Una vida nueva (Libro 1º - Capítulo 10)

La primera sesión de Irina y Miel Ambas, son sometidas a la vez, cada una en un aparato distinto. Todo marcha bien entre los cuatro, a pesar de los malos ratos que pasan Irina y Miel, cuando Breo recibe una llamada y todo parece derrumbarse. Hell, Irina y Miel, tratan de animar a Breo, pero todo parece inútil. Al final, Hell vé la solución en Miel y la envía junto a Breo, que está demasiado abatido, pero............. Espero que os agrade este nuevo capítulo. Un beso para (Alex) TR, para Irina, Hell y Breo y mis lectores y lectoras. Sandra Raquel.

Una vida nueva ( Libro 1º - Capítulo 10)

La primera sesión de Irina y Miel

Y comenzó la lluvia de los azotes. Al principio espaciados y suaves. Sentí el calor de las tiras sobre mis tetas y exclamé y jadeé algunas veces. Pero a medida que iban creciendo en intensidad y ritmo, mi respiración era más entrecortada y mis exclamaciones y jadeos más profundos.

Pero, por el momento y a pesar de que ya me pesaban un poco, me gustaban y sentía la sangre hervir en mi interior.

Miré a Irina, que se mostraba seria por cómo lo estuviese pasando......y la sonreí, al tiempo que exclamaba por un nuevo azote en mis tetas.

Breo y Hell se deleitaban con mis exclamaciones y jadeos. Mi cuerpo se calentaba y comenzaba a sudar un poco, debido a los efectos entre dolorosos y vigorizantes. Me agredían los costados con algo más de rigor, que me hacía resoplar y a veces hasta soltar un pequeño grito contenido.

Terminaron de darme una serie rápida de azotes, en cadencias muy rápidas, en las tetas, costados y vientre, hasta que comencé a jadear y hasta casi gritar, cuando detuvieron el calentamiento.

Mi respiración era acelerada y entrecortada, por las enormes sensaciones que aún seguía sintiendo. Irina se acercó hasta mí y se abrazó a mi cuerpo, mientras serenaba mi ritmo respiratorio.

  • Bueno, nuestra Miel ya está calentita y lista para el cepo, en donde será tratada de un modo distinto. Hell, ocúpate de Irina, mientras yo coloco a esta Miel en su cepo. La verdad es que me encanta ver a las dos desnudas.

  • Breo podría ir a hacer un pis, antes de ponerme en el cepo?.

  • No, si tienes que mear, lo haces en tu aparato. Nos encantará ver mear a una chica en el cepo. Jamás lo hemos visto antes...........jajajajajaja.

Me puse colorada, ante las palabras soltadas por Breo, pero al final me fui calmando, aunque mi vegiga a punto de reventar anunciaba desbordamiento inmediato.

Me dejé manipular y situar en el cepo, colocando mi cuello y muñecas en los semicírculos apropiados. Después cerraron el resto de la madera y quedé pillada. Ya no podía ver que sucedía a mi espalda, pero notaba sus manos y cómo me hacían separar las piernas, para anclarme los tobillos.

Mi vegiga se rebeló y meé abultadamente, después de unos segundos. Escuché risas a mi espalda, pero no me agredieron.

Pocos instantes después, ví a Hell que portaba la pilastra de madera con base de granito. Y a continuación pude apreciar como Irina se dirigía a la misma y era anclada del collarín y de sus pulseras. También la hicieron separar las piernas. Y así quedamos las dos, viéndonos en posturas forzadas, pero Irina me sonrió y me sentí feliz.

Estar en el cepo, me causaba un morbo desconocido. Quizás si Irina no hubiese estado presente, hubiese sentido otra cosa muy distinta, pero el caso es que me sentía cautivada por las sensaciones que imaginaba en quien me viera así.

  • Hell, te dejo elegir culo. Yo me decantaré por la boca de la otra, aunque iremos permutando. Cuál eliges?.

  • Déjame pensar un segundo. Me gustan los dos. La verdad es que desde estas poses se ven culos sabrosos. Venga, elijo el culo de Irina.

  • Muy bien, entonces la boca de Miel será mi primer agujero, que por cierto, está tan maravillosa como Irina. Utilizaremos los látigos sólo para enardecerlas cuando sea preciso, ya que tiempo tendremos de atormentarlas a medida que vaya transcurriendo la noche.

Miré a Irina, un poco angustiada, aunque me sentía excitada de todo cuanto escuchaba. Irina me sonrió de nuevo y me confortó.

Y antes de que me diese cuenta, una polla que supuse era la de Breo se hizo camino en mi boca y aunque veía de reojo a Irina, tuve que prestar atención al servicio que se me solicitaba.

Dejé entrar el enorme pene en mi boca y sumisamente, dejé que la polla me recorriera la boca, hasta enterrarse en mi garganta.

Sentía arcadas, pero las soportaba cómo mejor podía, pues ya lo había vivido repetidas veces. Sin embargo de mis ojos se desprendían lágrimas, que no podía controlar.

Me animaron los azotes sobre mis nalgas. Algunas mechas me avivaron al surcar mi ano y sobre todo mi vagina muy expuesta.

Intentaba mirar hacia arriba para asegurarme si era Breo quien me follaba en la boca, pero nunca pasó mi visión de su pubis, ya que entre latigazos, cada vez más intencionados y sus penetraciones hasta el fondo de mi garganta, me hacían cerrar los ojos, sufriendo en silencio mis arcadas y gemidos.

Sentía mis muslos temblar, pero nada podía hacer para remediarlo.

En un momento determinado se retiró de mi boca, tosí y aspiré aire, mientras se colocaba en mi ano. Y entonces ví a Hell que metía su polla en la boca de Irina, por lo que estube segura de que era Breo quien me estaba follando.

Ahora que había logrado respirar con más tranquilidad, sentí como su polla se hundía entre mis nalgas, abriéndome las caderas. La primera sensación fue horrorosa, pero poco a poco, mi cuerpo se adaptó al nuevo inquilino, aunque sus penetraciones eran cada vez más rápidas y violentas.

De vez en cuando sentía latigazos en mis costados, algunos de los cuales incidían en mis tetas pendulares y me hacían gemir de dolor.

Podía ver a Irina que boqueaba a veces, como axfisiada, mientras la polla de Hell la violaba la garganta. También aprecié lágrimas en sus ojos que goteaban sobre la tarima.

Breo salió de mi conducto anal y me penetró de un solo movimeinto en la vagina. Me sentí aterrada ante las sensaciones de semejante actitud. Y fui salvajemente violentada, hasta que se retiró de nuevo de golpe y se apoderó de alguna parte trasera de Irina, mientras Hell se apoderaba de mi boca, chorreante de babas.

Ya no pude mirar más a Irina, porque ahora era de nuevo follada en la boca y crueles latigazos caían por mis costados y mis partes traseras, sensibilizadas por las penetraciones de Breo.

Sentía la culebra entrar en mi garganta, hasta hacerme perder el sentido y hasta no sentír sonido alguno. De repente respiraba y captaba aire por mi nariz, para de nuevo ser atormentada en mi garganta, que sentía dolorida y muy escocida. No sentía ni los latigazos, debido a la presión de la polla de Hell dentro de mi boca.

Mis lágrimas caían vivas y solitarias de mis ojos, sin que apenas pudiese hacer algo más que soportar aquel tormento.

Cuando se retiró de mi boca, pude toser y hasta medio vomitar, pero inmediatamente Breo ocupó mi boca, mientras Hell debía estar con Irina.

Y de nuevo el suplicio de una polla ardiente, más dura y poderosa dentro de mi boca. Casi no me quedaban fuerzas para soportar este nuevo asalto. Pero, en dos minutos sentí la palpitación extrema en la polla de Breo y se derramó en mi boca, tragando cuanta esperma podía, por los enormes borbotones que salían de su polla convulsa.

Cuando se retiró, respiré aliviada, pero con mi boca burbujeante de la que caían hilillos de esperma y babas mías. Si me hubiesen quitado el cepo, hubiese caído al suelo como una piedra.

En cuánto llegué a tomar consciencia de la situación de Irina, la escuché toser y también pude apreciar que estaba medio doblada, jadeando sin cesar y boqueando esperma y sus propios jugos bucales.

Fuimos desatadas y nos dejaron tendidas sobre el suelo.

En breves minutos, nos sentimos ya restablecidas y nuestros guerreros volvían a por nosotras para seguir la pugna, pero yo ya ayudaba a Irina a levantarse. La veía admirable y los restos de esperma chorreando por sus tetas, la daba un aire especial.

Cuando Hell y Breo estuvieron junto a nosotras, ya nos habíamos puesto en pie. Nos condujeron a otra parte de la sala de donde descendían 2 cadenas del techo, en las que habían insertado un par de brazaletes en cada una. Y en el suelo había una barra separadora, con dos argollas en cada extremo.

Nos llevaron hasta ese lugar y nos hicieron colocar juntas, frente a frente, lo que los agradó enormemente. Y trás anclarnos las muñecas, procedieron a unir nuestros tobillos a las argollas de la barra.

Quedamos muy abiertas de piernas, pero en contacto corporal desde el pubis hasta nuestras caras.

Mientras ellos procedían, yo lamía los restos de esperma de la cara de Irina. Y ella hacia lo propio con mis restos, hasta dejarnos limpias, aunque babosas aún.

Ya nos habíamos recuperado de los malos tragos, nunca mejor dicho. Era verdad que comenzaba el tormento para las dos, pero nos sentíamos felices por estar juntas y podernos besar y mirar.

Miramos a Breo y a Hell. Estaban guapísimos y sus pollas apuntaban hacia arriba de excitación. Nosotras mientras, nos besábamos y vivíamos nuestra primera noche de recién casadas.

Llamaron por teléfono a Breo. Y Hell, al observar que se retrasaba, se preparó un whiskito repantingándose en el sofá mientras nos admiraba desnudas, atadas y besándonos apasionadamente.

Tanto Irina, cómo yo, agradecimos esa llamada providencial, para poder disfrutar de nuestros besos en la noche y amarradas de aquel modo. Nos susurramos cantidad de cosas y sonreíamos, juntando nuestras caras, para que nada transcendiese al exterior.

En cuánto volvió Breo, supimos que algo sucedía...y no precisamente bueno. Esperamos atentas, a ver sí nos enterábamos de algo, pero Breo hizo el mutismo, después de decirle algo a Hell, que no llegamos a captar y se prosiguió con el plan.

Pero ambas sabíamos que Breo tenía un problema enorme, que no tenía solución inmediata. Eso nos preocupó a las dos. Porque Irina era su esclava, pero yo era su protegida.

Nos comenzaron a azotar desde las corvas hasta los hombros, pero los latigazos de Breo iban decayendo, hasta que cesaron por completo. Hell se detuvo, al verle tan abatido.

Nosotras atadas y aisladas, ni siquiera nos besamos, porque mirábamos a Breo, que estaba hundido y casi lloroso.

Hell, tomó la decisión unívoca de desatarnos. Nos acercamos los tres a Breo y a nuestro modo intentamos animarle.

Breo, nos sonrió a los tres, pero con la mirada perdida.

  • Amo, qué es lo que sucede?.

Ahora sus pollas se habían quedado flácidas y sabía que era algo muy importante, para que Breo, que era el más sereno de los cuatro, estuviese en esa situación.

Me preocupaba Hell, que saldría de viaje en pocas horas.

Irina, acariciaba a su Amo con ternura, besándole suavemente y abrazándole con todo el calor y amor del que era capaz de sacar de lo más recóndito de su ser.

Después de una hora larga de caricias y compañía, Breo nos miró y nos dijo......:

  • No os preocupéis por mí, sé salir de estas situaciones. Se trata de un negocio en el que invertí bastante activo y podría quebrar mañana. Mi socio principal ha recibido otra oferta superior, que no puedo alcanzar. Pero tengo tierras y hasta palacios, venderé lo que haga falta y pasaremos el bache.

  • Podríamos ayudar de algún modo, Amo?.

  • No, no podéis ayudarme. Hell sale de viaje para una misión de alta importancia. Y tú, Irina, mañana tienes cita por 4 días con los amigos del norte. No hay nada que hacer.

  • Breo, yo soy tu protegida. Hay algún problema con respecto a mí?.

  • No, Miel, contigo no vá nada de ésto. Tú estás al margen.

  • Breo, por favor. Si puedo ser útil, deseo serlo. De qué modo podría ayudar?.

  • No lo sé, Miel. No lo sé.

  • Breo, pasemos a tu despacho, después de darnos una ducha, quizás sepamos algo que nos pueda ayudar.

  • Pueda?.

  • Sí Breo. Soy sólo una invitada y protegida por tí, pero sé pensar y volcarme por alguien a quién admiro.

  • Vaya....Gracias Miel, hagámoslo así, pero no creo que sirva de nada.

  • Breo, Miel tiene razón. Irina no puede hacer nada. Yo tampoco, pero seguro que se nos ocurre algo entre los cuatro. No perdemos nada.

  • Vale Hell. Démonos una ducha y nos reunimos en mi despacho dentro de una hora. Ah y todos vestidos de algún modo, para no distraernos.

Asentimos todos y nos dividimos en dos grupos. Hell se quedó junto a Breo un tiempo más, pero Breo no quiso soltar lo que le parecía una solución, aunque altamente odiosa.

Irina y yo, nos duchamos en silencio y admirando pequeñas muestras del roce de los cueros, Nos secamos y vaporizamos esencia de colonia sobre nuestros cuerpos. Después nos lavamos la boca y los dientes, haciendo gárgaras con un enjuague refrescante.

Nos pusimos unas camisetas y unas falditas cortas, aunque después añadimos una tanga, para estar más decentes.

Y nos fuimos hasta el despacho de Breo, juntándonos con Hell que aparecía en ese instante. Nos besamos con él y nuestras miradas denotaban la gran incertidumbre de una posible solución.

Entramos al despacho de Breo, que estaba aseado, con camisa de seda y pantalones de algodón, sentado en el enorme sofá tomando un vaso de agua. Al vernos, dejó el vaso y se levantó.

  • Pasad y acomodaos. Hablaré del problema de modo general. Después iremos a lo particular y de ahí a buscar soluciones, que no creo las haya.

Nos sentamos en los enormes sofás y atendimos a los comentarios de Breo. Efectivamente, no parecía solucionable por lo que nos comentaba.

  • Breo, entonces se trata de un proyecto nuevo?.......o bien en una modificación?.

  • Se trata de un proyecto nuevo, pero basándose en los puntos firmados. Y no tengo respuesta, ya qué la amiga que se encargaba de ésto, falleció la semana pasada en un accidente.

  • Pero no tenemos una idea de qué podría tener esa chica?.

  • Se podrá saber en dos semanas. Pero mi convenio y acuerdo vencen dentro de dos días.

  • Breo quizás Irina supiese la respuesta y te podría ayudar bastante.

  • No Hell, Irina tiene una misión al igual que la tienes tú. Y Miel, por si estáis pensando en ella, es nueva. No sabe nada de ésto y no cumple las condiciones base.

Después de muchos derroteros, llegamos a la conclusión que de momento no había nada que hacer.

Irina y yo, nos despedimos para ir a nuestra habitación y disfrutar de nuestra primera noche de casadas.

Nos sentíamos todos derrotados.

Nos acostamos las dos juntas y nos besamos con lágrimas pesarosas en los ojos. Nos ofrecimos unas pocas caricias y algunos lengüeteos en nuestros clítoris, que arreciaron y se sintieron dispuestos a proporcionar un orgasmo maravilloso.

Y lo logramos, para después quedar unidas y adormiladas. Casi nos habíamos dormido, cuando irrumpió Hell en nuestra habitación.

  • Chicas, disculpadme, pero tengo un presentimiento. Irina y yo nada podemos hacer por Breo, debido a nuestros viajes programados, pero quizás Miel sea capaz de averiguar que es lo que sucede, Irina se viene conmigo a la cama y tú, Miel vé a la de Breo, a ver si te recibe, que seguro que sí y a ver si logras algo.

Nos despejamos del sopor y al final asentimos. Se fueron los dos y yo me quedé sola en la habitación de Irina. Pensé si debía ponerme un salto de cama o ir desnuda. Me decidí por lo último, pero antes me enjuagué la boca con un elixir de mandarina.

Llegué hasta la habitación de Breo. Abrí la puerta y escuché la TV puesta. Pedí permiso para entrar y Breo, sorprendido me hizo señas que pasase.

  • Qué sucede, Miel?.

  • Nada Breo.....es que Hell no podía dormir y se llevó a Irina. Y al quedarme sola, pensé si podría estar contigo.

  • Claro que puedes tontorrona. Anda vente a la cama, que estoy viendo una peli de ponygirls.

Corrí torpemente y rodeando la cama, me metí en la misma, pegando mi cuerpo al de Breo, que me abrazó y yo coloqué su mano de tal modo que sus dedos rozaran mi pezón izquierdo.

  • Breo, me siento con las manos tontas, así. Puedo coger tu polla?.

  • Claro que puedes. Es más debes hacerlo, me gratificará enormemente, pero no te pases en tus caricias. Quiero que veas esta película, aunque ya lleve un rato. A ver que te parece.

Me sentí de maravilla al lado del cuerpo desnudo de Breo, mientras mi mano izquierda acariciaba la polla suavemente.

La peli era bastante simplona, pero las chicas estaban de maravilla. Los efectos de luz, eran apropiados, pero había algo que no cuadraba.

Seguí viéndola hasta el final y cuando Breo apagó el equipo, me acurruqué contra él y le dije.....:

  • Breo, esta peli está bien para pasar un rato entretenido, pero imagino que se filmaría con el propórito de crear adeptos y gente muy altamente excitada, verdad?.

  • Eso dicen algunos, pero la verdad es que son pobretonas.

  • Tengo una idea para hacerlas mas emocionantes, pero no sé a quién se lo podría pasar.

  • Por ejemplo, a mí. Soy una parte altamente interesada. Además es el problema que tengo.

  • Breo, quieres decir que el problema que nos cortó la sesión es este?.

  • Sí, este mismo. No dispongo de ninguna esclava para la presentación y el guión no podrá salir adelante.

  • Pero me tienes a mí, Breo. No soy una esclava, pero nadie lo notará. Yo soy capaz de hacer esas cosas y muchas más.

  • Miel, eres mi protegida y eso significa que no te expondré a peligro, humillación o salvajada alguna.

  • Breo, si mi protector tiene un problema, su protegida lo tendrá tarde o temprano. Si mi protector está triste, su protegida también lo estará......pero si mi protector admite la ayuda de su protegida, aunque ésta falle, se sentirá siempre orgulloso de ella.

  • Eso es muy cierto. Pero Miel, este mundo no consiste en follar y algunas sesiones de azotes. Hay violencia alta, aunque sujeta a normas. El dolor es fuerte, la humillación muy elevada y las afrentas terribles.

  • Vale Breo, sé que este mundo es algo más terrible de lo que buscaba. Quizás lo aborrezca, pero mientras no reconozca esa parte, podré intentar ayudar a mi protector, al que amo con dulzura, pues me ha permitido casarme con mi amada.

  • Lo cuentas de un modo, que debería decir sí, sin pensarlo. Pero no deseo hacerlo. No puede ser Miel.

  • Breo, mírame a los ojos y dime que rechazas mi ofrecimiento.................