Vacaciones
Como empece a conocer y a disfrutar del sexo
Fue durante unas vacaciones que fui a casa de mis tíos en un pueblo del interior. Este era un poblado de pequeños campesinos, en su gran mayoría que vivían desparramados en los alrededores. A mi me gustaba ir ya que se podía disfrutar de todas las actividades que una quisiera al aire libre, sin correr demasiados riesgos.
Mis tíos tenían una hija de 12 años y yo en ese momento iba a cumplir 17 años. Ella era trigueña, alta para su edad y con cuerpo que se estaba manifestando como interesante, pero se notaba que se estaba desarrollando en buena dirección. Yo soy alto mido 1.83, rubio y delgado. Estaba pasando por la época en que las hormonas sexuales trabajaban a full. Ya había tenido relaciones, pocas y con prostitutas. Pero seguía sin conocer nada de sexo ni de las mujeres, solamente fotos de revistas.
El primer ida que llegue mi prima Soledad, me mostró los lugares que ella conocía para ir a disfrutar del arroyo y lugares para explorar, la verdad es que los dos primeros días los pasamos bárbaro. Pero esa tarde vino vecino de la zona y le dijo a mi tío que el esa noche se iba a la Capital, pero que había llegado su hija y si durante estos dos idas que no iba a estar, si le podía dar una mano con las tareas de la chacra. Mi tío le dijo que no había ningún problema que estaba su sobrino, que era yo, que le iba a ayudar.
Al día si guiente temprano fui a la chacra de este vecino, que quedaba a uno 10 km de la casa del tío con la bicicleta. Al llegar fui hasta la casa y llame. Al abrirse la puerta quede asombrado, apareció una rubia al ta muy bien desarrollada, de cara no muy linda pero muy simpática. Pasa me dijo me llamo Diana. Espérame que me cambio que recién me levanté, mientras queréis preparar mate. Al pasar por la puerta de la cocina, el camisón dejó traslucir todo. Yo que venía de unos días tranquilos, me empece a poner nervioso. Al rato volvió con una remera y un short, que resaltaban sus tetas que eran muy interesante y se notaba que no tenia corpiño. Diana tenía 20 años.
Después de desayunar nos fuimos a hacer las tareas de mantenimiento de la chacra. Cerca del mediodía las terminamos y le dije que fuéramos a la casa de mi tío a almorzar. Después de almorzar decidimos ir al arroyo con Soledad y Diana. Fuimos al lugar que solíamos ir todos los idas, pero Diana nos mostró otro lugar que estaba un poco mas alejado, pero era muy lindo ya que formaba como una pequeña pileta todo rodeado de un lindo pasto. Para llegar tuvimos que dejar las bicicletas y subir unas pequeña elevación de piedra, pero valía la pena. El lugar era bárbaro y nos metimos en el agua a disfrutar. Diana que no había triado malla se metió como estaba. La remera mojada le marcaba las tetas que se traslucían notándosele los pezones erectos. Esto me excito, pero el agua ayudaba a que no se note. Después de un rato empezamos a jugar en el agua agarrándonos y hundiéndonos. Estos forcejeos hicieron que con Diana nos agarrásemos en lucha para hundirnos. El sentir su cuerpo pegado al mío me excitó mas todavía y ella lo noto pero no dijo nada y todo siguió igual.
Al día siguiente fui mas temprano afín de poder terminar las cosas antes. Al llegar me dijo que pase que ella ya había hecho mate y que cebase. Le fui a llevar una al dormitorio y ella estaba arreglando la cama, lo que hizo que el estar agachada, tuviera una perfecta visión de sus tetas, que me turbo. Volví a la cocina y me dijo que le llevara otro, cuando llego se estaba prendiendo el short pero sin nada arriba. Esto hizo que me quede en la puerta y ella me dijo pasa ó es que nunca viste unas tetas. Entre y mi excitación se notaba tremendamente, me acerqué y le alcancé el mate. Ella me dijo te gustan, yo no me animaba a responderle, estaba muy turbado y nervioso que mi erección desapareció rápidamente.
Al ver esto Diana, se me acercó y me dijo no tengas miedo me gustaría que nos divertiremos un rato. Se me acerco y me empezó a besar. Ante esto yo comencé a responder y al sentir su cuerpo pegado al mío, mi excitación fue en aumento y mis manos empezaron a acariciar sus hermosos pechos. Ella me empujo a la cama y me empezó a acariciar hasta llegar a los pantalones que me los aflojo y me los sacó, con calzoncillo y todo. Sus manos empezaron a acariciar mi pene erecto con suavidad y al notar mi urgencia se retiró y aprovechó para sacarse la poca ropa que tenía. Después se inclino y su boca comenzó a acariciar mi erección y su boca cálida cubrió mi glande y no pudiendo aguantar eyacule en su boca. Ella no se retiro, por el contrario su lengua me limpió.
Después que ahora me dejes disfrutar un poco a mí. Después de esto seguimos acariciándonos y ella guió mi mano hacia su sexo que yo empecé a explorar con mis dedos. Hasta que me pidió que le acariciara con la lengua. Yo me ubique entre sus piernas y empece a lamer y chupar su sexo, mientras mis ojos no perdían detalle. Era la primera vez que podía observar con detenimiento el sexo de una mujer. Ella siguió disfrutando tanto como yo, hasta que tomo la cabeza y me dijo quiero que me la metas, yo sin perder tiempo ubique mi erección en su sexo chorreante y de un golpe me introduje en ella, que empezó a emitir gemidos y me pedía que bombeara más rápido. En un momento ella levanto las piernas que atenazaron mi cintura, manteniéndome en el fondo de su sexo, esto me llevó al limite y mi semen inundó su vagina. Realmente fue maravilloso. Después de esto fuimos a realizar las tareas que el padre le había dejado encargada.
A la tarde vino Soledad, mi prima y fuimos al arroyo. Donde disfrutamos bastante ya que cada oportunidad que tenía la refregaba a Diana, procurando que mi prima no se percatara.
A la mañana siguiente fui a la casa de Diana, ella me dijo que pasara que la puerta estaba abierta. Ella seguía en la cama. Al verme entrar me dijo tenis ganas de jugar un rato, sacate la ropa y venite acá. No me hice esperar. Y me acosté con ella que ya se había sacado la ropa. Comenzamos a acariciarnos, yo me encontraba un poco más calmo que el día anterior y disfrutamos muchisimo.
Al ponernos a charlar después de disfrutar, Diana me dijo que ella en dos idas se iba y que yo lo que debía hacer era cogerme a Soledad. Yo le dije que ella era chica que todavía no se interesaba en el sexo. Vos tenis que hacer que ella se interese, tenes que acercarte y tocarla un poco a ver que le pasa. Hoy en el arroyo yo voy a intentar darte una mano para ver que pasa.
Continuara