Unas tristes vacaciones de Navidad.
En lo que se puede convertir unas tristes y pasadas por agua vaciones de Navidad.
Esto que voy a contar me ocurrió llegando a la mayoría de edad. Vivo en un pueblo del sur de España y casi toda la familia de mi madre vive en Francia. En el norte. Emigrantes en el tiempo de Franco. Mi madre tiene varios hermanos y entre ellos, Ana la mayor de todos. En aquellos entonces Ana tenía 57 años. Casada con un francés, pasaba más tiempo separada que junto a él, no habían tenido hijos.
Ana a pesar de llevar casi toda la vida en Francia, seguía pareciendo una mujer del sur de España, quizás el hecho de no haber tenido hijos, hacía que su cuerpo siguiera manteniendo un cierto atractivo. Mi madre siempre decía que a pesar de que casi le llevaba 10 años, parecía tan joven como ella. Más o menos un metro setenta, unos centímetros más alta que yo. Pelo castaño por los hombros, no estaba gorda, pero era corpulenta, tenía dos carretas por tetas, típico de las mujeres de la familia. Dos inmensas ubres grandes y caídas. No marcaba cintura, pero las caderas grandes hacían que su cuerpo tuviera forma. Un culo de nalgas flácidas y redondas. Era de piel blanca, se notaba que no estaba acostumbrada a que le diera el sol. La verdad es que poco sol hay por esas zonas, siempre días grises y lluviosos.
Era navidades y me había ido a pasar las fechas a casa de mis abuelos, siempre me gustó estar con ellos, me lo pasaba bien con mi abuelo, y sobre todo con mis primas.
Habíamos quedado en pasar el fin de año en casa de mi tía Ana, su marido se había ido con su familia y ella se había quedado sola en la casa. Yo me fui un par de días antes para estar con ella y ayudarla a preparar las habitaciones y calentar la casa, antes de que llegara el resto de la familia. El mismo día que llegué comenzó a llover y lo que al principio era una llovizna como todos los años, se convirtió en un verdadero vendaval y tormenta. En una sola tarde el pueblo se quedó sin conexión con el exterior y me vi encerrado en la casa con la única compañía de mi tía Ana.
La casa era una casona, inmensa, de madera, te podías perder por ella. Ella solo usaba la planta baja, y mantenía cerrada la planta de arriba, todos comenzaron a llamar mientras la línea de teléfono funcionaba diciendo que cuando el tiempo se pusiera mejor vendrían, pero estaba claro que por lo menos dos o tres días estaríamos solos en la casa, sin poder salir de ella, y sin que nadie pudiera llegar hasta ella. La verdad es que aquello me fastidiaba, pero intentaba que mi tía no se diera cuenta, porque parecía que a ella también le fastidiada.
El segundo día, cuando comenzó a fallar la luz, mi tía me comentó que sería mejor que guardáramos algunas provisiones y sobre todo madera para las chimeneas, por lo que decidió que solo usáramos una de ellas y nos quedáramos los dos en la misma habitación para conservar más el calor. Esa tarde se fue la luz, por lo que apenas eran las 6 cuando nos quedamos a oscuras, solo la luz de la chimenea, cenamos a la luz de las velas, dejó que bebiera algo de vino para que mi cuerpo entrara en calor, no estaba acostumbrado y no tardó en subírseme a la cabeza, lo mismo que a ella, notaba que estaba contenta y reía por nada. Me dijo que lo mejor era que nos ducháramos juntos, así aprovechábamos el agua los dos, ya que seguramente no habría para ducharnos con agua caliente los dos por separados, aquello no me gustó, hacía mucho que no me bañaba mi tía, desde que era pequeño y ya no era un niño. Después de algunos reproches, me dijo que estaba acostumbrada a verme desnudo, que siempre me había bañado ella y que no se iba a asustar del “pajarito” que yo tenía. Y era verdad. Siempre me acordaba cuando me bañaba y la ponía perdida de agua. Ya desde pequeño me gustaba ver como sus grandes tetas se pegaban a la tela de sus vestidos. Y como me atraían sus grandes y oscuras aureolas y sus duros pezones, que enseguida comenzaban a abultar.
.- venga niño!! Yo me meto primero en la bañera y luego te metes tú, y te prometo que cierro los ojos y lleno la bañera de espuma para no verte el “pajarito”.
.- tita da igual, yo me baño mañana, no importa.
.- no me seas cochino, yo no me meto en la cama contigo si no te bañas!!
.- vale!! Vale!! Venga!!
Dejé que fuera a preparar el baño, mientra por mi cabeza comenzaba a pasar las situaciones que se podían dar, y que siempre terminaba con la fantasía de estar follando con ella. Yo era un chaval que necesitaba de varias pajas diarias para quedar satisfecho. Y desde que había llegado allí, me faltaban algunas.
.-ve por tu pijama y métete ya!!
La escuché desde el cuarto de baño. Mi polla estaba dura como una piedra, pensé en hacerme una paja rápida para que se me bajara, pero la escuchaba llamándome y no me dejaba concentrarme. Así que me dije que sería lo que dios quisiera y entré en el cuarto de baño.
Se sentía el calor, solo había unas algunas velas, lo que le daban al lugar un agradable aspecto, mi tía estaba dentro del agua, la bañera era grande, cabíamos los dos de sobra, era antigua, una bañera en un rincón pero con patas, no empotrada dentro de la pared. Solo se le veía la cabeza y tenía una manopla sobre los ojos, la espuma cubrían sus pechos, no se le veía nada desde fuera. Me fui quitando rápido la ropa. Pude ver la suya sobre una silla, colgado del respaldar estaba su sujetador, era inmenso, unas copas tremendas, eso hizo que mi polla palpitara y se me pusiera más dura aun, no la podía tener más dura. Su braga en el suelo dejaba ver una mancha amarillenta, me atreví a cogerla y llevármela a la nariz, la sentía mojada, desprendía un olor agradable pero penetrante, una mezcla de orina y su aroma. Me metí en al agua, supuse que el calor del agua, que estaba ardiendo, y el vino de la cena, habían dejado medio adormecida a mi tía, seguía con la manopla sobre los ojos, me acomodé entre sus piernas, cada uno en un lado. Dejando mis piernas entre las suyas, casi llegaba a rozar su coño, sentía mis pies en sus muslos, había echado algo en el agua y no se veía nada, y la espuma además, impedía que viera su cuerpo.
Soltó un suspiro.
.-mmm!!! Que bien se está aquí. Verdad sobrino??
.- si tita!!, la verdad es que está calentita y apetece.
.- relájate y deja que el agua te caliente.
Se dejó caer un poco más en el agua, mi pie tocó directamente su peludo coño, sentía mi polla estallar, no quise moverme, pensé que me haría quitar el pie, pero no fue así, intentaba no mover ni un solo músculo, me eché un poco más hacía abajo y de esa manera apretar más mi pie y moverlo un poco, quería sentir su contacto, al moverme ella colocó su pierna lo mismo que yo, ambos estábamos con las piernas izquierdas entre nuestros cuerpos, no tardé en sentir sus dedos en mis huevos, pero ella si los movió.
Movía sus dedos suavemente apretando mis huevos, subió su pie como queriendo buscar mi polla, sentí sus dedos tocar mi tronco, mi duro tronco haciendo que se me escapara un leve gemido. Ella había apretado las piernas y ahora sentía mi pie izquierdo aprisionado en la entrada de su coño, sentía sus labios entre mis dedos aunque yo no me atrevía a moverlos, ella seguía rozando sus dedos por mi polla y bajaba de vez en cuando hasta mis huevos, si seguía así un momento más me iba a correr sin poder remediarlo. Creo que se dio cuenta y dándome la manopla me dijo que me fuera enjabonando. Se la volví a dar y le dije que ella primero, que estaba muy a gusto.
.- se va a enfriar el agua y nos va a entrar frío como sigamos mucho más tiempo.
.- enjabónate tu primero tita, luego lo hago yo.
.- venga los dos a la vez, así no nos enfriamos.
Se apartó de mí y colocando las manos en el filo se colocó de rodillas, quedó con el agua por la cintura sentada sobre sus piernas. En ese momento pude ver sus grandes tetazas, eran inmensas, más grandes aun de lo que imaginaba. Tenía unas aureolas grandes rugosas y oscuras, de color chocolate, y unos pezones grandes, se notaban que estaban erectos, se notaban duros como piedras, lo mismo que mi polla.
.-venga niño ponte de pie que yo te enjabono.
.- venga!! Deja de mirarme las tetas y ponte de pie!!
Solté un bufido y me levanté despacio, quedé con la polla a la altura de su cara, apuntando hacía arriba. No dijo nada, aunque noté como miraba mi polla. Levantó su cuerpo y me comenzó a lavar con la manopla, extendió jabón por mi pecho, me hizo girar para lavar mi espalda y mi culo, metiendo la manopla entre mis piernas y rozando mis huevos, me hizo girar de nuevo y soltó un chorro de jabón en mi polla, soltó la manopla y me la cogió con la mano directamente, no es que tenga una polla de 25 cms, pero lo suficientemente grande para que pueda colocar las dos manos sobre ella, lo que si la tengo es bastante gorda. Estiró mi pellejo y lavó mi capullo, se dedicó a meneármela despacio con sus dos manos. No pude aguantar mucho rato y sin decirle nada comencé a correrme como un poseso, dejando que escupiera toda mi leche sobre ella, sobre su cuello, y sus tetas. Podía ver su cara, con la boca entreabierta sin dejar de mirar mi polla, incluso uno de los chorros había llegado a su barbilla. Podía ver como colgaba un hilo blanco de su mentón. Fue la mejor paja que recordaba de mi vida. No dije nada. La dejé que siguiera, estaba claro que mi polla no iba a bajarse tan pronto. Había perdido un poco su dureza, pero sentía como seguía palpitando. Me miró y se llevó el hilo de mi semen con un dedo a la boca. Eso hace que casi me corriera de nuevo.
Con un hilo de voz me dijo que ahora me tocaba a mí.
Se irguió despacio y yo me coloqué de rodillas como antes había estado ella, tenía sus tetazas por encima de mi cara, se echó jabón directamente sobre ellas.
.- lávame niño!! Con las manos!! Hazlo con las manos.
Solté rápido la manopla y comencé a tocar despacio sus grandes tetas, no me atrevía a moverme, sentía su respiración entrecortada. Refregué mi leche por todas sus tetas y no tardé en coger confianza y comenzar a moverla por todas ellas, las apretaba, metía sus pezones entre mis dedos y los apretaba. Me dejó jugar con ellas a mi antojo, incluso ya sentía el agua tibia, pero ella me seguía dejando, se giró y dejó que le lavara la espalda, no tardé en aventurarme a llevar mis manos por su tremendo culazo, eran como otras dos tetazas, blandas y caídas, me dejó que se las abrieras y viera su estriado y oscuro agujero trasero. Ya no sentía reparo, mis manos apretaban sin contemplaciones sus nalgas, subía a apretar sus tetas y pasaba mi mano entre sus muslos, buscando su coño, volvió a girarse para dejarme que la viera de frente, tenía una mata de vellos grandes y rizados, de un color castaño claro, ella misma de echó un chorro de jabón en los vellos y yo me dediqué a sacarle espuma. De vez en cuando metía mis dedos entre sus muslos, sentía entre mis dedos sus labios mayores y sus grandes y arrugados labios menores. Sentía como se agitaba cuando los alcanzaba, el hecho de quedarnos sin luz, porque se agotaron las velas, hizo que tuviéramos que dar por finalizado el baño.
Con voz entrecortada me dijo que me enjuagara y me pusiera el pijama. Ella salió antes que yo, se colocó un camisón que tenía colgado detrás de la puerta y salió del cuarto de baño. Pensé que todo había terminado. Me sequé, intenté que mi polla perdiera su dureza y me coloqué el pijama. Con una linterna había ido por una especie de lámpara de aceite que había dejado en el dormitorio.
No me miró siquiera cuando me indicó que me fuera para su dormitorio y me metiera en la cama. Se estaba bien, se podía sentir el calor de la chimenea del salón que se comunicaba por conductos hasta el dormitorio. De pequeño siempre me había dado miedo ese dormitorio. Era grande de techos altos, suelo y techo de madera, con un gran ventanal que daba al jardín trasero. Tenía grandes y pesadas cortinas. La cama era antigua, con un gran cabecero de madera, alta, incluso ahora te costaba llegar con el culo al filo, tenía que dar un pequeño saltito para sentarte en ella.
Me metí debajo de las mantas y todo quedó en silencio. Escuchaba los pasos de mi tía por el cuarto de baño. Apenas tardó 5 minutos en aparecer por la puerta. Traía una pequeña vela. Me preguntó si quería que dejara la luz de la lámpara encendida o prefería la pequeña velita. Le dije que lo que ella prefiriera. Apagó la lámpara y dejó la vela en su lugar. El dormitorio quedó mucho más oscuro. Se acercó al filo de la cama.
.- te has acostado con el pijama niño?
.- si tita.
.- es mejor que te lo quites, entrarás antes en calor si estas en contacto con el edredón directamente.
No dije nada, obedecí como un relámpago. En un segundo me había sacado el pijama y lo había tirado al suelo. No se había vuelto, seguía de espalda, se bajó de la cama, y tiró del camisón hacía arriba, no tardé en ver su tremendo culazo blanco y como se sacaba el camisón por la cabeza y lo dejaba caer también al suelo. Me llamó la atención que no lo colocara en una silla. Si fuera algo normal para ella estaba seguro que lo hubiera dejado en el respaldar de la silla, se metió rápida en la cama, y se acercó a mí. Estábamos casi tapados hasta la cabeza, hacía algo de frío empelota en la cama. Me abrazó y quedé pegada a ella. Mi cara quedó pegada a su cuello, podía sentir el tamaño de sus grandes ubres en mi pecho, sentía la dureza de sus pezones rozándome, lo mismo que ella podía notar en su cadera el tamaño de mi polla y lo dura que la tenía. Ninguno de los dos decíamos nada, solo ella suspiraba de vez en cuando y se movía. Iba notando como subía de debajo de la sábanas un olor a sexo, no es que estuviera acostumbrado a oler ese tipo de olores, pero era inconfundible, y sabía que no era mío. Mi polla no dejaba de palpitar en su costado y tenía que sentirla porque estaba apretada a ella. Además cuando la hacía palpitar varias veces seguidas, sentía como su respiración se hacía más fuerte. Estuvimos abrazados un buen rato sin decir nada, por fin se movió, me soltó y me empujó hasta colocarme boca arriba en la cama. Me acarició el pecho y bajó hasta encontrarse con mi polla, la cogió nuevamente con su mano, me la meneo despacio.
.- prométeme que nunca le vas a decir a nadie esto, niño.
.- claro tita, te lo prometo.
Pasó su pierna por encima de mi, antes de que me diera cuenta la tenía de rodillas con mi cuerpo debajo del suyo. Tenía mi polla en su mano y bajo su cuerpo hasta sentir como rozaba sus labios, estaba muy mojada, soltó un leve gemido cuando mi polla rozó su piel. Sentí como se abría los labios y dejaba mi capullo en la entrada de su cueva. No esperó para bajar su cuerpo y dejar que mi polla se colara hasta los huevos en su caliente y mojado coño. Lo hizo despacio, pero sin pausa. Entró por completo. Sentía como respiraba profundamente mientras se la metía. Cuando la tuvo entera levantó la cabeza. Yo no me atrevía a mover ni un dedo, la dejaba hacer.
.- cuantas ganas tenía de sentir algo así!! Que gorda la tienes cariño!!
La sensación de sentir sus muslos aprisionando mi costados, sus vellos sobre los míos, y como apretaba las nalgas era indescriptible. Sentía el olor de su cuerpo, sentía como sus grandes pechos se movían delante casi de mi cara. Y como poco a poco el calor de nuestros cuerpos iba en aumento. Sentía como si todo su interior aprisionara mi tronco, lo sentía palpitar, cuando levantaba el peso de su cuerpo, sentía sus labios succionando la base de mi polla a su interior. Había follado poco en mi vida, y desde luego nunca había sentido algo así.
Subía y bajaba despacio. Se recreaba. Sentía su respiración. Solo me había atrevido a colocar mis manos sobre sus muslos. Sentía mi polla dura, nunca la había sentido así. Se la sacaba casi por completo y volvía a bajar hasta tenerla entera dentro de ella, sentía su flujo llegar hasta mis huevos y como me los mojaba más y más. Aceleró sus movimientos, y su profunda respiración se convirtió en pequeño jadeos.
.- si!, si!, no te muevas cariño, no te muevas, déjame a mi, déjame!! Si!! como me gusta!! Deja que la tita se corra, déjame a mi!! Así!! Así!! Deja que me corra cariño!!
Ya sus movimientos era golpes secos, hacía sonar su cuerpo cuando chocaba contra el mío.
.- si!! me voy a correr!! Me voy a correr!! Sii!!
Sus gemidos y sus gritos se hicieron continuos. Sentía como su cuerpo se convulsionaba sin dejar de botar literalmente sobre mí. Sentía como se estremecía soltando un gemido largo y profundo y poco a poco dejó de moverse, hasta dejarse caer a mi lado.
.-dios!! Que gusto!! Nunca pensé que volvería a sentir algo parecido!!
.- ya no haces el amor con el tito??
.- no cariño!! hace años que no follamos!! El amor se terminó hace mucho tiempo ya. Ven!! Ahora te toca a ti!! Fóllame hasta correrte dentro de mí!!
Esa invitación no podía rechazarla. Me había abierto las piernas y dejó que me colocara entre ellas. No hizo falta mucho para encontrar el agujero donde debía entrar, se la clavé hasta los huevos.
.-Uhhh!! Que cosa más rica!! Prométeme que nunca se lo vas a decir a nadie!! Prométemelo!!
.- que si tita!! Te lo prometo!! Nunca se lo voy a decir a nadie!!
Tenía sus piernas arqueadas y la embestía con la fuerza y la furia que podía. Ella movía la cabeza de un lado a otro, con la boca abierta y los ojos cerrados.
,- dame!! Dame!! Dame tu leche caliente!! Quiero sentir como me llenas por dentro!!
Que una mujer le diga eso a un chaval de mi edad es el detonante para una corrida bestial, no tardé en soltar la corrida más grande y placentera que había sentido en mi vida. Si la de la bañera fue buena, esta era mejor, nunca me había corrido a pelo dentro de una chica. Y nunca me habían dejado embestir a mi antojo. No se cuantos chorros solté dentro de mi tía, fue una corrida interminable. Caí rendido sobre ella, por fin tenía sus tetas en mi cara, y podía alcanzar una de sus rugosas aureolas con mi lengua y sentir la dureza de su pezón entre mis labios. Me abrazó dejando escapar un largo suspiro.
Mi polla seguía palpitando en su interior, había perdido parte de su dureza, pero el hecho de tenerla debajo de mí, sentir su calor, sentir como su coño latía de vez en cuando y como suspiraba con mis leves lamidas en su pezón, hacía que no terminara de bajárseme del todo. Ella lo notaba porque también se movía inquieta.
.- chico aun tienes ganitas?? Me parece que esta noche no me vas a dejar dormir!!
.- no tita!! Quiero hacer el amor contigo toda la noche!!
.- cariño!! yo no quiero que me hagas el amor!! Quiero que me folles!! Quiero que te folles mi cuerpo por todos los sitios que te apetezca!! Quiero que hagas conmigo todo lo que desees!!
Me dejé caer en la cama y tiré de ella hasta hacer que se subiera de nuevo encima de mí, se la volví a colar hasta los huevos, pero esta vez tiré de sus costados para que bajara su cuerpo para dejar que alcanzara con facilidad sus tetazas.
.-ohh!! Que ganas tenía que me las chuparas!! Así!! Así!! Muérdemelas!! Fuerte!! Me gusta que me aprieten las tetas y me las muerdan.!! Sii!! así!! Chúpalas!!Chúpalas!!
Era impresionante poder chupar, morder, y apretar unas ubres como esas, y además seguir metiendo mi polla en su coño, sentía como iba saliendo mi leche y como me llenaba los vellos y los huevos. Era yo quien la embestía, la tenía sujeta por las caderas y apretaba su cuerpo hacía abajo, ella tenía el culo levantado lo que me dejaba que me moviera con libertad, a la vez que podía chupar sus gordos pezones. Me movía con fuerza y con mucha rapidez. Lo que provocaba que mi tía no dejara de gemir.
.- aaaaaah!! Niño!! Niñooo!! Dame fuerte!! Dame duerte!! Aaaahh!!
Sabía que no me iba a correr. Volvía a tenerla dura como una piedra, pero no tenía ganas de correrme. La moví para que me dejara salir de debajo suya.
.- quedate así tita, quiero comerme tu coño!!
Mi tía no dijo nada, empinó el culo y hundió el vientre en la cama. Me coloqué detrás de ella, me aparté para ver toda su raja a la luz de la vela. Sus muslos eran anchos, blancos, en esa postura me dejaba una visión perfecta de todo su coño, podía ver sus labios mayores de un color más oscuro que el resto de su piel, sus labios menores estaban abiertos pegajosos y llenos de todos nuestros fluidos. Podía ver incluso parte de su interior sonrosado. Y sus vellos igual de mojados que el resto de su piel, todo brillaba a la luz de la vela. Apreté sus nalgas con mis dos manos, se las abrí para poder ver su agujero. No dijo nada y me dejó hacer. Me gustaba apretar esas nalgas, eran como dos tetas más pequeñas pero igual de blanditas. Su pirineo también tenía un color más oscuro y terminaba en un agujero oscuro y estriado. Pasé mi lengua por el interior de sus muslos, olía a sexo, a semen, a su flujo, sentía el sabor amargo en mi boca, sentí como se estremecía al contacto de mi lengua y como empinaba más aun su trasero. Apreté sus nalgas y mordí una de ellas. Rió y no protestó. Pero notaba que se estaba impacientando. Pasé varias veces mi lengua por el interior de sus muslos, cada vez más cerca de su coño, mordí sus vellos y chupé su piel, tenía en mi nariz el comienzo de su coño, olía fuerte, me gustaba, pasé mi lengua con fuerza por sus labios mayores, sentí como gemía y se movía. No la hice esperar más y pasé toda mi lengua desde el comienzo hasta el final de su vagina. Al hacerlo sentí como comenzaba a manar más líquido de su interior. Abrí con mis manos sus labios y hundí mi boca y mi lengua. Era una pasada, estaba ardiendo y sentía como cada vez salía más y más flujo de su interior, había hundido la cara en la almohada y ahogaba sus gemidos en ella, pero no se movía lo más mínimo. Chupaba y chupaba y más me gustaba. Sentí mi polla dura, abrí sus nalgas y pasé mi lengua por toda su raja. Sentí como apretaba las nalgas y levantaba la cabeza.
.- que haces niño?? Deja mi culo!! Cochino!! no pases la lengua por ahí!!
Tiré de sus nalgas y volví a pasar mi lengua, esta vez jugando con la entrada de su trasero.
.- niño!! Que haces!! No sigas!! No!!
No dijo nada más, ya la tenía de nuevo con la cabeza hundida en la almohada. Apretaba sus nalgas con fuerza y se las abría ya conseguía meter incluso la punta de mi lengua en la entrada estriada de su ano. Bajaba a su coño, me llevaba todo lo que salía de él y subía a meter mi lengua en su culo. Ya parecía que incluso lo esperaba, sentía como aflojaba su esfínter y me dejaba que metiera cada vez más mi lengua en su interior. No se cuanto tiempo estuve mamando ese coño y ese culo. Cuando me cansé me coloqué detrás de ella y busqué con mi polla la entrada de su coño, a pesar de lo gorda que la tengo sentía como se perdía en su interior, estaba totalmente excitada. Su cuerpo era más ancho que el mío, era una pasada estar detrás de una mujer casi 40 años mayor que yo, y esa diferencia se notaba. Me acoplé bien a ella y comencé a embestirla con rapidez. La tenía sujeta por las caderas y le daba bastante fuerte. Había vuelto a levantar la cabeza, tenía los codos en la cama y resoplaba, pero no decía nada. Le di todo lo rápido y fuerte que pude todo el tiempo que pude. La escuchaba resoplar y gemir y balbucear palabras.
.- ahh!! Fuerte!! Mas fuerte!! Como me gusta!! Fuerte!! Fuerte! Así!! Aaaah!! No pares!! Cógeme el culo!! Cógemelo!!
Paré cuando ya no pude más. La tenía dentro mientras abría sus nalgas y jugaba con la entrada de su trasero.
.- tita quiero follarte por el culo!!
.- que?? Tu estas loco cochino!! Por ahí no se folla!! Nunca me lo han hecho!! Tu estas loco!!
Me lo decía pero no se apartaba. Me movía despacio pero metiendo la polla todo lo que podía dentro de ella.
.- venga tita!! Déjame que te la meta por el culo, quiero meterla entera hasta el fondo!!
Mientras se lo decía metía mi dedo gordo dentro, protestó pero no se apartó.
.- ohh!! Que no!! Por ahí no!! No ves que eso está sucio!! Ohh!!
Tenía mi dedo completamente dentro de su culo, había sacado mi polla y sacaba y metía despacio mi dedo en el trasero de mi tía. Sus protestas eran cada vez menos sonoras.
.- que está sucio!! Te vas a llenar de caca!! Ohh!!
Saqué mi dedo e intenté meter la punta de mi capullo. Estaba demasiado alto y no llegaba bien, la tendí en la cama y la puse de lado, estiré la pierna que quedaba debajo y doblé la que estaba arriba. Me coloqué sobre la pierna que descansaba en la cama y volví a meter mi polla en su coño, entró con suma facilidad, estaba más mojada aun que antes.
.- ahí cariño!! déjala dentro y muévete!!
De pronto se encendió una luz de una mesita, había vuelto la luz. Mi tía giró la cabeza para mirarme, sonrió. Me moví despacio, tenía levantada su nalga y podía ver toda su raja, miraba como entraba y la miraba a los ojos. Veía como cerraba los ojos cuando mi polla se hundía por completo y sonreía, se mordía el labio cuando la sacaba para volverla a hundir. Tenía levantada su nalga y podía ver la entrada oscura de mi deseo. La saqué y la coloqué en la entrada.
.- que no chiquillo!! Que por ahí no puede entrar, no ves que la tienes muy gorda!!
Se la volví a clavar en el coño, ella mismo se levantó con su mano la nalga que quedaba arriba, la sacaba y metía despacio.
.-así!! No pares!! No dejes de follarte a tu tita!!
Me miraba con cara de lujuria, le gustaba. Coloqué mi dedo gordo en la entrada de su culo y lo metí despacio. Dejó escapar un suave gemido, pero no dijo nada, lo saqué y metí mi dedo corazón, lo moví despacio. Ella tiraba de su nalga hacía arriba, lo que me dejaba que viera perfectamente como entraba y salía tanto mi polla como mi dedo.
.-si!! despacio!! Hazlo despacio!! No te pares!!
Saqué mi dedo, levantó la cabeza y antes de que dijera nada, intenté meter dos a la vez, me costó, pero su esfínter cedió y se colaron los dos hasta la mitad. Soltó un pequeño grito, pero no se apartó, levantó la cabeza, me miraba con la boca abierta, parecía que le gustaba lo que le estaba haciendo. Saqué los dedos y me los llevé a la boca, para nada sabían mal, me los llené de saliva, ante la cara fruncida de mi tía. Y volví a meter los dos dedos, esta vez entraron con más facilidad. Cerró los ojos y tiró más fuerte de su nalga para arriba. Movía mis dedos en círculos.
.-ohh!! Cariño!! que le haces a tu tita?? Ooh!! Por ahí te vas a llenar todo!! Ohh!! Como me gusta!!
Saqué mi polla de su coño, saqué mis dedos y coloqué mi capullo en la entrada de su trasero. no apreté, esperé a ver cual era su reacción. Sentía el calor que desprendía. Y como palpitaba su esfínter. Volvió a mirarme. No dejaba de tirar de su nalga para arriba, lo que hacía que me dejara ver perfectamente todo. Podía ver como tenía todo el borde colorado.
.- te vas a llenar!! Por ahí te vas a llenar todo!!
Aunque me decía eso, sentía que no habría rechazo. Empujé y mi capullo comenzó a entrar. Hasta sentir como desaparecía por completo.
.- aaah!! Siiii!! Sácala y mira si está llena!!
La saqué pero no se la enseñe, volví a meter mi capullo que está vez entró con mayor facilidad.
.- aaaaah!!! Cochino!!! Por ahí no puede entrar!!! Uuuuhhh!!!
La saqué y la metí en su coño, estaba como yo esperaba todo lleno de jugos.
.- niño!!! Que haces?? No me hagas eso!!
Saqué mi polla toda llena de flujo de su interior y esta vez entró algo más en su culo.
.- nooo!!! Siiii!!! Que gusto!! Uuuuhh!!
Yo estaba ensimismado mirando el estriado agujero abrirse y dilatarse. Volví a sacarla y esta vez me agaché para lamer su agujero y llenarlo entero de saliva, sentía como estaba dilatado y mi lengua entraba con mayor facilidad. Para nada me disgustaba su sabor.
.-que cochino eres sobrino!! Eso no se hace!!
Lo decía con la cara hundida en la almohada y los ojos cerrados con fuerza. Pero sin dejar de tirar de su nalga hacía arriba. Se la metí en el coño para sacar más jugos en mi polla y volví a apuntar a la entrada de su ano. Ya no hacía fuerza con su esfínter y mi capullo entrada con total facilidad. Apreté más y mi polla se fue hundiendo hasta tener los huevos en su entrada. Durante el recorrido mi tía fue emitiendo un gemido y fue tirando de su nalga con más fuerza.
.- aaaah!!
Cuando sintió mi polla por completo levantó la cabeza, era de placer total, jadeaba casi sin control con los ojos bien abiertos. Me miraba con la boca entreabierta. Los dos estábamos quietos, hacía palpitar mi polla en su interior y ella apretaba su esfínter, lo hacía apretando los labios y dejando escapar aire, como si hubiera hecho un esfuerzo tremendo. Era un pasote poder ver la cara de mi tía, y su cuerpo tendido en la cama. Despacio dejó de hacer fuerza con su mano y terminó por soltarse la nalga.
.- y ahora que?? Ohh!!
.- ahora te voy a follar el culo con todas mis ganas tita!! Hasta correrme dentro!!
Nunca había visto una cara así, era de lujuria. Saqué mi polla y la volví a meter de una sola vez, no dijo nada, solo cerró los ojos. Era alucinante ver como mi polla salía y entraba, cuando empujaba con todas mis fuerzas podía ver como el aro de su esfínter desaparecía aprisionado por mi polla y cuando la sacaba, era como si se fuera a dar la vuelta, podía ver perfectamente las estrías oscuras dejando salir mi polla de su interior. Bastaron varias embestidas para ver como comenzaba a resbalar mejor, era como si incluso su trasero lubricara e hiciera que mi polla entrara y saliera con total facilidad.
No decía nada, me dejaba hacer con cara de verdadero goce. Era el primer culo que me follaba, y como todos me habían dicho era un verdadero deleite, nunca pensé que meter una polla en un trasero pudiera dar tanto placer. Estuve más de 10 minutos follándomela, mi tía ya no gemía era un continuo ronroneo, yo la sacaba y metía cada vez más fuerte, me gustaba sentir el ruido de mis huevos chocando con su piel. Me gustaba tirar de su nalga y apretarla con fuerza. No la avisé cuando comencé a correrme, pero se dio perfecta cuenta. Su ronroneo se convirtió en un gemido y sentía como contraía con más rapidez su esfínter. Terminé agotado y acalorado. Me dejé caer a su espalda con mi polla entre sus nalgas, me abracé a ella, agarrando una de sus tetas, sentí como dejaba escapar un fuerte gemido de placer y apretaba mi mano con las suyas, los dos nos quedamos dormidos.