Una vida nueva (Libro 1º - Capítulo 02)
Miel llega a la mansión de Breo, junto a Hell. Sin embargo, los amigos de Hell no están presentes en ese día y momento, por lo que conoce sólamente a Breo, que se apresura a incordiarla con miradas y caricias esporádicas. Miel, descubre los primeros efectos sensoriales de las manos de Breo y Hell. Un beso para TR y para todos mis lectores. Sandra Raquel.
Una vida nueva ( Libro 1º - Capítulo 02)
Visitando a los amigos de Hell
Pude ver a mucha gente variopinta, con vestimentas extrañas, pero que saludaban a Hell, como si fueran amigos entrañables.
Ascendimos unas escaleras, para llegar a una enorme sala, en la que se plantó un hombre maduro, de ojos sencillamente maravillosos.
Hell........que alegría que hayas venido. Y ésta es la chica del cuento?.
Breo, un placer visitar tu casa y efectivamente es la chica del cuento.......de mi cuento.
Hola preciosa, me llamo Breo y deseo darte la bienvenida, antes de que mis ojos divaguen y mis manos no me obedezcan. Hell, habías comentado que salías con una chica maravillosa, pero es que además es sublime.
Me sentía ligeramente abochornada, aunque muy subida de moral, por las palabras que estaba escuchando del anfitrión.
Breo, te presento a Miel..........Miel....este es Breo, uno de mis mejores amigos.
Encantada de conocerte, Breo.
El encantado soy yo, Miel. Bienvenida en buena hora. Pasad que aunque hoy no hay mucha gente, estaremos más cómodos.
Y dónde están los demás?.
Se han ido a la Mazmorra. Irina quería probarse a sí misma.
Una mazmorra?........del tipo medieval?....con escarnio y torturas?.
Miel, la Mazmorra es un nombre simulado y allí la gente es libre de decidir que hacer con su estancia, pero no es una mazmorra cómo tu la puedas haber entendido a lo largo de los libros de historia. Es un lugar más, en donde se junta gente sin complejos.
Ah, vale.....gracias Hell.
Efectivamente Miel, como muy bien dice Hell, es un lugar de reunión de gente sin complejos. Y la verdad es que se pasa bien. Pero bueno pasad y tomemos algo.
Nada más entrar pude fijarme en los hombres y en las mujeres que circulaban tranquila y despreocupadamente.
Y en efecto, mis ropas en muchos casos eran de mucho tapado. Muchas chicas iban con un pecho desnudo, otras con ropas transparentes. Y hasta vi un par de hombres desnudos del todo persiguiendo a alguna de las chicas.
Conociendo a Hell, querida Miel....no te habrá contado nada de nada, verdad?.
Pues no, la verdad es que sólo me dijo que venía a conocer a sus amigos, pero nada más.
Hell, siempre tan cauto.......jajajajajaja.
Breo, no te rías de mí ante mi chica. Cómo la explico todo este espectáculo, a los pocos días de conocerla?....Me hubiera largado antes de tiempo.
Para mis adentros, pensé que Hell tenía toda la razón. Y por tanto no hice comentario alguno, mientras observaba como una de las chicas era atrapada por uno de los hombres que estaban desnudos totalmente. Cómo la abofeteaba repetidas veces en la cara, mientras la sujetaba las manos detrás, con su gran manaza.
Pero algo era extraño y hasta se vislumbraba el consentimiento, pues la chica ni siquiera gritó.
Miel, no te extrañe este tipo de comportamientos. Es un mundo liberal, sin prejuicios. La chica capturada es la mujer de Alex, el que iba desnudo. Ella le exige éso. Y él lo cumple como puede. Es un modo de ver la sexualidad.
Gracias Breo, porque estaba ya asustada.
Jajajajajaja.....lo ves Hell?.......No dices nada y quien es nueva, se siente asustada, algo comprensible por otra parte no te parece?.
Efectivamente Breo, pero.........para mí, mejor mi técnica.
Bueno, aparquemos el tema. Cómo no habréis cenado, me permitís el honor de acompañaros a solas?.
Será un placer Breo..........bueno, salvo que Miel, prefiera la cena con los demás, claro.
No, bueno........quiero decir, que cenar con el anfitrión, me parecerá una idea genial.
Gracias Miel, te enseñaré muchas cosas, pero hablaré de muchas más.......soy un poco pesadín....algunos, hasta me dicen "plasta"........en fín, admito que me gusta hablar.
Breo....Miel.....estoy aquí......yuhuuu.......Yo también ceno con vosotros.
Jajajajajaja, ya sabía yo que no podría ser una noche tranquila.....Vale, Hell...anda ven te dejaremos acompañarnos en la cena.........jajajajajaja...........jajajajajaja.
Mientras así hablaba a Hell, su mano derecha recorría mi espalda y el costado derecho, rozando mi pecho lateralmente. Miré a Hell y sus gestos me indicaban que me alejase todo lo que pudiese de Breo, porque sus manos eran como pulpos.
Pero para cuando quise huir, Breo ya había enganchado mi pezón derecho que retorcía suavemente entre sus dedos. Tuvo que ser Hell, quien me liberara momentáneamente.
Y noté como Breo disimulaba y nos invitaba a entrar en su cenador.
Las dos camareras que nos servirían la cena, iban completamente desnudas y descalzas.
Asimilé lo más rápido que pude aquello, como normal, aunque algo debió ver Breo en mi rostro que le hizo sonreir y decir....
Miel, si te disgusta ver a mis camareras desnudas, me lo dices y las ponemos las ropas que tú, indiques.
No........Breo, no me molesta verlas así. En fin, no conozco nada de estos mundos.......pero no me molesta.
Las dos camareras eran de piel muy blanca y sus tetitas eran pequeñas. No se las apreciaba en la piel, marcas de tejidos, por lo que debían llevar desnudas varias horas.
La verdad es que me gustaba verlas así. Totalmente depiladas y cabellos muy cortos. Uñas perfectas y siluetas moldeadas.
- Bueno, cenaremos tranquilamente y después veremos quién sigue en pie....os parece?.
Asentí en silencio, sin dejar de recordar esos dedos enganchados en mi pezón derecho.
Hell se disculpó, por tener que ir a mear y me quedé a solas con Breo, quien nada más salir Hell, se acercó a mí por la espalda y sin mediar palabra alguna, introdujo sus manos por mi escote hasta pillar mis dos pezones, a los que dio una fuerte presión, pero suave y melosa a la vez.
Me sentí ligeramente desquiciada y llena de sensaciones extrañas, a la vez que agradables.
Dejó de masturbar mis pezones y me pidió seriedad, pues Hell ya estaba regresando.
Cuando entró, ya estaba lo suficientemente calmada, para que apenas se notase mi excitación.
La cena transcurrió tranquila y me enteré de muchas cosas de aquel mundo libertino, aunque no me amilanó.
En mis pensamientos, veía escenas ya grabadas de películas y otras de mi propia imaginación y sabía que me gustaría probar alguna vez éso. Pero claro, como decirlo y ante quién. Mejor era esperar y ver como se iba consolidando todo.
Sentía unas ganas terribles de ser follada por Hell, aunque fuese delante de Breo. Pero mi educación me impedía lanzarme al vacío.
Una vez finalizada la cena pasamos a un cuarto contiguo para tomar unas copas. Breo quiso mostrarnos algunos vídeos de algunas sesiones de la Mazmorra, mientras hablábamos y nos contábamos cosas.
Las cosas que en aquel recinto pasaban eran tan variadas como extravagantes. Había chicas desnudas que hablaban con total naturalidad con hombres vestidos.
Otros que manoseaban a alguna, atada y semidesnuda. Otra que era azotada ante la visión de varios de los presentes, Y cómo yo deseaba saber de ese mundo que me hacía humedecerme, preguntaba a Breo cada dos por tres, sobre diversas escenas.
Observo Miel, que te interesa este mundo. Qué te parece a tí, Hell?.
Breo, creo que simplemente está desbordada. Sí no se ha conocido este mundo, lo normal es hacer preguntas.
Quizás tengas razón, Hell. y Tú, Miel, qué te parece este mundo?.
Yo, bueno.......mmmm....no se, la verdad es que es la primera vez que lo veo. Me parece peligroso, pero no sé nada aún.
Miel, te gustaría probarlo, verdad que sí?.
Oh no, no................realmente no, pero me siento tentada a saber más y más sobre ese mundo.
Breo, déjala tranquila. Es nueva y debe tener un cacao total.
Miel, aunque a Hell le parezca pronto, quizás a tí te interese saber que se siente estando en esa situación. Pídele a él que te desnude delante de mí, que te encadene y te azote suavemente, así saldrás de dudas. Además, a mí ya me conoces y a Hell mucho más. No creo que te sientas muy cohibida.
Miré a Hell, sin saber que hacer o decidir. El, me contestó mudo con un gesto. Y yo asentí, sin saber muy bien lo que hacía, quizás por los efectos del alcohol.
Hell, se levantó de su sillón, se vino hacia mí y me obligó a levantarme, antes de que estuviera en pie, Breo estaba ya a mi espalda desatando el lazo de mi vestido, que cayó al suelo, quedando solamente con el tanga y las sandalias.
Ni siquiera me sentí molesta y si un poco más excitada.
Breo, sujetó mis manos con unas esposas detrás de mi cuerpo, para bajarme a continuación el tanga y quitarme las sandalias.
Respiraba acaloradamente mientras Hell, montaba las cadenas entre dos postes y Breo friccionaba mis pezones hiper sensibilizados.
Cuando todo estuvo montado, Hell me quitó las esposas y alzó mi brazo izquierdo ajustándome la pulsera de la cadena a mi muñeca y de cara a Breo, que sonreía sentado en un butacón, con su copa y un enorme puro en su boca.
Hell continuó con mi muñeca derecha y después con mis tobillos, quedando encadenada en aspa y apoyándome tan sólo en la parte delantera de mis pies.
- Hell, déjala así unos minutos para que sienta las emociones de estar atada desnuda ante admiradores invitados.
Me sentía arrepentida y al tiempo excitada. Demasiado excitada para ser la primera vez que estaba así ante alguien.
Pasados unos minutos y ante la atenta mirada incansable de Breo, comencé a sentir vergüenza de mis jadeos, sin que alguien me hiciera cosa alguna.
- Hell, creo que nuestra Miel está ya preparada para recibir caricias. Que sean suaves pero arrogantes.
Hell se vino hacia mi espalda con un látigo corto. No sabía que sentiría, pero mi excitación pedía a gritos que me lo estampara de una vez.
Antes de que se iniciara el primer azote, entró una de las dos camareras a servir más licor a Breo y a Hell. Ni siquiera reparó en mí, por lo que deduje que aquello debía ser bastante habitual en aquella mansión.
Miré hacia atrás y ví a Hell preparado para descargar el látigo contra mí. Cerré los ojos y esperé a escuchar un chasquido, pero solo senti algo que me rozaba la piel y al instante una punzada de mil sensaciones, que no supe valorar.
Fue tan inesperado, que ni siquiera reaccioné y menos exclamé, pero sentí calor en la parte alta de mi espalda.
Veía la mirada penetrante de Breo, mientras sentía los efectos de aquel primer contacto.
El siguiente golpe lo sentí en mis caderas y solté un leve jadeo, para removerme un poco, cuando me subía el calor del azote.
Mis ojos se entornaron seguidamente, pero el tercer azote me dió en las nalgas y resoplé, contorneándome completamente.
- Hell, déjala que memorice esos efectos y acompáñame un rato para tomar la copa y fumar el puro.
Me sentía extraña, pero altamente excitada. Y no deseaba que me dejase aún, pero no sabía como podía evitarlo. Hell, lo solucionó por mí anunciando otro azote más en mis muslos, que decía me harían vibrar un poco más.
Si hubiese tenido valor, le hubiese dado las gracias, pero me contuve y aguardé el nuevo golpe en mis piernas.
Esta vez, sí sentí el siseo del cuero y el ruido sordo, al chocar con la parte trasera de mis muslos. Me quedé casi muda y sin respiración, para comenzar a jadear, al tiempo que dejaba escapar un leve gemido.
Mi respiración se acentuó y mis tetas subían y bajaban al ritmo de mi respiración. Me gustaba sentir ésto y me agradaba estar atada y expuesta.
Hell se acercó frente a mí y me besó en los labios apretados, mientras dejaba colgado el látigo en mi cuello y callendo el mango sobre el pezón izquierdo y las tiras de cuero cobre el derecho.
Después, se apartó y se sentó junto a Breo, para admirarme, mientras degustaba el licor y fumaba aquel puro habano.
Yo me mantuve quieta desviando la mirada, aunque hacía mover mis tetas, porque sabía que les encantaba el efecto.
No sentía vergüenza de estar desnuda ante los dos, aunque nunca se me habría ocurrido estar así.
Breo, se levantó y se acercó a mí. Cogió mi cara entre sus manos y me lengüeteó los labios, mientras sus dedos rozaban mis pezones abultados, sin dejar de mirarme un sólo instante.
Me sentía a punto de correrme de placer, pero no deseaba hacerlo, porque desconocía lo que aquello pudiera significar para ellos. Y conseguí contenerme, aunque resoplé de placer con las caricias en mis pezones inflamados.
Hell, he de admitir que tu chica es una preciosidad en todos los sentidos y situaciones. Espero que la aproveches muy bien, porque no abunda este género.
Vale, Breo....lo tendré en cuenta.....jajajajaja.
Qué te ha parecido, Miel?.
Miré a los ojos a Breo y supe que debía decir la verdad.
La verdad es que lo he pasado muy bien, pero me da miedo este mundo.
Es lo normal, Miel. Este mundo es peligroso, pero si se sabe con quién se está, puede ser doloroso y placentero, pero nunca peligroso. Tenemos reglas muy estrictas. Ahora te desataré para que puedas acurrucarte con tu acompañante.
Desató mi tobillo derecho, después el izquierdo y me pasó sus dedos por mis pezones inflamados, haciéndome sacar un nuevo jadeo. Finalmente me desenganchó las muñecas.
Y en cuanto pude, me arrimé a Hell, abrazándome a él. Seguía desnuda, pero eso no me importaba lo más mínimo, ya que había estado expuesta minutos antes, a las miradas lascivas de ambos.
Estuve así cerca de media hora, aunque de vez en cuando le rozaba con mis labios, cómo pidiéndole sexo total. Pero Hell, aunque me acariciaba, seguía hablando con Breo, tranquilamente.
Fue Breo, quién animó a Hell a que nos fuéramos y cuando ya me separaba de Hell, para ponerme en pie, Breo pasó su brazo con mi cintura desnuda y me dijo, delante de Hell....:
- Miel, sé que lo has pasado bien. Creo que te gusta ésto. Pero me permitirías dejarte un recuerdo mío para unos días?.
No supe a que se refería. El al ver mi cara interrogante, me dijo que se trataba de 4 azotes con la fusta. 2 en mi vientre y otros 2 en las nalgas. Así quedarían marcas por unos días y yo me acordaría de él.