Unanoche mas (3)

Paciencia, muchos deberes poco tiempo...

Una noche más (3)

La hacienda de los Mc Donald

La hacienda de los Mc Donald no era una pequeña hacienda como ellos habían dicho y ni tan cerca de la ciudad después de dejar el apartamento de Tahara y recoger lo necesario se dirigió al aeropuerto y tomaron un helicóptero que los llevaría allá.

En el camino el doctor Alfred Mc Donald que era un biólogo y veterinario se dedicaba a la cría de caballos desde hace muchos años y con su esposa habían heredaron la hacienda de sus padres y hora se diversificaban a otras cosas como de ganado y hasta la clonación.

Cuando se bajaron del helicóptero, Tahara con la señora Elizabeth Mc Donald que  empezó a darle un tour por la hermosa casa se encontró una magnífica casa señorial de campo de estilo tradicional andaluz que había sido rehabilitada y revitalizada con mucha elegancia y con todo tipo de lujo. A la casa principal se accedía a través de un enorme patio central con plantas decorativas. A mano izquierda se encontraba la entrada al hall que da acceso a una habitación usada como despacho que está conectada con el amplio y elegante salón principal con chimenea, televisor grande. Detrás de esta zona de la casa estaba el comedor y la cocina La cocina moderna estaba completamente equipada y no deja nada que desear… En la parte derecha de la planta baja se encuentran tres de los seis dormitorios. Todos ellos parecían muy amplios y disponían de un cuarto de baño eran como suite de hoteles lujosos (con bañera y ducha) La hacienda para Tahara era un auténtico paraíso natural con flores de todos los colores, arbustos y zonas de césped. En el lateral de la casa estaba una terraza cubierta amueblada con una mesa grande y con sofás cómodos. La piscina estaba completamente vallada. Alrededor de ella hay numerosas tumbonas para tomar el sol o dormir una siesta. Detrás de la casa hay árboles frutales y un huerto de los cuales los se pueden servirse. La gran novedad le contaba,  que su hija le había hecho construir  la antigua cuadra convertida en sala de juegos con tenis de mesa, mesa de pool-billar, juego de dardos, etc. Que también había un gimnasio con máquinas e incluso un pequeño cine y con 4 bicicletas para paseos en el alrededor. Que era deleite de sus clientes e invitados cuando venían a la hacienda. En la parte norte se encontraba las caballerizas y  hacia el sur se extendía hectáreas de verde pastizal con ganado que se veía a lo lejos.

Después del pequeño tour que dejo impresionada a Tahara pasaron al salón donde la recibieron con café y unas galletas en el gran salón los Mc Donald le dieron acceso total a todas las áreas de la hacienda, disfrutar de paseos a caballos y todo lo que necesitara se lo pidiera al mayordomo o en su efecto a la ama de llaves, los Mc Donald se retiraron dejando sola a Tahara  que se distrajo viendo el enorme salón con una pequeña biblioteca pero con interesantes colecciones.

No se dio cuenta que Jess la observa, ella al bajar del helicóptero se retiró a asuntos que necesitaban de su presencia y no pudo darle el tour por la hacienda.

-Te interesa algo para leer- le pregunto, sobresaltado a Tahara

No- respondió Tahara- Solo miraba tiene un colección muy interesante y ¿dónde estabas?

Atendiendo asuntos de la hacienda desde que termine mis estudios y vivo de nuevo aquí me he encargado de la hacienda, así mis padres se dedican más a descansar y otras cosas.

Debe ser un trabajo muy duro para alguien tan joven - comento Tahara-

Sí, pero mantiene mi mente ocupada que es lo que quiero -dice Jess-

Y comienzan una charlar en el enorme sofá de su vida y tareas cada una.

Las llaman a cenar lo que hacen con los padres de Jess y después la invita a seguir su conversación a lo que Tahara le responde que desea descansar un temprano.

Con un poco de desilusión, Jess, la lleva a su cuarto y le dice que mañana después de ocuparse  de algunos deberes temprano la llevaría a recorrer la hacienda.  A lo que Tahara le dice que le encantaría pero, que no sea a caballo…

Tahara al entrar a la enorme habitación toma un baño y se acuesta pensando en quienes serían los Mc Donald y en especial su hija y que no se sentía extraña en un lugar que no fuera su apartamento algo en la excesiva amabilidad de los Mc Donald no le cuadraba.

Se durmió pensando en su trabajo, el accidente y las coincidencias de alejarse un rato de este y lo que tenía que afrontar al volver.

Lo que no sabía Tahara era que afrontaría mucho más que 7 días de incapacidad en esa hacienda y que iba a ser testigo de un crimen, un amor y tomar decisiones que afectarían el resto de su vida.

Continuara…

Paciencia, muchos deberes y poco tiempo libre.