Universitaria cachonda cuenta sus experiencias
18 años. Recién terminada la preparatoria y con ganas de aprender más. Mery entra a la universidad y nos cuenta sus experiencias con hombres, mujeres ¡Y hasta profesores! No te pierdas Tríos, orgías, relaciones lésbicas, bisexuales, entre amigos y familiares.
Me llamo Mery, vivo en Barcelona desde que nací, tengo 18 años y acababa de terminar la prepa. Mis anteriores relaciones no habían resultado, ya que al cabo de que pasaran 2 años de estar con mi pareja, me había dado cuenta de que era bisexual, por un encuentro casual con una mujer que conocí en un bar. Cuando se lo conté salió huyendo… Idiota.
Pasare antes a describirme. Mido 1,70. Con lindo cuerpo (o eso creo yo) tengo unas medidas de 100, 65, 90. Tengo el pelo negro azulado, pero corto (ya que no me gusta andar con él largo por cuestión de comodidad) y ojos marrones con grandes pestañas.
Me inscribí en la universidad ya que quería dar un giro en mi vida. Cuando llegué allí, me recibió la directora con los brazos abiertos, algo emocionada al notar mi corta edad, pero no sorprendida de que siguiese la carrera de Veterinaria.
Para mi gran suerte me asignaron con una muchacha de unos 20 años algo tímida, pero atrevida cuando se lo proponía. Respondía del nombre de Raquel, y aparentemente era soltera.
Raquel era muy hermosa para estar soltera… no me lo creí cuando me lo conto.
Los días empezaron a pasar y yo me empecé a adaptar a la universidad. Ya había echado un vistazo a los hermosos muchachos que había, y pude ver que alguno me correspondía con una mirada más profunda de lo que se permite. Pero el que más me llamaba la atención era un tal Erik. Buen mozo, no era ni corpulento pero tampoco flaco, piel morena, con unos abdominales no muy grandes que sobresalían por sus camisetas, y estaba estudiando algo del ambiente, no entendí bien. Por lastima tenia novia. La más zorra del lugar. Se movía a todos los que podía, pero con algo de discreción. Le reste importancia y trate de seguir con mi vida, asistiendo a las clases.
Habían transcurrido dos semanas. Era sábado, nos encontrábamos estudiando con Raquel, ya que el lunes tendríamos prueba y ninguna de las dos quería desaprobar. Yo ya estaba con mi pijama que consistía en una especie de camisón semi-trasparente que dejaba ver mi ropa interior color rojo sangre, bien sexy. Mientras que Raquel aún no se había cambiado. Cuando eran pasada las doce, vi que mi amiga estaba algo cansada, por lo que le propuse que nos vayamos a dormir. Ella acepto y fue a buscar su pijama, pero no se fue al baño, si no que se cambio enfrente mío.
Cuando se empezó a desvestir pude ver su hermoso cuerpo. Lindas tetas, no muy grandes pero firmes, y tenía un muy lindo trasero.
La mire sin pudor. Hasta que termino poniéndose su pijama, que era solo una remera grande y algo agujereada. Entonces me miro a los ojos, algo sonrojada.
Ella sabía que yo era bi, ya que se lo había comentado hace unos días. Pero lo que no sabía, es que me estaba excitando verla así desnuda. Y yo hacía tanto que no tenía sexo que estaba más que necesitada. Por lo que me lance sin vergüenza.
-Tienes un lindo cuerpo- ella bajo la cabeza más roja todavía- no tienes de que avergonzarte. Ya eh visto a otras mujeres desnudas, y lo sabes.
Salí de mi cama y me senté en la suya, ya que estaba más cerca de ella. Raquel se sentó al lado mío pero no me miro a los ojos.
Sin pensarlo dos veces, me abalancé a ella besándola feroz pero dulcemente a la vez, acostándola, quedando encima de ella. Con mi mano izquierda le agarre la cara y mi mano derecha fue a parar a sus muslos. Primero se resistió, pero a medida que mi mano fue avanzando dejo de resistirse. Se ve que también estaba algo escasa de sexo, ya que empezó a soltar algunos gemidos, cuando apenas le rozaba su chocho.
Seguí besándola, hasta que mi mano paró en si clítoris. Entonces me salí de su boca, le levante su remera y empecé a chupar sus pechos. Los mordía, pellizcaba, hasta que vi que los tenia rojos y bien endurecidos. Mi mano seguía explorando sus partes bajas, hasta que logre meter un dedo en su vagina. Ella gemía sin más poder y yo disfrutaba con ella.
Deje de chuparle las tetas y le abrí bien las piernas. Metí mi cabeza y empecé a chupar su húmeda rajita, con un dedo, tocaba su clítoris en pequeños círculos, mientras que con mi boca le chupaba todo su coño, mientras se lo soplaba. Raquel no paraba de gemir, hasta que tuvo que ponerse una almohada y morderla cuando se corrió en mi rostro. Yo seguía chupándosela.
Saqué mi cara de su coño y fui a mi cómoda a buscar mi consolador. Cuando lo encontré, volví a la cama. Raquel me esperaba, ya desnuda, recostando su cabeza en la almohada, mirándome traviesa pero a la vez con vergüenza. Me acerque a besarla de nuevo, metiéndole un dedo en su vagina, haciendo un meta y saque cada vez más rápido, hasta que metí tres dedos. Raquel seguía gimiendo en mi boca. Cuando estuvo a punto de venirse de nuevo, metí el consolador con fuerza.
Raquel soltó un grito de placer, que rápidamente la tape con un beso, viniéndose en el consolador. Se quedó un rato así, hasta que me volvió a besar. Pero esta vez en forma de agradecimiento.
Cuando creí que ya había acabado. Se tiró encima de mí, sacándome el camisón de un tirón. La mire algo perpleja, pero eso no me detuvo. Me saqué mi sujetador y ella sin pensarlo empezó a chuparlos salvajemente. Era algo inexperta y sus movimientos eran torpes, pero sabia donde dar placer. Mientras me chupaba los pechos, ya había metido dos dedos en mi húmeda vagina. Empecé a gemir algo fuerte.
Me metí una almohada en la boca, como había hecho ella, y disfrute. Al cabo de unos 5 minutos, ella sintió que me venía, por lo que paso a chuparme mi coño. No lo hacía tan bien, pero aun así me termine corriendo en su cara, como había hecho en su momento conmigo.
Agarró el consolador y me lo metió tan fuerte, que solté un grito de dolor, pero seguido por gemidos de placer. Habremos estado así como 10 minutos más, hasta que me corrí nuevamente.
Agotadas y llenas de transpiración, nos dormimos tranquilamente… pero sabíamos, que este era solo el comienzo.
Gracias por leerlo. Este es mi primer relato y espero que les haya gustado y os hayan mojado, tanto como yo al escribirlo. A medida que vaya publicando los relatos los ire poniendo en la categoria que tiene que ser pero seguira siendo la continuación. Les agradecería sus comentarios, para saber si lo relate bien o no. Apreciaría mucho su aporte.