Unos días con mis primos (por Ana)

Mi nombre es Ana. Mi primo Jaime ha escrito un relato de lo que sucedió en el verano de 2016 desde su punto de vista. Me lo ha enviado y al leerlo me ha puesto muy cachonda recordando lo sucedido y viéndolo como lo vivió él, y me he animado a escribir mi experiencia para que el lo lea

Mi nombre es Ana. Mi primo Jaime ha escrito un relato de lo que sucedió en el verano de 2016 desde su punto de vista. Me lo ha enviado y al leerlo me ha puesto muy cachonda recordando lo sucedido y viéndolo como lo vivió él, y me he animado a escribir mi experiencia para que el lo lea y esperando que se ponga tan caliente como el ha conseguido ponerme a mi.

Para empezar y por si alguien lee este relato sin haber leído el de Jaime, haré una pequeña descripción de mi familia aprovechando lo que escribió él.

Mis abuelos tienen un restaurante en un pueblo de Burgos y viven allí en una gran casa con piscina. Tuvieron 3 hijos y una hija. El mayor era mi tío Carlos que tuvo 2 hijos, mi primo Fran que aquel verano había cumplido los 18 años, y mi primo Juan que era más pequeño que el. Ellos vivían en Madrid con mi tía Mónica. Después de mi tío Carlos el siguiente era mi tío Javier que vivía en Valladolid con mi tía María y con mi primo Jaime, el “culpable” de que escribamos estos relatos, unos mese mayor que Juan. Luego estaba mi padre, Pablo, que junto con mi madre Sara y yo vivíamos en Valencia. Por último estaba mi tía Nuria, la pequeña de los hermanos, que vivía en Toledo con mi tío Pedro y que es la madre de David, el pequeño de mis primos.

Normalmente todos veraneábamos en casa de mis abuelos, mi padre y mis tíos habían nacido allí y aunque todos se habían ido a otros lugares a vivir, allí tenían amigos y les gustaba ir al menos una semana en vacaciones, aunque como mis abuelos todavía trabajaban en el bar y para no darles mucho trabajo, nunca solían coincidir más de 2 hermanos juntos en verano. En invierno para las fiestas navideñas se hacía una excepción, mis abuelos cerraban el restaurante 15 días y si nos solíamos juntar toda la familia. Pero ese verano mis padres y mis tíos habían planeado un viaje todos juntos de poco más de una semana y para librarse de nosotros, hablaron con mis abuelos Carlos y Pili y les pidieron que nos cuidaran durante esos días. Ya no eramos unos niños pequeños y mis abuelos les dijeron que podrían quedarse con los 5 sin problema. Todos los primos nos llevábamos muy bien y Fran y yo podríamos cuidarlos y vigilarlos mientras mis abuelos trabajaban, así que no veían problema

El primer día que llegamos fue un jueves. Yo y mis padres llegamos a eso de las 8 y ya todos estaban allí, mis tíos y mis primos con mis abuelos en el jardín hablando y poniéndose al día de sus cosas. Yo llevaba puesto un pequeño pantalón de verano y una camiseta amplia por el calor que hacía esos días. David y Juan, mis 2 primos pequeños, rápido se lanzaron sobre mi a abrazarme y a contarme un montón de cosas. Los 2 eran muy cariñosos y yo también lo era con ellos, aunque Juan ya no era tan inocente como el pequeño David y notaba como su mano se pasaba casi todo el rato en mi culo. Mi primo Jaime estaba algo más retraído aunque también nos queríamos mucho y Fran, el mayor de todos, nos miraba como una carga para él, era el primo responsable. Yo a él lo veía con otros ojos, siempre me había gustado mucho, tenía casi 18 años pero aparentaba alguno más por el cuerpo que tenía. Hacía mucho deporte como casi todos en la familia y se le veía fuerte y bastante musculado para un chico de su edad. Yo en el último año había cambiado bastante, y ahora no solo miraba a mi primo como miraría a un chico guapísimo, sino que lo miraba y me excitaba pensando en como me follaría.

Antes de seguir contaré un poco de mi vida, sobre todo de mis experiencias durante el último año para que entendáis mejor mi punto de vista.

Había comenzado el curso en un equipo de voley y solíamos viajar a otras ciudades para jugar la liga. Con tanto viaje había empezado a salir con un chico del equipo masculino, Diego, un chico delgado y alto que me gustaba bastante. En los viajes pasábamos bastante tiempo juntos, nos habíamos empezado a enrollar y perdimos la virginidad juntos. No fue una experiencia increíble pero no estuvo del todo mal. Repetimos varias veces y me seguía gustando aunque sin llegar a disfrutar como lo hice más adelante. Se puede decir que eramos novios así que empecé a salir con él. Cuando andábamos por su barrio, un chico mayor, de unos 21 años que se llamaba Alberto, se fijo en mi y yo en él. No tardó mucho en abordarme con su moto y hablar conmigo y yo pronto dejé a Diego y empecé con él.

Era mucho más activo sexualmente que Diego y más dominante, siempre me decía lo que tenía que hacer y a mi me encantaba. La segunda vez que salí con él ya me ordenó chuparle la polla. Yo nunca lo había hecho así que el me enseño a hacerlo como le gustaba. Con los años me di cuenta que el debía ver bastante porno y aprovechó que yo era más joven, inexperta y bastante sumisa para hacer conmigo muchas de sus fantasías que sacaba de las películas que veía. Me hacía metérmela entera en la boca provocándome arcadas y luego se corría en mi boca o en mi cara. Yo veía lo satisfecho que quedaba y pensaba que eso era lo normal y me encantaba tener tan contento a un chico mayor. El ya tenía algunos amigos que vivían solos, así que les pedía que le dejaran el piso para estar conmigo. Alguna tarde de sábado que mis padres pensaban que la estaba pasando con mis amigas, en realidad me la pasaba follando con Alberto, o mejor dicho, siendo follada por él.

Me hice amiga de una chica nueva en el instituto, Marta, y le contaba todo lo que hacía con Alberto. A mis amigas de siempre me daba vergüenza decírselo, se podía decir que estaban en otro punto, mientras que Marta también era bastante activa sexualmente. Era de un pueblo cerca de Valencia y salía con un chico de allí aunque por lo que contaba no le hacía disfrutar tanto como mi novio hacía conmigo, y ella decía que me tenía mucha envidia, lo que me hacía sentirme muy orgullosa.

Alberto no me follaba como Diego, lo hacía con mucha más pasión, cada polvo que me echaba era como si me empotrara. Cuando llegó el mes de abril empezó a hacer días de calor y me regaló un bikini blanco para ir con el a la playa en su moto. El primer día que me lo puse vi que se había equivocado de talla porque me quedaba bastante apretado pero al verme en el espejo lo sexy que me hacía sentir, no le dije nada y me lo puse. Fuimos en su moto los 2 solos a una cala que por aquellos días no tenía gente. Cuando me quité el vestido y me vio con el bikini sin decir nada se lanzó directamente encima de mi y me follo en la arena como un loco. Aquella tarde me folló 3 veces, estaba fuera de si. Me dijo que no pensaba que ese bikini me quedara tan bien pero que estaba impresionante con el, que me dijera eso a mi me hacía muy feliz.

Al mes planeamos otra excursión a la playa y me regalo otro bikini diferente. Al probármelo no me lo podía creer, mis tetas que eran bastante grandes para mi edad estaban totalmente al aire, la parte superior solo tapaba mis pezones. La parte de abajo tipo tanga me marcaba mucho mis labios vaginales y por detrás era solamente un hilo. Al llegar a una nueva cala y quitarme el vestido a el se le iluminó la cara, me hizo ponerme de rodillas y comerle la verga sin usar las manos hasta que se corrió llenándome la boca. Cuando acabó, yo como siempre se la chupé hasta dejársela brillante, eso a mi me encantaba, me gustaba chuparle la polla y verle quedar satisfecho. A él no se le bajo pese a que le había dejado seco, se puso detrás de mi y bajándome el tanga me follo durante casi media hora. No se que me pasaba pero con Alberto dejaba que me hiciera cualquier cosa y cuando no estaba con él solo pensaba en sexo y en como me follaría cuando le viera, estaba casi todo el día excitada. Antes de acabar el curso el me dejó y empezó a salir con una chica de su barrio que tenía su misma edad. Me fastidió bastante, no porque estuviera enamorada ni nada parecido, sabía que no, pero me encantaba como me follaba y sabía que ahora me esperaba un largo periodo de abstinencia ya que me había dejado en plena época de exámenes y mis padres me dejaban salir mucho menos.

Mis padres trabajaban mucho los 2 fuera de casa así que como mis notas seguían siendo muy buenas, no percibieron mis cambios. Cuando fui al pueblo llevaba más de 2 meses sin follar y estaba que me subía por la paredes. Ahora que ya os he puesto en antecedentes de como había sido mi año, sigo con el relato de lo que sucedió en el pueblo de mis abuelos esos días.

Esa noche cenamos juntos y nos acostamos pronto, alguno estaba cansado del viaje y al día siguiente los mayores tenían que madrugar para irse de viaje y nos dijeron que nos durmiéramos y no hiciéramos mucho ruido (esto lo decían sobre todo dirigiéndose a los chicos mayores) En la casa de mis abuelos había 7 habitaciones, todas bastante amplias y con baño, una para ellos, otra para cada uno de sus hijos y otras 2 en las que nos repartimos los primos. Una de las que quedaba tenía 3 camas individuales y fue la que se quedaron mis primos mientras yo dormiría con mi primo pequeño David en la otra habitación que quedaba con cama grande.

Fuimos a la habitación y David entró al baño a ponerse el pijama, un pantaloncito corto y una camiseta. Cuando salió se tumbó en la cama y entré yo para ponerme el mío. Yo solía dormir con una camiseta muy larga, regalo de Diego, y un tanga por debajo y es lo que había llevado para esos días. Pensaba que con mi primo pequeño no había problema así que me lo puse y salí a la habitación. Mi primo había estado casi todo el rato sin parar de hablar y debía de estar agotado, porque cuando salí ya estaba dormido. Me acosté y al rato note como el me abrazaba haciendo la cuchareta y así nos quedamos dormidos. A media noche note como el paquete de mi primo me apretaba el culo, se notaba que por debajo del pantalón del pijama llevaba puestos los calzoncillos y tenía la pija muy apretada, pero aún así yo notaba su dureza en mis posaderas. Estaba que me subía por la paredes entre el tiempo que llevaba sin follar, el ver a mi primo Fran que me gustaba muchísimo y la pequeña pija de David apretando mis nalgas. No se como pero al final conseguí dormirme.

Por la mañana nos despertó mi abuela. Vi que David se levantaba de un saltó e iba corriendo al baño, se le notaba que todavía la tenía dura, debía de dolerle de tenerla toda la noche así. Cuando salió después de un rato, entré yo y me quité la camiseta para ponerme un vestido de verano.

David y yo fuimos a la cocina y nos sentamos a desayunar, mi abuela tenía la mesa llena de fruta, dulces, zumo y embutidos. Nuestros padres ya se habían marchado y mi abuelo ya había ido al restaurante, cosa que solía hacer siempre a las 9 de la mañana excepto los lunes que era el día que descansaban y cerraban, así que para el desayuno solo quedaba nuestra abuela. Los chicos llegaron después, los 3 con el bañador puerto. Fran estaba buenísimo con esa camiseta de tirantes que le permitía lucir sus brazos y sus hombros. Fue en ese momento cuando me propuse seducirle.

Nos pusimos morados desayunando con todo lo que nos había preparado y después de recoger todo mi abuela se vistió para ir a trabajar al restaurante. Tenían mucho dinero pero seguían trabajando sin descanso, el restaurante les iba muy bien pero ellos sentían la responsabilidad de tener que estar siempre al frente.

  • Bueno chicos - nos dijo antes de irse - Vuelvo sobre las 2 para traer la comida pero ahora en verano sabéis que el restaurante está a tope y tenemos mucho trabajo, así que Fran y Ana tenéis que ser un poco responsables de vuestros primos que para eso sois los mayores.

  • Tranquila abuela - le dijo Fran - Yo les vigilo y si se portan mal les doy una paliza.

  • Me fío de ti. Y vosotros canijos ser buenos y hacer caso de Fran y de Ana - le contestó mi abuela que se despidió de todos dándonos 2 besos.

Cuando nos quedamos solos fui a la habitación a cambiarme para salir a bañarme con ellos.

  • Voy a ponerme el bañador para ir a la piscina - les avisé, ellos 4 tenían los bañadores puestos.

  • Nosotros vamos por las toallas y te esperamos allí - dijo Fran - David, entra primero a coger tu toalla y sal con nosotros.

David entró corriendo delante de mi en la habitación, cogió su toalla y salió a toda prisa a la piscina con los otros. Estaba todo el día corriendo, no me extrañaba que luego cayera rendido en la cama. Abrí la maleta y vi los bikinis que me había regalado Alberto, estaba convencida de excitar a Fran pero estaban también mis otros primos pequeños, así que me resistí a ponerme el tanga y elegí el bikini blanco. Alberto había perdido los papeles cuando me vio con el puesto la primera vez, así que era probable que surtiera el mismo efecto en mi primo mayor sin resultar tan descarada como con el tanga. La verdad es que incluso me había sorprendido cuando lo vi en la maleta ¿tan necesitada estaba para haberlo llevado al pueblo?

Tenía otros bikinis menos atrevidos pero al final me puse el blanco, el otro lo escondí lo más abajo que pude en la maleta y salí al jardín, no creí que al final me lo fuera a poner esos días. Quería excitar a Fran y que me follara como lo hacía Alberto, estaba muy necesitada de sexo y mi primo me ponía a mil pero no estaba acostumbrada a calentar a los chicos, eran ellos los que me hacían excitarme y ahora necesitaba hacer algo para que mi primo mayor cogiera la iniciativa.

Cuando salí vi como Fran, Juan y Jaime se quedaban congelados mirándome. Ver como me miraban y a Fran sin camiseta me excitó un poco al mismo nivel que me ponía algo nerviosa.

  • Ven al agua con nosotros - me dijo Juan. Me reí y para que ese momento pasara rápido, me lancé corriendo al agua y comencé a salpicarles mientras me comían con los ojos.

  • Venga, que parece que todavía estáis dormidos - les dije. El primero en reaccionar fue Juan que corrió en mi dirección y saltó hacía mi para intentar hundirme en el agua.

Los 2 luchábamos jugando y riéndonos. David se acercó para ayudar a Juan que más que intentar hundirme se dedicaba principalmente a meterme mano. Por lo visto los toqueteos el día antes no habían sido imaginación mía y el capullo se estaba poniendo las botas. Pensé que él sería mi herramienta para hacer que por fin Fran se calentara lo suficiente para lanzarse sobre mi, así que le deje sobarme aunque hacía como que no me daba cuenta y que solo era parte de un juego. Mientras Fran y Jaime no se movían, solo miraban la escena con los ojos fuera de las órbitas. Después de un rato me cansé, Fran no parecía que se animara a sumarse y los sobes inocentes de David y no tan inocentes de Juan me estaban haciendo calentarme muchísimo así que salí a tomar el sol. Notaba el bikini mojado y pegado a mi cuerpo, seguro que les estaba dando un gran espectáculo. Pase casi toda la mañana tomando el sol mientras veía como los 4 me miraban desde el agua.

A la 1 y media en punto llegó la abuela para darnos la comida. Me levanté y fue a la habitación a cambiarme, no quería que ella me viera con ese bikini y se lo dijera a mis padres o me riñera por ir tan apretada. Después comimos todos juntos mientras la abuela nos contaba cuanto trabajo tenía. Cuando acabamos nuestra abuela volvió a irse y nos dijo que no fuéramos al agua hasta que no hiciéramos la digestión y mandó a Fran que nos vigilara. Para pasar el tiempo Fran nos propuso jugar a la Play pero yo preferí irme a la habitación a hablar con Marta por el móvil y les dije que me avisaran cuando salieran a la piscina. Me puse el bikini para estar más fresca, me tumbé en la cama y empecé a escribir.

  • ¿Qué andas haciendo? - le pregunté - ¿estás conectada?

  • Hola - me contestó casi inmediatamente - Estaba viendo una serie en el ordenador, no tengo tu suerte de haberme ido de vacaciones y tener piscina en el jardín.

  • Bueno, no son tan buenas vacaciones como me gustaría. Me faltas tu y me falta el sexo - le escribí.

  • ¿No está tu primo el buenorro?

  • Jajajaja, si, está más bueno que nunca, me encantaría que me follara bien follada y comerle la polla, pero es mi primo y lo veo bastante complicado. Encima los pequeños siempre andan alrededor.

  • Bueno, seguro que con las tetas que te gastas no te cuesta tanto seducirle, ¿o crees que el no se la ha machacado pensando en ti?

  • Pues no lo se, pero que deje de hacerse tantas pajas entonces y me de caña - le contesté añadiendo algún emoji de cara triste y de risas.

Ella se rió y luego me estuvo hablando de un chico que había visto y con el que tenía pensando enrollarse el fin de semana, ella también había roto con su novio casi al mismo tiempo que a mi Alberto me dejaba. Me estuvo contando las novedades de nuestros conocidos en Valencia y de otras muchas cosas hasta que David entró en la habitación y me dijo que ya iban a bañarse. Yo me despedí de Marta, cogí al pequeñajo de la mano y salí con ellos.

Cuando aparecí ante ellos al igual que por la mañana me devoraban con la mirada y yo volví a lanzarme al agua, lo que aprovecho de nuevo Juan, que no perdió su oportunidad de saltar sobre mi y ante mi permisibilidad comenzó de nuevo a sobarme. Veía a Fran y Jaime morirse de ganas de hacer lo mismo pero no se atrevían. Esta vez y con la conversación con Marta me calenté más rápido que antes y preferí parar y salir antes de tener que lanzarme y comerle la picha a mi primo pequeño así que salí a tomar de nuevo el sol a la toalla. Mi primo Juan se quedó algo triste por que se le hubiera acabado el juego pero fue poco tiempo, se acercó a la orilla y me dijo:

  • Te vas a quemar Ana. ¿Por qué no vas por crema para no quemarte? Te la doy yo si quieres.

  • Tengo yo un bote en mi habitación - dijo Jaime.

  • Vale - contesté y me levanté para ir a mi habitación - Tengo yo la mía, vengo ahora.

  • Te la doy yo si quieres - me dijo Jaime. Por lo visto el también quería sobarme y está era una buena disculpa para hacerlo

  • Me lo pedí yo - dijo Juan mirándole enfadado.

  • Podéis dársela los 2 - sentenció Fran - Uno por cada lado.

  • Vale - contesté mientras iba a la habitación por la crema. Cogí un bote que tenía de aceite corporal, volví a la piscina y le dí el bote a Fran que esperaba de pie.

  • Esto no es crema - dijo Fran mirando el bote y abriéndolo.

  • Yo no me quemo, me hecho aceite para hidratar. Al principio del verano si me doy mucha crema pero ahora ya estoy morena - le contesté y me tumbé boca abajo dejando que vieran mi culo. Me desate la parte de arriba dejando mi espalda libre - Así no me mancháis el bikini.

Fran le dio el bote de aceite a su hermano que se puso de rodillas a uno de mis lados y me empezó a echar aceite en la espalda. Jaime se puso al otro lado y empezó a esparcir el aceite por mi cuerpo. Fran fue por una silla de jardín y se sentó frente a mi mirando como me untaban de aceite. Yo le miraba a los ojos y sonreía o me mordía el labio inferior para hacer que se excitara pero sin resultar muy descarada.

Cuando ya tenían mi espalda totalmente untada, Juan se movió para echarme aceite en las piernas y empezar a masajearme y Jaime le imitó. Empezaron por el talón del pie y poco a poco fueron subiendo. Cuando llegaron a mis muslos yo empecé a estar muy cachonda. Juan no se conformaba y siguió subiendo y empezó a tocarme el culo, pensé en pararle, la cosa se me estaba yendo un poco de las manos y mis ganas de follar estaban a tope. Miré de nuevo a mi primo Fran que no perdía detalle y tenía las manos encima de su paquete para disimular su erección. Era mi oportunidad de calentarle así que deje que siguieran tocándome a ver si por fin el perdía los papeles y cogía el mando.

Juan y Fran tiraron de la parte de abajo de mi bikini hacia arriba dejando mis nalgas al aire y apretando la tela contra mi rajita haciendo que cerrará los ojos y soltara un pequeño gemido que no pude controlar. Cuando los abrí vi como Fran había empezado a sobarse la polla sobre el bañador y empecé a gemir sin control, intentando que fueran los más bajos posibles.

  • Para que no te quede la marca del sol - me dijo el pequeño pervertido haciéndome soltar una risa.

Con mi culo al aire no perdieron oportunidad de sobarme sin disimulo, apretando y separándome las nalgas me abrían el culo como hacía Alberto justo antes de metérmela. Les deje seguir un rato más con el masaje sin decir nada. Me habían pringado bien de aceite y seguro que mi cuerpo debía estar brillando al sol, si Fran no había imaginado en ese rato 100 formas diferente de follarme, debía de ser gay. Separé un poco las piernas a ver si un poco de aire fresco en mi coño me bajaba la temperatura. Después de un buen rato de meterme mano, pensé que era el momento de cambiar.

  • Por detrás ya vale - les dije. Jaime paró mientras Juan siguió sobándome el culo todavía un rato más. Cuando paró, me agarré la parte de arriba del bikini que lo tenía desatado y me dí la vuelta poniéndome boca arriba - Ahora darme por delante - les ordené abriendo un poco más las piernas. Me coloqué bien el bikini sobre las tetas tapando lo que podía aunque dejando una buena parte a la vista y puse las manos debajo de mi cabeza a modo de almohada.

Juan y Jaime se lanzaron a darme aceite por la piernas y fueron subiendo. Cuando llegaron al bikini pasaron a mi barriga. Si se hubieran adentrado bajo la tela y me hubieran tocado la empapada raja me hubiera corrido allí mismo y mis gritos se hubieran oído en Madrid. Juan no perdió el tiempo y empezó a tocarme las tetas por debajo del bikini. En ese momento algo de claridad me vino a la cabeza, me sujete la parte de arriba del bikini tapando mis tetas y haciendo que Juan dejara de sobarme.

  • Ya es suficiente chicos, muchas gracias. Lo habéis hecho muy bien - les dije con una sonrisa. Juan se levantó de un salto y salió casi corriendo hacia la casa.

  • Voy al baño a hacerme una paja - gritó mientras entraba en la casa. Miré a Fran y a Jaime que tenían la misma cara de miedo e intenté quitar tensión a la situación.

  • Que loco está el pequeñajo - dije riéndome y ellos hicieron los mismo relajándose un poco. Jaime se puse de pie y note su polla tiesa bajo el bañador, le miré a los ojos y le sonreí, quería que se sintiera bien, había sido muy bueno conmigo, me había calentado muchísimo y había parado pese a tener la polla a punto de estallar cuando yo se lo mandé. El se dio la vuelta y corriendo se tiró al agua y Fran le siguió.

Al poco rato volvió Juan y vi el momento de reírme un poco de él, a fin de cuentas se acababa de hacer una paja a mi salud y me lo había dicho justo antes de hacérsela, así que le pregunté:

  • ¿Has quedado a gusto? - Juan agachó la cabeza y no me contestó, tal vez pensó que se había pasado un poco, había dejado bastante claro que más que abrazarme, desde que había llegado se había pasado todo el rato metiéndome mano. Juan se tiró al agua con sus primos. Me levanté y me fui a mi habitación mientras ellos no me quitaban los ojos de encima.

  • Voy a la habitación a mandar unos WhatsApp a mis amigas a ver que están haciendo, nos vemos para la cena.

  • Vale - me contestaron al unísono los 4. Si me iba sola a la habitación iba a pasar toda la tarde masturbándome así que le mandé al pequeño venir conmigo.

  • Peque - le dije a David - Ven conmigo y me peinas mientras.

David salió del agua y corrió detrás de mi.

Entre en la habitación y me senté en la cama. Le dí un cepillo a David y cogí el móvil para whatsapear con mis amigas de clase. El pequeño empezó a cepillarme y a frotarse conmigo. Noté que tenía su polla tiesa otra vez, y ahora sin el calzoncillo aprisionándola se le notaba más la erección. Imagino que desde la piscina había visto el show que le mostraron sus primos conmigo y se había puesto muy cachondo, pero ahora no me apetecía ponerme a jugar con el también, así que le mandé parar, me tumbé en la cama con el móvil y le mandé que me diera un masaje en los pies.

Al principio pareció muy emocionada, pero después de un rato empezó a subir por mis piernas y le mandé parar.

  • Juan y Jaime te han dado más masaje - se quejó. Tenía razón pero no podía decirle que estaba demasiado cachonda para dejar que me sobara, así que le intenta contentar dándole largas.

  • Tienes razón, otro día te dejo que me des un masaje en la cama hoy ya estoy demasiado llena de aceite ¿de acuerdo?

  • Vale - contestó emocionado.

  • Ahora coge la consola si quieres y túmbate conmigo.

El hizo lo que le dije y nos tumbamos juntos en la cama, yo mandando mensajes a mis amigas y el jugando con su maquinita.

Serían casi las 8 cuando oí llegar a mis abuelos. Cuando todo estaba listo mi abuela nos llamo y fui al comedor con David. La cena fue muy tranquila, mis abuelos nos preguntaron que habíamos hecho toda la tarde y les dijimos que estuvimos en la piscina. Ellos creían que más bien habíamos pasado toda la tarde jugando a la consola pero que estábamos de vacaciones y que podíamos hacer lo que quisiéramos. Después de cenar nos pusimos a ver todos una película con mis abuelos y a eso de las 12 cuando acabo la película se levantaron para acostarse.

  • Vamos a la cama chicos, mañana tenéis todo el día para jugar a la consola. Vuestra abuela os va a despertar a las 10 como hoy que luego tiene que ir a ayudarme al trabajo - dijo mi abuelo.

  • Vale - le contestamos levantándonos todos.

  • Yo hoy duermo con Ana y tu David duermes con los chicos - dijo Juan que se veía muy lanzado.

  • No - le contesté, con lo de la tarde él ya había tenido suficientes emociones - Yo duermo con el pequeñajo que me gusta como me abraza por la noche - dije abrazando a David que sonreía como si hubiera ganado un premio.

  • Venga Juan, no andes con tonterías - le dijo mi abuelo - Ya me parecía que estabas enfadado con tu hermano cuando llegué y estabas solo en la piscina, pero vete a dormir con ellos y hacer las paces.

Al llegar a la habitación David entró primero en el baño a ponerse el pijama. Cuando salió pude notar que no se había puesto calzoncillos debajo del pantalón del pijama y que la polla se movía debajo de la tela libremente. Al parecer todos mis primos estaban igual de salidos. Entre en el baño y me puse para dormir la misma ropa que la noche anterior. Cuando entré en la habitación vi que David estaba casi dormido, pero todavía no lo estaba del todo.

Le dí un beso de buenas noches y me acosté, y el me abrazo como la noche antes pero esta vez puede sentir mucho mejor como su pija se situó entre mis nalgas y seguía creciendo.

  • ¿Te gusta cómo te abrazo?

  • Claro que si - le dije - Te quiero mucho - el me beso en el cuello y se quedó dormido apretado a mi.

Esperé un rato hasta que note que estaba dormido, y entonces me levanté, fui al baño y empecé a meterme los dedos en el coño con los ojos cerrados imaginando que le comía la polla a Fran. No tardé ni 3 minutos en correrme, y aunque no satisfecha del todo, me lavé y me volví a acostar aunque tardé en dormirme. Me imaginaba a mis primos machacándosela pensando en mi y me volví a excitar. Vi la pequeña verga de mi primo David todavía dura y pensé en hacer una locura, pero al final la razón volvió a mi, me di la vuelta y me quedé quieta hasta que me dormí.

A la mañana siguiente mi abuela nos volvió a despertar a las 10 con el desayuno ya preparado. Al despertarme note que tenía la camiseta muy subida dejando casi todo mi culo al aire, pero no le di importancia, con la calentura no tenía claro si David me había subido la camiseta para darse un homenaje mirándome o había sido yo misma. El saltó de la cama y entró en el baño y al rato salió todavía con el pijama. Después entré yo para lavarme y me puse un vestido de verano, me hice una coleta y salí. David ya me esperaba cambiado y fuimos a la cocina donde ya estaban todos sentados. Después de desayunar mi abuela volvió a recoger todo y se fue a trabajar. Los chicos volvieron a la piscina mientras yo fui a la habitación a cambiarme como el día antes. Al rato salí al jardín haciendo que todos me miraran babeando y me tumbé en la toalla.

  • Métete en el agua con nosotros - me dijo Juan.

  • Ahora no me apetece, porque me haces muchas aguadillas - dije haciendo morritos - Igual luego.

  • Tu te lo pierdes - me dijo Jaime y empezaron salpicarse los unos a los otros.

Al rato salieron del agua y se tumbaron en sus toallas. Juan la puso cerca de mi y empezó a interrogarme.

  • ¿Me dejas que hoy duerma contigo? - me preguntó.

  • No, me gusta dormir con David, me gusta como me abraza - le contesté. Mire de refilón la reacción de David y puede ver como sonreía.

  • Yo también te puedo abrazar.

  • Si, eso seguro - dije riéndome. Abrazarme y a saber que más me haría el muy salido. Ojala su hermano fuera como él, le dejaría dormir conmigo todas las noches.

  • ¿Tienes novio? - el seguía con las preguntas mientras yo le respondía tumbada boca arriba y ellos no me quitaban los ojos encima.

  • ¿Por qué lo quieres saber? ¿quieres ser mi novio?

  • Claro que si, me encantaría - jajajaja, la verdad es que era un sol.

  • Me gustan los chicos más mayores, con experiencia y hacer lo que me piden para aprender cosas - le contesté intentando captar la atención de Fran y excitarle viéndose él en ese papel de dominante y siendo yo su sumisa.

  • Si yo fuera tu novio estaría todo el día tocándote el culo - no pude evitar reírme, Juan no tenía remedio, y Jaime se rió también. Fran estaba callado mirándome sin perder detalle de la conversación, había posibilidades de que esta vez me saliera bien la jugada.

  • Ellos también lo hacen, y más cosas - le dije poniendo voz sexy.

  • Yo también te haría más cosas - oí que me decía Juan.

  • Seguro que si, eres pequeño pero me parece que sabes bastante - le guiñé un ojo a Juan. La conversación con el cabroncete me estaba excitando un poco.

  • Déjanos verte las tetas - me dijo casi en un susurro. Me quedé sin palabras para responderle.

  • JUAN - gritó Fran que se levantó a darle una patada a su hermano pequeño mientras me empecé a reír por la situación y las ideas de Juan. Se levantó de un salto y echo a correr.

  • Vaya lo salido que está mi primo - dije con una sonrisa dedicada a mi salvador mientras le miraba el paquete que tenía muy buena pinta.

Fran me vio que le miraba el bulto de su bañador y le sonreía y se fue caminando despacio hasta la piscina para luego lanzarse al agua. Jaime y David le acompañaron mientras yo me daba la vuelta en la toalla y Juan se volvía a tumbar.

  • Ven al agua Ana - me dijo Fran. Le miré y negué con la cabeza.

  • No me apetece - le dije retándole. Quería ver si era capaz de tomar las riendas.

  • He dicho que vengas - me dijo cambiando el tono y siendo mucho más autoritario. Eso hizo que me mojara al instante, entonces sin dejar de sonreír me levanté y me lancé al agua. No tardó ni 5 segundos en lanzarse Juan y entonces todos fueron por mi. Todos jugaban a hacerme cosquillas pero en realidad hasta David estaba aprovechando para tocarme todo lo posible, incluso noté unos dedos frotándome el coño que me pusieron todavía más cachonda. Entonces me defendí como pude y salté sobre Fran haciéndole caer bajo el agua y tirándome encima, intentando hacerle una aguadilla mientras con una mano aproveché para agarrarle el paquete. El se dejaba sobar la polla mientras sus dedos entraron en mi coño casi enteros. Hubiera estado así toda la mañana pero mis primos pequeños estaban allí así que después de un rato con los juegos, me coloqué un poco el bikini, con tanto magreo casi tenía las tetas fuera, y me fui a una esquina de la piscina desafiando a Fran con la mirada a que siguiera su “trabajo”. Juan no captó el mensaje y como siempre fue el primero que se me acercó.

  • Déjame dormir contigo esta noche. Podemos dormir cada noche uno contigo para ver con quien duermes mejor.

  • No, me gusta dormir con David y además los abuelos sino igual se enfadan.

  • Vale - dijo algo resignado pero sin perder del todo la esperanza - ¿Luego me vas a dejar que te vuelva a dar aceite?

  • Vete a su habitación a por el aceite y le vuelves a dar un masaje ahora - dijo Fran. Su tono nos dejo a todos cortados, incluso Juan se quedó quieto mirando a su hermano.

  • Veta anda - le dije siguiendo con el juego. Entonces Juan salió de la piscina corriendo y se metió en la casa. Yo estaba muy excitada con el nuevo rol de mi primo mayor. Jaime entonces le pidió permiso a él para sobarme.

  • ¿Puedo ayudarle?

  • Si - le dijo él y todos menos David salieron del agua. Nos sentamos en las toallas mientras Juan volvía excepto Fran que volvió a coger una silla de la terraza y la colocó para ver el masaje que me hacían sin perder detalle. Juan estaba tardando bastante, y yo miraba a Fran sentada con las piernas cruzadas y sin parar de sonreír y de morderme el labio inferior para que ahora no se echara atrás. Me moría de ganas de comer esa verga que parecía enorme.

Por fin volvió Juan y nos llamó para que le miráramos y mostrarnos lo que llevaba en la mano.

  • Mirar esto - dijo mientras nos enseñaba un tanga.

  • ¿Has estado mirando en mis cosas? Te voy a dar una paliza - le dije en broma.

  • Estaba buscando el aceite y encontré esto. ¿Es tuyo?

  • Claro, es un bikini tipo tanga. Lo compré para ir a la playa, en Valencia lo llevan muchas chicas - no iba a decirles que me lo regalo un novio para ponerse cachondo cuando me lo veía puesto y luego follarme.

  • Ponlo por favor - me pidió Juan casi nervioso.

  • No, jajaja, lo pongo para ir a la playa, no a la piscina.

  • Déjalo ahí encima - le ordenó Fran señalando a una silla del jardín - Luego por la tarde se lo pondrá.

Entonces miré a Fran, parecía que por fin había tomado el mando y quería jugar y yo estaba

deseándolo, así que le contesté con un suspiro de excitación.

  • Vale

  • Venga, darle aceite por la espalda - nos mandó Fran.

Me tumbé boca abajo mirando hacia Fran y volví a soltarme la parte de arriba. Jaime y Juan se situaron a ambos lados de mi igual que el día antes mientras David salía del agua y se sentaba en la toalla también cerca nuestro. Juan me echó aceite en la espalda y pronto empezaron a magrearme. Después de un rato, Juan fue directo, cogió mi bikini y tiró hacia arriba de él dejando mis nalgas al descubierto. Me echó aceite en las piernas y empezaron de nuevo a sobarme. Empezaron por mis piernas y no tardaron mucho en llegar a mis glúteos repitiendo las maniobras del día anterior.

De repente oímos la voz de nuestra abuela llamándonos y nos quedamos congelados, la mañana se había pasado tan rápido que no me había dado ni cuenta. Me levanté agarrándome la parte superior del bikini, me lo até y me lancé al agua. Mis primos hicieron lo mismo excepto Fran que se quedó en la silla sentado.

  • ¿Qué tal chicos? ¿pero seguís en el agua? Vais a acabar arrugados.

  • Hace mucho calor abuela - contestó Jaime.

  • Si, hoy el sol está apretando mucho, luego daros crema. Venga, ir saliendo y secaros que he traído la comida. Fran, ayúdame.

Fran se levantó y fue con mi abuela a ayudarla a poner la mesa mientras nosotros nos secábamos, cogí mi tanga de la silla para luego ir a la habitación a cambiarme. Volví al comedor con el vestido que me había puesto por la mañana y después de comer, mi abuela me pidió que recogiera todo porque había mucho trabajo en el restaurante y tenía que volver pronto.

Cuando mi abuela se fue, Fran les dijo a David, Juan y a Jaime que recogieran la cocina, que yo fuera un rato a la habitación si quería hablar con mis amigas y que el estaría en el salón con la Play mientras nos hacía la digestión. Todos hicimos lo que decía, me fui a mi habitación mientras los chicos recogían y Fran se ponía a jugar. Le mandé un mensaje a Marta que en ese momento estaba conectada.

  • Buenas tardes. Tengo muchas novedades.

  • Jajajaja, cuéntame puta - me respondió sabiendo por donde iban los tiros.

  • Esta mañana en la piscina mi primo Fran ha empezado a sobarme el coño.

  • ¿En serio? ¿así de repente?

  • De repente no. Hemos estado hablando y he intentado excitarle diciendo que me gustan mayores y ser muy obediente.

  • Bueno, eso que le has dicho es verdad, eres una guarrilla.

  • Si, pero quería que el lo supiera y parece que ha dado resultado. Se ha puesto un poco en plan dominante y en cuanto ha podido me ha metido los dedos en el coño. Yo me he lanzado a sobarle el paquete y he flipado con la pedazo de polla que tiene. No estoy segura, me muero de ganas de verla, pero seguro que mide casi 20 centímetros.

  • ¿De verdad? me muero de la envidia.

  • Y yo me muero de ganas de comérsela. Me ha ordenado que por la tarde me ponga el tanga para tomar el sol.

  • ¿Y eso? ¿cómo sabe que lo tenías?

  • Esa es otra historia. Pero no se si hacerlo, van a estar mis primos más pequeños.

  • Es tu oportunidad, no seas tonta y a por todas. Le tenías muchas ganas y si encima tiene la polla que me dices, no puedes dejarlo escapar.

  • Te haré caso, ya te contaré. Suerte para esta noche - le dije y entonces ella empezó a contarme sus planes para esa noche.

Eran casi las 4 y media cuando David vino a avisarme de que iban a meterse en el agua. Pensé que esa era mi oportunidad así que me puse el tanga con la parte superior a juego y salí a la piscina con ellos.

Cuando salí de la casa vi que los chicos casi se quedaban sin aire. Me tumbé en la toalla boca abajo mirando hacia ellos.

  • Métete - me pidió Juan.

  • Con esto no puedo - dije sonriéndoles y señalando mi bikini - Si empezamos a jugar en el agua seguro que me lo rompéis e iba a quedar pronto con todo al aire - dijo riendo - ¿O no tengo razón? - les pregunté.

  • Si, yo no podría aguantarme - dijo Juan y todos nos reímos.

Los chicos estuvieron un rato más en el agua jugando pero sin quitar ojo de mi cuerpo.

Fran salió de la piscina y volvió a sentarse en “su silla” desde donde podía verme perfectamente el cuerpo. Juan también salió de la piscina, cogió agua con las manos y fue corriendo hacia mi para tirármela en la espalda.

  • Te voy a matar- le dijo y todos nos reímos.

  • Inténtalo - me dijo Juan que se volvió a lanzar a la piscina. Seguí tumbada mirando alternativamente a mi primo Fran y a mis primos en la piscina.

Al poco rato Juan volvió a salir del agua y mojado del todo se tiro encima mio.

  • Quítate que estás empapado - le dije mientras los demás no paraban de reírse.

  • Déjale - dijo Fran. Levanté la cabeza para mirarle. Vi que el seguía en su papel dominante que había empezado por la mañana, me mordí de nuevo el labio inferior sin apartarle la mirada. Juan empezó a frotarse conmigo, primero todo el cuerpo y luego se centró descaradamente en frotarme el paquete en el culo.

  • Tienes un culo de 10 prima.

  • Gracias - le dije en un suspiro. Eran demasiadas emociones para mi y mi coño ya estaba empezando a chorrear.

  • Podemos jugar a frotarnos así, ¿qué te parece? - me preguntó. No supe que contestar, me moría de ganas porque Fran se pusiera en su lugar y me metiera su verga hasta el fondo, pero que todos mis primos me frotaran la polla tan directamente, no lo había pensado, pero fue Fran quien me sacó de mis pensamientos tomando él las riendas.

  • Esta bien - intervino mientras yo le dejaba dirigir - Que empiece David.

David y Jaime salieron disparados de la piscina. Juan se retiró de encima de mi y mi primo pequeño se tumbo encima mía y empezó a frotar su paquete contra mi culo mientras el resto permanecían en silencio sin perderse detalle. Me encantó sentir como la polla le crecía al rozarse conmigo y no pasaron ni 3 minutos cuando noté sus espasmos, se acababa de correr en su bañador frotándose con mi culo. Yo no sabía como sentirme, no era mi intención que mi primo pequeño se corriera conmigo pero estaba más caliente de lo que había estado nunca en mi vida y de lo que nunca he vuelto a estar y orgullosa sabiendo que solo frotándose conmigo podía conseguir que un chico se corriera. Sonreí mirando a Fran de forma presumida por haber conseguido que mi pequeño primo se hubiera corrido con mi culo y esperando que llegara su momento. David se levantó y todos pudimos ver la mancha en su bañador pese a lo mojado que lo tenia del agua. Se movió un poco y se sentó cerca para poder seguir viendo el espectáculo.

  • Ahora me toca a mi - dijo Juan que no perdió ni un segundo en lanzarse sobre mi. Empezó a frotarse contra mi trasero, lo hacía despacio para no correrse demasiado pronto. Noté como se bajaba su bañador y ponía su polla directamente entre mis nalgas, intenté disimularlo al máximo pero en ese preciso momento me corrí por primera vez. El muy cabrón era un guarro pero me había hecho tener un orgasmo sin nada que tocara mi coño, solo por el morbo que me estaba produciendo la situación que el había provocado. Siguió con el movimiento de arriba abajo. Pese a que iba muy despacio no iba a aguantar, notaba que estaba a punto de correrse y me llenaría de su leche. Fran también debió notarlo.

  • Como se te ocurra correrte encima de ella te doy una paliza - le avisó. Entonces Juan dio un salto, se puso de pie y se sacudió la verga 2 veces justo antes de correrse en el césped. Puso los ojos casi en blanco mirando al cielo.

  • Increíble - fue lo único que pudo decir y luego se sentó de nuevo en su toalla.

Yo seguía sin retirarle la mirada a Fran mientras sonreía y le dedicaba a nuestro primo mis caras más sexys, quería que estuviera tan cachondo como yo. Vi por el rabillo del ojo como Jaime se bajaba el bañador, me giré para verle la polla y la verdad es que no estaba nada mal. Se sentó encima de mi culo en lugar de tumbarse encima mio, colocó su polla que estaba dura como una piedra en medio de mis nalgas, me las apretó con las manos para que le presionaran mejor y empezó a moverse poco a poco haciéndose una paja con ellas. Yo ya no podía más, necesitaba a Fran, necesitaba que me follaran ya, así que levanté mi culo presionando más la polla de Jaime y comencé a gemir de placer mirando la reacción de Fran.

  • Uff primo, que bien lo haces - le dije intentado provocar todavía más a Fran y consiguiendo al mismo tiempo que el orgasmo le llegara a Jaime.

Se dejó caer a un lado y empezó a correrse en su estomago, me hubiera encantado limpiarle con mi lengua, solo con su roce mi coño chorreaba así que le miré y le lancé un beso.

Entonces Fran se puso de pie y se bajo el pantalón dejándonos ver su pollón en todo su esplendor, estaba segura de que aquel rabo medía más de 20 centímetros. Me moría de ganas porque me la metiera y me dejara comérsela entera.

  • Dios mio - suspiré.

Fran cogió el bote de aceite que estaba en el suelo y se situó a mi lado. Me empezó a echar aceite en el culo y a expandirlo poco a poco, y luego metió sus dedos bajo la tela y al igual que en la piscina, empezó a meterme primero 2 en el coño y luego 3. El silencio era total, solo se oía el chapoteo de sus dedos en mi coño y mis gemidos. Luego echo otro gran chorro de aceite en mis nalgas y tiró el bote.

  • Levanta el culo y ponte de rodillas - me ordenó. Yo obedecía sin rechistar.

Desde que mi primo empezó a ordenarme cosas no podía decirle que no, era lo que deseaba desde antes de verle en el pueblo, pero cuando descubrí esa polla estaba totalmente a su merced. Fran se puso detrás mía con su rabo entre mis nalgas y empezó a frotarse contra ellas. No tardó mucho en cambiar de posición, apartó la tira del tanga a un lado, agarró su vergón con la otra y sin mucho esfuerzo me la metió en el coño. Empezó poco a poco mientras yo no paraba de gemir, luego él siguió acelerando el ritmo y mis gemidos se convirtieron en gritos mientras esa verga se clavaba entera dentro de mi chocho y el no paraba de envestirme. Mis tetas botaban por la caña que me estaba dando y yo estaba en las nubes con toda esa herramienta llenándome.

Mi primo seguía sin bajar el ritmo, me puso una mano en la espalda y me empujó contra el suelo, apretando mis tetas y mi cara contra la toalla dejando mi culo a su merced mientras que comencé a correrme sin que pudiera parar de gritar de placer. Por fin mi primo freno un poco, me dio un fuerte azote en el trasero que me debió dejar marca, sacó su polla y se corrió llenando mi espalda de semen. Me di la vuelta poniéndome de nuevo a 4 patas y me lancé por esa polla que tanto deseaba, moría de ganas de meterla en mi boca hasta el fondo aunque me ahogara. Chupé y lamí ese enorme falo hasta que lo dejé reluciente.

Fran había estado más de 15 minutos follándome sin parar. Vi por el rabillo del ojo como Juan se puso de pie al ver como le comía la polla a su hermano.

  • Yo también quiero que me la chupe.

  • Y yo - añadió Jaime poniéndose también de pie y con la polla apuntando al cielo.

Yo seguía como una perrita con la polla de Fran en mi boca y levanté la cabeza para mirarle a los ojos esperando su siguiente orden, estaba dispuesta a hacer lo que me ordenara, a comerme todas las pollas del mundo si el quería.

  • Vete a ducharte y a quitarte ese bikini - me ordenó. Yo hice lo que me mandó al tiempo que algo de serenidad volvía a mi mente - De momento se acabó el juego - dijo mirando a Juan y a Jaime muy serio - Si os portáis bien os dejaré que os hagáis una paja mientras me la follo o mientras la miráis desnuda, pero no se si os dejaré que os la chupe, ya veremos.

  • Venga ya - dijo Juan - Eso no es justo, tu te la has follado y no dejas que nos la chupe a nosotros.

  • Dejarlo ya, limpiaros un poco y preparar esto que van a llegar los abuelos - oí que les contestaba- Y tu, vete dentro a limpiar tu bañador - le dijo a Jaime y luego se tiró a la piscina.

Me duché para limpiarme el semen de Fran y para tranquilizarme un poco. Cuando salí del baño allí estaba sentado en la cama mi primo David.

  • Le voy a contar todo a mis padres - dijo el muy caradura. Yo le sonreí, pese a la ducha estaba excitadísima y quería disfrutar a tope de esas vacaciones, sin ningún taboo y mi primo no me lo iba a impedir.

  • No le vas a contar nada, por 2 razones - el no me retiró la mirada por el momento - Primero porque tu también te has corrido frotándote con mi culo - entonces el si agachó la cabeza al darse cuenta que no podía ganar - Y segundo porque esta noche te voy a hacer una paja hasta que te corras mientras me ves desnuda y el resto de la noche dejaré que me toques todo lo que quieras, pero solo eso, ¿qué te parece? - el levantó la cabeza con una sonrisa de oreja a oreja y se levantó de un salto lanzándose a por mi y dándome un gran abrazo.

  • Te quiero, yo no te haré gritar como Fran - dijo inocente. Ojala lo hicieras pensé. Luego el entró a ducharse y yo me vestí con un pantalón vaquero corto mientras oía a mis abuelos llegar. Cuando salió David se vistió y salimos abrazados.

En la cena estuvimos hablando de nuestros estudios y de lo que haríamos el año siguiente. Fran empezaría la universidad. Después recogimos todo para que la abuela se sentara un rato a descansar con el abuelo y a eso de las 12 nos mandaron a todos a la cama.

Al entrar en la habitación David se desnudo y saltó encima de la cama. El no decía ni una palabra. Yo entonces le sonreí y me desnude totalmente delante de él. Empecé a ver como su pequeño pito crecía hasta alcanzar un tamaño bastante considerable. Entonces me acerqué, empecé a masturbarle mientras le besaba en el cuello y al oído le decía que era mi primo favorito. No tardó en correrse en mi mano y yo me limpié frotándola en su pecho y entonces el me pidió que así desnuda me tumbara junto a él. Yo hice lo que me decía pero le avise que solo un rato, que luego me tendría que poner la camiseta y el se durmió con una de sus mano en mis tetas. Cuando le noté dormido me levanté y me puse un tanga y la camiseta de todas las noches y me volví a acostar, a lo que primo reaccionó sin que yo me lo esperará subiéndomela y apretando su picha morcillona contra mis nalgas, ya que el seguía desnudo.

  • Me dijiste que podría tocarte lo que quisiera - dijo con tono somnoliento por si yo me había olvidado.

  • Claro que puedes cariño - le dije, y así nos quedamos dormidos.

Al día siguiente nos despertamos cuando la abuela nos llamo. El corrió al baño a ducharse un poco y luego salió desnudo y con el pito tieso de nuevo. Yo me reí, me levanté de la cama y fui al baño. Al pasar junto a él le agarré la polla y le dí un apretón fuerte.

  • Es increíble que esté siempre dura - y le besé en la cabeza. Me duché rápido y me vestí antes de salir del baño. Allí esperándome estaba David con su bañador. Salimos juntos y fuimos a desayunar con los demás. Ninguno me quitaba los ojos de encima.

Cuando acabamos, como siempre la abuela recogió y se despidió de nosotros con un beso. Cuando se fue, Fran me mandó ponerme el tanga y salir a la piscina con ellos. Hice lo que me dijo y cuando salí allí estaban los 4 en el agua esperando.

  • Quítate la parte de arriba, quiero que tengas las tetas al aire todo el rato para que te las veamos - yo hice lo que me decía y me quité la parte de arriba. Su nueva actitud me encantaba - Perfecto.

  • Tienes unas tetas preciosas - me dijo Jaime.

  • Gracias - le contesté sonrojada. Estaba excitada, pero en ese momento con las tetas al aire y 4 chicos mirándome, no podía evitarlo.

  • Bien, puedes tumbarte a tomar el sol si quieres o meterte con nosotros.

Yo me tumbé para que me diera el sol en mis pechos mientras mis primos jugaban en el agua. Al rato salieron y empezaron a mojarme y no tardaron en querer darme aceite como siempre. Miré a Fran que asintió, así que les deje hacerlo. Me sobaron como era costumbre para ellos y Juan intentó meterme un dedo en el coño pero no le dejé. Después de un rato Fran nos mandó vestirnos porque la abuela llegaría pronto. Yo me levanté y el se acercó a mi y me dio un azote.

  • Esta noche dormirás con Juan - yo le miré sorprendida - No tienes que hacer nada que no quieras, pero dormirás con él, y tu esta noche dormirás con nosotros - le dijo a David que se limitó a asentir con cara triste.

Después de comer salimos a la piscina de nuevo y Fran me follo en la toalla poniéndome a 4 patas como a una perrita, y antes de correrse me metió su polla en la boca y me hizo tragar toda su leche, yo estaba encantada. Mientras los chicos se masturbaron viendo en directo una película porno protagonizada por su primo mayor y la guarra de su prima.

Antes de que llegaran los abuelos, Fran nos mandó cambiarnos. Después de cenar vimos un rato la TV y los abuelos nos mandaron a la cama. Al día siguiente libraban y nos llevarían de excursión. Sin que se dieran cuenta, David se fue a la habitación de los chicos y Juan entró en la mía. El se quedó callado mirándome, y yo sonriendo le pregunté:

  • ¿Qué quieres?

  • Fran me dijo que solo podía hacer lo que tu me dejaras - dijo algo cortado.

  • Eso está claro, pero tienes que decirme tú que quieres que haga para saber si te dejo o no.

  • Quiero verte desnuda, del todo - yo le hice caso, puse la cara más sexy que pude y me desnude del todo para él - Gírate, quiero verte entera - yo hice lo que me ordenaba, giré despacio para que pudiera ver todo mi cuerpo sin nada de ropa - Me gustaría chuparte el coño.

Yo no creía que mi primo fuera a pedirme algo así, ninguno de mis novios me lo había hecho y su propuesta me encantó. Me tumbé en la cama con las piernas abiertas y el culo en el borde del colchón. Pronto él se agachó, puso su cabeza entre mis piernas y empezó a chuparme con una enorme maestría. Metía su lengua en mi chocho y al rato empezó a meterme hasta 3 dedos mientras me succionaba el clítoris con la boca. Empezó a escupirme en el coño y luego siguió con su trabajo consiguiendo que tuviera mi primer orgasmo, ese pequeño salido me hacía disfrutar con sus perversiones como no hubiera imaginado.

  • Eres un pervertido, un guarro - dije entre suspiros y gemidos, y en ese momento el levantó la cabeza, me miró a los ojos, sacó sus dedos mojados y metió uno de ellos de golpe en mi culo. Yo estiré el brazo para coger la almohada y morderla antes de dar un grito que despertara a toda la gente en la casa y me corrí de nuevo mientras mi primo volvía a comerme el coño sin sacar su dedo de mi culo.

  • Si fueras mi novia estaría todo el día follándote, te quiero, eres increíble - me decía sin parar de meter dedos en mi culo y en mi coño.

Después de que notara que me volvía a correr por tercera vez él paro, se puso de pie y me pidió que se la chupara. Me incorporé y me lancé como una loca por su polla que me la tragué entera, momento en el que justo se corrió echándome su leche en mi garganta y haciendo que me brotaran las lagrimas. El me las secó con un dedo con mucho cariño, luego me ayudó a levantarme y me tumbó en la cama con el culo en pompa. Separó mis nalgas con las manos y empezó a chuparme el ojete y a escupirme en el. Ya no me pedía permiso para hacerme nada y yo a nada le decía que no, estaba completamente agotada y solo quería servirle para que me sacara los últimos orgasmos y me dejara dormir. Seguía con la polla como una piedra pese a que se acababa de correr.

  • ¿Alguna vez te han follado el culo? Me parece que has follado bastante, por lo buena que estás y por como te has portado estos días, pero no se si te han dado por el culo alguna vez.

  • Nunca me han follado por ahí - le dije sinceramente.

  • Te quiero Ana. Se que tu a mi no me quieres igual que yo a ti, que quien te gusta es Fran, pero yo te quiero de verdad. Se que para ti no soy nada pero necesito que me regales esto - dijo metiéndome en el culo de nuevo un dedo que antes estaba solo haciendo presión en mi ano. Yo estaba fuera de mi, su forma de chuparme el coño me había vuelto loca.

  • Puedes hacerme lo que quieras. Si quieres ser el primero que me folle el culo, es para ti, es tuyo, te dejo que me la metas - le dije fuera de mi.

  • ¿El aceite está en tu maleta? - me preguntó.

  • Está en el baño - el salió corriendo a por el bote, volvió y empezó a echarme aceite en el culo.

Lo esparció por mis nalgas y con sus dedos poco a poco me fue abriendo mi agujerito virgen. Era increíble lo mañoso que era ese renacuajo. Por lo visto me había vuelto una experta en cumplir las fantasías de los chicos, primero de Alberto, luego del pequeño David y ahora de Juan. Cuando empecé a notar como apretaba su polla contra mi culo, volví a morder la almohada. Siguió apretando poco a poco, por suerte su rabo no era como el de su hermano, y pronto consiguió meterlo entero en mi culo, yo me sentía llena. Entonces empezó a meter y sacar su polla mientras gemía en mi oído hasta que después de un buen rato y cuando pensaba que ya no podía aguantar más el dolor, se corrió llenándome de leche al mismo tiempo que pese al daño que me había hecho, me arrancaba un último orgasmo.

Cayó rendido en la cama y yo fui al baño a lavarme antes de dormir. Cuando volví a la habitación, me acosté con el, que me abrazó y me habló al oído.

  • Solo te pido que mañana cuando nos despertemos me chupes la polla como despedida.

  • Me la acabas de meter en el culo - le dije riéndome.

  • Si, perdona - dijo Juan, que se levantó para ir al baño a lavarse. Cuando volvió me beso en los labios y me abrazo - Quiero que siempre recuerdes esta noche y que todo lo que te he hecho te ha hecho disfrutar.

Yo me giré, le besé y le dije que si. Por supuesto a la mañana siguiente me desperté pronto, antes de que lo hicieran mis abuelos. Vi la polla de mi primo y comencé a chuparla hasta que note una mano en mi pelo un poco antes de que volviera a llenar mi boca con su leche. Cuando acabé de limpiarle la polla, el se levantó y se fue a su habitación para que nuestros abuelos no nos pillaran.

  • Gracias - me dijo desde la puerta y me lanzó un beso.

Al rato llegó David que se acostó en la cama y se quedo dormido.

El resto de las vacaciones Fran me follaba siempre que quería, algunas veces me llevaba a la habitación y me hacía cabalgarle o me follaba en el jardín mientras mis primos se la cascaban. Me encantaba por su enorme polla y comérsela me volvía loca, pero algunas veces cuando me follaba recordaba como Juan me había reventado el culo y me corría casi al momento. Siempre me hacía ir con el tanga y cuando me metía en el agua con las tetas al aire, los 3 pequeños se lanzaban sobre mi como hambrientos, y notaba como unos dedos intentaban entrar en mi culo. Yo sabía que eran los de Juan y le dejaba hacerlo.

Algunas tardes era yo quien les daba crema a mis primos. Con mis caricias sus pollas reaccionaban inmediatamente y yo tenía que hacer un gran esfuerzo por no comérselas a todos. Si bien no tanto como Fran, todos estaban bien equipados para su edad. Por suerte su primo mayor solía ser el último a quien le daba crema y no necesitaba resistir las ganas de comerle la polla y pajearle hasta que se corría encima de mi o acababa follándome.

Por las noches cuando dormía con David el siempre me subía la camiseta para frotarse con mi trasero e incluso para sobarme las tetas. Algunas veces me pedía que le masturbara e incluso una vez se corrió entre mis nalgas al frotarse con ellas. Esa vez no quise lavarme y dormí toda la noche con su corrida en mi culo.

Después de ese verano no volví a tener relaciones con mis primos. Nos volvimos a ver y nos seguimos llevando muy bien, pero no se el motivo de que no volviera a surgir nada. Tampoco se si yo hubiera querido. Después de alguna charla últimamente con mi primo Jaime vía WhatsApp, he vuelto a recordar esos días. Cuando me mandó su relato, me encantó y me masturbé recordándolo. Escribo yo este para que los lectores conozcan la historia completa y también mi primo, y que se masturbe leyendo como yo lo viví esos días.