Usando a diana (2)

Sigueron usando a Diana.

USANDO A DIANA(I)

Diana esta vez no necesitó ninguna orden y le enseñó el billete al revisor desde su asiento completamente desnuda, él se acercó y ella de manera muy provocativa le empieza a soltar el cinturón del pantalón mientras le mira a los ojos con cara de zorra, de estar extremadamente caliente y querer todavía gozar. Le suelta también el botón y le comienza a bajar los pantalones hasta quitárselos del todo.

Le cogió la polla entre sus manos y masturbándosela ligeramente le comía los huevos, se los metía muy suavemente en la boca mientras con la otra mano acariciaba suavemente el perineo y con el dedo índice le masajeaba la entrada del ano estimulando el esfínter hasta penetrarlo un pequeño trozo y estimular su próstata lo que hacía que él gimiese y se excitase al máximo. Por otra parte, Ana que se había desnudado se había arrodillado delante del estudiante y le comía la polla como una verdadera profesional, dándole alternativamente lametones en el tronco de la verga y en el escroto para por fin metersela del todo en la boca y hacerle una autentica mamada. El joven pene se puso tieso como una barra de hierro.

Ana se puso de pies y sentándose de espaldas al muchacho se fue ensartando con el miembro hasta clavársele del todo. Comenzó a botar encima de ella mientras Javi la masajeaba las tetas al igual que la mano de Diana que estaba sentada enfrente de ella. El revisor ya no salía de su asombro y su polla estaba por reventar por lo que la levantó a Diana y la hizo ponerse a cuatro patas y clavársela, la cara de la zorrita de Diana estaba cerca del coño de su Ama.

Con la lengua recorría la polla del chico que estaba follandose a Ana y luego lamía suavemente el clítoris, entonces su Ama se ponía cada vez más cachonda y no paraba de gritar diciendo:

Tu chaval follame más fuerte, así, damela toda y tu Diana sigue comiéndome el coño, que bien lo haces cacho perra.

El revisor mientras follaba a Diana con su mano recogía los fluidos en la mano y luego lo echaba en el ano, acariciando su agujerito para luego meterle un dedo y follarle el culo con el, después le introducía dos dedos y por fin tres dedos, La descabalgaba para luego apoyar su glande en la estrella trasera y comenzar a empujar lentamente, el culo de la perra se iba adecuando a la tranca del hombre, se lo metía y se lo sacaba a pequeños empujones.

Cuando la mitad de la polla ya entraba y salía sin dificultad la penetró de un solo golpe hasta penetrarla entera y comenzar a follarla y a usar su culo para satisfacerse. La Ama que cabalgaba al chaval se había levantado y sin decir nada se había sentado con el culo abriéndose las nalgas sobre la polla de Javi y por la gravedad se iba clavando sobre la misma como si de un puñal se tratase.

Ya estaba ensartada y Diana entonces ante la falta de obstáculos la lamía el coño en toda su extensión como si una perra se tratase y los jugos de la almeja de Ana caían sobre la lengua de Diana que los tragaba como si de un néctar se tratase, el revisor no paraba de follarse el culo de Diana que cada vez se iba abriendo más hasta que el hombre después del orgasmo de la chica que abrazó su verga la sacó y se corrió sobre su lomo tras masturbarse ligeramente con sus nalgas.

La Ama también se corrió y se levantó, se arrodilló y le comió la verga al chaval hasta que él eyaculó sobre su cara. Se limpiaron como pudieron , se vistieron y como si no hubiera pasado nada, llegaron a la estación, el revisor las pidió el teléfono. También cogieron el teléfono del muchacho.

Estoy en celo perra, ven conmigo--- la ordenó a Diana.

La condujo por una pequeña callejuela que discurría detrás de la estación hasta un pequeño descampado oculto tras unas casas abandonadas. Estaban de pies y comenzaron a besarse esta vez de manera muy delicada, las manos de Ana recorrían el cuerpo de Diana por encima de la ropa como si de una guitarra se tratase, las manos las fue introduciendo dentro de su pantalón suavemente y se lo fue quitando.

Su boca fue bajando por el cuello de la zorra, la daba pequeños mordiscos en la zona mientras con la mano la acariciaba el coño notando la humedad a través de la tela. Entonces retiraba su cara y mirándola a los ojos la acariciaba con el dorso de la mano las mejillas. Luego la besaba todavía con más pasión, Diana la había quitado ya los pantalones y la ropa intima. Se tumbaron en el suelo, Diana debajo tumbada boca arriba, Ana fue besándola con suaves y cortos besos por toda la cara, frente, ojos, labios, mejillas, barbilla.

Fue deslizándose por el cuello deteniéndose en el lateral del mismo con un pequeño mordisco que se transformó en un pequeño chupón. Con las manos la acariciaba los pechos y le rozaba los pezones haciendo que estos se endurecieran y que los botones de los mismos surgieran como naciendo desde la aureola para quedar como un pequeño montículo duro como el granito, el beso bajaba por el escote hasta los pezones.

Los succionaba ligeramente mientras la mano derecha seguía en los pechos ayudándose para comerlos y la izquierda bajaba hasta el conejito que ya rezumaba humedad y estaba cada vez más mojada. Conforme iba bajando por el ombligo iba poniendo su coño a la altura de la boca de Diana para así conformar un perfecto 69. Diana lamía entre la piel y los labios mayores, uno de los dedos recorrían el espacio entre los dos labios mayores excitando así los labios menores y endureciendo el clítoris.

Dirigió los labios la zorra al clítoris y lo atrapó con ellos jugando, haciéndolo bailar entre ellos. Cogiendo dos dedos los metió follando a su Ama con ellos de manera suave primero y luego más fuerte y enérgico y mientras con el dedo pulgar rozar el clítoris y apretarlo en cada embestida, con la otra mano hacia círculos en el ano, rozándolo y dedicándole suaves masajes que contrastaban con la energía con la que le follaba el coño.

Era todo como un espejo porque cuando Diana la follaba con dos dedos Ana hacía lo mismo pero con tres dedos, la zorra estaba tan cachonda y mojada que no paraba de decir:

Ana, úsame, quiero que me uses y que me use quien usted desee.

Acabó de decir las palabras y la Dómina la metió toda la mano que la cerró dentro cerrando el puño y follandola con el, por lo mojada que estaba Diana ni la dolió, más bien al contrario la puso tan cachonda que se corrió enseguida e hizo que acelerase el dedo que la hacía a Ana y la velocidad de penetración en su culo hasta que Ana se corrió.

Se quedaron las dos entrelazadas en el suelo besándose, miraron el reloj, se acercaba la hora de comer y no habían preparado la comida, se dirigieron a casa de Ana para por el camino comprar el pan. Al pasar por una obra un grupo de albañiles las silbó y piropeó con piropos de alto contenido sexual..................

Continuará..............

Este relato es imaginario pero la protagonista existe con esa misma descripción que he dado, además va dedicado a Diana la cual me hace pasar estupendos ratos en el msn de gran ambiente sexual aparte de ser una mujer extraordinariamente encantadora.

Si queréis podéis escribirme sobre todo mujeres a:

Picante100@hotmail.com