Una vida nueva (Libro 2º - Capítulo 12)

Una prueba para Miel.............. Miel es sometida a dos pruebas muy duras......... La primera, lograr controlar a los dos canes de Arturo, de mirada y agresividad salvaje. La segunda prueba, enfrentar a Miel ante su rival María por el amor de Arturo. No os lo perdáis.....y veréis una sesión muy especial entre las dos rivales al amor total............ Un beso para todos mis seguidores (lectores y lectoras) de TR y para Alex (Señor de TR) y todos sus colaboradores. Sandra Raquel.

Una vida nueva ( Libro 2º - Capítulo 12)

Una prueba para Miel

Cuándo María se retiró, sus ojos estaban también húmedos. Y los de Miel, también.

Obrien, hizo caer a un lado de la cama a Miel y llamó a María para que se acostara junto a él, al otro lado.

A las dos, las tuvo cerquita, con los brazos detrás de sus cuellos, para que se conocieran un poco más íntimamente.

Miel sonrió a María y ésta correspondió a Miel, con una sonrisa cálida, que Obrien detectó.......y al final se tuvo que reir.

Cada una reposaba en un pectoral de Obrien, al tiempo que se acariciaban el pezón más externo. María y Miel, ya se habían hecho amigas.

Obrien, se sentía maravillado por un lado y contrariado por otro, pués había esperado rivalidad y era todo lo contrario, aunque éso último, le parecía mejor aún para sus fines.

Aún Miel, debería pasar la prueba de los perros, que sólo obedecían a María. También quedaba la prueba de flagelarse una a otra, en presencia de extraños. Sí la pasaban, ya serían inseparables y debería decidirse por la poligamia, aunque María no quería saber nada de casamientos.

Obrien, se desentendió de ellas y se levantó de la cama. Las miró y contempló dos rostros ansiosos de saber que venía ahora.

  • A la ducha las dos, os quiero en el comedor antes de 30 minutos, sequitas y resplandecientes, pero completamente desnudas. María, tú te encargas de quitarla el collar y las pulseras. Venga, arreando que el tiempo apremia y hay que cenar.

Las dos se levantaron rápidamente y salieron corriendo, delante de él, hasta perderse jaleando y riendo por el fondo del pasillo.

Obrien, se sentía de maravilla con la pastilla de Breo. Debería beber poco alcóhol, pero no le importaba, teniendo a esas dos preciosidades junto a él.

Se sentó en el sofá a visualizar escenas sueltas de cada una de ellas. Y su polla se puso enorme. Casi le daba corte de tenerla tan erecta, para cuando aparecieran ellas dos. Las visualizó por el circuito cerrado y supo, que las dos se apreciaban más de lo supuestamente esperado.

Decidió salir al jardín y llamar a Tron y Diablo. Sus perros más fieles y fieros. Aunque María los tenía domesticados hasta niveles increibles. Había que ver que hacía Miel, con dos fieras cómo aquellas.

Cuándo aparecieron María y Miel en el jardín, los perros ladraron a Miel. María se interpuso y gimieron ellos en señal de amor, pero en cuanto la visual de los canes, vieron a Miel, ladraron y enseñaron los dientes.

María iba a tranquilizarles, cuándo la mano de Obrien la detuvo, haciéndola un guiño.

Miel, estaba un poco parada y no sabía cómo actuar. Simplemente se arrodilló y extendió sus brazos a cada uno.

Los dos perros se acercaron lentamente, ya no ladraban, pero mostraban sus dientes y gruñían. Miel, los dejó acercarse y al ver sus altos tamaños, aún de rodillas irguió su cuerpo ofreciendo una teta a cada uno.

Tron, se acercó. La olfateó y después la lamió el pezón. Diablo actuó de un modo muy similar, al tiempo que Miel les acariciaba y les besaba en los hocicos.

Después de éso, mientras Obrien aún dudaba de que fuese verdad y María se sentía encantada con su nueva amiga, Miel se levantó del todo y abrazó y acarició a Tron y Diablo, sin escuchar más que los leves gemidos de amistad de 2 canes enormes.

  • Es cierto. Era cierto lo que me comentaba Marthyn. Tienes poder sobre los animales.

  • Arturo.......uy, perdón.....Señor Obrien, mi poder es el de todo el mundo, igual que el de María o el suyo, Señor.

María sonreía especialmente maravillada con Miel. Ya sabía que sería inseparable para ella.

  • Miel, no me vuelvas a llamar jamás Señor o Señor Obrien, tan sólo cuando estemos en negocios con otras gentes. Y a tí María, te digo lo mismo qué a Miel. Me llamo Arturo para vosotras y sí lo deseáis en algún momento, amor. No creo ya que os escandalicéis la una de la otra. En cuanto a mis fieras, me alegra saber que sus hermanas Maria y Miel, serán defendidas siempre.

Obrien, se agachó ante sus amigos y hermanos perros y les acarició, para besarles después, cómo lo había hecho Miel. Y se quedó maravillado de los ojos de sus fieros canes. Pero sabía que ahora serían una unidad total.

  • Bueno chicas a cenar, aunque esta noche haré una excepción y dejaré que estén Diablo y Tron junto a vosotras, pero deberéis advertirles que sólo será circunstacialmente, lo podréis hacer?.

María, se encogió de hombros, dudando que fuese capaz de hacer tal cosa. Miel, asintió y dijo que se lo explicaría a ellos, después de la cena.

María, se quedó más alucinada aún al escuchar a Miel. A Obrien, ya no le extrañaba nada de los poderes de Miel.

Entraron los cinco en el salón y Diablo se quedó junto a Miel, mientras Tron se quedaba junto a María.

La cena fue divertida, porque Miel tuvo la ocurrencia de dejar alguna tajada entre sus piernas, para que Diablo las cogiera y después chupetearla toda. María la había imitado y Tron no se había hecho de rogar y actuó de modo muy similar a Diablo.

Obrien, reía con las ocurrencias de Miel y las risas que le entraban a María, porque decía que le hacía cosquillas la lengua de Tron.

En los postres, María tomó la iniciativa para su Tron y se untó los pezones y la vagina con nata montada. Y Tron, metió su lengua hasta captar otros sabores, además de comerse la nata, con lo que quedó pringoso. Miel la imitó, pero metiéndose en la vagina media rodaja de piña y en sus pezones nata montada.

Diablo, primero lameteó la nata y los pezones de Miel, para después llegar a su vagina y retirar la media rodaja y lengüetearla después.

Obrien, estaba embelesado con las acciones de sus chicas y sus perros.

Cuando terminaron la cena, era el momento de irse a reposar al sofá, pero ellas estaban pringosas del todo, así que las dijo que pasearan un poco con los perros y después se ducharan para irse a la cama. Los tres.....y lo recalcó varias veces.

Miel y María se miraron y asintieron, mientras por dentro sentían alegría. Salieron con los perros al jardín. La noche era preciosa y hacía una temperatura ideal para estar desnudas.

  • Miel, podríamos bajar al río. Hay un remanso muy limpio, además no hay corrientes. Así hacemos ejercicio y subimos limpias ya. Te apetece?.

  • Sí, María, me parece una espupenda idea. Los perros suelen entrar en el agua?.

  • Sí, no le temen al agua y me he enterado de que el de Marthyn ya no le teme al agua. Eso parece un milagro.

  • Es verdad, por lo que contaban, no sé cómo lo logré, pero se tiró al agua cuando se lo pedí.

  • Anda, entonces eras tú. Uyyyy, se armó un revuelo entre los guardas de las dos fincas, total. Nadie se lo creía.

  • Bah, no tiene tanta importancia. Tú también eres capaz de manejarlos. Para mí son cómo hermanos, así que es fácil, sí se sabe comunicar. Y tú sabes comunicar.

  • Miel, puedo decirte algo muy íntimo?.

  • Claro María, sómos amigas......creo algo íntimas.

  • Miel, me gustas. Me siento de maravilla a tu lado, pero esta noche estaremos juntas en la cama de Arturo. Sé que tú vas a ser su esposa. No deseo arruinar nada.

  • María, no seas tonta. Tú también me gustas hasta el punto de disfrutar contigo ante la atenta mirada de Arturo. O compartir su polla, o beber los flujos vuestros, o lo que sea, pero me encanta que estés. No es que me hagas falta, María....es que me encanta tu amistad, amor, compañía, caricias y lo que tenga que ser.

  • Joder Miel, uy.....perdona. Es que has tocado todos los puntos que deseaba preguntarte. De verdad te agrado?.

  • María, me apasionas amor......uyyy.....perdona, bueno es lo que siento por tí, así que no creo que esté mal dicho.

María, se paró en seco y abrazando a Miel, la besó en los labios con lengua profunda. Miel tardó un segundo en reaccionar, pero la imitó en lo que pudo y además la acarició la vagina con su mano derecha, para después meter sus dedos entre los labios de las dos y chupetearlos ambas.

Se separaron jadeantes y se miraron con una sonrisa que decía todo, mientras Tron y Diablo las miraban sin comprender, hasta que ellas mismas se tumbaron sobre la hierba y los perros acudieron a ellas. Se lamieron con frenesí, las dos chicas y los dos perros, cómo, sí de una orgía se tratara. Al final se separaron y corrieron hasta el río.

María se lanzó de cabeza al agua fría, le siguió Tron que entró en el agua, seguido de Diablo y Miel, que nadaron hasta reunirse con María.

El agua estaba fría pero deliciosa, después de los ardores de sus declaraciones y el beso pasional.

Diablo y Tron se vieron recompensados, por la presencia de ellas y sus caricias y besitos. Salieron del agua y se tumbaron un poco sobre la hierba. La temperatura aún era alta, por lo que era una delicia estar así.

Decidieron volver a paso rápido, porque el tiempo se echaba encima. Tron y Diablo, tiempo atrás enemigos, ahora eran dos socios al cuidado de la finca, con sus respectivas camadas. Correteaban cerca de ellas dos y se alejaban, pero siempre pendientes de cualquier olor extraño.

Volvían apresuradamente a ellas y brincaban sobre las mismas, sin hacerlas ni un sólo rasguño.

Cuándo llegaron a la casa, vieron que Obrien se había quedado dormido y su polla estaba caída. Entre las dos le llevaron a la cama y como sus cabellos ya estaban secos, se acostaron junto a él, echando la sábana sobre sus cuerpos, mientras se miraban a la pálida luz de la luna, que se colaba por la ventana.

  • Miel, estás dormida?.

  • No, amor.

  • Te quiero, buenas noches.

  • Yo, también te quiero amor, buenas noches.

Al final, se quedaron dormidas, pegaditas a él.

Obrien, había logrado escuchar esas palabras susurradas entre ellas dos. Y se sintió feliz. Serían las dos sus esposas y socias. Era algo que debía a María y también a Miel. Y se acurrucó junto a María, mientras Miel se pegaba a su espalda, de un modo mecánico. Y se quedó dormido plácidamente.

Al despertar, se sintió arropado por las dos. Ahora, se encontraba en la espalda de Miel y María en la suya. Recordó el momento en que las dos se dormían y él se acurrucaba contra María, mientras Miel se adaptaba a él en su espalda.

Sonrió para sí mismo. Se sentía feliz de tener dos mujeres para él y además que se adoraban entre sí. Pensó que desposarse con las dos, no podría ser según las leyes, pero sí podría ser si no se establecía vínculo legal. Faltaba por saber que opinarían ellas al respecto. Se quedó tumbado, sientiendo los cuerpos ardientes de las dos. Esperaría a que despertaran, aunque aceleraría un poco el proceso, con caricias a cada una de ellas.

Maria, fué la primera en despertar y como tenía el brazo por encima del costado izquierdo de Arturo, tocó a Miel, que despertó agradablemente. Se dió la vuelta y se encontró con la mirada ya despejada de María y los ojos y boca de Arturo. A un guiño de María, Miel le besó en los labios, mientras María lo hacía en su oreja.

Obrien, se dió un cuarto de vuelta y vió ante sí, a dos rostros a los que amaba. Y Miel, fué la que primero habló.

  • Buenos días mi amor.

  • Buenos días, Miel y María.

  • Buenos días, Arturo.

  • Buenas chicas. Qué tal habéis pasado la noche.

  • Excelentemente yo, imagino que María también por su rostro maravilloso que tiene ahora.

  • Sí, Arturo, me he sentido muy bien de poder estar al lado tuyo y de Miel.

  • Me alegro chicas, porque os amo a las dos.

  • Ya lo sabemos, mi amor y deseamos ser tus esposas.

  • Lo sabéis claro...........Mis esposas?......en plural?.

  • Sí Arturo, María y yo deseamos ser tu esposa y entre las dos algo más que amigas y sabemos que puede hacerse (no legalmente) pero sí hacerse. No tenemos celos la una de la otra, porque nos amamos totalmente entre nosotras.

  • Joder, chicas, me dejáis atónito. Llevo horas pensando como plantear el problema, para que me déis la solución que buscaba y deseaba.

  • Ya lo ves Arturo, Miel y yo, somos fáciles de conquistar, pero sólo una vez.

  • Ya lo veo María, ya lo veo. Ahora no sé que deciros a cada una, o las dos. Bueno, lo diré. Me alegra muchísimo vuestra decisión, pero os habéis planteado las actividades de mi forma y modo de vida?.

Las dos replicaron al unísono, con un Sí.

  • Vale, ésa parte está muy bien. Os amáis y me amáis, pero que sucederá cuando pida a una que azote a la otra?.

  • No sucederá nada amor. María acepta tu mundo desde hace tiempo. Yo desde unas cuantas horas, pero a las dos nos gusta entregarnos del mismo modo, somos casi iguales y además amamos al mismo amor, al tiempo que entre nosotras.

  • Tú, que dices María?.

  • Lo mismo que ha dicho Miel. Si ella tiene que azotarme lo soportaré cómo buenamente pueda. Y si tengo que azotar a Miel, ella hará lo mismo.

  • Vale, pero y las sesiones con mis amigos?. Las fiestas extravagantes?.

  • Amor, María y yo, somos tuyas. Nunca esclavas, pero siempre tuyas. Disfrutaremos y sufriremos lo que nos depare el destino.

  • Una digna respuesta de mis chicas. Ahora, levantaos. Hoy tenemos mucha tarea que hacer. María, tú te encargarás de hacer desaparecer las huellas de los azotes a Miel, mientras yo voy preparando algunas cosillas. Luego iros a correr un poco, hace un buen día. El desayuno dentro de 2 horas. Tomaros un zumo antes.

Nos levantamos María y yo y nos fuimos derechitas al baño, pero con una jarra de zumo de pomelo, recién esprimidos y unas buenas dosis de azúcar.

Una vez en el baño, orinamos por turnos y después nos bebimos un vaso de zumo de pomelo, que a pesar del azúcar estaba amargo y ácido.

María, me sujetó las muñecas por encima de mi cabeza y me puso una barra separadora de 60 cm, entre mis tobilleras. Después me aplicó el líquido y ella se quedó para animarme, mientras mis heridas se desvanecían.

Obrien, por su parte se había tomado un vaso de zumo de naranja y después un café bien cargado. Comenzaba a preparar el estudio de rodaje, para los cuerpos de ellas dos, pués había llegado a la sabia conclusión, de que las dos darían mucha entrada de capital.

Con las cámaras móviles de alta definición, lograría captar los más importantes momentos de cada una de ellas.

Marthyn, había coincidido con Hell en una reunión de alto nivel, sobre actividades en Oriente. Se conocían por referencias, pero nada en ellos hacía indicar que estuviesen en el mismo barco.

Era un método empleado por Breo y por Obrien, para despistar a los competidores, que podían llegar a ser peligrosos.

El tema principal, fueron los negocios de pornografía y sadomaso, que estaba siempre fluctuante entre tres bandos.

Obrien y Breo, dominaban el amplio espectro de películas, pero los otros dos bandos, estaban más en las revistas y en las grandes fiestas.

Hell, en esos momentos se aliaba con los contrarios de Marthyn, que se defendía bien en su parcela dominada desde hacía tiempo.

Intentaban que algunas mafias, controlasen y supervisasen esas áreas de ingresos y Hell, parecía apoyarles. Sólo cuándo se planteó el tema de drogas y protitución, Hell volvió a pasarse al bando de Marthyn.

De ese modo, no se aprobaba el marco de prostitución y drogas, quedando el bando de Breo y Obrien, cómo auténtico promotor de aquellos negocios.

Hell, saludó a Marthyn y le hizo un guiño imperceptible, pero que llegó satisfactoriamente a Marthyn.

Esa batalla estaba ganada, pero había que afianzar los movimientos en China, que parecían querer reclamar su protagonismo.

Las distintas reuniones, fueron cayendo del lado de Breo, pero siempre con apoyos de Marthyn, por lo que por el momento no se admitirían cambios en la organización.

Obrien, ya había terminado de programar las máquinas y cámaras, cuándo recibió una llamada codificada de Marthyn.

  • Qué tal las cosas, Marthyn?.

  • De momento, todo a nuestro favor, pero deberás viajar a China antes de lo previsto y mejor en calidad de turista.

  • Bueno, éso cambia todos los planes. Por cierto, Miel será mi esposa, pero María, lo será también. Que te parece tu hermanito mayor, ahora?.

  • Joder, Arturo, éso sí que no me lo esperaba. Vás a poder con las dos?.

  • Tendré que hacer un esfuerzo. Pero Breo ya me tiene en la buena línea. Y ellas dos se llevan de maravilla. Y Miel ya ha dominado a mis dos perros guardianes, en sólo 15 minutos.

  • Ya te comenté que Miel, era especial. Me alegro por tí. Así que tendré dos cuñaditas a las que atender, verdad?.

  • Jajajajaja, tal cómo lo dices suena a fácil. Sí, tendrás 2 cuñadas a las que atender, defender y proteger. Por cierto, ya que hay cambio de planes, me iré con María y Miel se irá cómo estaba previsto con XuanXin. Así no levantaremos sospechas.

  • Me parece una muy excelente idea, hermano. Chao, nos veremos en Pekín.

La comunicación se cortó.

Obrien, se sentía alegre y al mismo tiempo un poco triste por tener que separar a María de Miel, pero era lo mejor, para lograr la primacía en el mercado emergente.