Una visita inesperada - Parte 4

La extraña relación con Carla avanza a nuevos limites y esta vez la visita de 2 amigos nos traen nuevas situaciones.

Primero que nada, quiero agradecer a todos los que le dieron la oportunidad a mi primera historia, leyendo, comentando y votando. Hace años que estoy en la página y nunca me había animado a escribir hasta ahora. A los que sea la primera vez que pasen por acá, pueden encontrar las primeras partes en mi perfil.

No los entretengo más y les dejo la cuarta parte de mi relato, espero que la disfruten


Terminamos de almorzar y me puse a leer, no tenía mucho para hacer y quería terminar un libro que venía leyendo a un pésimo ritmo, después me puse a mirar Netflix tirado en el sillón.

Cuando me quise acordar eran pasadas las 17 horas, casi no había escuchado a Carla que permaneció en su dormitorio casi toda la tarde, supuse que se habría quedado pensando en lo que paso en la mañana. Por mi lado traté de no darle más vueltas al tema, aunque tenía que ser cuidadoso, Carla no se había negado, Tomas siempre tuvo mejor relación con Carla y a ella le caía bien, como ya comenté, sé que él siempre se vio atraído por ella, hasta antes de salir siempre me hizo comentarios como “lo fuerte que esta esa mina” o cosas así, claro que cuando empezamos nuestra relación él nunca más comento nada, pero se notaba como la miraba. En cambio, era sabido que la “relación” con Facundo no fue la mejor, habían sido “amigos” únicamente por mi relación con Carla, Facundo siempre fue un poco celoso de que yo había podido estar con ella. Jamás lo dijo y seguro jamás lo admitiría, pero lo notaba. Se veía en su forma de hablarle o en los comentarios que le hacía. Carla tampoco era indiferente a esto y siempre respondía con ironía a sus comentarios. Hasta con cierto desprecio en alguna oportunidad.

Entrada la tarde Carla se acercó a mí y me pregunto sobre mi pedido de esa mañana:

  • Mati, vos sabes que yo estuve haciendo todo lo que me venís pidiendo, no te he negado hacer nada. Pero esto que me dijiste hoy... yo... yo no sé si me salga, por más que lo intente viste... No sé hasta donde queres llegar tampoco.

Hice una pausa en mi cabeza, sabía que yo podía pedirle muchas cosas, pero no podía obligarla, hasta podría traerme problemas legales si la forzaba así que debía jugar mis cartas con inteligencia porque mi deseo era que ella obedeciera, pero no forzarla, no pensaba obligarla, quizás hasta ella lo estaba disfrutando un poco, de hecho, ella siempre se había notado super excitada.

  • Mira... el trato es que hagas lo que yo te pida, pero no por eso te voy a obligar a nada que vos no estes dispuesta a hacer, no te voy a pedir que te tires debajo de un bondi ponele... eso está claro, después lo que mañana pase no sé, si vos crees que no podes decímelo ahora y listo, de ultima vemos nuestro arreglo – Dije mientras la mire con cara seria tratando de apurarle una decisión, pero sin que sintiera que estaba siendo obligada.
  • No Mati, yo si me lo pedís lo voy a tratar de hacer, pero no sé hasta dónde llegue, eso te quiero decir ¿Me van a tocar? - pregunto esto último con mucha timidez.

Esa pregunta me abrió las puestas a algo que no sabía cómo encarar, no es que ya tuviera en mente dejarlos que le hicieran algo, podría llegar a darse una situación muy morbosa, pero si existía la posibilidad, como se lo pediría a Carla, tendría que hablarlo con ella previamente o lanzarme a la pileta de una. Tantas preguntas había en mi cabeza que no sabía cómo responder.

  • ¿Te dejarías? - le interrogue.

  • No sé, me moriría de vergüenza creo, aparte que tendría que hacer ¿Ir y tirarme arriba de ellos?

Su comentario me causo mucha gracia estaba claro que todo eran más dudas que certezas.

  • Bueno, no nos volvamos locos, si tengo tu “ok” mañana vemos a donde nos lleva todo esto.
  • Bueno Mati, se bueno conmigo, encima esta Facundo, si solo fuera Tomy capaz me lo tomo más en gracia y me dejo llevar un poco más...

Me hice el distraído, el que no sabía que pasaba y le pregunté:

  • ¿Por qué, que problema hay con Facu?
  • No nada, no me cae taaaan bien digamos, muchos menos para tener que hacerme la linda con él. Falta que crea que le tengo ganas o algo de eso, nada que ver y es medio cancherito. Si haría esto es solo por vos.

No quise hondar mucho más en el tema de Facundo, traté de minimizar la situación para que no se ponga incomoda hablando de él.

Me levante y me acerque a ella por detrás y la sujete del cuello y le dije que no sabía cuánto me excitaba que sea tan putita. Ella se mantuvo quieta y sin decir nada. La incliné un poco hacia adelante y con mi mano libre le di un chirlo bastante fuerte en una de sus nalgas. Apenas sé quejo. Cambie mi agarre de su cuello a su pelo y la incline más sobre el sillón, volví a darle un fuerte chirlo en la misma nalga, esta vez se quejó un poco más. Sujete el elástico de su jogging y tire hacia abajo, su nalga colorada asomo, di un tercer golpe. Esta vez casi se intenta zafar pero se contuvo. Me volvi a arrimar a su oido y le dije:

  • ¿Si te pido que se la chupes a Facu y a Tomy me desobedecerías?

  • No amo. - Me respondió

  • Así me gusta. - Le felicite.

Tire su tanga hacia abajo y quedo a la vista su sexo y su ano, ese que el día anterior me había follado como si la vida se me fuera en ello. Apoye mi mano en su cola y fui acercando mis dedos a su ano. Se mantuvo en silencio, volví a darle un chirlo esta vez pegando en su sexo, aunque no tan fuerte como las anteriores, esta vez sí se quejó, pero no me importo, otro más.

  • Mati porfa...

Bajé mis pantalones y dirigí mi pene a su vagina, a pesar de quejarse se encontraba muy húmeda. Lo pase en forma vertical desde su sexo a su ano durante unos largos segundos. Notaba como cada vez se estaba mojando más, gemía, se notaba que le estaba gustando, me detuve e hizo un movimiento para tratar de arrimarse a mi para volver a tener el contacto de nuestros sexos. Se lo impedí.

  • ¿Te gusta cierto?
  • Si... métemela...
  • Ya habrá tiempo para eso ¿Te gusta que te trate así? ¿Este tiempo que anduviste de zorrita por ahí también te gustaba que te traten así? Se que anduviste con varios. - Le recrimine mientras le tiraba de la coleta del pelo para atraer su cabeza y arquear su espalda.
  • Nadie me trato así. Pero me cogieron mucho mejor que vos.

Ese comentario fue una puñalada en mi masculinidad. Quizás por eso se empezó a acostar con Javier.

  • ¿Ha sí? Por eso te fuiste con Javier ¿No? Muy bien no te fue, tuviste que volver de rodillas. - Respondí tratando de recuperarme del golpe que me había dado.
  • Puede ser, pero veo que vos también mejoraste.

La levante tirando del pelo y le indique que de la vuelta mirando nuevamente hacia mí. Le pedí que se quitara el top que traía puesto, obedeció y me quede mirando sus senos, eran realmente hermosos a mi gusto, con esa forma semi redondeada con esos pezones rosados bien marcados producto de la excitación que traía en ese momento, imposible no recordar cómo me quedaba mirándolos cuando éramos novios después de tener sexo y ponerme a su lado, una situación mucho más romántica de las que veníamos teniendo en los últimos días. Aunque heria un poco mi orgullo me di cuenta que ella se fue porque en casa no encontraba lo que necesitaba, seguramente no se atrevía a decírmelo o quizás ni sabía que era lo que le faltaba hasta que lo descubrió, pero fuera cual fuera el motivo había sido el final de esa relación, lo que teníamos ahora no era amor, era sexo, ella tenía orgasmos que jamás le había visto disfrutar y yo tenía un quilombo terrible, pero también lo estaba disfrutando. Quizás estaba siendo mi forma de vengarme de su infidelidad, no me gusta pensarlo así, pero lo disfrutaba y mi subconsciente así lo sentía.

Agarre su seno y lo acaricie suavemente, casi románticamente, mientras la miraba a los ojos.

  • Métemela. – Volvió a suplicarme

Aprete su pezón de golpe con mucha fuerza. Se retorció del dolor, no se lo esperaba.

  • Así no se piden las cosas, además vas a acabar si yo quiero ¿Está claro?
  • Si... amo, si, ay me duele. - Protesto.
  • Tócate, ponete de rodillas y tócate. - Ordene.

Solté su pezón y se arrodillo, dirigió su mano a su entrepierna y comenzó a estimularse a sí misma. Tome mi pene que quedo a escasos centímetros de su cara y lo acerque a su boca, ella la abrió y comenzó a chupármela, mi glande se encontraba un poco lubricado por mis roses contra su vagina aun lo que ayudo a que entre más fácil cuando el agarre de su cabeza y se la empuje, la mantuve unos instantes y me golpeo con su brazo libre para que la dejara respirar. Afloje la presión y tomo varias bocanadas de aire, un hilo de saliva unía mi pene con sus labios mientras seguía masturbándose. Volví a meterla en su boca y aceleré el movimiento para follarme su boca, estuve así durante algunos minutos, la metía al fondo, me reclamaba respirar, aflojaba, volvía a follarle la boca, etc.

La frené y me senté en el sillón, ella se puso delante mío y siguió con su tarea. Le ordené que bajara a chupar mis testículos y lo hizo con gusto, lamia uno y luego otro, los metía en la boca y jugaba, realmente tiene mucha dedicación al momento de hacer sexo oral, pero quería probar algo más y le dije que bajara más, ella bajo un poco pero no estaba llegando hasta donde yo quería. Lentamente empezó a jugar en la zona de mi perineo y un morbo terrible me invadió, sentía su lengua sobre mi piel y mis testículos apoyados sobre su cara.

  • Más baja...

Esta vez no obedeció por lo que agarré su cabeza y la forcé a descender acercándola a mi ano, se resistió un poco, por la presión de mi mano contra su cabeza casi no podía hablar, tenía su boca contra mi ano casi.

  • Chupa, obedece y chupa, o no dijiste que ibas a hacer lo que te pida.

Esta vez tardo unos instantes, pero sentí la humedad de su lengua contra mi ano, había empezado a chupármelo. Yo no me contuve y empecé a masturbarme fuertemente mientras le decía.

  • Si, así, no pares, juga con tu lengua putita...

Mi orgasmo estaba cada vez más próximo, pero no podía parar, seguía presionando su cabeza contra mí con una mano y con la otra aceleré mi masturbación hasta que comencé a correrme. Me habría gustado usar su vagina o su ano nuevamente pero no pude, mi primer chorro salió disparado una parte a su cabello y el resto al piso, simultáneamente tire de ella para seguir apuntando a su cara la cual recibió el segundo de forma transversal. Los siguientes fueron con menos fuerza y cayeron cerca de sus labios y unas gotas más al piso. Su cara era un desastre, estaba despeinada, con bastante semen y muy colorada. Pero pude ver que nunca había dejado de masturbarse, al menos lo que pudo continuo tocándose.

  • ¿Acabaste?
  • No, no pude. Voy a acabar ahora. Respondió.
  • Si queres acabar limpia el piso.

Ella levanto un poco la vista y fue a agarrar una caja de pañuelos de la mesita.

  • No, si queres acabar, hacelo con la lengua.

Me miro con odio.

  • ¿De verdad?
  • Totalmente. Y después podés acabar todas las veces que quieras.

  • Sos un hijo de puta.

Acto seguido se inclinó al piso y paso la lengua levantando el semen que se había caído. Se dio vuelta y volvió a repetirlo con la parte del primer disparo que no freno en su pelo. Termino y se levantó y me miro desafiante.

  • ¿Listo puedo acabar?

Su discrepancia me divirtió y decidí castigarla un poco más

  • Si, pero antes te falta limpiarme la pija, me quedo toda chorreada.

Ella solo me miro y se metió mi pene ya algo flácido en la boca limpiándolo perfectamente.

  • Ahora sí. - Le indique.

Ella solamente se empezó a masturbar con desesperación, supongo que temía que la volviera a interrumpir, aunque no tenía planes de hacer eso, solo quería verla tocándose de rodillas, toda llena de mi semen, humillada después de obligarla a lamerme el culo y limpiar mi semen del piso, llego a su orgasmo pocos instantes después, imagino que vendría buscando corriese y no podía y cuando se dedicó a eso sin interrupciones lo consiguió rápidamente. Gimió con fuerza, se sacudió varias veces y sus ojos se pusieron en blanco por unos instantes. Se veía que realmente estaba en un estado de éxtasis total.

Cuando termino abrió los ojos y me miro, no dijo nada solo estiro la mano y tomó los pañuelos que antes le había impedido. Se empezó a limpiar la cara y noto mi semen en su pelo, me maldijo un poco entre risas, tomo su ropa y me dijo que se iba a bañar.

Yo me puse mis pantalones de nuevo y me quedé en el sillón descansando.

Al rato salió de la ducha y se dirigió a su dormitorio, yo estaba paveando con mi teléfono móvil, condenadas redes sociales que te hacen comerte horas sin darte sin darte cuenta. Tome coraje, me levante y fui al baño, me lave un poco y salí. Ya me había agarrado un poco de hambre, así que fui a la cocina y estaba preparando algo cuando salió Carla de su dormitorio. Llevaba una remera larga y aunque no lo podía ver desde donde estaba seguramente una tanga y un par de pantuflas. Se acerco a la cocina y se puso del lado opuesto de la barra desayunadora al que yo estaba.

  • ¿Mientras siga viviendo acá siempre va a ser tan intenso? - Me interrogo
  • No sé, quizás sí, quizás no. Siempre podes irte también. - dije mientras me daba vuelta y ponía un par de tazas sobre la barra.
  • No sé si me quiero ir, aunque sé que yo la cague y ahora estoy viviendo de prestado. No te puedo ocupar la casa para siempre.
  • Mira, tenemos un acuerdo ahora, que dure mientras tenga que durar. No le demos demasiadas vueltas.

Termine de servir la merienda y nos sentamos a comer sin comentar mucho más, el resto del sábado fue pasando con relativa calma, aunque debido a su ropa no me era indiferente mirarla cuando iba o venia, estaba seguro que no se había puesto únicamente por estar cómoda. Interrumpí el silencio que teníamos en el departamento preguntándole

  • ¿Te “vestiste” así para volver a abrirle al delivery?

Ella miro con los ojos abiertos y rápido respondió.

  • ¡Noo, porfa, de nuevo no!

Rei mientras la miraba.

  • Pero me vas a tener que compensar.
  • Pero vos no te cansas nunca. - protesto

No di importancia a su comentario y me fui al sillón y le dije

  • Dale vení, ahora me vas a cabalgar vos.

Ella obedeció y se sacó la tanga y se subió arriba mío. Me baje los pantalones un poco solamente para liberar mi pene y ella lo tomo con su mano. Lo acerco a su sexo y empezó a pasárselo a través de su vagina, aun no estaba excitada y haber intentado meterla así habría sido doloroso para ambos y no me apetecía. Le deje que entre en ritmo y sola empezó a metérsela lentamente, yo levante su remera y jugaba con mi lengua sobre sus pezones, esto la ayudo y tomo ritmo con el sube y baja de su cadera. La sorprendí mordiendo su pezón derecho, no muy fuerte, pero si lo suficiente como para que se queje. Agarré sus nalgas con mis manos y guie el ritmo de las penetraciones manejando la forma que más se sentía. Estuvimos así durante varios minutos, ella ya estaba muy mojada y sentía su humedad caer sobre mi pene y luego a mis testículos. Cuando notaba que estaba por acabar detenía el ritmo haciendo que ella intentara tomar el control de los movimientos y se lo impedía. No quería que se corra. Ella tampoco lo pedía, estaba comprendiendo que lo haría cuando se lo permitiera.

La levante un poco y la saque ella me miro con ojos suplicando que no me detuviera, agarre mi pene y sin decir nada se lo dirigí a su ano, con la humedad que tendría no me habría sido demasiado difícil introducirlo, pero cuando lo noto me dijo.

  • No porfa por el culo de nuevo no, todavía me duele mucho de ayer...

La mire y note que no mentía, sinceramente lo habría hecho solo por el morbo, así que volví a meterla en su vagina y le indique que siga moviéndose, volví a agarrarla de sus nalgas y acelere la penetración todo lo que pude hasta eyacular en su interior, sin dejar que ella llegue al orgasmo, ese sería mi castigo por no dejarme usar su culo.

Fue un polvo bastante más tranquilo de los que veníamos teniendo. Cuando termine la levante y el semen comenzó a chorrearse, puse mis dedos y tome un poco y se los lleve a la boca, ella se reusó un poco, pero abrió sus labios y los chupo.

  • ¿Te gusta el sabor a vos y a mí?

No respondió a mi pregunta, pero me pidió que le permita tocarse y acabar.

  • No, esta vez no te voy a dejar acabar. Te vas a tener que quedar caliente para mañana.

La mirada que me devolvió tenía fuego, pero no me dijo nada. Solamente se levantó, tomo su tanga y se fue a limpiar.

El resto del sábado paso sin más y llego el domingo, ese domingo que me traía algo nervioso porque no sabía cómo se iba a desarrollar.

Empezó bastante normal, me levante tarde, Carla ya había ordenado un poco el departamento. Luego me pegue una ducha y pasado el mediodía me escribieron mis amigos al grupo confirmando si iban a venir esa tarde.

  • Facundo: hoy te caemos Mat?
  • Matías: Si si a las 19.30 aproxxx
  • Tomas: Que hace mati, llevamos la birra?
  • Dario: la proxima tengo que ver como ir lpm, que lejos que estoy de todo – Protesto Darío que no podía venir debido a la distancia y la cuarentena.
  • Facundo: que comemos?

  • Matías: Pizza o empanadas?

  • Matías: Si, ya veremos como podes venirte la proxima - Respondí a Darío.
  • Tomas: Empanadas
  • Facundo: dale, yo compro un par de botellones.
  • Matías: Lisssto no lleguen tarde

Terminamos la conversación y fui a avisarle a Carla que los chicos vendrían a eso de las 19:30. Ella solo me respondió que estaba bien, que no había problemas y si necesitaba que hiciera algo más.

  • No, esta todo bárbaro ¿Pero hay que pensar que te vas a poner vos no?
  • No sé, sabes que no tengo mucha variedad, viste que solo vine con un bolso y creo que lo más osado es la camisa semitransparente que me pediste que use el otro día, pero no creo que de la situación para que use eso de entrada ¿No?

Por mis adentros me quede pensando, si bien me habría gustado no iba a ser nada disimulado que se pusiera eso, la idea era jugar y ver hasta donde llegáramos.

  • Bueno, te lo dejo a tu criterio, fíjate algo que pueda ser provocativo.

Ella me dijo que si y se fue a su dormitorio, todavía faltaba un rato para que vinieran por lo que me quede haciendo tiempo hasta que sonó el timbre.

Baje a abrir, estaban los dos con dos botellones de cerveza, claramente sed no tenían en mente que valláramos a pasar.

  • Matías: ¿Buenas cómo andan? - Salude.
  • Facundo y Tomas: Bien, bien. - Dijeron casi al unisonó.
  • Facundo: Trajimos bastante birra, no sé si Carla sigue tomando como antes, pero por las dudas. - Dijo riendo.

  • Matías: no sé, pasen dale...

Subimos los 3 y entramos al departamento, ellos se quitaron los abrigos, pusieron las cervezas en la heladera y nos pusimos a charlar de cualquier tema como cualquier grupo de amigos. Pero por dentro yo no dejaba de mirar a la puerta de la habitación que estaba Carla, me invadía la curiosidad de que se pondría, que haría, como reaccionaria Facundo y Tomas.

Abrimos la primer cerveza y nos pusimos a jugar a la PlayStation sentados Tomas y Facundo en un sillón y yo en otro más pequeño, no era mi día para los juegos, mi cabeza estaba en otro lado, pero igual disimule y bromeamos de la falta de practica por no tener con quien jugar.

Todo estaba transcurriendo con normalidad hasta que escuche que se abrió la puerta del dormitorio de Carla, salió con el pelo recogido en una coleta, los ojos maquillados suavemente, una musculosa negra que no era la más sexi por si sola pero que al ser ajustada al cuerpo se notaba claramente que no llevaba corpiño, la forma de sus senos se podía imaginar con bastante facilidad, además tenía un poco de escote que en caso de una posición adecuada podría dejar ver un poco de más. Se continuaba con una minifalda azul que llegaba a la altura de sus muslos y unas zapatillas rojas.

Se dirigió hacia donde estábamos y saludo a los chicos, estos se fueron a parar para saludarla y ella les dijo que no era necesario, claramente sabia de su escote y empezaba el jueguito, al saludar a Tomas se inclinó todo lo que pudo dejando sus senos a centímetros de su cara, luego sin levantarse se inclinó a saludar a Facundo que vi como no quito la mirada de su pecho. Tomas un poco más lento hizo una rápida relojeada mientras Carla se volvía a levantar haciendo contacto visual conmigo.

  • Carla: ¿Cómo andan chicos tanto tiempo? Saludo con beso porque sé que ustedes tampoco están yendo a trabajar y solo vienen acá y nosotros estamos en la misma, encerrados todo el día.

Ellos simplemente respondieron que bien, charla genérica de personas que no se ven hace muchísimo tiempo y no tienen nada que decirse realmente. Le ofrecieron cerveza y ella acepto gustosa. Luego pedí la comida y cenamos los 4, ya habían pasado dos botellones de cerveza y se empezaba a sentir el alcohol en las risas, los chistes con doble sentido y las charlas despreocupadas. Carla no perdía oportunidad de mostrar el escote o hacer movimientos que cualquier mujer tendría cuidado en cada momento que podía y siempre volvía a mirarme.

En un momento Tomas fue a la heladera a buscar una cerveza y apropósito le pedí a Carla que me trajera otro vaso con la excusa de que había caído algo en el que estaba usando. Ella tomo mi vaso “sucio” y fue, cuando estuvo al lado de Tomas a pesar de que había espacio entre la barra desayunadora y la mesada paso por delante de el de espalda chocándolo solamente para pasarle el culo por delante, por supuesto se hizo la distraída y pidió disculpas y el solamente dijo que no era nada.

Terminado el tercer botellón ya estábamos todos sentados en los sillones me levante a buscar unos porritos que tenía guardados. Los fumamos, Tomas y Facundo compartieron uno y Carla y yo él otro.

Si el alcohol nos había empezado a desinhibir esto nos terminó.

Carla ya se las estuvo rebuscando para provocarlos bastante toda la noche y no iba a poder hacer mucho más sin ser totalmente obvia. Además de que mis amigos eran bastante recatados y no harían algo así nomás. Tenía que pensar el siguiente paso.

Sin importarme nada empecé a acariciar a Carla, ella no dijo nada, no sé si a esa altura me estaba siguiendo el juego o simplemente el alcohol y la marihuana le habían hecho mucho efecto. Los chicos al principio no dijeron nada, seguimos hablando como si nada, yo le levantaba la remera dejando ver su abdomen, acariciaba sus muslos subiendo un poco su minifalda, no estaba seguro, pero era posible que desde donde se encontraban los chicos ya pudiera verse su tanga en algún movimiento.

  • Facundo: ¡Hey no se come enfrente de los pobres! - Protesto en broma.
  • Tomas: ¡Eso!
  • Matías: ¡Jajaja no! Ella no le molesta, el otro día hizo un pequeño espectáculo para el pibe del delivery...

Carla me miro algo sorprendida por mi franqueza frente a mis amigos y la intento arreglar.

  • Carla: Bueno justo llevaba una camisa que se transparentaba y el llamo y yo tuve que bajar, son las reglas vieron.
  • Facundo: Ah, pero haber sabido me llamaban a mí, yo traía la comida, encantado de ver eso. - Dijo pícaramente.
  • Tomas: La verdad que eso si debió ser un espectáculo.
  • Matías: Si, seguramente de ahí se fue a hacer una. - Y acompañe mi comentario con el gesto de una paja con la mano.

  • Facundo: No es para menos... Y con el tiempo que no veo una teta en vivo termino igual.

  • Matías: ¿Qué opinas Carly? ¿Le darías un pequeño espectáculo a los chicos? Apuesto que ellos no le dicen nada a nadie ¿No?
  • Facundo – Tomas: NOO... - Gritaron.

Carla me miro con dudas a los ojos y yo sin decirle más nada tome la musculosa y la fui levantando lentamente y la enrolle justo antes de llegar a sus senos, mire a los chicos y ellos no sacaban la mirada de mis manos y de sus tetas, se enderezaron en el sillón para arrimarse y mejorar la visión y ante la falta de resistencia de Carla termine de subirla dejando al descubierto sus tetas las cuales empecé a tocar con mis manos, tirando de sus pezones y masajeando. Facundo y Tomas no perdían detalle y no decían nada, la verdad que por como estaban podían disimular un poco pero ya se empezaba a notar sus erecciones a través del pantalón

  • Matías: ¿y les gusta el espectáculo?

  • Facundo: Hermosas, con razón la dejaste volver, por esas tetas que me meta los cuernos hasta con el carnicero.

El chiste acido molesto un poco a Carla que lo fulmino con la mirada, pero no dijo nada.

  • Matías: ¿Y vos Tomy que decís, te gustan?
  • Tomas: Si están divinas...

La cara de los dos era un poema, se notaba que no podían creerlo en especial Tomas que su timidez apenas lo dejaba hablar.

Bajé una de mis manos con cuidado y empecé a acariciar uno de sus muslos de nuevo suavemente, fui buscando subir su minifalda todo lo que la posición me permitía y acerque mi mano en su entrepierna, a pesar de estar a varios centímetros ya podía sentir el calor que emanaba su sexo, con suavidad para que no se sobresaltara apoye mis dedos sobre su tanga a la altura de su vagina. Ella sola abrió un poco las piernas facilitando el acceso y me permitió avanzar con mis caricias. Sentía la humedad producto de su excitación, tomé un costado de la tela y la corrí con cuidado. Los ojos de Tomas y Facundo se abrieron al poder ver su depilado sexo a un metro de distancia. La masturbaba y ella empezó a gemir de placer.

Me mantuve tocando su clítoris durante varios minutos, mis dedos ya están empapados, los chicos no resistían la excitación y se estaban tocando, Tomas sobre el pantalón y Facundo ya había metido su mano bajo su pantalón.

Me acerqué al oído de Carla y le dije que mirara como había puesto los penes de sus espectadores, ella abrió los ojos un instante y observo con lujuria.

  • Matías: Ahora si vas a poder acabar. – Dije en mención al día anterior.

E inmediatamente acerque su mano a su sexo para que ella continuara, el movimiento de sus dedos no se hizo esperar lo que produjo que se note que estaba llegando al clímax velozmente. Su respiración se escuchaba más fuerte y rápida hasta que se puso tensa de golpe y se empezó a retorcer producto del orgasmo que estaba teniendo. Creo que todos nos sorprendimos al notar que hizo un squirt que termino salpicando el piso. Los chicos lo festejaron como niños con piñata en un cumpleaños.

Casi se cae de encima mío producto de sus espasmos, pero llegue a sujetarla. Se mantuvo tocando unos segundos más y miro a sus espectadores que no perdían detalle ni de su cuerpo ni de sus movimientos. Se irguió un poco y discretamente se intentó tapar todo lo que pudo. Facundo rompió el hielo con un típico comentario de él.

  • Facundo: Es el mejor orgasmo que vi en mi vida y ni siquiera me baje los pantalones.
  • Matías: Ni hablar ¿Les gusto el show?
  • Tomas: Si. Impresionante.

Sin decir nada se paró y antes de que se llegue a levantar la sujete de la muñeca y le indique lo que había dejado en el piso.

  • Matías: Podrías limpiar lo que ensuciaste...

Se ruborizo, pero asintió con la cabeza y fue a buscar el rollo de cocina y se agacho a limpiarlo. Ni nos miró. Una vez concluido se levantó y cuando se iba a su dormitorio.

  • Facundo: ¿Ya se termina, mira cómo nos quedamos nosotros?

Comento en broma molestando a Carla que se detuvo y le respondió:

  • Carla: Anda a hacerte una paja.

Tomas se mató de la risa de la franqueza de Carla, pero no comento más nada.

  • Matías: ¡Hey, no trates así a mis invitados! - Le dije para molestarla.

Ella me ignoro e igual se encerró en su cuarto. Los tres nos quedamos mirándonos satisfechos de lo que acabábamos de ver, por mi lado estaba terriblemente excitado y mis amigos a no podían disimular sus erecciones, pero dimos por concluido el espectáculo.

  • Facundo: Vaya pedazo de sorpresa nos diste, así cualquiera se queda encerrado y yo encerrado con este...

Tomas rio y comento:

  • Mal con que calentura que quede, no me la saco ni con 3 pajas seguidas...

La charla se interrumpió por la puerta del dormitorio de Carla que salió nuevamente pero ahora solo llevaba la remera blanca de publicidad que usaba para dormir. No dijo nada y simplemente se dirigió hacia nosotros. Los tres nos quedamos mirando sorprendidos, se notaba en nuestras miradas, no es que no acabáramos de verla casi desnuda, pero la situación ahora era diferente, era ella la que nos sorprendía incluso a mí, yo ya había dado la noche por concluida, pero se ve que Carla no.

Se paro frente a Tomas y sin decir nada se agacho frente a el que se encontraba sentado en el sillón y con sus manos desabrocho su pantalón ante la atónita mirada de Facundo y Tomas. Bajo sus pantalones con algo de ayuda de Tomas que se levantó para que estos bajen y comento:

  • A ver si con esto te ayudo a bajar la calentura.

Acto seguido se metió su pene en la boca y empezó a realizarle una felación. Su cabeza se veía subir y bajar a un ritmo pausado, imagino que no querría que acabara tan pronto.

Facundo que estaba al lado no aguanto más y se bajó sus pantalones y comenzó a masturbarse.

  • Facundo: Acá tenes más pija así no te aburrís.

Carla se detuvo un segundo y lo miro y le dijo, que si le hablaba así se iba a tener que pajear solo y volvió a introducirse el pene de Tomas en la boca.

Yo interrumpí parándome y poniéndome a atrás, subí su remera y toqué su sexo, estaba super mojada y mis dedos entraron con bastante facilidad. Ella inclino la cabeza y me miro, pero rápido siguió a lo suyo.

  • Matías: Se buena anfitriona y atendelo a Facu también. Ordene.

Ella no dijo nada y simplemente estiro su brazo al miembro de Facundo y empezó a pajear, luego se sacó el pene que tenía en la boca y miro a Facundo y le dijo:

  • Carla: Tuviste suerte, Mati te defendió.

Y se acercó a su pene y se lo introdujo, Facundo hizo un bufido de placer al sentir su boca. Se notaba que no le dedicaba el mismo interés que le había aplicado segundos antes a Tomas, pero poco pareció importarle que pronto tomo su cabeza e hizo un intento de follarle la boca. No tuvo mucho éxito porque Carla se mantuvo bastante rígida, pero de todas formas le alcanzo para eyacular en su boca que a pesar de todo apenas pudo disfrutar de la felación ya que acabo bastante rápido. Carla hizo un además de rechazo y rápido dejo escapar la corrida por la comisura de sus labios.

Yo para ese momento ya me había ubicado atrás de ella y tenía mi pene dentro de su sexo. Bombeando tratando de mantener el ritmo a pesar de que Carla también se veía sacudida por Facundo.

Tomas que había estado masturbándose viendo la escena de Carla siendo penetrada por dos de sus agujeros simultáneamente hasta que Facundo termino vio como Carla se volvió a dirigir a él, primero corrió su mano para tomar ella el control de su pene y empezó a masturbar con énfasis para seguido volver a continuar con su mamada. Yo sentí mi eyaculación a punto y aceleré mis penetraciones hasta correrme en el interior de su vagina. Carla apenas de inmuto de que termine, siguió concentrada en el pene que tenía en su boca, bajando a los testículos y volviendo a subir.

Tomas hacia caras de placer, se notaba que estaba luchando por no acabar y poder seguir disfrutando, pero cuando no pudo más le detuvo la cabeza sin sacarla y le pregunto:

  • ¿Te puedo acabar en la cara?

Ella afirmo moviendo la cabeza arriba y abajo y Tomas la saco para masturbarse velozmente, el primer chorro pego en la mejilla, el segundo cayo una parte en el ojo izquierdo y el resto fue a su pelo y el tercero ya con menos fuerza pego en su boca y mentón.

Carla lo miro y con su lengua recogió lo que tenía alrededor de sus labios.

Seguido y sin decir nada se levantó y se fue al baño. Los tres nos quedamos tirados en los sillones, aunque Facundo y Tomas rápidamente comenzaron a vestirse. Yo hice lo mismo y ellos se levantaron comentando que era tarde y debían irse que mañana había que trabajar por más que sea desde casa. Nadie comento nada, tomaron sus abrigos y los acompañe a la salida. Cuando estábamos en el hall de entrada solamente les dije.

  • Matías: Ni una palabra.

Ellos afirmaron, les abrí la puerta y se fueron los dos. Me di la vuelta y volví a subir. Estaba seguro que esto no acabaría acá.