Una vez más

Una historia muy bien contada de una amistad prohibida, del fin racional de una infidelidad disfrutada. Sensaciones, sentimientos, racionalidad, sexo y pasión juntos en un relato tan pasional cómo dramático.

Amantes, amigos. Como sea, desde la última vez que habíamos dado rienda a nuestro amor habían transcurrido más de 6 meses.

Los deberes de cada cual en su hogar y trabajo lo hacían difícil. La ocasión por fin llegó, después de varios meses de no vernos al fin terminaban y cumpliríamos nuestro reprimido deseo de estar juntos y complacernos en todos nuestros deseos. Hablados y comentados, soñados y transmitidos. El momento había llegado.

Al vernos una corriente nerviosa nos cruzó, cuando estabamos juntos un suave beso con los labios y un fuerte abrazo nos hicieron olvidar todo a nuestro alrededor y vivir el mundo solo para nosotros.

Nos saludamos y nos dijimos lo contentos que estabamos de por fin reunirnos y poder hacer realidad nuestros deseos.

Tomamos el auto y nos dirigimos a un lugar donde poder refugiarnos para dar rienda suelta a nuestro apetito mutuo. Mientras nos conducían al sitio elegido, abrazados en el asiento trasero nos tocábamos y besábamos presurosos y deseosos de llegar pronto a nuestro lugar.

Cuando por fin llegamos, entramos al departamento y dejamos nuestras cosas a un lado para dedicarnos a abrazarnos y besarnos apasionadamente, nuestras bocas se unieron en besos llenos de ganas, las lenguas se entrelazaban en una lucha por atraparse una a otra.

Las manos volaban de un lado a otro acariciando sobre las ropas las formas de nuestros cuerpos.

En medio del gusto de los besos él comenzó a soltar la ropa de ella, la blusa salió primero y luego las manos se dieron a palpar los pechos sobre la tela del sostén. Ella rodeaba su cuello besando sin cesar. Luego las manos se deslizaron sobre el botón del pantalón que ella llevaba, soltándolo y enseguida bajando el cierre, permitiendo así que el pantalón se deslizara cayendo por entre sus piernas hasta el suelo. Un pequeño pasito a cada lado y quedo ahí frente a su hombre en su conjunto interior negro, las manos de él acariciaron los glúteos agarrándola con ambas manos y apretándola contra su cuerpo, ambos estaban muy excitados. Sin dejar los besos las manos fueron tras la espalda de ella para desabrochar el sostén y así liberal los pechos del encierro, ella se sorprendió gustosamente al sentir aflojar la presión y sus besos se hicieron más intensos.

Ahora ella se dio a la labor de desnudar el cuerpo de su hombre, comenzando por desabotonar su camisa hasta abrirla y sacarla para así luego acariciar con sus manos el pecho y abrazarlo fuerte con más besos.

Enseguida se puso a soltar la correa del pantalón, desabrocharlo, bajar el cierre y deslizarlo hacia abajo hasta quitárselo, el slip de él apenas podía contener la presión de la excitación, su miembro duro deseaba ser liberado pronto. Ya casi desnudos, solo con la ropa interior, él la recostó en la cama y al observarla pudo ver como la excitación había mojada la tela de su calzón, por unos instantes se puso sobre ella y la besaba acariciándola, ella lo empujó llevándolo a la cama, donde el quedo de espaldas y ella, subiendo sobre él, comenzaron a acariciarse y besarse con sus cuerpos ansiosos ya por satisfacerse. Ella se movía sin parar sobre el, ambos restregaban los cuerpos, unidos en la zona de sus sexos, el sostén de ella finalmente fue quitado y sus senos desnudos fueron atrapados en las manos de él, quién sin demora comenzó a besarlos, chuparlos y comerlos, golosamente, ella en tanto en posición semi-sentada restregaba con fuerza su sexo sobre el bulto duro entre sus piernas.

Entonces, deteniendo los besos a sus pechos anunció que quería saludar a su amor, y deslizándose se ubicó con su cara justo sobre el sexo de su hombre, entonces quitando el slip desnudó el tronco de carne, duro por ella, y lo aprisionó entre sus dedos comenzando una serie de tiernos y deliciosos besos sobre la cabeza del pene, para luego abrir su boca y comerlo con gusto delicioso.

Entonces ella ya quería más. Nuevamente volvió a sentarse con las piernas abiertas sobre su hombre, y otra vez refregándose contra él comenzó a buscar su pene, y él acariciando su cuerpo busco entre sus piernas para tocar su vulva húmeda, y corriendo a un lado la tela del calzón descubrió el sexo de ella para sentir cerca de su pene el calor de la ardiente mujer. Así ubicados ella le pidió que la penetrará ya... entonces comenzaron a jugar, ella tomo el pene de él y lo llevo dentro de su vulva... pero él resistiendo su deseo la penetró solo un poco, nada más para hacerla sentir su pene, entonces ella riendo comenzó a buscar más penetración y él la mantenía a distancia afirmándola de las caderas. Así la evitaba varias veces hasta que repentinamente la soltó logrando penetrarla de una sola vez profundamente, ella gritó y luego comenzó a gozar del pene que se había refugiado dentro de su cuerpo... subiendo y bajando comenzamos un ritmo sexual que solo nosotros conocemos y logramos... Jugamos así por mucho rato... hasta que sentí un deseo de acabar, pero lo contuve y me retire de tu cuerpo para respirar... Ella se aparto un momento y bebió un poco de bebida para bajar el calor... el luego la atrajo hacia el él nuevamente y sentándola sobre su sexo comenzó a rasgar la tela del calzón hasta descubrir absolutamente el sexo ardiente, luego de retirarlo completamente la levantó para tocar su vulva y acomodando su pene la volvió a penetrar siguiendo el rito sexual. Hasta que se hizo necesario un nuevo descanso.

Ella se tendió hacia un costado y él se acercó a ella por atrás rodeándola con sus brazos y acariciando su cuerpo. En esta posición la besaba en el cuello y la nuca para luego buscar penetrarla desde atrás... ella facilitó la entrada acomodándose para así comenzar a recibir otra vez el pene duro de él dentro de su cuerpo, el entonces le dijo que sería saludar lo que era solo suyo, su ano, y separando un poco sus glúteos humedeció su dedo dentro de la vulva de ella para así acariciar suavemente su ano y luego llevar su pene hasta la entrada estrecha, clavándola con suavidad ubicó la punta de su cabeza en el pequeño orificio y abriendo más sus glúteos penetró un poco con su punta... ella se quejo del dolor y pidió una pausa, el la complació y volvió sobre su ano con un golpe más fuerte que le permitió introducir su cabeza completa, como ella se quejaba aún, el la dejó relajarse y no avanzó más diciéndole que estaba bien, no más por ahora ya que solo era el saludo, pronto abría una penetración absoluta a lo que ella dijo "si mi amorcito, todo" entonces retire el pene de la entrada de su ano para buscar un poco más atrás la entrada de su sexo, húmedo y caliente que lo recibió con todo gusto y lubricación... deslizándose hasta su interior a plenitud.... lograda la penetración comenzaron una serie de movimientos para acrecentar las sensaciones de placer, ella se cargaba contra el intruso y él buscaba penetrarla más cada vez... así ubicados él la invitó a mirar hacia arriba y ver reflejados sus cuerpos unidos haciendo el amor, rieron para seguir su juego, el la levantó sobre si, manteniéndola penetrada y así observó su cuerpo de mujer poseído por él.

Como parecía venir ya el placer, optaron por tomar un descanso y refrescarse ambos tomando una bebida fría, así bebieron mientras conversaban de lo delicioso que era amarse con las ganas de ellos.

Entonces nuevamente los besos unieron sus bocas y sus cuerpos se buscaron en caricias y calor. Ella le sonrió con ternura y picardía y le dijo que se daría un gusto ahora, y se deslizó hasta ubicarse sobre el sexo duro y caliente de su hombre, comenzó a acariciarlo con su mano, hasta tomarlo, luego comenzó a besarlo tiernamente, como si lo mimara, con su lengua acariciaba el contorno de la piel, recorría de arriba abajo y otra vez arriba, luego lo ponía dentro de su boca y lo chupaba cerrando los labios alrededor y penetrando su boca en un juego ardiente, su lengua no dejaba de tocar la piel más sensible, así recibía placer a montones desde su pene hasta recorrer su cuerpo, él podía observar la escena sobre el espejo, viendo a su mujer dedicada absolutamente a satisfacer su deseo por disfrutar de su pene tanto como él disfrutaba del placer que recibía... ella lo retiró de su boca para mirar y preguntarle a él que sentía y él respondió que se sentía volando de gusto... ella entonces miró el pene que tenía atrapado aún en su mano y vio como brotaba suavemente el liquido seminal, lubricando el pene... ella le dijo a él "que es eso? Se está mojando mi amorcito..." y luego posando su lengua sobre el pene la mojó con el semen y limpió la cabeza con una chupada exquisita, para luego decir que era muy rico... él le ofreció que pronto abría más a lo que ella dijo que lo quería todo. Un respiro se hizo necesario para dar más fuego al placer.

Ella se vino sobre él y se besaron con todo placer, sus lenguas unidas mezclaron los sabores sexuales con gusto y pasión.

Con sus piernas abiertas llevo el pene a la abertura de sus labios donde recibió la penetración en forma total y deliciosa, jugando a cabalgar su potro con lujuria y deseos de más. El la penetraba con fuerzas y la sostenía para ir controlando los arrebatos de ella, así lograba prolongar el gusto por más tiempo. Cuando se acercaba mucho el placer, él sacó su verga húmeda y mojada por los jugos de su compañera y los propios. Entonces reacomodaron sus posiciones y el se puso sobre ella penetrándola de inmediato y manteniendo fuertemente su cuerpo dentro del de ella, y ella solo repetía una y otra vez que era rico.

El se incorporó un poco quedando de rodillas sobre la cama, y la mujer con sus piernas abiertas a su disposición, él la acercó un poco más y en esa forma la penetró otra vez... acariciando con su mano tanto su clítoris y subiendo por su vientre hasta los senos agitados. Con una expresión muy picara en su rostro y sosteniéndose le pidió a él que la clavara por su ano... ella quería más y acercándose mas buscó su pene hasta ponerlo justo en la entrada de su ano, él la dejó hacer ofreciéndole toda su erección y ella comenzó a moverse buscando la penetración, poco a poco iba abriendo camino, el empujaba un poco y ella retrocedía para luego volver con un nuevo movimiento de caderas autopenetrándose un poco mas, la cabeza entera logro ubicarse dentro de ella, pero el grosor del pene le provocó todavía dolor y ella prefirió relajarse y darle mas tiempo. Sin perder tiempo, el la sostuvo por las caderas y aprovechando la posición puso su pene entre los labios vaginales, los cuales se abrieron en un tibio beso invitando al resto de la penetración, completa.

Ella al verse así poseída le pidió que la penetrará sosteniendo sus piernas en alto, era su fantasía hacerlo así, como en una fotografía que él le había mostrado. Complaciéndola levantó las piernas de ella y apoyándolas sobre sus hombros, la penetró directamente entrando con una profundidad mayor... ella gemía y daba quejidos de placer con cada embestida, pues solo decía que era rico, muy fuerte y profundo... estaba encantada, mientras la penetraba acariciaba sus piernas y veía como ella se abandonaba al placer.

Cuando la situación alcanzó este punto él sintió que su sexo ya necesitaba descargar todo el placer acumulado, y ella por su parte había entrado en un trance sexual de arrebato total, se quejaba y gemía por las sensaciones a través de su cuerpo, así él bajó las piernas de ella y las dejó abiertas sobre su cuerpo y se apoyó con todo su peso sobre el cuerpo de ella, penetrándola con fuerza y deseos ya incontrolables... sus manos pasaron de las caderas de ella levantándolas para sentir más cerca aún su sexo de él, luego se fueron sobre los senos apretujándolos y mordiéndolos a la vez, mientras con su pene entraba y salía a un ritmo fuerte y en aumento... en el trance la besó y ella respondió con una lengua ansiosa, las manos pasaron luego sobre ella para afirmarse mejor desde el borde de la cama para así penetrar con más dureza y fuerza el cuerpo de su mujer amada. Las manos de ella se aferraban fuertemente sobre los glúteos de él, como para impedir que saliera de su cuerpo y empujándolo más cada vez... En ese momento elevó su rostro para mirarla y ella movía la cabeza de un lado a otro gimiendo por placer... al verla así de descontrolada su pene ya no pudo aguantar más y explotó en placer apretando muy fuerte para vaciar su pasión en ella... 2 fuertes sacudidas dieron paso a una carga en la que su tronco pareció endurecerse más y las paredes de la vagina de ella comenzaron a convulsionar apretándolo con calor y humedad... ella respiraba entrecortadamente y gemía y daba grititos hasta que exhaló fuertemente y su orgasmo la arrebató, luego de unos segundos de silencio y con los sexos palpitantes aún muy unidos y manteniendo un suave ritmo, ella comenzó a llorar, sus gemidos pasaron a un llanto suave pero claro, lagrimas asomaron a sus ojos y se deslizaron por la mejilla.

El al verla se preocupó, pues no supo que había pasado para que ella llorara, cuando se serenó le preguntó que porque lloraba a lo que ella respondió muy emocionada "es por el placer que me das".

Aún estuvimos por un buen rato más unidos por nuestros sexos y mirándonos a los ojos tras tan tremenda descarga de amor.

Tras lo ocurrido la mente de él volaba, rapidamente tuvo un momento de angustia y confusión que lo hicieron temer, temer por lo fuerte del momento, ver hasta que punto se entendian, y pensar que una relación así solo cabía como la realización de sus fantasias.

Dudaba, pués no quería solo amarla por placer, no quería engañar y mentir para poseerla, no quería pensar en que ella estaba enamorada, no quería perderse en reflexiones... y pensó y creyó que era mejor acabar ya.

"Me voy" le dijo a ella, sentándose en el borde de la cama, ella aún disfrutaba los últimos placeres de su orgasmo así que lo miro con sorpresa. El insistió y le repitio que ahora se iba, entonces ella le pregunto por qué, que pasaba? EL trató de explicarle algo... y luego fue a la ducha... los pensamientos lo confundían pues como asimilar esa racionalidad con el placer recién obtenido, la idea de pertenencia del corazón de ella era muy fuerte, pues no deseaba su vida, ella tiene ya su vida. Pero al mismo tiempo, el amor y amistad entregados por tanto tiempo pesaban al otro lado... al entrar al agua ella llegó atrás... y viendo que se duchaba le preguntó ¿te vas a duchar ya?... no lo creía aún... él solo le respondió con un SI... pero dentro su mente dudaba... esperaba algo, un no se qué que lo sacara de ese trance tan racional, se había reunido con ella para tener días de amor, días de entrega mutua, días de sexo, días de amistad, y sin embargo ahora se iba... "haz algo" pensaba dentro, pero su coraza exterior era dura y ella no insistió. Luego salió a vestirse... y ella en silencio le seguía... y también comenzó a vestirse. Una vez vestidos el se aproximo a la salida y la miró, ella terminaba de arreglar su ropa y le pidió un por que... él trató de explicarle lo que pensaba, las palabras eran difíciles de sacar, tratando de no herirla pero de aclararle lo que creía. Ella le escuchó y trató de entender. Era difícil cualquier intento. Después ella dio argumento para entender y buscar un motivo cierto. Compartía lo que le decía él. Pero asimilarlo era lo complicado. El la invitó a salir ya y ella entonces comenzó su resistencia, y le recordó que había venido a estar con él, le dijo que ella lo amaba, que lo necesitaba. El la escucho y una corriente pareció correr por su espalda, y trató de disuadirla en sus palabras. Ella entonces lo invitó a que leyeran juntos, antes de irse, las historias de amor que tenían para disfrutar juntos, él lo pensó y vió que al leerlas acabarían otra vez en la cama haciendo el amor... lo más rico, pero con una fuerza inusitada, se negó... y la volvió a invitar a salir ya. Ella entonces, viendo como la situación parecía no tener vuelta, se sumió en sí misma, mostrando pena y rabia, se le veía, y luego de algunas palabras dijo aquellas que a él lo conmocionaron "si me dejas no me quedara otra cosa que volver a mi casa y ponerme vieja" ... "mi vida contigo tiene ganas, fuerza..." "haz sido lo mejor que he tenido en toda mi vida..." "cuando una mujer como yo iba a creer que podría vivir todo lo que me haz hecho sentir...". El pensaba como podía dejar a esa mujer que era todo fuego y pasión con él, que se entregaba sin restricciones, que le daba todo tu ser. Luego de silencio y sollozos calmados la abrazó, y la besó suavemente. Y trato de explicarle una vez que la realidad era diferente, y que teníamos que asumirla por su propio bien.

Ambos pensaban cosas a mil por hora... ambos callaron, ambos finalmente... salieron. Juntos fueron hasta la estación para viajar. Ella lo acompañaba a todos lados sin separarse... como queriendo despertar de un mal sueño y olvidar todo eso como una mala pesadilla... pero era verdad, y pronto él tomó el taxi y con rápido beso en sus labios... la dejó.

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