Una temporada en casa del abuelo

Se juntan los primos en casa de un abuelo particular...

UNA TEMPORADA EN CASA DEL ABUELO

Había ido a pasar una temporada en casa de su abuelo. El abuelo era una persona que siempre le había resultado extraña, por lo menos.

En la casa del abuelo siempre había gente. Nunca estaban solos los que allí estuvieran ya sea de paso o en forma estable.

Estaban por aquellos días varios primos que iban y venían por la casa.

El abuelo los trataba a todos muy bien. Estaba solo. La abuela se había separado de él desde hacía tiempo. Muchos años. Se había marchado a otro país, se quedaría a vivir allá y tenía otra pareja desde mucho años.

El abuelo nunca se molestó, mejor dicho, nunca se lo vio preocupado. El seguía con su vida. Siguió con su trabajo y ahora estaba felizmente jubilado. Vivía en una casa enorme, en un barrio que sin llegar a ser privado era muy lindo. Tenía una hermosa pileta que usaban todos en verano. Un parque muy lindo y verde con árboles grandes y  daban una sombra generosa.

Como dije en la casa andaban los primos: Nino y Pino. Llegarían mas tarde, contaban ellos mismos, la prima Cata y quizá vendría el novio de ella. Se reían los dos dándose codazos. Cata era hermana de ellos.

__¿Porque se ríen?__ preguntó tontamente Nacho

__Nada, no te preocupes primito

__¡Vamos hablen che, que me siento un estúpido

__¡No te hagas problema Nacho!_- dijo Pino alegremente

El abuelo gran parte del día se la pasaba en la cama, echado allí, no porque tuviera algún problema de salud, ni nada de eso. Porque era fuerte como un toro. Era un roble y todavía era joven, el se sentía así.

Le gustaba estar echado. Allí tenía televisión y todas sus cosas, porque su cuarto era grande y muy cómodo.

__¿Lo has visto al abuelo?__ preguntó Nino

__¡No aun no y tu!__ dijo Nacho

__¡No, no, pero sabe que veníamos!!

__¡Claro que sí!

__¿Y tu novia vendrá?__ preguntó Pino

__¡Creería que sí, pero tal vez mañana!

__¿Como se llamaba ella?__ se interesó Nino

__Lucy

__¡Ahh cierto, cierto!!

__¡Está linda!__ dijo Pino

__¡Si claro!__ dijo Nacho y arrancó para el lado del cuarto del abuelo.

Los otros lo siguieron dándose empujones y empujándolo a Nacho, se reían como chicos que ya no lo eran.

Entraron al cuarto del abuelo que los miro sonriendo dejando en la mesita un libro que hojeaba, se quitó los lentes y  Pino y Nino se tiraron literalmente a la cama

__¡Pero che despacio que van a romper la cama!__ grito el abuelo

__¡No te enojes abuelo!!__ dijo Nino haciéndole cosquillas y metiéndole mano en el culo

__¡Ay ustedes son unos demonios!!__ comentó el abuelo mientras los primos corrían las sábanas. Aparecía el cuerpo desnudo del hombre con las bolas peladas al aire y un semi dormido miembro que fue alcanzado por las manos de Pino, jugando con el

__¿Pero qué hacen?__ actuó el abuelo sabiendo bien lo que hacían. Nacho abría los ojos muy grandes viendo la escena y sintiendo en su interior un fuego creciendo.

Nino abría las nalgas del abuelo que gemía suspirando muy profundo. Las narices ensanchadas, viviendo el momento de calentura. Aspirando sexo y olor a animal. Mientras Pino masajeaba cada vez con mas potencia la herramienta erecta del abuelo.

__¡Abuelo estoy tan caliente, quiero deslecharme contigo, hace mucho que no veo a mi novia!!__ gemía al oído Pino mientras lamía la oreja y hundía un dedo en el ojete placido del hombre maduro que se retorcía de placer.

__¡Quieres meterme tu chorizo salvaje!__ reía el abuelo y Nacho en tanto no podía dar crédito al ver lo que sucedía en aquella casa. Y se preguntaba asombrado cuanto haría que aquello sucedía y como el no se había dado cuenta.

Nino ya se había metido en la boca  la verga del abuelo que se ponía dura a cada chupada. Pino en tanto metía y sacaba los dedos en el ojete fogoso del hombre maduro, los metía en la boca llenándolos de saliva y volvía a clavarlos mojados hasta el fondo del culo.

Gemía el abuelo y Nacho lentamente se iba calentando ante la vista de aquellos hechos. Sentía su pija que hacía fuerzas por no levantarse, y la sentía chocar contra la tela del short. Sentía el calor subir por el cuerpo. Sentía fiebre en su cuerpo joven. Revoluciones que se chocaban entre si, las sienes a punto de estallar de calentura. Las pijas de Nino y Pino salieron de  entre sus ropas erectas y flamantes, soberbias, le parecieron gigantes comparadas con la de el.

Igualmente Nino ya comía de la verga del abuelo y Pino mojaba el ojete que no tardaría en recibir aquella hermosa banana.

__¡Despacio cariño, come despacio, ohh, así, ahhh, me gusta!!!

___¡Abuelito voy a meter mi pija en tu hermosos ojete!!!

__¡Hazlo cariño, sí, sí, oh penétrame, claro, ahhh, sí, me gusta, ahhh!!!__ Nacho observaba a los hombres en un vaivén frenético y osado. Extraño para el, pero así mismo estaba tan caliente. Se sentía atraído por eso mundo de vergas y culos masculinos.

Cuando el abuelo le hizo una seña el se acercó, tímidamente, pero se acercó.

Al instante el hombre maduro ya, escarbo en sus pantalones encontrando su pija muy dura. Hizo de todo para bajar el pantalón y lo logró. Acercó su verga a la boca el abuelo y este asombrosamente se metió la vara por completo.

Los aullidos de Pino eran escandalosos para aquel instante glorioso. Iba y venía dentro del culo del abuelo. Nino se regodeaba con las bolas y otra vez con el mango del hombre y este a la vez ya había tragado a Nacho que cerraba los ojos y gozaba de aquella mamada celestial que le brindaba su abuelo.

A todo esto de la nada llegó al cuarto Cata. Enseguida se acercó al abuelo y a Nacho. Quitó el chupete de la boca y con su lengua se hundió en la boca del hombre. Las lenguas jugaron ardientemente, mientras la prima Cata se iba quitando el vestido delgado y liviano.

Con una mano agarró la poronga de Nacho y empezó a menearla sin ponerse colorada.

Pino seguía taladrando el ojete del abuelo que gemía y resoplaba, la boca de Nino tragaba el sable del hombre y ahora Cata se llevaba la pija de Nacho a su boquita y la compartía con el abuelo.

__¡Me van a matar!!¡Ahhh que tremenda cogida, son unos perversos!!!__ aullaba el hombre maduro sacado de placer y gozando como un loco.

__¡Abuelo, ahhh, me encanta tu culo, quiero cogerte siempre!!__ susurraba Pino.

Cata baboseaba la pija de Nacho que seguía obnubilado por el hecho que ocurría. Le parecía estar en un sueño. Aún no podía creer.

Cata se puso de pie. Hundió su lengua en la boca abierta de Nacho. Se besaron profundamente. En tanto la perversa Cata acariciaba las nalgas del primo. Las pellizcaba. Hasta llegar a hundir uso de sus dedos en el culito del primo, este se retorció y vibró de placer.

__¡Oh primito te gusta el dedito!__ susurró la perversa primita, en seguida metió dos dedos en el ojete del chico. La boca del abuelo seguí tragando su pija con ahínco y placer.

__¡Siii te gusta putita, eres tan putita como mis hermanos!! decía ella al oído de Nacho, sentí el aire caliente del aliento de la chica. Ella se corrió de allí y quitando la herramienta de la boca de su abuelo, corrió a Nacho y lo sentó en un sillón que había cerca de la cama.

Acercó su depilada vulva a la cara del primo. Nacho metió sin más la lengua en la cuevita que emanaba fluidos en forma desquiciada. La humedad era veloz. Los jugos de la chica chorreaban, caían. La lengua jugaba en la conchita. Ella gemía. Se abrí cada vez mas, recibiendo el placer que aquella traviesa lengua le brindaba.

En tanto los aullidos de el abuelo y los dos nietos eran cada vez mas atronadores y salvajes.

Cata se sentó lentamente sobre la verga de Nacho. No podía creer que Cata se abriera como flor y fuera sentándose cómodamente y enterrándose el sable. Lo cabalgaba primero dulcemente. Luego fue acelerando en tanto le mordía el cuello y daba gemidos de gata enloquecida y caliente.

__¡Así primito, así me gusta una buena pija clavada en mi!!!__ sollozaba Cata.

__¡Mira la puta de nuestra hermanita!!__ decía Nacho incrustándose la pija del abuelo en su cola. Los tres estaban acostados de perfil. Uno detrás de otro. El abuelo en medio recibiendo la poronga de Pino y el a su vez dándole su verga a Nino.

__¡Ahhh abuelo como me coges, Uhhh, eres un salvaje, me encanta!!!

__¡Tu culito es un placer Nino…Ya lo estaba extrañando!!

Cata saltaba sobre la humanidad erecta de Nacho que iba gimiendo en aumento. Mientras Nino se acababa en la mano del abuelo y Pino llenaba el ojete del abuelo. Besaba el cuello del abuelo. Mordía sus orejas jugando aún con su estilete clavado en el culo, que poco a poco iba cayendo en su esplendor.

El abuelo fue moviéndose cada vez en forma mas veloz.

__¡Ahhh ya me vengo en tu cola Nino, ahhh, como me gusta cogerte!!!

Cata seguía moviéndose y ahora buscaba la lengua y la boca de Nacho. Ambos se mordían los labios, Nacho se aferraba con fuerza a las tetas sabrosas de la prima. Las cabalgatas de Cata se hacían veloces. Luego de varios orgasmos, la bella chica sacó el trozo de carne de su interior.

Colocándose de rodillas fue bebiendo el néctar que su primo le brindaba, abriendo bien la boca,  fue bebiendo y tragando la lechita de Nacho, que gemía y resoplaba. La catarata abundante desapareció de los labios de la joven que limpió ardorosamente el sable del primo.

Luego se tiraron los nietos con el abuelo en la cama. Fueron duchándose de a dos, de a tres. Para continuar jugando durante largo rato.-