Unos días de amor y romance

Luego de la pasión desatada con mi hijo Ger, vivimos unos días de amor y romance.

Luego de esa tarde de pasión con Ger, mi hijo, han pasado dos días, y no hemos hablado, ni nos recriminamos nada.

Hasta podríamos decir que nos sentimos más liberados de cargas y de culpas. Todo ocurrió tal vez provocado por mi ansiedad tanto tiempo reprimida, pero se me ocurre que el siempre había alentado el deseo de llegar a ese desenlace...

Debo recordar que estuvimos en la cama besándonos y gozando de nuestros sexos con las bocas y con todas las caricias imaginables, como dos amantes desesperados...

No me ha penetrado, y en estos momentos no siento premura ni ansiedad por llegar a ello, es como si ya tuviese una dosis grande de sublimación de mis deseos, y algo parecido le debe ocurrir a el.

Se muestra algo callado y pensativo, pero no deja de tratarme como a una noviecita, me ayuda en las cosas de la casa, es cortés y galante. Hemos vivido juntos y solos por mucho tiempo, luego del abandono de mi marido.

Hemos trabajado y ganado nuestro sustento merecidamente. La vida no nos regala nada, pero tampoco molestamos a nadie.

El duerme en su habitación, llena de materiales de computación, porque le encanta experimentar nuevos equipos con sus amigos, y sistemas de última generación que no comprendo mucho.

Yo duermo en mi cuarto, que es contiguo y nos guardamos tanta reserva que nunca hemos dormido juntos.

Por las noches, me levanto y lo observo dormir, y me quedo hasta tarde en la cama esperando que venga a saludarme. Me despierta con un :

-Hola Gati,

y me acaricia el pelo, entonces me levanto y nos vamos a la cocina a desayunar, preparo unos creps con dulce de leche que le encantan, tomamos café , y nos sentamos a conversar y mirarnos... a veces pongo mis piernas sobre su regazo y me las acaricia suavemente, y toca cada uno de los dedos de mis pies...eso me derrite, me da mucho placer, y a él también. Pocos hombres saben que las mujeres sentimos mucho placer en que nos estimulen los pies. Y Ger ya nació sabiéndolo.

Entonces terminamos la mañana con algunos masajitos en el cuello y en la espalda, besitos suaves en la mejilla y en la frente, muchas miradas y suspiros, y la promesa de continuar este dulce amor ...hasta cuando? ...Sólo el tiempo lo dirá.... no sólo de sexo se vive, el romance es lo que enternece el alma, eleva los sentimientos, y es una escalera al deseo y a la entrega.

He tratado de relatar en forma precisa y con detalle.Todo es real. Gracias por los comentarios recibidos. Saludo a todos afectuosamente. Denisse.