Unlitled capitulo ii el inicio de la cruzada
Segundo capitulo de mi cuento, en el cual se comienza a comprender un poco mas el objeto de este cuento, por favor comenten...
Tres días con sus noches han pasado desde que el dragón recibió al extraño visitante en su cueva, y tres días con sus noches en las cuales este no se dejo ver, siempre alegando miedo a el enorme dragón, en este tiempo, nuestros personajes se enfrascaban en largas y profundasco0nversaciones sobre lo que había visto y vivido cada uno de estos, y entre mas conocía el dragón del estilo de vida del visitante, mas humano le parecía, ya que era un ser que había viajado y visto grandes parajes, podía hablar durante horas de paisajes tan hermosos, que la mas hermosa descripción de un poeta le quedaría corta, podía hablar de manjares tan exquisitos, que su sabor quedaba bailando en el paladar durante días, jugando con los sentimientos de la persona, hasta el momento en el que se volviesen a probar, valles tan fértiles que cualquier clase de flor podía crecer en el, y lagos tan enormes y hermosos que el mar parecía pequeño a su lado, surcados por hermosas barcas de enormes lujos, y rodeado por peces de tan hermosos colores que pareciese que el arcoíris botase de ellos, el dragón soñaba con estos placeres y varias veces volaba por estos hermosos parajes mientras dormitaba, de tal manera que sin darse cuenta, desplegaba sus enormes y correosas alas y despertaba al sentir el roce contra la fría y gris roca que componía su cueva.
Por parte del visitante, le parecía que el dragón era un ser muy frio, triste y aburrido, ya que jamás había salido de la cueva que habitaba, fiel y cumplidor de su deber hasta el fin, ano ser que fuese en busca de alimento para si mismo, y aun así, volvía a la menor brevedad posible, no conocía el mundo, no había visto jamás una puesta de sol, y jamás había podido sentir el dulce sabor de un manjar que no fuese la carne que casaba para si, o los tristes caballeros que devoraba ávidamente mas por odio que por placer, era, a vista del visitante, una vida triste y vacía, varias veces había tratado de convencer al enorme dragón de ello, pero cada vez que lo hacia, el colérico respondía
- Estas loco??? Jamás podré dejar mi deber, te imaginas que al volver yo, por andar divirtiéndome y jugando entre flores, mi tesoro sea robado??? Cual seria entonces el objetivo de mi vida?
- El tesoro es solo un bien material – contestaba este – pero dime, piensas morir aquí, sin haber visto jamás un atardecer? Sin haber jamás sentido el dulce aroma de una flor? creo yo que al menos deberías tratar de vivir un poco, así al morir podrás decir que has vivido realmente tu vida…
- Ja¡¡¡, lo dices tú, que has vivido siempre buscando el horizonte? Buscando solamente placeres sin un objeto ni una razón por laque seguir adelante? Solamente vives el día a día, sacias tu placer y te vas, sin importar lo que tomes ni jamás reponerlo¡¡¡ vives sin futuro, solamente tratas de superar un día mas, no planeas, no ejecutas, solo tomas las cosas como vengan, y, la verdad, no creo que sea un buen estilo de vida.
Así duraban horas enfrascados en charlas cada vez mas entre filosóficas y furicas, hasta que al fin, el sueño vencía a alguno de los dos, o hasta que la discusión tomaba tan violencia que inadvertidamente el dragón comenzaba a expeler fuego, con lo que se avivaba el rio de fuego que rodeaba el recinto, y nuestro visitante comenzaba de nuevo a llorar amargamente el no poder escapar jamás de allí.
En esos momentos en los que el fuego estaba en su máximo apogeo, comenzó el dragón a notar un tenue brillo azul que salía de entre las rocas, pensaba el dragón entonces que este brillo lo emitía su visitante, pero por mas que se estrujaba el cerebro pensando, no podía pensar en ningún animal que emitiese este particular brillo, ni siquiera que fuese de tan particular color, oh, claro, el podrías seguir el rastro de este brillo, y descubrir por fin quien seria su visitante, pero no le parecía del todo cortés el hacerlo, ya que a pesar de ser un temido animal, era muy cortes (en lo posible) y prefería esperara que el ser se descubriese a si mismo, así, al menos, tendría algo en que pensar mientras lo hacia, además de soñar con todas aquellas cosas que le contaba.
Fue una noche en la que la luna salió de entre su cortina de nubes, brillaba mas que todas las noches, a medida que se acercaba a su cenit, estaba en un ángulo en el cual dejaba caer todo su esplendor entre la cueva, el dragón dormitaba plácidamente, soñando con hermosos paisajes llenos de flores, cuando sintió el brillo azulado aun mas fuerte que de costumbre, al principio pensó que seria un sueño, producto de las flores que veía detrás de sus parpados (aunque jamás había visto una) pero al aumentar su fulgor, fue necesario abrir sus ojos, y vio, por fin frente a el, con una flor en su mano, a su visitante, que le sonreía mientras decía
- He encontrado esto en un rincón de la cueva, y pensé que te gustaría tenerla, así, al menos, habrás conocido el aroma y el placer de acariciar una flor.
- Es imposible mi señor¡¡¡ nadie ha vuelto jamás de tan imposible misión¡¡¡
- Lo se, lo se, es por esto que no me atrevo a ordenarte esto, ni aun con todo el poder de un rey, pero has de comprender lord grimer, que mis astrónomos por fin le han encontrado, mis magos ya saben como conseguirlo, pero solamente alguien tan valiente y arriesgado como tu podría cumplir esta tarea, es por esto que no te pido esto en calidad de rey, sino como el amigo que siempre he sido, necesito que ayudes a este pobre viejo en apuros, podrás???
El caballero vio en los ojos del noble monarca, hombre sabio y justo que siempre había podido llevar su reino con justicia y equidad, vio a través de el la tristeza infinita que le prodigaba el pedir este trabajo al mejor caballero del reino, y la nobleza de la tarea se abatió sobre el
- Muy bien mi señor, dígame de nuevo que dijeron sus magos
La sonrisa cruzo el anciano rostro, los hombres alrededor del rey sonrieron a su vez, algunos aplaudieron, y otros, comentaron por lo bajo que no podían esperar otra cosa de tan noble caballero
- Has de conseguir una lágrima del dragón, y con ella has de bañar el objeto de tu búsqueda, solo así se romperá el hechizo y lograras hacer que el tesoro del reino vuelva a nosotros.
- Muy bien señor, en ese caso, si me disculpa saldré de inmediato
Dicho estas palabras, se calzo el yelmo, y dio la vuelta, camino a una nueva aventura, la mas grande de su vida, y, tal vez, la ultima.