Una vecinita muy especial (3)

La pequeña inconcientemenete le dá las pistas a Afrodita para encontrar a su enamorada huidiza del colegio.

Una vecinita muy especial -III

Ya era tarde y regresé a San Martín de Valdeiglesias lo mas pronto que pude, al entrar al garaje me encontré con Eros que fue hacia mi encuentro para ayudarme a subir las cajas de vino.

¿Cómo haz viajado?

Bien, un poco apurada por lo tarde que se estaba haciendo, también he dejado a Edurne en casa de su tía en Alcobendas.

¿Lo haz pasado bien?

Si, muy bien es una niña encantadora, además es muy segura de sus sentimientos, a pesar de tener algunas dudas, me a contado muchas cosas en especial que hace un par de años se enamoró de una compañera del colegio y que nunca se lo dijo a su amiga por temor a que se enteraran sus otras compañeras y el día que su amiguita se despidió de ella porque se iba del colegio se despidió de ella con un beso apasionado y no se animó a decirle lo que sentía por ella.

Eso habla mucho de sus sentimientos y de la seguridad que tiene en su modo de amar. Pero, y tú, ¿Qué sientes por ella?.

Mucho cariño y una gran ternura, además voy a cumplir cuarenta años y no puedo tener una amante "oficial" de dieciséis añitos, está muy bien por un rato cada tanto pero no puedo ni debo enamorarme de ella. ¿Y sabes porqué?. Porque ya estoy enamorada de ti.

Eres una zalamera de primer orden, -dijo riendo-.

Si, y tú ten cuidado, te cuento, esta mañana salí temprano para ir al supermercado y me topé con la madre de Edurne como hacía varios días que no sabía nada de ella y sabiendo que su madre trabaja en Toledo me ofrecí a llevarla con la excusa de que iba a buscar el vino a Méntrida, la idea era saber donde estaba Edurne, no solo lo averigüe sino que me hizo unas preguntas de lo más sorprendentes, en la mitad del viaje y disculpándose por lo atrevida de sus preguntas me dice que como están nuestras relaciones, yo disculpándome por contestar una pregunta con otra, le digo. ¿Y a que viene esa pregunta?. Era evidente que le gustas y agregado a las ganas de follar que tiene, te a elegido a ti, mi niño, así que ya sabes, la monjita te va a violar. Como no quería interferir en tus decisiones, le contesté que, son muchos los años que llevamos de casados y que a pesar de que nos queremos, la cosa no es como al principio, con esto deje la puerta abierta para que, si te interesa, la tengas a mano. No habría pasado ni media hora que la había dejado en el trabajo cuando suena mi móvil, era Edurne, que su madre la había llamado, y entre otras cosas le había contado lo que yo había hecho, (El llevarla a su trabajo). Y le pidió mi numero de teléfono con la excusa de hacerme unas preguntas sobre un examen y me contó que estaba en casa de una tía y que le iba a decir una mentira para hacer pellas y pasarla conmigo y así fue y nos fuimos a la Moraleja y estuvimos juntas parte de la mañana y la tarde, luego la llevé a la casa de la tía y me vine para aquí. Pero mientras venía estaba pensando que buen regalo sería para la niña encontrarle a esa amiguita huidiza, me pareció una buena idea e intentaré hacerlo no será muy difícil.

Afrodita, vamos, a ver si te entendí, lo que pasa es que la niña te está gustando demasiado y pretendes revivir el amor que sentía por la compañera e inculcarle tu pasión por la libertad, a las dos, de ese modo cuando sientas nostalgia la tendrás a mano, a ella y/o la otra, y practicaras aquello que te enseñó la Iglesia, dejad que las niñas vengan a mí, pero no tanto coño, no tanto. Y les prestaras el antiguo chiringuito que ahora usa hermana como coto de caza, para sus escarceos amorosos, sin contar que en algún momento caiga una que otra chavalita.

¿Sabes, mi niño?. ¡Lo que me rompe los ovarios es que me conozcas tan bien, eso no lo soporto!.

dije lanzando una carcajada.

Remoloneaba en la cama mientras Eros se vestía, ¿Vendrás a comer?.-Pregunté-

No, -me contestó- Almuerzo con Adrianita y luego iremos a La Moraleja, como su marido no volverá en dos días nos quedaremos hasta mañana y luego cuando llegue la llevaré a su casa. ¿Porqué no te vienes con nosotros?.

No, sabes que Adriana no desea estar conmigo solo te necesita a ti y a nadie mas, debe estar tan celosa. Yo pasaré el tiempo buscando a la amiguita de Edurne. Eros se acercó a mí, me dio un beso en los labios y se dirigió hacia la puerta del dormitorio cuando estaba por salir lo llamé.

¿Que pasa mi niña?.

Ven, tienes desordenada la bragueta.

¿Dónde? –Preguntó-

Aquí, me acerqué a él, le saqué la americana, le desabroché el pantalón se los dejé caer hasta los tobillos junto con los calzoncillos, me arrodillé en el piso, agarré su miembro y comencé a saborearlo lentamente, sentí como crecía en mi boca tiré el pellejo para atrás, mi niño empezó a gemir mientras mi lengua se entretenía alrededor de lo mas grueso de su glande, estiré mi mano para abrir el cajón de mi mesita de noche saqué mi vibrador y lo fui introduciendo lentamente en su culito, su ano se resistía lo fui metiendo en mi coñito para lubricarlo con mis jugos mientras lo giraba y fui abriendo camino con mi lengua en su esfínter anal que comenzó a abrirse como una flor sentía en mi lengua como poco a poco se iba dilatando hasta que logré introducirlo sin dificultad, mientras lo hacía vibrar su pene se volvió mas flácido por la presencia del vibrador mientras salía muchísimo jugo preseminal de su polla cada vez que sentía que se endurecía señal que su semen pugnaba por salir, allí era donde paraba toda excitación para que el líquido retornara a su interior, así todas las veces que pude, hasta que de un golpe me trague todo su pene y sentí como gota por gota se depositaba su semen en mi esófago no permitiéndole que se corriera de golpe gracias que al tener mi vibrador en el ano no podía cerrarlo para hacer fuerza para expulsar todo su lechita yo creo que todos los vecinos se enteraron de los gritos de placer que daba mi bebe, quedó exhausto al mirar el piso vi la mancha gigante que había quedado de mis jugos que habían salido de mi coñito como una catarata, me levanté sin importarme si mojaba la cama y lo dejé allí parado con los pantalones por el piso, y al mirarlo mientras me relamía, dando semejante espectáculo le digo. Ahora ve y dile a la putita de Adrianita como dices tu, quien te la chupa mejor, si ella o tu mujer, no corras mucho, total esa polla no se parará en los próximos tres días.

¿Estás celosa?.

¡Si!, estoy celosa, pero ella lo estará mucho más cuando se lo cuentes, vamos si tienes cojones para decírselo.

Adiós. Y gracias, todo es maravilloso contigo, me respondió con los ojitos brillantes de ternura y amor.

Adiosito, mi niño. Y buen provecho con las dos cosas. – Le conteste con una sonrisa-

Cogí el teléfono y marqué el numero de Victoria, llamaba sin atender nadie, la llamé a su móvil y contestó enseguida, hola, soy Afrodita, no te molesto verdad y disculpa que te llame a la oficina pero... ¿Me puedes decir cual es la dirección del colegio donde termino el C.O.U. Edurne?. Me dijo que es un colegio que está en Miraflores de la Sierra, luego de darme el nombre y dirección se lo agradecí y no perdió oportunidad de preguntarme por Eros, le contesté que había viajado a Barcelona y que vendría en dos o tres días, ¿Edurne está contigo en casa?. –Le pregunté- me contesto que si y que estará por llegar, del colegio, no te importa que la invite a almorzar, como no voy a salir de paso que estudie conmigo, me contestó que si y nos despedimos.

Terminé de preparar la comida y puse la mesa sin olvidar las flores, ni las velas, bajé las persianas. Iba a llamar a la casa de Edurne, cuando en ese preciso instante suena mi teléfono, Atiendo y era Edurne. Hola mi niña, precisamente en este momento te iba a llamar mi querida. ¿Estás en casa?.

Si, me estoy calentando la comida.

Ven a casa y come conmigo.

Apago todo y voy para allí. -Dijo atolondradamente-.

No habían pasado dos minutos que suena el timbre y al abrir la puerta aparece Edurne que ni espera que la cierre cuando la emprende a besos cada cual mas apasionado.

Te quiero Afrodita.

Y yo a ti. Ven que tengo una sorpresa para ti. Le enseñe la mesa, estaba emocionada, las rosas rojas la tenían loquita.

¿Y si dormimos la siesta y luego comemos que te parece?.

Me reí de buena gana, ¡Cada cosa a su tiempo!. ¿No te parece mi niña?.

Bueno, pero que conste que solo por ti haré ese sacrificio.

Mientras comíamos –dije-. ¿Cómo se llamaba aquella mujercita que te dio un beso cuando se retiró de tu colegio?.

Ilse Faraóni ¿Porqué me lo preguntas?.

No sé, puede que me gustara para ti una relación tan pura, no te voy a negar que me emocionó, es realmente una hermosa historia de amor. ¿Te gustaría encontrarla?.

¿No tomaras a mal mi respuesta?.

Subí y baje mi dedo índice apuntándola. Y ella riéndose me contestó.

Ya sé que no te gusta que te contesten una pregunta con otra. Si, me gustaría mucho.

A mí también me gustaría, lo dije bastante enigmáticamente pero no se dio cuenta.

¿Sabes Afrodita el sueño que tengo?

Me imagino mi niña, ¿Quieres que te arrulle un poquito?

Si, Afrodita, me encantaría.

Bueno ve a lavarte los dientitos y te espero en la camita, Salió corriendo con una gran alegría y chillando, -Reí feliz-. Mientras yo me aseaba en el otro baño. Me puse un camisolín semitransparente, muy sexy y me acosté apoyando la espalda en el respaldo de la cama, en ese momento Edurne hizo una entrada sensacional, llevaba puesto un picardías que seguramente había traído de su casa, estaba realmente hermosa, se sentó a mi lado y besándome profundamente.

Esto lo compre para ti, -dijo señalando la pequeña prenda.

Me recosté a su lado sin dejarla de besar y acariciando su suave piel pecosa, comencé a girar mi cuerpo y seguir rozando mis labios con la piel de sus muslos y sus pantorrillas hasta llegar a sus pies, comencé a pasar mi lengua entre sus pequeños deditos y lamérselos como si fueran diez maravillosos clítoris, Edurne estaba extasiada nunca pensó que esa práctica la excitara tanto.

¡Sigue, sigue! ¡Por favor! Eso es maravilloso ¡Ahhhh! No pares , no pares, ¡¡¡Nunca se me había ocurrido pensar en que tu boca me podía dar tanto placer!!!. ¡¡¡Ay!!! ¡¡¡Así!!! ¡¡¡Así!!! ¡Siento que me doy vuelta! ¡No! ¡No me toques el conejito! déjalo que venga solo, ¡Ya! ¡Ya! ¡Así! ¡sigue! ¡Asi! ¡Asi! ¡¡¡ASÏ!!! ¡¡¡QUE ME MUERO!!! ¡¡¡Ya!!! ¡¡¡Afrodita!!! ¡¡¡ASIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!.

La niña se revolcaba en medio de convulsiones de placer, que maravillosa era como me obsequiaba cada segundo de sus sentimientos, fue un orgasmo brutal, cuando la tranquilicé cogiendo su cabecita en mis brazos y besando su carita y acariciando su pequeño sexo sus jugos habían mojado mis sabanas, empecé a pasar mi lengua para no perder lo que quedaba se ese néctar maravilloso. Otro grito de la niña me sobresaltó.

¡¡¡NO!!! ¡¡¡NO!!! Afrodita me matas con las sensaciones eléctricas que me haces sentir, no lo puedo soportar.

Me senté en la cama y a ella encima de mí con las piernas entrelazadas de forma tal que nuestras vaginas quedaron rozándose y nuestros clítoris besándose, y acariciando nuestros cuerpos, mirando sus hermosos y grandes pezones en medio de una pequeña tetilla y mi niña lamiendo mi oreja y mi cuello, refregando nuestras vaginas cada vez mas violentamente augurando un mutuo orgasmo que nuestra pasión nos presagiaba. ¡Así me gusta que nos amemos! ¡Eres tu, mi mujercita maravillosa la única que me hace sentir tanta pasión! ¡¡¡Así !!!. ¡¡¡ASI!!! Jadeábamos las dos en pleno éxtasis de amor. Y ambas nos suplicábamos ¡¡¡Mas!!!. ¡¡¡Mas!!!. ¡¡¡Mas!!! Y en medio de temblores y gritos llegamos las dos juntas a un clímax que nos hacía tocar el cielo y un minuto después nos hacía penetrar en el infierno fue maravilloso pude contar tres orgasmos de mi parte, nos calmamos sin movernos un ápice de nuestra posición, al separarnos lentamente pude ver mi clítoris todavía endurecido dentro de la vagina de Edurne con su glande al aire y sintiendo, cuando lo retiraba, un placer inmenso que anunciaba la proximidad de un nuevo orgasmo, la niña al darse cuento de lo que estaba ocurriendo por mis quejidos de placer y con carita asombrada por no haber visto nunca un clítoris tan grande, empezó a lamer el glande y sostener con sus labios el prepucio solo fue lamerlo cuatro o cinco lengüetadas cuando me sobrevino otro orgasmo brutal. Ya mas tranquilas, la hice separar un poco de mi lado ya que me faltaba aire y para poderme recuperar de tantas sensaciones. Mientras la chica me besaba la cara y los labios me dijo asombrada.

¡Afrodita ese clítoris que tienes parece el pene de un chico! ¡Es maravilloso! Y mientras lamía tus labios vaginales, al excitarte se hinchaban y más se parecían a los huevitos de los niños pequeños.

Nos reímos a mas no poder por la descripción que había hecho de mis órganos sexuales externos.

Si, - Contesté- Siempre ha llamado la atención mi pequeña pollita con los dos cojoncitos.

Nos abrazamos y nos quedamos descansando las dos juntas, había pasado largo rato que disfrutamos de estar así juntas hasta que la niña me comenta que seguiría así toda la noche pero que su madre está al volver y si no la encuentra en casa irá a buscarla allí y que con todo el dolor de su alma tendría que irse, la besé largamente y la ayudé a vestirse mas porque me encanta moldear su cuerpo con mis manos que por apurar su partida.

Efectivamente estaba tomando un té en el salón cuando sonó el timbre, ella levantó la cabeza y me miró diciendo, allí la tienes. Pasa Victoria aquí está tu niña, me saludó muy amablemente, le ofrecí un té que aceptó a regañadientes, cuando salió, se llevo a la niña casi a la rastra, pero Edurne supo desligarse de ella excusando que se había olvidado algo, retornó a la puerta y viendo la intención que traía la entorné, se abrazó a mi apasionadamente y me beso en los labios con un amor inigualado. Te quiero le dije, y ella con un hilito de voz por la separación me dijo, Yo también, (En Francés).

Afrodita

Continuará.