Una triste NO historia de amor

Cuando desear algo no basta para hacerte feliz.....(un relato nada sexual)

María está cansada de vivir entre cobardes.

De  hombres que prometen y se olvidan…de palabras nunca acordes con acciones.

Cierra los ojos e imagina en qué consiste su felicidad: compartir pasión y deseo, risas y abrazos… tener compañía en sus malos momentos y poder ser compañía de otro en los suyos.

María sueña un imposible  por  lo visto, porque todas las leches le dan en la misma mejilla.

Se siente mayor pese a su juventud….podrida el alma y  emputecido el corazón de odio y desengaño.

Mil toneladas de penas sobre mil hombres vividos siente en su cuerpo.

Y aún asi, conserva la inocencia de quien  cree en la humanidad como quien cree en Dios.

Siente la necesidad de creer que en algún rincón del mundo está su alma gemela…y el día que deje de creerlo, pese a todo, tiene la certeza de que morirá de asco.

Por eso María sonríe ante palabras dulces y se deja llevar por caricias y besos por que desconoce en qué manera asomará su amor verdadero.

Es ramera de sentimientos, los vende al mejor postor por unas monedas de afecto.

Siempre la misma conducta…siempre el mismo resultado.

Roto el corazón  ahogado en llanto.

Siempre la misma promesa de no volver a caer en la misma penitencia.

María tiene imán para los chicos malos, para las malas relaciones, para las decepciones sentimentales, para el dolor y la pena…

Y tiene aguante, fortaleza  y  valentía, duro el corazón e insensible el alma de tanto golpe recibido, aun cuando en cada relación vuelve a dejarlo en remojo ablandeciéndolo en esperanza y desnuda el alma.

Es bonita, pero no lo sabe o no quiere creerlo. Es una mujer menuda y delgada; de grandes ojos negros tristes como una noche sin estrellas; de enmarañado cabello igualmente oscuro. Tez rosada, pómulos marcados, nariz pequeña, casi perfecta, labios gruesos que apenas aprenden a dibujar sonrisas.

Piel fina, pecho pequeño y excesivamente delgada..

Es una mujer sigilosa, callada…desea pasar inadvertida, pero siempre deja huella con ese alo de fragilidad característico en ella.

Sueña despierta y despierta sueña con  una vida mejor y así pasa su vida entre sueños y esperanzas, desencanto y decepciones.

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Juan Se despierta  todas las mañanas refunfuñando; todos los días maldice su mala suerte que consiste básicamente en vivir.

Su existencia transcurre siempre entre cúmulos de fatalidad  o al menos siempre tuvo ese sentimiento.

Y sin embargo, a pesar de vivir enfadado con el mundo, su resignación a padecer ese cabreo continuo es lo que más irrita.

No mueve un dedo para cambiar su situación.

Su conformismo es algo de lo que no es consciente todavía.

Simple y llanamente esta exasperado con su día a día

Levantarse a las 4 de la mañana, salir de casa a las cinco menos cuarto, llegar a las cinco y media, meterse en la fábrica y no salir hasta las siete u ocho de la tarde es su rutina.

Su trabajo consiste en el cableado y mantenimiento de las cintas transportadoras en una fábrica de embasados.

Seis días a la semana, prácticamente todos los días del año.

Uno o dos días de descanso al mes y a comenzar de nuevo!

Esa es su vida….o su no vida!

Pero le es indiferente…no aspira a nada.

Se parte el pecho saliendo  de casa al trabajo, del trabajo a casa y nada parece importarle.

Llega luego  reventado, cena algo, generalmente precocinado y marcha a descansar.

Nadie esperándolo, nadie a quien hablarle.

Un día….otro día…….todos igual.

Levantarse, trabajar, acostarse……

Se ha convencido de que la vida es eso..Deslomarse hasta caer rendido.

Y sin embargo, de un tiempo a esta parte sale de casa con más alegría, con ilusión escondida….

Ha conocido a una mujer de mirada ausente, sonrisa apagada y ademanes desganados.

Algo en ella le atrae como un imán…

Todos los días la ve  llegar puntual a la misma fábrica donde trabaja él; a las ocho se coloca en la cinta transportadora y comienza su tarea seleccionando los botes de conserva que no son aptos para salir al mercado.

Aire asustado….pero tiene  algo que a el lo deja fascinado.

Sus manos y un halo de tristeza en su mirada.

Manos lisas, manos finas, manos femeninas, jóvenes, delicadas…

Comienza a imaginar cómo sería sentirse acariciado por ellas.

Comienza a desear levantarse para encontrarse con esa mujer de la que nada sabe.

Anhela encontrarla cada mañana.

Mirar esos ojos siempre perdidos en algún rincón entre recuerdos; Triste mirada que a el le intriga e  inspira una ternura infinita.

Desde que la ha descubierto, ha comenzado  a preocuparse un poco más por su aspecto y por su vida.

Así, una mañana saca valor para acercarse a ella e invitarla a un café, y ella acepta un tanto cohibida y extrañada ante tal invitación.

Apenas se ha  fijado en Juan en un par de ocasiones.

Lo ve siempre atareado entre cables y en alguna ocasión sus miradas, durante un fugaz instante se han cruzado.

Eso es todo.

No  sabe qué  opinar sobre ese hombre. Tampoco se ha planteado tener una opinión formada  siquiera!.

Desde ese primer café ha habido otros, menos tensos, con el relajo que ofrece el ir conociéndose y desde entonces esos momentos se han hecho  imprescindibles.

Para él son ya  necesarios, vitales, su razón para despertar cada mañana con un poco de alegría.

Para ella, un momento de desahogo e intimidad que le agradan.

Juan se esta convirtiendo en un buen amigo, en su confidente…en su pilar.

Así, llega a confesarle que su mayor tristeza es no haber sido amada, no formar una familia, no llevar la vida que de niña imaginó para ella.

A sus casi 38 años se ha abandonado a la suerte del destino, ha perdido la ilusión de vivir, la esperanza de hacerlo al menos con algo de felicidad.

En realidad_ decía _ la ilusión la había perdido ahora, pero se había rendido  años atrás, creyendo que podría vivir refugiándose del mundo, de ella misma, de los demás.

Y el……..

Juan había amado a una mujer durante cuatro años, y todo parecía ir bien, hasta que llegando a casa un día antes de la hora habitual, se había topado con su mujer y su mejor amigo juntos en la cama.

Desde entonces, roto el corazón y la confianza, había decidido olvidarse de vivir.

Una mañana Juan se da cuenta de que la mirada de Maria comienza a ser diferente, mas viva, más luminosa…y surge la duda :¿sería él el causante de ese nuevo brillo en sus ojos?.

Además , está más bonita con ese especial resplandor que ilumina su cara.

-“María…_balbuceó una mañana_ me gustaría cuidar de ti…partirme el pecho por ti ,vivir por ti..Sé que apenas nos conocemos, pero desearía que me concedieras ese inmenso honor y te casaras conmigo!”

Ambos quieren  quererse, desean sentirse amados, y ella dice”si” sin ser consciente de que se aferra a un clavo ardiendo.

Son  buenos el uno con el otro, amables..Pero carentes de pasión.

Se tratan con mucho cariño, pero faltos de verdadero amor

Existe un respeto mutuo y mucha lealtad, pero al poco de casarse ambos supieron que había sido un error.

Nunca  lo dicen en voz alta, no hace falta. Se miran en silencio y comprenden que siguen estando solos a pesar de tenerse el uno al otro.

Juan había prometido lealtad y eso le impede cortar de raíz esa absurda relación y María se había acomodado a su nueva situación y aun cuando no es plenamente feliz, al menos al llegar a casa esta acompañada.

Que les mantiene unidos?

A él la promesa hecha de partirse el pecho por ella…….y aun que  no la ama, cumpliría su palabra.

A ella…entrar en casa y tener compañía aun cuando esta no es la deseada, tener una especie de familia, lo más parecido a lo deseado siempre, ya que desde muy niña se había quedado huérfana y aun cuando deseó tener hijos, al poco supo que Juan solo le ofrecería dos cuñados y una suegra a la que querer como una madre.

Eso no la hacia feliz, pero lo aceptaba con resignada malaventuranza.

“la vida es muy puta” suelen pensar en silencio….

Juan comienza a beber más de lo acostumbrado para ahogar su frustración; callada la mente, parece que el corazón igualmente silencia.

María….

María se aferra a un imposible: el de amar a un hombre bueno, pero que no le llena y al que ve derrumbarse poco a poco en esta comedia donde ellos son protagonistas.

Sopesa a veces dejarlo todo y volver al punto de partida donde se encontraron…pero se asusta.

No quiere vivir sola; no quiere llegar a casa vacía el alma y con el corazón hueco.Prefiere saber que muere a poquitos que estar muerta del todo.

Aprecia a Juan, pero el amor es otra cosa y lo sabe.Y lo mira y huye de sus ojos, por que en ellos ve la decepción de un equívoco.

Juan y María lo único que comparten son las ansias de sentirse amados y el miedo a estar solos.

Y así pasa la vida desde que están juntos.

A ella no le brilla la mirada, a él se le acabó la ilusión…

Pero son cobardes ambos y ninguno da un paso….