Unas veces nada, otras poco y a veces demasiado

Le dije al chico… “Cuando vas de Cruising, tienes que tener claro algunas cosas... unas veces vuelves sin haber hecho nada, otra puede ser que hayas estado poco… con uno o dos, pero en otras ocasiones, regresas con un dolor de mandíbula y de culo, ¡pues hayas estado con demasiado… uuummm!!”.

Estando de Cruising. Unas veces nada, otras poco y a veces demasiado

Antes de comenzar, debo decir que siempre o al menos en la medida de lo posible, me he considerado de esos que ha tenido cuidado de lo que me rodea, e incluso me acontece, siempre como mucho con discreción o al menos lo he intentado. Siempre con cautela y atención por mi entorno, y siempre, aunque me repita... con cuatro ojos a pesar de tener solamente dos, aunque debo confesar que no siempre fue así, pues los imprevistos existen y son a veces difícil de evitar, como los encuentros fortuitos con conocidos a los cuales evitamos. Dicho esto, comenzaré por un recordatorio que me sucedió…

Soy de esos qué le encanta el cruising, no porque me haya iniciado de esta manera, sino que de alguna manera me veo identificado, quizás porque cuando me inicie/iniciaron fue un lugar público (un parque) con un desconocido. Lugar como tantos que solemos buscar para poder estar a solas, ya sea por buscar la intimidad para visionar pornografía o buscar compañía, lugares como en mi caso un parque público. Donde busque o al menos eso creí, un lugar donde menos transito hubiera, lugar que busca las parejas para su intimidad, siempre a ser posible oculto a la vista de mirones, sobre todo. Donde precisamente me encontraron visionando revistas eróticas, objetos y oportunidad por donde entrarme, pues vieron mi curiosidad como todo adolescente. Curiosidad por el sexo, donde en casa no explicaban, ya sea por vergüenza o tema tabú, prefiriendo que seamos nosotros mismos quien lo descubramos, clave error.

Imaginad un chiquillo con este material en manos, siendo objeto de miradas obscenas y lascivas por mirones, pervertidos y degenerados que ven la oportunidad de poder entrar, aprovechándose de la inocencia y la curiosidad. De esta manera me entraron a mí, cuya curiosidad me embriago tanto que deje a estos hacer, curiosidad y morbo llevadas de la mano. Morbo por lo prohibido, aprovechándose de esa ignorancia, aprovechándose de esas sensaciones extrañas y ocultas por mentiras, van aprovechándose poco a poco hasta que es demasiado tarde, pues me tiene ya enganchado como la misma droga. Pero bueno, también solemos encontrarlo como en los baños públicos, ya sea de centros comerciales, estaciones de autobuses, trenes, o lugares apartados, ya sean explanadas o zonas donde haya abundante maleza, o edificios abandonados, etc.

Bueno en esto del Cruising yo me moví mucho, comenzando a deambular la zona del Guadalquivir, zona que alberga desde la explanada de los aparcamientos de la Torre Triana, pasando por el Charco de la Pava hasta la Raya, aunque por esa zona alberga mucho más terreno. Yo me anime a ir, debo decir a raíz de unas sugerencias de unos conocidos, conocidos que no dejaban de animarme a visitar estos como la misma sauna, dejándome caer que fuera a la Nordik (sauna masculina abierta en su momento, donde frecuentaba sobre todo maduros y osos, siendo una perlita chicos como yo). Pero bueno, estos no dejaban de animarme sobre la zona del Guadalquivir, no dejando de decirme…

  • “Pásate cuando puedas, no te vas a arrepentir, no habrá día que te marches a tú casa después de haber probado al menos seis pollas, tanto por tu boca como por tu culo”.

Debo decir que normalmente no he tenido problema a la hora de estar con alguien, no suelo ligar sino todo lo contrario, vienen a ligarme, dependiendo de la edad me entran, intentando seducirme, como si fuera una chiquilla, pero ciertamente me gusta. Cuando era joven puedo aseguraros que tenía sobrevolando hasta al menos cuatro o seis maduros, hombres mayores que todos buscaban lo mismo. No era un chico a mi parecer atractivo, simplemente me veían inocente, siendo los parques públicos los lugares que rondaba, parques cuyos servicios públicos usaba habitualmente, donde no había abuelito que me ‘ayudaba’ a orinar… uuummm!!.

Con el tiempo y los medios, pude moverme, comenzando a recorrerme el centro, donde llevado por la curiosidad comencé a visitar los sex shop, pudiendo entrar en aquellos que tenían ‘Glory Hole’, sitios donde me aficione a entrar y como para dudar… uuuffff!!. Pero no solo eran los únicos sitios que entraba, pues desde que descubrí el cine X que había, me armé de valor cierto día y entre, acabando como la misma protagonista de las películas. Recuerdo ese día que mis nervios me traicionaron, pero al mismo tiempo tras haberme corrido, acabaron por tranquilizarme, dejando tanto unos como otros me metieran mano, acabando desnudo y comiendo pollas a desconocidos… ooohhh!!.

Cines que me hice adicto, pues incluso cuando estuve realizando el servicio militar en Madrid, acudí a dos cines que había, no solo al cine Duque de Alba sino también al cine Postas. Como aquella vez en el cual entre con unos compañeros de armas, compañeros que entramos por matar el tiempo, quitarnos del tremendo calor de la calle y de paso podernos masturbar. Recuerdo que yo me senté casi al fondo, situándome en la penúltima fila, aunque sentado al fondo, me podrían tomar por un mirón, quedándome sentado en un asiento pegado al pasillo.

Pero desde donde yo estaba sentado, podría ver perfectamente a los que entraba en la sala, pudiendo divisar donde se sentaban y presentía a lo que iban, claro esta es un cine porno y estos son los mejores sitios para el ‘crusing’. Pero estaba claro que por donde estaban, comenzaron a deambular, no importándome en verdad los ‘buitres’ ya que estoy acostumbrado.

Recuerdo que a diez o quince minutos de estar sentado allí, debía de estar llamando la atención como he dicho, pues se me acercó un hombre que quería entrar en mi fila, dejándole pasar al tiempo que pensaba molesto… ‘como si no hubiera otro lugar’. Por el rabillo del ojo, podía ver a esta persona situarse a media fila, pero no había pasado unos minutos, cuando se movió y acabo por sentarse a dos asientos de mí, volviendo a repetirlo y quedarse junto a mí.  Nervioso divisaba como separaba sus piernas, acabando por acercar una de ella hasta que me rozo la mía, no fue algo casual sino con intención, pues tras separarla en unos minutos volvió a repetirlo, acabando por dejarlo. Repitiendo la misma acción, pero en esta ocasión con su mano, acerco su mano izquierda hacia mi muslo derecho, mi corazón latía a mil por hora, no precisamente porque no estuviera acostumbrado a esto, sino porque venía en esta ocasión acompañado por unos amigos.

Sentí el calor que transmitía su mano a mi muslo, calor que fue en aumento a medida que iba acercándose hacia mi entrepierna, acabando por sentir como acariciaba mi entrepierna y acabar por apretar… uuummm!!. Sin decir una palabra, este acabo por tomar mi mano derecha, tirando hacia él, puse cierta resistencia, cosa que este en vez de insistir. Observando cómo cambia de táctica, viendo como me suelta el cinturón, desabotona el botón de mi pantalón y finalmente baja la cremallera, introduciendo su mano por dentro de mis calzoncillos… uuummm!!.

Comenzando a magrearme, todo esto en silencio, todo esto sin llegar a mirarnos, ambos mirando la pantalla… o al menos yo. Mientras le permití que me masturbara, ¡mano que sentí incluso como descendía hasta mi perineo… uuuffff!!, llegando incluso a levantar mi culo del asiento. Gesto que noto y que aprovecho para acariciar mis nalgas, sintiendo como llego a deslizar sus dedos entre glúteos… ooohhh!!. Momento que aprovecha nuevamente por tomar mi mano, tirar de esta y ahora sin poner resistencia, conduje mi mano hasta su entre pierna, haciéndome notar su polla fuera de su pantalón. Desconocido que, tomando mi mano, me hizo masturbarlo y poco a poco comenzó a manosearme, acabando por descubrir como éramos observados por más de uno. Mi polla para esos momentos se me endureció casi de forma instantánea, quizás fuera al sentir sus dedos jugueteando con mis pezones… uuuffff!!.

Y sin decir palabra alguna y menos pedir permiso para hacerlo, vi el movimiento de inclinarse y aunque al principio pensé que era para ponerse más cómodo, acabe comprobando que era para otra cosa. Pues fue inclinarse, quedando su rostro sobre mi miembro, el cual se lo metió en su boca sin que hiciera falta mano alguna… uuummm!!, pude comprobar la habilidad de esta persona… ooohhh!!. Sentí esa boca cálida y sobre todo esa lengua darme la bienvenida a mi glande, lengua viperina que apunto me hizo delatarme… aaahhh!!. Mi deseo de devolverle el favor a este desconocido, me fue denegado, pues no pude continuar masturbándolo, ya que su cuerpo echado sobre el mío lo evitaba.

Estaba disfrutando… no era para menos, llevándome menos sustos a medida que este mamaba, notando como tiraba algo o alguien tiraba de mi prenda inferior, prenda que no eran otras que mis pantalones y calzoncillos. Prendas que elevando mis nalgas del asiento pude sentir como acabaron en mis tobillos, pudiendo comprobar que fue este mismo, quien tras quitármela, comenzó a magrear mi perineo y ayudado por su saliva, comenzó a penetrarme con sus dedos… ooohhh!!.

Creo recordar que fue una de mis mejores visitas a un cine porno, aunque si me pongo a pensar, quizás saque algún recuerdo de mi visita al cine X de Valencia o incluso al de Granada. Tengo de ambos buenos recuerdos, bueno en realidad de casi todos a los que he ido, si te pones a pensar, caigo quizás en dos experiencias muy satisfactorias en el cine X de Valencia. Donde la primera salgo con lo esperado y en la segunda, acabe en un trío con una trans… uuuffff!! (joder, fue la ostia), luego puedo mentar otro cine como el de Granada, donde prácticamente acabe en un bukake… uuummm!!. Bueno, mejor será dejarlo aquí y continuar…

Recuerdo que, a pesar de estar disfrutando, mi vista estaba fijada al fondo, lugar donde estaban sentados mis compañeros, no dejaba de mirar, no deseando que alguno se moviera y me descubriera, aunque quizás lo que menos deseaba era que me fastidiara este momento tan dulce. Pues dulce se puso, cuando uno de esos mirones acabo por acercarse, colocándose a mi izquierda, sacándose su miembro del interior de su pantalón al tiempo que me rodeaba con su brazo, tirando de mi cabeza hacia su polla. Miembro que no me hizo falta decir sus intenciones, pues nada más metérmela en la boca, comencé a chupársela, disfrutando de su glande como de su tronco, saboreando su genitales y volver a degustar de su glande… aaahhh!!. Todo esto mientras este nuevo desconocido, no dejaba de acariciar mi pecho, no dejaba de pellizcar mis pezones, tirando de ellos e incluso humedeciéndolo con su saliva… ooohhh!!.

Aquello duro al menos media hora… obviamente duro no más de veinte minutos, pero entre una cosa y la otra, fueron media hora, pues tras correrme, toco chupársela a este aun, mamada que le di aún con el sabor a ‘lefa’ del anterior. Donde estos, no dejaron de proponerme que les acompañara a los aseos a modo de acabar con la guinda. Preguntándome estos…

  • “Acompáñanos al baño… venga, vente hombre… vamos a disfrutar como es debido, venga que con un poco de suerte te vamos a follar todos”.

Y con temor, contestaba…

  • “No… no puedo, quizás otro día, pero hoy no…”.

Respondiéndome…

  • “No quieres... no me lo creo, si lo estas deseando… mírate”.

Pero supongo que mi negativa y claro está mi excusa debido a mis compañeros, excusa más que justificada se les iba, quizás no era normal sobre todo por el lugar donde estábamos, pero pude ver sus rostros al ver como se quedaba sin la oportunidad de ponerse las botas. Debo decir que, si antes de entrar ya estaba nervioso, no os hacéis una idea de cómo estaba al salir, pues sobre todo con las dudas si me habían visto estos a mí. Además, me marché con una sensación extraña, salí con el pensamiento de haber desaprovechado la oportunidad de haber disfrutado de una orgía, una sensación extraña, quizás acentuada más al notar sus caras que reflejaban una mezcla de deseo y morbo. Bueno vuelvo a mi confesión, vuelvo a mi paso por la dársena del Guadalquivir…

Muchos son los que me preguntan… ‘si no he pasado miedo allí alguna vez’, lógicamente respondes que sí, no os voy a mentir, pues más de una vez en alguna situación he sentido pavor. Os debo reconocer que se ven cosas muy raras, pues me ha pasado creo que casi de todo, donde sales con amistades y no buscadas por mí, pues no es un sitio para hacer amigos, pero inevitablemente la continuidad acaba por hacerlos.

En mis inicios en ir por aquellos lugares, debo de deciros que era como si fuera mi primera vez, daba la sensación a los que estaban que yo era virgen en eso, quizás porque mis nervios me traicionaban. Pero a medida que hay confianza y me tranquilizando, comencé a disfrutar, donde no os niego que rara es la vez que me fuera de vació. Pero con el tiempo y el saber de estos sitios, había ocasiones que vuelves sin haber hecho nada, cuando en otras veces poco era estar con dos, llevándome a la cabeza aquellas veces que había estado con demasiado, diciendo esto cuando acabas de estar con seis u ocho machos… uuummm!!.

O como uno de tantos días, debo decir que lo ocurrido me paso siendo primavera o quizás verano, aunque aquí en Sevilla con el calor eso es difícil de precisar, pero como es habitual tras la salida del trabajo me encamine hacia el acceso de la Torre de Triana. Acceso que tras tomarlo accedo hacia la derecha al fondo, tomando un camino de aquella manera hasta la carretera paralela al rio, carretera que si sigue te lleva hacia la ‘Raya’, pero que también accedes a cualquier punto de la zona del Guadalquivir. Parándome precisamente a medio camino, pues vi mucho movimiento de coches, vehículos que se detenían y cuyos ocupantes, cruzaban la carretera, bajando loma hacia abajo hasta la zona arbolada, desapareciendo tras estas.

Pues yo hice lo mismo, detuve y dejé el coche bajo unos árboles con la intención de aprovechar las sombras, dejando en el interior de este con sumo cuidado de que nadie me viera, dejé y bien oculto, aquello que me molestaba y no es bueno llevarlo, como… cartera, monedero, llaves y cualquier objeto de valor. Pero eso sí, cogí del interior de la guantera… condones, Popper, vaselina, toallitas húmedas y clínex. Tras bajar me encamine hacía una zona donde había visto movimiento, zona que es loma abajo entre la maleza, junto a la dársena del río. Pues fue bajar y adentrarme en la maleza, cuando un hombre mayor y corpulento, maduro de entorno a los cincuenta y muchos años y canoso se me acerco, hombre que se llevó una mano a su entrepierna a modo de que percibiera el bulto.

No hizo falta nada más, me acerque y lleve mi mano a su entrepierna, comenzando a magrear sobre la tela del pantalón, comenzando este a gemir y meterme mano. Comenzando por dentro de mi suéter, manos que, tras acariciar mi espalda y culo, ascendieron hasta mi pecho, subiéndome el suéter hasta el cuello, para acabar por quitármelo. Las ansias le podían y en nada, acabo por posar su boca sobre mis pezones, chupando y absorbiéndolos… aaahhh!!, no dejando de magreársela, acabando por sacársela con cuidado del interior de su pantalón… uuummm!!. Este continuaba chupando mis pezones, pasando ahora a mordérmelos al tiempo que introducía una de sus manos dentro de mi pantalón, pantalón que desabotone y baje la cremallera, facilitándole la labor. Este comenzándome a comer cuello y oreja, me soltó…

  • “Descálzate”.

Cosa que hice y en segundos me bajo los pantalones, y cuando fue a quitarme los calzoncillos, pudo ver que en vez de esta prenda yo iba con tanga, prenda que finalmente me dejo, sacándome el resto… uuummm!!. Intento besarme pero rehusé, continuando por mi cuello mientras me pellizcaba con fuerza mis pezones… aaahhh!!, al tiempo que su otra mano intentaba penetrarme con sus dedos… uuummm!!. Momento que le propuse el usar el Popper y la vaselina, soltándome…

  • “Veo que eres directo… eeehhh!!”.

Esnife un poco de Popper y me arrodille, colocándome en cuclillas al tiempo que le ofrecí el bote de Popper, tome su miembro que no era muy grande, por cierto, pues no mediría mucho más de catorce centímetros o acaso quince centímetros, llevándomelo a la boca. Comencé a pasarle la lengua por todo su glande y a lo largo de su tronco e ir descendiendo hasta los huevos, mientras este gemía y me tenía sujeto por mi nuca, percibí que este de limpieza como que… ‘poco’.

Me sentí observado, dándome por mirar hacia un lado y hacia el otro, observando cómo había un maduro de ascendencia latina mirándonos, cincuentón que estaba disfrutando con la visión. Que, a los pocos minutos, acabo por sacársela del interior de su pantalón pudiendo ver el pedazo de pollón que tenía, cincuentón latino que sin decir nada se nos acercó, colocando su polla delante mi boca. Polla que tras sacarme el maduro corpulento su miembro, este otro me la introdujo sin miramientos, comenzando a chupársela… uuummm!!. Debo confesaros que el muy cerdo poseía un buen instrumento, bastante larga y gruesa, polla que sacaba de mi boca con rapidez y la volvía a introducírmela de la misma manera, mientras me decía…

  • “Chúpala cabrón… chúpala”.

  • “Disfruta de una polla de verdad… cabrón”.

Y mientras se la chupaba, pude sentir los dedos del otro hurgando en mi orificio, ¡dedos que usando un poco de vaselina me introdujo dos del tirón… ooohhh!!, entrándomelos y sacando… una vez tras otra, acabando por sustituir estos por cuatro… uuummm!!. Soltándome de mala manera al tiempo que golpeaba mis nalgas con la palma de su mano, diciéndome…

  • “Joder cabrón, vas a salir hoy de aquí muy puta, te vamos a dejar echa toda una maricona… ja ja ja”.

El Popper y la vaselina ayudaron un poco, aunque el dolor de esos cuatro dedos era inevitable, dedos que en minutos acabo por sustituir por su miembro, no sin antes haberle ofrecido un condón. Soltándome este…

  • “¿Qué dices puta?, los machos follamos a pelo, disfruta y calla”.

Dice al tiempo que el cincuentón latino me da una bofetada, mientras me dice…

  • “Quien coño te ha dado permiso para sacarte la polla, ahora te la tragas entera… maricona”.

Y ahí estaba yo. inclinado hacia delante, apoyándome con las manos a las piernas del cincuentón latino, mientras el otro me penetraba por detrás. Cogiendo y soltándome algo que he escuchado otras veces, como…

  • “En momento como estos, no hay maricona que no sueñe con comerse otra polla”.

Comentario que no me extraño del todo, pues en verdad tiene razón, pero no tanto en cuanto apareció entre la maleza dos tíos más, uno delgado de edad entorno a estos, no porque lo supiera o conociera, sino echada por su misma fisionomía. Mientras el otro era mucho más joven, persona al cual hice señas que no deseaba tener nada, chico que aun así no se marchó, pues el maduro delgado le retuvo.

Entre fuertes alaridos, finalmente el maduro corpulento se corrió, alaridos de esos que más parece que lo están matando, gritos que me hacen temer que puedan atraer la atención de otros, acabando por acercarse. Pero en esos momentos siento su leche caer a borbotones por mis espalda y nalgas, dándome cuenta y para suerte la mía, que este no se ha llegado a acordar que deseaba preñarme. Pero el muy cerdo, tras correrse sobre mi espalda, coge y le da por esparcirla dejándome bien pringado.

Cogiendo este, sonriente y satisfecho invito a otro a usar su lugar, siendo el latino cincuentón quien tras sacar su pollón de mi dolorida boca, acabo por metérmela, embistiéndomela toda de una vez… aaahhh!!. Viendo como en el ajedrez… toca mover ficha, siendo el maduro delgado quien acabo por introducírmela en mi boca, cuyo miembro tampoco estaba nada mal… la verdad, viéndome en minutos siendo otra vez siendo compartido, no pudiendo gemir o mostrar satisfacción por la polla que tenía en la boca, aunque debo ser exacto, ya que esta la sentía en mis amígdalas… aaahhh!!.

Ignoro el tiempo que llevábamos allí, pues ignoro si eran por los gritos y gemidos de algunos de estos cuando comenzaron a parecer por allí otros, eso que eran avisados por los que habían terminado. Ya que, apareciendo otro hombre, como el anterior se nos acercó sin decir palabra, era uno de aspecto ‘abuelete’, hombre mayor que se me acerco con su polla pequeña hasta mi boca, persona muy morbosa que le dijo al maduro delgado…

  • “Echa ‘pa’ un lado… que esta puta tiene boca para dos pollas, veras como traga”.

Dicho y hecho, cogió el maduro delgado, cuyo cuerpo se le nota ejercicio físico, persona que, tras echarse hacia un lado, permitió que el ‘abuelete’ metiera su pequeña polla, aunque más que pequeña creo que no estaba del todo erecta, o quizás se haya corrido hace poco. Viéndome al final, como me follan la folla la boca estos, acabándome por embadurnar mi rostro y darme de beber, mientras siento como su semen cae por mi garganta. Estando todavía follado por el latino cincuentón, donde como todos, permanecía atento a su placer, llegando a sacarla unos segundos del todo para volvérmela a introducir de un solo embiste… aaahhh!!. Disfrutando de cada centímetro de pura carne, no dejándome de decir…

  • “Toma carne criolla, ¡para que veas donde esta lo bueno… aaahhh!!”.

Pero en estas metidas y sacadas, debo decir que en ningún momento aprecie algo distinto, quizás porque estaba llevado por el inmenso placer, o que se yo la verdad. Pero dándome cuenta de que estaba siendo enculado por alguien diferente al cincuentón latino, cuando esta persona elogio mi orificio, respondiéndole otro…

  • “Pues tú no has probado esta boquita, no sé tú, pero no tengo nada de envidiar, ¡menuda mamada que me está haciendo la maricona… ooohhh!!”.

Es cuando comprendo que, en algún momento, el cincuentón latino ha permitió que ese chico joven me follara, aunque deje claro que no lo hiciera. Chico que tendría unos veinte muchos, cuyo cuerpo fornido y pollón como el cincuentón latino, cuyas venas me dejaba un buen sabor de boca, bueno eso y el dolor de mis pezones cuando tiraba de ellos. Fue un momento de debilidad por mi parte, pues permití que el chico continuara embistiéndome, mientras comencé a masturba al cincuentón latino… aaahhh!!.

Chico que tras un tiempo volvió a intercambiar posiciones, acabando el cincuentón latino minutos más tarde, dejándome bien preñadito… uuuffff!!. El cual tras apartarse, volvió a ocupar su lugar al chico, al cual tuve que permitir acabar… aaahhh!!. Pero que tras el abuelete al poco apareció un sexto, quedando de lo más extrañado, pensando como carajo se estaban enterando de lo que pasaba ahí, apareció otro maduro, pero algo más joven que el resto. Persona que soltó…

  • “Joder como os estáis poniendo las botas, ¡pues yo vengo con ganas de encular… eeehhh!!”.

Colocándose este tras el chico joven, como si fuera una parada del bus, esperando su turno, chico joven que me la saca sin haberse corrido y metérmela en la boca, una vez que el maduro delgado la ha sacado bien limpita. Chico joven que, a pesar de mi negación a metérmela en la boca, acaba por cogerme la cabeza y obligarme a metérmela, pero al final el chico esta tan salido y caliente que acabo por correrse en mi boca. Momento en que el último, suelta ante de metérmela…

  • “Ojo… que yo no follo a pelo”.

Comentario que suelta y en fuera de lugar, pues a nadie se le dice cómo debe de follar o no. Ultimo que mientras me penetra, acaba por darle a pajearme, notando que para nada estoy empalmado, no quedándole otra que follarme con ganas… ooohhh!!. Mientras me suelta una vez tras otra…

  • “Disfruta cabrón… disfruta, ¡esto es una buena polla y no las otras… aaahhh!!”.

Y cuando por fin acabaron, fueron marchándose uno por uno como aparecieron, dejándome allí desecho, mareado y casi con síntomas de deshidratación, pues tenía una sed enorme a pesar de haber tragado litros de semen (joder que exagerado soy). Me toco buscar mis ropas, pues no estaban donde las había dejado, pensé que quizás me las hayan robados, e incluso parte de una broma de estos a modo de poderme tener ahí para que vuelvan a follarme, muchas cosas se me pasaron por la cabeza hasta que aparecieron. Prendas que descubrí más tarde todas manchadas, pues algunos las habían utilizados algunos para limpiarse los restos de semen, o prueba de haberme follado. En fin, tras vestirme me marché de allí, dándome cuenta que me faltaban otras cosas más, como la riñonera donde llevaba el Popper, vaselina, condones, clínex y toallitas húmedas, eso por no decir que me faltaba el tanga.

Pero fue llegar a mi coche y llevarme otra sorpresa, pues fue abrir mi puerta del conductor, cuando apareció tras de mí, uno de mis conocidos, uno de esos que como dicen que tengo en mi agenda, como los que tienen vendedores, una cartera de clientes, pero en mi caso es una cartera de contactos. Era mi amigo Manuel, el cual había venido después de haber estado todo el día trabajando, contándome que ya se iba a marchar al no haber encontrado nada, pero ha sido una suerte el verme de lejos. Fue diciendo esto, mientras se bajaba la cremallera de su mono azul de trabajo, cremallera que fue dejándome a la vista su pecho lleno de vellos, pecho que bajas la vista y pude ver sus calzoncillos tipo bóxer de color blanco, cuyo enorme bulto oculta.

Y que este, tras rodear mi nuca con su mano, me oprime hacia el a modo de inclinarme hasta llegar a su polla, son momentos en que piensas que quizás sea mejor decirle que vengo empachado, pero por otro lado él no tiene la culpa y el pobre se iba ya sin nada, como que finalmente me entrego a él, llevándome una descarga en mi boca y dos más en mi dolorido orificio… ooohhh!!. Descarga en la boca que me da, tras una buena mamada de campeonato, una de esas que me gusta realizarle. Donde hubo veces que se le ponían los ojos en blanco, ya que me encanta sentir como me trago su polla hasta la campanilla, darme un par de atragantadas y luego sentir las arcadas, finalizando Manuel con darme el regalo tan preciado como su descarga.

Y que luego como he dicho tocaba follarme, enculada que me dio, tras tenderme en el asiento trasero, bajarme el pantalón y llevarse la sorpresa de no llevar ropa interior. Tener la suerte que, en esa ocasión, no le dio por comerme el culo como en otras ocasiones, pues se podría llevar el sabor de varias ‘lefadas’. Luego, puso su verga en posición y me la introdujo, comenzando a embestirme durante al menos diez minutos, dándole por parar y cambiarme de posición, pues el es muy dado a cambiar, colocándome encima y se yo quien le toque cabalgar… ooohhh!!. Debo decir que Manuel cuando viene en plan campeón, no hay comparación con un semental joven, no tiene nada que envidiar… uuummm!!.

Bueno creo que lo dejo aquí, mejor que continuar, pues sino me podría perder con otra anécdota, lo dicho, ya me decís que os ha parecido, estaré esperando vuestras respuestas, deseando recibir vuestros comentarios, ya sea a este portal como a mi correo. Mi email es: jhosua 1974 @ gmail . com (obviamente todo junto como… jhosua1974@gmail.com ).