Universo Marvel 2
Una mezcla del universo cinematográfico,televisivo y del cómic de Marvel que espero que los fans disfruten.
En un sillón de cuero negro degustaba un exquisito whisky irlandés. Peppers, de nuevo vestida como una correcta mujer de negocios, me traía un fajo de documentos para que los firmase. Les eché un ojo por encima, no se entendía nada.
- Entonces, ¿si firmo estos papeles seré el socio mayoritario de Industrias Stark? -pregunté.
- SI, así es -dijo Tony Stark, que aun con la armadura de Ironman puesta se encontraba de rodillas en el suelo sirviendo de banqueta para mis pies.
Someter a Stark había sido sencillo, desde el mismo momento que entró por la ventana le impedí que se moviera ni que tomase ningún otro tipo de medida contra mí. Le ordene que desactivase cualquier medida de seguridad que hubiese y que borrase todas las grabaciones de las cámaras.
Mediante mi poder le convencí para que me hiciese socio de Industrias Stark y así disponer de todos los medios económicos de la empresa. Además, le ordene que me enseñase todos los documentos que tuviese sobre los miembros de los Vengadores. Ninguno de ellos era en principio una gran amenaza para mi y mi poder; pero quizás no estuviese siendo lo bastante cuidadoso. No sabía si un dios asgardiano seria susceptible a mi poder, no deseaba intentar detener a Bruce Banner convertido en Hulk, esa tal Bruja Escarlata poseía poderes mentales y no sabía que podía pasar. Pese a todo, el peligro más inminente era Shield.
Shield era una organización de inteligencia completamente secreta. Al parecer había estado vigilando a los miembros de los Vengadores y a otras personas con poderes durante muchos años. Si Stark comenzaba a comportarse de forma extraña sospecharían, quien sabía si no tenían aquí espías de los que Stark no tenia ni idea. Debía moverme deprisa, tras acabar con el papeleo ordene a Stark que preparase una reunión con los dirigentes de Shield.
La reunión fue esa misma noche. Nos citamos en un restaurante que Tonny reservo entero para asegurar la privacidad, la elección fue suya, no se puede decir que Stark no cuidase los detalles. Stark y yo ya estábamos sentados en una mesa cuando aparecieron por la puerta.
Uno de ellos era un hombre negro, vestía una gabardina larga negra, y si el aspecto no era bastante identificativo el parche en el ojo lo hacía inequívocamente Nick Fury. Otra, de acuerdo con las descripciones de Stark debía ser su lugarteniente, Maria Hill era una mujer joven, con el pelo negro atado por una coleta, estaba enfundada en un mono negro que se pegaba a su cuerpo remarcando unas curvas exuberantes y unos grandes pechos. Su mirada era dura y analítica y observaba todo como preparada para un combate. Por último, estaba la inconfundible Viuda Negra también conocida como Natasha Romanov, pese a ir prácticamente igual vestida que María, era muy distinta. Y no era solo su característica melena pelirroja, sino era su forma de moverse, de mirar, de sonreír; y sin embargo sabia que esa actitud era una cuidada mascara para que cualquiera bajara sus defensas.
- Hola de nuevo Tony. – dijo Natasha con una sonrisa.
- Hola, siempre es un placer ver a mi banda de espías favoritas –respondió Stark- ¿Alguna vez os han dicho que os sienta muy bien el negro?
- Vamos al grano Stark ¿Para qué nos has llamado? – dijo Nick con una grave voz.
- Os quiero presentar a un socio, un amigo, creo que con un entrenamiento adecuado podría ser un valioso activo para los Vengadores- dijo Stark siguiendo el guion que había preparado para él.
En ese momento María y Natasha me miraron, aunque mientras la cara de la pelirroja mostraba curiosidad y diversión, la de María solo mostraba escepticismo. Nick Fury ni se inmuto, su rostro parecía piedra, o ya había supuesto que la conversación iría sobre mi o era un gran jugador de póker.
- ¿Y bien? ¿Qué puede hacer? - pregunto Nick.
- Que nos haga una demostración - dijo Natasha con una sonrisa traviesa.
Me levante sin decir nada. Y le hice un gesto a María invitándola a levantarse. María miro a Nick y este asintió, entonces ella se puso frente a mí con los puños en alto.
- Quietos -dije y todos se quedaron como estatuas- no recordareis nada de lo que suceda hasta que os permita volver a moveros.
Con tranquilidad, me quite la corbata y me acerque a María. Pese a ser una mujer tan dura, olía estupendamente. Cogí sus dos manos y se las até detrás de la espalda con mi corbata. Luego até sus zapatos entre sí, la verdad no lo tenía pensado, pero me quería divertir. Me puse delante suya de nuevo.
- Podéis moveros- dije, y entonces todo siguió como antes, excepto la cara de estupefacción de María que no entendía que había pasado.
Di un paso adelante y le di un empujón en el hombro. María cayó de culo con expresión estúpida. Ahora si que Nick estaba sorprendido, y Natasha reía al haber visto a su compañera caer de esa forma.
- ¿Qué ha sido eso? -dijo Nick mirándonos alternativamente a mi y a Tony- ¿Super velocidad? ¿Control del tiempo?
- Algo así – dije sonriendo- pero ya me he aburrido. Quietos. Vais a ser conscientes de lo que sucede, pero no moveréis un musculo sin mi permiso.
Se quedaron petrificados como estatuas absolutamente incapaces de moverse. Los ojos tienen algo especial, y es que, con práctica, puedes ver todo lo que le sucede a una persona a través de ellos. Nick estaba hecho una furia, nunca mejor dicho, si pudiera me hubiera metido unos cuantos balazos en la cabeza. María alternaba entre la ira, la impotencia y el terror. Y la Viuda Negra aún no había pasado del asombro.
- Natasha, cariño, hazme el favor y desata a tu compañera. – Inmediatamente Natasha se levanto y desato a María que siguió en el suelo.
- Bien, chicas ahora vamos a divertirnos- dije- En este momento os vais a sentir tremendamente atraídas la una por la otra. Deseareis tocar a la otra y que la otra os toque. Os desnudareis entre vosotras para mí, y cuanto más os desnudéis más excitadas os sentiréis. Mas y mas excitadas.
En un momento tenia aquellas dos bellezas danzando a mi son. María que era más alta que Natasha se acercó a ella y tomándola por el cuello empezó a besarla mientras pegaba su cuerpo al suyo. Aquellas dos mujeres esculturales se estaban dando un magreo monumental. María masajeaba los pechos de la Viuda Negra con fuerza y comenzó a bajar la cremallera frontal del mono de Natasha.
Así siguieron un rato magreándose mientras se desnudaban. Era curioso ver cómo aunque María parecía en principio mucho más agresiva que Nat , esta no se dejaba dominar por ella. Mientas se restregaban una contra el cuerpo de la otra luchaban continuamente por ver quien llevaba la voz cantante. Era un espectáculo delicioso.
- Bueno, bueno, deteneos ya, no solo vais a jugar vosotras ¿o sí? ¿Qué opináis? Podéis hablar chicas. – dije yo.
- Eres un jodido monstruo -gruño María aun aturdida mientras se levantaba.
- ¿Qué es lo que quieres? - dijo Natasha.
- Pues ahora mismo tan solo divertirme. Y que vosotras os lo paséis bien también. Lo habéis disfrutado.
- ¡Tú nos obligaste psicópata! – grito María.
- Hipócrita -dije yo- lo has disfrutado, de hecho, tu cuerpo aun desea a Natasha.
- No he disfrutado de una mierda.
- Voy a hacer que te arrepientas de mentir. Natasha, ven junto a mí. -dije yo riéndome mientras miraba a los confundidos ojos de María. – María tu ahí quietecita, puedes hablar, pero nada más. Natasha a partir de ahora vas a sentirte absoluta y perdidamente enamorada de mí, jamás creíste poder amar tanto a alguien y tu único deseo es complacerme y entregarte a mí. María tu vas a desear mas y mas a Natasha, hasta que te sea absolutamente imposible controlarte, pero no vas a mover ni un musculo.
Inmediatamente la actitud de Natasha cambió. Su postura se volvió relajada, y sus ojos parecían casi vidriosos. Ella solita se arrodillo ante mi buscando desabrochar mi pantalón. Se me quedo mirando desde abajo como pidiendo permiso, yo asentí con mi cabeza y ella prosiguió dispuesta a hacerme una mamada.
- Eres un degenerado. - dijo María.
- Puede ser – contesté – pero tranquila, no soy tan malvado como para dejarte solita. Nick, ¿te apetece unirte a la fiesta? Habla.
Nick Fury que había estado sentado como una estatua todo este tiempo dijo:
- Te juro que te voy a matar.
- Si si si si… -contesté yo- que poco originales sois. Menos mal que me tenéis a mí. Nick ahora quiero que cojas a María y te la folles por el culo, vas a castigarla por mentirosa. Y no quiero que te cortes, desátate. Acción.
Al momento Nick Fury se levantó, se acercó por detrás a María y se saco la polla. Mi miembro siempre ha sido bastante grande, pero aquello que tenia el Sr. Fury entre las piernas era enorme.
- Vaya vaya, por lo que estoy viendo vas a recibir un buen castigo María. – dije riéndome.
- Por favor, por favor, hare lo que quieras, pero por favor – me suplico María que estando petrificada de espaldas a Nick solo podía imaginar lo que se le venia encima.
- Claro que lo harás, todos lo haréis- respondí.
Habiendo ya orquestado todo me concentré en disfrutar el trabajo que me estaba proporcionando Natasha. Hace poco Peppers me había hecho una mamada salvaje, pero lo que ahora mismo estaba haciendo Natasha no tenia nada que ver. Con dedicación y pasión estaba lamiendo toda la extensión de mi polla mientras con su mano me masajeaba los huevos. Pasaba la lengua desde la base mi pene pasando por el frenillo hasta la punta para inmediatamente engullir mi rabo en toda su extensión mientras succionaba con energía. Todo ello mientras me miraba con ojos de tonta enamorada.
Me pregunto si las espías mortales están entrenadas también en artes amatorias porque desde luego lo parecía. Se lo debería preguntar en otra ocasión. Un grito me saco de mi ensimismamiento. Enfrente de mi estaba viendo como Nick estaba empezando a meter su enorme polla en la pobrecita María. Ella tenía el rostro completamente rojo y una expresión de dolor. El pene de Nick iba entrando poco a poco en su cuerpo mientras forzaba los limites de su culo, llenándola poco a poco. Y sin embargo María lo único a lo que podía mirar era a su deseada Natasha haciéndome una monumental mamada.
- ¡Joder, es enorme- gritaba María- me va a reventar!
María apretaba los dientes mientras aquella enorme polla negra iba restregándose por sus entrañas ganando terreno centímetro a centímetro. Cuando por fin se la metió hasta los huevos María ya tenía el pelo completamente pegado a la cara de la transpiración.
- ¡No puedo más, me está partiendo en dos! – gritaba la victima de Nick.
- Ya sabes lo que tienes que hacer para que esto pare, di la verdad- dije – Nat cariño antes de que me corra en tu boca, deja que te disfrute un poco más.
Me tumbe en el enmoquetado suelo y deje que la Viuda Negra hiciese todo el trabajo. Poniéndose en cuclillas sobre mí, dirigió mi polla a la entrada de su vagina. Y comenzó a subir y a bajar metiéndose mi polla ella solita. Era una mujer escultural. Ella cabalgándome con sus dos grandes pechos bamboleándose y esa preciosa melena pelirroja suelta, una visión divina.
Mientras tanto en los ojos de María solo podía ver la envidia y el dolor. Nick había conseguido comenzar un mete-saca más rápido y el culo de su lugarteniente lo estaba sufriendo. Ahora Nick agarraba su coleta para impulsarse y de vez en cuando alternaba un buen cachete al culo de María.
- Por favor, por favor, no puedo más… -decía María ya casi sin aliento.
- Solo tienes que decirlo María. Deseas a Nat, ¿verdad? -dije suavemente.
- Si…-contesto ella rendida.
- Te gustaría estar follándotela tu a ella ¿verdad? Sentir su aliento en tu coño en vez de que me estuviera dando placer a mi ¿verdad?
- Si, si cabrón… ¿Contento? ¿Eso querías oír?
- Si…, más o menos. Bueno Nick cuando quieras puedes descargarte a gusto en su culo.
En ese momento Nick, con una expresión casi febril en los ojos, comenzó como un animal a embestir contra el cuerpo de Maria. Ella con el cuerpo tenso, tenia la boca abierta en una expresión de dolor, pero incapaz de producir ningún sonido solo podía soportar la acometida de su superior. De repente las acometidas de Nick fueron mas abruptas y descargo toda su simiente dentro del culo de María llenándola completamente. En cuanto Nick la soltó Maria se desplomo en el suelo.
Mientras tanto Nat seguía cabalgándome, moviéndose arriba y abajo como solo un cuerpo perfectamente entrenado puede hacer. Ella estaba exprimiendo mi miembro y yo estaba a punto de correrme dentro de ella.
- Bueno princesa -le dije a Nat- al ritmo que vas voy a correrme dentro de muy poco. Quiero que cuando acabe te corras conmigo. Quiero que te corras como nunca lo has hecho, que tengas el mejor orgasmo que te hayas imaginado.
Tras decir esto me concentre en el tremendo polvo que estaba teniendo para disfrutar del momento. Al poco tiempo sentí que iba a correrme y no me contuve ni un poco descargándome dentro de la Viuda Negra. Ella en ese momento comenzó a gemir a gritos mientras que con sus manos pellizcaba sus pezones. Su cadera no dejaba de convulsionar contra mí, hasta que cayo rendida sobre mí.
Tras recuperar el aliento me levante. Observé el rostro dormido de Natasha.
- Que bien me lo voy a pasar contigo- dije acariciándole la mejilla.
- ¿Y ahora que señor? - dijo Tony, casi me había olvidado de que estaba allí.
- ¿Ahora? Descansar. Mañana quiero que localices a una persona. Quiero que encuentres a Jane Foster.