Unas vacaciones en el campo
Un hombre marcha solo a unas cortas vacaciones en el campo y establece una curiosa relación con el cuidador de la finca y su perro.
Después de mucho tiempo de trabajo, decidí tomarme unas vacaciones, entonces le dije a mi esposa que un amigo mío me prestaba su rancho, y le dije que fuéramos, ella me respondió que no podía por que tenia muchísimas cosa pendientes, yo la traté de convencer porque sólo eran cuatro días, pero de todas maneras me dijo que no, entonces hice maletas y me lancé yo solo a pasar unos días placenteros.
Entonces me dijo mi amigo que fuera que sólo había un cuidador y que ya le había informado de que iba a ir, tomé mi camioneta y salí de la ciudad, y después de 6 horas de manejar por fin llegué al lugar, sólo tenía una cabaña grande muy bien acondicionada, y una casita como 100 metros donde vivía el cuidador.
Inmediatamente que llegué, vi que un joven como de 18 años se me acercaba, en compañía de un hermoso perro de cacería, él me dijo que era el hijo del cuidador y se encontraba ahí porque su papá tuvo que salir a la ciudad y que regresaría en dos días, él era un joven bastante fuerte, alto y de una buena figura, no era mal parecido, entonces me ayudó con todas mis cosas y las colocamos dentro de la cabaña, entonces le dije que estaba cansado que dormiría un rato y me iba a dar una ducha, después de un par de horas de dormir, me preparé mi comida, y salí a caminar por todo el rancho, ya como a las 7 de la noche regresé con las ultimas luces del día, entonces tomé otro baño y me puse a leer un libro.
Eran como las 10 de la noche y todo estaba oscuro, y silencioso, pero como soy un poco nervioso oí ruidos a lo lejos, salí al pórtico de la cabaña, y vi que los ruidos provenían de la casita, entonces lentamente me fui acercando, al llegar a la ventana vi algo que no podía creer, él tenía a su perro acostado y abierto de patas, y él con su mano jalándole el pene al perro, al ver lo que hacía me daba cuenta que él estaba súper excitado, pero yo también, después de que le sacó la punta roja del pene al perro la empezó a chupar, el animal ni siquiera se movía, sólo jadeaba, y así estuvo largo rato, después él se reincorporó poniéndose en cuatro patas, entonces el perro se montó detrás de él y moviéndose rapidísimo trataba de meter su pene dentro de él, hasta que él le ayuda con su mano depositando la punta del pene en su ano, él gimió por un instante y el pene del perro tomaba un tamaño descomunal, después de bastante rato el perro se giró quedando pegado de su amo, entonces en ese mismo instante él volteó y me vio en la ventana, y me sonrió mientras seguía pegado al perro, en ese preciso instante yo me retiré y regresé a la cama, no podía casi dormir por lo que había visto.
Al día siguiente, por la mañana él entró a la cabaña, entonces me sonrió y descaradamente me dijo que cómo me había parecido lo de anoche, entonces yo no pude contestar, y me dijo voy a salir pero vengo por la tarde, espero que este aquí usted, yo sólo asentí con la cara y no dije más, él salió acompañado de su perro, se subió a una de las camionetas y se alejó, yo pasé todo el día sin poder quitarme esa imagen de mi mente, y así pasé todo el día después de ir a pescar a un río, y ya llegada la tarde regresé, tomé un baño y me senté a leer un rato, que la verdad no podía concentrarme por lo sucedido.
Pues sucedió llegó por la tarde, y se fue a su casita y después de cómo una hora de espera llegó recién bañado y todo limpio junto con su perro, entonces me dijo que si estaba listo, la verdad yo me dejé llevar entonces, el perro se echó a mis pies, él me dijo que me desnudara y que me recostara junto con el perro, entonces me acerqué al animal y lo empecé a acariciar, él se desnudó y se recostó junto de mí, me dijo tócasela, refiriéndose al pene del perro, y eso hice, él mientras me tomó por el pene y me empezaba a masturbar, estaba súper excitado, sentí que mi corazón se me salía, entonces me hice un poco hacia abajo tomé el pene del perro y me metí la punta en la boca, era algo viscoso pero excitante, mientras él ya tenía mi pene dentro de su boca, y así seguimos, yo chupandole el pene al perro y él a mí.
Mientras me chupaba él el pene, me metía de vez en cuando un dedo por mi ano, sabía lo que estaba haciendo, estaba tratándome de que lo aflojara, después me pidió que me pusiera en cuatro, entonces soltó al perro y de un solo brinco estaba tratándome de penetrar, él tomó el pene del perro y lo dirigió a mi ano, la verdad sentí riquísimo, y empezó a entrarme centímetro a centímetro el pene del perro, hasta que él dijo, y aquí va lo bueno, entonces sentí un dolor tremendo entonces supe que era el botón del perro que me estaba entrando, la verdad yo no creía que poder meterme eso dentro de mí, pero me entró todo y quedamos pegados el animal y yo, entonces se dio la vuelta, y estuvimos largo tiempo la verdad no supe cuánto, pero después sentí que algo llenaba mis intestinos y el perro se empezó a jalar y se despegó de mí, soltando de mi ano gran cantidad de semen.
Entonces él se sonrió, y me dijo qué tal se ve que te gustó, él seguía recostado a un lado de mí, entonces lo jalé le di la vuelta y lo penetré, él gritó, pero después de un rato lo disfruto, era algo rico tener a alguien tan fuerte a mi merced, pero después de tanto darle empecé a eyacular dentro de él, y él lo disfrutaba rotundamente.
Me recosté sobre el sofá él se subió y me puso su pene en la boca y se lo empecé a chupar lo disfrutaba tanto que me lo llegué a meter hasta la garganta un par de ocasiones, entonces se puso duro y empezó a eyacular, la verdad sí me vi muy puto, pues me tragué todo su semen, sin dejar caer ni una sola gota.
Así pasaron los días, hasta que tuve que regresar a mi casa, al entrar a ella me recibió mi esposa y me dio un gran beso, y le dije qué te parece si compramos un perro, ella sonrió y me dijo no es mala idea.