Utilizado por mi ex y su amigo

Quedo con Ángel para follar de nuevo y resulta que viene acompañado

Este relato es una secuela de mi anterior relato "un polvo remember con mi ex". Se puede disfrutar sin necesidad de haber leído el anterior, pero leerlo ayudará a entender el contexto. Disfruten.


Hacía poco que había retomado mi relación con Ángel, mi ex. Me había contactado un día y me había acabado follando como no hizo ninguna vez mientras estuvimos juntos; y tal y como llegó, se fue. Después de follar fue bastante cómodo todo. Él se vistió, cogió sus cosas y se fue por donde había venido después de darme un potente beso de despedida. No volví a saber nada de él en un mes hasta que de nuevo me volvió a vibrar el móvil.

  • Hola! Qué tal?
  • Pues muy bien. Currando. Tu qué tal?
  • Muy bien también. Estaba currando desde casa y me he acordado de ti y me he puesto cachondo.
  • Jajajaja qué guarro, y eso?
  • Me he acordado de la follada que te metí el otro día. Cuando estábamos juntos no eras tan guarro. Te noté desinhibido.
  • Si, no sé... me puso muy cachondo la situación y contigo ya tengo confianza. Me dejé llevar.
  • Pues a ver si repetimos, no?
  • Claro, pero ahora no puedo, que estoy en el curro. Además me estoy empalmando...
  • Es que me gustaría cogerte, ponerte de rodillas y que me comas la polla como una buena puta. Que ya he visto como disfrutas haciéndolo.
  • Jajajajaja que cabrón...
  • Me vas a decir que no te gustó comerme la polla y que te follase como a una puta?
  • eh?
  • Bueno, si... realmente me he hecho varias pajas pensando en la follada que me diste.
  • Y cuando repitamos qué te gustaría que te hiciera?
  • Pues no sé, me gustó bastante que me follases tal y como hiciste. Qué te gustaría hacerme?
  • Uf... si me dejas te lo enseño...
  • Primero dime y ya veremos.
  • Me gustaría follarte como a una puta. Que me chupases bien la polla y dejarte el ojete bien abierto. Te escupiría y dominaría. Te diría lo que hacer y tu tendrías que aceptar sin rechistar.
  • Bueno, me parece bien. Es lo que hicimos el otro día.
  • No, te lo haría más fuerte.
  • Y qué más?
  • Me gustaría llevarme a un amigo y que mientras me comieses la polla el te pusiese a cuatro patas y te follase a lo bestia. Y luego turnarme con él para follarte el culo hasta dejártelo bien abierto.
  • Uf, me estoy poniendo muy cachondo. Para.
  • A qué hora estarás en tu casa?
  • Llegaré sobre las 7.
  • A las 7.15 quiero que me esperes como el otro día.
  • Jajajaja que seguro estás de ti mismo, no?
  • Sé que lo estás deseando.

Y esa fue la última frase que me dijo el cabrón. No sé en qué momento de esta “no relación” se habían dado la vuelta las tornas, pero era cierto que ahora mismo le dejaría hacerme lo que quisiera.

Salí de trabajar pronto y llegué a casa un poco antes. Me dio tiempo a prepararme y sobre las 6.30 le escribí:

  • Angelito, ya estoy en casa. Al final vendrás?
  • Sabía que no ibas a poder aguantarte las ganas zorrita. Vete preparándote que subo. Estoy en el bar de abajo.

A los 2 minutos sonó el telefonillo e igual que el otro día abrí sin preguntar y me fui a la cama a ponerme a cuatro patas y esperar a que viniese a follarme. Poco después escuché sus pasos al final del pasillo.

  • Así me gusta, que me esperes ya con el ojete bien hambriento. - dijo dándome un azote. Rodeó la cama poniéndose en el cabecero y yo fui girando sobre mí mismo aun a cuatro patas. Se puso delante mio y me dijo: - Toda tuya. Cómeme la polla como tanto te gusta.
  • Joder, dame polla cabrón.

Dicho esto, me tiré al bulto que provocaba su polla en sus pantalones de chándal. Comencé chuparle la polla por encima del pantalón. Poco a poco el se quitaba el resto de la ropa mientras yo le bajaba el pantalón y el calzoncillo y ahí la volvía a tener frente a mi. Erguida y dura como una roca apuntándome a la boca. No tardé un segundo en metérmela lo más profundo que pude hasta provocarme una arcada a lo que Ángel me tiró del pelo hacia atrás sacándomela y me dijo:

  • Hoy estás con hambre no? Pues tranquila que te vas a hinchar, no tengas prisa.

Me escupió en la boca y me volvió a clavar la polla hasta la garganta y me dio una ligera pero chulesca torta que indicaba quien mandaba ahí. Tras dos o tres minutos comiéndome su descomunal polla, la sacó y acercándose a mi oído me dijo:

  • Tenías hambre has dicho, no? Porque hoy te toca doble. - y dicho esto levantó la mirada hacia la puerta de la habitación que estaba a mi espalda. En la puerta había un tío de nuestra edad, pero de 1,90. Con cuerpazo, guapo y un bulto en el pantalón que dejaba intuir una buena polla. Esté es Jose Ángel y hoy vamos a ser tus ángeles. Le he invitado porque sé como te gustan las pollas y él tiene una que te va a encantar.
  • Hola. - dijo el desconocido aun desde la puerta y con una sonrisa de chulo que no podía con ella.

Estaba bastante bueno y era bien guapo. Yo me quedé mudo; miré a Ángel mirándome desde arriba me dijo:

  • Qué esperas? Sigue comiéndomela zorra.

Y me volvió a meter su polla en la boca hasta la arcada, pero esta vez no la sacó. Me cogió por la nuca con las dos manos y me aguantó ahí con fuerza unos segundos; me la volvió a sacar, me escupió y me la volvió a meter en la boca después de darme otra pequeña torta. Yo, cachondo como una perra, asumí mi rol y me dejé llevar. Acto seguido escuché como mi otro ángel se acercaba, se quitaba las zapatillas y se subía a la cama. Su mano fue directa a darme una palmada en mi agujero:

  • Joder tío, vaya ojete tiene. Te lo vamos a destrozar, que ya me ha dicho Ángel que te va que te follen fuerte.
  • Mira, ven para que te la coma, vas a ver cómo le gusta.

Era como si yo fuese un mueble al que utilizaban para su disfrute, pero realmente me daba igual porque estaba cachondísimo. José Angel se puso delante mío y me puso su glande en la boca para que se lo chupase. Tenía la polla un poco menos larga pero también muy ancha. Mientras Ángel se puso detrás y jugó con su polla en mi agujero. No la llegaba a meter pero presionaba lo justo para que mi culo se dilatase mostrando lo hambriento que estaba.

  • Joder como está. Le pones la mano cerca del ojete y como no te des cuenta te la muerde.
  • Jajajaja pues dale, que gima un poco. A ver si lo hace tal y como me dijiste.

Y acto seguido, Ángel, tomándose el comentario de J.A. como una provocación me clavó la polla sin ninguna contemplación. Yo me eché para adelante dando un grito ahogado por la polla que tenía en la boca. Se me cayeron dos lagrimones y Ángel me la sacó igual de rápido que la metió.

  • Te parece que gime lo suficiente?
  • Jajajaja a ver, eso más que un gemido ha sido un grito...
  • Pues espera a que se la meta un poco más y vas a ver si gime.

Efectivamente, Ángel se agachó, escupió en mi culo, me dio un azote y me volvió a meter su polla que ahora entraba sin dolor haciendo que me derritiera. Mis piernas y mis brazos cedían poco a poco, dejando mi culo más expuesto para que Ángel me la terminase de meter; y así hizo. Dio otro golpe y sus huevos chocaron con violencia contra los míos. Yo dí el gemido tan esperado que les hizo ponerse aun más cachondos.

  • Buah chaval. Vaya pedazo de guarra que está hecha. - comentó J.A. mientras me daba una torta y me ensartaba su polla hasta la garganta.
  • Te lo dije o no? Vas a ver como nos lo pasamos contigo zorrita.

Y comenzó un bombeo que me trasportó al séptimo cielo. Mientras uno me follaba el culo cambiando de ritmo hasta volverme loco, el otro me sujetaba la cabeza para follarme la boca. Yo no paraba de gemir, de cabalgar en la polla de Ángel y de comer aquella polla de un dios griego que tenía en la boca. En cuanto podía aprovechaba para tocar los abdominales y el culazo de J.A.

  • Joder, como disfruta. Vamos a cambiar. Déjame que le pete ahora yo.
  • Venga, que así le doy yo el postre como a él le gusta.
  • Buah, traga?
  • Pfff no lo sabes bien.
  • Uf..., a esta zorra hoy no nos la acabamos.

Y J.A., poniéndose detrás mío, metió su polla de un solo golpe haciendo que se erizase toda mi espalda. Sus dos manazas abrieron mi culo y comenzó a follarme como una bestia mientras yo le comía con gusto el glande a Ángel, que me miraba con satisfacción desde arriba. J.A. se recostó sobre espalda mientras yo seguía a cuatro patas y rodeando mi cuello con su brazo se acercó a mi oreja a susurrarme:

  • Te gusta que te follen así, verdad? Como a una buena zorra. Ábreme el culito zorra, que te voy a preñar hasta que revientes.
  • Joder si... fóllame. - era lo único que acertaba a contestar.
  • Tranquila, que si te quedas con hambre te puedo venir a dar la recena.

Y dicho esto, se reincorporó y comenzó a follarme tan fuerte que sus huevos chocaban contra los mío y su polla presionaba mi próstata con tanta fuerza y velocidad que hizo que me corriese sin tocarme. En ese momento, al notar que me corría y que mi culo apretaba con fuerza J.A. se corrió dentro de mí dejando mi interior lleno de leche. Notaba como me regaba por dentro y su cuerpo, aun con ciertos espasmos, se recostó de nuevo en mi espalda. Ángel en ese momento me metió su polla hasta la garganta volviendo a sujetarme la nuca y se corrió. Noté como su lefa chorreaba por mi garganta mientras los últimos trallazos me caían en la lengua, dejándome saborear lo rica que estaba su leche. Que puta maravilla.

  • Buaaah chaval. Vaya ojete tienes. - dijo J.A. con la respiración aun entrecortada.
  • Jajajaja te dije que no te iba decepcionar. Que a esta putita le encanta que la monten.
  • Y tanto....
  • Bueno, que estoy aquí, eh!? - dije yo intentando recuperar mi espacio en la conversación.
  • Jajajajaja, si, si. Si nos hemos enterado.

Los dos se rieron y J.A. saliendo de mi culo se quedó tirado en la cama. Yo hice lo mismo y Ángel se tumbó también al otro lado. Hubo unos momentos de silencio mientras los 3 recuperábamos la respiración.

  • Bueno, qué? Vamos a la cocina y nos tomamos algo?
  • Si te has quedado con hambre, en breve te podemos dar algo más... jajajajaja.