Una vida nueva (Libro 2º - Capítulo 13)

Miel, María....y el mundo telemático María y Miel, corretean por el campo, protegidos por sus nuevos hermanos Tron y Diablo. María enseña a Miel a correr, mientras Miel la enseña trucos de natación. Todo se desarrolla placenteramente, pero esa noche Miel deberá estar atenta al monitor, mientras Arturo y María, se unen en sexo y amor. Miel, no es capaz de quedarse despierta mucho tiempo seguido, pero introduce comandos de alarma, para que le avisen de entradas............ Un beso para todos mis seguidores (lectores y lectoras) de TR y para Alex (Señor de TR) y todos sus colaboradores. Sandra Raquel.

Una vida nueva ( Libro 2º - Capítulo 13)

Miel, María....y el mundo telemático

Lejos de allí, Breo había hablado con Hell en términos similares, quedando de acuerdo los dos en dar la baza de la gestión a Marthyn, aunque Hell estaría presente, por si se complicaban las cosas.

Cuándo Miel estuvo recuperada de su sesión de 30 minutos, se pusieron los top y las tangas, para irse a correr y después bañarse. El top era esencial, pues sujetaba el pecho que en la carrera, sufría demasiado desgaste y tendía a caerse.

Nada más aparecer en el jardín, en una mañana soleada y gratificante, aparecieron Tron y Diablo, que al parecer ya eran camaradas para todo.

Y los 4 corretearon por las sendas marcadas, hasta la laguna que estaba a unos 6 km. de distancia. Se cruzaron con algunos guardas, a los que Miel aún no conocía y les saludaron sin dejar de correr, mientras Diablo y Tron iban a la carrera en sus zancadas largas.

María sabía correr mejor que Miel y la iba enseñando cómo dar las zancadas, coger el ritmo y respirar.

Llegaron a la laguna y trás desnudarse y descansar unos segundos, se lanzaron al agua. Esta vez los perros, se quedaron en la orilla, mientras ellas nadaban a croll, alejándose de la orilla.

Miel la demostraba a María, que su arte en el agua era insuperable y la enseñó un montón de trucos y movimientos, para aprovechar la velocidad y la resistencia del agua.

Sí María era insuperable en tierra, Miel lo era en el agua. Pero ambas se afanaban por aprender de la otra, para ser mejores aún en más actividades.

Salieron del agua, mientras sus amigos y hermanos perros, traían sus ropas. Se las pusieron, les abrazaron y volvieron corriendo de nuevo hasta la casa.

Habían tardado 90 minutos en total, lo cual estaba bastante bien. Terminaron de secarse y pasaron al salón en donde Obrien, ya las aguardaba.

  • Me alegro de veros, chicas. Qué tal ha ido todo?.

Las dos, respondieron con una sonrisa y algunos vocablos más.

  • Sentaos, estaréis hambrientas. Ha habido una pequeña variación, con respecto al viaje a China. Miel irá con XuanXin, cómo estaba previsto y María irá conmigo. Tenemos que distraer la atención de los rivales. Os parece bien?.

Ambas se miraron y después con una sonrisa, asintieron.

  • De todos modos, nos reuniremos todos al final, así que regresaremos juntos. Ahora a comer, que tenemos mucha tarea por hacer hoy y mañana.

Los tres dieron buena cuenta de los apetitosos platos del desayuno, tomando zumo de naranja para bajarlo.

  • Arturo, será peligrosa esa misión?.

  • No, Miel. Tranquilas en ese sentido. Son asuntos de negocios, pero es mejor hacerlo así, porque despistamos o escondemos las pistas de rastreo de nuestros competidores, entre los que incluyo al Obispo.

  • Arturo, un Obispo puede estar interesado en estos temas?.

  • Sí, Miel. Nuestro Obispo es el más peligroso de nuestros competidores, ya que dispone de una organización que le apoya.

  • Pero éso, no es una contradicción, contra lo que dictan y predican otros?.

  • Así es, en efecto. Creo que le llegaréis a conocer. No es mala persona, pero es avaro y lascivo. Sí el controlara este mercado, estaríais perdidas vosotras y nosotros.

  • Me produce miedo el Obispo......y a tí, María?.

  • Bueno, la verdad es que preferiría a 10 hombres perversos, antes que un ente sagrado de la iglesia, pero nuestro destino no lo marcamos nosotras, Miel.

  • Eso es verdad, María. Sea lo que tenga que ser, pero se lo pondremos difícil.

  • Chicas, un consejo. Nunca seáis ariscas, ni retorcidas con él, podría ser vuestra perdición. Es mejor dejarse mecer, que hacerle frente directamente. Es muy voluble. Sí algo no le cae bien, se encarga de que sus huestes eliminen el problema.

Salieron del comedor para asearse un poco antes de comenzar la jornada de grabación.

María y Miel iban juntitas a todas partes, algo excitadas por su nuevo cambio de rumbo, en relación con Arturo. Se sentían espléndidas y gratificadas de poder ser esposas de él, en el mismo tiempo.

  • María, sentirás celos si Arturo me folla delante de tí?.

  • Sólo envidia sana, Miel. Pero nunca estaré celosa de tí. Ya creo que he superado uno de mis traumas y gracias a tí, Miel.

  • Anda, y éso?.

  • Miel, además de Arturo estás tú. Y contigo me siento de maravilla, así que nada ensombrecerá nuestra relación, aunque te follase Arturo, 3 días seguidos.

  • Y sí lo hace el cuarto día consecutivo?.

  • Me cabrearé con él, pero nunca contigo, amor.

  • María, creo que somos igualitas. Yo actuaría igual que tú, porque tú también me encantas. Siempre nos tendremos entre las dos.

Terminamos de asearnos y salimos al salón en donde Obrien ya nos esperaba desesperado por la hora que era.

  • Venga chicas, que tenemos 3 horas de trabajo y esta tarde a preparar las escenas y vídeos cortos para publicitar.

Nos apresuramos en bajar hasta el sótano especial, en donde estaban todos los aparatos.

  • Arturo, a qué no adivinas lo que tiene esta sala de especial hoy?.

  • Vaya, me habéis pillado. Quizás que está limpia?.

  • No, qué está Mr. Obrien en ella, con sus dos futuras esposas.

María soltó una risa carcajeante que contagió a Obrien y después a Miel. Más de un minuto se tiraron riendo, hasta que las lágrimas afloraron en los ojos.

Miel y María, fueron colocadas en aparatos distintos y azotadas por el látigo de tiras, que no marcaba. Hasta que terminaron en la rueda nueva. Y allí sí sufrieron azotes más rudos y violentos con un látigo encerado, quedando marcadas y humedecidas por los difusores de agua de la base.

Cuando la sesión se terminó, era casi la hora de comer. Obrien, deseaba tenerlas señaladas durante todo el día, así que no perdieron tiempo con los ungüentos, Se ducharon los tres juntos y salieron de la sala en donde se había grabado toda la actividad.

Subieron al salón y tomaron unos aperitivos y bebidas de todo tipo, mientras les servían la comida.

  • Qué tal hemos estado, Arturo?.

  • Muy bien, Miel. María, has estado un poco flojilla en el potro, pero creo que no se apreciará.

  • Lo siento, Arturo. Pero es que me acordé de cosas y me entró la risa, aunque logré controlarme.

  • Bueno, después de comer a la sala de edición. Allí dejaréis preparados los trabajos para el server nocturno. Sí hubiera suerte, mañana por la mañana ya tendríamos alguna respuesta.

La comida fue tranquila, con algunas sonrisas y comentarios graciosos. Obrien se sentía resplandeciente de orgullo de sus chicas.

María se sentía totalmente integrada en el trío y trataba a Miel como su amante y hermana al mismo tiempo.

Miel estaba encantada con esta nueva situación y veía en María, una hermana y amor a la vez. Se llevaban de maravilla y además se entendían por simples gestos.

Al terminar los postres y el café, María y Miel se levantaron para ir a trabajar en la parte de edición y montaje de las cuatro cámaras.

María disponía de un programa de edición, realizado por ella misma en un lenguaje de nueva generación.

Miel, aprendió comandos básicos para adecuarlos a las imágenes que iban montando. En principio sólo en pruebas, hasta que Obrien diese el visto bueno.

Cuando todo estuvo dispuesto, llamaron a Obrien, para que lo supervisara.

Obrien, apareció a la media hora, completamente desnudo y con su polla empinada. María y Miel se sorprendieron al ver el estado de su polla.

Miel susurró a María que ella actuaría ahora y ella por la noche. María estuvo de acuerdo y Obrien, mientras miraba las secuencias de sus dos chicas, solicitó una vagina que le diera calor.

Miel se aprestó al servicio y se sentó sobre sus piernas, de cara a él, para después elevar su pelvis y acomodar la polla dentro de su vagina chorreante.

Miel se pegó al cuerpo de Obrien, para no estorbarle en sus movimientos, mientras metía comandos correctores y certificaba otras secuencias.

Miel estaba segura de que se iba a correr en cuanto dejase de estar pendiente de las imágenes.

Obrien, certificó cada una de las cuatro cadenas y María dió paso al montaje de las mismas en la red. Una vez acopladas, le dió salida y las imágenes serían captadas por los asiduos.

María observó el mapa de accesos y quitando los troyanos, captó 2 entradas casi a la media hora de estar en la red.

  • Arturo, tenemos 2 entradas y es imposible que lo hayan visto entero. Tienen que ser los habituales.

Obrien, se aproximó más al terminal y en efecto vió 2 entradas. La primera era de Breo. Normal. Pero la segunda era de Marcus. No era en él habitual, responder tan rápido, así que le extrañó y pensó que alguien le tenía de guardia. Y pensó, sin dudarlo, que el Obispo estaría detrás de aquello.

Hubo 2 entradas más, pero sin efectos inmediatos, aunque con grandes elogios a las dos chicas.

Obrien, se desentendió de la pantalla y Miel le cabalgó suavemente, hasta que Obrien se corrió en su vagina.

Obrien gritó de placer, mientras María le acariciaba suavemente la espalda. Cuando terminó de hundirse, Miel se separó lentamente de él y con la boca, succionó los últimos flujos, hasta dejársela limpia y descansada.

Obrien se sentía cansado y deseaba irse a la cama. Miel le hizo un gesto a María, que le acompañó, mientras Miel comentaba que ella se quedaría de guardia nocturna, pues ya había aprendido todo el manejo.

María le lanzó un beso lleno de amor y gratitud y se fue pegadita a Obrien, que se abrazó a su cuerpo desnudo.

Miel observaba el monitor, pero sólo sucedían accesos cada 40 minutos. La verdad es que no eran horas. Cómo María le había enseñado una serie de comandos, tecleó uno especial, que hacía sonar un timbre cuando el entrante era importante. Todo estaba basado en una base de datos que mantenía Obrien y que conocían María y ahora Miel.

Se sentía cansada y se tumbó en el sofá del fondo, a la espera de recibir alguna alarma. Y se quedó dormida casi al instante.

Apareció Obrien y la vió desnuda y durmiendo. Miró la pantalla y vió el comando de alarma. Sonrió para sí y echó una manta sobre el cuerpo de Miel, dejándola dormir.

Obrien regresó a su suite y María le aguardaba aún despierta y dispuesta a repetir la escaramuza anterior, en la que Obrien la había sodomizado durante poco más de 10 minutos, hasta explotar de nuevo.

  • María, deberías estar durmiendo.

  • Arturo, yo siempre esperaré a mi cazador despierta, por si me necesita.

  • Pues Miel está fritita allí abajo, aunque tiene puesta una alarma muy graciosa. Seguro que se la has enseñado tú.

  • Sí la enseñé unos cuantos comandos útiles, es verdad. Y sí está dormida, no es de extrañar. Sóla y agotada, lo mejor descansar, no te parece?.

  • Totalmente de acuerdo, mi amor. La he echado una manta para que no cogiese frío. Cuándo se despierte, se volverá loca de preguntas.........jajajajaajja.

La noche transcurrió tranquila y sólo se activaron 2 alarmas. La primera desde Florida. Y la segunda nuevamente de Marcus.

Miel leyó el mensaje y se quedó pasmada.

El mensaje decía que Miel era requerida por el Obispo para una visita particular, aunque Marcus llamaría por la mañana para concretar.

Miel, no daba crédito a lo que leía. La querían a ella. Pero, por qué?....Para qué?. Desconocía el motivo y se sentía nerviosa a la vez que intrigada.

Una tercera alarma puso los pelos de punta a Miel. Esta vez era del mismísimo Obispo, en la que solicitaba la presencia de Miel, para una entrevista privada y particular.

Las pulsaciones de Miel aumentaron bastante. Ahora se sentía inquieta. Por qué el Obispo desearía una entrevista secreta y privada con ella?. Había oído comentarios muy fuertes de cómo se las gastaba el Obispo. Su fama era la de cruel y depravado, aunque Miel pensaba que eran exageraciones. Sin embargo, se sentía asustada de que la reclamasen a ella especialmente.

Ya no fué capaz de dormir, hasta pasada una hora en la que el sueño la venció y se subió la manta para taparse. Y se durmió, mientras sus sueños se hacían nebulosos y fantasmales.

Al despertar, notó un sabor agrio en su boca y pasó al aseo a lavarse la boca. Una vez limpia, se tomó un chocolate caliente de la máquina especial que había en la sala. Y se sintió reconfortada al tomar los primeros sorbos. Aún así, decidió tomarse un paracetamol, para su incipiente dolor de cabeza.

Cuando ya comenzaba a amanecer, estaba despejada y la cabeza ya no le dolía. Los mensajes llegaban, pero más espaciadamente.

Entró otro de Breo, pidiendo algunas aclaraciones a Obrien, pero de otros temas.

Miel, caminó por la habitación e hizo ejercicios físicos, mirándose ante un espejo. La encantaba estar desnuda y marcada por su amor.

Y volvió a pensar en la petición de cita de Marcus y el Obispo.

Había oído hablar de los dos y que Marcus, era un satélite del Obispo, aunque campaba normalmente por libre.

Mientras estaba sóla, pensó en Hell. Después en Breo y acto seguido en Marthyn. El la había cedido a su hermano Arturo, pero Marthyn le gustaba a Miel, por su encanto. Claro que Obrien, era su amor más especial.

Recordó también a Irina y sonrió pensando en ella. También María, que estaba más cercana, aunque estaría durmiendo plácidamente abrazada a Obrien.

Irremediablemente, pasó por su mente la figura del Obispo. Pero ella no sabía cómo era. Así que decidió enterarse un poco más de cómo era y pulsó dos comandos muy particulares.

Apareció en pantalla el rostro del Obispo y tras un comando nuevo una foto más ampliada de cuerpo entero, aunque con su sotana negra.

De repente apareció un mensaje del Obispo, diciendo."Quién me está observando?".

Miel, se quedó paralizada sin saber que decir o responder. Sabía que los logs guardaban todas las sesiones. No sabía que hacer.

Un nuevo mensaje apareció......."Quién osa rastrearme?". Sí no contesta en breve, se lo diré directamente a Mr. Obrien. El sabrá cómo castigar al culpable.

Y sin pensarlo más, me atreví a responder.........:

  • "Soy Miel, Eminencia, estoy de guardia esta noche, perdone mi intromisión Eminencia"

  • "Ah, la dulce Miel, a quién deseo citar. Bien, en ese caso me quedo más tranquilo". "Acudirás a mi cita, verdad?".

  • "No lo sé Eminencia, yo no decido nada".

  • "Está bien, así me gusta a mí, que haya seriedad. Hablaré personalmente con Mr. Obrien y te espero a comer. Estaremos más tranquilos a solas".

  • "Gracias Eminencia, pero ya le digo que yo no puedo, ni debo decidir, Eminencia".

  • "No te preocupes, mañana estarás en mi retiro de verano y te enseñaré muchas cosas, Miel".

  • "Lo qué Ud. indique Eminencia. Debo cerrar ya esta comunicación, Eminencia. Y le ruego me disculpe,,,,,,buenas noches Eminencia".

La comunicación se cortó y Miel quedó aturdida, No sabía que hacer en ese instante. Obrien lo vería en unas horas. Cómo reaccionaría?.

Y sí, Obrien decidía que fuese al final, que sucedería en la residencia veraniega del Obispo?.

Miel se sentía abatida, sin saber que hacer. Decidió esperar a que Obrien apareciese. Y se volvió a dormir, entre pesadillas escalofriantes, hasta que se serenó.