Una vida vacía 6
Se acerca el final de la historia, Mark está hecho un lío. ¿A quién escogerá? Robert está planeando algo y Emilio se reecontrará con alguien de su pasado. NO se lo pierdan.
Siento mucho la tardanza en escribir, estoy algo ocupado últimamente, y claro, no he sacado tiempo para continuar la historia. He decidido terminar esta historia pronto, puesto que no podré dedicarle todo el tiempo que quisiera. Después de esta, solo escribiré especiales de las series que tengo abiertas, para que no os olvidéis de ellas, hasta que pueda retomarlas. Bueno, sin más dilación, comienzo.
Una vida vacía
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Un relato del Enterrador
Si desean, pueden comentar a través de email a la dirección de correo: latumbadelenterrador@gmail.com
Episodio 6: Perseguido por la justicia
Después de mis clases con el señor Bordus (las cuales eran realmente incómodas después de la violación que sufrí) decidí pasarme por el hospital para ver a Emilio. Al entrar al hospital vi que Robert y... Ejem, la sucia guarra de su novia, estaban en recepción. Me escondí detrás de una planta porque no me apetecía nada fingir amabilidad ante aquella asquerosa puta (nótese el rencor en mis palabras). En ese momento, pude observarlos bien, y vi que la zorra estaba llorando.
-¡¿Por qué?! ¡Debe haber algún error!-dijo Vanesa llorando.
-Oh, no te preocupes, querida. Estoy seguro de que solo ha sido un error, y que pronto lo solucionarán-dijo Robert echándole el brazo por encima.
Mi instinto asesino aumentó considerablemente, pero decidí seguir escuchando, por si acaso decían algo que me sirviera contra ella.
-Sniff... G-gracias, amor-dijo sollozando.
-(¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿¿AMOOOOOOOOOOOR!!!!!!!!!!???? ¡¡¡¡¡¡¡¡¡YO LA MATO, LA VOY A ABRIR EN CANAL Y LA VOY A MATAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAR!!!!!!!!!!!!)-grité en mi mente.
-En fin, ya no hay nada que podamos hacer aquí, princesa, vayámonos-dijo Robert sonriéndole y dándole un beso en la mejilla.
En el momento en el que le dio el beso, me pareció que Robert miraba hacia donde yo estaba y sonreía, pero... No, era imposible que me hubiera visto ahí...
-Mamá, hay un señor agazapado detrás de la maceta, ¿es uno de esos hombres especiales?-dijo una niña señalándome.
-Sí, cariño-dijo la madre cogiéndole la mano-Y es por eso que no deberías acercarte a él, puede que sea peligroso...
-(La tolerancia de este país me abruma...)-pensé para mí.
Subí a la habitación de Emilio y me encontré con que allí no había nada. Vi al médico de las gafas en el pasillo y llamé su atención.
-¡Disculpe! ¿Sabe dónde está el paciente de la habitación 225?-dije educadamente.
-¿225?-dijo pensativo.
-Así es-asentí.
-225... 200 20... 5... 5... ¡Por el culo te la hinco!-gritó estallando en carcajadas.
-(No sería usted el primero, ¡pero esa es una broma de mal gusto!-pensé para mí-Ja, ja, ja. Ahora en serio, ¿dónde está?
-Detenido-dijo dejando de reír.
-¡¿Cómo?!-dije asombrado.
-Por lo visto dejó a un chico en coma algo así, la policía se lo llevó esta mañana-dijo sonriendo.
-Oh, no... ¡Mierda! ¡Tengo que hacer algo!-grité nervioso.
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Me han encerrado en la cárcel... Según parece, le hice algo muy chungo a Fran. Soy horrible... Una persona asquerosa y horrible. Pero yo no tengo la culpa. ¡Yo no tengo la culpa! La culpa... La culpa es... De aquella mujer. Aquella mujer a la que solía llamar... Mamá...
Ni mi hermana ni yo fuimos deseados, ella nació cuando ellos tenían 16 años, porque mi abuelo se negaba a que mi madre saliera con mi padre. Por eso le dieron una nieta para joderle, y de ahí nació mi hermana, no del amor, sino del patético capricho de dos adolescentes gilipollas. A los 19, habiéndose librado de las quejas de mi abuelo, me tuvieron a mí. Aquellos, fueran los años más felices de mi vida. O eso creo recordar, porque lo que me han contado y lo que recuerdo... No tiene nada que ver.
Yo recuerdo que mi padre siempre jugaba con mi hermana y conmigo, que nos quería y que nos reíamos juntos, pero me han contado que era un putero y un borracho, que no se presentó ni a nuestro bautizo, y que pasaba de nuestros cumpleaños. Mi madre y él discutían mucho, todo el tiempo. Igual mi mente creó esos recuerdos bonitos para reprimir el dolor de aquella horrible situación.
-¡Eres una puta!-gritó mi padre-¡¿Por qué no puedes cerrar la puta boca y dejarme hacer lo que me salga de la polla?!
-¡¿Cómo puedes decir eso?! ¡Te has vuelto a ir de putas! ¡Me estás engañando! ¡Eres lo peor!-gritaba mi madre.
-Claro, si no me dejas que te folle de vez en cuando, normal que me busque a otras-dijo él orgulloso.
-¡Te odio!-gritó mi madre.
Mi madre decía que le odiaba, pero era mentira, ella lo amaba con todo su corazón. Amaba a un monstruo incapaz de amar. Un ser egoísta y asqueroso. Él solía pegarle, y ambos discutían, pero claro, ella le perdonaba al día siguiente. Cuando cumplí 10 años me di cuenta de algo. Mi padre violaba a mi hermana. Le tocaba de forma lasciva, y no se cortaba ni aunque yo estuviera delante, puesto que yo era un niño y no lo entendía.
Muchas noches me despertaba y veía a mi padre violándola, yo les preguntaba qué hacían y por qué Vane lloraba, pero él decía que era algo que le hacían a todas las niñas y que me durmiera, que era normal. Vane se creía esas palabras... Y yo también, hasta que fuimos conscientes de aquello. Cuando fui consciente, fui inmediatamente a decírselo a mi madre, con 10 años.
-¡Mamá!-grité-¡Papá viola a Vane! ¡Le mete... Eh Ya sabes!-dije nervioso.
Aquel día me dio una hostia que me giró la cara, me miró con una cara de enfado absoluta y me dijo:
-¡No digas mentiras! ¡No hables así de tu padre! ¡Como se lo cuentes a alguien, te mato!-gritó furiosa.
Durante tres años, yo era consciente de que mi hermana era violada, y no podía hacer nada. Aquel hombre horrible maltrataba a mi familia, pero era mi padre... ¡¿Qué podía hacer yo?! Un buen día, estallé. En una visita a mis abuelos, les dije que mi padre le hacía eso a Vane, y éstos denunciaron a mi padre, obligaron a mis padres a separarse y mi padre acabó en la cárcel. Mi madre se suicidó a la semana, ella no podía vivir sin él. Sin el hombre que tanto dolor le causaba, sin el monstruo que necesitaba. Desde entonces Vane y yo vivimos con nuestros abuelos.
Decidí que la vida era una mierda, y que no merecía la pena esforzarse por nada, puesto que algún hijo de puta vendrá y te hará la vida imposible sin importar qué, ¿verdad mamá? Mi madre no pensaba en sí misma o en sus hijos, solo pensaba en él, y eso es lo que le trajo tanto mal. Por eso yo solo pienso en mi mismo, es una pérdida tiempo preocuparse por los demás, solo trae problemas. Ahora estoy en la cárcel por eso, estoy en la cárcel... Delante de la persona que ha traído el mal a mi vida.
-Cuánto tiempo sin vernos...-dijo sonriendo-Hijo...
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Llegué lo más rápido que pude a la comisaría y vi al agente del otro día delante de la máquina de café, parecía algo nervioso. Me acerqué a ver si podía sacarle información.
-¡No sé cuantos azucarillos añadir al café! ¡Si me paso sabrá demasiado dulce, pero si me quedo corto, sabrá muy amargo!-dijo histérico el agente.
-Esto...-dije algo sorprendido-¿Usted es al agente... Jazmín Poison?
-¡Martín!-gritó nervioso.
-¡Eso! Verá... Han encerrado a un tal Emilio Darky, ¿no es así?-dije sonriendo.
-Lo siento, eso es información confidencial, no se la puedo dar a un civil-dijo el agente serio.
-¿Y si le digo cuantos azucarillos son suficientes para el café?-dije intentando negociar.
-¡¿En serio?!-dijo ilusionado-En ese caso lo ha...
-¡¡¡¡IDIOTAAAAAAAAAAAAAA!!!!-gritó alguien tirándole una grapadora a la cabeza al agente Poison.
El agente Poison cayó al suelo inmediatamente por el impacto, desmayándose. Me giré y vi a su padre, el inspector Paco Poison, venir hacia donde estábamos. Lo alzó de la camisa y comenzó a zarandearlo.
-(Mierda, ahora que casi lo tenía...)-pensé para mí.
-¡¿Cómo se te ocurre aceptar dar información por la receta de cuantos azucarillos poner en el café!? ¡¡¡GILIPOLLAS!!!-gritaba el inspector zarandeándole.
De repente, sonó mi móvil, así que me aparté un poco y contesté mientras el inspector zarandeaba a su hijo y le gritaba, a lo que él respondía llorando.
-¿Si?-dije descolgando.
-¿Mark? Soy yo, tu querido Robert-dijo la voz al otro lado.
-No te des tanta importancia, que no eres tan querido... (Tsk... Ojalá pudiera decir lo contrario)-dijo algo molesto.
-Ya, claaaaaro...-dijo en tono irónico-En fin, mira que te llamo porque hay un concierto de Max Cool muy pronto, y no puedo llevar a Yvon porque he quedado con mi amada Vanesa. ¿Me harías el favor de llevarla por mí, chico guapo?
-(¿Que haga de niñera de una cría para que la persona que amo pueda follar con otra? ¡PLANAZO!)-pensé para mí-Eh, no... Yo...
-¡Genial, entonces decidido! ¡Recógela esta noche a las 21!-dijo colgando.
-¿Eh? ¡Espera!-dije nervioso-Ha... Ha colgado, qué cara más dura...
-Vale papá, juro que no lo volveré a hacer, ahora suéltame, sniff... Sniff...-dijo el agente Poison sollozando.
-¡Que no me llames papá en el trabajo!-dijo dándole una colleja.
-Me da que no voy a sacarles nada, mejor le pregunto directamente a Emilio, a ver si aún es horario de visitas...-dije suspirando.
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Robert colgó el teléfono satisfecho después de haber llamado a Mark, marcó otro número de teléfono y una voz fría y sin sentimientos apareció al otro lado.
-¿Quién me molesta a estas horas?-dijo la voz fría.
-¡Suegro! Soy yo, tu adoradísimo Robert...-dijo Robert sonriendo.
-Te he dicho que no me llames suegro...-dijo la voz sin expresión-¿Qué quieres? Estoy ocupado.
-Verás...-sonrió Robert-Nuestro Mark se está interesando en otro chico.
-¿Si?-dijo la voz en tono monótono-Sabes lo que eso significa, ¿no?
-No se preocupe, me he encargado de quitarlo de en medio-dijo Robert alegremente.
-¿Lo has matado?-dijo la voz sin darle mucha importancia.
-¡Jajajajajaja! ¿Por qué clase de monstruo me toma, suegro?-dijo Robert riéndose a carcajadas.
-¿Entonces...?-dijo la voz.
-Digamos que le he mandado a un sitio donde no me molestará-dijo Robert tranquilo.
-Bah, en cualquier caso, voy a ganar yo, Robert. No te creas que por librarte de tu obstáculo, tendrás la victoria.
-Me temo, suegro, que me infravaloras. Haré lo que tenga que hacer, y conseguiré ganarle esta partida de ajedrez-susurró Robert.
-¿Por qué tienes tanto interés en ganarme, joven?-dijo la voz.
-¿Por qué va a ser, suegro?-sonrió Robert-Porque yo realmente... Amo a Mark con todo mi ser.
-¿Entonces por qué le haces pasar por todo esto?-dijo la voz serenamente.
-¿Yo? Se equivoca suegro, fue usted el que organizó este juego. ¿No se acuerda de aquella conversación?-dijo Robert recostándose en su cama.
Hace un unos meses, usted vino a verme porque había visto en las cámaras que tenía sexo con su hijo, a mi no me importó que usted lo supiera, la verdad, pero parecía bastante alterado.
-Te has atrevido a mancillar el honor de mi familia, sucio insecto...-dijo usted al verme.
-¡Usted debe de ser mi suegro!-dije sonriendo.
Recuerdo que usted me agarró del cuello, sin expresión en la cara, aunque yo veía la ira en sus ojos. Por supuesto, ya sabía que usted no iba a matarme, sabía que me preguntaría lo que me preguntó.
-¿Por qué?-dijo usted soltándome.
-Sencillo: amo a su hijo-sonreí.
-¿Él te ama a ti?-dijo usted mirándome.
-Solo me ve como un amigo que le da placer-dije yo mirándole.
-Haremos una cosa, tú encontrarás novia, y le dirás que ya no le quieres, entonces si él se enamora de otra persona, te alejarás de él para siempre, pero si vuelve a ti y te suplica que vuelvas con él, te dejaré que te lo quedes-propuso usted de forma fría.
-¿Un juego?-sonreí.
Usted asintió, y me embargó la emoción, me encanta jugar. Puede que aquello no fuera muy ético ni nada, pero me encanta ver la expresión de Mark cuando salgo con otra persona, quería ver esa expresión, quería ver todas sus expresiones, todo de él. Acepté, y a la primera persona que me pidió salir le dije que si.
-Cierto, recuerdo que fue así-dijo la voz.
-En ese caso, lo que yo hago no es para que sufra, es para que no sufra. Para que su padre acepte que estemos juntos, pienso en su felicidad-sonrió Robert.
La voz no dijo nada, se quedó en silencio, Robert sonrió de nuevo.
-Sé lo que está pensando, y si, soy un sádico. Y probablemente juegue con él muchas veces, pero créame, jamás le haré daño de verdad. Porque lo amo-sonrió.
-Me trae sin cuidado-dijo la voz y colgó.
Robert se acomodó mirando al techo y sonrió para sí mismo.
-Mark... Demuéstrame que tu amor es verdadero...
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Estaba delante de mi padre, al que no veía en años, estaba mucho más musculoso que antes, se había rapado al cero, y... ¿Por qué no decirlo? Parecía muchísimo más chungo que antes, y seguramente no se alegraba de verme.
-Emilio, quién me diría que te vería por aquí...-sonrió mi padre.
-Viejo...-dije disimulando mi nerviosismo.
Miré a mi alrededor, estábamos en el patio, los guardias pasaban de todo, los demás presos iban a su bola, y él no parecía preocupado de que lo miraran.
-Dime, Emilio, ¿qué se siente?-dijo mirándome.
-(Pregunta trampa) ¿Qué se siente cuándo?-dije nervioso.
-Cuando matas a tu propia madre-sonrió de nuevo.
-Hijo de puta... ¡¿Te atreves a decir eso?!-dije alzando la voz.
-Shh... Baja la voz, pipiolo. O te darán una paliza el primer día-dijo frunciendo el ceño.
-¿Por qué... Por qué estoy aquí? ¡Soy menor! ¡No debería estar en una cárcel, sería un correccional!-grité.
-El juez Friendship ha ordenado que seas enviado a esta cárcel expresamente-dijo sonriendo mi padre.
-¿Por qué haría algo así ese juez?-dije confuso.
-Me la suda completamente chaval, pero le estoy agradecido-dijo mi padre alegre.
-Tsk... ¿Y eso por qué?-dije cabreado.
-Porque ahora... Tendré mi venganza-dijo mirándome fijamente.
No podía aguantar su presencia, me daba asco. Cada vez que lo veía, veía a mi hermana siendo violada, veía a mi madre siendo golpeada, veía dolor, veía sufrimiento. Me asqueaba, no podía estar delante de él, era lo peor. ¡Era lo peor!
-Como no me has dejado que me diera una alegría con mi propia hija, que es de mi propiedad, y por tanto podía hacer lo que quisiera con ella-dijo agarrándome de la barbilla-Tú serás mi nuevo agujero.
-¡¿Q-qué?!-dije nervioso.
-Ese será tu castigo, por quitarme los dos agujeros que tenía-sonrió.
-Hijo... Hijo de puta sin corazón...-dije furioso.
Fui a pegarle, pero rápidamente me agarró del brazo y me inmovilizó, me puse nervioso, mi propio padre me iba a hacer lo que tantas veces le había visto hacer y que tanto asco me daba. Supongo que a Mark le pondría esta situación, porque es un pervertido de las violaciones, pero lo que es yo, estaba muy nervioso. Me llevó a su habitación, y empezó a quitarse la camiseta.
-No... ¡No por favor!-grité.
-Calla ya...-dijo serio-Y abre las piern...
-¡Emilio Darky!-dijo un guardia apareciendo por la celda-¡Tienes visita!
-¡Voy!-dije corriendo con el guardia.
Mientras me alejaba vi como mi padre me miraba, ambos sabíamos que eso no acababa ahí, tenía miedo. Lo admito, mucho miedo...
CONTINUARÁ...
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Y aquí termina el capítulo de hoy. En respuesta a la gente que pregunta por email por qué hay mezcla de nombres en inglés y en español en este relato, no tiene explicación, simplemente los mezclo, es que cuando no se me ocurren nombres, pongo el primero que se me ocurre, no sigo una pauta especial. Como llevo tanto sin escribir, hoy os daré un pequeño extra.
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Capítulo extra: criaja molesta
Desde que era niño, ha existido la maldad en mi interior, soy Robert Friendship, y soy un sádico, disfruto haciendo sufrir a los demás. ¿Acaso por eso no merezco vivir? La gente cree que las personas como yo debemos desaparecer, por eso finjo ser amable y dulce, pero ese no soy yo, solo es lo que los demás quieren que sea. Por eso prefiero a los animales, no te juzgan, ni dicen tonterías, como los humanos.
MI relación con Vanesa es simplemente porque quiero molestar a Mark, no tengo ningún interés en ella, ¿soy malo por eso? Pensadlo, ella me pidió salir, y yo acepté, ¿qué tiene de malo? Quiero salir con ella, ¿entonces es algo moralmente reprobable que porque no sienta lo mismo no salga con ella? No, me gusta más pensar que le hago un favor, ¿no creéis? Le doy una falsa felicidad, sí, pero felicidad al fin y al cabo.
Las personas suelen desconfiar de los demás, es el único rasgo que me gusta de los humanos, en los ojos de todo el mundo, en mayor o en menor medida, hay desconfianza, nadie puede confiar 100% en otro. Eso sería estúpido, por eso la odio. Porque en sus ojos, no hay desconfianza.
-R-robert... M-más...-dijo Vanesa mientras la penetraba.
-¿Te gusta que te haga esto? ¿Que te reviente por dentro?-dije sonriendo.
-S-si...-dijo avergonzada.
-¿Y qué pasa si solo estoy jugando contigo?-sonreí sádicamente.
-T-tú... No harías eso, n-nunca... Eres una buena persona. C-confío en ti...-dijo sonriendo.
ASCO. Qué asco de cría. ¿Confianza? Bah, si supiera lo que realmente pretendo... Me irrita... Me molesta... ME MOLESTA. ME MOLESTA. ¡ME MOLESTA!
-Estaremos juntos para siempre, Robert-dijo sonriendo.
DESTRUIR. DESTRUIR. DESTRUIR. DESTRUIR.
-Por supuesto, querida...-sonreí.
La inocencia y pureza de esta niña, deben ser mancilladas. Debo enseñarle que la vida no es una película de Disney, que solo hay dolor y sufrimiento. LA ODIO. LA ODIO. ¡LA ODIO!
-¿Sabes?-dijo vistiéndose.
-¿Si?-dije bostezando.
-Eres la persona más importante de mi vida, te amo-dijo ella mirándome.
Ella, que me ha dado su corazón tan fácilmente, será destruida. La destruiré. DESTRUIRÉ SU CORAZÓN.
-Que mona...-sonreí.
MENTIRA. NO ERES MONA. ERES PATÉTICA. ASQUEROSA.
-¿P-puedo... C-contarte a-algo?-dijo sonrojado.
-Claro-dije abrazándola.
Lo que aquella noche me contó, fue algo increíble y que me sorprendió bastante, el relato de una infancia oscura y cruel.
-Y ahora mi padre está en la cárcel-dijo triste.
-..... Pf... Pffff.... ¡JAJAJAJAAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAJAJAJAAJAJAJAJAJAJAJAAJ AJAJAJAJAJAJAJAJAJAAJAAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAJAJAJAAJAJAJA!-me reí a carcajadas.
-¿D-de qué te r-ríes?-dijo nerviosa.
No pude evitarlo... Era surrealista, ¿cómo podía... Esa niñata infantil y canija, a la que su propio padre había ultrajado, confiar tan rápido en mi? ¡Era increíble!
-Lo siento....-dije poniéndome serio-Es que al decir eso me has emocionado tanto... Que me han entrado ganas de llorar, y como nunca había llorado por nadie, me he sentido en una telenovela, jajaja.
MENTIRA. ES PORQUE ME PARECES PATÉTICA. PORQUE TE ODIO.
-Jajajaja-se rió ella también.
Ahora tengo más razones para hacerlo, voy a romperte del todo, puede que tu padre no lo consiguiera del todo, pero que no se preocupe, que yo lo terminaré. Yo... ESTOY DESEANDO ENSUCIARTE.
FIN
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Ahora me ha dado por los personajes como Robert, crueles y malvados, aunque bueno, siempre son así por alguna razón, ¿no? Ya veremos la razón de Robert... La serie se acerca a su final, y antes del último episodio os dejaré votar con quien acabará Mark, Emilio, Robert o su profesor. Sé que este último no tiene mucha relación con él, pero lo pondré por si acaso. Siento la falta de sexo en este capítulo, pero tengo muchas cosas que aclarar, y muy poco tiempo para escribir. Sin más, me despido.
OS SALUDA
EL ENTERRADOR