Una vida... Y mil mas si es necesario Cap. 3

Un poco mas extenso.... Espero les agrade... Gracias por los comentarios xD

CAPITULO 3

FANTASÍA (Sor Juana)

Detente, sombra de mi bien esquivo,

Imagen del hechizo que más quiero,

Bella ilusión por quien alegre muero,

Dulce ficción por quien penoso vivo.

Si el imán de tus gracias atractivo,

Sirve mi pecho de obediente acero

¿Para qué me enamoras lisonjero

Si has de búrlame luego fugitivo?

Mas blasonar no puedes satisfecho

De que triunfa de mí tu tiranía;

Que aunque dejas burlado el lazo estrecho

Que tu forma fantástica ceñía,

Poco importa burlar brazos y pecho

Si te labra prisión mi fantasía.

Una semana después de la sesión, decidí mudarme, mis padres siempre me han apoyado en todo, nunca, bueno al menos hasta ahora me han dicho que no ha algo, el día que les dije que había una mujer que me gustaba, mi madre sonrió y me dijo:

Madre: Hija eso ya lo sabía, se notaba a leguas que sientes algo más que amistad por Mariana (ni siquiera le había dicho que era ella, pero bueno, Mariana es o era mi mejor amiga y mi ex),

Padre:--Se quedó callado y me pregunto-- ¿Terminaste con Julio?-- mi novio de ese tiempo—

Yo: Si, no podía seguir con el sabiendo que no lo amo.

Padre: Ok hija, tu sabes que te queremos, pero no vamos a aceptar que juegues con las personas así que espero que estés realmente segura de esto.  Y tienes nuestro apoyo—se acercó, me abrazo y se fue a su trabajo, fue en la mañana que se lo dije. Me sentía feliz.

Llegue al colegio, le conté todo a Mariana, se alegró y por fin la pude presentar como mi novia. Ella no podía hacer lo mismo,  su familia era demasiado cerrada en ese aspecto y a ella le daba miedo así que lo acepte. Mis padres la adoran siempre dicen que es como una hija para ellos, la aceptan en la casa y se queda mucho tiempo con ellos, me incomoda un poco, porque no terminamos muy bien. Así que les dije que quería mudarme de casa a una que quedara más cerca de mi trabajo y escuela, a lo cual aceptaron sin problema y me acompañaron a buscar lugar y mudarme, en menos de un mes estaba en mi departamento completamente instalada.

Durante ese transcurso, en el que me mudaba encontré cartas, regalos, de todo que Mariana me había obsequiado, los metí en una caja y los guarde… encontré una hoja con un soneto de Sor Juana Inés de la Cruz se llama Fantasía, me gusta muchísimo, desde la primera vez que lo leí y para ser sincera no sé porque razón, tal vez me hace recordar el momento en que Mariana entraba en mi corazón.

Francia 1890

Despierto en mi alcoba, mi mucama abre la ventana y entran los rayos del sol que lastiman mis ojos, pero sé que debo levantarme, las clases no pueden esperar.

Mucama: Señorita Evelyn es hora de despertar, las clases la esperan y sus padres no tardan en bajar a desayunar y sabe perfectamente que no debe llegar tarde.

Evelyn: Voy… ¿Porque siempre haz de despertarme así? Los rayos del sol lastiman mis ojos, además mis padres ni siquiera hablan cuando están en el comedor.

Mucama: Eso es algo que no puede discutir, esta pronta a casarse y su futuro esposo también espera en el comedor.

Evelyn: Alguien que ni siquiera conozco— poniéndose el corset y en seguida el vestido.

Mucama: Seguramente es el joven ideal para usted, sus padres la aman y encontraron un buen muchacho que la hará feliz.

Evelyn: Claro—pensando en la vida que tenían sus padres, quienes igualmente se conocieron días antes de su boda. No sé cómo puede alguien casarse con quien no conoce, el amor es importante, el amor no distingue de clases sociales, pero parece que eso no importa, solo importa el prestigio.

Sumergida en sus pensamientos, salta al escuchar que tocan la puerta, que para sorpresa de ella era su madre, quien rara vez entraba en la mañana en los aposentos de su hija.

Madre: Hija, apresúrate, Gustav está aquí y desea conocerte, así que aprisa.

Evelyn: Voy madre, falta poco… ¿Madre, como es Gustav?

Madre: Es hermoso hija, sé que te encantara.

Evelyn: Me refería en forma de ser, en temperamento madre.

Madre: ¿Eso que importa pequeña? te dará la vida que te mereces y tu padre lo adora, así que apresúrate ya.

Evelyn baja por la escalera muy temerosa, mientras su madre más feliz no podría estar, llegan al hermoso comedor adornado con comida exquisita para la ocasión y se hace la presentación formal de la pareja.

Padre. Hija mía, él es Gustav hijo de un amigo mío que desde que nos conocimos dijimos que nuestro primer hijo varón o nuestra primera hija se casarían… Así que aquí estamos cumpliendo nuestra palabra.   Para dicha nuestra son nuestros primeros hijos y casi tienen la misma edad.

Gustav: Mucho gusto Evelyn, me habían hablado de tu belleza pero lo que me han dicho no es nada comparado con el verte ahora.

Evelyn: Muchas gracias Gustav—percatándose de que Gustav la veía fijamente a los ojos y la hacía sentir extraña, pero no le daba demasiada importancia.

Padre: Bien, la boda está planeada dentro de un mes, los dejo para que desayunen y se conozcan.

Madre: Adiós querido—dándole un beso en la mejilla. Hijos, los dejo solos, en una rato regreso por ustedes.

Evelyn: Si madre.

Gustav: Evelyn, sé que ha de ser difícil para ti casarte con alguien que no conoces, pero hare que te sientas a gusto conmigo y que me ames, veras que solo es cuestión de conocernos. Por cierto, pronto te llevare a conocer a mi familia sabes que mis padres te adoran.

Evelyn: Gracias, yo también adoro a tus padres…

Evelyn no sabía qué hacer, que decir, solo pensaba en que no quería casarse, en que no le parecía justo que sus padres le hicieran eso, pero no quería que cayera en su familia una desgracia por desobedecer esa regla. Faltaba una semana y media para la boda, y Gustav la llevo a conocer a su familia.

Gustav: Bien cariño, este es mi casa y pronto conocerás a mi familia—le decía ayudándole a bajar del coche—veras que les agradaras a mis hermanas y hermanos así que no tiene por qué preocuparte, a parte mis padres te quieren como una hija.

Evelyn: Estoy un poco nerviosa—realmente lo estaba, no quería caerle mal a nadie de su familia, en el poco tiempo que se conocían había aprendido a quererlo.

Gustav: No te preocupes amor—entrando a la casa, se encuentran con una gran recepción en la sala, se encuentran los padres de Gustav quienes les regalan una sonrisa, se encuentran dos hermanas de Gustav y su hermano menor.

Evelyn no pudo dejar de percatarse de Anabela la hermana que le sigue a Gustav, estaba hermosa, con su cabello negro y ondulado, que la hacía ver con una test blanca tan hermosa, con esos ojos color miel que la hacían ponerse nerviosa.

Padre de Gustav: Hija, que bueno que has venido, ya era hora de tenerte en esta casa, supongo que te has de acordar muy poco de nosotros porque te dejamos de ver cuando tenías poca edad, pero ahora estas aquí para formar parte de la familia.

Evelyn: Gracias señor, para mis padres y para mí es un honor que nuestras familias al fin se unan.

Madre de Gustav: Para nosotros también hija, hemos estado esperando 17 años desde que nos dejamos de ver, así que es el evento más ansiado—abrazando a Evelyn y dándole un beso en la mejilla—te presento al resto de la familia, esta mujer con hermosos ojos es mi hija Anabela, esta niña con esos cabellos de oro es Romina y el más pequeño es Fernando.

Anabela: Es un gusto conocerte personalmente Evelyn mi familia no hace más que hablar de ti, pero pronto te tendremos más seguido por aquí.

Evelyn: Muchas gracias para mí también es un gusto conocerte—esa voz y esos ojos parecen haberla transportado a otro lugar, la hacían sentir algo extraño y más fuerte que cuando conoció a Gustav.

Así paso la tarde, entre charla y planes para la boda, tratando de concentrarse y no perderse en esos hermosos ojos. Evelyn no sabía que le pasaba, pero pronto se retiraría de ahí y seguramente todo regresaría a la normalidad.

Pero no fue así, nada regreso a la normalidad cada vez pensaba más en Anabela sin saber si quiera si ella la recordaba… leyendo unas publicaciones de una poetisa mexicana descubrió una soneto que versaba así (era el soneto que describiría su vida sin saberlo):

Detente, sombra de mi bien esquivo,

Imagen del hechizo que más quiero,

Bella ilusión por quien alegre muero,

Dulce ficción por quien penoso vivo.

Si el imán de tus gracias atractivo,

Sirve mi pecho de obediente acero

¿Para qué me enamoras lisonjero

Si has de búrlame luego fugitivo?

Mas blasonar no puedes satisfecho

De que triunfa de mí tu tiranía;

Que aunque dejas burlado el lazo estrecho

Que tu forma fantástica ceñía,

Poco importa burlar brazos y pecho

Si te labra prisión mi fantasía.

El día de la boda paso lo que ella esperaba sucediera, pero sin el final de cuento de hadas.

Anabela: Por fin te convertirás en mi hermana—ojala y fuera más que eso.

Evelyn: Me has asustado, ¿de dónde saliste?—tratando de no verla a los ojos, sentía pena de lo que iba a hacer, casarse, pero no se atrevía a decirle nada.

Anabela: Vine a ayudarte a cambiar, me mando mi madre, además toque pero no me escuchaste supongo.

Evelyn. No escuche, pero que bueno que vienes a ayudarme— ¿escucharla? Como si solo estaba pensando en si decirle lo que me hizo sentir desde la primera vez que la vi.

Anabela: Evelyn, ¿realmente deseas casarte con mi hermano o es solo porque te lo ordenan?—preguntaba con la esperanza de que dijera que no se casaría.

Evelyn: Deber o no, eh de hacerlo, tu hermano me ha hecho feliz el poco tiempo que nos llevamos conociendo. — A parte estaría cerca de ti, pensó.

Anabela: ¿Entonces lo amas?—pregunto sabiendo que la pregunta podría romperle el corazón, desde la primera vez que vio a Evelyn algo hizo que quedara prendada de ella, como si la conociera desde siempre y supo que Evelyn sentía lo mismo, pero no podía arriesgarse hasta estar segura, aparte veía a Evelyn muy feliz con su hermano y ella pronto también se casaría.

Evelyn: He aprendido a amarlo—tratando de no llorar, evitando lo más posible ver a Anabela a los ojos porque sería capaz de hacer algo que no debía.

Anabela: Uno no aprende a amar, solo lo siente—le decía mirándola fijamente a los ojos sin desviar un segundo su mirada –es como si sintieras que el mundo se acaba cuando no está esa persona cerca de ti, que la felicidad plena la puedes compartir con esa persona… como si el corazón quisiera salir de tu pecho cuando está cerca. –acercándose lentamente a Evelyn, tomándole el rostro y posando sus labios en los de ella, iniciando una pequeña batalla en la que demostraba el amor que le tenía. Evelyn correspondía, lo que ella le hacía sentir con ese beso, era mágico, como estar en una utopía de la que no quería salir.

En eso tocaron la puerta y tuvieron que separarse, era el momento de la boda. Evelyn termino casándose, compartiendo su vida con Gustav, pero no podía olvidar ese beso que tantos sentimientos le había acarreado. Pasaron varios años y aún seguía recordando ese beso en carne propia, cada vez era más fuerte ese sentimiento,  pocas veces veía a Anabela, debido a que se casó y se fueron a otro extremo del país y ella no podía reclamar los celos que sentía al saber que Anabela estaba con alguien más, porque ella también estaba engañando a su corazón.

Caminando un día por la plaza se encontró con una señora que decía ser adivina, Evelyn buscaba respuestas y decidió entrar a verla.

Evelyn: Buenos días madame, ¿está ocupada?

Adivina: Pasa y siéntate hija.

Evelyn: No sé a qué vine aquí!!

Adivina: Todos sabemos porque hacemos las cosas, en ocasiones nos cuesta o no queremos aceptarlo, pero la vida y todo lo que conlleva la vida tiene un porque.

Evelyn: ¿Entonces porque estoy aquí?

Adivina: Eso solo tú lo sabes hija. Cada que pasas por aquí tienes el impulso de entrar y a medio camino te detienes, lo que necesitas saber está dentro de ti, pero hay algo en lo que si te puedo ayudar.

Evelyn: La escucho entonces.

Adivina: Tu alma no es nueva en este mundo, en el pasado cometiste el mismo error que ha cometido ahora.

Evelyn: ¿Cual error?

Adivina: Lo sabes muy bien hija mía, la vida te ha dado la oportunidad dos veces de vivir el amor verdadero, el amor puro que tanto deseas, de encontrar ese algo que te falta y lo has dejado ir. Entiendo que tu responsabilidad es importante, pero hija, el mundo conspira para que seas feliz y tú misma te estas martirizando ¿En qué vida elegirás la felicidad plena? ¿Cuándo te atreverás a romper ese karma?

Evelyn: No sé de qué está hablando, ¿acaso dice que Anabela era más bien es mi felicidad plena?

Adivina: Estoy diciendo que tienes una larga vida aun en la que se está conspirando para que puedas encontrar eso que tienes la sensación de que te falta. Aprovecha las oportunidades que te da el Karma.

Evelyn salió de ahí con esto último rondando sus pensamientos, sabiendo que no podría estar más con Anabela, pero sin dejar de pensar en lo que la adivina le había dicho.

Entonces comienza a escuchar una voz que le dice:

Voz: Cuando cuente tres, despertaras y recordaras todo lo que paso, cada aroma, cada lugar, cada palabra… 1… 2… 3…

Sarah despierta sobresaltada, pero recordando todo lo que había pasado y sintiendo una tristeza profunda al descubrir que ese algo que le falta posiblemente no lo vuelva a tener, no ahora. Se encontraba en el consultorio de su terapeuta.

Terapeuta: Al parecer recordaste algo muy importante de tus vidas Sarah… Creo que por hoy fue suficiente, así que debes ir a descansar y sabes que nos reuniremos en una semana para discutir lo que has estado recordando.

Sarah: Lo sé, muchas gracias… Entonces en una semana la veo.

Terapeuta: Exacto, por cierto repetiste varias veces “ Estoy diciendo que tienes una larga vida aun en la que se está conspirando para que puedas encontrar eso que tienes la sensación de que te falta. Aprovecha las oportunidades que te da el Karma” deberías hacer caso a la advertencia que tú misma has expuesto Sarah…

Sarah salió del consultorio confundida, después de manejar por 20 minutos hasta su departamento, llego y se acostó en la cama, al día siguiente tenia clases y trabajo así que debía dormir, no sin antes tomar una ducha, prender un incienso de canela y escribir en su diario todo aquello que estaba recordando.

“Al menos ahora sé porque ese soneto me gusta tanto, fue un capítulo de mi vida pasada, por algo dicen que sentimos aversión o cariño por personas que ni siquiera hemos tratado, porque ya nos hemos conocido en otra vida… ¿me pregunto si me volveré a encontrar con ella, si en esta vida tendré la oportunidad de volver a verla?, pero ahora no le pediré que se detenga, que no entre en mi corazón, sino que penetre mi alma y mi realidad sea la que la aprisione”