Unas vacaciones inesplicablemente placenteras 3

Conozco al nuevo miembro de lo que ya es mi familia favorita

Salí de esa casa y regrese a la cocina, mi madre me pidió como había ido y le conteste que solo me había cogido las cosas y había desaparecido.

Por la noche apareció Luisa mientras yo estaba con mi madre y ante ella me invito a una fiesta el sábado, yo por supuesto acepte.

Me puse un vestido largo de verano, con la espalda al aire, abajo solo unas braguitas negras de encaje y unas sandalias planas, la cena era en la piscina.

Estaban unas parejas y unas cuatro personas solas, la mujer de la limpieza ayudo a mi madre, yo misma la ayude antes de unirme a la fiesta. Al final de la noche vi moverse la cortina, el no apareció en la fiesta, Luisa lo excuso diciendo que era poco sociable. Se había convertido en mi reto. Me gustaban los misterios y la gente osca.

Fui a la cocina a ayudar un poco y observaba a la mujer que ya había visto salir dos veces de casa del padre de Luisa, una de ellas se estaba abrochando el uniforme. Cuando mi madre se marchó la primera, yo me ofrecí a terminar con la chica antes de quedarme luego un poco tomando algo. Le dije a mama que no se preocupara. Entro Luisa en ese momento y le dijo a mi madre.

-no te preocupes si es tarde puede dormir aquí en la habitación de los niños, tu ve tranquila. Elsa vienes?

-voy a echar una mano ahora voy

Salió y me quede con la mujer, que debía ser de la edad más o menos de Luisa. Mi curiosidad pudo más y le solté.

-te he visto salir de la casa de la playa, estas liada con el padre de la señora?

-no exactamente

No quería hablar del tema, termino de recoger y salió con la ropa a los vestuarios cerca de la piscina para cambiarse. La seguí y no se paró en los vestuarios, entro en la casa de la piscina por detrás, por la cocina. Yo seguí hasta la parte delantera donde estaba la fiesta. Me acerque a Luisa

-ya estoy aquí, tu padre no podrá dormir con este jaleo

-no te preocupes duerme detrás y no se oye mucho, de todas maneras está acostumbrado a las tres o cuatro fiestas que montamos en la piscina cada verano. Tomate algo cariño.

Me acerco a las bebidas y me sirvo una, alguien se echa a la piscina y Luisa pide una toalla, yo voy a los vestuarios y oigo ruido en la casa, me acerco a la ventana sin poder evitarlo y veo las cortinas moverse por el aire, entre ellas se ve a ese hombre completamente vestido como estaba cuando yo le vi, pero la mujer estaba desnuda y le acariciaba el paquete por encima del pantalón, tras dos minutos, desabrocho el pantalón blanco de él y saco su pene, la boca se me abrió dos palmos al ver ese pene, era el más grande que había visto nunca, largo y grueso, ella se agacho a lamerlo y solo medio le cabía en la boca, él la cogía de la nuca e intentaba que tragara más, pero ella se retiraba y lamia.

Pensé en quedarme, pero me estaban esperando. Recogí la toalla y la lleve a mí pesar. La mujer salía del agua y se secó, otros se metieron en el agua y tras media hora

-voy a por mas toallas.

Volví a la ventana y la escena era casi la misma, solo que el hombre la acariciaba entre las piernas, ella gemía y jadeaba. Se corrió y él se incorporó, ella volvió a agarrar su polla y empezó de nuevo a lamerla, él quería más de nuevo, pero ella se negaba.

-voy a correrme –oí que decía el-

Ella se apartó y lo masturbo hasta que un chorrito de semen salió de su polla y ella al esquivarlo cayo en la cama.

-gracias necesitaba correrme, luego seguiremos. –dijo esa voz dura y seca-

Regrese a la fiesta muy caliente, deseaba esa polla y a ese enigmático hombre, jamás me había sentido atraída por nadie así. Supongo que el juego de saber que me observaba, el ir más allá exigiéndome, luego hacer el amor ante su mirada y por ultimo ver su gloriosa polla, todo eso me tenía de lo más receptiva.

Dos horas después cuando se despedían los últimos Luisa me dijo:

-te quedas esta noche?

-si

Se fueron a  despedir a sus invitados y yo aproveche para echarme una copa, mire hacia la casa y vi que tenía espectador de nuevo. Le doy la espalda, me desabrocho el vestido y lo dejo caer a mi pies, siento que el sigue ahí y voy más allá, cojo el elástico de mis braguitas de encaje negras y las bajo lentamente por mis muslos.

Me giro hacia la ventana y le sonrió, enseñándole mi cuerpo completamente desnudo unos minutos, cuando los oigo volver me tiro al agua y al momento los dos están junto a mí.

Julio llego el primero a mi lado y me beso.

-llevo toda la noche deseando hacer esto

Ella se pega detrás de mí, noto los rizos de su pubis en mi culo, Julio la coge de la nuca y apretándose a mí besa a su mujer. Yo en medio de ambos miro sus lenguas entrelazadas, se besan con hambre.

Agarro la polla de Julio y empiezo a menearla fuertemente con una mano, con la otra acariciaba la raja de Luisa. Ellos no dejan de besarse, se comen literalmente. Pasan los minutos y veo que el mirón sigue.

-puta sal del agua y túmbate en la tumbona roja

Ella obedece sin pensarlo, está muy excitada y con alguna copa de más, no piensa si puede ser vista estaba desinhibida.

Me quedo con Julio en el agua besándolo, sin dejar de menearle la polla como a él le gusta.

-vamos, fuera.

Luisa esta tumbada, con las mejillas encendidas a pesar de estar mojada. Su precioso cuerpo se ve divino a la luz de la luna.

-ábrete puta, por una pierna en cada lado de la tumbona y los pies en el suelo, quiero que este bien abierta.

Me pongo de rodillas sobre una toalla y abriendo su coño, me lanzo a saborearla, él se arrodilla a mi lado.

-mira qué coño tiene, me encanta. Putita quieres que siga?

-sí y quiero que él te folle

Yo asiento y ella le dice

-Julio fóllatela

Él se pone a mi espalda, me empuja hacia ella apoyando mis pechos en la tumbona y subiéndome un poco el culo de las caderas me penetra, me la mete de un golpe y entra y sale de mí sin dejar de mirar como relamo a su mujer.

Yo chupo fuerte y ella le dice

-Julio dale fuerte que chupa más cada vez que se la metes.

Me agarro más fuerte y haciendo caso a lo que su mujer le pedía empujo más y más adentro sin salir. Apretaba fuerte sus dedos hundiéndolos en mi carne y yo jadeaba en su coño, la mordisquee y note como se corría en mi boca, yo me corrí con la polla de su marido, mientras este empujo más y se corrió dentro de mí.

Miro hacia la ventana y está allí, nos vamos los tres desnudos hacia la casa, yo en medio de los dos, mientras andamos Julio acaricia mi culo, y Luisa me besa la boca.

Caemos rendidos en la cama, los tres queremos más pero no podemos, solo nos besamos y nos acariciamos un rato.

A media noche me despiertan unos ruidos, me giro y ambos están follando, ella está sobre el con su polla bien clavada lo cabalga, yo solo miro embelesada, ella me sonríe mientras se corre y hace que el la llene de leche, los tres nos besamos, Julio me come el coño hasta hacerme correr mientras nosotras nos besamos y nos acariciamos, antes de dormirme me voy a la habitación de los niños, por si acaso sube mi madre y me quedo dormida y agotada.

Despierto por la mañana y bajo en silencio, mi madre prepara café y le cuento lo que puedo de la fiesta y voy hacia la piscina. Veo a lo lejos antes de llegar a la mujer irse y siento celos.

Me meto en el agua en bragas y nado furiosamente, cuando saco la cabeza veo unos pies, subo la mirada y allí está el.

-buenos días

-buenos días

Se sienta en el borde y mete las piernas en el agua, lleva un pantalón corto de deporte, mueve los pies en el agua y con uno roza mi pecho, no me retiro y no quita el pie. Me acerco y mi pecho roza su pierna.

-no te bastaron ellos dos?

-no es eso. Y a usted no le basto ella que no dejo de mirarnos?

-dos cosas preciosa, me parece casi ridículo que me trates de usted mientras tu teta roza mi pierna descaradamente, me llamo Gabriel y la segunda yo no os miraba

-si lo hacía, yo lo vi

-si me viste, pero no os miraba, TE miraba.

Casi me hundo en el agua ante esa afirmación. Me alejo un poco nadando y él no se mueve, al momento vuelvo atraída por ese hombre como un imán.

-Gabriel a que juegas?

-no crees que soy ya muy mayor para jugar?

-no lo creo

-pues yo sí creo que soy mayor para jugar contigo y además no juego con juguetes de otros.

Saco los pies del agua y regreso a su casa, dejándome temblando de rabia y frustrada, rabia por llamarme juguete y frustrada por que ese hombre se había metido bajo mi piel y le deseaba.

Volví a casa pensando que estaba teniendo más sexo que nunca, había descubierto la bisexualidad y los tríos y encima estaba loca porque ese hombre de la edad de mi padre o más me hiciera el amor. No sabía que me estaba pasando.

Ese día no aparecí por la casa, al día siguiente Luisa me llamo para vernos antes de irse, se iban tres días a buscar a los niños al campamento y se quedaban en un hotel, me dijo que teníamos que aprovechar que cuando estos volvieran no tendría tanta libertad y además luego yo tendría ya casi que irme. Le dije que no podía escaparme que iba a comer fuera con mis padres, que intentaría sacar unos momentos al menos para despedirme.

Al volver de comer, mis padres contentos por tener el día libre ya que los tres que ellos no estuvieran había que hacer unas cosas en la casa. Los inste a que se fueran solos a pasear y a cenar fuera y accedieron, se arreglaron y salieron pronto. Fui directa a la casa a despedirme y oí ruidos en la escalera, me acerque y los vi,

Luisa estaba desnuda apoyada en la escalera y el desde atrás la follaba con deleite, subí y me acerque a besarlos mientras ellos seguían con lo suyo, me quisieron mezclar, pero lo rehusé.

-quiero miraros solo, estáis adorables, sigue Julio métesela bien adentro

Metí la mano entre los dos y con una agarre sus huevos y con la otra frote su clítoris hasta que ambos se corrieron. Nos besamos en la boca, se arreglaron las ropas y se fueron.

Regrese a casa sola, seguí andando y en un lado de la parcela había un conjunto de árboles, era un rincón encantador. En uno de los arboles había un columpio, me senté en él y me balancee lentamente. Dos minutos después una mano en mi espalda me empujo lentamente, me gire y era él.

-hola Elsa, estas muy sola

-mis padres han salido y su hija y su yerno…

-ya los vi irse. Aun estas enfadada conmigo?

-si

-enséñame las bragas muñeca

-no

Soltó una carcajada al ver mi cara de enfado

-enfadada estas aún más bonita

-que quieres de mi Gabriel?

-todo, Elsa lo querría todo, lo tomaría todo. Cuanto mas quiero alejarme y lo intento mas atraído por ti me siento.

-porque quieres alejarte?

-porque nos haremos daño, porque tu padre no me lo perdonara nunca y porque estas con ellos.

-te deseo Gabriel

-cállate Elsa

-no voy a callarme

-te gusta demasiado jugar, llevas haciéndolo desde que te vi y supiste que te veía por primera vez.

Se da la vuelta y cuando veo que de nuevo me va a dejar lo intento de nuevo

-quédate Gabriel

-para que Elsa esto no está bien

-pero lo deseas tanto como yo

-pero soy más viejo y debo pensar por los dos

Se va, no le he convencido

-por favor Gabriel, quédate ahora, solo esta noche

Se da la vuelta, me mira de arriba abajo y se acerca en dos zancadas.

-quítate las bragas

Quiere amilanarme, asustarme para que salga corriendo, sin embargo me quedo, me levanto y bajo mis bragas, me agacho las cojo, se las acerco y vuelvo al columpio.

El me mira y acaricia mis bragas entre sus dedos, se las acerca y las huele.

-Elsa eres diabólica en cambio hueles a pedacito de cielo.

-gracias

-no me las des. Abre las piernas

Las abro y de nuevo quiere asustarme con su rudeza, sin saber que me excita más de lo que nunca nadie me excito. Se acerca más a mí y saca su polla ya dura y más grande aun de lo que me pareció aquel día. Me la frota entre las piernas, la apoya en mi cueva y cogiendo el columpio se mete dentro de mí, sin prisas pero sin pausas, mi carne se abre ante esa descomunal polla abarcándola lentamente, acostumbrándose a ella enseguida. Jadeo mientras el tira de las cuerdas atrayéndome más, empuja hasta estar dentro completamente

-madre mía Elsa

Mis piernas se abrazan a sus caderas y subo mis caderas moviéndome hacia los lados, él se queda quieto y soy yo quien agarrándome a las cuerdas me muevo, subo y bajo y meneo las caderas en círculos, el jadea, suda y me mira.

-sigue Elsa

Aprieto con los músculos de mi vagina su polla y la suelto, repito varias veces más y de nuevo trepo por las cuerdas subiendo el culo, mis pies lo empujan mas adentro y me corro enseguida, grito sin poder evitarlo, se me nubla la vista y el me agarra fuerte, empuja muy adentro y noto un gran chorro de su tibio semen, otro más y el calor me inunda por dentro, me vuelvo loca de nuevo cuando otro orgasmo me sacude. Nos quedamos quietos abrazados varios minutos. Hasta que el sale. Y me siento vacía completamente.

Se coloca la ropa y se sienta en una raíz grande de un árbol.

-no me extraña que tengas locos a esos dos Elsa

-gracias por el cumplido

-me cuentas como empezó todo?

Le cuento toda la historia, el escucha pacientemente. Me levanto del columpio, me acerco a él  y me arrodillo a su lado, tira de mí y me coloca entre sus piernas, toca mis tetas sobre mi camiseta, mete las manos debajo y sonríe al ver que no llevo sujetador, las amasa con ambas manos y me acerca a él, me muerde los labios, pasa su lengua por ellos y baja a mis pechos mordisquea mis pezones sobre la tela.

-quítamela, quiero sentir tu boca

-Elsa no voy a ser suave, si te quedas terminara doliéndote.

Como respuesta me saque la camiseta por la cabeza y el agarro mis tetas, mordió mis pezones cada vez más fuerte, hasta que sentí dolor, suspire y me arquee cuando el intento parar.

-sigue Gabriel fóllame

Se levanta y me levanta con él, me pone apoyada en el árbol, con las palmas de mi mano me aguanto y  desde atrás tira de mis caderas, pienso que va a penetrarme cuando noto un azote en mi culo, pica. Luego otro, escuece, luego otro y sigue doliendo, con el ultimo una lagrima recorre mi mejilla.

-te duele Elsa?

-si

-mucho?

-si

-quiero que te duela, pero tú puedes pararlo, dime que me pare y lo hare.

-fóllame Gabriel, como gustes.

-desvergonzada, soñé con azotarte el culo desde la primera vez que te vi follar con el

Me azota varias veces más y noto el calor en mis carnes, su mano plana no tiembla es dura, caliente, excitante. Nunca había tenido sexo duro y me gustaba, con el todo parecía lógico y sobre todo erótico y excitante.

Se agacha detrás y empieza a besar mi trasero enrojecido, lame mi carne caliente y dolorida, provocando oleadas de placer que recorren mi cuerpo. Separa con sus manos los cachetes de mi culo y lame mi rajita, sollozo de placer al notar la suavidad y la humedad de su lengua. Apenas logro mantenerme en pie, las piernas me tiemblan, las siento como si fueran de gelatina. Su lengua busca ahora esa cueva inexplorada y penetra lentamente, la sensación es indescriptible, entra y sale y de repente todo mi cuerpo se tensa y un tremendo orgasmo me sacude, jadeo, apenas puedo respirar. Gabriel se levanta y me abraza desde atrás notando como mis fuerzas flaquean.

-tranquila pequeña. Te ha gustado?

-mucho

Me siento donde él estaba antes y veo que Gabriel se dirige al columpio, hace dos gordos nudos, subiendo la sillita, viene hacia mí y cogiéndome de la mano, me lleva hacia allí, frente al columpio me inclina el torso hacia adelante y mis pechos y estomago descansan sobre la sillita subida del columpio.

Mi rajita está enteramente a su disposición y de nuevo se arrodilla, pero esta vez lame mi rajita por completo, desde arriba de mi clítoris, hasta la cueva inexplorada, allí de nuevo hunde su lengua, entra y sale varias veces y vuelve hacia mi clítoris, lo coge entre sus labios y le da golpecitos con la lengua, enloquezco, jamás nadie me había dado tanto placer oral. Cuando empiezo a tensarme en puertas de mi orgasmo, hunde de nuevo su lengua en mi culo y me corro otra vez, lanzo un gemido y él se levanta, se agarra la polla y noto la cabeza en mi cueva inexplorada. Un temblor me recorre, tengo miedo, nunca he tenido sexo anal.

-tranquila preciosa, es la primera vez?

-si

-me dejas ser el primero que consiga que te corras así?

-no creo poder, una vez lo intente y duele

-yo no parare cuando duela, como antes quiero que sientas dolor, luego te prometo que vendrá el placer.

Deja su polla allí y me agarra de las caderas, empuja un poco y un pinchazo me hace lanzar un quejido, pero no lo frena, me coge más fuerte y empuja un poco más, me arde el culito, me escuece y duele mucho.

-duele, Gabriel me hace daño

-lo se preciosa, eso me pone más a cien, siente mi polla crecer aún más en tu culo, estoy disfrutando de ser el primero.

Empuja más, hasta que media está dentro ya, me mordisquea el hombro, lo lame y lo chupa y me dice al oído.

-relajarte, voy a empujar hasta meterla del todo, va a dolerte, pero me quedare quieto mientras te adaptas a mí.

Sin acabar me agarra más fuerte y de un empujón entra, noto como me abre, la sensación es de lo más extraña, me duele y me excita a partes iguales.

-que gozada, que culito más estrecho, que placer Elsa, gracias princesa

Sus palabras me relajan, sabe cómo manejarme, mi culo se amolda a su polla y sus manos acarician mi trasero, suavemente. Empieza a moverse lentamente y noto escozor, no para entra un poco y sale otro poco, no sé en qué momento empiezo a dejar de sentir dolor, pero ahora mi culo se balancea esperando cada arremetida, acelera el ritmo, oigo su respiración agitada en mi cuello, me muerde y ahora entra y sale a un ritmo endiablado, mil descargas eléctricas recorren mi espalda, bajan por mi columna y su mano se mete entre mis piernas, busca mi clítoris y lo fricciona, voy a correrme, noto el orgasmo crecer en mi interior y sus jadeo me encienden más.

-nena no puedo mas

Aprieta la carne sensible de mi clítoris y me corro, grito, lloro y tiemblo junto a él que llena mi culo de su tibio semen, tiembla dentro de mí y yo no puedo parar de llorar, de temblar, creo que voy a desmayarme.

Mi respiración es aun acelerada, la suya igual, ambos temblamos de placer durante minutos, hasta que volvemos a la tierra.

Sale de mi culito dolorido, me coge la mano y sin colocarnos la ropa nos dirigimos a la piscina, me ayuda a entrar, me duelen los músculos, estoy rígida.

Gabriel se sienta en el escalón dentro del agua, me sienta en sus piernas y me acuna, aun lloro, aun tiemblo.

-mi niña… te odio