguno le decepcionó un poco. Depende del portal del que salieses, lo mismo te perdías el espectáculo, que se supone que tenían que dar. Extendieron la toalla en el césped, Juan se quedó de pie, e Irene se arrodilló delante de él, y se empezó a comer su polla. Que ya empezaba a estar bastante dura, cuando se la metió en la boca, y a los pocos minutos, se podía apreciar que la tenía a reventar.

-          AAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, que bien la chupas Irene, OOOOOOOHHHHHHHH – le decía Juan a Irene.

-          UUUUUUUMMMMMMMMMMMM – gemía Irene metiéndose la polla de este en la boca, y exagerando un poco creo yo el sonido, para tratar de llamar un poco la atención, y es que a Irene le gusta provocar un poquito. Estuvieron así unos cinco minutos, y al final, Irene se sacó la polla de Juan de la boca, y se tumbó en la toalla, bien abierta de piernas, esperando a que este le empezase a comer el coño.

-          Soy toda tuya – le ofreció Irene, mientras se tocaba las tetas y el coño. Juan se arrodilló delante ella.

-          Me voy a poner las botas – le comentó Juan, y se empezó a comer el coño de ella, pasando su lengua por toda la longitud de su coño, y se agarraba a sus tetas.

-          AAAAAAAAHHHHHHH, que bien, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIII, que gustito, sigue así – le animaba ella.

-          UUUUUUUUMMMMMMMMMM, delicioso manjar – contestaba él. Estuvieron en esa postura un buen rato, parece ser que los dos estaban disfrutando de lo lindo.

Y en esas estaban cuando apareció otra pareja por la piscina. Parecían unos turistas que habían alquilado alguno de los apartamentos, yo creo que los habían visto desde el apartamento, y decidieron unirse al espectáculo, ya que pusieron su toalla cerca de Irene y Juan. Y para nuestra sorpresa, no se cortaron mucho, se pusieron en posición del 69, y se unieron a la fiesta. Eran una pareja de entre 35 y 40 años, eran rubios ambos, parecían ser del norte de Europa. Ella estaba bastante bien, parecía alta, con sus curvas y un buen par de tetas grandes, y no muy caídas. El era bastante alto también, parecía estar depilado, y tenía una buena polla, no tenía una tableta de chocolate ni mucho menos, empezaba a tener su barriguilla, aunque no estaba gordo ni mucho menos.

Irene si que los vio acercarse, pero Juan estaba muy concentrado en su tarea, y solo se dio cuenta de su presencia, porque hicieron algún ruido y se dio la vuelta para ver lo que pasaba a su espalda.

-          Joder que sorpresa – dijo Juan al ver a la pareja.

-          Venga fóllame, ya verás como estos dos se animan – le sugirió Irene.

-          Pues vamos a ver hasta dónde llegan – se envalentono Juan, que según estaba se agarró la polla, y acercándosela al coño, se la empezó a meter allí.

-          AAAAAAAAAAHHHHHHHHHH, que polla más larga y rica tienes, OOOOOOHHHHHHHHHH – le decía Irene mientras la empezaba a follar.

-          UUUUUUUMMMMMMM, y tu que coño más calentito tienes cabrona – le contestó él. Los turistas al oírles se incorporaron y los vieron que estaban follando. La chica se levantó, se sentó encima de la polla de su pareja, y dando la cara a Irene y Juan, se empezó a follar a su pareja. Por lo visto, estaban Hablando entre ellos también, pero no les entendían ni una palabra, ya que el idioma que hablaban era bastante raro.

-          Menudas tetas, tiene la tía – soltó Iván desde nuestra terraza, a lo que el resto de nosotros estuvimos de acuerdo, eran bastante grandes y la botaban que era una pasada.

-          Vamos a ponernos igual que ellos, que me apetece ver como esta zorrita nórdica se folla a su pareja – le pidió Irene, y se pusieron a follar en la misma postura que los nórdicos, y de frente a ellos, para no perderse detalle.

-          AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, que bueno, que cachonda me está poniendo esto – decía Irene.

-          Y a mí, menudo morbo, y menudas tetas tiene la tía – le contestó Juan. Estuvieron un buen rato follando en esa postura. Al final, los nórdicos se levantaron se tumbó el chico junto a Juan y ella se empezó a follar a su pareja, de cara a él y dándole a probar sus tetorras. A Juan debía de tener las tetas de la rubia nórdica a mano, estaban tocándose prácticamente mientras follaban.

-          Irene gírate tú también – le pidió Juan.

-          Eso está hecho – le contestó ella. Que se puso como le pidió Juan y empezó a follarse a Juan. El nórdico no paraba de mirar a Irene, y Juan a su chica. Ellas por su parte, también los miraban, al final el nórdico le ofreció con un gesto que le agarrara las tetas a su chica.

-          AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHH, que morbo, OOOOOOOOHHHHHHHHH – decía Juan, empezando a agarrarle las tetas a la chica. Juan le ofreció a Irene también y este no se negó.

-          Me parece que se van a follar a mi chica – dijo Carlos resignado, al ver como le empezaban a pellizcar los pezones a Irene.

-          Joder que cachonda estoy, AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, OOOOOOOHHHHHHHH, que ganas de sexo duro – estaba diciendo Irene, y hablando en inglés con la pareja, les ofreció cambiar de pareja, ellos respondieron que sí.

-          Juan, me parece que te vas a follar a la rubia – le comunicó.

-          Genial, con esas tetas – lo celebró Juan. Las chicas se levantaron, se miraron la una a la otra y se intercambiaron. Irene se sentó sobre el chico y empezó a meterse la polla de este por el coño. Mientras la chica hacía lo propio con la polla de Juan.

-          AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH, joder que coño más mojado tienes rubia – le decía Juan.

-          Me encantan las pollas españolas, que duras se ponen cuando se follan a una rubia como yo. AAAAAAAAHHHHHHHHHH – le contestó ella en inglés. Irene les iba traduciendo lo que decían, ya que Juan no tiene ni idea de inglés.

-          OOOOOOOOOHHHHHHHHH, que polla más buena tiene el guiri, AAAAAAAAHHHHHHHH – disfrutaba Irene con la follada que le estaba dando el nórdico.

-          UUUUUUUMMMMMMMMM, que bien follas, morena, SSSSSSSSIIIIIIIIIIIII, métete mi polla toda dentro pequeñita – le decía el turista, y no paraba de chuparle las tetas en todo momento.

-          UUUUUUUUMMMMMMMM, que buena estás rubia y que bien follas, SSSSSSSSSIIIIIIIIII – le decía Juan todo el tiempo.

-          AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, que cachonda estoy, cariño follarme entre los dos – le pidió la rubia a su marido. Irene se lo tradujo a Juan mientras se levantaba para dejar al turista que se follase a su mujer por el culo.

-          Y luego cuando acabéis con ella espero que me lo hagáis a mi – les pidió Irene, que también le apetecía que se la follasen entre los dos.

-          SSSSSSSIIIIIIIIIIIIII, venga, no está salida la nórdica, folla de puta madre – le decía Juan. Mientras se la seguía follando, y le iba comiendo las tetas, que tenía. Su chico se colocó detrás de ella y se la empezó a follar por el culo. Poco a poco, se fueron acoplando los dos, y acompasando el ritmo de la follada. Irene se sentó, junto a ellos y se masturbaba mirando como se follaban los dos.

-          AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, OOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHH, que bueno es esto, SSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me encanta que me follen por todos mis agujeros – decía la rubia, no paraba de gritar.

-          Joder que mojada está, OOOOOOHHHHHHHHHH, que bueno, me encanta follarla – le decía Juan.

-          Toma polla cariño, AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIII, que culito tienes me encanta follártelo – le decía su chico a la rubia, el cual le estaba metiendo toda su polla en el culo de su chica.

-          Joder que escena, necesito que me folléis igual a mí – les decía Irene.

-          Me corro, me corro, seguir dándome duro, no paréis, AAAAAAAAAAHHHHHHHH, me corro, que, corrida, que buen principio de vacaciones, SSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIII – decía la rubia, corriéndose y dejándose caer sobre Juan, cuando terminó de correrse.

-          ¿Venga déjame sitio? Necesito meterme esas dos duras pollas también – le urgió Irene a la chica, su chico se la sacó del culo, y dejó que su chica se sacase la polla de Juan del coño, y se levantase, dejando su sitio para Irene. Esta se sentó de cara a Juan, y se empezó a meter la polla de este en el coño.

-          Mi culito se lo dejo a él, que tú ya te lo has follado unas cuantas veces – le decía Irene a Juan, y ofreciendo su culito al nórdico, que flipaba con la suerte que tenía.

-          Menudo culazo tienes morena, me encanta, te lo voy a follar en condiciones – le decía el rubio, y se puso detrás de ella, le apuntó la polla a la entrada del culo, y por allí se la fue metiendo poco a poco – OOOOOOOOHHHHHHHHHH, que pasada de culo, como me gusta follártelo, SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIII.

-          Estas empapada Irene, que coñito más mojado tienes, me encanta, AAAAAHHHHHH, SSSSSSSSIIIIIIIIIIIIII – le decía Juan, que también le agarraba y chupaba las tetas, mientras se la follaba.

-          Me corro cabrones, me corro, AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH, OOOOOOOHHHHHHHH, SSSSSSSSIIIIIIIIIII, que corridón, me encanta esto, que pollas más duras tenéis – les decía Irene, mientras se corría. Le acabaron sacando las pollas a Irene, las dos chicas se arrodillaron delante de los chicos que se habían puesto de pie, y se empezaron a pajear para correrse en las caras de ellas.

-          Me corro, me corro, tomar mi leche empezó a decir Juan – que se corrió de lo lindo en las caras de las chicas.

-          Yo también me corro, me vais a vaciar, AAAAAAAAAHHHHHHHHHH, tomar leche – les dijo también el chico, y se corrió en las caras de ambas, el primer lechazo que les tiró le dio a Irene en toda la cara, y luego se fue repartiendo. El corridón que se pegó, fue increíble.

Cuando terminaron de correrse las chicas se tiraron a la piscina, para limpiarse toda la corrida que tenían en la cara, y refrescarse. Los chicos las siguieron, y después de 5 minutos, Irene y Juan se despidieron de la pareja, cogieron la toalla, y subieron para arriba. Al llegar les estábamos esperando, les aplaudimos por el espectáculo.

-          Ha sido espectacular cariño, ¿Qué tal follan los rubios? – le preguntó María a Juan.

-          De maravilla, una pena que nos tengamos que ir hoy – contestó este.

-          La verdad es que sí. Espero que vuelvan a venir y coincidan con nosotros – contestó Irene, nos volvimos a asomar por la ventana y ya no estaban allí.

-          Recordarnos que, hoy no nos bañemos en la piscina, que estará llena de leche – le dijo mi hermana, por lo que nos empezamos a reír todos.

Era el turno de la siguiente pareja, que eran mi hermana y Daniel. Se acercaron a la bolsa y mi hermana sacó el papel con el reto, y se dispuso a leerlo, la cara que puso fue un poema, y tras enseñárselo a Daniel, este dijo.

-          Que cabrón el que haya sido, JAJAJAAJAJAJAJA. Por mi no hay problema – se lanzó él.

-          Pues que narices, por mí también – se envalentonó mi hermana.

-          El reto es, TENEIS QUE IR A LA TIENDA DE ULTRAMARINOS Y PONEROS A FOLLAR EN UNO DE LOS PASILLOS – leyó la tarjeta mi hermana, ese reto era el mío. Lo puse porque en más de una ocasión me han dado ganas de hacerlo allí. La gente se empezó a descojonar con lo que les tocaba hacer.

-          ¿Estáis dispuestos a hacerlo? – les preguntó Carlos.

-          Si – contestaron los dos.

-          Flipante – contestaron todos.

Bajamos todos, y nos dirigimos hacia la tienda que estaba a menos de 5 minutos de la urbanización, por el camino nos íbamos descojonando, Daniel y mi hermana se metieron en la tienda, y el resto nos quedamos paseando por los alrededores no fuese que hubiese algún problema, y necesitasen ayuda, además así vigilábamos desde fuera lo que pasaba dentro de la tienda. Nosotros teníamos poca visión de lo que pasaba en la tienda, por lo que tuvimos que confiar en lo que nos contaron que pasó dentro.

Cuando se metieron en la tienda, la cual no era muy grande, había otra pareja comprando, y la dependienta, por la calle se veía a alguien, pero tampoco mucho movimiento, la mayoría de la gente debería haberse vuelto, a sus casas, o a sus lugares de destino. En la playa se veía algo de movimiento, pero nada comparado a los días anteriores. La dependienta de la tienda era la prima de Mario, de la que ya nos había hablado él, y a la que yo conocía, la otra pareja eran unos turistas cualesquiera.

La dependienta o prima de Mario, se llama Isabel, y es una mujerona de 40 años, con unas tetas descomunales, increíblemente grandes, y nada caídas para lo grandes que eran. Tenía un culo considerable, donde poder agarrarse y algo más, con un coñito bien depilado con una pequeña línea de pelo negro marcando el terreno. Era morena de pelo largo, y ojos marrones. Mediría 170cm de estatura. Una especie de Ava Adams a la andaluza, para aquellos que os guste el porno.

Los clientes de la tienda pagaron su compra y dejaron la tienda, mientras mi hermana y Daniel no daban señales de vida, y desde fuera tampoco se veía donde se habían metido, ya que estaban en el último pasillo de la tienda, y no había vista desde fuera. El caso es que la historia transcurrió de la siguiente manera.

-          Joder esto es una locura, pero me pone muchísimo – le decía mi hermana a Daniel, que ya se estaba empalmando, con toda la situación – Madre mía vaya polla tienes.

-          La verdad es que es una locura, pero la situación me está poniendo la polla dura – le contestó Daniel a mi hermana, que ya le agarró la polla – vamos a ello.

-          Por mi sí – le dijo mi hermana, agachándose delante de el y agarrándole la polla, se la empezó a chupar.

-          Joder que morbo – le decía Daniel, muy bajito a mi hermana, tratando que Isabel no les descubriera. No llevaban 2 minutos en ello, cuando Isabel, que oyó ruidos raros y se temió que lo mismo le estuvieran robando algo, se acercó al pasillo.

-          Menos mal, pensaba que tenía que lidiar con unos chorizos, al menos, sólo me ha tocado lidiar con unos salidos – les dijo pillándoles en mitad de la faena, y con mi hermana incrustándose la mitad de la polla de Daniel en toda la garganta.

-          Perdón señorita – se justificó Daniel, sacando su polla de la garganta de mi hermana.

-          Madre mía, menudo pedazo de polla tienes, es enorme – se sobresaltó Isabel, al comprobar el tamaño de la polla de Daniel – cariño vas a necesitar ayuda con eso.

-          Yo creo que sí – le contestó mi hermana, con una sonrisa, y ofreciendo la polla de Daniel a Isabel.

-          Pues espera que ahora vuelvo – dijo Isabel girándose y yendo para la entrada de la tienda, la cerró. Puso un cartel de que volvía en media hora, que es lo que nos acercamos a leer tanto Carlos como yo. Luego tratamos de ver algo, pero lo único que conseguimos fue ver como Isabel se metía en el pasillo donde estaba mi hermana, y nuestro amigo.

-          Bueno cariño, ¿en que te puedo ayudar? – los preguntó Isabel, acercándose a ellos, y agarrando la polla de Daniel que volvía a estar en la boca de mi hermana – vaya herramienta. Debes tenerla muy contenta con ella.

-          No lo sabes bien, y eso que le he conocido este fin de semana – le contestó mi hermana, sacándose la polla de la boca.

-          Y no tenías suficiente de follártelo en el apartamento, que tenías que venir a la tienda a dar el espectáculo y poner celosas a otras – le dijo mi hermana.

-          No es eso, verás – le dijo Daniel, y le explicó la situación.

-          ¿Y vuestros amigos están fuera? – les preguntó.

-          Si – contestaron los dos.

-          Pues vamos a darles un buen espectáculo, venir al otro pasillo que desde aquí seguro que no pueden ver nada – les indicó divertida, y agarrando de la polla a Daniel, se lo llevó al otro pasillo.

-          Bueno yo soy Daniel, y ella es Ana – se presentaron al menos Daniel y mi hermana.

-          Y yo Isabel, pero vamos a la que de verdad quiero conocer es a esta polla – le cortó un poco Isabel.

-          Y ella a ti – le contestó Daniel – y a este par de enormes tetas, con ellas seguro que me puedes hacer una buena cubana. Que es algo que echo de menos.

-          Lo que tú quieras cariño – le dijo Isabel.

-          Al final, me dejáis de lado, y era a mí, a la que te tenías que follar – se quejó mi hermana, que les seguía.

-          Me parece que tiene carne de sobra – le respondió Isabel a mi hermana.

-          De eso puedes estar segura, mira lo dura que me habéis puesto la polla – les dijo Daniel, que ya llevaba un empalme considerable.

-          Tú túmbate en el suelo boca arriba, que te vas a comer el coño de tu amiguita mientras yo me como este pedazo de rabo – les ordenó Isabel, y dicho y hecho, Daniel se tumbó boca arriba, mi hermana se acuclillo sobre su cara y le plantó el coño en la cara, mientras la dominante Isabel se tragaba el pollón de Daniel.

-          AAAAAAHHHHH, que bien me comes el coño Daniel, OOOOOOOHHHHHHHHH, sigue no pares – le pedía mi hermana.

-          UUUUUUUUMMMMMMMM, que pedazo de polla, que buena está, y que dura – le decía Isabel, metiéndose más de la mitad de la polla en su boca.

Así siguieron durante un buen rato, nosotros una de las veces que pasamos delante de la tienda para ver si veíamos algo, por fin, les conseguimos ver desde la calle, y decidimos ponernos en ese ventanal, como esperando a que volvieran a abrir la tienda. Gracias a dios no pasaba mucha gente desde la calle, porque, Carlos y yo llevábamos la polla un poco morcillona, nos conseguíamos controlar, al igual que Juan que después de haberse corrido hacia poco, pero Iván tenía la polla a reventar, Sofía se pegó a él para tratar de ocultar el empalme que llevaba a todos los transeúntes. Una pareja nos preguntó que, si estaba cerrada la tienda, les dijimos que nosotros estábamos esperando y que ponía un cartel que volvían en media hora. Nos preguntaron que si llevábamos mucho esperando y les dijimos que acabábamos de llegar, por lo que decidieron volver más tarde.

-          AAAAAAAAHHHHHHHHH, que bien la chupas, OOOOOOOOOHHHHHHHHHHHH, mira todo lo que te entra en la boca, casi nadie consigue metérsela hasta ahí – le decía dentro de la tienda Daniel a Isabel.

-          Vamos a ir cambiando un poco – dijo Isabel que se sacó la polla de Daniel de la boca, ya que poco más dura se la podían poner, se levantó y se empezó a sentar sobre la polla de este metiéndosela en el coño – AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, que pollón, SSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, como me llenas cabrón.

-          UUUUUUUUUUUUUFFFFFFFFFFFFF, que coño más abierto y calentito tienes, metete toda mi polla en él – le contestaba Daniel.

-          Cómeme el culo también – le pedía mi hermana, que empezó ella misma a retorcerse, restregándole todo el coño por su cara hasta que su culo llegó a la boca de Daniel, donde trató de meterle la lengua.

-          Que rico coño y culo que tienes Anita, mira que estas buena – le decía Daniel, cuando le daba un respiro mi hermana.

-          AAAAAAAAAHHHHHHHHH, OOOOOOOOOOHHHHHHHHHHH, joder me voy a tener que tomar un respiro, o el cabrón este me va ha hacer correr en dos minutos – dijo Isabel sacándose la polla de Daniel del coño, y levantándose – te cambio el sitio.

-          Encantada – le contestó mi hermana – que le sacó el coño de la boca a Daniel, y se fue directa a sentarse sobre la polla de Daniel, mirando hacia nosotros, y es que la muy cabrona, ya se había dado cuenta de donde estábamos, y que teníamos una buena vista del espectáculo.

-          Ven aquí, déjame que me coma ese coño y ese culazo – le dijo Daniel a Isabel.

-          Mi coño y mi culo son todo tuyos, ten cuidado, no te vayas a atragantar – le contestó Isabel sentándose sobre la boca de este, y plantándole el coño en la boca.

-          OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH, pero que polla tienes, me encanta ensartarme en ella, AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII – gritaba prácticamente mi hermana, botando sobre la polla de Daniel. El espectáculo desde fuera era increíble, lo que acabó poniéndonos la polla dura al resto, las chicas trataban de apoyarse sobre nosotros para disimular el empalme que teníamos todos.

-          AAAAAAAAAAHHHHHHHHHH, OOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHH, y encima sabe comer un coño en condiciones, eres todo un talento sexual chico – decía Isabel, que le restregaba todo su coño por la boca a Daniel. Estuvieron un buen rato así.

-          Dame por culo cabrón – le pidió mi hermana a Daniel.

-          Ponte a cuatro patas, con el culo mirando a nuestros espectadores – dijo Daniel señalándonos, ya que también se había dado cuenta de donde estábamos. Mi hermana le obedeció.

-          Venga túmbate boca arriba, y ábrete bien de piernas – le dijo mi hermana a Isabel – que me voy a comer bien, ese coño y ese culo para preparártelos, que luego te los va a volver a follar este capullo.

-          Eso que me parta el culo luego – les pidió Isabel.

-          AAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, OOOOOOOHHHHHHHHH, me partes en dos, fóllame el culo cabrón – le decía mi hermana, con la polla de Daniel, entrando y saliendo de su culo sin parar, le metía la polla todo lo que podía, y ella lo aceptaba gustosamente, y nunca mejor dicho.

-          Cariño, pero de donde habéis salido vosotros dos, AAAAAAAAAHHHHHHHHHH, que bien comes el coño tú también cariño, OOOOOOHHHHHHH, SSSSSSSSIIIIIIIIIIIIII, méteme dos dedos en el culo, prepáramelo – les decía Isabel.

-          Que pasada de culo, Ana, OOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHH, me encanta, como se traga toda mi tranca, AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIII – se follaba el culo de mi hermana Daniel, agarrándose a él.

-          AAAAAAAHHHHHHHHH, me corro, me vas ha hacer correr con tu polla en mi culo cabrón, OOOOOOOOHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me corro, que corridón me estoy pegando, que pollón tienes como la siento – le gritaba prácticamente mi hermana.

-          Pues si ya te has corrido déjame, que ahora le toca encularme a mí – le pidió Isabel a mi hermana, cuando se terminó de relajar.

-          Es todo tuyo – le contestó levantándose y dejándoles sitio. Isabel se puso a cuatro patas en el mismo sitio y dirección que había estado mi hermana.

-          Vamos cariño, a ver como me metes esa polla en el culo – le animó Isabel a Daniel.

-          Pues toma polla en el culo, OOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH, que maravilla, como se traga mi polla también – le decía Daniel a Isabel, enculando a la dependienta de la misma forma que había hecho con mi hermana.

-          AAAAAAAAAAHHHHHHHHH, OOOOOOOOHHHHHHHHHHH, que pollón, UUUUUUUUUFFFFFFFFFFF, me encanta que me llenen el culo de esta forma – le decía Isabel, estuvieron un buen rato follando en esa postura, hasta que ya no parecía que Isabel aguantase mucho más – me corro cabrón, me vas ha hacer correr como hacía tiempo que no me corría, AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH, SSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIII, me corro, me corro.

-          OOOOOOOOOOHHHHHHHHH, déjame que me haga una cubana con tus tetas hasta que me corra – le pidió Daniel a Isabel, que se tumbó boca arriba, Daniel se puso encima de ella, metiendo su enorme polla entre las no menos enormes tetas de Isabel, y agarrándoselas, se las empezó a follar.

-          Daros prisa, que yo voy a ir abriendo la tienda, no vaya a ser que sigas perdiendo clientela – les dijo mi hermana descojonándose.

-          Que cabrona – le dijo Isabel – vete dando prisa cariño.

-          JAJAJAJAJJAJA, que cabrona – dijo Daniel, que se seguía follando las tetas de Isabel. Mi hermana se giró y nos indicó que iba a abrir, la puerta, nosotros nos dirigimos corriendo hacia allí. Cuando nos abrió, nos metimos en la tienda, y no fuimos los únicos ya que había una chica esperando también. Al entrar nos fuimos directos al pasillo que estaban, para ver el espectáculo. La chica pasó por delante y se lo encontró también, la verdad, es que no estaba mal.

-          Joder vaya espectáculo, Isabel, y menuda polla chico – les dijo, y en vez de salir corriendo se quedó mirando como el resto de nosotros.

-          Me corro, me corro, me corro, AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHH, OOOOOOHHHHHHHH, toma leche, toma leche – se empezó a correr Daniel, siguiendo follándose las tetas de Isabel, la corrida fue espectacular, tal y como habían sido todas hasta ahora, le puso la cara perdida de leche.

-          Ostia, menudo corridón Isabel, como te ha puesto la cara de leche – le dijo la chica.

-          Ostras, que corridón – les dijimos todos.

-          AAAAAAHHHHHHHH, que pasada, que pasada – decía Daniel sentándose en el suelo.

-          La próxima vez me avisas Isabel – le pidió la chica – menudo rabo, porque no tengo tiempo, que si no tú te venías conmigo pollón andante.

Nos estuvimos riendo un poco, de los comentarios de la chica, y le dijimos que la próxima le avisábamos. Daniel se levantó y salimos todos de la tienda, dejando a Isabel con su clienta, mientras esta terminaba de hacer su compra.

-          Madre mía como te ha puesto de leche tía, menudo pollón tenía – le dijo la clienta a Isabel.

-          Ya te digo, y no veas como folla, ha sido el mejor polvo en mucho tiempo – le contestaba Isabel, mientras esta se limpiaba con toallitas toda la corrida que le había echado en la cara, y por cierto tuvo que utilizar unas cuantas.

-          Al final, lo que te queda de curro lo vas a pasar con una sonrisa de oreja a oreja – le dijo la clienta.

-          JAJAJAJAJAJAJA. En eso tienes razón – le contestó Isabel descojonándose de risa. La clienta terminó de pagar la compra – Muchas gracias, y la próxima trataré de avisarte, que ese rabo merece la pena ser compartido.

-          Eso espero cabrona. Muchas gracias y hasta otro día – se despidió la clienta.

Nosotros nos volvimos al apartamento, por el camino, mi hermana y Daniel nos fueron contando como había sido la historia dentro de la tienda, y tan absortos estábamos en lo que nos contaban que no nos dábamos ni cuenta de que íbamos dando la nota. Toda la gente se nos quedaba mirando por que los tíos íbamos todo empalmados, gracias a dios no nos cruzamos con mucha gente. Llegamos a la urbanización, y subimos al apartamento de Irene y Carlos.

Los siguientes que tenían que coger reto, eran Nagore e Iván, fuimos de nuevo hacia la terraza donde se encontraba la bolsa, Carlos le dio un par de vueltas para agitar un poco los retos, y les abrió la bolsa, para que cogieran. Nagore metió la mano, y sacó un papelito.

-          Miedo me da leerlo, después de lo que les a tocado hacer a los otros – lo desdobló, y lo empezó a leer, según lo leía, se llevaba la mano a la cara, y se empezaba a reír – sois la ostia tíos, estáis muy salidos.

-          Joder, pues sí que estáis mal – corroboró Iván al leer el reto.

-          ¿Queréis leerlo en alto? – les urgió Daniel.

-          El reto es, TENER QUE IR A LA PLAYA, Y PROPONERLES A UNA PAREJA UN INTERCAMBIO, Y DECIRLES QUE LO TIENEN QUE HACER EN FRENTE DE TODOS NOSOTROS – leyó en voz alta Nagore.

-          Joder, que, sobrada, nadie va a querer aceptar – sugirió María.

-          Depende de cómo lo sugieras – les dije yo.

-          ¿El reto es tuyo? – me acusó Nagore.

-          No, te lo juro. El mío fue el anterior de la tienda – contesté, empezándome a reír.

-          Serás capullo – me soltó mi hermana, riéndose – de todas formas, gracias, ha sido un polvo increíble, y con mucho morbo.

-          No hay de que, Anita de mis amores – le respondí, lanzándola un beso.

-          ¿Entonces os atrevéis a hacerlo? – les preguntó Carlos.

-          Este reto es de este – dijo Irene dando una colleja a Carlos, que se empezó a partir el culo.

-          Que capullo – se le escapó a Nagore – pero que coño, ya que estamos vamos a intentarlo.

-          Esa es mi chica – dijo Daniel.

-          Genial, porque me pone muchísimo intentarlo, es genial que estés de acuerdo – le dijo Iván.

-          Menos mal que los retos de esos dos enfermos ya han salido, no creo que los que queden sean más fuertes que esos dos – dijo aliviada María, pero la cara que puso mi hermana daba a entender que el suyo al menos era bastante fuerte también. En ese momento me sentí muy orgulloso de mi hermana. Lo lleva en la sangre.

-          Vamos para la playa y esperamos no tardar mucho – dijo Nagore empezando a salir de la terraza, y del apartamento, todos los mirábamos curiosos, y les esperábamos ansiosos, rezando para que no tardaran mucho.

Mientras esperábamos decidimos sacar unas bebidas, y unos aperitivos, para matar el hambre que íbamos teniendo algunos, y para refrescarnos. Lo que pasó en la playa, nos lo contaron más tarde Nagore e Iván. Los vimos salir de la urbanización.

-          Bueno para que lado de la playa vamos – dijo Iván, que era más nuevo en la zona, aunque Nagore sólo había estado allí una vez más que Iván.

-          Vamos para esa zona que están las dunas, se suele decir que en las dunas ocurren cosas, lo mismo nos encontramos con alguien allí, que esté dispuesta a esta locura – le contestó Nagore, a Iván la propuesta le pareció muy razonable, por lo que se dirigieron para allí, cuando se acercaban allí, se cruzaron con un par de parejas de gays.

-          No será solo zona homosexual, que por ahí no paso – le advirtió Iván a Nagore.

-          Abre la mente hombre – se cachondeo Nagore de él, pero al ver la cara de susto que puso le explicó más – la otra vez que estuvimos aquí Daniel y yo nos dimos una vuelta, y vimos un grupo de gente, estaban mirando a una pareja follando, mientras ellos se pajeaban, por eso creo que a lo mejor encontramos a alguien.

-          Eso espero – le contestó dubitativo Iván. Siguieron andando por un buen rato, hasta que se cruzaron con una pareja de mediana edad.

-          ¿Se lo preguntamos a estos? – le preguntó Nagore a Iván.

-          No tía – ella no me pone nada, sigamos un poco más. Al cruzarse con ellos, la pareja de mediana edad se les quedó mirando muy fijamente, como deleitándose con las vistas que les ofrecían nuestros amigos. Nada más cruzarse con ellos, otra pareja venía a lo lejos.

-          A esos – dijo Iván.

-          Venga – estuvo de acuerdo Nagore. Eran una pareja de unos 30 años, no eran modelos, pero estaban bien, el tenía una buena polla y ella unas buenas tetas y un bonito culo.

-          ¿Hola podemos hablar con vosotros? – les preguntó Iván.

-          Si, decirnos, ¿qué podemos hacer por vosotros? – les contestaron.

-          Mirar, tenemos una propuesta que haceros – siguió Nagore.

-          Siiiiiiiiii………… - contestaron un poco más dubitativos.

-          Estamos haciendo un juego con unos amigos, a pasar retos – medio siguió Iván, pero no se atrevía a seguir mucho.

-          ¿Qué clase de retos? – preguntó la pareja.

-          Buenos son retos sexuales – continuó Nagore – el que nos ha tocado a nosotros, es el siguiente, tenemos que buscar a una pareja en la playa que no conozcamos, y ofrecerles subir al apartamento, y hacer un intercambio de parejas, en frente de nuestros amigos.

-          Joder, es un poco fuerte – contestó la chica – mirar nosotros venimos a esta zona, porque nos encanta mirar a otras parejas follar, y luego nos lo montamos en nuestro apartamento, pero no practicamos intercambio, solo nos calienta muchísimo, ver a otras parejas follar. Nos encantaría veros follar, pero no follar con vosotros. ¿Podríamos ir a veros?

-          Lo sentimos, pero no, si venís con nosotros es para follar, esa es la regla del juego – les contestó Iván.

-          Eso si que es una pena – contestó el chico.

-          Son las reglas – terminó la conversación Nagore, empezando a andar de nuevo. Se despidieron de ellos y siguieron andando por las dunas, a ver si veían algo.

Vieron que una pareja que volvían del agua, se metía en una duna, y los dos parecían bastante atractivos en la distancia, la mujer tenía un cuerpo guitarra, como se suele decir, buenas tetas, ni gorda ni delgada, caderas anchas y piernas bien formadas. El chico era bastante musculoso, alto y marcaba una buena polla desde la distancia. Se acercaron a ellos.

-          Hola, ¿podemos hablar con vosotros? – les volvió a preguntar Iván.

-          Desde luego guapos – les contestó la chica.

-          Veréis tenemos una propuesta que haceros – dijo Nagore.

-          Disparar – los animó el chico a seguir con confianza, se les veía muy predispuestos a ambos.

-          Estamos con un grupo de amigos, y estamos en una especie de juego de retos, retos sexuales, me refiero – intentaba seguir Iván.

-          Se pone interesante – empezó a sonreír la chica.

-          El que nos ha tocado a nosotros es, buscar a una pareja en la playa, proponerles venir con nosotros, y organizar un intercambio de parejas entre los 4, en frente de los salidos de nuestros amigos – les explicó el reto Nagore.

-          Muy tentador la verdad, ¿tú que dices cariño? – le preguntó el chico a su chica.

-          Ya sabes que, a mí, estas cosas inesperadas me encantan, y me ponen mucho – le contestó esta.

-          Pues me parece que ya tenéis cómplices chicos – les confirmó el chico.

-          Genial – se abrazó Nagore a Iván, ya que el chico le gustaba bastante, al igual que a Iván la chica – ha sido mucho más fácil de lo que pensaba, solo llevamos aquí un cuarto de hora.

-          Es que, en las dunas, es fácil encontrar gente dispuesta a todo – le contestó la chica.

-          Eso pensaba yo, por eso hemos venido en esta dirección – les confirmó Nagore, mientras los chicos recogían la toalla y una bolsa que llevaban, cuando acabaron, se levantaron y empezaron camino.

-          Yo soy Iván y ella es Nagore, por cierto – se presentaron nuestros amigos.

-          Nosotros somos, Arantxa y Javier – se presentaron, al ponerse de pie, se dieron cuenta de lo altos que eran, ella mediría 170cm, y el estaría cerca de 190cm.

-          Si que sois altos, cuando estabais tirados en la toalla no parecía así – les dijo Nagore.

-          Si que lo somos, ¿no será eso un problema? – preguntó ella, en plan de coña.

-          Para nada – contestó Iván que, le encantaban las vistas, le encantaba Arantxa, le ponían muchísimo las chicas como ella. Y la verdad, es que no se lo niego, la chica tenía un cuerpo muy llamativo, sin ser ni mucho menos perfecto, pero muy atractivo.

-          Bueno, que tal si nos vamos conociendo un poco – se puso Javier junto a Nagore, y empezó a tocarle el culo, mientras hablaban. Iván no perdió su oportunidad e hizo lo mismo con Arantxa.

Durante el camino al apartamento, se estuvieron contando cosas de su vida, de donde eran, a que se dedicaban, y para sorpresa los dos eran strippers, actuaban en salas de fiesta de despedida de soltero y soltera, ante la curiosidad de nuestros amigos, les contaron que a veces las cosas se desmadraban un poco, pero por lo general era todo más normal, lo que sí nos contaron es que el ambiente de trabajo era muy bueno, se montaban unas fiestas cojonudas con sus compañeros de trabajo. Nagore e Iván les contaron como había transcurrido nuestra mañana, y eso les encantó, el ver que lo que se iban a encontrar era un ambiente muy liberal, era lo que les encantaba. Con la conversación, acabaron llegando a la urbanización, y no habían transcurrido ni 30minutos, por lo que, al oír el telefonillo, nos sorprendieron mucho.

-          Joder que rápidos han sido estos dos – dijo Carlos todo sorprendido cuando abrió. Nos asomamos para verlos cruzar por el jardín. Y nos encantó lo que vimos.

-          Serán cabrones, y encima parece que están pero que muy bien – dijimos todos sorprendidos, les abrimos la puerta de la escalera, y esperamos a que subieran en el ascensor, abrimos la puerta del apartamento, y cuando entraron, les aplaudimos en plan de coña.

Se empezaron a reír los cuatro, y nos fuimos presentando todos. Nos dijeron que éramos unos pervertidos, por las historias que les habían contado. Nos contaron también que, ellos solían venir bastante a menudo por la zona, nos contaron que eran strippers, lo que justificaba los cuerpos que tenían, el era muy musculado, y con una buena polla, moreno, aunque casi rapado al cero, y depilado por completo. Ella era castaña, con el coñito depilado, tetas grandes, con unos pezones impresionantes, y un culo grande pero llamativo también.

-          Bueno tenemos un reto que cumplir – nos advirtió a todos Iván, que se le veía con ganas de empezar.

-          Eso, que ya me tenéis todos muy caliente – soltó Arantxa. Y tanto ella como su chico. Cogieron a Nagore y a Iván los sentaron en un sofá a cada uno, nos pidieron que pusiésemos música, cosa que Carlos hizo, y al ritmo de alguna canción de reguetón empezaron a bailar delante de nuestros amigos y entre ellos.

Nosotros nos pusimos de pie alrededor de la habitación, para ver el espectáculo, y más de uno se empezó a tocar. Cogieron un par de toallas, y mientras cogían y tapaban lo que pasaba, mientras Javier, le pasaba su ya dura polla por delante de la cara a Nagore, y también Arantxa tapaba cuando se agachaba y metía su cabeza entre las piernas de Iván. Casi al final de la canción mientras seguían con el baile un poco más. Volvieron a taparnos la visión, y de golpe dejaron caer las toallas, dejándonos ver como Nagore se tragaba la polla bastante grande y venosa de Javier, y Arantxa se tragaba la polla de Iván. El espectáculo era de los buenos, estos chicos sabían lo que hacían.

-          Pues no lo hace nada mal, ni que fueras profesional Nagore – le dijo Javier, con la polla entrando y saliendo entera de la boca de la pelirroja.

-          AAAAAAAHHHHHHHHHH, por dios, que bien la chupas Arantxa – le decía Iván, a su compañera de juegos, y este trataba de agarrarle las tetas, pero le quedaban un poco a desmano.

-          UUUUUUUUUUUMMMMMMMMM, que rica polla tienes – le contestó ella.

-          Vamos que me toca a mí – le dijo Javier a Nagore, y sacando su dura polla de su boca, la tumbó sobre el sofá y la empezó a comer el coño, de una forma bestial, y a Nagore, parecía encantarle, porque no paraba de gemir.

-          AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, que bueno, con lo cachonda que estaba desde la playa – decía Nagore, que se pellizcaba ella sola los pezones, y se sobaba las tetas.

-          Que coñito más rico tienes – le decía Javier, que llego a meterle la lengua también en el culo.

-          Déjame, Arantxa, deja que me coma tu coñito un poquito también, que, si me sigues follando tú, no te voy a durar una siesta con el calentón que llevo – le avisó Iván. Arantxa se sacó la polla de la boca, le dejo que se pusiese de pie, se tumbó ella donde había estado Iván, y abriéndose ella misma de piernas, le ofreció su manjar del amor.

-          Cómeme entera, mira lo mojada que voy desde la playa, que tenia unas ganas de polla enormes hoy – le dijo a Iván. Este no se hizo esperar, y se tiró sobre el coño de la stripper, le empezó a comer el coño con verdaderas ansias, y a Arantxa se veía que lo estaba disfrutando también.

-          UUUUUUUUUMMMMMMMMM, que bien, sigue así, AAAAAAAHHHHHHHHH – le decía a Iván.

-          Yo no aguanto más, necesito follar – soltó Javier, que se levantó, y abriendo de piernas todo lo que podía a Nagore, y sin agarrarse su dura polla, la fue acercando a la entrada del mojado coño de la pelirroja, y cuando la tuvo en la entrada dio un pequeño golpe de cadera y la fue penetrando poco a poco sin agarrarse la polla. Una vez, la tuvo toda dentro empezó a follarla de forma muy dura – pero que mojada estas, mira como se ha tragado mi polla tu coñito, no ha dejado un milímetro fuera.

-          AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIII, méteme esa dura polla, hasta los huevos, que me encanta, me encantan las pollas grandes y duras como la tuya – le provocaba Nagore.

-          Pues yo no voy a ser menos – dijo Iván, al ver como se follaban a su compañera de juegos. Y se incorporó, se agarró la polla y se la empezó a meter a Arantxa en su abierto, y empapado coño – OOOOOOOHHHHHHH, que calentito lo tienes tía, como me gusta follar un coño tan calentito como el tuyo.

-          AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, que polla más buena tienes tu también, fóllame duro, dame caña, que me encanta, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIII – le pedía Arantxa, e Iván obedeciendo se la empezó a follar bien duro.

-          UUUUUUFFFFFFFFFF, que coño tienes Nagore, AAAAAAAAAAHHHHHHHH – le decía Javier, metiendo y sacando su polla, bien duro de su coño.

Estuvieron durante un buen rato, los cuatro follando en esa postura, pero no paraban de mirarse los unos a los otros. Al final, Nagore les dijo de ponerse las dos chicas en un sofá a cuatro patas, y que se las follasen allí. Haciéndola caso se levantaron todos, las chicas se pusieron a cuatro, una junto a la otra, tan cerca, que se empezaron a besar entre ellas, mientras Iván volvía a follarse a Arantxa agarrándose bien a su culo, y dándole unos buenos azotes. Y Javier haciendo lo propio con Nagore, y dándole unos buenos azotes también.

-          Pero que culazo te gastas Nagore, desde que te he visto tenía ganas de azotártelo – le decía Javier, con su polla entrando y saliendo de en toda su longitud, del coño de nuestra amiguita.

-          AAAAAAAAHHHHHHHHHH, como siento tu dura polla, fóllame duro, fóllame – le pedía Nagore.

-          SSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH, como me gusta que me follen desde detrás – le decía Arantxa a Iván.

-          OOOOOHHHHHHH, que buena estas, que culazo, que coñazo, me encanta, me has puesto la polla a reventar – le contestaba Iván. Estuvieron un par de minutos, como poco follándoselas en esa postura, el resto de nosotros, nos dedicábamos a mirar, aunque los chicos teníamos las pollas a estallar. Yo aprovechaba a tocar el culo de mi hermana, que la tenía al lado, y en más de una ocasión la metí un dedo en el coño, desde atrás, y lo volvía a tener empapado.

-          ¿Qué tal si cambiamos? – le preguntó Javier a Iván.

-          Por mi genial – le contestó. Les sacaron las pollas y cambiando de sitio, se las empezaron a follar también. Joder Iván que polla más dura y rica tienes tu también.

-          AAAAAAAAHHHHHH, cariño, OOOOOHHHHH, fóllame igual de duro que nuestro nuevo amigo – le pedía Arantxa a Javier.

-          Toma polla cariño, toma mi dura polla – le contestó este.

-          UUUUUUUUMMMMMMMMM, Nagore, que ganas de volver a follar contigo hoy, mira que dura me ha puesto la polla nuestra nueva amiga, AAAAAAAAHHHHHHHH – le decía Iván a Nagore.

-          Pues sígueme, follando así de bien, y te dejare que me la metas por el culo, AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH – le ofreció esta.

-          Mira que zorrita nuestros amigos, encima les gusta el anal cariño, ¿Quién quieres que te folle el culo primero hoy? – le preguntó Javier a Arantxa.

-          Deja que me lo estrene hoy nuestro amigo – le dijo Arantxa.

-          Genial, así estreno yo el de Nagore – le respondió él.

-          Poco vas a estrenar hoy, que me lo han follado bien desde esta mañana, lo tengo bien abierto – le informó Nagore, dando un disgusto a nuestro amigo.

-          Me da igual, con tal de follarme ese culo, me sacrifico – contestó este. Continuaron otro poco más follando en esa posición.

-          AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, necesito polla en el culo, venga cambiaros, y que me folle el culo Javier – les medio ordenó Nagore, que tenía ganas de recibir polla en su culo.

-          Eso, que yo también voy necesitando abrir mi agujero negro – confirmó Arantxa. Los chicos les volvieron a sacar las pollas a las chicas, y se cambiaron las posiciones. Y Javier, que parecía más ansioso, fue el que empezó a meter su dura polla en el culito de Nagore, mientras que Iván le seguía pocos segundos después, follándose el culo de Arantxa.

-          UUUUUUUFFFFFFF, que culito, como se traga mi polla, pero que barbaridad, con lo pequeñita que eres, que forma de tragarse pollas tienen tus agujeros, AAAAAAAHHHHHHHHHH – le decía Javier a Nagore.

-          OOOOOOOOOOHHHHHHHHHH, pero que culazo, como me aprieta la polla, que estrechito lo tienes Arantxa, SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIII – le decía Iván, que parecía estar en la gloria, con su polla enterrada en el culo de Arantxa.

-          AAAAAAAAAHHHHHHHHH, OOOOOOOOOHHHHHHHHHHH, que polla, pero que polla, pero que acierto hemos tenido con vosotros – le decía Nagore a Javier.

-          Ya te digo menudo culo tiene aquí la stripper, AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH – decía Iván, azotándola bien ese pedazo par de nalgas.

-          Eso azótame mientras me follas, dame fuerte, AAAAAAAHHHHHHHHHH, que bueno, SSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, dame polla por el culo – le pedía Arantxa que se agarraba al respaldo del sofá. A los pocos minutos a los chicos se les veía que no aguantarían mucho más sin correrse.

-          Yo no voy a aguantar mucho más sin correrme, y necesito que estos me follen al mismo tiempo – le pidió Arantxa a Nagore.

-          Genial porque yo también lo necesito, así que déjalos vivos – le dio permiso Nagore – a que esperáis chicos, follaros los dos a Arantxa.

Les sacaron las pollas a las chicas, Javier se sentó en el sofá, Arantxa se sentó sobre el metiéndose por el coño su polla, mientras que se giraba y reclamaba a Iván que se la empezase a meter por el culo, al mismo tiempo.

-          Iván date prisa fóllame el culo también – le pidió Arantxa.

-          Allá voy – se apresuró Iván, lanzándose sobre ella, y le empezó a perforar el culito de nuevo. Nagore por su parte se había tirado abierta de piernas en el otro sofá, metiéndose tres dedos en el coño y un par en el culo, con cada mano.

-          AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, pero que bueno es esto, SSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIII, como me gusta, me encanta que me follen por los dos agujeros, UUUUUUMMMMMMM – les decía ella.

-          Joder que ganas de recibir el mismo tratamiento – decía más para sí misma Nagore.

-          OOOOOOOHHHHHHHHH, me corro, me voy a correr, AAAAAAAHHHHHHHHHH, que ganas tenía de correrme, SSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIII - gritaba Arantxa, corriéndose y dejándose caer sobre su chico. Iván le saco la polla del culo, el chico estaba aguantando como un profesional.

-          Vamos Arantxa déjame sitio, que estos están que no aguantan más, y necesito correrme con sus pollas en mis dos agujeritos – le urgió Nagore. Se levantaron todos Iván fue el que se sentó en el sofá este viaje, Nagore se puso sobre el metiéndose la polla de Iván en el coño, y echándose hacia adelante, se dejo caer sobre su pecho, y llevando sus manos a su culo, se lo abrió ofreciéndoselo a Javier – Vamos Javier reviéntame el culo, mira que abierto está esperando tu dura polla.

-          Te vas a enterar pelirroja – le contestó, se agarró la polla y se la metió de un solo golpe hasta los huevos y se la empezaron a follar bien duro.

-          AAAAAAAAAAHHHHHHHHHH, que bueno, darme duro los dos, OOOOOOHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIII – les decía Nagore.

-          AAAAAAAHHHHHHHHH, AAAAAAAAHHHHHHHHH, ya te puedes empezar a correr pronto, que ya no voy a aguantar mucho más – le advirtió Iván a Nagore.

-          OOOOHHHHHHH, UUUUUUUMMMMMMMM, UUUUUUFFFFFFFFF, si Nagore vete corriendo, que yo tampoco voy a aguantar mucho más – le dijo también Javier.

-          SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIII, me corro chicos, ya me corro, que pasada de polvo, AAAAAAHHHH, pero que bien me habéis follado cabrones – les dijo Nagore, en el mismo momento que terminaba de correrse, dando unos espasmos muy indicativos, del pedazo corrida que se había pegado.

-          Levanta Nagore, levanta, que me voy a correr – le suplicó Iván, se levantaron todos corriendo del sofá, arrodillaron a las chicas, y Javier en la cara de Nagore, e Iván en la cara de Arantxa, se empezaron a correr.

-          AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, me corro, tomar leche, tomar leche, OOOOOOOHHHHHHHHH, que corridón – decía Iván, que le puso la cara perdida a Arantxa y parte a Nagore.

-          OOOOOOOOOHHHHHHHH, UUUUUUUUUUUUUMMMMMMMMMM, yo también me corro, me corro, abrir vuestras boquitas chicas – les pidió Javier, cosa que ellas hicieron muy obedientes, y Javier les hecho casi en su totalidad toda la leche en sus bocas, a Nagore, casi le llenó la boca, y Arantxa se llevo un buen par de lechazos. Al acabar las chicas se empezaron a besar intercambiando la leche de los chicos, y se empezaron a limpiar la una a la otra la cara de los lechazos recibidos, y acabaron tragándose toda la corrida que pudieron.

-          UUUUUUUUUUUUFFFFFFFFFFF, que pasada de polvo, estaba muy cachondo, solo de pensar en lo que nos teníais preparada – dijo Javier tirado en un sofá.

-          Que pasada chicos, menudo espectáculo nos habéis dado – les dije yo, con mi hermana agarrándome la polla que estaba durísima.

-          Eso digo yo, vaya show – dijo Juan, que estaba igual que yo, y el resto de nosotros.

Nos fuimos relajando todos, y dijimos de salir a la terraza a terminarnos las bebidas que habíamos dejado allí, así como, los aperitivos. Tanto Arantxa como Javier, se querían quedar para ver como terminaba nuestro juego, incluso nos intercambiamos teléfonos, para cuando estuviésemos por la zona, avisarles, que ellos no vivián lejos, y se podían acercar muy fácilmente. Se sorprendieron también, cuando se enteraron de que Iván y Nagore no eran pareja, y cuando les dijimos como habíamos organizado todo les encantó el juego, y sin duda decían que para la próxima vez se apuntaban. Yo estaba loco por empezar el siguiente turno, ya que era el mío. Estaba como loco por follar.

-          Bueno, ¿Qué tal si continuamos? – les dije yo un poco ansioso.

-          Mira este, como el siguiente es su turno, está loco por empezar – me atacó Irene, riéndose de mí.

-          Pobrecito, que no sabes lo dura que tenía la polla cuando follaban estos – salió en mi ayuda mi hermana, dándome un beso en la mejilla.

-          Yo también estoy igual – dijo mi pareja en el juego Sofía, que también se la veía con unas ganas tremendas de empezar nuestro reto.

-          Venga Sofía coge papelito – le dijo Carlos abriendo la bolsa.

Sofía se acercó a donde estaba Carlos, llevándose un par de azotes por el camino, de parte de Iván y otro de Javier, que se veía que le tenía ganas a más de una de las chicas. Sacó un papelito, se acercó a donde yo estaba, y lo desenrolló, para que lo pudiésemos leer primero entre los dos. Yo al leerlo me empecé a reír, era bueno también, y ella se carcajeó también, me miró, y dijo.

-          Yo creo que después del anterior, puede llegar a estar tirado.

-          Puede, quien sabe – contesté yo.

-          Venga leerlo en voz alta – nos urgió Irene.

-          El reto es, ACERCARSE AL EDIFICIO DE AL LADO, TRATAR DE LOCALIZAR A LOS VECINOS DEL ATICO, QUE NOS ESTABAN VIENDO FOLLAR Y SE PUSIERON A FOLLAR, Y CONVENCERLES PARA VENIR A FOLLAR AQUÍ, CON VOSOTROS Y DELANTE DE TODOS.

-          JAJAJAJAJAJAJAJA, ese reto es bueno también – soltó Carlos aplaudiendo por la propuesta.

-          Joder, pero como averiguamos que piso es – dijo Sofía, pensando que nos íbamos a equivocar unas cuantas veces antes de acertar.

-          Bueno daros prisa, que hay otro reto todavía pendiente – me metió prisa Carlos, que era el siguiente, y se le veía ansioso por follar, que llevaba un buen rato de mirón, y con lo salido que está, le estaba costando llevar la espera.

-          Sin presiones, por favor – me cachondee de él. Me saco su dedo medio a pasear, por lo que cogí a Sofía, y ayudándola a levantarse, nos dirigimos a la salida del apartamento. Salimos, y ya esperando el ascensor la empecé a tocar en condiciones el culo, y es que tenía un culo precioso. Sin ser espectacular como el de mi hermana, el de Nagore y sobre todo el de Irene.

-          Voy muy cachonda – me confesó ella cuando se abría la puerta.

-          Pues mira yo, voy a dar el espectáculo por el camino, como esto no se baje – le dije señalando mi polla cuando se empezaban a cerrar las puertas del ascensor. Y ya bajando, no me pude aguantar, y me lancé sobre sus tetas, se las empecé a chupar con muchas ganas.

-          Joder – me decía ella – a este paso no llegamos ni al otro edificio nos vamos a poner a follar aquí mismo.

-          No, venga, no podemos defraudar a los chicos – le comenté, y me contuve todo lo que pude, para no seguir metiéndole mano.

Gracias a dios, llegamos abajo, y salimos del ascensor, nos dirigimos a la salida de la urbanización, y mi polla seguía en su máximo esplendor. Al salir de la urbanización, había más movimiento de gente, debía de ser por la hora, nos acercábamos a la hora de comer.

-          Estas siendo toda una sensación - y es que mucha gente se fijaba en el empalme que llevaba, y había más de una risilla a mi costa. Menos más que solo íbamos al edificio de al lado.

Al llegar, me di cuenta de que solo había tres escaleras, que suerte tuvimos, me aparté un poco del edificio, para tratar de identificar la terraza si era la de la izquierda, la de la derecha, o la del centro. Desde mi punto de vista era el de la derecha. Y mirando en el número de los pisos que ponía en el telefonillo, teníamos tres opciones ATICO 1, ATICO 2, ATICO 3.

-          A saber, yo creo que será el tres, ¿probamos con ese? – le pregunté.

-          Me parece bien. Si no es ese, será cualquiera de los otros – me respondió.

-          Pues marco ese – dije, y le di al botón, esperamos ansiosos, y cuando iba a volver a pulsar el botón, alguien descolgó.

-          ¿Quién es? – preguntó una voz de hombre joven, desde mi punto de vista.

-          Hola, mira somos unos de los chicos, de la terraza de la urbanización de al lado – y esperé a ver como reaccionaba. Tardó un poco, y pensé que nos habíamos equivocado.

-          Sí, dime en que os puedo ayudar – nos dijo él.

-          ¿Podríamos subir a hablar con vosotros? – le preguntó Sofía esta vez.

-          Bueno, ¿sabéis por donde subir? – nos preguntó, y no había tardado casi nada en responder, lo que me dio buena señal.

-          Si, creo que sí – le contesté, de todas formas, el me indicó que ascensor coger. A él nos dirigimos, le esperamos, y cuando lo hizo nos metimos en él, y pulsamos el botón del ático.

-          Voy entre nerviosa e increíblemente excitada Gabriel – me dijo Sofía.

-          Te repito, mira como llevo la polla, me va a estallar – le contesté.

Llegamos al ático, se abrieron las puertas del ascensor, se encendió la luz del descansillo automáticamente, y tratamos de orientarnos, cosa que fue fácil, porque nos esperaba una pareja con la puerta abierta.

-          Hola buenas – me dijo él, un poco serio. Ambos llevaban un pareo puesto, tapándose la desnudez, mientras que nosotros íbamos a pecho descubierto.

-          Hola buenas, yo soy Gabriel, y ella es Sofía – nos presentamos, nos saludaron, pero se les veía un poco reticentes.

-          ¿Qué queréis? – preguntó ella un poco nerviosa.

-          Mirar queríamos haceros una propuesta, si no os importa. ¿Podríamos pasar a contaros? – les dije, ya que Sofía estaba un poco más acobardada. Ellos se miraron, a los ojos y asintieron. En ese momento, parece ser que se relajaron un poco.

-          Pasar, pensábamos que veníais a echarnos la bronca por espiaros – nos dijo él.

-          No, que va, todo lo contrario, es más fuimos nosotros los que salimos a la terraza, el que quiera que se deleite con las vistas, tal y como hicisteis vosotros – les respondí.

-          Vamos al salón nos dijo ella – ya totalmente relajada. Al llegar allí, ella se giró y dijo – por cierto, yo soy Raquel, y él es Germán.

-          Encantados – le estreché la mano a Germán, y le di dos besos a Raquel. Sofía les dio dos besos a ambos.

-          Perdonar que hayamos sido un poco fríos en la recepción, pero sinceramente, pensábamos que veníais a pegarnos la bronca – dijo Germán quitándose el pareo, y dejándonos ver una buena polla, un poco morcillona.

Raquel, siguió el ejemplo de su pareja quitándose el pareo, y dejándonos ver unas buenas señoras tetas, bastante grandes y unos pezones bastante morenitos, el coñito a pesar de no tenerlo depilado, lo tenía precioso, con un pelito muy corto, en un triangulito muy bonito, y cuando se giró pude apreciar el culo, y curiosamente era muy parecido al de Sofía, un poco grandecito, pero durito. Raquel era castaña clara, pero parecía algo teñido el pelo, y tenía un color de ojos muy raro, entre marrón y verde, realmente bonitos, unos ojos muy particulares. Germán por su parte era moreno de pelo, y muy moreno de piel, en verdad, los dos estaban bastante morenos de tomar el sol. Medirían sobre el 170cm él, y 160cm ella, hacían una muy buena pareja, al menos, visualmente.

-          Bueno, ¿Cuál era la propuesta? – me preguntó Germán, al ver que yo me despistaba.

-          A lo que hemos venido, que se te van los ojos – me recriminó Sofía, riéndose de mí. Germán se empezó a reír también. Por cierto, el empalme se me había bajado, gracias al frio recibimiento, pero la polla me estaba volviendo a picar.

-          Anda que me ayudas, que estás ahí parapetada detrás de mí – le dije a Sofía, que se echó a reír. Raquel volvió de dejar los pareos en una silla, y ya me dispuse a comentarles.

-          Veréis, como nos habéis visto, nosotros somos un poco liberales, nos lo pasamos bien todos con todos, y nos gusta ponernos en situaciones un poco morbosas – fui diciendo.

-          ¿Y queréis que no se lo digamos a nadie? – me cortó ella.

-          No, la verdad, eso a mi por lo menos me da igual, esta zona es liberal, y todo el mundo sabe lo que se cuece por aquí, yo al menos no me voy a esconder – les dije.

-          ¿Entonces? – preguntó extrañado. Sofía seguía sin ayudarme, la muy cabrona.

-          Pues veréis, después de la fiesta que visteis esta mañana, nos estuvimos relajando un poco tomando unas copas – seguí contando, aunque me estaba liando un poco la verdad.

-          Si, ya lo hemos visto – nos dijo Raquel.

-          Si que nos tenéis bien controlados – me cachondee un poco.

-          JAJAJAJAJAJA, me parece que tu te cortas poco – me contestó Germán.

-          A lo que venía, joder, que me estoy liando. Después de eso, pues seguíamos tontorrones por decirlo de alguna manera, por lo que me empezamos otro juego – continué, y les expliqué en que consistía el juego, ellos no perdían detalle, de lo que les contaba.

-          ¿Y nosotros somos un reto? – me preguntó Germán, que ya intuyó por donde iba yo.

-          Exacto, veréis el reto que nos ha tocado a nosotros, era venir a buscaros, y tratar de convenceros para que os vengáis al apartamento, y allí montarnos un intercambio de parejas entre nosotros cuatro, el resto de la gente solo miraría, pero de alguna manera, os daríais a conocer en el grupo, por si os quisierais unir alguna que otra vez – les dije por fin a lo que de verdad aviamos venido.

-          Nosotros es que no participamos en orgías e intercambios – me dijo él, tirándome un jarro de agua fría por encima, ya que después de que se pusieran a follar mirándonos, pensaba que les gustaría y formarían parte de la libertad sexual que nos gusta a nosotros.

-          Joder vaya putada – les dije.

-          Pensábamos que como os pusisteis a follar mirándonos, porque se os veía perfectamente, lo que hacíais, aunque no os viésemos de cuerpo entero – abrió por primera vez Sofía la boca – incluso tú te estiraste, para que te pudiésemos ver las tetas mejor.

-           La verdad, es que cuando os vimos nos pusimos muy cachondos, y por eso acabamos follando – contestó él.

-          Si somos sinceros del todo Germán, somos un poco exhibicionistas, nos gusta andar desnudos para que nos miren, y más de una vez hemos dejado la ventana abierta, tratando de que algún vecino nos viera follando – soltó Raquel, que se la veía una tía muy maja.

-          ¿Os puedo hacer otra pregunta? – les pregunté.

-          Si, dispara – dijo él.

-          ¿Nunca habéis fantaseado que estabais follando con otras parejas? – les lancé.

-          Si, alguna vez, en realidad más de una vez – nos contestaron entre los dos.

-          Pues esto de lo que se trata, es de llevar a cabo, esa fantasía. Se trata solamente de sexo, tal y como en vuestras fantasías. No se trata de amor. Estoy seguro, de que como me estáis dando a parecer, en la cama os entendéis de maravilla.

-          Se puede decir eso – me contestó él.

-          Pues esto se trata, de complementar ese sexo, nadie se va ha enamorar de nadie, las parejas, matrimonios, etc, se forman en otro tipo de contexto. Aquí solo se trata de disfrutar de nuestros cuerpos – intentaba yo convencerles – y del sexo al máximo.

-          Entiendo tu punto de vista, y lo hemos hablado alguna vez, sin ir más lejos, esta mañana después de veros follar – dijo Germán – a mi me encantaría, ella dice que es, para tener carta blanca y follarme a todas las que se me abran de piernas.

-          En parte se trata de eso, y para que tu te abras de piernas a todo el que tú quieras – contestó sabiamente Sofía, señalando a Raquel.

-          Veréis, como os digo es disfrutar de vuestros cuerpos, y del sexo. Si os apetece follar con alguien, porque no hacerlo, siempre y cuando, se lo comentéis a vuestra pareja. Desde mi punto de vista, esto es más sincero, que ir mirando y cruzándote con cada tía y pensando, a esa me la follaría e intentarlo a espaldas de la pareja, y luego ir de santito. De esta forma, le dices a tu pareja, oye me apetece follar con esa, y si lo consigues eso que te llevas, y viceversa, tu pareja.

-          Eso tiene mucho sentido – dijo Raquel – que parecía que empezaba a doblar la rodilla hacia nuestro bando.

-          Ya sabes que yo estaría dispuesto cariño – le dijo Germán.

-          Lo sé muy bien, pero si decido ceder, tiene que ser como el ha dicho, con la verdad por delante. Si te apetece follarte a alguien, o te surge y lo haces, vienes y me lo cuentas. Y yo haré lo mismo con quien me apetezca – contestó Raquel.

-          Si es así como lo quieres, por mi es perfecto, sabes que nunca te oculto nada. Más de una vez te he dicho que si me dejaras, a más de una tía me la tiraría – le dijo Germán – y nunca he intentado nada con nadie, porque tu no me has dado permiso.

-          Entonces, ¿estáis de acuerdo? – pregunté yo, que pensaba que me había salido con la mía.

-          Casi – volvió a poner el dedo en la llaga Raquel.

-          ¿Y eso? – preguntó extrañada Sofía.

-          Habéis dicho, que el reto es follar en frente de un montón de personas, entre nosotros cuatro – dijo Raquel – Eso me da un poco de corte.

-          Pero antes has dicho que sois un poco, sino bastante exhibicionistas – replicó Sofía – pues no se trata más que eso, y si realmente sois exhibicionistas os va ha encantar. Por otra parte, todos nosotros somos gente muy maja, si no queréis volver ha hacerlo, pues no lo hacéis, nosotros os trataremos de dejar tranquilos. Pero al menos, creo yo que deberíais probarlo, y así os quitáis la duda.

-          Yo no lo hubiese expresado mejor – dije, aplaudiendo el discurso de Sofía.

-          Amén – dijo también Germán, riéndose y mirando a su mujer, dándole a entender que no tenía muchas escapatorias más.

-          Que cabrones sois – dijo ella riéndose también – No es que no quiera hacerlo, la verdad, es que ahora solo de imaginarme la situación estoy muy cachonda, pero me da un poco de corte.

-          Más tímida que era yo, no creo – contestó de nuevo Sofia – y mírame ahora, aquí me tienes. Yo este fin de semana, es la primera vez que practico intercambio, y no te puedes imaginar cómo me lo estoy pasando.

-          ¿Es tú primer fin de semana haciendo intercambio? – me preguntó Germán.

-          No, yo estoy muy salido que se le va ha hacer. Llevo casi tres años practicándolo, y acostándome con quien me deja, y yo quiero – les contesté con mi sonrisa de golfo.

-          JAJAJAJAJAJAJAJA, que capullo. ¿Sois pareja? – nos preguntó Raquel.

-          No. Ya te he contado como iba el sorteo. Nuestras parejas están esperándonos en el apartamento – los contesté.

-          Mi pareja está allí, con su hermana y mi cuñado – les sorprendió Sofía.

-          ¿Qué me dices? – alucinaron ellos.

-          Pues sí, mi cuñadito me ha follado bien duro este fin de semana – les dijo.

-          Joder que morbo – dijo Germán.

-          Ya te digo – les confirmé yo – ¿bueno entonces os venís definitivamente?

-          Yo creo que sí – nos dio Germán una buena alegría, mientras miraba a su mujer que le asentía mientras lo decía.

-          Espero no arrepentirme – dijo Raquel.

-          Te puedo asegurar que no. Mira que bueno esta este golfo, pues más o menos todos los chicos son iguales – le tranquilizó Sofía, y acercándose un poco más a mí, me agarró la polla que ya la tenía medio dura – no querrás perderte esta polla.

-          JAJAJAJAJJA, menos mal que eras tímida – le dijo Germán al verla.

-          Eso era antes – contestó Sofía.

-          ¿Vamos para allí? – les pregunté.

-          ¿Tenemos que llevar algo? – preguntó Raquel.

-          No, solo tus tetas, y esta polla – saltó de nuevo Sofía, que estaba muy resoluta. Y le agarró de la polla a Germán, que se dejó hacer. Raquel le miraba alucinada, y se partía el culo al verla.

-          Te vas a poner las botas – le dijo Raquel a su marido al ver lo lanzada que estaba Sofía, y es que, se la veía muy cachonda, y con ganas de fiesta.

-          Y tú también – le dije yo a Raquel, acercándome a ella le cogí la mano y la llevé a mi cada vez más dura polla. Ella me miró cuando lo hacía, me miro la polla, se empezó a reír, pero no apartó la mano – venga vamos.

Y siguiendo a su marido, y a la totalmente desinhibida Sofía, fuera del apartamento para coger el ascensor y dirigirnos al apartamento de Carlos. Yo me puse detrás de Raquel mientras esperábamos el ascensor, le pegué mi polla al culo, y me agarré a sus tetas. Sofía por su parte, le cogía la polla a Germán, que, aunque estaba un poco menos cortado que Raquel, le estaba costando soltarse, esta le cogió la mano y se la llevó a sus tetas, diciéndole que no se cortara, y bien que le hizo caso, le empezó a meter mano a base de bien. Llegó el ascensor, nos metimos, seguíamos magreándonos un poco, pero los veía poco sueltos. Pulsé el Stop, y paré el ascensor.

-          Necesitamos que estos dos se suelten – me arrodillé delante de Raquel, le subí una pierna, metí mi cabeza entre ellas, empezando a comerme su coño. Ella no paraba de mirar a su marido.

-          Joder, que bien lo hace, AAAAAAAAHHHHHHH – empezó a gemir Raquel.

-          OOOOOOOHHHHHHHHH, joder que bien la chupa – soltó Germán, y es que, Sofía se había metido su polla en la boca, y le estaba haciendo una soberana mamada. Nos dedicamos a ellos un minuto no más. Me levante y le dije a Sofia que se levantara con un gesto.

-          Os toca – les dijimos. Ellos se miraron.

-          Que leches – dijo por fin Germán, soltándose definitivamente, y se agachó delante de Sofia, le dio la vuelta y empezó a comerse su culo, y su coño de Sofía desde detrás. Yo miraba a Raquel, esperando que se decidiera, estaba mirando a su marido, cuando de repente, me miró a mí, me miró la polla.

-          Es verdad que coño – dijo de repente Raquel, se agachó me cogió ella misma la polla, y se la metió en la boca, y menuda mamada me empezó ha hacer. Se la tragó entera.

-          OOOOOOOOHHHHHHHHHH, que bueno – decía Sofía recibiendo la lengua de Germán en su culito.

-          SSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIII, joder que bien la chupas tú también Raquel – le dije todo sorprendido.

-          Que estuviésemos cortados, no quiere decir que no sepamos follar – nos contestó Germán.

-          Amén, AAAAAAAAAAHHHHHHHHHH, ostia – decía yo. Sofia poco podía decir. Con lo capullo que soy volví a pulsar el botón del bajo para salir del edificio, y no se dieron cuenta de que lo hacía, cuando llegamos abajo se abrió la puerta, pero para su suerte no había nadie, sino les hubiesen pillado en plena faena.

-          Capullo – me dijeron ambos, y Sofía me dio una buena colleja.

-          Con este, en estas cosas sí que debéis tener cuidado. No tiene una idea buena – les advirtió.

-          Venga, no soy tan malo, solo lo hago por el morbo de la situación, anda que no os lo estáis pasando bien – me defendí.

-          En eso tiene razón – me protegió Raquel, a la que agradecí con un buen azote en ese abundante culo.

Salimos a la calle, y nos dirigimos a la calle en dirección a nuestra urbanización. Gracias a dios esta vez solo nos cruzamos con una pareja, y no nos prestaron mucha atención, porque tanto Germán como yo íbamos con un considerable empalme. Nos llevó media hora convencerles, que se viniesen con nosotros, cuando llegamos y nos vieron en el jardín, nos empezaron a aplaudir, yo empecé a levantar los brazos en señal de victoria. Germán se partía el culo, Raquel se llevaba las manos a la cara, y no paraba de decir, que vergüenza, Sofía al igual que yo lo celebraba dando saltitos y saludando. Llegamos al portal de Carlos, nos abrieron la puerta, y nos metimos en el ascensor, yo empecé a besar y meter mano a Raquel, y ella me correspondía agarrándome bien la polla, Sofia y Germán estaban igual que nosotros, y por fin, llegamos al piso, se abrió la puerta del piso de Carlos y empezamos a entrar. Una vez todos dentro se los empezamos a presentar a todos. Cuando hubieron saludado, a todos, con algún que otro magreo, les empezaron a preguntar cómo les habíamos convencido.

-          Pues yo creo que ha sido más Sofía, la que les ha convencido – dije yo para sorpresa de todos.

-          Habéis sido los dos más o menos, y que llevábamos tiempo pensando hacer algo de esto – contestó Raquel – para vuestra información, este va ha ser nuestro primer intercambio, y encima va ha ser con un montón de espectadores.

-          No jodas, ¿y os han convencido? – dijo Juan todo sorprendido.

-          Sí, es el primero – confirmó Germán.

-          Sois unos dioses Gabriel y Sofía – dijo Iván, todo sorprendido. Ya que había quedado claro que sabían a lo que venían, y que no había habido engaño por nuestra parte. Nos estuvimos riendo un poco por la situación.

-          Bueno, ¿Qué tal si empezáis ya? – nos animó Carlos que se le veía con ganas de que empezásemos y acabásemos para poder ir a hacer su reto, y follar de una vez.

-          ¿Cuándo vosotros estéis listos? – les dije a Germán y a Raquel. Se miraron entre ellos.

-          Joder que vergüenza – seguía diciendo Raquel.

-          Ya veras que cuando estemos en faena te sueltas – le dijo Sofía que cogió a Germán – venga vamos.

Sofía se llevó a Germán y lo sentó en un sofá, y yo cogí a Raquel y la llevé a otro sofá. Mientras Sofía se arrodillaba delante de Germán y sin más, se empezó a meter la polla de German en la boca y le empezó a hacer una buena mamada. Yo tumbé a Raquel en el otro sofá, le levanté las piernas se la abrí, y me empecé a comer su coño. Ella miraba a su marido, y se tapaba la cara mirando al resto, que se habían puesto, alrededor de la habitación para admirar el espectáculo, y muy respetuosamente, nadie decía nada, todos estaban mirando. Muchos de ellos excitados, con unos buenos empalmes.

-          AAAAAAAAAHHHHHHHHH, que bueno, que bien la chupas Sofía – le decía Germán agarrándole la cabeza, y marcando el ritmo de la mamada.

-          OOOOOOOOOHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIII, sigue, que bueno – me decía Raquel, muy tímidamente, mientras me seguía comiendo el coño de Raquel, le empecé a meter un par de dedos en él, lo que provocó que ella empezase a gemir más, quitándose las manos de la cara por fin – AAAAAAAAAAHHHHHHHHHH, que bien lo haces cabrón.

-          UUUUUUUUUUMMMMMMMMMMMM, que polla más rica tienes Germán – le provocaba Sofía, mientras se sacaba y metía la polla de este de la boca. Seguimos un poco en esa postura.

-          Te toca, mira lo dura que me has puesto la polla Raquel – le dije, poniéndome de pie, en frente de ella. Ella se sentó, me la agarró y ya mas lanzada se empezó a meter mi polla en la boca. Al principió lo hizo mirando a todo el mundo como nos miraban, y se la metió con un poco más de timidez, pero cerró los ojos y pareció olvidarse, y se empezó a meter mi polla hasta el fondo de su garganta, tal y como había hecho en el ascensor.

-          Eso Germán te toca a ti también – le dijo Sofía haciendo que este se levantase, se tumbo ella boca arriba en el sofá, y se abrió de piernas, pero Germán, le agarró bien las piernas y la levantó el culo, y le empezó a hacer una comida de coño espectacular, recorría toda su raja, desde el clítoris hasta el culo.

-          SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIII, AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH, que bien, me encanta, que bien lo haces – le decía Sofía a Germán, sin parar de retorcerse, y tocándose el clítoris ella misma. Y es que estaba muy cachonda.

-          OOOOOOHHHHHHHH, Raquel, que bien la chupas, AAAAAAAHHHHHHHH – le decía yo a Raquel, que parecía que se estaba soltando. Me la estaba mamando de maravilla. Movía la lengua con mi polla en su boca, de una forma, UUUUUUFFFFFFFF.

-          UUUUUUUUMMMMMMMM, que polla, me encanta chupar pollas, SSSSSSIIIIIIIIIII – me contestaba ella sacándose mi polla de la boca, la cual cada vez me la estaba poniendo cada vez más dura. Seguimos un buen rato así, tanto Sofía como yo, nos lo estábamos pasando de maravilla de trabajo que nos estaban haciendo el matrimonio.

-          Joder, necesito follar ya – dijo Germán poniéndose de pie. Sofía se puso de pie, se vino al sofá en el que estábamos Raquel y yo. Se puso a cuatro patas.

-          Venga Germán fóllame, méteme esa dura polla en el coño – le pidió Sofía, que también estaba con unas ganas locas de recibir dura polla en su coño – venga Raquel, ponte igual que yo, y que estos dos machotes nos follen como nos merecemos.

-          Eso, que, yo también estoy con unas ganas enormes de que me folle otra polla distinta a la del salido de mi marido – le contestó Raquel, yo lo único que hice fue dejarla que se diera la vuelta, y levantase el culo, para dejar que me la follase. Cuando lo hizo, le plante la polla en la entrada del coño.

-          ¿Estás segura? – le pregunté, para hacerla de rogar más que nada, porque ya sabía que se moría por recibir mi polla dura en su coño.

-          Me quieres meter la polla de una puta vez, que me habéis puesto muy cachonda – me contestó ella dándose un buen azote en su soberano culo. Y claro, no me hice esperar ni un segundo más, se la metí de un golpe, y me la empecé a follar.

-          AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, UUUUUUUUUUUFFFFFFFFFFFFF, Sofía, que coño más mojado, ¿tan cachonda te pone que te folle? – le preguntaba Germán.

-          Me encanta que me folle una polla nueva, y dura como la tuya, OOOOOOHHHHHHHH, SSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIII, que buena, dame duro – le pedía Sofía.

-          OOOOOOOHHHHHHH, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me encanta el coño de tu mujer, mira como se traga mi polla – le dije yo a Germán, que miro como le metía mi polla a su mujer.

-          SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIII, fóllatela, que iba de mojigata, y mira como le gusta follarse otra polla diferente a la mía – me contestó el, riéndose un poco.

-          Y más pollas que me van a follar a partir de ahora, con lo que me está gustando esto, OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHH, AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH – nos contestó ella.

-          AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH, dame duro, dame duro – le pedía Sofía a Germán, que empezó a aumentar el ritmo de la follada que le estaba pegando. Estuvimos follando, un buen rato.

-          Vamos a cambiar, y te follas un poco a tu mujer, para que veas que mojado tiene el coñito – le ofrecí a Germán.

-          Venga – me contestó él. Les sacamos las pollas a las chicas, y cambiamos de sitio. Yo me puse detrás de Sofía, y de un solo golpe se la metí en el coño. Germán se puso detrás de su mujer, y la empezó a dar varios azotes bien fuertes en el culo.

-          ¿Quieres mi polla?,¿pídeme que te folle? – le decía Germán a Raquel.

-          Me quieres follar de una vez, que mirar como me habéis puesto. Méteme esa dura polla, cariño – le medio terminó suplicando.

-          AAAAAAAAAAHHHHHHHHHH, Gabriel, capullo, OOOOOOHHHHHHHHHHH, que bien follas, me estas partiendo – me decía Sofía dándose unos buenos azotes en el culo.

-          SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIII, que coño tienes, que mojadito, AAAAAAAAHHHHHHHHH, que dura me habéis puesto la polla entre todas – le decía yo, y según le decía eso, le empecé a meter un dedo en el culo, que pronto empezaron a ser dos.

-          AAAAAAAAHHHHHHHHH, cariño, que polla, me encanta, que dura te la ha puesto, la zorra de Sofía, UUUUUUUMMMMMMMMMM, que bien me estás follando – le decía Raquel a Germán.

-          UUUUUUUUUFFFFFFFFFFF, y tu que mojada estás, AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, el cabrón este te ha puesto bien cachonda – le contestó su marido.

-          Prepárate, Sofía, te voy a follar este culito, que mira que abierto te lo han dejado hoy – le avisé yo, saqué mi polla de su coño, y mientras ella misma se abría el culo, se la empecé a meter en él.

-          AAAAAAAAHHHHHHHH, SSSSSSSSSIIIIIIIIIIIII, reviéntame el culo, fóllame el culo, me estoy volviendo adicta al sexo anal – me contestó ella, recibiendo encantada mi polla en su culo.

-          Joder, que guarra, la jovencita, AAAAAAAAAAHHHHHHHHHH, SSSSSSIIIIIIIIII, mira como se traga polla ese culo – decía Germán, que le puso muy cachondo el ver como le follaba el culo a Sofía.

-          Pues si quieres se lo follas a ella, que ya sabes que mi culito no se toca, AAAAHHHHH, OOOOOOHHHHHHHHH – le contestó Raquel, intuyendo sus intenciones.

-          Pues me lo vas a tener que dejar Gabriel – me pidió Germán. Se la saqué del culo a Sofía, y le dejé mi sitio. Este se la sacó a su mujer, y se puso detrás de Sofía, y acercando su polla al culo de esta, se la empezó a insertar – UUUUUUUUUFFFFFFFFF, AAAAAAAHHHHHHHH, pero que culo, que calentito, que pasada, que ganas tenía de volver a probar esto.

-          Pues aprovéchate, a lo mejor con nuestros amigos, tienes suerte y lo practicas más a menudo, AAAAAAAAAHHHHHHHHH, OOOOOOOOOHHHHHHHHHHHH – le contestó su mujer, empezando a recibir mi polla en el coño.

-          UUUUUUUUUUUUFFFFFFFFFFF, que coñito, UUUUMMMMMMMM – le decía yo a Raquel, empezando a bombear muy fuerte otra vez en su coñito. Nos lo estábamos pasando en grande, follando, y con todo el calentón del día, no íbamos a tardar en corrernos.

-          AAAAAAAAHHHHHHH, me voy a correr pronto, y necesito que me follen estos dos a la vez Raquel. Déjame a los dos – le pidió Sofía a Raquel. Yo le saque la polla del coño a nuestra nueva amiga, le dije que me dejara su sitio en el sofá, me senté en su sitio, y le dije a Sofía que se sentara sobre mí. Raquel, se fue al otro sofá, se sentó se abrió de piernas y se metió un par de dedos en su coño.

-          Venga metete mi polla en el coño, y le dejaremos tu culo a Germán, que el pobre llevaba tiempo sin probarlo, menos mal para él que nos han conocido – les dije mofándome un poco de ellos. Germán se la sacó del culo, y la dejó que se sentara sobre mí.

-          Gracias a dios, que, si no, no iba a probar el anal otra vez en mi vida – se mofó el también girándose, a su mujer, agarrándose la polla.

-          Madre mía como llevas la polla cariño, hacía tiempo que no se te ponía tan dura – le dijo Raquel, al ver como se le marcaban las venas de la polla. Sofía se metió mi polla en el coño, y yo empecé a comerle las tetas, Germán se puso detrás de ella y empezó a meterle su dura polla por el culo.

-          AAAAAAAHHHHHHH, SSSSSSSSSIIIIIIIIIII, me encantan que me metan dos pollas, que pasada, UUUUUUUUMMMMMMMMMMMM – nos decía, y la verdad, es que nos la estábamos follando de maravilla, nos acompasamos muy rápido, la verdad, es que me caía bien Germán, y nos estábamos entendiendo de puta madre.

-          ¿Os está gustando el espectáculo, cabrones salidos? – les preguntó Raquel, que se seguía masturbando, mirando a todos nuestros amigos, que solo asintieron, y más de uno se masturbaba también, o le masturbaban.

-          AAAAAAAHHHHHHHH, me corro, me corro, UUUUUUUMMMMMMMMM, que bueno, que corrida más buena, SSSSSSSSIIIIIIIIIIIII – nos dijo Sofía corriéndose por fin, y quedándose totalmente relajada. Germán le sacó la polla del culo a Sofía, se giró se fue a por su mujer, se subió al sofá y le empezó a meter la polla en la boca. Yo tras sacarme a Sofía de encima, me levanté, me acerqué también a Raquel, y mientras su marido le metía la polla en la boca, yo le empecé a meter mi polla en el coño.

-          UUUUUUUUUUUMMMMMMMMMMM, UUUUUUUUFFFFFFFFFFF, OOOOOOOOHHHHHHH – era lo único que salía de la boca de Raquel, que no se sacaba la polla de su marido de la boca.

-          AAAAAAAAAHHHHHHH, que bien la chupas cariño – le decía él.

-          Que coño tiene tu mujer, OOOOOOOOHHHHHHH, que pasada, me encanta follarla – les decía yo.

-          Me corro, me corro, AAAAAAAAHHHHHHHHH, SSSSSSSSSIIIIIIIIII, que corridón, que corridón – se corrió Raquel, y me dejó la polla empapada de sus jugos.

Yo estaba a punto de estallar, le saqué la polla del coño. Me levanté, cogí a Sofía, la puse de rodillas en el centro del salón y le metí la polla en la boca. Germán hizo lo mismo con su mujer, la puso junto a Sofía, y le metió la polla en la boca. Y al poco ya nos empezamos a correr.

-          Me corro, tomar leche, tomar mi leche, AAAAAAAAHHHHHHHH, que bueno, OOOOOOOHHHHHHHHH, SSSSSSSSSIIIIIIIIII – les dije, le saqué la polla de la boca a Sofía y apuntando a la cara de las dos chicas, les lancé toda mi corrida en sus caras. Las dos abrieron la boca, recibieron una descarga de mi leche impresionante – joder que a gusto.

-          Yo también me corro, me corro, UUUUUUMMMMMM, SSSSSSSSIIIIIIIIIII, tomar mi leche chicas, que, corrida, que pasada – les dijo Germán, echando incluso más leche que yo, les pusimos las caras perdidas de leche.

-          Que bueno ha sido esto, que polvo hemos pegado cariño, me lo he pasado genial – le decía Raquel a Germán – esto lo vamos a tener que repetir mucho.

-          Y tanto, que pasada, teníamos que haberlo hecho antes – le contestó Germán – madre mía, como os hemos puesto las caras, las tenéis llenas de leche. Ellas se pasaban, los dedos por las caras recogiendo los lechazos de su cara y se los llevaban a la boca y se los tragaban.

-          Que os dije, que os lo ibais a pasar genial – les comenté.

-          Y gracias por convencernos, ahora el próximo viaje, nos avisáis para todas estas fiestas – nos dijo Raquel, que se había soltado del todo, y Germán solo asentía, con una sonrisa en la cara.

-          Eso tenlo por seguro, que nosotros también os tenemos que follar – empezaron a decir el resto, que seguían mirando, y más de uno masturbándose con el espectáculo que les habíamos dado.

Las chicas decidieron irse al baño para lavarse, y para hacer sufrir un poquito más a Carlos, que estaba loco por empezar a hacer su reto. Tenía la polla que le iba a estallar, cogió a María, y tras acercarla a Irene, que tenía la bolsa con los retos, y le dijo a María que en cuanto aparecieran las chicas sacase el papel. Tardaron muy poco en volver, y María que también llevaba un buen calentón, no os puedo explicar como llevaba de duros los pezones, sacó un papelito con el reto. Lo leyeron, el levantó los brazos a modo de victoria, y ella se empezó a reír.

-          Que mal estáis chicos – nos decía ella – mira que estáis salidos, no se quien a puesto esto, pero madre mía.

-          Genial, es cojonuda, me encanta, nos lo vamos a pasar genial – decía Carlos con una sonrisa de oreja a oreja.

-          Queréis leerla – les urgió mi hermana.

-          El reto es, TACHAN, TACHAN. TENEIS QUE IR A LA PLAYA, Y PONEROS EN UNA ZONA UN POCO DISCRETA, PERO NO EN LAS DUNAS, Y PONEROS A FOLLAR A LA VISTA DE TODO EL MUNDO QUE OS QUIERA VER Y PASE POR ALLI. VOSOTROS DECIS SI QUEREIS QUE SE UNA ALGUIEN SI QUIERE – nos leyó María, que se reía y se llevaba la mano a la cara como escandalizada, pero en realidad, se le veía que le molaba la prueba.

-          Joder, esa es buena también. Y yo pensaba que la que escribí yo era fuerte – dije.

-          Te lo vas a pasar genial cuñadita – le decía Sofía a María descojonándose de ella.

-          Eso espero, que menudo calentón llevo – le contestó María, que ya no ocultaba el calentón que llevaba.

-          Venga vamos a ello – dijo Carlos todo impaciente.

-          Os acompañamos, que esto no nos lo perdemos – dijo Irene. Ni que decir tiene, que, nuestros nuevos amigos, Arantxa, Raquel, Javier y Germán, se vinieron con el resto de nosotros.

Fuimos bajando todos, y cuando estuvimos todos en el jardín central, nos fuimos en dirección a la playa, les dejamos que Carlos y María fueran delante, para que eligieran ellos el sitio que más les gustase, todos llevábamos unas toallas para tumbarnos en la playa, tratando de observar el espectáculo desde la distancia. Era medio día, serían cerca de las 3 de la tarde, y hacía calor con una ligera brisa, debido a la hora, no había demasiada gente en la playa, pero ni mucho menos estaba vacía, se fueron acercando a la zona de las dunas, pero sin llegar a meterse en ellas, había como una especie de montículo, que parecía un poco más discreto, aunque se veía que había gente paseando. Decidieron extender la toalla, y se tumbaron, nosotros un poco en la distancia y todos juntos mirando hacia ellos, nos tumbamos también mirando hacia ellos.

Se les veía que estaban hablando, en algún momento María asintió, se empezó a poner encima de Carlos, y empezaron a hacer un 69, ni que decir tiene, que Carlos iba con un empalme considerable. Se veía muy bien todo desde donde estábamos, María se estaba metiendo bien la polla de Carlos en la boca. Pasaron un par de parejas que se quedaron mirando desde la distancia, y siguieron su camino. También se nos quedaron mirando a nosotros, y se reían según pasaban, porque la verdad es que los chicos llevábamos un buen empalme debido al morbo de toda la situación. Seguía pasando un poco el tiempo, María se levantó, y se empezó a sentar sobre la polla de Carlos metiéndosela en el coño. Pasó otra pareja, y estos si que se acercaron, tendrían unos 35 o 40 años, ella era castaña oscura, con un culo ancho, unas tetas de tamaño medio, y no muy alta, mediría cerca del 160cm, su chico estaba totalmente rapado, delgado y tampoco muy alto, cerca del 165cm, pero para lo pequeño que era, marcaba una polla de muy buen tamaño, ya que según se acercaron se empezó a empalmar.

-          ¿Menudo espectáculo, estáis dando?,¿os importa que nos pongamos junto a vosotros? – parece ser que les preguntaron.

-          No, sin problema, poneros donde queráis – les dijo María, que se había girado mirándolos.

-          Como si queréis uniros a nosotros – les ofreció Carlos.

-          JAJAJAJA, ya decía yo, que estabais buscando compañía – les dijo el chico.

La chica se puso de rodillas delante de su chico, y empezó a comerle la polla, de cara a nosotros, se les veía que eran muy exhibicionistas también, la chica se metía todo el trozo de carne de su chico en la boca sin ningún problema. No habían pasado ni 5 minutos y otra pareja, se unió a ellos. Estos eran más jóvenes, por no decir muy jóvenes, tendrían unos 20 años, o poco más. La chica era muy delgadita y sin apenas tetas, morena de piel, y pelo, al igual que el chico, que era muy delgado, con barba y pelo corto, y marcaba una buena polla también, eran más altos que los otros, en torno al 170cm ella, y cerca del 180cm él. Estos directamente no preguntaron nada, se pusieron igual que los otros dos, ella se arrodilló delante de su chico y se tragó su polla.

-          Joder que morbo, cuanta compañía tenemos, AAAAAAAAHHHHHH – le dijo Carlos a María, cuando se dio cuenta de los nuevos amigos.

-          OOOOOOOOOOHHHHHHHH, SSSSSSSSSIIIIIIIIII, que dura tienes la polla – le decía María.

-          Como para no unirse a vosotros chicos, menudo espectáculo, con lo que nos ponen a mi chica y a mí, estas situaciones – le dijo el chico joven, que le agarraba la cabeza a su chica, y se le estaba follando la boca sin problemas.

-          Poneros a follar también, no os cortéis – los animó Carlos.

-          Cortarnos nosotros cariño – le dijo el chico bajito a su chica, este se tumbó en la arena, y ella dándole la espalda y sentándose sobre la polla, se la metió a cuchara en el coño, de cara a Carlos y María, para que viesen el entraba la polla de su chico en el coño.

-          AAAAAAAAAAHHHHHHHHHH, cariño, como me gusta tu polla – le decía la chica, empezando a saltar sobre la polla de su chico.

-          Vamos cariño, no vamos a ser nosotros menos – le dijo el jovencito a su chica. Que se sacó la polla de su novio de la boca, le dejó que se tumbara, y se sentó igual, que la otra pareja, metiéndose la polla de su chico en el coño.

-          OOOOOOOHHHHHHH, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIII, que polla cariño – le decía, empezando a saltar sobre la polla del jovencito de su chico. María decidió girarse y follarse a Carlos mirando a los demás. Pasaron paseando un par de parejas más, pero se quedaban mirando desde la distancia, y continuaban camino.

-          AAAAAAAAHHHHHH, UUUUUUUUMMMMMMM, que polvo, que coñito tienes cariño – le decía el chico bajito a su chica, mientras esta seguía saltando sobre su polla.

-          SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIII, que dura se te ha puesto la polla – le contestaba su chica.

-          María, que mojada estás, AAAAAAHHHHHHH, seguro que te quieres follar a estos dos – le dijo Carlos, provocando a María.

-          Que bien me conoces, OOOOOOOOHHHHHHHH, que pollas – le contestó María, mientras miraba a los chicos, como se follaban a sus chicas. La verdad, que María estaba fuera de sí, estaba saltando sobre la polla Carlos.

-          Ya la habéis oído, chicos, ¿si queréis cambiar? – les insinuó, el golfo de Carlos, que en realidad era él, quien se quería follar a las otras chicas.

-          Por nosotros no hay problema – dijo la chica jovencita.

-          Y por nosotros tampoco – dijo la otra chica. Las dos chicas se levantaron sacándose las pollas del coño. María las siguió, se pusieron las tres. Y decidieron repartirse a los chicos por orden de llegada. María se sentó sobre la polla del chico calvo, y la jovencita se sentó sobre Carlos metiéndose la polla de este en el coño, y la otra chica se sentó sobre la polla del jovencito. Se pusieron todas en la misma postura que habían estado antes, enseñando como se metían las pollas de los chicos.

-          AAAAAAAAAAAHHHHHHHHH, que polla más grande y buena tienes calvito – le decía María al chico que se estaba follando, y digo follando, ya que al igual que había echo con Carlos estaba saltando sobre su polla.

-          OOOOOOOOHHHHHHHH, AAAAAAAAAHHHHHHHHHH, que polla mas buena tienes, como me gusta meterme pollas – decía la jovencita saltando sobre la polla de Carlos.

-          No eres la única, SSSSSSSSIIIIIIIIIIII, AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, que polla más dura tiene tu chico – dijo la otra chica, follándose al jovencito, las tres estaban saltando sobre las pollas de los chicos. Y ellos se agarraban al culo, y a las tetas de las chicas, el calvo tenía bien agarradas las tetas de María.

-          OOOOOOOOHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIII, que coñito tienes chica, que mojado tienes el coño, que bien me estas follando, y que tetas – le decía el chico calvo a María.

-          Pues tu chica tampoco se queda corta, UUUUUUUUUMMMMMMMMMM, me encanta, AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, que coñito tiene – le dijo el jovencito, que estaba agarrado también a las tetas de la chica.

-          OOOOOOOOHHHHHHH, joder, AAAAAAAAAHHHHHHHH, que coñito más estrechito y calentito tienes jovencita, y que culo – le decía Carlos, agarrándose al trasero de la chiquilla. Estuvieron un rato más.

-          ¿Qué tal si volvemos a cambiar? – les ofreció el calvo otra vez, que se le veía bastante lanzado.

-          Eso – contestaron el resto. Las chicas se levantaron, y vieron que había un par de parejas que les estaban mirando de pie desde lejos. La jovencita les hizo una seña para que se acercaran, cosa que hicieron, pero se quedaron mirando más de cerca, sin hacer nada, los chicos estaban empalmados y las chicas les agarraban las pollas.

-          Venga poneros a cuatro patas vosotras ahora – les dijo el chico jovencito. Las dejaron sitio en la toalla para que estuviesen más cómodas, y los chicos se pusieron detrás de ellas. Carlos detrás de la pareja del calvo, el cual se puso detrás de la jovencita, y el jovencito se puso detrás de María. Se las empezaron a follar todos al mismo tiempo. Las estaban follando bien duro.

-          OOOOOOOHHHHHHH, que polla tienes tú también jovencito, dame duro, dame duro, que bueno, AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH – le pedía María, que estaba fuera de sí, el chico se agachaba sobre ella y le agarraba las tetas.

-          SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIII, AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH, que polla, me encantan las orgias, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIII, que cachonda me pone, ponernos a follar con otras parejas – decía la jovencita, recibiendo la polla del chico calvo, y es que, a la niña, se la veía que estaba muy salida. Estaba disfrutando de la situación, y recibiendo unos buenos azotes en el culo.

-          AAAAAAAAHHHHHHHHH, OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHH, y a mí, cada vez me gusta más esta playa. Me encanta venir aquí, y encontrarnos a parejas follando y unirnos a ellos – decía la pareja del calvo, recibiendo las importantes envestidas de Carlos, que se agarraba bien a su culo.

-          AAAAAAAHHHHHH, me corro, me corro, no aguanto más – empezó a decir María que llevándose una mano al clítoris, que se corrió dejándose caer en la toalla. El jovencito, se la sacó del coño se puso delante de la chica del calvo, y mientras Carlos se la follaba, se la metió en la boca. Las dos parejas que se habían acercado a mirar, ahora las chicas estaban masturbando a sus chicos sin cortarse lo más mínimo. Pasaron más personas, por la playa, pero solo los miraban desde lejos y seguían su camino.

-          OOOOOOOOOOHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIII, me corro yo también, me corro – empezó a decir la pareja del chico calvo, sacándose la polla del jovencito de la boca – que corridón, que, corrida, me encanta, como me gusta follar en la playa.

-          Yo también me corro, OOOOOOOHHHHHHHH, que pollón tienes, me encanta, que follada me habéis dado chicos, como me gusta follar, SSSSSSSSSIIIIIIIIIII – le dijo la chica jovencita corriéndose también.

Los chicos las pusieron a las tres juntas, en la toalla, haciendo una especie de circulo. Carlos se empezó a pajear delante de la cara de la chica del calvo, el jovencito en la cara de María, y el calvo y la cara de la jovencita. Carlos se giró y ofreció a las parejas que se juntasen a ellos, y se corrieran sobre las tres chicas. Las parejas se acercaron, y mientras sus parejas les seguían pajeando, se dispusieron los cinco a correrse en las caras de las tres chicas. El primero fue uno de los mirones, que se corrió sobre la cara de María y de la jovencita.

-          AAAAAAAAAHHHHHHHHH, me corro, me corro, toma leche zorrita, toma toda mi leche – le dijo el chico calvo a la jovencita, que, incluso abriendo la boca, empezó a recibir toda la leche de este en su cara y su boca.

-          Me encanta la leche – le decía recibiendo el corridón.

-          OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHH, ya no aguanto más, que follada, SSSSSIIIIIIIIII, me corro, prepárate, que llevo las pelotas muy llenas de leche – le advirtió Carlos a la chica del calvo, que abriendo la boca recibió unas buenas lechadas en su boca y su cara, le puso perdida la cara.

-          Joder, vaya corrida, sí que ibas cargado – le dijo ella. A Carlos le siguió otro de los mirones que le echo toda la leche a la jovencita, y no fue poca cantidad, le puso perdida la mano a su chica que se la empezó a chupar, para limpiarse. La jovencita tenía toda la cara perdida de leche, le habían puesto perdida, pero ella cogía los restos con sus dedos y se los llevaba a la boca para tragárselos, menuda fiera, con lo joven que es.

-          Me corro, yo también, me corro, AAAAAAAAHHHHHHH, SSSSSSSSSSIIIIIIIIIIII, que bueno, abre la boca, tía buena – le dijo el jovencito a María que abrió la boca, y se tragó toda la leche que le entraba en la boca, un par de lechazos le dieron en la cara y resbalaron a las tetas, pero ella los recogió con la mano y se los llevó a la boca.

-          Que pasada chicos – empezaron a decir las tres chicas.

-          Ha sido una pasada, menudo polvo – contestó el jovencito.

-          Un polvazo – confirmaron el chico calvo y su pareja.

Se empezaron a levantar las chicas de la toalla, mientras comentaban un poco la jugada, los mirones, empezaron a irse, se despidieron de ellos, y se fueron alejando, pasaron cerca de nosotros, que nos vieron a los chicos todo empalmados.

-          Menudo espectáculo, os han dado – nos dijo uno de los chicos.

-          Y que lo digas, pero vosotros lo habéis disfrutado un poco más – les contesté yo. Todos se rieron por mi respuesta. Y la pareja paso de largo, despidiéndose de nosotros hasta otro día. A lo que respondimos también. Se les veía buena gente.

Carlos y María se fueron al agua, con sus nuevos amigos, para refrescarse, y limpiarse los restos del polvo que tenían todos, por todo el cuerpo. Cuando acabaron, fueron a recoger la toalla, y María la miró, y vio que estaba perdida de restos de leche, por lo que no se iban secar con ella. Se empezaron a despedir todos, las otras dos parejas, se fueron en dirección opuesta a donde nosotros estábamos, y nosotros empezamos a recoger, y dirigiéndonos al apartamento de Carlos, mientras ellos nos seguían hasta que llegaron a nuestra altura. Donde les dijimos que se lo habían pasado de fábula. Carlos nos dijo que había sido increíble, y que eso teníamos que repetirlo, pero todos.

Llegamos a la urbanización, y nos subimos al apartamento, recogimos las pocas cosas que habíamos dejado allí, y empezamos a despedirnos todos, ya que iba siendo hora de volver a nuestra ciudad.

-          Cuando vengáis por aquí, avisarnos que nosotros vivimos cerca y nos acercaremos encantados – nos dijo Javier – a nosotros estas fiestas nos encantan, y nos habéis caído genial todos.

-          Pues nosotros vivimos aquí – dijo Germán – pasaros por aquí cuando queráis, es más si necesitáis alguna vez sitio, solo tenéis que decirlo.

-          Eso – confirmó Raquel – en nuestra casa tenemos dos habitaciones.

-          Entonces, ¿vivís todo el año aquí? – les preguntó Iván, un poco alucinado.

-          Si. Estamos todo el año en pelotas – le contestó Germán, empezando a reírse – Tenemos unos locales, algunos alquilados, y tenemos un par de pizzerías en el pueblo, que nos dan ingresos más que de sobra. Para que irnos a otro sitio, si es aquí donde estamos más a gusto.

-          Tenéis razón, si pudiésemos trabajar desde aquí, todos lo haríamos – dijo María.

-          Entonces si sois del pueblo, ¿conoceréis a Mario y a Isabel? – les pregunté yo.

-          Si, menudo golfo, lleva años intentando follarme, y me parece que ahora, vamos a tener que ceder, que le he cogido el gusto – le dijo Raquel a su marido.

-          Suerte tiene ese golfo, pero es un tío que te cagas, me cae genial – les dije yo.

-          Es verdad, a nosotros también, si te soy sincero, no se cómo no hemos cedido nunca a sus propuestas, porque es cierto que, en invierno esto es un poco aburrido, aunque hay mucho europeo del norte – nos dijo Germán.

-          Pues cuando le digáis que sí, se va a llevar una buena sorpresa. Y vosotros también, porque folla de puta madre – les dijo mi hermana, para avisarles de lo que les esperaba – además que siempre tiene amiguitas cerca.

-          Eso lo sabemos bien – nos contestó Germán, que le hacía mucha gracia el montarse algo con su amigo Mario.

-          Pues nosotros íbamos a volver a nuestro pueblo esta noche, que solo habíamos venido a pasar el día, pero hasta el viernes no tenemos que trabajar, por lo que, si nos hacéis hueco nos quedamos – les pidió Arantxa.

-          Eso está hecho cariño – le contestó Raquel – ahora os venís con nosotros.

-          Ok, cogemos unas cosas del coche, y nos vamos con vosotros – les pidió Javier.

-          ¿Cómo os lo vais a pasar cabrones? – les dijo Carlos.

Decidimos ir saliendo, fuimos bajando por turnos, tras despedirnos de Carlos e Irene, cuando estuvimos todos en el jardín, nos dirigimos algunos para nuestra escalera, y otros a la salida de la urbanización. Nos despedimos de nuestros nuevos amigos, y nos metimos en nuestro portal, prometiéndonos que nos avisaríamos en cuanto volviésemos.

Dejamos que la familia, subiera en el primer turno de ascensor, nos despedimos de ellos abajo, con los deseos de volver a vernos muy pronto. Yo les dije a Daniel y a Nagore, que tenían la cámara de video todavía en mi apartamento, pero me dijeron, que, si no me importaba quedármela de momento, la recogían en el próximo viaje, que de momento no la iban a utilizar. Le dije que para mí no había problema. Nos metimos en el ascensor y subimos, al llegar a su piso nos despedimos de ellos, dándonos un buen abrazo, y metiéndonos mano, entre los chicos y las chicas. Daniel me dijo, que cuando supiese cuando iba a poder quedar con los contratistas, me llamaba para quedar y venir juntos. Le dije que estaba a su disposición, que solo tenía que avisarme. Se cerraron las puertas del ascensor, y mi hermana y yo nos fuimos a mi apartamento.

Una vez dentro del apartamento, nos fuimos directamente a la ducha, que después de la playa y de la mañana lo necesitábamos. Mientras nos duchábamos, nos metimos un poco mano, pero era tarde y necesitábamos descansar para hacer el viaje de vuelta un poco más descansado, ya que son entre 5 y 6 horas de viaje en coche. Nos metimos en la cama, y al menos yo me quedé dormido en seguida, mi hermana me dijo que ella tardó un poco más pero también durmió muy a gusto. Cuando nos despertamos eran las 6 de la tarde, nos vestimos, mi hermana estaba para reventarla, se puso un top de tirantes, y un pantalón vaquero corto, que se le ajustaba al culo, de fábula, cogimos las pocas cosas que habíamos traído y ya estaban preparadas, y cogimos el coche.

El viaje de vuelta fue muy ameno, íbamos hablando, poniendo música, cantando, y un poco nostálgico, recordando lo bien que nos lo habíamos pasado este fin de semana largo. Ella me dio las gracias por haberla convencido para venir conmigo, que el sexo había sido genial, y que ahora ya tenía pareja permanente para mis vacaciones. Le dije, que eso me había quedado claro, que los chicos así me lo habían dicho, que ya se encargarían de matarme ellos, si no la llevaba conmigo. Ella se empezó a reír, diciendo que si supiesen que éramos hermanos fliparían. Yo estuve de acuerdo. Me estuvo contando que el morbo, era genial, y que ahora íbamos a follar mucho entre nosotros, que le encantaba mi polla y lo salido que estaba.

-          Tu estas tan salida como yo – me defendí.

-          Puede que esté salida, pero tanto como tú, es decir mucho – me contestó ella.

-          Verás, si te propongo hacer los próximos 100 kilómetros en pelotas, ¿Qué dirías? – le propuse. Ella se empezó a reír por mi ocurrencia.

-          Estas muy mal – me contestó, pero no se negó.

-          No dices que no, eso es que te pone la idea – le dije mirándola, ella empezó a reírse. Sin decirle nada, pare en una zona de descanso de la carretera. Me bajé del coche, me despeloté, y me metí de nuevo en el coche, ella me miraba descojonándose – a que esperas, si lo estás deseando.

-          Eres un capullo – sin salir del coche, se quitó el top y los pantalones, la muy cabrona iba sin ropa interior – contento.

-          Mucho, además si vas sin ropa interior. Te encanta enseñar lo que tienes, y es bueno, muy bueno – le alabé yo.

-          Anda arranca que vamos a llegar muy tarde si no – me dijo. Y como tenía razón, comenzamos de nuevo nuestro viaje. Al principio, iba tratando de ocultarse un poco, pero algún camionero por el retrovisor nos vio, y cuando pasábamos a su lado, tocaba la bocina. Ella empezó a saludarles y enseñarles las tetas por la ventanilla, cuando lo hacían para deleite de más de uno.

-          ¿Has visto, como te encanta? – le decía yo cuando hacía eso – Estás tan salida como yo.

-          No te pases – me volvió a corregir.

-          Que no mira – y le metí la mano entre las piernas, y empecé a meterla un dedo en el coño. Como le pillé por sorpresa, al principio trato de cerrar las piernas, pero enseguida, las abrió - ¿has visto?

-          Que cabrón eres – me contestó, y sin cortarse lo más mínimo, hecho el respaldo un poco para atrás, subió las piernas al reposadero, y las abrió para darme vía libre. Le empecé a meter tres dedos en el coño, ella se retorcía, y el espectáculo que íbamos dando era muy bueno, los camioneros nos pitaban la mayoría de ellos.

-          AAAAAAAHHHHHH, me corro, OOOOOOOOHHHHHHH, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIII, me corro, que morbo, que bueno – me decía mi hermana, empapándome la mano con la corrida que se pegó.

-          Como me has puesto la mano, cabrona – le enseñé. Y empecé a lamerme las manos para limpiarme los restos de su corrida – joder, que bien sabes.

-          Vaya empalme llevas – me dijo ella.

-          Hace tiempo. Hemos pasado los 100 kilómetros que habíamos dicho de ir desnudos, paro para que me chupes la polla en condiciones hasta que me corra, y luego nos vestimos – le dije yo a ella.

-          Pues, encuentra un sitio rápido, antes de que te estalle la polla – me dijo ella, riéndose de mí.

No tardé mucho en hacerlo, cuando llegamos, eché mi asiento para atrás, y lo recliné, mi hermana se tiró a chuparme la polla, me la empezó a chupar de una forma increíble. Se la metía toda entera, y yo le tocaba, las tetas y el culo. Con el trabajo que me estaba haciendo no tardé mucho en correrme.

-          Me corro hermanita, toma leche, toma leche – Y me corrí, en su boca llenándosela de leche, ella se lo trago todo.

-          Que rica está – me dijo ella, sacándose la leche, y limpiándose la boca.

Decidimos vestirnos, y continuar el viaje, gracias a dios, ya no nos quedaba mucho, llegamos a su casa cuando eran casi las 12 de la noche, le acompañé a su casa, y allí nos despedimos, me dijo que la llamase para decirla cuando volvíamos, o antes si me montaba alguna fiesta, le dije que, sin problema, dándole un buen azote en el culo. Me fui a por mi coche, y me dirigí a mi casa.

FIN.

P.D.: Aquí acaba la historia de las vacaciones de los hermanos. Muchas gracias por vuestros ánimos, y críticas. Todas ayudan.