Usando a Diana

Diana desea ser usada por una mujer y que a su vez la ponga al alcance de hombres o mujeres para que se satisfagan con su cuerpo.

USANDO A DIANA

Diana era una mujer que había recién superado la treintena y en el terreno sexual tenía sus fantasías y una cierta liberalidad. Ese día había quedado con una mujer e iba a ser su Ama y la iba a usar como un objeto para su propio placer u ordenarle follar con quien ella considerase oportuno. Diana había aceptado esas condiciones. La mujer la había citado en un sex-shop, tenía que dirigirse a la estantería en la que estaban las películas de contenido lésbico.

Allí fue y se puso a curiosear por las películas y comenzó a mojarse entera, la muy zorra de manera disimulada se empezó a tocar por encima de la ropa cuando sonó su móvil:

Zorra, que haces tocándote, yo no te he dado permiso, vete a la cabina numero dos y llama a la puerta---- la ordenó una voz femenina y colgó el teléfono.

Diana muy obediente fue a la cabina y llamó con los nudillos, la abrieron y allí estaba su Ama, era como la había visto en fotografía, la hizo entrar, la ordenó desvestirse y dejar la ropa en el suelo completamente doblada. Diana se quitó toda la ropa cumpliendo los deseos de su Dómina, era una muchacha con el pelo rizado en una gran melena leonada, ojos castaños, labios definidos y sensuales sin llegar a ser muy carnosos, pechos firmes y generosos sin llegar a ser grandes, pezones color café claro de aureola más bien grande, culo de tamaño justo y bastante firme y un pubis donde solo quedaba una fina tira de vello púbico de color negro.

La Ama también se había desnudado sentado en una especie de butaca sin brazos y había echado todo el cuerpo para atrás mientras Diana que se había arrodillado a sus pies era cogida del pelo y atraída a su coño para que se lo comiera. Diana sacó la lengua y primero pasó la lengua por el perineo lentamente para luego recorrer todos los labios vaginales de Ana que así se llamaba la Ama. Fue aumentando la velocidad como se lo decía la mujer hasta que la Dómina explotaba en un gran orgasmo.

Diana se retiró y se quedó esperando de pies, Ana la puso de cara a la pared y la hizo abrir las piernas, con Diana con las piernas abiertas, sacó de su bolso una caja y la abrió, la dijo que la había comprado un regalo y sin que Diana pudiera protestar se lo metió de un golpe en el coño. Diana emitió un ligero quejido pero la polla de látex que la habían ensartado la sacaba continuos gemidos de placer cuando Ana la puso en marcha. Diana no pudo contenerse y con el permiso de la mujer se corrió emitiendo una gran alarido.

Salieron del sex-shop y cogieron un tren para ir a la casa de la Ama. Se sentaron al fondo en el último vagón, no había nadie salvo un joven con una carpeta y Ana de manera intencionada la hizo sentarse al lado del chico poniéndose ella enfrente. Le preguntó al chico el nombre y si iba a estudiar. Juan que así se llamaba iba a la universidad, Diana ante un gesto de la Ama que ya estaba pactado de antemano comenzó a acariciar el muslo del muchacho. La polla comenzó a despertar y a ganar enteros. Javi no la quitaba ojo y en vez de protestar entrecerraba los ojos gimiendo suavemente, Diana que vió que el chaval se entregaba a sus masajes se subió el top y le acercó sus pechos a la boca para que se los comiera.

Javi que para ese momento ya estaba alucinando, porque no solo la zorra que tenía al lado le masajeaba la polla y le daba a comer sus tetas sino que la que tenía delante se había subido la minifalda y se masturbaba. Javi cogió los pechos de Diana, los fue acariciando hasta que notaba como los pezones subían de tamaño y se endurecían para luego pasar la lengua por ellos y mordisquearlos mientras con la mano acariciaba su coño por encima del pantalón de algodón que Ana la bajó para que el chico pudiera masturbarla a gusto, Javi se aplicaba a la tarea de los pechos de manera insaciable mientras con dos dedos la follaba el coño. Ana entretanto se masturbaba como una loca.

Diana de repente se convulsionó en un orgasmo que la dejo medio desmayada y relajada en el asiento, se rehizo y se vistió pero le dijo al chaval que eso no era todo, que le iba a recompensar por haberle hecho gozar, le bajó los pantalones para trabajar a gusto, con la mano cogió los huevos del chico y se fue introduciendo cada uno en la boca como si fueran dos trufas de chocolate, después en el hueco que quedan entre los dos cojones y el nacimiento del pene puso la lengua y fue recorriéndola hasta la punta donde con los dedos la descapulló. La lengua la situó en el prepucio y jugó un rato con él lentamente para succionar un poco el agujerito de la uretra. Entonces se colocó la verga en la boca sosteniéndola con los labios y como si su boca fuera una vagina se fue metiendola en la boca hasta llenarse la boca de polla, se comportaba como una zorra, era usada por Ana pero al fin y al cabo para eso había contactado con ella.

Diana comenzó a comerle la polla al chico de manera suave pero constante, el chico gemía entretanto mientras Ana la había abierto las piernas a ella y estaba acariciándola el ano y poniéndole algo de lubricante, con el dedo se lo acariciaba en círculos hasta que el dedo índice lograba traspasar ese limite y entraba en su intimidad para follarla con él, le fue metiendo más dedos hasta que tuvo tres de ellos dentro de ella, entonces comenzó a follarla con ellos.

Ana cogió el consolador y se lo fue metiendo en el ano mientras la decía lo zorra que era y como la iba a usar como un juguete sexual lo que hacía que Diana se calentase todavía más y fuera mas guarra. La polla del chico había adquirido unas proporciones bastante grandes sobre los veinte centímetros y además era gruesa. Paró de comérsela para que no se corriera.

Diana se colocó a cuatro patas delante de donde estaba sentada su Ama y acariciaba los pechos de la mujer, Javi interpretó el gesto y situándose de rodillas detrás de ella la empaló de un solo viaje follandola a continuación con suavidad primero, la cogía del pelo y la atraía hacia él, contagiado por la excitación del momento y los insultos de Ana a la zorra de Diana la decía:

Toma perra, te voy a joder hasta que quedes rendida, no eres más que una guarra y te gusta que te metan pollas y comer coños, toma, toma polla.

Diana esto hacía que se calentase tanto que estalló en un orgasmo y jadeando pedía más, que la follase más fuerte, que la cogiera de los pechos mientras se la follaba, él lo hizo, la apretaba y la magreaba las tetas, la follaba por el coño cada vez más fuerte mientras Diana no paraba de tener orgasmos, los fluidos de su coño resbalaban por sus muslos y dentro de ella se tocaban las pollas del muchacho y la de látex que tenía clavada en el culo.

Ana tuvo también su orgasmo por los sabios movimientos de lengua de la zorra en su conejito y avisándola de que se estaba meando y de que no la daba tiempo de ir al baño la hizo abrir la boca y la orinó dentro. Diana estaba tan cachonda que en el siguiente orgasmo le apretó tanto la polla con sus músculos vaginales que el muchacho se excitó tanto que la desmontó y eyaculó sobre la espalda de la zorra de Diana.

Cuando Ana miró y Diana se levantó después que Javi la hubiera limpiado los restos de semen vieron al revisor que tenía la polla en la mano acariciándosela pero esto ya será tema de otro relato......

Este relato es imaginario pero la protagonista existe con esa misma descripción que he dado, además va dedicado a Diana la cual me hace pasar estupendos ratos en el msn de gran ambiente sexual aparte de ser una mujer extraordinariamente encantadora.

Si queréis podéis escribirme sobre todo mujeres a:

Picante100@hotmail.com