Usada por Nicolas un vejete de 59 años
Esa fuerte nalgada me asusto y me dejo sin habla...
Hola me llamo Abigail tengo 23 años y quiero narrarles esta experiencia que para mi fue intensa muy intensa, espero la disfruten todos y todas.
Vivo en México Distrito Federal, físicamente soy de piel morena clara mido 1.63, de pelo ondulado, mis senos me gustan porque los considero perfectos a mi complexión, si se pueden catalogar serian una placentera talla mas de el termino medio , es decir: un poco grandes. Puede parecer orgullo vanidoso pero considero que tengo un delicioso cuerpo, la verdad algunas estrías me dan lata en mis pechos y en mis caderas pero de ahí en fuera estoy satisfecha y contenta con mis pompis coquetas y levantadas.
Después de terminar mis estudios a nivel licenciatura me ofrecieron un trabajo en una agencia de seguros. entre con muchos nervios porque era mi primer trabajo serio < todo trabajo es serio lo se pero me refiero a un trabajo formal de oficina > Mi jefa me exigía y hablaba fuerte < creo yo para que mi carácter se fortaleciera > hice amistades desde compañeros jóvenes < no de mi edad porque yo era la menor en la nomina 23 años > hasta el mayor de 59 años.
Cierto día la pase casualmente conviviendo con Nicolás: pelo chino canoso, semi-calvo, de complexión delgada y piel blanca < el mas viejo de todos, se escucha mal decir eso pero es la verdad > manos delgadas y suaves muy suaves. Me invito a comer aquel día y yo acepte cordialmente , pensé que seria a la fonda que estaba a una cuadra pero para mi sorpresa fuimos a un restaurante fino llamado Ordóñez, me sorprendió realmente incluso me sentí apenada cosa que le hice saber y a lo que obvio no dio importancia. Platicamos cómodamente de nuestras vidas y supo que yo vivía con mi madre y dos hermanos, que mi padre nos había abandonado y yo supe que era padre de 2 hijos ya casados que no muy a menudo se visitaban, vivía solo a pocos minutos de donde trabajábamos < chapultepec > su esposa lamentablemente había fallecido varios años atrás, era muy educado con mirada fija y hablaba fluido, le encantaban los vinos , las carnes y el tabaco incluso lo conocían en el restaurante, así pasamos aquella tarde lluviosa disfrutando de una deliciosa y muy suave carne acompañada de un vino amargo que le daba un toque placentero a la boca, al la platica y a la elegante atmósfera de el lugar .
Pasaron unos 2 meses 3 máximo y seguíamos saliendo, no diario en ocasiones a otros restaurantes con especialidad en carnes y en vino , me explicaba que tomo incluso cursos sobre vino, tabaco y carnes. También me ofreció cocinarme personalmente un corte para darle mi opinión, no acepte en un principio porque aun no le tenia toda la confianza ya que esto implicaba el ir a su casa a probar su carne < ¬¬ >.
Esa tarde salimos nuevamente en su carro, yo me estaba acostumbrando y algo en el fondo de mi pensamiento comenzaba a sentir un leve placer mezclado con incertidumbre al salir con Nicolás un señor de 59 años < casi podría ser mi abuelo > escenas sexuales asaltaban mi mente ocasionando espasmos en mi abdomen así como en mi respiración descontrolándola en silencio. Detuvo el carro en un portón grande color café oscuro, era una calle empedrada < yo imaginaba que era un camino corto para llegar a la avenida y así al restaurante > y comenzaba a llover.
-Hoy si Abigail ! tienes que probar la carne y vas a conocer mis vinos, no me puedes decir que no ! ya estamos en mi casa - tu casa.
...fue un momento muy incomodo, casi me sentía comprometida, cómplice, trepadora y muchas cosas pasaron por mi mente...
-Pues ... muchas gracias si, este... vamos a probar tu carne Nicolás.
Se bajo de el auto a abrir el portón y nos bajamos en la cochera, saco un paraguas de la cajuela porque aun teníamos que atravesar un bonito y verde jardín antes de llegar a su casa. Era la primera ves era la primera ves que estaba en la casa de un hombre mucho mayor y a solas, estaba muy incomoda, muy nerviosa y no hablaba solo sonreía. Yo traía un pantalón fino color gris entallado a la altura de mis caderas, unas zapatillas de tacón no muy altas negras, blusa blanca sin cuello de algodón sin escote pero ajustada, una chamarra terciopelo también negra, arracadas plata y un maquillaje discreto así como mi aroma a durazno.
Era una casa bonita de dos caídas fachada blanca y con un balcón en el segundo nivel, Nicolás buscaba sus llaves para entrar mientras yo secaba con papel mis pies que el pasto había alcanzado a mojar. Al cruzar la puerta pude ver lo linda que era su casa, una sala al costado derecho color blanco alfombrada y chimenea , seguida de un elegante comedor madera-vidrio junto a una pequeña cantina bien llena de vinos para terminar en el fondo con una cocina integral de acabados no menos que elegantes todo en combinación con un piso de oscura madera. Mientras yo observaba cada detalle de cuadros, lámparas, ventanales, etc. sentí una fuerte nalgada que causo un gran ruido en la casa haciendo que yo saltara del susto, no sabia que era lo que paso pensé que Nicolás había caído y cuando voltee lo vi tranquilamente quitándose su gabardina para colgarla en un perchero
-Tranquila hija no pasa nada ya estamos aquí no te preocupes < una sonrisa burlona llena de confianza brotaba de su rostro > ponte cómoda allí esta la sala voy por algo de tomar < se alejaba a la cocina > que quieres ? agua, refresco, cerveza con estas lluvias ? jaja
Yo estaba totalmente incrédula y confundida ante la acción de Nicolás incluso dude que hubiera sido una nalgada eso, no le conteste y mientras me sentaba en la cómoda sala sentía el leve dolor en mi nalga izquierda y en mis oídos solo estaba el sonido que causo esa tremenda mano en el pantalón, los espasmos a mis pulmones volvieron y mi vientre delataba esa respiración fuera de control, cada ves era mas notoria la sensación que dejo su mano en mi y el sonido que no desaparecía se volvía mas nítido, me quite la chamarra y la deje en el sillón. Vi que Nicolás venia y me sentí realmente asustada por no saber ni que decir, no sabia ni que pensar, no sabia ni hablar, lo mire como esperando a que el dijera algo y sonreí de puros nervios. Me tomo de la mano y me levanto
-No necesitas hablar Abigail yo se perfectamente lo que esta pasando por tu cabeza.....solo disfruta de esos nervios !
Me llevo de la mano hacia el comedor, puso su mano izquierda justo bajo mi ombligo y con su mano derecha en mi cabeza me doblo para quedar con el pecho en la mesa de el comedor, yo titubeaba en el momento que me doblaba pero el tuvo mas determinación que mis titubeos
-No hables corazón !
Mi respiración fue ya muy evidente llenando la mesa de vidrio con esa humedad que la torna blanca y desaparece en segundos, escuchaba el cinturón de Nicolás, el cierre bajar y el pantalón caer al suelo, su respiración se volvió salvaje y gire mi cabeza para mirarlo
-SSShhh...no hables vida !
Otra fuerte nalgada sonó en toda la casa y yo debí humedecerme al escuchar ese sonido, sus manos comenzaron a jalar con mucha fuerza el pantalón una y otra ves, trate de levantarme pero su mano hizo presión en mi cuello y espalda, volvió a jalar mas fuerte y sentí como esos tirones bajaban un poco mi pantalón tiro mas fuerte y el pantalón bajo junto con mi calzón hasta el suelo, debí ser un espectáculo con esa tibieza y mis nalgas desnudas con unas leves estrías en la cadera, me dio otra nalgada mas fuerte que prácticamente dejo un eco en mi cabeza. Sus manos se paraban mis bonitos glúteos y una intensa vergüenza se apoderaba de mi ser y con su pene golpeaba los labios de mi vagina, mis brazos estaba extendidos sobre la mesa y el pantalón no dejaba separar mis piernas era incomoda para mi esa posición pero Nicolás era el que mandaba la situación, puso la cabeza de su pene entre mis labios y empujo pero resbalo, inmediatamente lo intento de nuevo pero tampoco lo logro
-No....no...< dije llena de nervios >
-No hables amor solo siénteme < tapo mi boca con su mano e introdujo una parte de su pene en mi >
Hice un gesto de dolor y pánico pero empujo con fuerza y su pene resbalo totalmente dentro < fue ese momento en que yo perdí y el gano >
-Ufff..Abigail eres una princesa... cabroncita....lo estas haciendo muy bien
Me penetraba con fuerza una y otra ves, estrujando mucho mis nalgas cosa que me cortaba la respiración al sentir su pene salir lentamente para entrar con una brusca fuerza, yo solo me quejaba tratando de no hacer ruido pero aun estaba muy tensa así que comencé a aceptar la situación pues pensé que ya no tenia mas que perder, Nicolás con sus años de experiencia había ganado la batalla y ya me tenia en pleno coito, fue tan sutil que yo no advertí el momento en que atacaría pues pensé que seria una proposición con palabras antes que con actos y ahora estaba allí entregada moviéndome al ritmo en que me cogia, sola en su casa en medio de una tarde lluviosa mirando una sala y una chimenea desconocida para mi, en medio de un silencio interrumpido por el esfuerzo de Nicolás y mis lamentos ahogados en una reparación animal. Recline la cabeza sobre la mesa y cerré los ojos designándome y entregándome a el senil Nicolás. Tomo mis manos en una de sus manos y con la otro recogió mi pelo para jalarme y sumarle fuerza a la manera de cojerme
-Te gusta niña ? ........mi fuerza te gusta amor ?
-....Niicolaaaasss.......si me gusta
Me soltó y metió sus manos bajo la blusa para desabrocharme el sostén el cual me hizo quitarme pero sin quitarme la playera blanca < saco los tirantes entre las mangas y lo saco por debajo de la playera > no paraba de penetrarme con fuerza y metió el sostén a mi boca levantándome de el cuello a la ves y metiéndolo lo mas que podía, ya no podía jalar aire por la boca y su mano apretaba mi cuello dificultando la respiración tan agitada que tenia, sentía su pene entrar y su otra mano suave contrastaba con la manera tosca de presionar en la protuberancia de mi clítoris inflamado y sensible. Sentía que me ahogaba pero el placer que me estaba regalando Nicolás jamás lo había experimentado, se separo de mi y saco el sostén de mi boca fue un alivio pues necesitaba respirar por la boca y me recargue muy cansada en la mesa poniendo en orden mi respiración y mi circulación sanguínea, viendo en el reflejo de el ventanal que estaba frente a mi < pues había oscurecido mientras Nicolás me cojia > la manera en que mis pezones se notaban en la playera.
Nicolás se quitaba el pantalón que estaba entre sus pies, los zapatos, calcetines y quedaba solo en una corta playera de tirantes, se acerco y de puso en cuclillas para quitarme el pantalón que estaba enredado con mi tanga en mis tobillos, al quitarlo lo aventó muy lejos y mi celular callo fuera, me quito los zapatos de tacón y los pateo también lejos. Se levanto y me abrazo, pude sentir su pene caliente picar mis piernas bajo mis nalgas y sus manos meterse bajo la playera y así pellizcar mis pezones acelerando de nuevo la respiración, me recargue en su hombro y levante mis manos para acariciar su cabeza, sus pellizcos me encantaban, me estrujaba completamente los senos y levanto la playera. Me lastimaba lo que me hacia pero era un dolor soportable y demasiado placentero, me llenaba de morbo ver mis negros pezones en el ventanal y ver como me estrujaba
-mmmmmmgggggggggggg....... ! < bajo una mano lentamente a mi vagina >
Se me doblaban las rodillas con su manera de dedear mi clítoris, metió dos dedos sin titubear y mordía mis hombros delgados, me quería chorrear en ese instante, nunca imagine que Nicolás fuera un experto en el sexo, veía su mano entre mis senos, sentía y escuchaba su fuerte respiración calida recorriendo por mi oreja bajando por mi cuello y sentía sus dedos dentro de mi vagina haciéndolo muy fuerte. Al sacarlos los subió empapados, realmente mojados muy mojados
-Abre la boca...
Abrí como dijo y los metió, sentí mi propio sabor en sus dedos, cerré los ojos y los saco lentamente, de un trago me pase totalmente mis jugos < los había probado por mi misma pero no es nada parecido a lo que es probarlos en los dedos de un hombre >
-Te gusta a que sabes Abigail ? < le di un si con la cabeza > Quieres mas ?
-Si Nicolás, nunca me habían hecho esto .........
Nicolás volvía a meterme los dedos y así llevarlos mojados a mi boca, yo
estaba probándome a mi misma y Nicolás lo hacia Uff..... el morbo me mareaba !
Después de unos minitos me subió a la mesa
-Mírame a los ojos hija.....te gusta ? < hablaba entre esfuerzos >
-Si........< le respondí nuevamente solo moviendo la cabeza, mis ojos estaban medio cerrados pero no dejaban de verlo y mis manos jugaban nerviosas con mi playera a la altura de mi ombligo >
-Levántate la playera......
Ufff...al levantarla sentí un mareo que me hacia cerrar los ojos y escuchar mi propia manera de respirar, Nicolás gimo al ver mis senos desnudos nuevamente, yo sentía como se me movían arriba y abajo, gire mi cabeza para recostarla en la mesa y cerré lentamente los ojos, todo en mi se movía con un ritmo perfectamente grotesco que irónicamente me llenaba de tranquilidad, me sentía suya. Su mano apretó fuerte mis senos moviéndolos de un lado a otro presionándome duro los pezones, presionando con fuerza también en mi panza, un descontrol total para mi respiración que me hizo gemir por necesidad
-mmmmmmmgggggggggggg.................ooohhhhhhhhh
-Niña..............
-mmmmgggghhhhhhh........< yo gemía con dificultad como liberándome de una presión incontrolable >.....oohhhhh......
Metió el dedo gordo de mi pie a su boca y lo comenzó a chupar mientras su mano me rasguñaba todo pellizcándome las nalgas y yo no quería abrir los ojos, me sentía a gusto así entregándome pero con los ojos cerrados, gimiendo pero con los ojos cerrados como alejándome así de el pudor que me invadía, su lengua estaba en los dedos de mi pie y comenzó a morderlos
-mmmmmmmmmmmmhhhhhhhhh........< el dolor vuelto placer >
Abrí los ojos y su mano acariciaba mi ruborizado rostro, mis parpados semi caídos, mi boca abierta, mis mejillas rojas mientras yo recordaba a mi familia entre el vaivén y el aire sofocante e insuficiente, a mis primos y tíos sus rostros me miraban tal y como yo estaba: entregada sin mi total consentimiento, a base de engaño, a causa de mi inexperiencia, con un señor mayor, gimiendo, sin poner resistencia, con la lujuria jugando en mi rostro en fin me miraban entregándome en esa mesa, ese pensamiento de pudor me hacia cerrar los ojos y hundirme en el sutil placer que me llevaba al borde de un orgasmo pues sentía que el clítoris me reventaba y Nicolás no se detenía pero nunca hubiese querido yo que se detuviera. Me tomo de los tobillos y los separo con esos movimientos decididos que me hacían mojarme, las piernas se me cerraban instintivamente pero sin importarle las separo totalmente con fuerza, en ese instante la presión en mi clítoris creció y creció sin que yo pudiera controlarla, sentía que me iba a orinar pero no pude hacer nada, un orgasmo broto de mi rojo clítoris hacia todo mi cuerpo, senti mi cuerpo insuficiente, pequeño ante ese tremendo gozo, la vagina en descontroladas contracciones le agradecía a el pene de Nicolás, gire la cadera y pude juntar las piernas separándome de Nicolás, me tenia convulsionando en la mesa donde desayuna, nunca había sentido algo parecido, la satisfacción me regalo una caricia de pies a cabeza y la mano de Nicolás limpiaba el sudor de mi frente tranquilizándome
-Tranquila Abigail .... ya paso cielo ......mmmmmmm....
Volvió a penetrarme en la misma posición y ahora en mi estaba un gesto de satisfacción y gratitud, separe las piernas todo lo que podía en señal de entrega total
-Gracias amor....termina cuando quieras ! .....soy tuya y estoy aquí ....
No tardo en perder el control aferrándose y manoseándome todo, me jalo de el cuello y me dijo al oído al momento de llenar el condón de semen
-mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm Abigail pendeja !!!
Ese comentario me molesto en un principio pero trate de no darle importancia al fin de cuentas no existía entre Nicolás y yo algún compromiso, así que no le reclame nada.
Apenada pero no arrepentida recogí la ropa de el piso y me vestía mientras Nicolás se limpiaba en el baño, me serví un vaso con agua para la sed y me acompaño solo al portón < el ya estaba en pijama, un descaro > me presto su sombrilla y su gabardina , pactamos esto como un secreto cosa que en realidad a el no le afectaría en nada que se supiera pero me prometió el silencio, fue una grosería que me dejara ir sola y de noche pero en el fondo de mi algo estaba disfrutando el salir sola de su casa y caminar lento y cansada bajo una leve llovizna pensando en el verdadero objetivo que tenia el invitarme a comer en esos caros restaurantes, me sentí usada y una sonrisa llego a mi rostro.