Unas vacaciones inesperadamente placenteras 5
Este podria estar en los relatos de amor filial. siguen mis escarceos con mi familia preferida, se acerca el final de mis vacaciones.
Estaba en la cama completamente desnuda, entre Luisa y Julio que también desnudos besaban cada rincón de mi piel. Era muy agradable, mi piel se erizaba, notaba la humedad que se creaba entre mis piernas, el calor subía lentamente abrazando mi cuerpo y me dejaba llevar.
Julio abrió mis piernas y pidiéndole a luisa que me lamiera, se puso tras ella y se la metió desde atrás. Luisa comía mi coño con devoción, mordisqueándolo como a mí me gustaba, alternando eso con lamidas largas que me lanzaban despacio a mi primer orgasmo.
Agarre su pelo y la pegue mas a mí, ella no se quejó simplemente siguió más profundamente, me corrí en su boca, gemía y me contorsionaba cuando julio aparto a su mujer y con la polla aun húmeda de su coño la metió en el mío, notar el flujo de ella en su polla me excito y sus envites me lanzaron de nuevo a otro orgasmo. Julio se sentó en el sillón y me llamo, me senté sobre él, de espaldas y empecé lentamente a mover mis caderas como un balancín, luego abriéndome le dije a luisa.
-arrodíllate y chupa los huevos de tu marido mientras me folla.
Ella de rodillas me obedeció, saco su lengua y lamio sus gordos huevos, notaba su lengua de rebote en mi raja y volví a decirle:
-te gusta perra ver cómo me follo a tu marido? Mira que placer siente en mi coño
-si
Siguió con su trabajo lamiendo todo lo que podía de ambos mientras nos movíamos nosotros, el agarrado a mis tetas me decía en el oído
-me muero por llenar tu coño de leche, hacia tanto que no te follaba preciosa.
Seguí moviéndome y apretando su polla con mi vagina, hasta que tras un grito que salió de lo más profundo de su garganta se corrió dentro de mí. Unos momentos después le pedí que se levantara sin salir, andamos hacia la cama y entonces libere su polla, me senté en la cama y tumbándome le dije:
-Luisa, ven a limpiar mi coño, tu marido me lo ha dejado lleno de semen.
Ella sumisa abrió mis piernas y empezó a lamer con glotonería el semen que salía de mi interior, tire de ella y poniéndola sobre mí, lamí su coño, lo mordí, tire de sus labios vaginales con mis dientes y la penetre con la lengua. Julio nos miraba mientras hacíamos un perfecto sesentainueve que nos llevó a otro orgasmo, quedando ambas tumbadas desnudas en la cama, Julio se unió a nosotras y así descansamos los tres. En mi cabeza Gabriel. Acababa de tener sexo del bueno, Luisa y Julio son dos amantes extraordinarios, aun así mi cuerpo anhelaba a Gabriel.
Con esos confusos pensamientos, salí de la casa por la parte de atrás e igual por la parte de atrás de la casa de Gabriel, al pasar por la ventana de su habitación mire hacia adentro y lo que vi me dejo clavada en el sitio. En el centro de la cama y completamente desnuda estaba la mujer de la limpieza, un ruido me hizo ladear la cabeza para ver a Gabriel salir del baño, completamente desnudo algo le hizo girarse hacia mí, me miro y siguió hacia la cama, donde ella le esperaba.
Me fui hacia casa algo triste, no es que esperara que no la volviera a ver más, pero no esperaba que lo hiciera el día después.
Decidí que debía tener cuidado, para esa familia solo era un juguete sexual, que al final del verano se iría y debía tener claro que no podía inmiscuirme en su vida, porque al final del verano solo me llevaría recuerdos del mejor sexo, nada más.
Tres días después volví a la piscina, me había mantenido lejos de la casa y de la casita, por lo tanto de todos ellos, debía poner mis ideas en claro y por fin lo había conseguido, iba a disfrutar con ellos y Gabriel era por supuesto el que mejor me follaba, pero solo eso, el primero de una lista; la de mis amantes.
Me lance al agua y llevaba un rato allí cuando alguien se sentó en el borde de la piscina.
-hola Elsa, te he echado de menos
Era Gabriel, su voz grave me puso el vello de punta. Le deseaba y quería que me follara como solo él lo hacía.
-yo también a ti
-Elsa vas a dejar que te folle, deseas que lo haga?
-si a las dos preguntas
-entonces, sal del agua y ven a mi casa.
Salí de la piscina y empuje la puerta que él había dejado entreabierta.
-desnúdate completamente Elsa
Me fui desnudando mientras buscaba esa voz, estaba sentado en su sillón, completamente vestido.
-Elsa te enfadaste el otro día al verla en mi cama?
-si
-quien te excita mas ella o él?
-ella
-saca mi polla y mímala, no te imaginas cuantas veces he anhelado tu boca estos días.
Saque su polla por arriba del elástico del pantalón y me la metí sin más en la boca, necesitaba sentirle, saborearle y demostrarle que yo también anhelaba su polla.
-os vi follar ese día, la sensación fue rara, estaba tan excitado de veros, que me corrí sin tocarme, aun así estaba enfadado.
-conozco la sensación, me paso cuando te vi con ella.
-necesitaba follármela para borrar tus caricias de mi piel
-lo conseguiste Gabriel?
-no mi niña, follar con ella solo hizo que deseara mas follarte a ti.
Me incorpore y poniendo mis rodillas a ambos lados de él, coloque su polla en la entrada de mi coño y fui bajando lentamente, mi vagina se amoldaba a su polla, esa polla que me daba más calor que nadie, sus manos acariciaban mi trasero, lo pellizcaban a medida que mi penetración lo hacían suspirar, jadear y respirar con dificultad.
Arquee mi cuerpo y empecé a mover las caderas en círculos, luego me balancee y el me agarro las tetas, las tocaba, las estrujaba y me volvía loca con esas caricias bruscas, fuertes. Me atrajo hacia él y bajo su boca a mis pechos, los mordió sin piedad, hasta que el dolor era casi insoportable, solo entonces dejaba de apretar y lamia con devoción, besaba con ansia y succionaba para volver a empezar de nuevo a morderlos. No podía mas, mi cuerpo se retorcía de placer, el orgasmo se formaba en mi vientre y se extendía como lava por mi cuerpo.
-si preciosa córrete en mi polla, apriétala con tus espasmos y mójala con tus fluidos. Muévete mi amor, así no pares
Me corrí como una posesa, el me agarraba y mi cuerpo se desgarraba por dentro.
-nena fantástico, escandaloso, voy a llenar tu coñito de semen no puedo más, te necesito, mueve las caderas mi vida, apriétame.
Apreté mi vagina y moví las caderas sin parar hasta notar como se corría, me agarre a su cuello y bese su boca, entonces me corrí de nuevo con él.
Nos quedamos deshechos en el mismo sillón, realmente había sido muy bueno, corto pero intenso como nunca. Estaba pensando en eso cuando vi ante la ventana que habíamos olvidado correr la cortina a Luisa. Esta petrificada nos miraba, vi su mano entre las piernas lo cual me indicaba que llevaba tiempo mirando. Gabriel siguió mi mirada y la vio.
-voy hablar con ella
-si Elsa
Luisa estaba sentada en la tumbona cuando la vi. Me acerque a ella y le dije:
-qué piensas Luisa?
-pienso que acabas de conseguir que me corriera masturbándome viendo a mi padre follar, hace mucho?
-no
-te deseo Elsa, puedo tocarte?
Miro a la ventana, la mira y escucha, asiente con la cabeza y le digo a luisa
-si perrita mía tócame
Le digo al tiempo que abro mis piernas, ella se sienta a mi lado y mete sus dedos entre mis muslos, busca la humedad de mi raja y me dice:
-te lo hace pasar bien mi padre, estas chorreando
-sí, es muy bueno
-lo imagino, ha durado apenas veinte minutos y ha sido bastante “normal” pero tu cara y tus movimientos eran cautivadores
-tenía muchas ganas
-los niños están por casa con tu madre, no quiero que nos vea y no quiero parar.
Entonces oímos como la puerta de Gabriel se abre como invitación, la cojo de la mano y la llevo dentro, el en la puerta me besa ante la mirada intensa de su hija, se ha puesto un pantalón.
Luisa tira de mí, pero la freno, tiro de ella y beso su boca, mi mano baja rápidamente y me meto en su braga, acaricio su raja mojada, dispuesta, enseguida separa los muslos facilitándome la tarea. Mientras mis dedos se pasean por la intimidad entre sus piernas, mi lengua palpa cada rincón de la suya.
Gabriel nos mira, coge mi mano y la aprieta fuerte, sé que esta excitado, pero aun así lo compruebo, sin soltar su mano llevo ambas sobre su erección.
Que morbo tocar al mismo tiempo al padre y a la hija. Me giro a ambos y les digo:
-queréis follarme?
-si –contestan al unísono-
-entonces vamos a tu cama cariño, quiero daros placer
Los tres andamos hacia la habitación y noto que ambos están reticentes, rígidos y poco convencidos.
-olvidaros a ambos, olvidar quien sois y centraros solo en mí.
Entramos los tres, Gabriel cierra las ventanas, las cortinas y pone el aire acondicionado, mientras yo desnudo lentamente a Luisa, besando cada porción de piel que aparece. Con la mano hacia atrás abierta le indico a Gabriel que se quede donde está, el me entiende y se sienta en un sillón.
-túmbate en la cama perrita, quieres que te chupe?
-si Elsa, dame placer
-si putita voy a darte mucho placer.
Me pongo como una catita entre sus piernas y me sumerjo entre sus muslos, enseguida noto el sabor de su coño, el sabor de su excitación, paso lentamente mi lengua. Ella gime, arquea su cuerpo y jadea fuerte, sé que esta punto y succiono fuerte para notar enseguida sus jugos, ella grita su orgasmo.
-quédate aquí puta.
Me voy a cuatro patas igual que en la cama, hacia Gabriel, que al verme suspira, noto como tira la tela de su pantalón y sé que está a cine.
-me dejas que te quite eso que aprisiona tu polla?
Se levanta sin contestarme y ante la atenta mirada de luisa bajo el pantalón de su padre y dejo su polla libre, esta durísima. La cojo con una mano y bajo su piel, un capullo rojo, brillante y con unas gotitas en la punta aparece ante mi vista, saco lo más que puedo la lengua y chupo las gotitas de líquido pre seminal. Es aún más dulce que su semen.
-deseas que luisa venga?
-nunca he deseado a mi hija
Dice fuerte para que ella lo oiga.
-lo se Gabriel, no deseas a tu hija, deseas que te chupe la polla la perra en que se convierte y que yo vea como esa perra te da placer, eso te excita.
-bruja, eres maquiavélica
Me giro hacia luisa y le digo:
-a ti te pasa lo mismo, no deseas a tu padre, pero si al tío que me ha follado antes, te mueres por tener en cada parte de tu cuerpo la polla que me ha hecho vibrar y gritar.
-Elsa si tú no estuvieras aquí, ahora, esto no podría suceder
-lo se Gabriel, es parte de este juego
Luisa asiente y la llamo
-ven puta, ponte de rodillas
Ella como siempre me obedece eso la excita, cojo la polla de Gabriel y la acerco a su boca.
-saca la lengua zorra
Ella de nuevo lo hace y soy yo quien frota el capullo de Gabriel, sobre la lengua de luisa.
-chupa cariño, veras que dulce prueba esas gotitas que mojan la cabeza
Luisa se relame, mientras Gabriel jadea, me uno a ella y entre las dos mamamos esa polla que esta más gorda que nunca. Lamemos hasta que él no lo soporta más. No habla con ella, solo conmigo
-Elsa mi vida no aguanto más, parad por favor.
Ayudo a luisa a Levantarse, la llevo a la mesa redonda donde el lee y la ayudo a sentarse encima.
Ven Gabriel, voy a dejar que te folles a mi perrita
-abre las piernas putita
Doy la vuelta situándome detrás de ella de pie poniendo mis manos en sus hombros, hago que se tumbe en la mesa.
-flexiona las piernas y apoya los pies en la mesa.
Gabriel viene, se planta ante ella sin dejar de mirarme, rodeo la mesa y situándome ahora detrás de él, agarro su polla, lo masturbo mientras beso su cuello, mordisqueo su suave piel, mientras acerco la cabeza de su polla al coño de Luisa, que ya está impaciente, lanzada a un nuevo placer. La dejo en su entrada y la agarro de la base metiéndola, el empuja levemente y penetra a su hija.
Jadea en ese coño caliente, olvidando a quien pertenece mientras le digo flojito
-fóllatela Gabriel, lo estás deseando, deja que vea como te la follas
El agarra sus caderas y empuja fuertemente bien adentro, ella se agarra a la mesa y arquea el cuerpo. Le dejo y de nuevo rodeo la mesa, me pongo al lado de la cabeza de Luisa y bajo a besarla, chupeteo sus labios y le hablo sobre ellos
-verdad que es buena esta polla puta?
-sí, Elsa. Gracias por dejarme sentirla
Le miro a el que busca mis ojos, veo deseo en los suyos, placer, desesperación y sobre todo ganas de complacer de dar placer.
Yo ahora acaricio sus pechos y los junto
-chúpalos, a ella le encanta que seas suave, no la muerdas, solo lamela con la lengua plana, como haces con los míos después de morderlos
Lo hace y bobea fuerte bien dentro de ella, que se estira, saca la cabeza de la mesa y echándola hacia atrás busca mi sexo, yo me abro subiendo una pierna en una silla y ella me absorbe fuerte, haciendo ruido. El mira entre mis piernas y jadea. Cuando ella siente el principio de su orgasmo, intensifica sus chupones en mi coño y nos corremos juntas.
-que placer me dais las dos, es un sueño veros disfrutar del orgasmo
Tras unos segundos la saca de su coño y viene donde yo estoy, me besa con pasión, me muerde igualmente y me dice.
-llévala a la cama, túmbala completamente y échate encima
Ella no espera se va a la cama y se tumba yo voy hacia ella y me pongo encima sin cargarle mucho apoyo las rodillas
-besaros
Lo hacemos, ella me agarra la cara y me come la boca, entonces él se pone de pie y agarrándose a mis caderas me la mete de un empujón, yo grito y sale de mí, oigo el gritito de Luisa y sé que ahora está dentro de ella. De nuevo lo noto en mi entrada y de nuevo empuja fuerte, yo bajo un poco y mi coñito roza los rizos de luisa mientras su padre me folla sin piedad enloqueciéndome, nos besamos las dos y sale de mi para volver a metérsela a ella, jadea en mi boca, absorbo su placer, me traspasa, la siento temblar y me muevo frotando mis tetas con las de ella.
-divinas preciosas, podría correrme solo viéndoos frotándoos
De nuevo me perfora, entra, entra pero sale y de nuevo entra, entra
-me muero por tu coño mi vida –me dice-
Pero me deja y se la folla a ella
-el tuyo también es divino –le dice-
Así estos varios minutos hasta que no lo soportamos más y yo empiezo a correrme, ella me sigue y al momento noto que sale de mí llenándonos el coño a ambas, se corre entre las dos y cae rendido en el sillón, nosotras nos giramos y ambas lamemos su semen ante su mirada desorbitada.
Luisa se viste y se va, dejándonos solos, yo en la cama y el en el sillón, cuando cierra la puerta, Gabriel viene a la cama, me abraza y me dice entre besos:
-gracias chiquilla, jamás olvidare los momentos que me regalas
No volvimos a repetir la experiencia, al final de esa semana estando en la piscina apareció Julio y se acercó dónde estaba, me beso en la boca, me desnudo y en dos minutos estaba bombeando en mi interior, el sexo a solas con Julio, no era malo, pero si corriente. Cuando al día siguiente a eso me cruce con Luisa en la cocina y la obligue a desnudarse y a prepararme el desayuno antes de que viniera mi madre, descubrí que el sexo con ella era especial, me hacía sentir bien conmigo misma, me hacía crecer dejándose dominar por mí.
Después de mi desayuno la penetre con un pepino frio de la nevera hasta calentarlo en su coño ante la mirada de Gabriel desde la puerta, ella no le vio pero yo sí, vi como miraba la escena, como se relamía cada vez que la hacía jadear con el pepino. Cuando termine con ella fui en busca del que era ya mi mejor amante, el que me daba todo lo que necesitaba, con él tenía la ración de morbo, excitación y placer que anhele siempre.
Me recibió completamente desnudo y me dijo:
-me lo has traído verdad?
-claro cariño, toma
Le saque el pepino y se lo di, el me cogió de la mano y me subió a la mesa del comedor, se agarró la polla ya a punto y me la metió de golpe como a mi tanto me gustaba. Cuando estuvo alojado completamente en mi vagina me miro, sonrió y se llevó el pepino a la boca, empezó a lamerlo lentamente, me mojaba a tope sin poder dejar de mirarle, hipnotizada por ese hombre, que empezó a meter el pepino junto a su polla, abriéndome, notaba como me dilataba despacio dejando que me acostumbrara a estar tan llena, tan abierta y entonces empezó a moverse dentro de mí, volviéndome loca de placer, me corrí tres veces. Antes de que él se corriera dentro, muy dentro de mí.
-Elsa no sé cómo te sentara esto, no sé dónde nos llevara, pero te amo. No te pido nada, te amo por cómo eres, solo déjame amarte.
Pasara lo que pasara en el futuro, ahora era feliz a más no poder...