Una vieja obsesión

Su anciana suegra entra en su habitación mientras el se masturba, despertando deseos dormidos en la señora.

Una vieja obsesión

Éramos una pareja de pocos recursos, vivíamos con mi anciana suegra para ahorrarnos algún dinero, pero la trágica muerte de mi esposa en un accidente de transito, nos había tomado por sorpresa, dejando una anciana mujer y a su yerno de 32 años solos en aquella pequeña casa.

Desde la muerte de mi esposa, yo había adquirido el hábito de tomas unas cervezas todas las noches, ahogando mi pena no había querido conocer a ninguna otra mujer. Así que llegaba a casa todas las noches suavemente borracho y excitado, dirigiéndome a mi habitación junto a la de mi señora suegra, procedía a sacar algunas revistas porno donde aparecían jóvenes chicas desnudas, de debajo del closet, y entonces quitándome los pantalones procedía a masturbarme hasta vaciar mis bolas de su carga de semen. Luego de nuevo me vestía y bajaba a cenar y hacerle compañía unos minutos a mi anciana suegra.

Pero esa noche iba a ser diferente, sacando las revistas yo abría una pagina donde se encontraba una joven rubia con un cuerpo espectacular, mientras con una de mis manos comencé a acariciar mi verga, con la otra daba suave masajes a mis bolas, así disfruta masturbándome suavemente disfrutando el momento desnudo sobre mi cama con la revista, mi excitación crecía a medida que acariciaba mi verga despacio, sentía como mi verga completamente erecta mostraba todo el esplendor de sus 19 CMS., continué acariciándome mientras imaginaba como me cogería a aquella chica de la revista, cierro los ojos y me masturbo mas abrí, "AHHHH" si siento como los chorros de semen, salen expulsados de mi verga el primero se estrella en mi estomago, otro en el ombligo "ahhhh". Y el tercer chorro queda sobre mi mano.

Recobrando poco a poco mi aliento cuando de pronto escucho un grito que proviene de la puerta de mi habitación, ahí estaba mi suegra con una mano tapando su boca abierta, sus ojos miraban directamente sobre mi verga que se encontraba completamente erecta aun.

Mis manos iban sobre mi verga tratando de cubrir mi erección.

Entonces mi suegra gritaba "Sucio, usted es un hombre muy sucio". Y entonces veía como salía de la habitación rápidamente.

Mi corazón latía fuertemente, rápidamente limpiaba la leche sobre mi cuerpo, y me ponía la ropa, me sentaba en la cama pensando lo que había pasado, no tenia una idea de lo que mi suegra me dijera cuando saliera de la habitación.

Cuando baje mi suegra estaba sentada en la mesa, ella limpiaba las lágrimas de sus ojos y no hablaba.

"Usted debió tocar la puerta y no abrir así señora"

"Lo se pero es que yo no imagine que usted hiciera esas sucias cosas en mi casa" ella añadió

"Muchas personas lo hacen, señora, usted debe comprender mi soledad, desde que mi esposa murió yo no he estado con ninguna mujer y es la única forma en que puedo desahogarme".

"Si pero yo no pensé que usted lo hiciera, es todo compréndame, ahora su cena se esta enfriando por favor coma, antes de que este mas frío"

Cenamos en silencio, entonces ella me decía al final de la cena:

"Yo nunca mas volveré a ir a su habitación otra vez, se lo prometo"

Entonces como todas las noches me despedí de mi suegra con un beso en la mejilla, y me dirigía a mi habitación.

En los próximos días yo me cuide de no masturbarme en la habitación, pero un día cuando llegaba de tomarme unas cervezas, escuchaba desde la entrada en silencio una conversación de mi suegra con una señora amiga suya.

La amiga de mi suegra hablaba "Lo que el hacia es natural es un hombre adulto, y tienes necesidades"

"Si pero son cosas sucias", mi suegra agregaba.

"que un hombre se masturbe, no es una cosa sucia, todas las personas lo hacen" Dijo doña Elena la amiga de mi suegra.

"Si pero yo casi me muero, entrar ahí y ver a mi yerno desnudo sobre la cama masturbando esa cosa, era tan grande y si veía tan dura" dijo mi suegra.

"Pues usted tiene suerte de haber visto una cosa así," dijo doña Elena

"yo no podía apartar mis ojos de esa cosa, era la cosa mas grande que he visto la de mi difunto marido era menos de la mitad que esa" dijo mi suegra.

"Pues insisto UD es muy afortunada de haberlo visto", rió doña Elena.

"Mejor cambiemos de tema, este no es un tema apropiado para señoras como nosotras" dijo mi suegra seriamente.

Entonces yo entraba e iba a mi habitación, mi verga me dolía de lo dura que estaba por todo lo que había escuchado. Dos mujeres mayores mi suegra de 67 años y su amiga de una edad parecida comentando sobre lo sucedido.

En otra ocasión mientras regresaba de nuevo escuche la conversación de las señoras.

"Y que no has vuelto a ver de nuevo a tu yerno desnudo" pregunto doña Elena

"No Elena, pero te tengo que confesar algo desde que sucedió eso, cada vez que Julio regresa a casa del bar yo tengo sucios pensamientos sobre lo que hará en su habitación, yo no puedo dejar de pensar en lo que vi., es mas cada vez que se despide de mi para ir a dormir y me besa en la mejilla siento como mi vagina se humedece".

"Ja ja, con que la señora necesita que le calmen la picazón" dijo doña Elena

"Basta Elena, esas no son formas de hablar de una señora, te lo cuento porque no se que es lo que me pasa, me da mucha pena en realidad pensar que una vieja como yo tenga esa tipo de pensamientos con el esposo de mi hija difunta.

Esa conversación en realidad me estaba excitando, así que haciendo un poco de ruido, indicando que había llegado, ellas se callaron y comenzaron a conversar de otra cosa.

Así habían pasado varios días, hasta que una noche, en que tome mas de la cuenta ni siquiera había llegado a la casa para cenar con mi suegra, la verdad es que estaba muy caliente, tenia días de no masturbarme, y mi verga parecía una tienda de campaña camino a la casa, iba decidido a pegarme una buena masturbada en mi cuarto.

Cuando llegue al frente de la casa, vi. a mi suegra, colocada en la entrada, ella me miro subir los escalones de la entrada, "Estaba muy preocupada pensé que le había pasado algo",

"OH no señora simplemente es que me entretuve un rato mas en el bar," le respondí

Yo mire el aspecto de preocupación y un poco de molestia cuando yo entraba dentro de la casa, también mire como ella miro directamente hacia la protuberancia en mis pantalones, pienso que ella sabía lo que yo haría en cuanto llegara a mi habitación.

Ella iba a decirme algo, pero decidió guardar silencio, me hubiera gustado saber si vieja vagina se humecia ante la visión de mi erección notoria en el pantalón. Yo subía las escaleras para ir a mi habitación ella me llamaba: "Julio",

Yo me daba vuelta, mi erección era completamente visible.

"Yo alistare la cena en diez minutos" añadió mi suegra tímidamente

Treinta minutos mas tarde cenábamos en silencio. Luego cuando nos íbamos a retirar a nuestras habitaciones como todas las noches, le iba a dar un beso de despedida. Entonces ella me decía

"No me bese Julio, no lo merezco, soy una mujer muy mala, yo he estado teniendo muy malos pensamientos".

Entonces daba media vuelta y salía hacia su habitación, yo me quedaba un rato mas abajo pensado en lo que acababa de decirme mi vieja suegra.

Cuando me disponía a ir a mi habitación, mientras pasaba al frente de su habitación, ella me llamaba: "Julio!"

Yo abría la puerta y entraba en su habitación, su lámpara estaba apagada, solamente iluminaba la luz que entraba del vestíbulo, mi suegra estaba sobre la cama, cuando me movía mas cerca veía como su ella boca abajo, con su bata levantada en sus nalgas, que eran grandes y pálidas, que están completamente desnudas, que era eso mi vieja suegra estaba prácticamente desnuda ante mi. Yo me sentaba en el borde de la mirando aquel par de montañas gemelas de carne redonda.

"Dios me perdone" susurraba mi suegra.

"Muevase suegra, permítame cubrirla con la sabana" yo le decía no sabiendo que hacer.

"Yo merezco la humillación de que usted me este viendo, por mis malos pensamientos merezco ser azotada" decía con débil voz

"No porque haría yo una cosa de esas" le respondí

"Azoteme" ella me suplicaba.

Entonces poniendo mi mano sobre su espalda, justo arriba de las nalgas, yo estaba sorprendido de lo caliente que estaba su pie, le decía "Tenemos que hablar"

Su cabello blanco se movía en la almohada. "Si lo se"

"Tenemos que hablar de cómo nos afecta estar viendo los dos solos juntos en una casa, yo sin una mujer con la cual tener sexo" añadí

"Azoteme yerno, yo he sido una vieja mala, tengo el diablo dentro de mi cuerpo y necesito sacarlo" me decía con voz mas suave

Entonces mi mano se movía y bajaba, su siento su suave y calida piel que ya esta envejeciendo, me mano se desliza ahora por sus carnosas nalgas, yo permito que mis dedos se deslicen por la parte mas redonda, hasta la parte donde comienzan sus piernas, entonces uno de mis dedos penetran suavemente entre ellas, yo siento como ella se escalofría.

"Tiene frío señora?"

"No,"

"Nerviosa?"

"yo nunca hubiera imaginado que permitiría que mi yerno me tocara en ese lugar"

"Quiere usted que yo pare?"

Ella guarda silencio, entonces mis dedos van hasta la parte mas baja de sus nalgas y estruja la blanca carne, mis dedos tratan de abrirse camino entre sus piernas completamente cerradas, yo siento un poco de pelo blanco ahí

"Por favor, ahí no", gemía mi suegra

Entonces retirando mi mano, yo la levantaba y daba una palmada a sus nalgas "Esto es lo que UD quiere"

Ella afirmaba con su cara aun metida entre la almohada, entonces yo le daba una palmada, y otra escuchaba como sonaban mis manos contra la carne de su nalgas, ella levantaba un poco las caderas, y entonces después de otra palmada ella separaba un poco las piernas.

Mi verga que se había parado desde que había visto sus nalgas desnudas, ahora latía mas duro dentro de mis pantalones con cada nalgada que le daba a mi suegra, entonces con una mano trato de acomodarla dentro de mis pantalones, entonces la cabeza de mi suegra giraba de medio lado en la almohada, al notar mi movimiento, "Que esta haciendo, no me diga que se le ha parado esa cosa" me decía

"Claro que si o cree que no se me pararía mirando su trasero desnudo"

Entonces ella me confesaba, "Yo me preguntaba si mi vieja trasero podría hacerlo excitar"

"Pues bien lo a logrado, tengo una dura erección, desde que estoy dándole palmadas en sus nalgas" le respondí

Entonces estrujando de nuevo una de sus nalgas con mi mano, con ambas manos estiraba sus nalgas, mostrando su rosado y arrugado agujero del culo, la piel era mas oscura alrededor., y entonces con mis manos la giraba quedando boca arriba, sus arbusto era de pelos blancos, esto me excitaba mas, llevando una de mis manos hasta la entrada de su vagina, toque sus labios vaginales, se sentía caliente entonces le dije:

"Le gustaría ver mi verga otra vez suegra?"

"Por favor Julio no me hable así, no use ese lenguaje sucio conmigo" me decía

"Yo estoy tratando de ser sincero señora, si UD quiere verme la verga tiene que decírmelo"

MI suegra temblaba. Entonces yo me quitaba la camiseta, luego tomando el cinturón de mi pantalón, yo abría el cierre, bajaba mis pantalones hasta los tobillos, y luego los quitaba

"Quiere usted que me la coja suegra" yo le preguntaba

"Por favor no use esas horribles palabras conmigo"

Entonces yo me quitaba el calzoncillo, ahora estaba desnudo a su lado en la cama "UD quería verme la verga, pues aquí la tiene señora toda para UD" le decía mientras mostraba en toda su extensión mi dura y gruesa verga.

"Tóquela" le decía

Ella extendía su mano y deslizaba tímidamente su mano sobre mi verga "OHH se siente tan dura" gemía

"Quiere sentirla dentro suegra"

"Yo necesito ser castigada, por los pensamientos sucios que he tenido" dijo

"Que me la coja es un castigo suegra?"

"Si es un castigo por ser una vieja sucia y pecadora"

Entonces siento un poco de coraje al oír sus palabras, y recostándome sobre ella de medio lado, acerco mi verga a la entrada de su vagina, que apenas y se encontraba húmeda, entonces empujando un poco fuerte deslizo mi verga dentro de su vagina, sintiendo como mis 19 CMS de verga se abrían paso en su estrecha y calida vagina, se notaba que hacia mucho no había tenido sexo, me excitaba la idea de tener mi verga dentro de la raja de mi vieja suegra.

"Ohhh Julio se siente tan bien, me siente tan llena" gemio la señora

"Lista para ser cogida"

"NO es lo que hemos hecho?", pregunto

"NO señora esto apenas empieza, y diciendo esto saque mi verga y se la volví a meter fuerte, aumentando la velocidad en que sacaba y metía mi verga de su raja.

"OHhh yo siento que me estoy muriendo me siento tan bien, ahh oh si no pare Julio déle a esta vieja todo el placer que pueda" gemía mi suegra ahora mas fuerte. "oh que me esta sucediendo" decía mientras yo sentía como su vagina se contraía y apretaba mi verga que se deslizaba dentro de ella, dándole mucho placer, acelerando mis empujes siento como mi semen sale disparado al interior de su calida cueva, "AHHHh tome suegrita, tome mi lechita, es para usted, tómela disfrute, toda ahhh"

"OOOhhHH, si Julio démela AHHH, que bien, ahhh, eso es, así toda dentro de mi.. ohhh" ella gimió sintiendo como le llenaba la vagina con mi caliente semen.

Así abrazados con mi verga aun dentro de su vieja vagina, nosotros nos dormimos.

La mañana siguiente cuando despertaba mi suegra no estaba en la cama, la escuchaba en la cocina, yo me miraba desnudo en la cama, mi verga aun tenía restos de semen combinados con los jugos de mi suegra. Levantándome me ponía el pantalón, que pasaría ahora a la luz del día, ella y yo frente que me diría, yo iba a la cocina, mi suegra estaba haciendo el desayuno, ella me decía "Buenos Días"

"Buenos días señora, un bonito día verdad"

Ella me servia el desayuno, "Usted no va a desayunar?", "Yo ya lo hice, voy a la sala que tengo muchas cosas por hacer, con permiso"

Y salía de la cocina, evidentemente mi suegra no quería hablar sobre lo sucedido, como si nada hubiera pasado, y yo respetaría esa decisión. Aunque sabía que yo la había escuchado tatareando una canción cuando entre en la cocina, sabía que ella estaba feliz con lo sucedido.