Una vida nueva (Libro 1º - Capítulo 11)

Problema solucionado Miel, logra resolver el problema de Breo, quién se muestra ya casi poseído por una diosa llamada Miel, pero que ella asume cómo forma de ayudar y participar de la amistad y el amor. Breo, le presenta a su chófer de origen chino, llamado XuanXin. Miel conocerá mundos y vivencias internas de las directrices de XuanXin.......y muchas cosas más. El entorno de Miel, se sentirá sometido a sus reglas de amor.............. Este capítulo, último del primer libro, no contiene sadomaso.....pero genera una perspectiva de salto hacia nuevas situaciones, que espero y deseo, os gusten. Un beso para (Alex) TR, para Marthyn y Breo y mis lectores y lectoras. Sandra Raquel.

Una vida nueva ( Libro 1º - Capítulo 11)

Problema solucionado

Breo, no pudo mirarla a los ojos. La rodeó con sus brazos y la besó apasionadamente, sin descansar y dándola lengua suavemente, mientras la acariciaba desde los pezones hasta el clítoris.

  • Qué el Cielo me perdone, por lo que estoy a punto de hacer.

  • Breo......recuerdas "los 3 mosqueteros" de Dumas?. Pues bien, "uno para todos.......y.........todos para todos". Y así debe ser para que esta familia crezca feliz. Ahora, reuniremos a los demás y les contaremos, sin entrar en detalles, las buenas nuevas. Te parece bien?.

  • Me parece de maravilla, Miel. Eres un encanto. Quizás la mejor persona que haya conocido en mi vida, pero sobre todo, eres comunitaria y amiga total. Venga, sal disparada a buscar a Irina y Hell y traélos aquí........jajajajajaja........lo mismo les pillas follando. Pero se alegrarán de todos modos.

Salté, cómo disparada de la cama, pero antes de llegar a la puerta, me volví y andando despacio contoneando mis tetas, me acerqué de nuevo hasta él y le besé en la boca, con lengua........para después darle un beso de labios en su polla.

Breo, se quedó alucinado, pero enseguida supo quién iba a ser su salvadora.

Miel llegó a la habitación de Hell, que estaba con Irina. Afortunadamente habían terminado de follar y ahora estaban acurrucados.

  • Tachánnnnnnnnn.......tachánnnnnnnn

Dieron un respingo tal, que pensé que se caían de la cama, entre mis risas.

  • Todo semi-solucionado, hemos descubierto el secreto de Breo, Quién esté interesado que me siga, quién no, que duerma feliz.

Se lanzaron los dos de la cama, tan desnudos como estaba yo y caminamos hasta la habitación de Breo.

Al llegar, Breo ya nos esperaba en el umbral de la puerta totalmente desnudo y con su polla erecta.

  • Pasad y poneros cómodos mientras nuestra Miel os cuenta la solución.

Me sentí algo sublimada, pero feliz de poderles contar al fín, lo que preocupaba a Breo y que yo había descubierto y además podía ayudar.

  • Miel, antes de que te lances a hablar, Meryl está dispuesta a seguirte.

  • Pero si apenas la conozco Breo.

  • Pero me conoce a mí, así que cuentas ya con compañera para tu exposición.

  • Bueno, es todo demasiado fácil y al tiempo muy complicado, pero se trata de la representación de ponygirls del Señor Marthyn. Es alguien con mucho peso en este tipo de negocios y yo me he lanzado en ayudar a Breo como una ponygirl. Pero además pensamos venderle otros productos, aunque no estamos seguros de que desee incorporarlos.

Irina y Hell, se quedaron boquiabiertos, sin saber que decir.

  • Esposa mía........significa que irás tú como una de las ponygirl?.

  • Sí, mi amor. Sé que eso salvará a Breo de su deuda, pero además le intentaremos vender innovaciones en aparatos. Y quizás le ofrezca Breo mi imagen para publicidad sado.

  • Pero, Miel, te podrán ver millones de personas.

  • Irina, tu eres mi esposa y debes decidir si lo autorizas o no. A mí no me parece tan malo, pero deseamos tu aprobación o tu rechazo.

  • Tienes mi aprobación, pero me da miedo que te hundas en depresiones futuras. Pero sí estás segura, adelante......... Salvemos a Breo.

  • Yo estoy con Irina. Sí Miel lo desea así, así se hará para salvar a Breo.

  • Os quedo agradecido a todos. Miel se ha comportado como una verdadera diosa y heroína. Y ya sé que no me arrepentiré, porque ella está ilusionada con la idea, además de modificaciones que ya ha previsto sobre el aparataje.

Cómo era demasiado tarde, cada uno volvió a su cama, pero yo me fuí con Irina a la que conté todo, con toda clase de detalles y de ideas.

Nos dormimos de puro cansancio, acurrucadas la una con la otra.

Hacia las 10 de la mañana, comenzamos a despertarnos. Y después de asearnos, bajamos a desayunar. Y curiosamente, los cuatro bajamos desnudos. Era una coincidencia?.....quizás un deseo?.........tal vez una premonición de algo común?.

Nos extrañamos entre nosotros, al vernos todos desnudos, pero desayunamos con fruicción y apetito, ya que la noche había sido larga y álgida en sexo.

Irina y Hell devoraban los platos de beicon y huevos, acompañados de zumo de naranja.

Breo se conformaba con cafecito y yo con un café con leche y un bollo rebosante de crema.

Al terminar, cada uno se tomó su tiempo para vestirse. Irina llevaba un vestido muy bonito y suave de tonos. Ligeramente escotado, pero sin destacar.

Yo seguía desnuda ante ella, porque sabía que la animaba verme así. Además estaríamos 4 días sin vernos y deseaba que llevara mi imagen desnuda, que era nuestra imagen de amor.

Decidieron entre los tres, que mejor me quedase yo en la casa, hasta que volviera Breo de despedirles en el aeropuerto.

Irina se acercó a mí y me besó apasionadamente. Luego lo hizo Hell y por último Breo, me dió un fuerte pellizco en los pezones, al tiempo que me besaba y se fueron los tres.

No sabía que hacer mientras ellos estaban de viaje

Me palpé los doloridos pezones y pensé en ellos tres y sus misiones respectivas. Breo volvería para irnos a ver al Señor Marthyn, para ver si le convencían nuestras ideas.

Pensé que ser una ponygirl, me gustaba. Desconocía ese mundo, el morbo que producía y los tratos que se les aplicaban a las chicas. Sin embargo era algo que estaba dentro de mi repertorio de nuevas fantasías.

Me fuí a mi habitación y me miré en el espejo. Sabía que quedaba resultona desnuda y me acaricié los pezones y humedecí mis labios, para que adquirieran brillo. Mis tetas eran ideales para una pony. Mi culo, ligeramente respingón también, Mi cuerpo era perfecto para ser contemplado.

Pensé en el calzado de las ponys que había visto en la peli, Y en efecto, ese era el detalle diferenciador. Había que utilizar un calzado que se adaptara al pie de cada pony, pero que además fuese del color de la piel........y quizás hasta imitando los dedos de los pies. Sí, así se lo venderíamos al Señor Marthyn.

Pensaba en cómo sería el Señor Marthyn, cuando regresó Breo.

  • Hola Miel, ya estoy de vuelta, Los dos vuelos salían con retraso, como era de esperar. Me voy a dar una ducha y hablamos de lo que vamos a hacer.

  • Hola Breo, me daré un chapuzón en la piscina mientras y después una ducha rápida. Estaré preparada y mientras te escucho, se me secará el pelo.

  • Vale.....por cierto, te gustó el apretón en tus pezones, mientras te besaba?.

  • Ummmmmmmm......sí, me gustó.

Breo se fue hacia su habitación y yo me tiré de cabeza al agua. Braceé y dí varios largos, para después salir y ducharme en la ducha de la piscina. El día era muy cálido y apetecía tomar el sol, mientras me secaba, tumbada sobre el césped.

Me levanté en cuanto apareció Breo, aunque aún con el pelo correante.

  • Estás preciosa, quádate tumbada en la hierba, mientras te comento.

Le hice caso y sentí los rayos del sol secándome y tonificándome, mientras Breo me esbozaba su idea. Yo le rebatí algunos puntos y él tomó nota. Además quedaba el tema de la rueda y el foso que era nuestra idea más brillante y que habíamos pensado en ofrecérsela al principio, si veíamos que se mostraba receptivo.

  • Miel, creo que tenemos todo. Al menos tenemos algo con lo que pelear. Y si no te admite cómo pony, entonces no me importará perder mi parte en su negocio.

Me reí a carcajadas y cuando ya me iba a incorporar, sonó el móvil de Breo. Por lo que hablaban, parecía que no habría cita para hoy. Breo colgó el teléfono, pero en su mirada no se advertía malestar.

  • Se aplaza la reunión a la semana siguiente, sin que debamos preocuparnos por nada. No habrá problemas.

Me incorporé y le besé en la boca. Después me separé y le sonreí.

Pasaron los días. Breo me había presentado a XuanXin, de origen chino, aunque ya nacionalizado español. Hablaba bastante bien en castellano y era muy amable. Siempre atento y sonriente.

XuanXin, al que me dijo que le llamase Juanito, me enseñaba ejercicios de autocontrol y algunos ejercicios de autodefensa.

En pocos días, había logrado aprender un montón de cosas con él.

Me relató la vida de su esposa y amor, a la que él llamaba "mi Diosa" y me contó muchas costumbres chinas.

Era un encanto como persona. Y me gustaba estar con él, mientras lavaba el coche, que era el oficialmente usado por Breo.

Yo a veces le ayudaba totalmente desnuda, a lo que él no le daba la más mínima importancia. Lo hacía así, porque ya me lo había dicho muchas veces y además porque en sus clases, siempre me hacía desnudar para ver mis músculos y las tensiones que en ellos se producían en los distintos ejercicios.

Juanito, era un amor, en todos los sentidos, pero no usaba el sexo para nada y nadie, porque lo reservaba para su amor que pronto podría reunirse con él.

Sin embargo me enseñaba caricias de autocomplacencia, además de posturas que excitaban la líbido y también algunos toques, que al repetirse, provocaban un orgasmo en toda regla.

Aquellos días se me hicieron cortísimos, pues Breo no tenía asuntos pendientes. Irina estaba fuera y aún tardaría días en regresar. Hell, iba bien con el asunto y aún tenía para un par de semanas.

Así que por las mañanas acompañaba a Juanito y después a raíz del medio día, me quedaba junto a Breo. Comíamos juntos y después veíamos películas de ponigirls y de otras aventuras, para después caminar por la finca.

En la noche, sexo y a veces algún azote. Sin embargo no habíamos bajado a la cueva secreta de nuevo.

Pasados unos días se presentó en el jardín en donde tomaba el sol sobre la hierba y me comunicó que Marthyn nos esperaba ese mismo día en su mansión.

Fuimos a mi cuarto para ponerme un flotante vestido rojo y estampado, con una tanga del mismo tono. El vestido tenía un escote cuadrado, al igual que en la espalda, pero no se transparentaba, lo cual le hacía mas erótico aún, a juzgar por Breo. Me calcé unas sandalias también rojas y salimos hacia el nuevo destino. Breo vestía camisa azul de seda, pantalones y chaqueta de lino, con un calzado náutico.

El chófer era Juanito, que se alegró de verme de nuevo. Era maestro en varias artes marciales, pero sobre todo era el mejor guardaespaldas que se pudiese preciar de tal calificativo.

Breo le pagaba el pasaje una vez al mes, por 5 días. Y Juanito estaba encantado, con el trato que recibía. Cuando me conoció a mí, me trató con todo respeto y fraternidad. Algo que nunca olvidé y de ahí la confianza en él.

Llegamos por fín, ante los confines del gran imperio del Señor Marthyn. Había guardias de seguridad y perros. Y cerca de dos km hasta la mansión.

Sin embargo, no me sentí sobresaltada, ni siquiera cuando un enorme mastín se abalanzó contra el coche ladrando. Bajé la ventanilla, le miré y el perro se aupó, sin que rugiera una vez más. Le acaricié y hasta le dí un beso en su morro. Se separó del coche con un ligero quejido y seguimos hasta la mansión.

  • Miel, que le has hecho a ese bicho, que al final ha estado a punto de llorar........jajajajajaja.

  • No te rías de él, Breo........sólo le he dicho que era una hermana nueva y quería pasar tranquila.

  • En China llamamos a éso el canto de las piedras sagradas. Viene a significar, que cualquier ser es capaz de comunicarse con otro, si su alma es blanca.

Me gustaron las palabras de Juanito y se lo dije desde la parte de atrás. Él me sonrió y siguió con su trabajo.

Breo estaba pensativo, no sabía en qué, pero desde lo del perro, le había visto extraño, aunque se le pasó muy pronto y volvimos a hablar de los últimos temas.

  • Señor, hemos llegado. Desea que aguarde aquí o preferirá que aparque el coche?.

  • Aparca donde te indiquen, pero no hagas nada fuera de tu tarea, vale?.

  • Sí Jefe. Estaré alerta, pero no haré nada que no sea necesario.

  • Juanito, gracias por traernos y esperarnos. No me sucederá nada. Soy un "alma blanca", verdad?.

  • Sí, mi Señorita Miel, así es en efecto.

Breo y yo bajamos del coche, al tiempo que aparecía el Señor Marthyn por las escaleras.

  • Breo, que alegría que hayas venido. Y ésta debe ser la dulce Miel de la que me has hablado, verdad?.

  • Encantada de conocerle Señor Marthyn, muchas gracias por recibirmos.

  • Un amigo, su protegida guapísima y educada y su chófer, alguien respetado en esta casa. Sed bienvenidos. Por favor, subid sin miedo a los perros, no os harán nada.

  • Marthyn, mi protegida ha hecho retroceder a uno de tus mastines de la entrada. El cómo lo desconozco, pero ha sido así.....procura que no apaleen al pobre animal.

  • Ya me había enterado de éso y está en camino. Si no os importa, me gustaría saber como se comporta en cuanto la vuelva a ver........a Miel, me refiero.

El mastín llegaba a la carrera, jadeante, pero con la fuerza de sus músculos marcados y su feroz boca. Pero nada más llegar ante su amo se paró a su lado. Miel se acercó a él y le volvió a saludar y besar en su morro. Y el mastín, gimió y se dejó tocar por Miel.

  • En efecto, Miel tiene poderes de alma blanca como diría tu chófer. Pasad, nada le ocurrirá a este animal. Por cierto Miel, me gustaría probar si es una casualidad o bien tienes poderes sobre nuestros hermanos perros. Pero lo veremos más tarde.

  • Señor Marthyn, ha referido una frase que me encanta, nuestros hermanos perros..........es así para Ud?.

  • Por supuesto que es así, Miel. Para mí son mis hermanos, por eso no debéis preocuparos de que le pase nada a Breno, que así se llama.

Asentí, algo acalorada pero ya Marthyn me empezó a caer bien.

Pasamos a un lujoso salón y nos hizo acomodar en amplios sofás de telas suaves y aterciopeladas. El se sentó en un sillón del mismo tejido y nos contempló durante unos segundos, para indicar al servicio de camareros que acercaran las bebidas y los canapés.

Yo pillé un whiskito y un canapé de salmón con trufas.

Breo, cogió solo un whiskito y lo fue sorbeteando poco a poco, mientras Marthyn comentaba las novedades del negocio.

Breno, el mastín de la entrada se apostó a mis pies, tumbándose en el suelo y lamiendo mis pies, lo que me dejó un poco desconcertada, ante la atenta mirada de Marthyn.

  • Creo Miel, que tienes un hermano para siempre. Despreocúpate de él, porque tenemos cosas que hablar y parece ser que vas a ser la protagonista, verdad?.

  • Sí, Señor Marthyn. Al menos lo intentaré Señor.

Breo, le expuso mis ideas, mientras Marthyn asentía y reflexionaba. Noté en su rostro que le gustaba lo que estaba oyendo. Breo aprovechó, para meter el tema de la nueva rueda, algo que podría influir bastante, pues era un aparato complejo de encargar, construir y mantener, pero Marthyn estaba muy interesado en esa idea de Miel.

  • Me encanta todo, Breo. Creo que aquí comienza un negocio nuevo para los dos, en una gran alianza. Lo demás será asumido por mi parte, así que despreocúpate ya de lo que hablamos el otro día por la noche. Miel es un encanto, pero es ingeniosa y tiene algo especial, pero desearía solicitar de ella un par de servicios, bien remunerados.

  • Gracias Marthyn, pero sólo Miel puede responder a éso.

  • Señor Marthyn, que clase de servicios serían, Señor?.

  • Nada especial, bueno según se mire, claro está. Fotografía y poses para que saque moldes de tu cuerpo. Sería demasiado pedir?.

  • Señor Marthyn, si son de uso exclusivo de Ud, cuenta con mi autorización, pero si es para distribuir, lo sentiré Señor, pero no lo haría.

  • Directa y sincera. Realmente un alma blanca, Serían sólo para mí, por supuesto. Aunque los podrá ver la gente que venga a visitarme, incluyéndote a tí, claro está.

Miré a Breo y le ví asentir.

  • Aceptaré Señor Marthyn, pero habrá algo más que no se haya dicho aquí, Señor?.

  • Nada que tú no desees. Breo me conoce y sabe que soy de ley. Si te refieres a sexo, me gustaría, pero sólo si tu también lo deseas. Si te refieres a azotes, no.......nunca te azotaré, mientras no me lo pidas de rodillas y con Breno a tu lado. Es ya una garantía para tí?.

  • La verdad es que sí, Señor Marthyn. Y me agrada su grado de franqueza Señor.

  • Breo, creo que es llegada la hora de comer a solas tú y yo. Nada cambiará de lo ya dicho, salvo que me sorprendas con nuevas proposiciones. Miel se quedará aquí con su guardián Breno y podrá recorrer toda la finca sin traba alguna. Te aconsejo Miel, que te calces unas zapatillas, para que andes más libremente. Y si quieres deambular desnuda, estás en tu territorio, nadie te detendrá. Comerás más adelante.

Salí al exterior, con Breno pegado a mi pierna derecha y me encontré con Juanito.

Le saludé y él me correspondió, al tiempo que acariciaba a Breno.

  • Realmente señorita Miel, logra un efecto de paz total, con quienes la rodean.

  • Gracias Juanito. Breno parece ser que me ha cogido afecto y eso que sólo le he visto 2 veces.

  • Señorita Miel, es Ud muy humilde y sincera, pero algo hay en Ud que hará enloquecer a cualquier ser que se cruce en su camino.

  • Juanito, la verdad es que me gustaría saber más de China. Me gustaría ir en alguna ocasión.

  • Sí el Señor Breo, me lo permite yo la acompañaré a todos los rincones maravillosos que hay en mi país. Y le presentaré a mi futura Señora, mi Diosa de Amor.

  • Jo, eso me encantaría, Juanito.....aunque me aprenderé bien tu nombre, para entonces.

XuanXin, me sonrió complacido y agradecido y paseamos por el paseo central de la enorme finca, hablando de muchas cosas.

Era un encanto escucharle. Contaba historias mitólogicas de leyendas de su país, que me hacían volar en esa dimensión y vivirlas realmente.