Una vieja para dos
Con mi amigo carlos nos vamos al sur de Chile. Como la lluvia no nos dejaba salir, buscamos entretención y encontramos a una madurita, que nos salvó la noche. ( relato ilustrado )
Salimos con Carlos, mi amigo, a mochilear al sur de Chile. Como todo buen mochilero, íbamos equipados con una buena carpa , buena mochila, pera aparte de eso, como nuestros padres, tenían una situación económica excelente, íbamos con mucho dinero, por cualquiera eventualidad.
El trayecto hasta Temuco, y de ahí nos fuimos a dedo, en un camión hasta llegar a Valdivia. Al llegar a Valdivia, llovía de una manera impresionante, por lo que el mismo camionero, nos dejó en un motel a la entrada de la ciudad, ya que con esa lluvia, era imposible armar una carpa.
Llegamos el viernes en la noche y el sábado no paró de llover en todo el día. En la noche del sábado igual salimos a recorrer, pero el ambiente nocturno no era muy bueno. Estuvimos en una disco, tomando unos tragos, pero como no pasaba nada, decidimos volver a nuestro Motel. Compramos eso si una botella de pisco y una bebida para ver una película.
EL motel solo tenía los canales nacionales, que terminaban temprano de trasmitir aparte que se veían pésimo, y lo único que teníamos, era un canal porno, seguramente a través de un video. Así nos bebimos toda la botella, viendo películas porno.
Con Carlos bromeábamos que estando los dos encerrados en el Motel, viendo películas porno, sin minas, ambos terminaríamos fallándonos uno al otro. Salimos a comprar otra botella, ya algo ebrios. Ambos estábamos re calientes, pero la posibilidad de encontrar a dos minas a esa hora y con esa lluvia, era imposible.
Al entrar al Motel, vimos una mujer mayor, de unos 45 a 50 años, que estaba bajo un paradero de micro. Nos pidió un cigarro. Notamos por su voz que tenía unos tragos de más. Carlos le paso uno y entramos a nuestra habitación. Comentamos de la mujer y yo en broma le dije que podríamos haber invitado a la vieja a tomarse un copete y que la podríamos haber afilado entre los dos. El me miro con cara de serio y me dijo que no era mala la idea. A las finales salió el a buscar a la mujer.
Fue grande mi sorpresa al ver que Carlos entraba a la habitación acompañado de la mujer. Como les mencioné era una mujer de unos 50 años, morena de pelo corto, que usaba una blusa color café, pero que al haberse mojado, se le traslucía un sostén negro. Trabaja, con un buen par de tetas, algunos rollos si en su cintura.
Se notaba que sabía a lo que iva, ya que en ningún momento se sintió nerviosa, al contrario. Yo me acerque a ella con una toalla para secarla, a los cual ella agradeció.
Mientras mi amigo la secaba, le pregunte que hacía ella a esa hora en la calle, a lo que me respondió que había salido a divertirse. Le pregunté si se había divertido, mientras mi amigo la secaba, y me dijo que no, pero que pensaba que si lo haría ..
Que piensas tu? ¿que podré divertirme?, mientras me tomo mi mano y se la llevó a la cara
Todo depende de ti .. si quieres pasarlo bien
- Me muero de ganas por pasarlo bien ya mas con un jovencito como tu . Y mejor si es con su amigo también ..
Entonces deja ayudarte con esta ropa mojada que te puedes resfriar ..
Tu crees ¿
Si, estoy seguro
Bueno
Mira tu sostén también esta mojado también tendremos que sacartelos .
Pero me parece que no es justo que sea solo yo la que me saque la ropa .
Te molesta si te los bajo?
No al contrario contigo acá me esta dando mucho calor .
Mmmmmmmm parece que tenemos bastante con que pasarlo bien
Te molesta si le doy un besito
No para nada adelante ..
Carlos termino de desnudarla y se desnudí el también. La deje en la cama y el abrí sus piernas ..
Estas muy rica tines una concha muy rica
Si quieres me la puedes probar
Eso te lo aseguro
Mmmmm.. que rica se siente tu lengua ..
Carlos se sube a la cama y comienza a chuparle las tetas a la vieja
Aun considerando su edad, era una mujer muy caliente ya la poco rato gemía de placer sintiendo como yo le comía la concha y Carlos le chupaba las tetas.
Me pidio que la penetrara. Carlos se bajo de la cama y me cedió su lugar me coleque tras de ella y le levante una de sus pierna. Aun viendo lo abultado de su vientre me tenía tan caliente, que sin preservativo ni nada se lo metí hasta el fondo una y otra vez .
Esa noche nos follamos a la veja entre los dos como 4 veces, dejándola muerta de cansancio.
Al otro día nos despertamos y vimos a la vieja que aun dormía entre nosotros .
Ya había salido el sol y no llovía. Como lo único que queriamos era que ella se fuera, nos duchamos, preparamos nuestras mochilas y la despertamos diciendo que había llamado del Motel y que nuestro plazo se había terminado.
Salimos los tres de la habitación, nos despedimos y ella nos dio su numero de teléfono, para que la llamáramos cuando viniéramos de vuelta.
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