Una violación desde los ojos de un voyeur

Una historia real o solo de la imaginación: una violación contada desde los ojos de un voyeur.

Una Violación desde los Ojos de un Voyeur

Una historia real o solo de la imaginación: una violación contada desde los ojos de un voyeur

Estaba obsesionada con mi hijastro un muchacho de 20 años, de un físico espectacular con sus ojos color miel, sus labios rojos y sobre todo esa mirada que dejaba embobada a todas las muchachas tanto menores, de su edad y en mi caso algo mayores, le llevo 7 años por lo que siendo la nueva esposa de su padre decidí solo ver y desearlo a escondidas, me dedicaba a estar fisgoneando por las ventanas cuando se bañaba.

Cuando se levantaba en las mañanas andaba solo con un bóxer y mostrando sus hermosos pectorales. No se realmente si se percataba de mi excitación al verlo, deseaba ser apretada entre esos brazos y besada por esos labios, era mas que sexo era lujuria; deseaba ser tomada por la fuerza que me posea con toda las ansias de un muchacho de su edad.

Esas locuras daban vueltas en mi cabeza, quería ser suya pero estaba negada a ese placer. Muchas veces llegaba mareado de sus fiestas con muchachitas de su edad o en muchos casos menores que él, eso me excitaba mucho, siempre estaba atenta a su llegada, para poder observar lo que hacía. Podía escuchar los gemidos que daban, el roce de sus sexos por la humedad, me envolvían en un placer in imaginado, haciéndome masturbar tras de la puerta de su habitación. Soñaba con que dejará la puerta abierta y lograr ver como las poseía, como lamía su sexo, como deslizaba sus manos por todo su cuerpo, a veces escuchaba que describía lo que les hacía con algunas groserías, perrita te voy a dar por el culito hasta que pidas que me detenga o comete todo tu regalito que te gusta tomar tu lechecita perrita. Eso me hacia perder la razón no necesitaba mucho esfuerzo para tener un orgasmo feroz que me hacia retorcer en la alfombra y morderme la lengua para no gemir como una perrita en celo.

Lo que hacía que mi deseo fuera en crecimiento cada día, era el abandono de mi esposo, como es mucho mayor su deseo por mi era solo a veces nunca estaba dispuesto a satisfacer mis ardientes deseos y mucho menos todas las fantasías que en una mujer joven puede tener, estaba imbuido en sus negocios y también nunca se descuidaba de sus hijos eran tres mujeres y un hombre, las mujercitas vivían en casa de su anterior esposa y solo Diego estaba con nosotros, no teníamos hijos de ambos, lo que hacía que sin tener mayor actividad ya que solo trabajaba medio día, mi cabeza se dedicará a fantasear con seducir a mi hijastro aunque deseaba ser la seducida muy en mi interior

Era más de un año de solo fantasías y sueños con mi hijastro, pero se desataron con violencia una serie de sucesos que dejarían una marca imborrable en mi memoria. Esa semana mi esposo se fue de viaje, por un tiempo largo casi 20 días, al principio fui con él pero aburrida de sus largas horas de reuniones decidí regresar a casa sin esperar lo que pasaría.

Llegue muy tarde esa noche, pensé en llamar a mi hijastro para que me recogiera en el aeropuerto pero al final decidí ir sola y coger un taxi. Llegue como a las 11:00 p.m. el vuelo se había retrasado, todas las luces en casa estaban apagadas, abrí la puerta y solo se escuchaba el silencio, supuse que Diego estaría durmiendo o lo mas seguro es que estaba en alguna fiesta o discoteca ya que un sábado en la noche no es muy usual que este en casa.

Todo estaba en orden, subí mis maletas con dificultad a mi dormitorio al pasar por el dormitorio de Diego estaba con las puertas abiertas y estaba vacío; y en mi habitación deje las maletas a un lado me desnude, me puse un polo y un short como solía estar en casa, para prepararme algo de comer, estuve haciendo trasbordos de avión en avión y me moría de hambre, no suelo comer lo que dan en el avión por temor a marearme.

En la cocina prepare unos emparedados y un jugo algo ligero, por lo avanzado de la noche, me podía hacer mal y caer pesado. En lo que subía las escaleras sentí el auto de Diego, con música muy alta y voces de muchachos y muchachas que reían.

Algo en mi hizo que a velocidad me encerrara en mi dormitorio con solo las luces de la lámpara, con nerviosismo termine mi emparedado y el jugo, deseaba ver lo que hacían. Escuche que Diego subía, estaba buscando unas llaves en el escritorio de su padre supongo que era del pequeño barcito donde suele guardar sus vinos y licores. Una vez abajo sin zapatos para no hacer ruido fui tras él, confirmando que abrió el bar sacando un par de botellas de una crema de Wisky, me agrada por cierto esa bebida.

Casi en la escalera de donde tenía una estupenda visión de todo lo que ocurría sin ser vista, pude ver con sorpresa que las dos amigas eran bastante jovencitas creo que no había terminado ni siquiera el colegio, eso me perturbo un poco, ya que el licor que había sacado era para personas que sepan tomar y no para jovencitas que pueden perder la razón y hacer locuras, a su vez eso me excito muchísimo ya que me imagine que eso era lo que estaba buscando Diego y sus dos amigos, eran cinco y muy dentro de mí deseaba ser la sexta persona que disfrute esa noche de desenfreno con mi hijastro pero obviamente solo eso se quedo para mis pensamientos.

Escuchaba como trascurría la noche, entre vasos de bebida, algo de comer que supongo trajeron de algún restaurante. Risas, bromas, chistes que a medida que avanzaba al noche se hacían mas fuertes, los muchachos iban acercándose mas a las hermosas jovencitas una de piel color canela, de cabello de unas ondas perfectas, sus ojos de un negro profundo y un cuerpo espectacular con senos redondos, con esas blusas que dejan muy poco para la imaginación, y una minifalda que cada vez parecía dejar mas a la vista su nombre de esa beldad era Brenda, la otra Nayara de piel blanquísima, su cabello negro con pequeños rayos que iluminaban a ese color rojo del vino, sus ojos de un verde que a veces parecían azules haciendo resaltar su extrema belleza, con un tops que dejaba ver un hermoso ombliguito, mas bien de senos pequeños pero bien formados, una cintura deliciosa y un culito paradito que le gustaba mostrar ya que andaba apoyada de un costado luciendo sus hermosas formas.

Aunque me considero una mujer hermosa, no podía competir con esas bellas jovencitas y suponía que lo mejor de ese manjar era su virginidad, por los comentarios que hombres como los que tenían alrededor les hacían, Diego era el mas avezado en las bromas y en los acercamientos a las jovencitas, ellas muy provocativas pero sin dejar que él se sobrepasara tampoco, lo que no sabían es que estaban calentando a tres hombres que lo único que deseaban era hacerlas gemir como perras en celo, sin nada de piedad podía leer en sus ojos en cada mirada de deseo, se relamían a cada instante sus labios, se tocaban su sexo acomodando lo que era evidente ya que reventaban dentro de sus apretados jeans.

Terminaron la primera botella y ellas ya estaban mucho mas desinhibidas, así que ellos al bailar las tocaban como sin querer, acariciaban ese ombliguito de Nayara a la vista y daban besos en la espada desnuda prácticamente de Brenda por la blusa tan provocativa que traía, ellas ya bastante ebrias se dejaban hacer. Diego muy astuto sabía que estaba casi listas para hacer lo que ellos quisieran, así que fue con todo, eso mas que una salida inocente parecía un plan de Diego, sabía perfectamente que no era un santo pero nunca pensé que pudiera llegar a hacer lo que hizo que esas pequeñas jovencitas.

Brenda las mas desinhibida comenzó a provocarlos bailando de una manera muy sexy, a lo que Diego reacciono trayendo una pequeña mesita en la que subió haciendo un baile completamente sensual a lo que Nayara no quiso quedar atrás pidiendo un lugar donde subiese, le acercaron otra mesita, las dos hacían que estos tres muchachos hirvieran y estuvieran a punto de hacer muchas locuras.

Diego comenzó a pedir prendas, dándoles de beber de sus labios, como era muy guapo y todas las jovencitas se derretían en sus brazos, no se negaron e iniciaron un camino sin retorno. Ambas quedaron con sus pequeñas tangas y esos brasieres tan sugerentes que dejaban ver los hermosos senos de Brenda y el culito de muerte de Nayara que se hacía resaltar con las largas piernas con tacos.

Ellas como por apuesta y entre juegos también exigieron prendas a lo que no se negaron esos muchachos que ya deseaban solo tenerlas, quedando en bóxer se acercaron y bailaron a su alrededor se besaban se rozaban sin ser exagerados. Esa escena me estaba volviendo loca quería ser parte del juego y a la vez no sabía como reaccionarían, además que me había acostumbrado a observar con una mano acariciando mi rajita por encima del short.

Pero termino la canción y como en medio del éxtasis en que estaban las jovencitas decidieron irse, cogieron sus ropas, que ya era suficiente… pero fue demasiado tarde, Diego algo furioso les arranco las ropas de las manos entre seduciéndolas y entre fuerzas, diciéndoles que no lo iban a dejar así caliente, que tenían que bajar ese fuego, tomando a detrás a Nayara rodeándola con sus fuertes brazos, haciendo que una de sus manos tocará el abultado bóxer, estaba asustada pero se dejo hacer, mientras la otra mano de Diego recorría su pancita presionándola contra su cuerpo, lo que dejaba su culito todo para Diego. Piero uno de sus amigos para no quedarse atrás tomó a Brenda haciendo que su pechos se apretaran contra los suyos, hundiéndole la lengua en esos hermosos labios carnosos y acariciando su espalda, al igual que Nayara también se dejo hacer pero con mucho temor.

Ambas estaban excitadas por todo el alcohol que tenían encima, las hacía presa fácil, pero aún así volvieron a soltarse queriendo buscar sus ropas, que no encontraron porque Yair se había encargado de esconderlas. Diego no soltaba a Nayara, aunque se hacía notoria su resistencia, estaba casi gritando que la soltara pero Diego solo le besaba el cuello tomaba sus senos con rudeza, recorría con sus manos todo su cuerpo. Sin que ella logrará soltarse, su cuerpo la traicionaba respondía a sus caricias humedeciendo su rajita, de lo que se percato Yair, se acerco por delante con una mano toco su monte de Venus haciéndola saltar, su dedo iba hurgando por encima de su ropa interior y riendo le dijo al oído, de que te quejas putita si te gusta lo que se esta haciendo estas mojada. Por detrás se escucho las voz de Piero diciendo- esta perra también esta gozando, estaba súper mojada, Yair por detrás comenzó a masajear el culito de Brenda, entre los tres siguieron manoseando a las jovencitas.

Mientras tanto yo en la escalera, sentía una especien de temblor en el cuerpo, estaba llena de temor, no podía permitir que violen a esas dos jovencitas en mis narices pero a su vez mi short estaba mojado por la humedad de mi rajita, mis pezones estaban duros, deseosos de sentir la furia de Diego en mis piel, en esos momentos debía ayudarlas o sencillamente gozar de lo que estaban poniendo ante mis ojos, toda la lujuria y sexo que deseaba al fin estaba ante mis ojos.

Diego echo en el mueble a Nayara, con toda su fuerza la jovencita entre lagrimas y con una mirada de suplica le dijo- Soy virgen no me hagas daño, Diego eufórico y con voz socarrona le respondió- Si la que mas va a gozar eres tu putita calienta pollas, vas a sentir que ser penetrada por todos tus agujeros a la vez, al oír esto Brenda estallo en llanto, no quería que lastimaran a su amiga, Diego giro su rostro diciéndole que no llorará ya que a ella también le tocaría la misma suerte de su amiga. Dejo a Nayara en manos de Yair que no desaprovechaba de manosear a la linda muchacha, sentándola en sus piernas para sentir su hermoso culito en su abultada miembro que casi estaba haciendo ceder las costuras del bóxer que traía puesto, con una mano sostenía las manos de la muchacha mientras con la otra apretaba sus senos y acariciaba con su lengua su cuello y nuca. Del mismo modo tenía aprisionada Piero a Brenda pero aprisionando sus pechos entre sus manos, a lo que Brenda ya no se resistía después de oír la palabras de Diego.

En ese instante comprobé que todo eso había sido planeado, para violar a esa muchachitas, que por un momento de tragos y diversión iban a ser violadas hasta saciar a tres jóvenes impetuosos. Ya que Diego de un cajón saco cuerdas amarrando a Brenda a una silla, con las manos hacia atrás las piernas abiertas le saco su tanguita amarando también sus piernas una a cada lado de la silla, y poniendo una bola de esas que usan los sados para que no pueda gritar, no tenía piedad.

Diego muy hambriento de poseer a Nayara decidió que ella sería la primera que gozaría de los tres, Yair la tenía sujetada de los brazos amarrándolos en una silla que estaba en la cabecera del mueble, Diego solo miraba, mientras que Piero habría las piernas de la jovencita, corrió a un lado su tanga dejando descubierta esa rajita depilada con solo unos bellitos en forma de triangulo, empezó a introducirle un dedo para abrir sus labios y engullir con delicia los jugos que emanaban de esa deliciosa cuevita que por primera vez sentía el placer de unos labios y una lengua que la recorría totalmente. Diego jalo con rudeza sus brasier dejando sus pequeños pechos al descubierto los que masajeo y succiono, la hermosa Nayara a pesar de sus esfuerzos no podía zafarse de la fuerza de tres hombres, pero a su vez estaba como extasiada con la lengua que hurgaba su intimidad, reprimiendo pequeños gemidos, entre miedo y placer. Piero siguió gozando de la pequeña Nayara hasta que fue retirado por Diego quien también se sirvió del néctar delicioso de esa cuevita, mientras que con un dedo iba humedeciendo también su anito, Nayara dejo de resistirse creo que su cuerpo y la embriaguez había dejado que ella disfrutara de esos juegos sexuales pero eso duraría poco, a Diego le interesaba solo su propio placer y no estaba dispuesto a verla gozar quería que gimiera como una perra eso era todo.

Diego introdujo un dedo, luego dos en su húmedo culito mientras no dejaba de lamer su conchita hasta hacerla perder en un éxtasis de pura pasión, bruscamente la levanto diciéndole al oído ahora perra vas a gozar hasta gritar, lo de hoy te va a servir para que te dejes de ser una calienta pollas, ahora te voy a dar hasta que pidas que me detenga. Él estaba desnudo con su pene totalmente erecto la cogió de sus hermosos cabellos largos metiéndole con rudeza su pene a la boca, advirtiéndole que lo mamara con cuidado sin meter los dientes porque al primer intento la golpearía. Nayara con mucho temor y sin torpemente comenzó a succionar su pene, luego lo hizo mucho mejor con las indicaciones de Diego mientras tanto Piero teniendo su culito a disposición lo lamía y hurgaba con sus dedos daba la impresión que ambos tenían ordenes de que Diego sería el primero en romperle el culito a esa muchacha porque ninguno intentaba penetrarla solo la sobaban y metían sus lenguas y sus dedos, ahogando sus gemidos por ese polla enorme que tenía en la boca; mis ojos no creían todo lo que estaba viendo y mi cuerpo solo reaccionaba la placer, estaba volviéndome loca, una de mis manos acariciaba mi pecho amasándolo con rudeza como lo hacía Diego con la pequeña Nayara mientras mis dedos dentro del short acariciaban mi intimidad.

Al fin diego con su miembro totalmente duro, volvió a jalonear a la pobre Nayara, que tragaba su llanto y temor, le ordeno que ella misma sea la que se metiera toda su verga en su vagina, ella quiso hacerlo despacio fue sentándose poco a poco despacio a lo que Diego poniendo sus manos en sus caderas de una sola envestida penetro a Nayara haciéndola gritar de dolor, y si nada de compasión se levanto haciéndola poner de perrito para que pueda seguir con el bombeo con toda la ferocidad de una fiera, la deseaba y quería poseerla pero con brutalidad, Nayara si fuerzas y sometida solo gimoteaba, lo que hacia desarrollar instintos de fiera, Brenda también acompañaba con lagrimas a su amiga, a lo que Diego respondió no gastes tus lagrimas putita que a ti también te voy a hacer lo mismo.

Por un largo rato fue rudo, pero luego acariciaba a Nayara, haciendo que ella empezara a disfrutar de esas arremetidas de su pene en su cuerpo. Al tenerla en esa posición quiso penetrar su culito el que estaba hurgando con un dedo y luego dos, comenzó a jugar en la puerta de su anito con su glande esa sensación era agradable para Nayara poco a poco esta vez sin dolor la hizo gozar, Nayara coopero levantando su colita para dejarse penetrar, sintiendo ingresar hasta las entrañas esa enorme verga, pero le agrado porque la trato con suavidad, fue acelerando sus movimientos esta vez Nayara disfruto devolviéndole el placer presionado sus nalgas lo que hacia que Diego emitiera roncos gemidos de placer, decía que era un culito apretadito y delicioso, llamo a Piero lo hizo sentarse y hizo montar a Nayara sobre él ella algo adolorida lo hizo pero despacio Piero estaba gozando también de sentir esa vagina estrecha aún a pesar de la violencia de Diego, era deliciosa suave , mientras amasaba sus hermosos pequeños pechos y suscitaba, Diego por detrás hizo levantar esa colita deliciosa para poder hacerle una doble penetración, a Nayara le rodaban gruesas lagrimas por su rostro por los asustadísima que se encontraba, a Diego le gustaba verla llora, disfrutaba de eso, Piero por el contrario la besaba diciéndole que se relajara para que sintiera placer y no dolor, que debía cooperar para que Diego no se ponga furioso, así lo hizo y Diego poco a poco sostenido de sus pechos fue penetrándola hasta hacerla gemir como una perra, Nayara nunca pensó disfrutar tanto de esa doble penetración, largo rato estuvieron así , para acercarse Yair a su cara de la dulce Nayara y hacerla mamar su pene, ella a estas alturas se comportaba como toda una putita, estaba cooperando, lo que hacía que ella disfrutara de esa locura de sexo y violación, una violación que ella estaba disfrutando.

Por mi lado estaba solo con la tanga puesta, habiendo gozado ya de tres orgasmos feroces viendo como magreaban a esa hermosa muchachita, tan jovencita y deliciosas, por ratos sentía deseos de participar más de cerca en esa violación pero debía controlar mis instintos y deseos.

Cuando los tres se vieron saciados de Nayara, eyacularon en su cara haciéndola tragar todo el semen que le era posible, lo que ella acepto sin reclamar mas, Brenda asustada y con mucho temor entendía porque había dejado de llorar Nayara y luego hasta parecía que había disfrutado del ultraje de esos tres hombres. Piero fue el primero en terminar, acercándose a la boca de la Brenda una hermosa morena, haciéndola comer parte del semen que aún brotaba de su miembro, al principio ella tenía arcadas, luego Piero se acerco a su oído y le dio a la boca una pequeña pastilla le dijo que era para que ella también pudiera gozar como su amiga antes de sufrir porque Diego era algo violento, ella la acepto, en silencio.

Piero la soltó y ella liberada por la pastilla, mamo las tres vergas de esos hombres que solo querían seguir con el ultraje ahora era su turno, pero a Diego le gustaba la violencia aunque solo un poco, pero al ver su cooperación no la maltrato pero sin contemplaciones la hizo cabalgar encima suyo, luego la hecho en piso, para romper ese culito que no era tan delicioso como el de Nayara pero igual la penetro sin miramientos pero a diferencia de Nayara ella cooperaba se movía frenéticamente disfrutaba de todo el desenfreno de Diego, lo que a Diego lo enloqueció , decía que así le gustaban las mujeres bien putitas, le gustaban darles por todos sus agujeros, la hizo cabalgar a Yair esta vez y él disfrutaba siempre de darles por el culito pero esta vez amasaba los enormes pechos de Brenda, diciéndoles que luego se los mordería, hasta hacerla gritar como lo putita que era, mientras tanto Piero no desaprovechaba la oportunidad e iba metiendo su verga enorme a la boca de Brenda ella lo chupaba estupendamente, los tres disfrutaba de esa morena deliciosa haciéndola gemir como a una perra, Nayara que se encontraba bajo los efectos de la pastilla quería mas sexo así que ella misma jalo a Piero para que ella se lo mamara, así lo hizo por un rato hasta que la volteo y empezó a darle por ese hermoso culito, tan paradito y con esas nalgas que apretaban deliciosamente, quería hacerla gemir y ella respondía, era una escena de sexo increíble, ya no tenía mas orgasmos pero no dejaba de penetrarme con mis propios dedos, deseaba que me dieran así por el culito, como lo hacían con Nayara o mejor como le estaban dando a Brenda por sus dos agujeritos, era delicioso, la alfombra con mis jugos estaba mojada y deseaba aún mucho mas.

Cambiaron en varias posiciones hasta dejarlas extenuadas a las dos hermosas jovencitas, las dejaron bien abiertas con esas enormes pollas, pero ellas no se quejaron mas al final disfrutaron mucho de esa vejación y humillación que había sido victimas, les dieron sus ropas, se dieron un baño. Piero y Yair les dijeron que las llevarían a sus casas, antes Diego les enseño un pequeño video donde se veía todo lo que había estado haciendo, les dijo que si los denunciaban lo publicarían en You Tube o peor se lo darían a sus padres para que vieran lo putitas que son sus hijas y como disfrutaron de esa noche de sexo y lujuria. Además que Diego les dijo que a partir de ahora era sus putitas favoritas y tenían que venir cuando el las llamará para hacerles todo lo que él quisiera, en silencio con un si por el movimiento de sus cabezas se retiraron.

Con todo esto yo estaba con el short en la mano, y quise retroceder para salir de la vista de Diego, cuando oí su voz diciéndome. Tu Dayana eres mi putita especial, te ha gustado el soy que te he preparado esta noche, te gusta verme follar, iba subiendo las escaleras, mi cuerpo estaba inmovilizado no podía pensar en nada, era una locura el me había visto todo el tiempo, no lo entendí hasta que estuvo frente a mí, y me enseño la mensaje de su padre a su celular diciéndole que me recoja del aeropuerto.

Sabía perfectamente a que hora llegaría, y sabía que lo espiaba siempre, mi cabeza iba a explotar tenía miedo pero a su vez corrían por mis piernas los jugos de mi vagina que se humedecía al saberme descubierta, al saber que lo había hecho todo para darme un gran espectáculo porque sabía que gozaba con verlo con escucharlo gemir, y con ver su rudeza con esas jovencitas.

Me tomo de la mano, me hizo levantar del suelo, llevándome a su dormitorio cerro la puerta y me lanzo a su cama, diciéndome hoy vas a ser mía y te voy a hacer gozar putita, hasta que pidas piedad, eso es lo que buscabas no putita, si dilo

No podía imaginar lo que haría conmigo, no creía que aún tuviera semen para darme, y que quisiera seguir follando, después de cogerse a esas dos jovencitas, pero fue una fiera, quedamos dormidos y amanecimos justos en la cama. Solo me dejo un beso en la boca y luego me dijo que ese era mi premio por mi paciencia y mi silencio pero que nunca mas se repetiría.

Salí de su cuarto y me di un baño, no quería olvidar esa noche y nunca lo haré.

Acepto comentarios a mi email: mujer_mar226@hotmail.com , espero les haya gustado mi relato.