Una virgen en un cine porno III

Una joven virgen pero no muy inocente sigue con sus aventuras traviesas en manos de varios desconocidos.

El dia de mi reunion con el señor X, faltando poco para las 3:00 pm y comienzo a prepararme y cuando termino de arreglarme, estoy frente al espejo y no puedo evitar sonreír al verme, solo pensar que no parezco para nada la chica virginal e inocente que en realidad soy, con un vestidito muy corto, con dos tiras gruesas que cubren mis pechos y se anudan en mi nuca, con toda mi espalda descubierta.

“En realidad parezco una puta, lo cual es irónico porque todavía tengo un coño muy virginal” me digo en el espejo.

Cabe resaltar que con este vestido no tengo ninguna ropa interior y mis pezones están muy marcados en mi vestido, mi maquillaje es un poco natural, excepto por mis labios rojo profundo, mi cabello esta suelto y en ondas a mi alrededor, saco una muda de ropa extra por si acaso, tome mis documentos, mis llaves y me pongo el abrigo para cubrirme durante el camino y luego salí hacia el cine, antes de las 7 pm entre en el cine, cancele mi entrada y comencé a entrar en la sala y al mismo lugar donde me senté la última vez que vine, me quite mi abrigo, lo guarde en mi bolso y lo puse en la parte de debajo de la silla.

Ya sentada espero a que comience la película y mientras observo la sala y veo a una mujer sentada a unas cuantas filas por debajo y a unos 7 hombres sentados mucho más cerca, la película comienza y está ambientada en un parque donde una mujer llega con solo un abrigo muy corto y muy pegado, el parecido con mi vestimenta me excita un poco, junto mis piernas para tener un poco de presión en mi clítoris y comienzo a sentir lo mojada que ya estoy.

Cuando volví a mirar donde estaba la muchacha, tenía a dos hombres a cada lado, con la cabeza inclinada hacia atrás y por la luz de la pantalla se le podía ver una cara de placer, uno de los hombres a su lado tenía la cabeza en su pecho, me imagino que chupando sus pezones, mientras que el que observaba, se levantó y saco su pene erecto y lo puso en sus labios para que lo chupara, ella se lo metió rápidamente en la boca, pero desde mi posición se veía a contraluz y no se sabía dónde terminaba él ni comenzaba ella.

Me sobresalte cuando alguien se me sentó al lado, rápidamente mire a ver si era el señor X, pero no era el, sino un viejo de algunos 50 años, me miro lentamente y me dio una sonrisa mientras se tocaba el bulto entre las piernas, siguió mirando a la muchacha que chupaba la verga y yo también, cuando sentí una mano en una de mis rodillas, una mano que venía desde el otro lado de mi silla, me volví y allí estaba el señor X, sonriéndome, mientras me miraba de arriba abajo.

“Me extrañaste zorrita” me dijo al oído.

“Si, señor” le respondí.

“Pensé que después de lo que sucedió la última vez, no volverías por aquí”

“Vine, porque me gustó mucho lo que paso la ultima vez que vine” le dije suavemente, mientras sentía sus caricias es mi pierna.

“¿Si sabes lo que va a pasar hoy?” me preguntaba mientras su mano subía por mi pierna y llegaba hasta los labios de mi coño.

“Si, señor ” le susurro, mientras cierro los ojos esperando el momento en que me toque y sienta lo caliente que estoy por él.

“¿Estás de acuerdo en ser mía solo por hoy?” de repente entendí la indirecta, esto solo sucedería por hoy y luego lo olvidaríamos, el me daría lo que necesito para disfrutar y excitarme y luego regresaríamos a nuestras vidas como si no hubiera sucedido.

“Si, quiero ser tuya por hoy” le digo lentamente, mientras lo miro a los ojos y acepto, él acerca su boca a mi oído y me dice.

“A partir de ahora y hasta que te vallas, eres mía, se acabaron las oportunidades princesa, me entregaras eso que me has guardado sin saber y mañana despertaras sabiendo que le entregaste tu inocencia, no solo a unos desconocidos, si no que fue en un lugar público y sucio como un cine en frente de muchas personas, que veían cómo te desvirgaban por todos lados” me dice y con su mano por fin haciendo contacto con mi humedad, pasa sus dedos por mi clítoris, aprieta un poco y yo solo podía gemir y respirar con fuerza, hasta que paro de repente y se alejó de mí.

“Ahora quiero que te levantes y te quites esa miseria de vestido que llevas puesto, si es que quieres tener algo con lo que irte para tu casa” me dijo en voz alta, tan alta que el desconocido al otro lado de la silla, respiro con fuerza, mientras escuchaba nuestra conversación, por el rabito el ojo podía ver que se había sacado la verga y se estaba masturbando lentamente.

“Deja caña para mas tarde amigo, bueno si quieres disfrutarla” le decía el señor X al desconocido.

Trague con fuerza  y me levante muy lentamente y de espalda a los dos hombres que me miraban, moví mi cabello a un lado y quite la parte de arriba de mi vestido y luego inclinándome un poco hacia delante y apoyándome, en la silla de adelante y mientras miraba al señor X, me quite la parte de abajo, con un contenido de caderas, que los tenía embobados, sonreí para mis adentros, cuando los vi observando mi culo redondo, salí lentamente de mi vestido y lo mire esperando instrucciones.

“Ahora quiero que te sientes y abras las piernas, tan abiertas zorra, que tus muslos queden en las sillas de los lados y muestres a todos ese coño tragón que tienes- lo hice lentamente, me senté y abrí tanto mis piernas que mis tobillos estaban en el regazo de cada uno de los hombres a mis lados.

Sentí como las miradas en mi se multiplicaban después de mi pequeño espectáculo con el vestido y algunas otras pocas se acercaban a nuestros puestos

“No sabía si vendrías hoy, pero la última vez observé que te encanta un poco de dolor, así que hoy te traje una sorpresa, cierra los ojos sé que te encantara.”

Cierro mis ojos y de repente siento algo húmedo en uno de mis pezones, luego  una succión y algo presionando en uno de mis pezones, un dolor atraviesa mi cuerpo de repente y siento mi clítoris palpitar.

“¿Me ayudas con el otro?” lo escucho preguntar a nuestro desconocido y de repente siento su boca chupando y mordisqueando un poco más fuerte mi otro pezón y luego un pinchazo que vuelve atravesar mi cuerpo hasta mi clítoris, intento llevar mis manos a mi vagina, pero el señor X me agarra antes de que suceda.

“Abre los ojos zorrita, quiero que veas lo hermosas que se te ven las tetas, adornadas con estas pequeñas pinzas para pezones, tu cuerpo es un vicio” me decía el señor x mientras tocaba mi coño que estaba tan caliente y húmedo, abrí mis ojos lentamente y vi las pinzas para pezones que presionaban mis pezones y me tenía al borde de un orgasmo brutal.”

“¿Tu? ¿Quieres probarla?”, le dijo al señor que estaba a mi lado

“¿Quiero que la chupes y el deje bien caliente para que le pueda meter la verga a esta zorrita, ya te dije que es virgen?” el hombre a mi lado abre los ojos ampliamente y se mueve entre mis piernas, siento su aliento en la parte interna de mis muslos

“Esta muy mojada, pero apretadita la pequeña puta” dijo el desconocido mientas metía uno de sus dedos en mi vagina.

“Claro que esta muy apretada la zorra, si es virgen por todos lados” le respondía el señor x mientras se reía en voz alta y el desconocido abrió los ojos ampliamente mientras se percataba de lo que decía.

“¡No te puedo creer!, una virgen dejándose hacer tantas guarradas, me gustaría tomarle una foto para guardarla como prueba de lo zorras que pueden ser”

“Hazla, pero que no se le vea el rostro. ¡Ah! Y le abres bien el coño, quiero que se le vea hasta la virginidad si se puede. “

“Mierda, se está poniendo más húmeda y está apretando mis dedos más fuertes, a ella le gusta mucho esto”

“Pues claro que le gusta, es una puta de mucho cuidado.”

El hombre saca su celular y desde abajo donde esta de rodillas toma una foto con flash y luego nos la muestra, se ven mis piernas abiertas de par en par y sus dedos en mi coño abriéndolo bastante y mas arriba se ven mis pechos adornados con unas pincitas en los pezones y mi cabello a los lados, no se ve mi cara para nada y me gusta, me siento sexy y caliente posando para algunas fotos sexys.

“Ahora zorrita, con tus manos ábrete el coño para que la toma sea mucho mejor” me dice el señor X y hago lo que él dice rápidamente.

Vuelven a tomar la foto, con la nueva pose y en esta se nota mi pequeño huequito brillante por mis flujos, abierto con mis manos y mis pechos más pronunciados por la pose, veo como algunas personas se asoman para ver lo que esta pasando en nuestra zona y la oscuridad me oculta un poco hasta que se nota el flash, mostrando ráfagas de lo que esta pasando en mi asiento.

“Vamos viejo, si quieres chuparla que sea rápido porque no tengo toda la noche y ya quiero meterle la verga hasta el fondo” le dice el señor x al desconocido y este apresura su boca a mi coño y cuando su lengua húmeda toca mi clítoris, siento una pequeña descarga por todo el cuerpo, el comienza a lamer rápidamente desde mi clítoris, hasta mi culo, recogiendo mi humedad y tragándosela, y yo solo gimo de gusto, hundo las manos en su cabello, para que no se detenga y lo jalo duro.

“¿Te gusta zorrita, estar abierta de piernas y que te estén comiendo el coño virgen mientras todos estos pervertidos miran? ¿Eso te gusta? ¿Así es como querías perder tu virginidad?” Me preguntaba el señor x mientras tomaba mis pezones y los jalaba con fuerza, tener a dos desconocidos en medio de un lugar público, uno chupándome con locura y el otro atormentando mi sensibles pezones, me volvió loca completamente, me atravesaron calambres por todo el cuerpo, la visión se me volvió oscura mis piernas temblaban alrededor de la cabeza del desconocido y cuando este cogió mi clítoris de forma un poco violenta, mi coño exploto, con un fuerte chorro que no pude contener, mi cuerpo se aflojo y yo estaba en medio de un sueño cuando el desconocido fue apartado de entre mis piernas, el señor x me cargo, sentándome a horcajadas sobre el y viendo sus ojos profundos me dijo.

“Respira profundo zorrita, ya es hora de que sientas lo que es tener una verga en tu interior” y se metió de un solo empujo dentro de mí, sentí cuando rompió mi virginidad y el dolor exploto por mi cuerpo.