Una venganza que salió mal.
Esta historia que les voy a contar es fidedigna y me ocurrió hace ya tres años. Por esas fechas, mi pareja y yo trabajábamos en una empresa de encomiendas, yo no soy una mujer espectacular pero si muy simpática. Mi esposo por su parte aunque no era muy lindo, estaba bien formado.
Hola mis íntimos lectores, hoy les traigo una historia un poco triste por su final, pero como esta amiga me pidió encarecidamente que se las transcribiera tal como sucedió, así que solo le agregue un poco mas de detalle. Las imágenes me las envió ella y me aseguro que son suyas.
Ahora sin más preámbulos, Los dejo con esta nueva aventura.
Esta historia que les voy a contar es fidedigna y me ocurrió hace ya tres años. Por esas fechas, mi pareja y yo trabajábamos en una empresa de encomiendas, yo no soy una mujer espectacular pero si muy simpática. Mi esposo por su parte aunque no era muy lindo, estaba bien formado.
Habían amigos tanto míos como de él, que me echaban los perros y me piropeaban, claro está, nada de esto lo hacían delante de mi esposo y yo por mi parte no le comentaba nada, primero por no formar una bronca entre ellos y lo tomaba como cosa de los hombres que piropean a cualquier mujer para ver quien cae. Bueno y en el fondo me hacía sentir muy bien saber que aun despertaba pasión en los hombres. Aunque amo a mi esposo hay que ser mujer para saber a lo que me refiero.
Nos conocimos en la misma empresa y después de algunas salidas, terminamos teniendo sexo y de ahí a los meses nos emparejamos. Alquilamos un apartamento Aunque vivimos juntos 10 años, nunca nos casamos, lo teníamos pensado, lo hablamos mucho, pero nunca dimos ese paso aunque éramos marido y mujer con todas las de la ley.
Yo trabajaba en la zona de recolección de encomiendas mientras mi esposo trabajaba viajando en uno de los transportes. Esta empresa es grande con muchos camiones de diferentes envergaduras, y mucho personal en cada dependencia.
Un día, después de recoger varias encomiendas, me dirijo a la zona de carga para entregar los reportes y me consigo con un grupo de choferes hablando de sus aventuras. Me detengo un poco para escuchar la charla oculta tras uno de los camiones.
Ellos charlaban de las amantes que tenían en los pueblos a donde iban y por su conversación, no había ninguno que no le pegara los cachos a su mujer.
Esto me molesto mucho. Salgo de mi escondite y entregándoles los reportes les digo.
─ Seguro que mi marido anda en esas igual que ustedes. Todos son unos cabrones.
─ ¿tu esposo?─contesto uno de los amigos─. ¡Que va si uno es fiel a su esposa es el! Nunca he conocido un hombre tan abnegado con su matrimonio como él.
Yo no me creí ese cuento para nada. Después de unos días, mi esposo llega a casa, y para mi sorpresa. Tenía un beso marcado con lápiz labial, en la espalda de su camisa.
La bronca que me monte fue de espanto. (He de confesarles que por esa época yo era una celopata al 1000%) Tuvimos una discusión tremenda, pasamos varios días molestos incluso lo mande a dormir al mueble a pesar que me juro de mil maneras que él no había hecho nada y que de seguro eso era una jugarreta de sus compañeros de trabajo.
Para más leche, esos días coincidieron con mi cumpleaños, y aunque siempre pedíamos ese día para pasarlo juntos. En esta ocasión no fue igual, imagine que por lo molesta que estaba, mi marido decidió poner distancia entre los dos por un tiempo.
Estando en mi puesto de trabajo, llega uno de mis compañeros.
─ ¿Qué haces aquí? ¿Por qué no estás con tu esposo celebrando? Me pregunto
─ ¡le salió un viaje urgente! Y para confesarte aquí entre nosotros, estamos un poco molestos, le descubrí una aventura.
─igual tienes que celebrarlo ¿Qué tal si a la hora del almuerzo voy por algo para brindar?
─está bien, por mí no hay problema-. Le conteste y seguí con mi trabajo.
Como lo prometió mi compañero, fue por unas botellas de ron y nos dispusimos a beber. Aun después de estar en nuestros puestos de trabajo, continuamos tomando. Como las taquillas de recolección de mercancía estaban una al lado de la otra, nos pasábamos la botella uno al otro, y así estuvimos por largo rato.
Llego un momento en que el alcohol ya estaba haciendo estragos en mi cuerpo y el de mis compañeros sobre todo las mujeres, yo por mi parte no me podía mantener en pie.
Una de mis compañeras, se acerca para ver cómo me encontraba y al ver mi estado.
─oye linda ¿te sientes bien? Veo que estás muy ebria─, me dice.
─jajajaja si estoy que me caigo de la pea─. Le confesé balbuceando
─ ¿por qué no te recuestas un rato? nosotros terminamos acá ya es casi hora de cerrar,
─ ¡ok… pero solo un rato!
Mi amiga me ayuda y vamos a las dependencias donde descansan los choferes, caminamos por el pasillo y fuimos al último cuarto. Eran habitaciones pequeñitas con una cama individual y una mesita para colocar las cosas. Me subo a la cama y ella me avisa que va cerrar la puerta con la llave y que luego pasa a ver como sigo.
No sé cuánto tiempo estuve dormida, pero en medio del sopor, siento unas manos tocando mis senos por sobre la blusa. Era una caricia suave y deliciosa. Pensé que era mi marido y al abrir los ojos…
─ ¡¿Oye que haces?!─, era uno de mis amigos, le retiro las manos y él me dice.
─ ¡Ya que tu marido disfruta con otras como tú dices, creo que tú deberías hacer lo mismo!
─ ¿estás loco? tu eres mi amigo y no pienso hacerle eso a mi esposo.
─ Bien por ti, pero lo más seguro es que el en estos momentos tenga ensartada a alguna de sus amantes.─ estas palabras me taladraron la mente dejando salir la ira acumulada, junto con todas mis dudas y la más persistente era imaginar a mi marido entre las piernas de cualquier prostituta. Esto disparo el interruptor.
─ ¿sabes qué?... ¡Tienes razón! ¿Por qué va a disfrutar el solo?
Lo jalo hacia mí y le doy un beso de lengua. El rápidamente me abre la blusa, aparta el sostén y comienza a mamarme los senos, pasaba de un a otro, chupaba mis aureolas y luego pasaba su lengua a todo lo largo de mis senos. Se los comía literalmente.
Su otra mano comenzó a soltarme el pantalón y ya sabía lo que venía. Le apreté su verga por sobre la tela y se sentía bien grande y parada. Me entro como un desespero en el cuerpo, quería tenerla en la boca.
Lo empuje para que se acostara sobre la cama, le quite la ropa y quedo su pene erguido ante mí. Me acerque, lo olí y comencé a pasarlo por mis mejillas, saque la lengua y la pase lentamente por el glande y luego, abrí mi boca y metí todo ese pedazo de carne en mis fauces, lo empuje hasta mi campanilla y lo saque suavemente mientras lo apretaba con mis labios.
Le di una mamada magistral sintiendo cada vena, cada pliegue con mis labios y mi garganta. Lo disfrute como nunca, pero ya estaba saliendo su babita, lo que indicaba que ya estaba listo para el próximo paso.
Me quite el pantalón y las bragas como pude. Me acomode sobre él y tomando su verga, la fui guiando para ensartarme yo solita en esa verga. La metí toda hasta dentro. Ya bien ensarta comencé a moverme lentamente.
─ ¿esto es lo que querías cabron? ¿Meterme tu verga toda así? ¿Toda tu rica verga? ,,,, ¡AAHHHH déjame decirte que esto está bien rico, apriétame por las nalgas y dame duro!.
En esa pose, me tomo por las caderas y me afianzo bien sobre su verga y comenzó a darme envestidas duras. Yo me doble y puse mis senos sobre su boca para que los succionara mientras me daba esa cogida sublime.
─ ¡OOOHHHH! ¡Qué rico papa, sigue así, me vas a hacer acabar! ─. Ese momento el hablo.
─ ¿eres mi puta?─. Me dijo
─ ¿Qué dijiste?- le pregunte contrariada.
─ ¡di que eres mi puta si quieres acabar!
─ ¡no pienso decírtelo!─, le recrimine, cuando siento una fuerte nalgada.
─ ¡HHAAYYY! ¡SII ESTA BIEN SOY TU PUTA!─. Repítelo me dijo.
─ ¡SII, SIII SOY TU PUTA, DAME DURO, REVIENTAME SOY TUYA, TU PUTA!─. Aunque pareciera increíble cada vez que lo repetía, sentía una ola de placer por mi cuerpo, por lo que me deje llevar y…
─ ¡DAME CABRON, SOY TU PERRA! ¡AAAAAAA, SI ASI, SOY TU PUTA, SACAME LA LACHE Y DAME LA TUYAA! ¡LLENAME TODO MI COÑO CON TU SEMEN, MI COÑO DE PUTA ES TUYO AMOR!
Nos dimos la vuelta, se colocó sobre mí, yo levante mis piernas hasta pegar las rodillas en mi pecho. Y en esta pose con mi coño en flor abierto para su verga. Me penetro llevándolo todo lo que pudo dentro de mí.
─ ¡AAAHHHH! ¡SI PAPI HASME TUYA, DAMELO TODO ACABA CONMIGO!
El orgasmo me vino exquisito y justo ahí él se vino también.
─ ¡AAAAA! ¡NO PUEDE SER TE ESTAS VINIEND DENTRO DE MÍ! ¡ME HICISTE TUYA! ¡ME DISTE TU LECHE! ¡AAAHHH! ¡SOY TU PERRA PAPI, SOY TU PUTA!
Acabe muy fuerte, fue un orgasmo largo y placentero. Con el estado de cansancio y alcohol en mi cuerpo. Me quede dormida de nuevo.
Siento caricias de nuevo. Me están besando, pasan la lengua por mis labios, luego me chupan uno, para pasar al otro, mantiene mi labio en su boca chupándolo y pasándole la lengua. Pienso “es este cabron otra vez, no tuvo suficiente y cree que como ya me cogió puede hacerlo cada vez que quiera, lo voy a dejar hacer un rato y luego me lo sacudo”
Una mano entra en mi coño, dos dedos se van profundos en mí y chapotean con el semen y flujo que tengo dentro, siguen los besos, son más apasionados, tiernos parece que el hombre quiere hacerlo con cariño.
Los dedos salen, los está pasando por mis labios, siento gran cantidad de semen ¿o flujo? Tal vez los dos “¿el cree que me voy a comer su semen? Es bien equivocado nunca lo he hecho y menos con el”
¡Qué sorpresa! Siento los labios otra vez, se está comiendo todo lo que puso sobre mi boca mientras me chupa. Repite la operación pero esta vez mete su lengua llena de semen en mi boca. “ya es suficiente, no lo puedo dejar hacer más” y abro los ojos ¡NO LO PUEDO CREER! Es mi amiga, esta sin camisa, con los senos al aire pero aún tiene los pantalones.
Me mira sonriendo.
─hola. Quiero confesarte algo ¡tú me gustas desde hace mucho tiempo y quiero hacer el amor contigo! ¡Y en tu posición no creo que puedas negarte! ¡Así que lo mejor es que disfrutemos el momento!─. Se coloca sobre mí y comienza a comerme la boca mientras restriega sus senos con los míos.
En principio me negué un poco, pero luego abrí mis labios y deje su lengua entrar en mi boca, tenía un sabor extraño, como les dije era la primera vez que probaba el semen y lo está haciendo de la lengua de otra mujer.
Comencé a acariciarla lentamente como ella me hacía y ya los besos eran muy apasionados, nos besábamos con delicia, nos chupábamos las lenguas y en un momento ella hizo algo que jamás había experimentado.
Tomo mi cara y me hizo abrir la boca, luego ella se separó unos centímetros de mí, abrió la boca saco su lengua y en la punta, tenía una bola de saliva viscosa que fue cayendo lentamente directo en mi boca. La trague y ella lo volvió a hacer dos veces más. Siempre terminaba tragando su saliva.
─ ¡te has portado muy bien!-. Me dijo─ ¿es la primera vez que comes saliva de otra mujer?
─ Sí, solo la de mi marido y eso cuando nos besamos.
─ ¡es igual que tragar semen!- me contesto.
─ ¡pero es que mi no me gusta el semen! ¡De hecho acabo de probarlo contigo!
─ ¡eso está mal!─, se levantó, se terminó de desnudar, vino hacia mí y se metió en mis piernas, sentí como con sus dedos abrió mis labios vaginales y metió su lengua, la revolvía dentro de mí, metía los dedos y se los chupaba.
Cuando subió de nuevo hacia mi boca, tenía una gran cantidad semen que había recolectado de mi coño.
─ ¡no por favor! ─, le dije. Ella coloco un dedo sobre mis labios, luego se acercó, pego sus labios a los míos y metía su lengua llena de semen poco a poco, me daba pequeñas dosis y yo las tragaba lentamente. Decidí que ya era hora de claudicar así que la tome por la nuca, la apreté muy fuerte sobre mis labios, abrí la boca y metí mi lengua en la de ella.
El torrente se semen cayó en mi garganta cuando ella separo sus labios. Como pude lo retuve, lo acomode en mi boca y comenzamos a jugar con el entrelazando nuestras lenguas, no lo tragábamos, lo usamos como lubricante para que nuestras lenguas se deslizaran mejor.
Ella bajo su mano y comenzó a masturbarme. Era de pronóstico, me hizo una paja fenomenal y hay estaba yo teniendo mi segundo orgasmo del día, de las manos de mi amiga y con mi boca repleta de semen de mi amigo.
Trague todo el semen junto con mi orgasmo. Luego ella me abrazo, nos dimos unos besos y me dijo que era hora de darle placer a ella. Así que se dio la vuelta y puso su coño directo en mi cara, la tome de las nalgas y clave mi cara en su entrepierna,
Le comía el coño como si fuera el manjar más rico que hubiese probado, tenía mucho flujo el cual bebí todo. Chupaba sus labios, le comía el clítoris y luego iba a su raja otra vez para beber todo el flujo que le sacaba.
─ ¡AHHHHH ASI PUTA COMEME EL COÑO QUE YO SE QUE TE GUSTA, BEBETE MI LECHE!─. Me decía muchas guarradas mientras la mamaba. Ella a su vez me mamaba y hablaba para alentarme con lo que hacía.
─ ¡ESOO ASI ZORRITA ¿TE GUSTA MI CUCA? ¡COMETELA TODA QUIERO ACABAR EN TU BOCA PUTA!
Estábamos en un 69 espectacular, cuando siento que me está introduciendo algo en el coño. Me pareció muy grueso para ser un dedo. Trato de adivinar que es por el tamaño, me parecía un consolador, la dejo hacer y sigo con lo mío. Haciéndola disfrutar comiéndole el coño. Pero su mamada en el clítoris y el vaivén de lo que me tenía metido en el coño, me estaban llevando al cielo.
─ ¡AAHHHH! ¡CABRONA ME VAZ HACER ACABAR OTRAVEZ CON ESE CONSOLADOR!─. Ella se ríe y me dice.
─ ¿SI MI PUTA… CREES QUE CON TANTA VERGA QUE HAY ACÁ, VOY A USAR UN CONSOLADOR CONTIGO?
Al terminar de moverse, puedo ver que es otro de mis amigos el que me tiene ensartada por el coño.
─ ¡¡hay dios!! ¡Dos vergas en un día! ¡No puede ser que puta soy!
─ ¿te la saco?-. Me pregunta mi amigo.
─ ¡NOOO, POR FAVOR SIGUE, DAME DURO Y VACIA TUS BOLAS EN MI COÑO!─, la orden fue acatada de inmediato, y comenzó a darme verga, mi amiga tomo su posición y quedamos otra vez comiéndonos los clítoris mientras mi amigo taladraba mi coño.
Esta cogida fue mucho mejor que la primera. Mientras acababa entre suspiros y jadeos. Me ocurrió algo sorprendente. Dispare chorros de flujo como si estuviera meando supongo que con mi amiga comiendo mi clítoris y mi amigo dándome esas envestidas tan ricas, no podía acabar de otra forma. Me vacié, deje toda la cama, la verga de mi amigo y la boca de mi amiga full de flujos, moje todo!!
Estando en esa mega acabada.
─ ¡AAAHHHH! ¡OOOHHHH!─, viniéndome con todo. Siento el regalito de mi amigo, si me dio toda su leche en el coño.
─ ¡AAHHHH! ¡DALE PAPI SOY TU PERRA! DEJA TODO TU SEMEN EN MI COÑO! ¡SOY UNA PUTA!
Segundo hombre llenando mi coño de semen en menos de un día, nunca pensé que yo haría algo así, pero allí estaba, cual puta de burdel despachando a los clientes.
Luego que el chico se retiro, mi amiga tomo una botella de ron que no había visto hasta ese momento y me dio un trago.
─ acuéstate.─ me dijo, y comenzó a acariciarme todo el cuerpo.
Era como que no quería dejar ningún sitio de mi cuerpo sin manosear, los senos, el vientre y así llego a mi coño, donde se esmero en limpiar con su lengua, todo el semen y flujo que tenía en medio de mis piernas. Después de llagar a mis pies, me pidió que me volteara y comenzó el mismo tratamiento de besos y caricias por mi espalda. Empezando desde el cuello, fue bajando, besando, lamiendo, sobando, hasta que llego a mis nalgas.
Alternaba besos y mordiscos suaves mientras las apretaba cada una con sus manos. Paso su lengua a todo lo largo de ellas para luego separarlas y darme un beso exactamente en el huequito del culo, luego la lengua, me lamia el esfínter y trataba de meterme la lengua.
Era otra cosa que jamás había hecho y la verdad que la sensación me resulto placentera, y como ya había decidido disfrutar de la noche, la deje seguir, quería sentir todo lo que pudiera disfrutar esa noche. Con ella o alguien más.
─ ¡veo que este culito es virgen!─, me dijo.
─ ¡sii! La verdad que solo he tenido el dedo de mi marido por ahí.
─ ¡te informo que ese virguito va ha ser mío cariño!─, y comenzó a meterme un dedo.
Sacaba y metía el dedo lentamente mientras me daba besitos en las nalgas.
─ espera un momento, ─ me dice, y tomándome por las piernas, me gira el cuerpo y lo acomoda en la posición que ella necesitaba. ─ ¡esto te va gustar mucho mi vida!
Separa mis piernas, se monta sobre mi y quedamos formando una tijera (es una posición que usan las lesbianas para frotar sus coños)
Comienza a girar su cadera dando roces fuertes en mi vagina con la suya, toma la pierna que me quedo levantada y la abraza, apretándola contra sus senos.
─ ¡QUE RICO BEBE! ¡SE SIENTE COMO ESTAS MOJADITA!─ I en efecto, no se equivocaba, me tenía todo el coño aguado con ese rose.─ ¿TE GUSTA BEBE?
─ ¡MMMMM! ¡SII! ¡SIII!
─¡ahora viene lo mejor!─ comienza a sobarme la nalgas, desliza un dedo directo en mi culo, en la posición que estoy, todo el flujo que sale de su coño, se une con el mío y va a parar directo entre mis nalgas humedeciendo todo mi esfínter con esa babita pegajosa que servía como un perfecto lubricante, dejándolo preparado para ella. Estoy muy segura que ella sabía bien lo que hacía.
─ ¡AAA! ¡CON CUIDADO POR FAVORR!
─ ¡CALMATE… RELAJATE Y VERAS COMO TE EMPIEZA A GUSTAR!
La deje hacer y me dispuse a disfrutar del momento, ella seguía restregando su coño con el mío y me daba con el dedo por el ano. En un momento sentí una leve presión en mi esfínter y deduje que había metido otro dedo por el culo, ya eran dos, y aunque sentía un poco de dolor, la sensación era agradable, una mezcla de dolor y placer extraña, pero me gustaba.
Luego de unos minutos ocurrió lo inevitable. Mi excitación subió al máximo y me vino mi tercer orgasmo de la noche.
─ ¡AAHHH! ¡AAHHH! ¡ME VOY! ¡DAME, DAME! ¡ME VOY! ¡AAAAHHHHHHHH! AAAAAAA! ¡COÑO ESTO SI ES RICOOOO!
Me vine a chorros, ella duro un poco más sobre mí, cuando tomo mi pierna como para tener más apoyo, y aprieta su coño contra el mío. Y descarga todo su orgasmo sobre mi coño, siento fluir sus flujos mezclándose con los míos mientras fuertes espasmos hacían sacudir su cuerpo entre mis piernas.
Se desplomo sobre mí y quedamos abrasadas dándonos pequeños besos en la boca mientras recuperábamos el aliento.
─ ¿Qué tal estuvo? ¿Te gusto?
─ para serte sincera, es la primera vez que estoy con una mujer… pero fue estupendo, me gusto demás.
Nos sentamos en la cama, nos damos otro trago…
─estoy muy cansada y sudada quiero darme un baño, ─ le digo… pero
─ ¡no, no!─. Me dice ella─ aun te falta tu regalo de cumpleaños cariño.
Me toma de la mano y salimos del cuarto, caminamos por el pasillo y nos dirigimos a la zona de carga. A esas horas de la madrugada, ya la empresa estaba serrada, y no se veía nadie en el área. Así que caminamos desnudas por todo el patio y nos dirigimos a un sitio donde estaban unas cajas apiladas y varios camiones parados.
Nos metimos detrás de los camiones y al llegar a las cajas apiladas, había un espacio en medio donde había dos colchones juntos para hacer el espacio más amplio. Por el cansancio y la gran cantidad de alcohol ingerida, no veía muy bien, pero pude percatarme que había cinco hombres ¡o tal vez más!, la verdad no estoy segura.
─recuéntate y disfruta tu regalo─. Me dice mi amiga y dándome besitos me llevo junto a los colchones y fue tendiéndome lentamente.
No había terminado de acostarme, cuando comienzo a sentir varias manos recorriéndome todo el cuerpo. Apretaban mis senos, las nalgas, me acariciaban por todos lados. Unas más osadas, se dispusieron a meter sus dedos por todas mis aberturas.
Llego la primera verga y se puso a la altura de mi boca, yo solo abrí los labios y para dentro que se fue. Comencé a mamar la verga con deleite y sentí cuando el primero se estaba acomodando entre mis piernas para usarme, para penetrarme y disfrutarme como una puta a su disposición.
─ ¡AAAGG! ─ me metió la tranca de un solo, la llego bien adentro, sus testículos rebotaron en mis nalgas y comenzó a bombearme como un desesperado, solo buscaba su placer sin importar si me dolía o lo disfrutaba.
Dio varias estocas fuertes y rápidas, y así mismo se vino. Me tomo por las caderas y arqueo su cintura para clavarme la verga lo más profundo que podía y dejo todo su semen en mi cuca. Aunque no me hizo acabar, me dejo bien excitada.
Cuando se retiro, el que me tenía el güevo metido en la boca. Se acostó en el colchón con su verga parada y ya sabía lo que él quería, así que me dispuse a montarlo, yo también quería mi cuota de placer «la necesitaba».
Me deje caer sobre la verga, me acomode sobre mi potro y comencé a cabalgarlo como una endemoniada, quería tener mi orgasmo pronto. Pero por lo visto a ellos no le importaba en lo mas mínimo lo que yo quisiera no necesitara. Uno se acerco y me metió su miembro en la boca asiéndome perder la concentración, pero cuando me acople con ambos miembros y estaba galopando directo al orgasmo, siento una lengua que recorre mis nalgas y va directo a mi esfínter. Lo lame, lo chupa, lo ensaliva todo y luego le deja paso a un dedo que entra y se agita en mi interior como una serpiente.
«Ahora si» lo pienso «voy a acabar a como dé lugar» pero mi determinación se esfumo en un santiamén. El tipo saco el dedo, separo mis nalgas y me metió la verga de un solo golpe.
─ ¡MMMMMMMM! ¡MMMMMMMMMMMM!
Un gemido fuerte fue solo lo que pude emitir, porque la verga que tenía hasta mi garganta no me dejo articular palabra alguna. La punzada fue intensa, como pude levanté mis brazos hacia atrás y lo retuve para que no se moviera.
Le agradecí mentalmente que entendiera mi gesto y se detuviera un rato a esperar que me pasara el dolor. Empezó a meterlo y sacarlo muy lento, ya el dolor no era tan intenso y con la suavidad que lo estaba haciendo fue desapareciendo toda la molestia y comenzó a gustarme.
No sé qué paso, pero en un momento fue como si me pasaran un switch de sexo, de puteria ó algo así. El asunto era que estaba siendo utilizada por tres hombres, a su antojo para saciar su sed de sexo conmigo, pero a la vez, y sin saberlo, me estaban dando el mayor placer inimaginable en el mundo y lo peor de todo era que ninguno era mi marido.
Tres hombres a la vez penetrándome, me sentía la puta más puta de todas y esto me hacía sentir un cosquilleo por todo el cuerpo que terminaba erizándome la piel. Me envestían acompasadamente, podía sentir el roce de las dos vergas que estaban en mis agujeros y la textura de las venas del que estaba en mi boca.
Es imposible describir en palabras lo que sentía en ese momento. Pero si que llego el orgasmo, fue algo alucinante, brutal. Me orine literalmente, era chorros de flujo y orine. Jamás en mi vida había tenido un orgasmo tan intenso y abrasador. Y cuando pensé que todo había terminado, las vergas en mi interior, comenzaron con segundos de diferencia a escupir su semen dentro de mí llenándome coño, culo, y boca al mismo tiempo, esto desencadeno otro orgasmo en mí de menos intensidad pero igual de rico. ¡Sí que lo disfrute!
Quede como desmayada por la intensidad de la venida, pero esto no impidió que ellos moviéndome como una muñeca desarticulada. Cambiaran de posición y que otros tomaran el lugar de los que ya habían terminado.
Así que sin recuperarme, ya estaba ensartada por todos mis agujeros de nuevo. No se ha ciencia cierta cuantos orgasmos tuve, se que fueron muchos, y tampoco sé si eran más de cinco ó simplemente repitieron a cogerme todas las veces que quisieron, pero la orgia con mi cuerpo duro varias horas y después de la primera triple cogida, todas las que siguieron fueron igual, ninguno quería dejar alguno de mis orificios descansar, así que fue siempre tres vergas por ronda, recuerdo que solo mi boca quedaba desocupada para tomar un trago y luego de nuevo el güevo hasta mi garganta.
Hubo un momento en que me desconecte de mi cuerpo, tengo recuerdos como fogonazos, aunque pensé que estaba dormida, las imágenes en mi mente y por lo que me conto mi amiga. Estuve dándome banquete con todos e incluso pedía verga y leche en todo momento, pero la realidad cuando volví en mí. Ya todos se habían retirados y mi amiga me estaba ayudando a levantarme del colchón.
Me llevo a las duchas, me ayudo a bañarme, vestirme y luego me llevo a mi casa en su carro. Se quedo conmigo todo el día atendiéndome y ya en la noche se marcho.
─oye cariño… ya tengo que irme, faltamos hoy al trabajo y tengo que cambiarme para ir a trabajar mañana.
Me dio un beso y se marcho, tomo en cuenta que había pasado todo el día durmiendo. Reviso mi teléfono para ver si mi esposo había llamado, pero nada. Comienzo a llamarlo y a mandarle mensajes y no tengo respuestas, así que me levanto como algo, tomo un baño y me voy a dormir otra vez.
Ya en la mañana llego al trabajo, estaba muy avergonzada por lo que paso, así que hice todo el trayecto hasta mí puesto con la cabeza agachada, no quería ver a nadie. Para mi sorpresa, todos mis compañeros me saludaban como si nada hubiera pasado. Pero el malestar que sentía aun en mi coño y culo decían todo lo contrario.
Tenía pocas horas en mi puesto, cuando mi amiga se acerca riéndose y me dice…
─ ¿vistes esto? ¡La verdad que estos hombres son unos perros!─. Y me entrega su celular para que vea un video donde esta mi esposo y llega un compañero, lo saluda dándole un golpe en la espalda y le deja un beso marcado.─ ¡jajaja, se marcó los labios en la mano y mancho a tu marido, imagino la grande que le habrás montado con lo celosa que eres!
─ ¡NO PUEDE SER!─. Fue lo que atine a decir.
Desde ese momento, lo llame y le mande como mil mensajes pero en ningún momento obtuve respuesta de el. Más tarde, mi jefe habla conmigo por la falta del día anterior y le dije que estaba mal del estomago y otras mentiras mas. Por lo visto, el no se entero del bacanal que montaron en la empresa conmigo como protagonista.
En casa, me dispongo a llamarlo de nuevo, pero igual no contesta, así que le mando un mensaje de voz pidiéndole mil disculpas y anexo el video que me pasó mi amiga con el truco del beso. La respuesta fue inmediata, me envía otro video sin ningún comentario. Lo abro y…
─ ¡MIERDA… ME JODI!─. Era un video como de unos 45 minutos, aunque no estaba todo, era un dossier muy bien detallado de cómo la pase el día de mi cumpleaños. Había primeros platos de las penetraciones con las acabadas incluidas, tomas de los diferentes tríos y otras tantas tomas de mi rostro, pidiendo verga mientras acababa y recibiendo descargas de semen en la boca, y por mi expresión, se veía que no la estaba pasando nada mal.
La respuesta en mi cuerpo fue inmediata, las lagrimas salieron de inmediato y trate de comunicarme con el por todos los medios sin resultado alguno. Ya entrada la madrugada, con los ojos hinchados y desconsolada, me quede dormida.
Me levante casi a las doce del día, no ve había cambio la ropa y así como estaba me fui al trabajo, ya no me importaba lo que pensara mi jefe, en la situación que me encontraba era lo que menos me preocupaba.
Cuando llegue, como estaba ocurriendo últimamente, mi amiga me estaba esperando en el pasillo de entrada, así que cuando me acerque, me tomo por el brazo y me llevo a una oficina aparte.
─ ¡Estas destruida! ¿Ya te enteraste?
─ ¡DE QUEE!─. Le contesto preocupada.
─ven… siéntate.─ me lleva al sofá y se siento a mi lado─. Tu esposo llamo esta mañana y… puso la renuncia, alego que le habían ofrecido un empleo con mejor remuneración y que comenzaba de inmediato, que luego él se pondría en contacto para finiquitar el papeleo que quedara pendiente.
No me lo podía creer… me entro un desespero inmenso y llore desconsoladamente dando gritos e insultos a toda voz, tanto fue el alboroto que mi jefe llego a la oficina y trato también por todos los medios de calmarme. Incluso me propuso que tomara unas vacaciones adelantadas y buscara ayuda médica.
Pero me negué y le dije que en casa me desesperaría más, que trabajando podría distraerme un poco. Después de ese episodio. Lo llame, le mande mensajes, correos y todo lo que pudiera usar para contactarlo, durante tres meses, todos los putos días.
Pasado varios meses, llegue un día a casa y me di cuenta que él había estado ahí, pero solo fue para llevarse todas sus pertenencias, sin una nota de despedida, sin un adiós, sin nada.
Como lo dije anteriormente. De eso hacen ya tres años. Entregue el apartamento y me fui a vivir con mi amiga, ya no había caso que viviera ahí, sola.
Esa experiencia en mi cumpleaños despertó algo en mi que estaba escondido, esa puta que todas llevamos por dentro y dejamos salir de vez en cuando, pero en mi, ella salió para jamás regresar a su escondite, y yo no tenía ninguna razón para regresarla, mi marido me había abandonado.
Ahora en cada tanto formamos orgias en la empresa hasta el amanecer y aunque no estoy segura. Creo… que todos mis compañeros de trabajo han estado dentro de mí, en todos mis agujeros y han dejado su semen en mis orificios. Soy la mujer de mi amiga y la puta de mis compañeros. Pero ese vacío que llevo en mi corazón que me desgarra el alma, aun no lo he podido llenar y ¿de mi adorado esposo? jamás supe que fue de él.