Unos amigos muy cariñosos

Hicimos un trabajo y terminamos cogiéndonos como locos...

Mi nombre es Iván, y mi relato comienza con mis mejores amigos. Obviamente cambiaré los nombres para no afectar su reputación. Mis amigos se llaman en ésta ocasión Horacio y Teodoro. Un día, saliendo del cole, pasamos a las maquinitas de la plaza que está a lado de la escuela.

Todo iba bien hasta que, cuando estaba jugando con Horacio... Sentí un arrimón, el cual inmediatamente supe que pertenecía a Teodoro... Sentí su enorme miembro chocar entre mis piernas, y en ese momento sentí un gran placer, aunque siempre me había considerado heterosexual.

Todo quedó olvidado hasta el día en que mis dos amigos fueron a mi casa para hacer un trabajo de Historia, que consistía en un estereotipicón (especie de televisión de cartón); así que estaríamos hasta tarde en mi casa trabajando; en eso estábamos cuando Horacio mencionó que iría a ponerse algo más cómodo, pues tenía calor y se sentía incómodo con jeans. Así lo hizo, y pronto regresó en boxer, con una camisa delgada y sin mangas.

No negaré que el tipo se veía como quería, pues además de tener buen cuerpo; marcado y definido, su rostro era de los más gustosos que jamás he visto y veré. Es de tez clara, tiene un precioso cabello rizado negro, tiene unos hermosos ojos con unas mega pestañotas... En fín, es un papi.

Decía que regresó, y empecé a sentirme excitado con aquella vista tan agradable que tenía. Tal parece que Teodoro también sintió lo mismo, porque fue a cambiarse (más o menos quedó igual que Horacio, solo que estaba un poco pasadito de peso, pero no mucho...) Horacio se excitó y comenzó a acercarse a Teodoro lentamente, con una cara de morbo enorme... Suavemente comenzó a acariciar su tersa cara, y a susurrarle cosas al oido como "hazle como mula" y cosas de esas. Sus manos se deslizaron hasta sus pezones, los cuales comenzó a chupar como si fueran enormes paletas.

Horacio se quitó la camisa y cuál fue nuestra sorpresa al ver que sus pezones eran rosas, se veían muy bonitos realmente; siguió mamando sus pezones hasta bajar a su ombligo, y su lengua se detuvo justamente en la zona velluda. Su pene de Teodoro parecía salchicón, pero no puedo negar que lo usa bastante bien, y Le hizo sentir un gran placer a la hora que se lo metió para que le hiciera una chaqueta con la boca. Teodoro se puso como loquito y comenzó a gritar y relinchar como mula, con lo cual creo que también se excitaba Horacio.

Como yo no podía quedarme sólo mirando, decidí que era hora de entrar en acción con Horacio, así que tomé su crecido miembro y comencé a ponerle saliva, ya que estaba bien mojadito me lo ensarté al culo, con lo cual di un grito de dolor, el cual, gracias a los movimientos tan sexys y atrevidos de Horacio, se convirtieron pronto en gritos de placer.

Así seguimos durante tres horas aproximadamente, hasta que quedamos muy cansados y decidimos meternos a bañar los tres juntos. Hicimos un sauna y pronto estabamos cogiéndonos en mi tina. Seguimos así como por media hora y salimos mojaditos y limpios. Seguimos teniendo éste tipo de aventuras. Ojalá les haya gustado.

He de decir que tengo ganas de practicar cyber-sexo, así que, si a alguien le interesa, hombre o mujer, me puede escribir a: caro_perivero@hotmail.com .