Vacacionando con una pareja amiga
Esto me sucedio hace casi unos cuatro años atras, con el novio de una amiga, el cual me ayudo ha descargar todo mi deseo por mi hombre, en el mismo departamento donde estaba tambien mi amiga...
Vacacionando con una pareja amiga
Había pasado diciembre y el año 2002 se iba, ya teníamos un mes de noviazgo con Sebastián, un mes donde no había noche donde no me cogiera, con esas ganas y ese enorme deseo que siente por mí.
Para comienzos del 2003, decidimos con una amiga, Cintia, irnos de vacaciones al Uruguay, yo contaba con casa allí, así que todo era más fácil. La idea era irnos cada una con su pareja, la casa era grande, había habitaciones de sobra. Pero lamentablemente, la primera semana nos fallaron los hombres, estuvimos solitas.
Ya Sebastián me había demostrado sus celos, por lo que para evitar que saliera sola con mi amiga, me regalo una notebook, para de esta manera encontrarnos en el msn por las noches y compartir mas que un dialogó caliente, eran demasiados calientes.
Para la segunda semana, Hugo, novio de Cintia, se nos unía en las vacaciones. El tenia unos 29 años por ese entonces, nos supera por 8 años, tiene una contextura normal, dentro del 1,80 de altura, castaño de ojos cafés, muy atractivo por cierto. Siempre me había resultado bien simpático y buena pareja para mi amiga.
Las dos primeras noches fueron aumentando cada vez más mi calentura, las charlas caliente con Sebastián eran tan fuertes como hacerlo con el, sumado a esto, podía escuchar a mi amiga con su novio haciéndolo, cosa que me volvía loca, masturbándome como una animal con mis dedos, tal cual me pedía Seba.
El tercer día transcurrió tranquilo, dormir hasta tarde en la mañana, por la tarde a la playa, de noche; cena, tomar algo y volver a casa, seguir chateando, al menos ya podía salir a tomar algo después de cenar, dado la confianza de guardián que le tenia mi novio a Hugo.
La trasnoche, empezó igual que las anteriores, entre los gemidos de mis amigos y masturbándome con mi novio por el msn, estaba más que cachonda, muy mojadita. Tan metida en mi propia satisfacción, que no me había dado cuenta que Sebastián se había salido del msn, hasta que empezó a sonar mi celular, era él obviamente, dado que su conexión no andaba, seguimos por el celular. Su voz agitada, sus palabras lujuriosas, todo me excitaba cada vez mas, mis dedos frotaban sin parar mi clítoris, cada vez mas mojaba las sabanas como dice la canción.
El orgasmo fue increíble, soltando el aliento en un gemido lascisivo, abriendo mis ojos y llevándome la sorpresa de mi vida. Ahí estaba él, si Hugo, apoyado en el marco de la puerta, viéndome ahí en la cama, apenas con mi corpiño. Me recline hacia un costado y rompí el hielo, preguntando:
Hace mucho estas ahí??
Desde que sonó el celular, pensé que era algo malo, pero todo lo contrario.
Me contesto y pidiendo permiso, se acerco hasta la cama, sentándose a mis pies, volviendo a hablarme:
Siempre te había visto como una amiga, ahora no puedo, que cuerpo por favor, Fernanda.
Acto seguido, sus manos se posaron en mis piernas, acariciándomelas, sin dejar de mirarme el culo fogosamente. Empezó a besarme en las piernas, siguiendo sus caricias en mis piernas subiendo con sus manos hasta mi trasero, donde con ellas comenzó a masajeármelo, a disfrutarlo. No tardo en llegar con su boca a mis muslos, besándomelo todo, lamiéndolo con su lengua, sin dejar ningún espacio seco, apretujándomelo con sus manos y separándomelo luego, para pasar nuevamente su lengua en toda mi raya, buscando mi orificio anal, mojándolo mientras ya dos de sus dedos, se introducían en mi vagina, ya bastante húmeda de mi orgasmo con Sebastián. Los dedos se movían mas contundentemente, mojándolos, para luego llevárselos a su boca, probando mis juegos vaginales una y otra vez. Así hasta que coloco sus piernas entre las mías, abriéndolas, recostándose casi sobre mi, apoyando sus manos a mis costados y extendiendo sus brazos. Colocando su sexo ya duro sobre mi culo, bamboleándose, sobandomelo en un movimiento simulando la penetración, calentando cada vez más el ambiente, con el siempre temor de que nos descubriera mi amiga, su novia, lo cual hacia mas morbosa la situación.
Te he dedicado pajas, lo admito, pero cogerte
No término la frase, cuando su sexo empezó a penetrarme, suave se introducía en mi, disfrutando cada centímetro de mi vagina, hasta el fondo, toda penetrada, gimiendo por lo bajo, mordiéndome los labios. Otro buen ejemplar se hacia con mi cuerpo.
El movimiento se hizo rítmico, Hugo empujando hacia delante y yo contra él, con fuerza cada penetración, sintiendo toda su verga caliente dentro mío, aumentando nuestro movimiento sin parar, sintiendo su agitada respiración en mi espalda. Con una penetración hasta el fondo después de un buen rato, con todo su sexo dentro, pronuncio lo siguiente:
¡Fer pónete en cuatro por favor!
Me arrodille, ayudándome con mis manos apoyándolas en la cama, cumpliendo el deseo de Hugo, quien se acomodo detrás de mí y empino su verga nuevamente hacia mi vagina, introduciéndose fuerte, haciéndome erguir hacia delante. Sosteniéndome con sus manos por mi cintura bien firme, empezó a cogerme mas rápido, duro, casi haciéndolo adrede, sabiendo que no podía gemir, lo cual agregaba más morbosidad.
Me tenía a su merced, sus embestidas eran cada vez más seguidas, su pelvis golpeaba contra mi culo briosamente sin cesar, cogiendome sin parar.
No resistía más, fue ahí cuando eche mi cuerpo contra de él y le susurre:
¡quiero chupartela toda!
¡que putita estas!
Y si, tenia razón, otra vez mas, la putita me salio de adentro, esa que se había encamado a escondidas de mi primer novio con Sebastián, estaba de vuelta. Hugo se recostó sobre la cama, en consecuencia, me arrodille entre sus piernas. Empezándolo a masturbar con mis manos, jugando en su punta con mi lengua, saboreándola como a una chupaleta, aumentando el ritmo ya posando mis labios sobre esa hermosa verga, que bañado de mis fluidos estaba. Fui aun más atrevida, recostándome sobre su verga, encerrándola entre mis pechos, rozándola con mis pezones una y otra vez, besando su abdomen. De a poco, fui descubriendo su glande, bajando la piel que lo recubre, a la vez que mi boca fue devorándolo, acompañado de mi lengua, juguetona como siempre, lavaba prácticamente todo esa verga golosamente. Encerrando su sexo en mi boca, me dedique a satisfacerlo masturbándolo con mis labios, bajando y subiendo por todo su pedestal caliente, duro, sintiendo sus manos posar en mi cabeza, para sostenérmela firme y empezar a cogerme con su verga oralmente, penetrándome con rapidez en mi boca, recorriéndola toda dentro.
Al límite ambos de la calentura, la excitación, Hugo me levanto por mi cabeza, claramente quería tenerme sobre el. Su verga caliente empinada como nunca ya buscaba mi sexo nuevamente, me acomode sobre el, rodeándolo con mis piernas en su cintura, empezando a descender, sintiendo mis labios vaginales entrar en contacto con su glande, que se abría camino en mi sexo penetrándolo suavemente, disfrutando carne a carne los dos. Con todo su sexo dentro del mío, tomo mis pechos con sus manos acariciándolos, mientras yo tomaba la iniciativa, subía lentamente y bajaba igual, comiéndome con mi vagina húmeda toda su verga dura, una y otra vez, me penetraba suavemente. Así un buen rato, hasta que Hugo se sentó, dispuesto a devorarse mis pezones duritos del placer, posando sus manos esta vez en mi culo, ese culo que tantas veces lo cegaba, ahora podía sentirlo con sus propias manos. Ya ahora tomando partida de nuevo en cogerme, yo bajaba y el arremetía contra mi sexo, empujándome hacia arriba, para luego descender y abalanzarse una vez mas contra mi cuerpo. Así me cogio, abrazando su cabeza contra mis pechos, sintiendo su boca comerse, engolosinarse con mis pechitos a su antojo, hasta que levemente aumente el ritmo, empujándolo contra la cama, para abusar de su sexo.
Apoyándome en mis brazos, sentada sobre él, empecé a subir y bajar de su verga en plenitud, frenéticamente, satisfaciéndome con el rozar de su carne contra mis paredes vaginales cada vez mas rápida en el movimiento, gozando cada centímetro de su sexo, al igual que él del mío, estaba ya al explotar. Me abalancé hacia atrás, ahora sosteniéndome de sus piernas con mis manos, buscando la máxima penetración, sintiendo como Hugo, comenzaba a cogerme mas y mas rápido, hasta mi éxtasis, mi gemido silencioso que exhalaba toda mi respiración contenida
Ahí me recupere, sentándome sobre él totalmente penetrada, moviéndome en círculos sobre su sexo, que bañado estaba de mis jugos, si, me hacia falta una cogida así, no aguantaba mas masturbarme, eso es lo que quería.
Hugo me volteo sobre la cama, ubicándose entre mis piernas, sin darme un segundo para descansar volvió a cogerme, ya sin piedad, me penetraba con toda su fuerza, provocándome erguirme en cada embestida, no podía negarme, el placer era demasiado para los dos. El movimiento era duro y constante hasta la penetración final, donde eyaculo todo su deseo por mí.
Todo ese momento de pura adrenalina se cortó con mi celular, era Sebastián, tan tarde y llamándome, era solo para una cosa. Hugo se levanto y se retiro de mi dormitorio, despidiéndose con un guiñe de ojo y diciéndome:
feliz cogida con tu novio.
Y si, Sebastián, tan caliente como es, quería masturbarse nuevamente conmigo. Era irónico, acababa de retirarse Hugo, su brazo derecho para cuidarme de otros hombres, luego de darme una muy placentera cogida. Y Cintia, mi amiga, se preguntaran si alguna vez se entero de lo que paso esa noche, a ciencia cierta no lo se, pero nunca me cuestiono nada y aun sigue nuestra amistad. Después de dos días, Sebastián finalmente arribo con nosotros y esa noche, fue terrible con él, como todas las siguientes.