Uni viaje inolvidable II
Luego de una noche profundamente exitante Erika y Ben disfrutaron de la playa y de una noche de juego ardiente.
Al día siguiente, tras haber pasado una maravillosa y excitante noche, después de desayunar decidimos ir a la playa a recostarnos, leer y tomar el sol. Disfrutar la mañana completamente junto con unas ricas bebidas.
Cuando llegamos a la playa, vimos que éramos los únicos, no se si era temprano (11 a.m. ???!!!) o simplemente estaban en otros lugares. El chiste era que la playa completa era para nosotros solos. Nos acomodamos en unos camastros, acomodando nuestras cosas, riéndonos y recordando la tarde y noche tan hermosas que pasamos el día anterior.
Nos quitamos nuestros trajes de baño para disponernos a tomar el sol. Ella se tumba boca abajo dispuesta a que le pusiera bloqueador por todo el cuerpo. Yo me pongo bastante en las manos y comienzo a distribuirlo por toda su espalda, dándole un ligero masaje en el cuello y los hombros. Ella, disfrutándolo al máximo daba unos ligeros gemidos de placer --- Mmmmmm, que rico!!! ----
Ese gemido me pone muy excitado y mi pene comienza a ponerse duro. Me gusta mucho ver a mi esposa disfrutar. Me pongo más bloqueador en las manos y ahora lo distribuyo a lo largo de sus piernas, me gustan mucho, por eso me vuelve loco verla con short o con minifaldas, por lo que disfruto al máximo este momento, acariciando sus piernas. Ella continúa con los gemidos tranquilos y estimulantes ---- Mmmmmm, síguele amor, síguele!!!
Ahora seguía lo mejor, ¡¡ su culo !!, el cual me tiene hipnotizado, sus nalgas redonditas, paraditas y grandes me traen loco. Distribuyo el bloqueador en sus nalgas, me encanta el espectáculo que estoy viendo!!!. Con el movimiento de mis manos sus gemidos eran más grandes y largos. Aprovechando la oportunidad, cambié el bloqueador por un poco de lubricante, se lo pongo en su hoyito y comienzo a acariciarlo. Ella levanta el culo a cada una de mis caricias. Yo le pongo más lubricante a mi dedo y comienzo a metérselo poco a poco en su culo, a ella le gusta, voltea su rostro y me muestra una sonrisa muy picara, y levanta un poco más sus nalgas. Ahora le empiezo a meter 2 dedos y sus gemidos ahora son mayores.
--- Mmmmm, AAAAAHHHHHH, más amor, más!!!! Me gusta!!!
Continué un rato metiendo y sacando mis dedos de su culo. Ella disfrutaba mucho. Y mientras, mi pene para estos momentos ya estaba apuntando al cielo y apunto de explotar, por lo que comencé a acariciármelo con mi otra mano. Así estuvimos un rato y le dije, --- Ahora sigue que te asoles por adelante ---. Ella me reclama que porque corto lo que estoy haciendo, pero yo le digo que le conviene, que falta por adelante.
Me vio con unos ojos muy sensuales y se acomodó boca arriba. Los rayos del sol, tocando cada una de las partes de su cuerpo. Antes de empezar, me acerqué a su rostro y nos dimos un beso muuuy grande y apasionado. Fue una transmisión de nuestra calentura que teníamos ya para esos momentos. Los dos nos sentíamos muy calientes, y no por el sol!!!!.
Le puse el bloqueador en sus piernas y ahora era el frente de ellas a las que les tocaba acariciar mis manos. Yo sentado cerca de sus pies tenía una visión maravillosa. Primero sus piernas, después su vulva completamente depilada que hacía que se viera más hermosa y se me antojaba mucho, y luego sus pechos, esas tetas que siempre me han gustado, grandes y redondas viendo al cielo, disfrutando del sol.
Al estar acariciando sus piernas, "sin querer" (aja) mis manos tocaban su vulva y esto provocaba pequeños brinquitos de ella. Al terminar las piernas pase a los brazos y luego me pasé a sus pechos, recorriendo cada uno de ellos, ya con los pezones bien erectos, les ponía y les ponía bloqueador masajeándolos delicadamente, pasando uno de mis dedos por las aureolas, recorriéndolas todas rodeando sus pezones y también dándoles pequeños apretones a los pezones. Al tener las piernas un poco abiertas, no pude evitar la tentación y le dí unos ricos besitos en su vulva, mordiéndole sus labios y con mi lengua recorriendo su interior y su clítoris. Sus gemidos regresaron nuevamente con mayor intensidad. --- AAAAhhhhh, que rico lo haces amor!!!!
Nuevamente me detuve y le dije.
---- Ya termine ----
--- No seas malo, no me dejes así!!!. Ve nada más como estoy!!! ---
--- Me sonreí y le dije. De eso se trata, de que te quedes bien caliente ---
--- Y luego? No me puedo quedar así ---
--- No, no te vas a quedar así, yo estoy igual o peor. Pero ahora te toca a ti ---
--- Esta bien, acuéstate que ahora yo te voy a poner bien caliente --- Me dijo ella.
No me lo dijo dos veces y me acosté boca abajo. Ella, antes de iniciar a ponerme bloqueador recorrió todo mi cuerpo con sus uñas, eso es para mi lo máximo, ella lo sabe hacer perfectamente, desde mi cuello, por toda mi espalda, por mis nalgas y mis piernas hasta llegar a los pies. Para mí con eso era suficiente. Pero me puso bloqueador en la espalda y comenzó a frotármelo. Cada recorrido de sus manos era un placer para mí. Continuó con mis piernas y terminó en mis nalgas, recorriendo cada una ellas con sus manos y apretándomelas de vez en cuando, encajándome las uñas. También ella cambió el bloqueado por lubricante y estuvo acariciando mi culo por un buen rato, fue una sensación muy placentera para mí que no la había sentido antes.
Me dice que ahora sigue por adelante. Me volteo y veo que sus ojos se dirigen a mi verga que ya esta bien parada y bien dura. Mientras la veía, su lengua recorre sus labios de un lado a otro y eso provoca en mí una excitación mayor.
Le digo --- AAAAyyyy amor, me ponen muy caliente tus expresiones ---
Ella se sonríe y me dice --- Y espérate a lo que falta!!! ---
Me pone bloqueador en mis piernas y en mi pecho. Comienza a distribuirlo muy suavemente por todas partes, pero lo que me puso excitadísimo fue que en todo momento no quitó sus ojos de mi pene y seguía jugando con sus labios, con su lengua y mordiéndoselos. Hasta que terminó de ponerme en todo el cuerpo, se pone ahora crema en sus manos y comienza a acariciarme los testículos con sus manos y con sus uñas. Para ir subiendo poco a poco a mí pene. Que al final, lo agarra con sus manos y las sube y las baja. Comienza a masturbarme!!!. Y mi pene crece aún más entre sus manos, más grande y más gordo. Se agacha y comienza a lamerlo poco a poco, a lo largo de todo el pene, hasta que se lo mete a la boca. Poco a poco hasta que logra metérselo todo!!!. Comienza a subir y bajar con la boca. Me esta haciendo una mamada de campeonato, en la playa. Yo me siento calientísimo. Veo como entra y sale de su boca, succiona, lambe, chupa, todo …. Pero de repente para y me dice.
--- Listo amor. También yo ya terminé.
Le digo --- Nooooo!!! Ahora tú eres la mala, mira nada más como me dejaste. Bien caliente y con mi pene a punto de explotar de la excitación ---
--- Tú me dejaste igual o peor amorcito, así es que ahora te aguantas---
En eso me paro y ella sale corriendo. Yo la voy persiguiendo, hasta que la alcanzo en medio de la playa, la abrazo por detrás y comienzo a besarle el cuello, mientras junto mi pene a sus nalgas por lo que ella siente mi verga bien parada en medio de ellas. Nos volteamos y nos damos un beso muy intenso. Cerca de ahí, están unos camastros. Nos acercamos a ellos y me siento en uno de ellos, mientras ella, se apoya en mis hombros con sus mano, abre las piernas y se monta sobre mí, poniendo la punta de mi pene tocando su vulva, como dándose pequeños besos entre sí, de igual manera con sus movimientos se acaricia su clítoris, y yo alcanzo a percibir que está muy mojada, siento ya escurrir en mi pene el líquido, que se desliza de entre sus labios y poco a poco, comienza a meterse mi verga, despacio y lentamente para ir disfrutando ese momento, va cayendo, va cayendo hasta que llega hasta el fondo y así queda completamente sentada sobre mí.
Quedamos frente a frente abrazados. Con mi verga dentro de ella sin movernos, pero sintiendo como su vagina abraza a mi polla, al cabo de un rato comienza a cabalgarme, poco a poco para ir sintiendo el rose de mi verga dentro de ella. Permanecemos abrazados con estos movimientos. Y nuestros gemidos se tornan cada vez más fuertes y más intensos.
--- AAAhhh, aaahhh, ahhh!!! Así, así, así. Es muy rico!!! Me gusta, me gusta --- Decíamos ambos al mismo tiempo.
Ella acelera un poco más sus movimientos, deja de abrazarme y hecha su espalda para atrás, sosteniéndose con sus brazos en mis piernas. Así logra un mayor apoyo y hace más fuertes, rápidos e intensos sus movimientos. Con su cabeza viendo al cielo y dando gritos ya de placer
--- AAAAAHHHHHHH ¡!!!!!!!! Vamos amor, vamos!!!! Métemela, métemela ¡!!!! Toda, toda, todaaaa!!!! --- Que ya me vengoooooo!!!!! Así, Asiiiii!!!
A mí me estaba dando un gran espectáculo. Viéndola derretirse de placer, gritando, sintiendo sus contracciones por su inminente orgasmo y viendo a sus pechos que también llevaban el ritmo de nuestra cogida, grandes y brillantes por el bloqueador que subían y bajaban.
Disminuyó un poco la intensidad, pero fue por poco tiempo, en lo que volvía a tomar energía ella, ya que sin separarnos, volvió a incrementar el ritmo de los movimientos, y veía en su rostro mucha pasión, mucho deseo, estaba disfrutando. De repente con tanta intensidad empecé a sentir que ya me venía, que ya era inminente mi orgasmo. Y le grito --- Ya viene amor, ya vieneeee!!!! Me vennnngoooo, me vengooooo!!!
--- Yo también papito, yo también, otra vez!!! Síguele, síguele!!! Y de repente los dos en un gran grito unísono --- Ya, ya, yaaaaa!!!! AAAhhhhh!!! ---
Nos venimos y sentimos, creo que por la intensidad, más de un orgasmo, como que fueron uno tras otros y no dejábamos de gozar. Ella seguía subiendo y bajando con mi pene dentro de ella, hasta que poco a poco fue bajando la intensidad y regresando a abrazarme por mi cuello. Así, simplemente fuimos relajándonos, pero siempre con un intenso abrazo, no nos queríamos separar.
Pasamos un buen rato así, abrazados, ella montada sobre mí, los rayos del sol acariciando nuestros cuerpos desnudos en medio de la playa, siendo testigo de nuestro amor, y de unos intensos orgasmos que acabábamos de disfrutar.
Cuando de repente, levanto la vista y veo que a lo lejos, en uno de los balcones de las habitaciones del hotel estaba una pareja. Y le digo a mi esposa --- Creo que el sol no fue el único testigo de nuestro amor, parece que les acabamos de dar un buen espectáculo a los de esa habitación ---
Ella voltea para corroborar lo que le digo, siente un poco de pena pero yo le digo. --- No importa nena, no se si nos vieron o no, pero si es así, pues espero que hayan disfrutado tanto del espectáculo como nosotros hemos disfrutado nuestra cogida ---
Ella me ve a los ojos y me dice --- Tienes razón, fue maravilloso!!! ---
Y nos fundimos en otro beso muy largo, cariñoso y tierno.
Estábamos pasamos el resto de la mañana leyendo, acariciándonos y tomando el sol tendidos en los camastros, recordando lo que acabábamos de vivir. Cuando de repente escuchamos un ruido como al soplarle a una concha de caracol, un silbato grave. Levantamos la cabeza y vimos que venía bajando una persona soplando en una "concha de caracol" hacia la entrada de la playa. Se dirigió hacia nosotros y nos invitó al "Temazcal" un ritual ancestral de manejo de energía y sentimientos, según nos explicó.
Nos estaba explicando todo, cuando vimos bajar hacia la playa a otras dos parejas que también venían a este ritual. Nos comentó que iniciaba ahí en la playa y continuaba arriba en una especie como de "Iglú" pero de barro. Como estábamos tomando el sol, le preguntamos que si nos teníamos que "vestir" y nos dijo que como quisiéramos, ya que nos íbamos a llenar todo el cuerpo de barro ella recomendaba con un traje de baño viejito, por si se manchaba y ya no se le quitaba lo sucio, o desnudos. Pues entonces decidimos hacerlo así como estábamos.
Al acercarse las otras dos parejas comenzó a dar las instrucciones de la ceremonia, pero ambas parejas traían su traje de baño. Ya íbamos a iniciar cuando viene bajando otra pareja, en lo que ellos se acercaron, una de las parejas decidió quitarse los trajes de baño y quedarse desnudos, y otra pareja, solamente ella se quitó la parte de arriba. Y la última pareja, al llegar y ver la variedad en cuanto a la "vestimenta", ella solo se quitó la parte de arriba y él si se quedó desnudo.
Así es que ya las cuatro parejas listas para participar en el temazcal, nos preparamos y realizamos el ritual. Es una bonita experiencia, todo lo que te dicen, que cubres todo tu cuerpo de barro, se veían sensuales los cuerpos de todos desnudos cubiertos por el barro y después a quitártelo con el agua del mar. Para posteriormente subir caminando todos formados al "iglú" donde se realiza la ceremonia. Una muy bonita experiencia y muy recomendable.
Después de comer, nos refrescamos un poco en la alberca, sumergiéndonos en ella, disfrutando una alberca sin trajes de baño, sintiendo el agua de ella recorriendo nuestros cuerpos, así como nuestra misma piel al encontrarnos dentro de ella y abrazarnos. Cualquier roce que teníamos nos erizaba nuestra piel, nos excitaba y hacía que tuviéramos reacciones. Yo podía sentir sus pezones parados y duros en mi pecho al momento de abrazarla o en mi espalda cuando ella era la que me abrazaba. Mientras que ella, al abrazarme de frente, también me abrazaba con sus piernas por mi cintura y sentía mi pene ya erecto en su vulva, rozándola y queriendo entrar en ella y de igual manera en sus nalgas, cuando yo la abrazaba por detrás. En pocas palabras, nos la pasamos disfrutando la alberca pero también disfrutándonos a nosotros mismos. Puesto que en ese tiempo se encontraba la alberca sola, entre que unos descansaban y otros estaban comiendo o en otras partes. Ya más tarde nos quedamos descansando en los camastros alrededor de ella.
Ya por la tarde, bien descansados y relajados, decidimos irnos a preparar para ir a cenar por la noche. Con tantas emociones, el día seguía siendo hermoso. Se nos antojó disfrutar un rato de vapor y bañarnos ahí mismo. Por lo que fuimos por nuestras cosas a la habitación para después dirigirnos al gimnasio, que es donde esta el vapor.
Preparamos todo y nos metimos al vapor, un rico calorcito nos rodeaba a los dos, a nuestros cuerpos. Comenzamos a sudar. Por lo que nos dimos un duchazo con el agua fría. Tomamos la crema exfoliante del vapor para tallar nuestros cuerpos. Así como la puesta del bloqueador, nuevamente disfrutamos el bañarnos uno al otro.
Ella me dice que primero yo lo haga. Por lo que mientras ella estaba recostada en la banca del vapor sobre la toalla, yo con la crema iba recorriendo cada una de las partes de su cuerpo, desde su cara hasta sus pies. Pasando por su cuello, sus brazos, sus pechos, sus nalgas, sus piernas, hasta sus pies. Creo que los dos lo disfrutábamos, ella al sentir mis manos recorrer su cuerpo, sus pezones ya estaban muy parados y duros. Y yo al sentir su piel a través de mis manos, era una sensación maravillosa.
Terminé y ahora siguió ella. Yo me recosté en la banca del vapor y ella comenzó a bañarme con la crema, igual por todo mi cuerpo, espalda, brazos, pecho, nalgas, piernas. Dándome un rico masaje. Yo lo disfrutaba mucho. De repente, comencé a escuchar que ella empezó a gemir un poco --- MMmmmmm ----
Veo su rostro y reconozco su mirada, viendo mi pene, que obviamente con ese masaje estaba ya bastante parado. Y recorriendo sus labios con su lengua, me dice --- AAAAyyyy amor, me gusta mucho como se te ve sin ningún pelito alrededor, que bueno que tu también te depilaste. Me gusta mucho!!! ---
Yo sentía mucha excitación con sus palabras, la verdad lo sentí como un gran halago, ya que precisamente me había recortado todo el vello cerca de mi pene para ella, para estar los dos igual. Y al darme cuenta que le gusto, me pude sentir realizado por haber logrado otro objetivo en nuestro viaje. Mientras yo pensaba en esto, ella me dice --- Bueno, creo que hace rato deje un trabajo inconcluso ---
No sabía a qué se refería. Por lo que me sentó en el banco, ella se hinco en el piso y me abrió las piernas, quedando frente a mi verga que ya estaba muy parada. Comenzó ahora a acariciarla y se lo metió a su boca, continuando la mamada que había dejado inconclusa por la mañana. Enorme!!! Es la mejor mamada de mi vida!!! Yo solamente sentía como se deslizaba mi verga dentro de su boca, ella no la dejaba escapar, seguía y seguía chupándomela, mientras que con sus manos acariciaba mis testículos. Mis gritos iban subiendo de intensidad, --- AAAAYYYYY Amor!!!! Qué rico lo haces!!!! AAAAHHHHH!!!! Síguele, síguele!!!! ---
--- Así, así!!! Chúpamela, chúpamela, es toda tuyaaaaa!!!!! ---
Volteaba a verla y veía como se la comía toda, como si se estuviera comiendo un caramelo. Creo que los dos lo disfrutábamos al máximo. Después de un rato y rodeados del vapor y el calor que esto provocaba, tremenda mamada tenía que hacer sus efectos, comencé a sentir que ya me iba a venir. --- Aaaaammmooorrrr!!! Ya me voy a venirrrrrr!!! ----
Ella ni se inmutó y al contrario intensificó más sus chupadas, subía y bajaba mi pene de su boca con una intensidad mayor, y sus manos acariciándome más fuerte los testículos, hasta que ya no pude más.
--- AAAAhhhhh!!!! Me vengoooo!!!! Ammmmoooorrrr!!!! ---
Ella continuó chupando hasta que me dejó seco. Hasta que los espasmos de mi cuerpo terminaron y quedé recargado en la pared, sentado en el banco ya sin fuerzas y sintiéndome como una pluma que viene bajando poco a poco desde el cielo hasta llegar al suelo. Veía su rostro y la veía con una gran sonrisa y una cara llena de orgullo por lo que acababa de hacer. Como una niña que acababa de hacer una rica travesura.
Le extiendo mis brazos, tomándole su cabeza y la atraigo hacia mí, para darle un gran beso, con una intensidad especial. No se porqué, pero me sentía en otro lado, en las nubes, con mi esposa a mi lado.
Cuando recuperé fuerzas, terminamos de bañarnos. Nos arreglamos y disfrutamos de una rica cena, una noche estrellada y de la luna que nuevamente nos acompañaba, tomando una copa de vino en el bar. Después decidimos dar una vuelta por la sala de juegos, estaba sola, decidimos jugar un poco de billar. Como todo en este hermoso lugar, era una oportunidad más para disfrutar nuestros cuerpos y nuestra excitación. Porque con el pretexto de enseñarle a jugar billar, la abrazaba por detrás, hablándole al oído, sintiendo su cuerpo pegado al mío.
Ella al sentir mi cuerpo detrás, al querer realizar un tiro, se agachaba y me pegaba sus nalgas a mi pene. Obviamente este "juego" fue lo más emotivo del juego de billar, ya que siempre que le tocaba tirar a ella, eran repelones y rozones de culo a lo largo de todo el juego. Así jugamos dos juegos.
Al final, llegaron otras dos parejas a la sala de juegos. Una pareja jugó un par de partidos con nosotros, mientras que la otra simplemente se la pasó sentada en la salita platicando y viéndonos jugar. Aquí los "roces" entre cada tirada, aunque disminuyeron al principio en cuanto a frecuencia, cada vez que se realizaban, eran con más picardía ya que había personas a nuestro alrededor. Pero creo que se creó un ambiente bastante picante en torno a la mesa de billar, ya que las tres parejas nos percatamos de los roces y provocaciones entre cada uno de nosotros. Además que creo que las demás parejas debieron haber vivido sus respectivas experiencias durante su estancia, así como las hemos vivido nosotros. Tal vez en diferentes lugares y diferentes momentos.
Ninguna de las parejas nos conocíamos, si nos habíamos visto en alguna ocasión en alguna parte del hotel, pero nada más, unos simples saludos y listo. Por lo que aunque el ambiente había subido de tono, tampoco había mucha confianza. Al final del segundo juego, ya el ambiente estaba muy "excitante" y al comenzar el tercer juego, vimos que la pareja que estaba sentada viendo, se estaban besando muy apasionadamente y ya se había olvidado de nosotros los jugadores. Ella recargada en el respaldo del sillón y él besándola primero en la boca, después bajando por el cuello y recorriendo sus caderas con la mano, mientras que ella con los ojos cerrado inclinaba su cabeza hacia atrás disfrutando de los besos, alcanzaban a escucharse unos pequeños gemidos.
En eso mi esposa iba a comenzar el juego por lo que tomo el taco y se inclinó hacia adelante, en esta posición voltea y me dice que si le ayudo, teniendo muy parado su culo por la posición en que estaba. Así es que rápidamente me acerco a ella y con la excitación que ya había más ver a la otra pareja besándose y acariciándose, pues al llegar con ella de inmediato le acerco mi pene entre sus nalgas, por lo que para más su culo y bota el taco, definitivamente ya no íbamos a jugar, al hacer esto, ella inclinada sobre la mesa recargada en sus manos, yo la abrazo por detrás y comienzo a besarle las orejas y el cuello, y con mis manos acariciarle sus pechos, todo esto con mi pene entre sus nalgas. Y ella moviéndose rítmicamente.
En eso volteo a ver a la tercer pareja, nuestros contrincantes en el juego, definitivamente tampoco ya iban a jugar, ella ya estaba sentada en la mesa de billar, con las piernas colgando y recargada con sus brazos y su rostro dirigiéndose al techo del salón, mientras que su pareja ya le había bajado la blusa, por lo que le estaba chupando sus tetas, unas tetas medianas, más pequeñas que las de mi esposa, pero muy redonditas y paraditas.
En eso un gemido intenso me hace voltear a ver a la primer pareja, ella continua sentada en el sillón, pero él se encuentra subido en el sillón frente a ella, de modo que ella le esta dando una intensa mamada, agarrándolo de las nalgas, lo empuja para meter y sacar la verga de su boca. Por lo que él como puede, se agarra de una ventana cercana para disfrutar de esa mamada, que por los gemidos que se escuchaban, debía de estar muy bien dada.
Mientras yo aprovecho y le levanto a mi esposa la minifalda que llevaba y como seguíamos sin llevar nada abajo, pues enseguida puedo admirar su culo bien paradito y redondito, por lo que me agache y comencé a besar y morder sus nalgas. Y haciéndola abrir un poco el compas de sus piernas, comienzo con mi lengua a lamber su vulva y a chuparla, mordisqueando sus labios y jugando con su clítoris. Mientras mi esposa gozando con todo lo que le hacia inclinada sobre la mesa de billar, queda cerca su rostro con el de la chica de la otra pareja del otro lado de la mesa, quien también ya se encontraba recostada sobre la mesa con la falda del vestido ya en la cintura, y con su pareja besando y mordisqueando sus muslos, iba de uno a otro y al pasar por su vulva, se detenía un poco, para darle unos lengüetazos y jugar con su clítoris (todo esto me lo conto mi esposa después, ya que yo estaba muy entretenido en otra cosa y no podía verlo). Por lo que ellas dos intercambiaron sonrisas de placer y ambas se mordían los labios por lo que estaban sintiendo.
Después de un rato, se escuchan unos gemidos y gritos bastante intensos, era la chica de la pareja de la salita, ya que ahora él ya se encontraba sentado en el sillón y ella frente a él, con las piernas abiertas cabalgándolo, subiendo y bajando a un buen ritmo, de modo que provocaban sus gritos, pidiendo más y más.
Yo al girar para verlos, por los gritos que escuché, me levanto y tomo mi pene ya bien erecto, lo pongo en la vulva de mi esposa y de un solo movimiento, la penetro por completo.
---- AAAAhhhhhhh ---------- Se escucha por parte de ella.
Provocando con este movimiento que levantara su rostro y abriera mucho sus ojos y su boca, expresando mucho placer. Quedando ahora sí frente a frente con la otra chica, quien también también abría sus ojos, por las embestidas que estaba teniendo de su pareja, ya que ya se encontraba él metiéndole la verga a ella, quien lo abrazaba con sus piernas por la cintura.
Este momento sí que fue el clímax de la noche, ya que mientras una subía y bajaba controlando el ritmo que quería, en la salita; la chica del otro lado de la mesa recibía las embestidas de su pareja acostada boca arriba en la mesa de billar, que cada vez eran más fuertes; y mi esposa con las manos y el rostro viendo a la otra chica, recibiendo mi verga una y otra vez en medio de sus nalgas. Y todas juntas gimiendo y gritando, cada vez más fuerte……
------ AAAAAhhhhhhh!!!!! ----------------
-------- Dame, dame, dame ¡!!!!!!!! ---------
-------- Así, así, así, toda, toda, todaaaa!!!!! ---------
Era un espectáculo fantástico, que cada uno lo estábamos viviendo, lo podíamos escuchar y de alguna manera estar viendo. Así permanecimos un buen rato, los gritos cada vez eran más intensos, señal de algunos orgasmos presentes en el ambiente, de una y de otra indistintamente, pero todos continuábamos igual. Hasta que la pareja del sillón, juntos gritaron
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Y se abrazaron fuertemente. Y casi enseguida también la pareja del otro lado de la mesa, igual se fundieron en un grito y él dando las últimas embestidas fuertes, hasta que cayó recostado en el pecho de ella, quien simplemente extendió sus brazos sobre la mesa, rendida. Mientras nosotros también a punto de llegar, cada vez más fuerte golpeaba mi cuerpo con sus nalgas, agarrándola de la cadera cada vez era más intenso, hasta que mi esposa voltea y me dice
------ Amor, vamos, vamos, no me dejes solaaaaaa ---------
------ Vente conmigo, ya venteeeee ¡!!!!!!!! -----------
Y creo que fueron las palabras mágicas, porque enseguida me llegó un intenso orgasmos que junto con ella, nuestros cuerpos se contraían al unísono, juntos. Hasta que ella quedó boca abajo en la mesa y yo sobre su espalda recostado. Quedándonos así por unos momentos, hasta que cada una de las parejas nos fuimos reincorporándonos y recuperándonos. Intercambiando sonrisas y diciendo: "Que bien lo hicieron", "Que gran espectáculo" y otras cosas más. Nos acomodamos nuestras ropas, la pareja del sillón se despidió deseándonos una rica noche, mientras que la otra pareja y nosotros nos tomamos una copa para relajarnos, charlando de lo hermoso y erótico del hotel. Al terminar la copa, nosotros nos despedimos y nos retiramos, diciéndoles que ya tenían toda la mesa para ellos solos, regresándonos un guiño de ojo de ambos.
Ya después reflexione que el guardia nunca llegó, no sé si nos nos vio ni escuchó, o también disfrutó del espectáculo, ya que me imagino que ha de estar muy acostumbrado a eso en el hotel.
Ya en nuestra habitación. Pasamos una noche maravillosa, platicando y recordando muchos aspectos de ese momento, de esa noche y en general del viaje, un viaje maravilloso. Para finalizar el día haciendo el amor en nuestra habitación muuuuyyyy intensamente, debido a tanta acción que se presentó en la sala de juegos.