Una vida nueva (Libro 2º - Capítulo 10)

Juegos de amor.............. Miel, tras salir del aseo se siente turbada ante Arturo, pero éste la demostrará hasta que punto está enamorada de ella. Arturo, se siente inmensamente placentero y feliz y desea a Miel, para jugar con ella y satisfacerse mutuamente. Entra una nueva llamada de Marthyn, que se ríe con las cosas que les suceden en vivo a Miel y Arturo. Y Breo tendrá que indicar el tratamiento para Arturo, ante su lascivo amor. Muchos juegos surgen entre Arturo y Miel, todos envenenados de amor y atracción. Un beso para (Alex) TR, HombreFX, Breo, Irina, Hell, Malossi, Marthyn y mis lectores y lectoras. === MUY FELIZ AÑO NUEVO 2009 === para todo TR y mis hermanos y hermanas en todo el MUNDO....... Sandra Raquel.

Una vida nueva

( Libro 2º - Capítulo 10)

Juegos de amor

En cuánto Miel pisó el salón, supo que Arturo, aún estaba por y para ella, porque estaba desnudo y agitando un látigo muy fino con su polla ya erguida.

Nada más verla aparecer soltó el látigo en el suelo y se lanzó hacia ella, abrazándola fuertemente y besándola en los hombros, en sus tetas, en su vientre, para volver a su cara y morrearse a fondo con ella, que se dejó hacer, acompañando con sus caricias en la espalda de Obrien, mientras su lengua jugueteaba con la suya.

Se separaron un instante, para poder respirar.

  • Arturo, no te ha molestado que me haya tomado todo éso?.

  • Molestarme?.......Jajajajaajaja. Nada de éso, mi amor. Me siento especialmente agradecido y maravillado. Eres la única, la mejor, la más guapa, la más sublime. Eres para mí, para siempre.

  • Jo, me has dejado cortada. No sé que decirte ya, mi amor.

  • Dime.........."Te Amo", sólo éso.

  • Te Amo, mi amor. Jamás cambiaría nada contra tu amor.

  • Vale. Vés?, ya tenías algo que poder decir.

  • Sí, éso pensaba y pienso decírtelo a lo largo de toda mi vida, mi amor.

  • Pues no se hable más del tema hasta dentro de 30 segundos, cómo mucho, vale?.

Me reí, hasta que se me saltaron las lágrimas y me arrojé a su cuerpo para besarle y colmarle de todos mis susurros más íntimos.

Obrien, se dejó abrazar y besar, pues se sentía muy feliz con su pareja. La podría hacer de todo y ella seguiría siempre junto a él.

  • Miel, recuerda que te aguarda un látigo ahí abajo.

  • Ah, es verdad. Vamos, mi amor ánclame las pulseras. Uy, que se me olvidaba, ponme la inyección esa, quiero soportar todo, amor.

  • Vale, te la pondré abajo. Ahora, caminando deprisa, pero con pasitos cortos. Me gusta ver el bamboleo de tus tetas y tu culo moviéndose.

  • Arturo, me vás a grabar en vídeo?.

  • Claro, cómo siempre, amor.

  • Cómo siempre?.....Acaso me has grabado otras veces?.

  • Claro que sí, amor. Todas tus actividades están registradas en mis equipos.

  • Jo, que morro!. Y yo sin saber nada. Pero todo de todo?.

  • Todo de todo, hasta hace un rato en el baño mientras meabas y después te duchabas, lavabas el pelo, te secabas y te admirabas en el espejo. Esa parte la ví en directo.

Miel se quedó parada, pensando, asimilando lo que acaba de escuchar.

  • O sea, que has grabado mis sesiones de azotes, sexo y todo?.

  • Claro que sí, Miel. Yo grabo todo de todo. Es un vicio, lo sé, pero me hace sentirme bien después disfrutando de las imágenes grabadas. Por cierto, estabas muy fea cuando te azoté con las cadenillas.

  • Jo, estaba fea de verdad?.

  • Horrible, estuve por borrarlo antes.

  • Vaya, podré verla a sólas?.

  • No. Te acompañaré en tu visualización, aunque me costará un triunfo soportar esas caras.

En ese momento, que ya estábamos en la sala del sótano, sonó su móvil y lo atendió.

  • Marthyn, que alegría...cómo estás?.

  • Pon el manos libres, porque supongo que estará esa preciosidad llamada Miel, verdad?.

  • En efecto, aquí está interesada en saber cómo estás, parece que guarda un buen recuerdo de tí, hermanito.

Obrien, conectó el manos-libres.

  • Hola Miel, cómo te trata el bandido de mi hermano mayor?.

  • Muy bien, Marthyn....muy bien, la verdad. Estoy un poco aturdida, pero me trata de maravilla.

  • Me alegro, por cierto encantadora en esa sesión con las cadenillas.

  • Sesión......pero.....a ver.......bueno, tu cómo sabes éso, Marthyn?.

  • Coño, porque te estoy viendo ahora mismo. Una cara de locura, preciosa y extremadamente sensual.

  • O sea, que Arturo te la ha enviado ya. Y me dice que estoy horrorosa, que tengo cara de asco. Y ni siquiera me había dicho que la tuviese grabada, hasta hace unos minutos, jo.

  • Horrorosa, ya.....claro. Son cosas de las chocheces de los mayores. Estás espléndida y tu cara no tiene parangón. Estás exquisita en cada latigazo y tus lágrimas es la parte especial. Una pena que te desvanecieras, pero realmente estás preciosa. Con respecto a tí, quita el manos-libres y siéntate, después la pedirás perdón por humillarla así.

Obrien se sentó en una silla confortable y mullida y desconectó el manos-libres, mientras atraía a Miel hacia él, para que se sentara a caballo sobre sus muslos.

Miel, se sentó sobre los muslos de Obrien, pero al ver la polla tan fuerte delante de su sexo, se alzó un poco y la dejó acoplarse en su vagina, mientras ella se abrazaba a su cuello.

  • Dime, Marthyn, ya podemos hablar a solas.

  • Te noto la voz rara. Te sucede algo?.

  • No, tranquilo es que esta Miel es demasiado dulce para mí, pero estoy bien. Cuéntame.

  • Todo en calma por el momento y los mercados controlados. Tendrás que ir a China al final, porque hay que ajustar algunos puntos.

  • Vale.....uy....uh....ugg........aaagggggggggggg.

  • Cóño!, que sucede?. Estás bien?.

  • Nada.....nada.....aggggggg.....estoy......bien, ufffffff.

  • Arturo, por favor déjate de bromas. Has gritado cómo si tu hubieras pillado un huevo con la cremallera. Qué sucede?.

  • Nada, tranquilo, ya ha pasado.

  • Arturo, oigo una risita. Inconfundible que es la de Miel. Me lo dices tu?.....o me lo dice ella?.

  • No sucede nada.....sólo que......me he corrido.

  • Joder, que susto me habías dado. Dile a Miel que se esté quietecita unos minutos.

  • Lo peor, es que ella no se movía, Marthyn. Me he corrido del gusto de tenerla dentro de su cuerpo. Ahora se está riendo sobre mi cuello. Jo, ya se me ha pegado hasta el jo, de Miel. Creo que voy a tener que tomar algo, esta mujer me va a matar.

  • Jajajajajajajaja.........jajajajajajajaja.......éso si que ha estado bien, jajajajajaja.

  • Bueno, vale.....no es para tomárselo a risa. La quiero azotar, después ver unas pelis de ella, después follar, cenar y de nuevo follar. No creo que llegue a ver el amanecer.

  • Solución Arturo, ponte tú mismo la inyección esa que utilizamos para ellas. Aunque mejor habla con Breo, él te podrá aconsejar mejor.

  • Es una buena idea. Le llamaré ahora mismo.

  • Vale, pásame a Miel, pero vuelve a conectar el manos-libres.

Obrien, conectó el manos-libres y Miel supo que hablarían los tres de nuevo.

  • Miel, tienes que cuidármelo que está ya muy delicadito. Qué le has hecho para que se corriera así, tan de repente.

  • Pues nada, la tenía metida en la vagina y he sentido que pivotaba y zás, se ha corrido. De momento no salen flujos porque su polla hace de tapón.

  • Bueno, espero verte pronto, futura cuñada. Espero que no se te olvide follar para entonces.

  • Uy, ayyyyyyyyyyyy......jo.

  • Y ahora, qué te sucede a tí?.

  • Nada, que me ha mordido una teta y me ha retorcido el pezón de la otra.........uuuuuuuyyyyyyy. Jo, vale amor, así no puedo hablar.

  • Jajajajaja, vaya dos. Os dejo, que no os pase nada y Arturo llama a Breo ya mismo.

  • Un beso Marthyn, espero que para cuando me vayas a follar, me quede algo de cuerpo, jo......me lo está machacando.

  • Cuídate Marthyn y mantenme informado, sea la hora que sea.

  • Chao, a los dos.

Cuándo cortó la comunicación, Miel se retiró rápida de él, para ponerse entre sus pìernas y mamarle el poco flujo que aún le quedaba. Sintió hilillos surcando sus muslos, pero los recogió con sus manos y fueron a parar a su lengua ávida, hasta que quedó totalmente limpia y en reposo la polla de Arturo.

Arturo, estaba llamando en esos momentos a Breo, para consultarle que podría tomar, para evitar correrse tán rápido y que pudiese funcionar toda la tarde y noche.

  • Hola Obrien, qué tal estás?. Qué sucede?.

  • Se trata de mí. Me corro con mucha velocidad, Marthyn me ha dicho que me ponga una de las inyecciones que le ponemos a ellas, pero qué tú sabrías aconsejarme.

  • Bien, ponte una inyección de ésas en la nalga. Miel, lo podrá hacer sin problema alguno. De todos modos te envío a XuanXin, con unas pastillas mejores aún, pero por el momento te valdrá. Por cierto, no puedo acceder a la BD, has cambiado la clave?.

  • Uy, se me olvidó decírtela, con estos líos que tengo últimamente. Apunta..."A:my;go". Ok?.

  • Vale, anotada. XuanXin estará en tu casa dentro de un par de horas, ok?.

  • Ok, gracias Breo. Chao.

Colgaron los dos y Arturo se aproximó a Miel.

  • Bueno Miel, te toca hacer de practicante, tu inyección será para mí.

  • Jo, eso no es justo, amor. Me la habías prometido para aguantar todo más tiempo.

  • Amor, creo que tú soportarás sobradamente la sesión, teniendo en cuenta que después te pondré pelis tuyas en alta definición, para poderte follar. Y después cenar con más escenas y prepararnos para irnos a la cama.

  • Vale, la soportaré por tí, sí. Qué tengo que hacer?.

  • Yo lleno la jeringuilla y le pongo la aguja. Deberás clavarla de un sólo golpe seco en mi nalga, en esta parte que te indico y fíjate bien, por favor. No es necesario que tomes carrerilla. Acércala y zás. Y después le dás al émbolo, para que corra el líquido. Sabrás hacerlo?.

  • Sí, no habrá problemas, amor.

Obrien, no se fiaba del todo de que ella supiera, pero se arriesgó.

Y Miel, lo hizo a la perfección, sin que apenas notase el pinchazo.

  • Ya está.

  • Ya está?, pero si no me has pinchado siquiera. Coño, que has hecho con el líquido?.

  • Que lo tienes dentro, de verdad. Mira la marca.

Obrien, mediante una cámara de alta definición, pudo contemplar que en efecto, le habían puesto la inyección. No había sentido, ni siquiera el pinchazo.

  • Uy, gracias mi amor. Ahora tengo polla para rato. Claro que antes, es necesario fustigar este cuerpito que me tiene hechizado. Vamos a buscar los látigos.

  • Vale.

Fuimos hasta la estantería de los látigos de cuero. Obrien la abrió de par en par y cogió uno de muchas tiras. Miel se fijó en uno que era parecido al que habían dejado en la biblioteca y lo cogió para sentirlo entre sus manos. Era muy flexible y de mas de un metro de largo, terminaba en dos tiritas de cuero de dobladillo, pero muy finas.

  • Ese te va a doler demasiado, Miel.

  • Jo, pero es que me encanta su tacto y como silba en el aire.

  • Vale, lo usaremos, amor. Con el que he cogido yo, lo usaremos para precalentamiento de tetas, nalgas y muslos. El que has escogido tú, para la fase final. Pero ya te advierto, que te va a hacer gritar de dolor.

  • Arturo, sinceramente, a tí te gusta verme gritar de dolor........y...y llorar?.

  • Claro que me encanta. Te pones preciosa.

  • Pero sí antes me dijiste que estaba feísima.

  • Te lo dije para reirme en tu cara, lo cual logré. Pero realmente te pones preciosa, mi amor.

  • Ah vale, entonces, me gustará probarlo.

  • Muy bien, no lo haremos muy largo, para no cansarnos y no perder tiempo, que tenemos muchas cosas que hacer aún.

  • Vale, mi amor. Atame, pero sin mordaza, deseo expresar todo por mi boca, sin nada que me tapie, aunque prometo controlarme el máximo posible.

  • Ven, vamos hasta esas columnas que ya conoces. Así tendrás el espejo ante tí. Esta vez sé que te verás más tiempo y mejor. Comenzaremos por tu culito, hasta que se ponga colorado y tú hayas gemido y jadeado lo suficiente.

Me sentía plena y ansiosa por sentir los azotes de Arturo. Sabía que me picarían bastante, pero me daba tiempo para disfrutar de cada golpe y de poder verme en el espejo y después poder sonreírle con todo mi amor.

Arturo, me sujetó las pulseras a sendas cadenas y cuando me iba a unir las tobilleras, le dije.......:

  • Arturo, por favor, déjame las piernas bien abiertas, me gustará sentír todo. Y quiero estar en X para tí.

  • Muy bien, sea como mi precioso amor desea. En X pués.

Me sentía maravillada y contenta de verme reflejada en el espejo en esa postura tan particular y sensual.

Veía a mi espalda, como Arturo cogía el látigo de tiras y se acercaba a mi espalda. Pensé en lo guapo que era. Me tenía sublimada completamente y me gustaba verle desnudo y con su polla apuntando arriba, aunque me azotase con cadenillas.

Esta vez, incluso serían caricias erógenas, comparadas con la fuerza de las cadenillas. Aunque después quedaría el látigo fino y bronco, pero esa era una elección mía y desearía soportarla, por el amor e ilusión que sentía de poder formar parte de él.

Me sentía un poco incómoda, pues me había separado mucho las piernas, pero al mismo tiempo me sentía más voluble de estar tan expuesta para él.

  • Miel, calentaré tus nalgas con azotes suaves. Después iré incrementando el ritmo y la fuerza. Lo soportarás?.

  • Lo soportaré encantada, mi amor. No te pribes por mis jadeos o exclamaciones. Me gusta ser azotada por tí, mi amor.

Y Obrien, comenzó a lanzarla los primeros azotes, sobre la parte alta de las nalgas. Miel, podía verse en el espejo y disfrutaba doblemente, con cada azote.

Obrien, después de 10 azotes en esa parte, pasó directamente a las nalgas y el comienzo de la parte trasera de los muslos de Miel y la asestó otros 10 azotes más.

Miel jadeaba y a veces soltaba gemidos, pero sus lágrimas no habían hecho acto de presencia aún.