Uno de 12 elegidos capítulo 2. Aprobado temprano

Haruno Daiki o el mendigo que se sacrificó por una desconocida que estaba en apuros, trabaja duro para volverse fuerte; ya que no tiene nada inicial por no ser de un clan, esta buscando su sitio dentro de la Aldea ninja...lo impresionante es su trayectoria para su corta edad.

Uno de 12 elegidos capítulo 2

Aprobado con Antelación

Con la paga que recibía de mis padres ahorrandola entera y una beca del hokage, conseguí pagarme un tutor los 3 meses de verano; el primer mes me enseño taijutsu y un par de técnicas de este, el segundo mes me enseño mi elemento de chakra que resultó ser el viento y me enseño un jutsu de viento...además de mejorarme el control de chakra y la manipulación de este, el tercer mes me enseño sobre el genjutsu y me enseño uno basico; además todo esto me dio una base para trabajar yo mismo, el segundo año de academia.

Por mi cuenta en el primer año de academia aprendí a hacer el Henge no jutsu, sabía que me lo iban a pedir para el examen; así que fue el primer jutsu que aprendí, jamás pensé que tardaría tanto en aprender un jutsu por mi cuenta. El primer año en la academia solo aprendimos los fundamentos de todo, que no es más que educación regular; entrenamiento físico, poco más y solo una asignatura nos habla de cómo debe ser un shinobi.

Mis padres me preguntaron que quería como premio por sacar 10 en todo, mi respuesta fue sencilla.

  • quiero una espada.

  • ¿cómo dices? - pregunto mi padre.

  • quiero una espada para ir aprendiendo a manejarla.

  • espera deja que hablemos tu padre y yo. - dijo mi madre.

Cuando sali los escuchad hablar largo y tendido sobre ello, me prometieron que si sacaba todo 10 de nuevo y me apuntaba con un tutor a clase de manejo de espada; me comprarían la espada, siempre y cuando prometiera no usarla nunca contra nadie de la Aldea.

  • lo prometo.

Así paso el año, en la academia esta vez pasaron a las maniobras; sin olvidar de seguir aumentando lo del primer año, este año las asignaturas ninja aumentaron.

Uso de herramientas ninja, ninjutsu básico y taijutsu basico; incluso una vez al mes teníamos batallas en equipo o individuales. Por el típico odio hacia el superdotado, lo poco sociable que estaba siendo; mi trabajo en equipo era nulo para mis compañeros e inevitablemente me arrastraban a la derrota muchas veces, sin embargo jamás perdía batallas individuales contra nadie de la clase. También nos enseñaron el reglamento shinobi.

En verano contrate a un tutor de espada y mis padres cumplieron su promesa, el taijutsu está vez fue de espada; en ninjutsu mejore la técnica que ya tenía, aprendí una nueva y mejore tanto mi manipulación como mi control de chakra. En genjutsu mejore la técnica que ya tenía y aprendí una nueva un poco mejor.

Por mi cuenta en casa, ahora que sabía la base del ninjutsu; tenía control y manipulación un poco mejoradas, practique por mi cuenta el bushin no jutsu. Esta vez tarde solo 8 meses en aprenderlo, empecé a aprender otra los 4 meses restantes del año; pero no conseguí que me saliera bien, un día antes de entrar en la academia fui llamado por el hokage y mis padres me acompañaron.

  • hijo, ¿tu por qué piensas que te llamo el hokage?

  • no lo sé padre, no he echo nada raro; ni nada malo, ni especial.

  • ¿y tú por qué crees mujer?

  • no lo sé, estoy muy nerviosa.

Su asistente salió, me observo entero; y luego, observo a mis padres.

  • pueden pasar, Sarutobi sama el hokage los espera.

Muy nerviosos pasamos los tres al despacho del viejo, es justo igual que en la serie y no puedo evitar sonreír.

  • hola vosotros debéis ser Haruno Dai, Haruno Kimi y el pequeño espadachín que tengo delante; debe ser el temible Haruno Daiki, ¿me equivoco? - el observa mi sonrisa pero no dice nada.

  • hokage sama - dice mi madre

  • vaya, tu belleza es tan real como legendaria.

  • es un honor conocerle Hokage sama, estoy a sus pies.

  • lo sé, Haruno Dai uno de mis chunins más veteranos.

  • soy espadachín Sarutobi sama, pero aún no soy temible; aunque agradezco ese alago por tu parte.

El pestañea dos veces como si mi respuesta no le cuadrara con mi edad.

  • ¿tienes 5 años cierto?

  • eso dicen los números

Ahora es el quien tiene que reírse, mientras mis padres miran pasmados la escena; se relajan un poco cuando se ríe, pero luego tose y va al grano.

  • me ha dicho un pajarito que ya sabes el henge y el bushin, ¿es cierto?

  • si

  • ¿cómo lo sabías?

  • ¿el qué?

  • el examen de este año

  • no lo sabía, de echo estoy

  • estas intentando aprender el intercambio de cuerpo, ¿eso ibas a decir?

Asiento en silencio.

  • si no fuera por eso pensaría que lo sabías, muestramelos.

  • ¿ahora?

  • si, en este instante.

  • como desee hokage sama

Me separo y bajo la atenta mirada de mis padres, hago primero el bushin transformandome en mi madre; lo peor de todo es que la clavo, es exacta a ella

  • bushin no jutsu.

Y sin descansar transformado en mi madre hago el henge no jutsu, me salen 10 copias exactas de mi madre.

Tanto mi madre como mi padre se miran sorprendidos.

  • ahora repite el proceso transformado en mi y luego en tu padre y luego en tu profesor.

Y así lo hago, sin despeinarme; en tan solo medio minuto; he cumplido lo que ha dicho, entonces el hokage sonríe.

  • ¿veis que ha ejecutado más de 8 técnicas rango E y ni siquiera esta cansado?

Mis padres asienten.

  • ¿os parece bien si lo propongo para que participe en el examen de genin de este año?

Mi madre se asusta.

  • pero si solo tiene 5 años

  • cariño, es hora de entender que nuestro hijo parece normal pero no lo es; a su edad yo no era capaz de hacer ni un solo jutsu, ni siquiera a las 12 años que aprobé podía hacer más de 2.

Mi madre asiente.

  • si usted lo ve preparado, me parece bien hokage sama.

  • no lo propondría de otro modo Haruno chan, ¿tu qué dices Daiki kun, te ves preparado?

  • nunca me veré preparado, pero eso solo significa que tendré que esforzarme más.

  • me gusta este chico, ven mañana a la academia a la aula 7-A; aquí tienes el papel.

  • aquí estaré.

  • pasad el día en familia.

Y este fue el primer día en el que viví desde que nací.