Universitarias (4)

solo de recordar aquel cuerpo, la forma en que Lola mamaba su herramienta, y como esta crecía y crecía me ponía a mil. No lo soporté más… me saqué lo jeans y mi pequeña tanga de encaje negro y empecé a acariciar mi clítoris

Universitarias IV

Después de oír la confesión de mi amiga, decidí que definitivamente tenía que lograr llamar la atención de mi profesor favorito, no era justo que sólo ella pudiera gozar de aquél hermoso hombre. Uff, solo de recordar aquel cuerpo, la forma en que Lola mamaba su herramienta, y como esta crecía y crecía me ponía a mil. No lo soporté más… me saqué lo jeans y mi pequeña tanga de encaje negro y empecé a acariciar mi clítoris… Mmmm… que rico se sentía eso, si tan solo hubiera alguien que pudiera satisfacer mis más bajos instintos, cuando me pongo cachonda siento que puedo llegar a tirarme a cualquiera, en ese momento solo me importa tener una verga dentro de mí que me haga sentir la perra más perra de todas… aunque en sí con el único hombre que había estado era con mi novio Leo, ambos perdimos nuestra virginidad juntos…yo a los 15 años y él a los 18, y desde entonces habíamos experimentado con varias posiciones, juguetes, en distintos lugares, incluso el sexo anal al igual que el oral… Pero siempre había querido probar el pene de otro hombre… y sabía que mi profesor era el indicado. Al terminar con mis pensamientos ya había tenido 3 orgasmos… Umm, adoro ser multiorgásmica.

Al día siguiente decidí ir a la escuela un poco más provocadora, un poco más sensual. Tomé una minifalda negra, una camisa blanca ajustada a la cual le desabroché algunos botones superiores dejando a la vista mis bellos y redondos senos y me fui de inmediato antes de que Lola me viera. Demoré un rato para entrar al salón unos minutos tarde, la primera hora era con el profesor Christian y quería hacer una entrada triunfal, ya que usualmente no uso faldas en la universidad y mucho menos tan atrevidas.

Al entrar al salón todos mis compañeros se me quedaron viendo, las mujeres con cara de envidiosas y murmurando entre ellas, Lola me veía con la boca abierta y los ojos desorbitados, al igual que todos los varones del aula, que solo se babeaban al ver mi diminuta falda y mi profundo escote, o mejor dicho mis tetas, todos excepto uno… el más importante: mi profesor.

Al escuchar los murmullos el maestro, que estaba escribiendo en el pizarrón la forma en que se dividían los instrumentos de investigación, volteó hacia sus alumnos para pedirles que guardaran silencio.

-Ey, estoy escribiendo acá enfren…te- por fin fijó su vista en mi, y en cada parte de mi cuerpo, hasta llegar a mi rostro que mostraba una gran sonrisa de satisfacción escondida en una sonrisa apenada.

-Lo siento profesor… se me ha hecho tarde, y como noté que estaba entretenido escribiendo me he metido en el aula sin dar aviso.

-Ssssii, nnnno te preocupes Aaariieeel- contestó con un tono de nerviosismo en su vos… perfecto había logrado mi cometido.

Me senté en mi pupitre al frente del escritorio del maestro, éste se encontraba sentado fingiendo que leía los proyectos que le habíamos entregado, yo miraba a mi alrededor todos mis compañeros me miraban, y mi profesor también. Cuando lo noté comencé a mirarlo coquetamente, cuando el bajaba la mirada para "leer los proyectos" entreabría mis piernas, permitiéndole ver mi tanga, claro yo si usaba ropa interior, no era tan descarada como Lola. Además para mí eso era más coqueto y divertido que mostrar de inmediato mi conchita, así le dejaba más a la imaginación de aquél hombre.

Al cabo de una hora la clase terminó, antes de salir del salón me acerqué al profesor y le sonreía de manera coqueta, después mordí mis labios y me fui. Lola me alcanzó.

-Oye nena, ¿qué te ha picado hoy?- preguntó confusa.

-¿A mí?, nada. Es solo que hoy voy a ver a Leo y decidí vestirme un poco más sexy.

-Aaahh- me miró de manera incrédula- Entonces supongo que hoy por la noche tendrás algo que hacer ¿no es así?-

-Pues por la tarde saldré con Leo, pero en la noche estoy libre, Leo irá con sus amigos a ver el juego de hoy. ¿Por qué lo preguntas?- sabía que Lola se traía algo entre las manos.

-Es que Christian me ha invitado a una fiesta, y quiero que vayas conmigo.- dijo con una sonrisa en su rostro.

-Ammm está bien, ¿pero no crees que le molestará que asista yo?

-Después de cómo te veía hoy, jah! Créeme, le estoy haciendo un favor…y a ti también.

Por la tarde me encontré con mi novio, él al verme me miró de la misma forma como lo habían hecho mis compañeros y mi profesor en clase, de inmediato comenzó a besarme y a estrujar mis tetas, abrió botón por botón mi blusa, me sacó el brasier de manera brusca y empezó a mordisquear mis pezones a la vez que sobaba mi conchita a través de mi tanga.

Cada vez me mojaba más y más, me moví. Recosté a mi novio en la cama y le quité el pantalón junto con sus bóxers, ante mí se irguió ese suculento pene de 17cm que conocía muy bien, lo tomé entre mis manos y lo llevé hasta mis labios, para besarlo dulcemente. De la punta surgió la primera gota de líquido, Ummm me encantaba aquél sabor. Un gemido salió de la garganta de Leo.

Entonces engullí su miembro, y empecé a mamar. Me encantaba subir y bajar mis carnosos labios por toda aquella herramienta. Cada vez me ponía más cachonda, entonces recordé la forma en que mi maestro me miraba, me levante y ensarté todo el pene de mi novio en mi vagina de una vez. Comencé a moverme rápidamente. Llegué al orgasmo. Me saqué su verga y me puse de perrito, Leo se levantó y me lo metió todo, su pene se deslizó al instante dentro de mí, y empezó a bombearme con fuerza. Tuve otro orgasmo. Casi de inmediato mi novio me sacó su verga y lanzó hacia mis senos toda su leche. Al terminar nos limpiamos, cambiamos, charlamos un momento y después Leo se fue con sus amigos mientras yo me daba una lucha para prepararme para la fiesta.

-Este solo fue un entremés-me dije a mí misma –Lo que sigue será el platillo principal.-

CONTINUARÁ