Una vecinita muy especial

Por fin Afrodita al estrenar su nueva casa cumplió su sueño mas anhelado.

Una vecinita muy especial

Hace unos años habíamos decidido comprar cerca de Madrid una parcela de 2.000 Mts2 donde y mandar a construir una casa para continuar disfrutando de nuestros respectivos deportes y con nuestra vida luego de retirarnos, se encontraba muy cerca del pantano de San Juan, allí existe un club Náutico y varias canchas de padding que es el predilecto de Eros, la situación era muy buena ya que en caso de urgencia estábamos a una hora de viaje desde el centro de Madrid y también de nuestra chalet en La Moraleja.

La casa estaba terminada y nos habíamos tomado unos días para ver como acomodar los muebles y, claro está, comprarlos. Fueron varios los días que nos tomamos por la medidas y otros tantos para elegirlos y muchos mas para acomodarlos y limpiar, fue un trabajo exhaustivo, pero ya habíamos terminado.

Era Viernes, y como todos ellos debíamos ir a Avila donde nos esperaba la reunión con todos nuestros amigos y pasarlo muy bien, pero como hacía frío y luego de tanto trabajo decidimos quedarnos y estar juntos con la compañía de un buen libro a los pies del gran hogar de leña que íbamos a disfrutar, todo esto teniendo presente de que el teléfono no iba a dejar de sonar ya que después de tantos años los amigos no se iban a resignar en pasar un fin de semana sin nosotros, Para aquellos que no comprendan nuestras reuniones, les pido que lean el relato. (Cuando el multisexo es positivo). Escrito por mi hace algún tiempo.

Nos sentamos en el sillón muy juntos y calladamente mirábamos alucinadamente como había quedado nuestro salón estábamos felices, me levanté y me senté a horcajadas sobre las piernas de Eros, lo besé larga y lascivamente, y pregunté; ¿Cuanto hace que no hacemos el amor?. Mi niño.

Cerca de un año. –Contestó-

Sonreí, pienso en todas las chicas y chicos te deben haber tratado muy bien para que no te acuerdes de mi.

Y tu que, también a ti te debieron haber tratado bien para no habérmelo pedido.

Es cierto no solo las chicas, sino también los chicos.

Bueno, creo que con los chicos debes haberte negado bastante, aunque todos debían haberte acosado mucho, pero sé que tu preferencia no son precisamente los chicos.

¿Que te parece si nos vamos al jacuzzi?. nos relajamos, luego comemos para después hacer el amor, hoy necesito de ti mi niño, quiero que seas mi mejor comida y mi mas suave bebida.

Me fui a la habitación mientras Eros estaba preparando el baño, al sacarme los pantalones vi lo mojados que estaban, los olí, y con una sonrisa pensé lo encantada que estaba sintiéndome como una puta, y también en la felicidad de haber encontrado un marido como Eros y en lo felices que somos. Me desnudé y cuando iba a ponerme un camisolín que me llegaba hasta la mitad del muslo, no pude evitar acariciarme y sacar de mi vagina, mis dedos totalmente empapados, los llevé hacia mi nariz para olerlos, esa es una de las cosas que mas me excitan, no solo mis aromas sino de toda mujer en celo y yo en ese momento estaba como una gata en celo.

Me sequé los dedos pasándolos por los pezones, lo hice con una sonrisa pensando que a Eros no se le pasaría inadvertido, es mi forma de perfumarme para mi chico.

Entro al baño y lo encuentro dentro de la bañera chapoteando como un bebe, me reí, ¿Qué tal el agüita, mi rey?.

Maravillosa.-Me contesta- No le puse nada, ni jabón, ni sales, solo son nuestros perfumes los que nos van a excitar.

Entro en la bañera y mi camisolín es el que al pegarse a mi cuerpo deja entrever mis pezones endurecidos, mi rasurado entre mi piel y mi vello es como si estuviera desnuda y solo me cubriera un fino velo, sé que esa visión lo pone a cien, extiendo mis manos para acariciar su pene aterciopelado pasando suavemente mis dedos por su glande y sintiendo en mis manos la dureza que va adquiriendo nos encanta, pasar, casi rozándola la bolsita de sus tesoros, me mira y se sonríe, nadie lo conoce como yo, ni nadie me conoce como él.

Me baja la parte izquierda de mi hombro y deja al aire mi seno izquierdo luego hace lo propio con el derecho y comienza a lamer suavemente mis pezones levanta la cabeza sonríe y me dice.

Veo que te haz perfumado para mi, con el mejor aroma del mundo.

Me sonrío, tu eres el único que lo reconocerías a la distancia, y eso me halaga y me calienta.

Las caricias son innumerables, no somos nosotros los que manejan las manos son ellas las que reconocen el cuerpo amado, Introduce suavemente su pulgar en mi culito mientras otros dedos entran en mi vagina y su índice me acaricia el clítoris, así me enloquezco minuto a minuto y tengo mi primer orgasmo, necesito aire para respirar pero sin perder un ápice mi calentura, ven mi niño lléname el chochito de lechita caliente que me estoy consumiendo por dentro, ahora papito porque es tanto lo que te necesito que siento que me estoy quemando en vida, ponla donde quieras pero pronto, me recuesto sobre el jacuzzi y siento que su miembro va avanzando por mi vagina empieza lentamente a golpearme las nalgas cada vez mas frenéticamente, siento que me voy a correr pero no puedo es una incongruencia sentir que el orgasmo viene mas lentamente pero con mayor poder y no ser controlado, puedo acariciarme el clítoris a así acelerarlo, no quiero, debe ser como una explosión de millones de colores es la única forma que me satisfaga y vino, solo cuando sentí que me regaba como una flor con el mas apreciado de las manjares.

Mi niño, solo contigo puedo correrme así, con nadie mas, agrego al sexo todo el amor que me prodigas y que siento por ti, y es maravilloso.

Nos secamos yo me puse otro camisolín junto con Eros, el hogar tenía caliente la casa y fuimos a preparar la comida preparo unos corazones de alcauciles al infierno. Y una fuente gigante de tomates con aceite de oliva y limón, bien aliñada, al verme llegar con ella Eros se descostilla de risa y me dice:

Seguramente la tendré que comer toda ¿No?

Si. Eso si quieres el lujo asiático, sino, no.

Cenamos y nos fuimos a sentar al sofá, ¿Con cual de las chicas te llevas mejor?-Pregunté-

Con Adriana, posiblemente porque me estoy volviendo viejo y es jovencita y lo pasamos muy bien juntos, es como si estuviera viviendo en mi, los sueños que tiene con su padre.

Si, su marido me lo comentó hace unos meses, me dijo que le había dicho que si no estuvieran dentro del grupo se hubiera separado, y también agregó que si bien en un principio se había negado entrar en el grupo ahora no podría vivir sin toda nuestra gente, te diré la verdad, muchas veces la busqué para follar con ella y nunca acepto yo creo que está enamorada de ti.

Mira, mientras se mantenga dentro de ciertos limites perfecto, lo que ella sienta son sus cosas, a mi jamás me ha dicho que no follará con alguna de las chicas de hecho te diré que el mes pasado estábamos, Beatriz, Yo y su marido, entró y compartió con nosotros y se la notaba muy bien.

Y ella se puso a follar contigo mientras su marido estaba con Beatriz..

No, no fue así, yo estaba con su marido y ella estaba con Beatriz.

No entiendo, bueno, vale. –Dije- ¿Sabes que estás muy sexi con ese camisolín de ositos?.

¿Y tu con ese púrpura?

Me recosté sobre el posa brazos del sillón, me subí el camisolín con las piernas abiertas y tomándole la cabeza a Eros le dije: ¡Ven papito, Chupa el coñito de mamita! ¡Que ese es tu lugar! Como tu sabes chiquito, así mas, mas, tira para atrás el pellejito para atrás y pasa la lengüita por el conejito así, papito así, así, que bueno papito que bueno.

Espera que tiro hacia atrás el prepucio del clítoris.

¡Si! Chupa el glandecito. Espera que necesito sentirte en la boca. ¡Mi niño! ¡Que grande que la tienes corazón!.

Y agachándose Afrodita comenzó el Lujo Asiático Fue metiéndose el pene en la boca, mas y mas, y al llegar a la garganta lo fue tragando hasta llegar hasta el esófago como si fuera comida, y siguió haciendo el juego de tragar y sintiendo los gritos de placer de Eros que se corría, fue extrayéndola de su garganta y comenzó a sobar todo el semen que salía y relamiéndose por el sabor a tomate que tenía.

Eros en medio de una gran risa le dijo: Te gusta tomar el tomate de esa forma, nunca me dijiste como haz aprendido que el semen tenga sabor a tomate por haberlo comido.

Antes de conocerte a ti, tenía una amiga que era actriz porno y como delicadeza de los chicos cuando debían interpretar escenas de mostrar cuando se tragaban el semen, ellos comían tomates para cambiar el gusto.

A la mañana siguiente, cogí el coche para ir hasta casa a buscar la ropa que no habíamos podido traer y cuando salía veo pasar a la vecina de casa con su hija que debían ir al super y se acercaron para decirme que ellas vivían al lado y que la madre se llama Victoria y la hija Edurne y que cualquier cosa que necesitábamos no tardáramos en pedírsela. Le comenté que lo tendríamos presente y que si deseaban, mañana que era Domingo se pasaran por casa a tomar algo y enseñarle como había quedado el Chalet. La mujer era mas o menos de mi edad, rondaba los 40 años, Católica activa, y vestida como una monja, muy bien cuidada, un buen cuerpo un poquito entrada en carnes que la hacía bastante sexi, de pechos medianos tirando a grandes y facciones muy delicadas, excelentes piernas, bastante alta, mas que yo y me comentó que su marido la había abandonado hacía tres años. Mientras la niña le calculé 14 añitos, luego me enteré que tenía 16, Pelirroja, de ojos verdes, pecosa, labios carnosos espléndida figura, senos pequeños, muy pequeña de estatura, alrededor del metro sesenta, muy graciosa al andar, piernas como las de su madre.

Luego de volver de La Moraleja toqué el claxon del coche para que saliera Eros a ayudarme a entrar las cosas, Pudimos cargar las cosas entre los dos y mientras él miraba un programa en la tele yo fui acomodando la ropa en los armarios, cuando salí le comenté que era probable que viniera la vecina a charlar un poco y conocernos mas, sonrió, y siguió mirando la tele.

No tardó mucho en sonar el timbre, le dije que las recibiera mientras yo me cambiaba de ropa, así lo hizo. Se presentó y las saludó a las dos las hizo sentar en el sillón y comenzaron una charla sobre lo bien que había quedado la casa y lo excelentemente que quedó distribuida, al ratito salí yo, nos saludamos con un beso, pregunté que deseaban beber, la mujer dijo que té o café y la niña una coca cola, lo serví en la mesa junto con unas masas, que había comprado de vuelta a casa. Para esta ocasión me había puesto una falda media plato verde oscuro y una blusa de seda color rosa fuerte bastante transparente que dejaba ver mi sostenedor de encaje, me senté al lado de Eros, desplegando toda mi falda para no arrugarla.

Lo primero que me contó que su marido era un mujeriego y que había desaparecido con una chavalita de 22 años, Y entre otras cosas que podía ver esa niñata en un hombre de 45 que a destruido su hogar, mientras hablaba yo pensaba, (Que la folla de maravilla) mientras tu estás rezando en la iglesia y dejas a tu marido para que lo atienda otra porque eso es pecado. Así de pasada comento que ya nos veríamos en la Iglesia, y le comenté que si bien éramos creyentes pero que no íbamos a misa, mientras hablábamos, la niña estaba mirando mis piernas y luego fijamente en mis pechos. Pensé que a ella no le permitiría su madre usar esos sostenedores y siempre andar con vaqueros, pero no abrió la boca en toda la reunión, solo en un momento se levantó para leer los diplomas que estaban en el salón, y le preguntó a Eros si era ingeniero -contesto que no, que la ingeniero informática era yo, que él era empresario. ¡Una mujer ingeniero! – Exclamó Victoria-

Si –contesté- en pleno siglo 21 no es de extrañar, La mujer me miró como disminuida, dirigiéndome a la niña le pregunté, ¿Y tu que estudias Edurne?. Estoy haciendo unos módulos de informática, me gusta mucho.

Bueno ya sabes todo lo que pueda ayudarte, estoy a tu disposición y si te hace falta algunos de los libros que tengo no dudes en pedírmelo. Nos despedimos y quedé con la niña que iba a ver unos trabajos que había hecho, tráelos mañana que estoy sola porque Eros se va al trabajo y los vemos. ¿Te parece bien? Si, contestó muy alegre, y me pareció ver un relámpago en sus ojos.

Las acompañamos hasta la puerta y marcharon a su casa. Mientras entrábamos Eros me comenta que tengo a la niña conquistada. Si, sonreí , pobrecita lo mal que lo debe estar pasando con la monjita que tiene por madre.

Pero a ti su madre te miraba y cuando tu la observabas bajaba la cabecita, ten cuidado mi niño, esa monjita te puede violar.

¡Anda!, ¡Anda!, dijo riéndose.

Eros se fue temprano, porque los Lunes tiene reunión, yo me quedé remoloneando en la cama hasta que me levanté, me pegué un baño rápido me encasqueté una camisola era lo máximo que podía soportar. Eran las dos de la tarde cuando sonó el timbre, observé por la mirilla y era Edurne, abro la puerta la saludo con un beso, pasa mi niña. –Le digo- y noto en sus ojitos que le gustó el trato que le he dado.

Al verme en camisolín me dice, no tienes frío para estar así.

No, aquí dentro el ambiente se mantiene a una temperatura constante y como te imaginaras no saldré así a la calle, reímos juntas. Tu vienes a mostrarme los artículos que hiciste.

Si pero ahora estás ocupada y no quiero molestarte, me conformo haciéndote compañía. Sabes, tienes unas piernas maravillosas, y el verde de la falda de ayer te las resaltaba.

Gracias, pero las tuyas son muy hermosas. –Contesté- sin dejar entrever mi sorpresa.

Aparte ese sostenedor era hermoso, esas eran las dos cosas que me impactaron de ti.

Sonreí, Mientras pensaba, la niña me está piropeando, supongo que no pretenderá ligar conmigo.

Siéntate, dime, como andas en el instituto.

Muy bien me contestó.

Y... ¿con los chavalitos? ¿Por qué me imagino que tendrás algún noviecito? ¿No?

No. –Contestó- poniéndose mas seria.

Pero lo habrás tenido.

No. Dijo con la misma aridez que antes.

¿Y porque? Ya tienes edad para salir con algún chico. –Hurgué nuevamente-

Si, pero te molestaría si cambiamos de tema.

Para nada. ¿Esperaba que no te enfadarías por la charla?.

No, Afrodita lo que sucede es que tengo muchos problemas por ese tema.

Ya, mira por ser de la misma edad que tu madre puedo aclararte alguna duda que tengas, así, de amiga a amiga me lo cuentas y todo quedará entre nosotras, de pronto yo no tocaré mas el tema, el día que te apetezca nos sentamos y lo hablamos. ¿Vale?

Vale.

Aunque no c5reo que sean tan complicados y hazlo con toda la confianza del mundo.

Gracias. –Replicó-

Bueno, veamos tus trabajos, y con una sonrisa me extendió las carpetas, estuve varios minutos revisándolas, de cuando en cuando, sin levantar la cabeza la observaba por encima de mis gafitas de leer, ella, sentada frente a mi no dejaba de recorrer mis piernas con la mirada, dejé la carpeta a mi lado en el sillón y al tomar la otra que se encontraba sobre mis piernas subí mas el camisolín hasta casi mis caderas dejando ala vista de la niña la totalidad de mis muslos y lo poco que quedaba de mi vello púbico, ya que estaba rasurada. Vi como los colores subían a su carita, sus ojitos se abrieron desmesuradamente, sentí como su pecho se movía al compás de una respiración agitada, a la chica le alucinaba el espectáculo que le estaba ofreciendo y en cuanto a mi, sentía que mis fluidos vaginales escapaban entre mis piernas, me excitaba de sobremanera darle esa visión a mi vecinita, así que decidí dar por finalizada la función.

Son unos trabajos estupendos, te felicito, salvo dos o tres pequeños errores, que yo no te diré donde están porque luego de la explicación que te daré los encontraras tu solita, pero antes iré al lavabo hacer pis y vengo. –Le dije sonriendo- Mientras subía al piso superior, maldecí no tener un office en el salón donde, dejando la puerta entornada me podría ver, me lavé en el bidet toda la humedad de mis piernas.

Retorné al salón y me dirigí hacia Edurne a la cual tome de las manos la levanté del sillón, tomándola de la cintura la acerqué a mi cuerpo, le di un beso en la mejilla y así apretada contra mi cuerpo. -Le dije- ¿Sabes lo que vamos a hacer?. Vamos a ir a la cocina, nos prepararemos una rica comidita y almorzaremos juntitas. ¿Te parece bien?

Si. –Dijo con un hálito de voz- Turbada por sentir todo mi cuerpo pegado al suyo.

Vamos. –Le dije- Y así de la mano la llevé a la cocina.

En el trayecto le pregunto. ¿Y tu madre?

Trabajando. -Me contesta- La mayoría de los días lo combinamos muy bien, de mañana cuando se levanta me prepara el desayuno lo lleva a mi habitación y va a la oficina, como trabaja en Toledo no viene en todo el día, desayuno y me pongo e estudiar, al mediodía, caliento la comida en el microondas como y me voy al instituto, salgo a las seis y ella llega a las siete, pero como sabrás ahora con los examenes, tengo esta semana y la otra para estar en casa, excepto pasado mañana que tengo que entregar los trabajos que te mosté.

¡Ah! Hablando de eso. –Dije- Esta tarde nos ponemos con ello, pero luego de comer y descansar.

Muy bien. –Me contestó-

Yo siempre acostumbro a echarme después de comer. –Lo dije como al pasar- Pero no pude dejar de sentir la sudoración de su mano. ¿Qué te apetece comer?.

¿No se que tienes?

No importa lo que tenga, te pregunté que quieres comer.

Pastas.

Bien, Spaguetti, ¿Cómo, alle bongole , al pesto, alle zuco o al burro.

No sé, no conozco esos nombres. –Dijo riéndose.

¡Ah!. Son todos Italianos, alle bongole, es con tomates y carne. Al Pesto es con ajito, Albahaca, queso y aceite de oliva. Alle zuco es preparando una salsa de tomate, carne, especias y salchichas. Al burro es con mantequilla y queso. ¿Capito cara? – Le pregunté en Italiano-

¡Y eso! –Dijo riéndose-

¡Que si entendiste!

Si. –Contestó-

Bueno. Como los quieres, -Dije riéndome.

Al pesto. –Contesto-

¿Vamos hacerlo juntas o lo hago yo?

Lo hacemos juntas.

¿Quieres aprender?

¡Siiii! Contestó muy alegre.

Allí vamos.

Coge esa olla grande, ponle ¾ partes de su capacidad de agua, cuando esté hirviendo le echas la sal y un chorrito de aceite y echas los Spaghetti, mientras yo pico, seis dientes de ajo, dos cucharadas de Albahaca, Queso Rallado en hilo y aceite de oliva. Ya esta hirviendo echa los Spaghetti y hiérvelos ocho minutos, para que estén al dente (Cocidos pero duritos). Yo pondré la mesa.

¡¡¡Que buenos estaban!!! –Dijo Edurne-

Esto me costará no cenar tres días seguidos, -dije riéndome-

¡Pero, si tiene un cuerpo hermoso! –Dijo Edurne-

Por eso lo tengo, porque no como o compenso, sino, con lo que me gusta comer ya estaría como una pelota.

Siendo inteligente como es, Edurne luego de una breve explicación se dio cuenta de sus errores que tenía en los programas, estaba feliz porque no le había dicho donde estaban sino. Que teniendo en cuenta otros factores que sus profesores no le habían enseñado, llego a la solución. Nunca la vi tan feliz.

Tengo que contarte algo. –Me dijo-

Ven, me lo cuentas en la cama. Ya no le pareció tan anormal . Ya en el dormitorio. Sácate la ropita, déjame que te ayude, le saqué el Jersey, desabroché su vaquero, retirando también la blusa. Y quedó en braguitas y sostenedor. ¡¡¡Pero mujer!!! Si eres hermosa, maravillosa, ella rió nerviosa, espera un momentito.

Fui a mi armario sacando de el un camisolín de seda natural color lila muy transparente, date la vuelta que te sacaré el sostenedor, obedeció ya sin tanto recato, tenía unos senos medianos con sus pezoncitos gorditos los cuales no dejé de acariciar, eres una mujercita estupenda una gran obra de arte y perdona que no deje de acariciarte pero eres algo extraordinario.

Sigue por favor, me gusta lo que haces y como lo haces, me siento muy bien a tu lado.

Me puse en cuclillas y comencé a bajar sus braguitas, cuando las retiré acaricié su monte de venus cubierto por una matita de pelo colorado, la giré para ponerla de perfil y poder apreciar mejor su pequeño culito respingón, pude acariciar sus piernas y al levantarme arrastre mi mano por el interior de sus pierna y entrar con el borde de ella en sus labios que no pudo evitar dejar escapar de su boca un profundo suspiro, hice lo propio con mi otra mano pero esta vez entrando entre sus nalgas y rozando su pequeño ano, en ese momento se agolpó en mi un profundo orgasmo, le puse el camisolín y nos acostamos. Me quedé quieta debía reponerme de todo lo que había sentido y fue ella la que comenzó a besarme en los ojos , las mejillas y en los labios eran unos besos totalmente inexpertos eso me agradó mucho, baje mi mano para, muy suavemente abrirle los labios de su pequeña vagina y fue rozar apenas su clítoris con mis dedos para que todo su cuerpito comenzara a temblar y a gemir viniéndole un gran orgasmo que la dejó prácticamente agotada. Se recostó a mi lado pasé mi brazo por debajo de su cabecita y poniéndose de lado, con una vocecita temblorosa comenzó a decirme.

Yo creía que a nadie mas le pasaba lo que a mi, pero a ti también te ocurre, desde el primer momento que te vi comencé a admirarte me gustabas, lo mismo me pasaba con compañeras y jamás me animé a contarles lo que me hacían sentir, había sentido que hay chicos que le gustaban otros chicos y cuando estos se enteraban lo contaban por todo el colegio y eran el hazmerreír de sus compañeros y sabía que les pegaban y siempre dije que a mi nunca iba a sucederme, por eso cuando me preguntabas si salía con chicos o si tenía novio me ponías muy mal porque pensé que podías reírte de mi y contárselo a mi madre y ella echarme que casa porque para ella, cuando le conté lo de los chicos, me contestó que eso era un gran pecado y que todos ellos se quemarían en las llamas de infierno, yo temblaba cuando me contaba todas esas cosas. Luego llegaste tu, me parecías muy simpática y pensé que serías igual que mi madre, pero cuando dijiste que si bien eras creyente pero nunca ibas a misa, me sorprendió, luego eras una especialista en lo que a mi tanto me gusta, se que nunca te diste cuenta pero me gustaba tu cuerpo, necesitaba abrazarte y tu sin saberlo me brindaste ese placer y cuando me dijiste que eras mi amiga y que si bien no eras mi madre , podías ayudarme y que todo lo que te contara quedaría entre nosotras, a tu lado se me fue abriendo el cielo, por fin alguien que me comprendía y pudiera confiar en ella, tengo que decirte que los chicos no me gustan , que me gustas tu, y algunas compañeras, me enamoré a los 13 años de una compañera de banco y creo que a ella le pasaba lo mismo, cuando se fue del colegio y el único recuerdo que tengo de ella fue un beso que me dio en los labios se dio media vuelta y salió corriendo nunca mas volví a verla y todavía la recuerdo con tanto cariño.

No es nuevo todo lo que me cuentas, yo también las pasé mal en el colegio hasta que me di cuenta que había otras chicas que sentían como yo y formamos un grupo de amigas donde frente a los demás nos comportábamos de maravilla, pero cuando nos reuníamos en la intimidad teníamos novias y relaciones sexuales entre nosotras, a mi a diferencia tuya me gustan los chicos pero prefiero a las chicas.

¿Y Eros no se da cuenta?.

No, mi niña Eros, sabe todo y nos queremos muchísimo, es amigo de las chicas que actualmente hacemos el amor, muchas veces compartimos nuestro amor de a tres. Pero todo eso lo llevamos muy en secreto y ahora tu eres parte de ese secreto.

Pero lo más importante es que eres hermosa, me acerque lentamente y le di un gran beso en los labios, comencé a entretenerme en su carita pecosa, ¡Cómo me excitaba! Esta mujercita, después del beso bajé mi mano hacia la entrepierna y estaba empapadísima , le retiré al camisolín y saboreé esos hermosos senos de grandes y abultados pezones estábamos ardientes las dos ella porque gozaba con todo lo que le hacía sentir y yo porque después de tanto tiempo hacía el amor con una virgen que tanto me deseaba, su aroma era magnifico a medida que me acercaba a su vagina venía hacia mi ese olor característico de una hembrita en celo, cuando llegué comencé a beberla ella estaba en un éxtasis continuo cuando sentí que todos sus jugos se iban hacia sus nalgas las levanté y empecé a pasar la lengua por su anito que se me ofreció como una flor abierta, estaba exhausta, se puso sobre mi y recorrió todo mi cuerpo y por primera vez en su vida empezó a probar mis jugos y por la fruición con que lo hacía no me quedó la menor duda que le gustaba y mucho, en medio de mis gritos sentí que se abría la puerta y al mirar hacia allí. Veo la carita sonriente de Eros que sigilosamente la cierra.

AFRODITA

Esta historia no termina aquí, manden algunos mensajes personales si le interesa que la continúe.