Una tardecita en un ciber shop
Decidí quedarme recargada en la pared que se encuentra frente a una de las cabinas de la primera pieza esperando en si a ver qué pasaba, poco a poco empecé a distinguir a las personas y me di cuenta que eran una gran variedad de hombres de diferentes edades y complexiones, altos, bajos, jóvenes, maduros, delgados, gorditos, con ropa limpia y otros con la del trabajo, en fin, era eso una colación de machos muy apetecible pero difícil de conquistar.
Hola espero que me recuerden, tiene algún tiempo que no escribo, pero no los he olvidado, agradezco mucho a todos los que me han escrito a mi correo fjgsousa60@gmail.com donde como siempre me ha encantado que me escriban preguntando todo lo que desean saber y me traten como cada uno lo quiera hacer.
Hoy les quiero relatar lo que viví en un ciber shop, nunca había asistido a uno de estos maravillosos lugares, la experiencia que viví fue muy linda y adictiva al cien por ciento.
Comenzare por decir que fui al centro de la ciudad donde ahora radico Poza Rica Veracruz, para comprar algunas cosas que necesitaba para mi casita, para esto ya tenía yo días que andaba con el anito muy inquieto y palpitante porque no le había conseguido algo que comer, tan goloso que es este chiquito mío.
Pues baje al centro y pude comparar lo que necesitaba lo guarde en mi mochila pequeña y empecé a buscar el lugar para regresar a la casa, ese día me vestí con un short de mezclilla azul clarito, una playera de color gris, mis tenis negros y debajo de mi ropa nada de nada, como suelo acostumbrar andar cuando algo caliente y por si encuentro quien me ayude a calmar el hambre de mi goloso anito palpitante.
De pronto vi un anuncio que me llamo la atención era de un ciber shop con un nombre muy especial “Jarochos”, como nunca había entrado a uno de estos lugares pensé en alquilar una cabina con computadora y ver algo de pornografía y dedearme el anito un rato para bajar un poco las ansias de ser cogida.
Me metí por el pasillo de acceso donde al final hay unas escaleras para llegar a la plata alta del edificio y ahí a unos pocos pasos esta la entrada del ciber shop, caminé hasta ahí y me atendió un joven muy amablemente solo me dijo pásele por favor y anoto algo en una libreta.
Hay dos puertas una junto al mostrador donde el joven está y otra más al fondo del local, a la entrada tienen unas vitrinas donde ofrecen varios juguetitos muy bonitos de varios tamaños y de varios materiales, venden condones que por cierto no me gustan para nada, a mí siempre me ha gustado sentir todo al natural, por eso soy muy limpia y cuidadosa en mi aseo personal.
También venden cremas y otras cositas de las cuales no compre nada pues venía muy ansiosa con el ano palpitando pidiendo una dedeada de mi manita para calmar sus ansias, así que entre para según yo buscar una computadora y ver algo de pornografía, me encanta ver vergas penetrando culos y llenándolos de rica leche.
Cuando abrí la puerta fue grande mi sorpresa pues no había ninguna computadora todo el lugar estaba a obscuras y como pude me acomodé pegada a la pared esperando que mis ojos se acostumbraran a esa obscuridad.
Poco a poco pude ir vislumbrando lo que había a mi alrededor, unas luces muy tenues empezaban a ayudar a ver que era ese lugar al que entre, caminé un poco y pude hacer un recorrido por el lugar, pude constatar que eran en si dos piezas grandes en la primera por donde entré en medio de esta había cuatro pequeños cubículos de madera y Tablaroca divididos entre si cada uno con un pequeño orificio por donde puede un macho poner su verga dura y una personita como yo con la delicadeza de toda una dama darle una rica y suculenta mamada.
En la otra pieza estaba dividida en si en dos semi piezas grandes, en una había dos sillones uno grande largo y otro pequeño individual, en la otra pieza también algo grande y un poco más obscura hay un taburete muy especial donde solo cabe una persona en una pose sensual.
Pero también descubrí que el lugar era frecuentado por puros hombres o por lo menos así parecía porque así iban vestidos con sus pantalones y camisas varoniles. Yo pensé para mis adentros “pues dónde me vine a meter”, me entro algo de temor primero porque la obscuridad no dejaba ver casi nada y segundo porque no esperaba tener tanto hombre a mi alrededor y con gustos diferentes o iguales a los mis o por lo menos parecidos.
Decidí quedarme recargada en la pared que se encuentra frente a una de las cabinas de la primera pieza esperando en si a ver qué pasaba, poco a poco empecé a distinguir a las personas y me di cuenta que eran una gran variedad de hombres de diferentes edades y complexiones, altos, bajos, jóvenes, maduros, delgados, gorditos, con ropa limpia y otros con la del trabajo, en fin, era eso una colación de machos muy apetecible pero difícil de conquistar.
Se me empezó a pasar lo nerviosa y adquirí un poquito de confianza al ver desfilar a los machos como buscando que comer hasta no dejar nada a su paso, pensando en eso me empecé a calentar otra vez, así como había llegado.
Estaba yo concentrada en cuantas vergas había en ese obscuro lugar cuando de repente alguien llega por detrás y me rodea con sus brazos jalándome hacia él y mete sus manos por debajo de mi playera, y me sorprendí pues no me lo esperaba y hasta di un pequeño brinco al sentir sus manos entrar bajo mi playera.
Sus dedos fueron directos hacia mis pezones los cuales se pusieron duros al tacto de los dedos de este macho, por arte de magia lleve mis manos hacia el broche de mi short y rápido no sé por qué lo desabroche y baje el cierre. Este se empezó a bajar y cuando menos me di cuenta ya estaba en el suelo mi short.
Frente a mi estaba un hombre alto viendo lo que pasaba conmigo y el hombre que tenía pegado atrás de mí.
De pronto sentí entre mis nalgas un pedazo de buen tamaño caliente y palpitante, era la verga de tipo que la tenía bien parada y lista para introducírmela por mi culito la acomodo con una mano mientras con la otra me agarraba de las caderas tanteo un poco yo me hice hacia el frente inclinándome para darle mejor libertad a su movimiento.
Cuando hayo mi anito palpitante acomodo su verga y me la dejo ir de un solo empujón hasta el fondo, mmm yo entre gemí y puje de la acción, en cuanto me la metió empezó con un mete saca riquísimo, ahí estábamos parados frente a otros hombres cogiendo riquísimo.
Sin sacármela me jalo hacia atrás y caminando me llevo hasta el sillón grande, se sentó y me indico que me clavara su verga yo solita, así lo hice me acomode tomando su verga de unos 23 centímetros y me la metí de un solo sentón, empezamos a coger un ritmo delicioso.
De pronto se pone frente a mí un joven alto ofreciéndome su verga bien parada para que se la mamara yo. No quise perder el tiempo y tomándola con mi mano me la metí en la boca propinándole una deliciosa mamada pues me la metía hasta el fondo de la garganta, ahí estaba yo siendo cogida por el culo y la boca en medio de un montón de hombres mirando y grabando la escena.
Así estuvimos como media hora, me hizo seña de que me parara, me saque su deliciosa verga y deje de mamar ese caramelote que tenía en la boca y tomándome de la mano me llevó a la otra pieza, se sentó en el sillón individual y me pidió que se la mamara.
Así con el short arrastrado por mis pies estando tirados en el suelo pues no tuve tiempo de subirlos me incliné y empecé a mamar aquella verga que me había dado una rica cogida hace unos momentos, la tenía bien dura de un grosor que apenas cabía en mi manita cerrada, se la besaba entre las chupadas que le estaba propinando a esta verga traviesa.
Mientras degustaba esta verga deliciosa sentí unas manos cariñosas repasar por mis nalgas luego sentí como las golpeaba cariñosamente con su dura verga, recorría todo mi trasero con su mano abriendo un poco mi rico par de cachetes cuando se animó me metió entre ellos su verga palpitando y apuntando hacia mi ano palpitante me introdujo la cabezota de su verga que llego tan solo para escupir sus ricos borbotones de leche caliente y espesa los cuales empezaron a escurrir por mis piernas desnudas.
Saco su verga de mi ano e inmediatamente por instinto y como agradecimiento me voltee para limpiársela y así saborear lo que aún quedaba de mecos en la punta de su verga, lo escuche gemir al contacto de mi lengua recorriendo su glande y poniendo mi lengua en corma de cucharita recogí los mecos que aún quedaban embarrados en esa rica verga palpitante.
En cuanto termine de limpiar esa verga volví a mi primera verga que aún esperaba que terminara mi arduo trabajo de deslechar, me volví a empinar y me la metí en la boca propinándole unos chupetes que hacían que mi macho en turno gimiera de placer, así pase unos diez minutos mamando y sintiendo varias manos acariciar mis nalgas y dedear mi ano de tal manera que me hacían respingar y gemir de lo caliente que estaba yo.
Llego otro macho con su verga cabezona, gruesa como un puño y de unos 23 centímetros totalmente parada y dispuesta a desflorar mi anito apretado acomodo su cabezota a la entrada me tomo por las caderas y empujo con todas sus fuerzas esa enorme verga introduciéndose de manera plena y total dejando mis entrañas totalmente extendidas y bien llenas con su rico camotote.
No pude gemir porque tenía en la boca la verga de mi primer macho cogedor, el de atrás me tomo fuerte de las caderas y me empezó a dar unas arremetidas maravillosas en cada empujón hacia que se me fuera hasta la campanilla la verga que estaba mamando.
Me dio una cogida maravillosa, no esperaba encontrar un sitio tan bonito como este, de pronto sentí con mis labios como se hinchaba la verga y pude experimentar el recorrido de su semen que iba subiendo para salir e inundar mi boquita.
Fueron unos cinco o seis ricos chorros de leche los que recibió mi boca, me los trague todos sin dejar una sola gotita, el de atrás me agarro con mayor fuerza y en un último empujón se vino dentro de mi culo inundándolo de su espesa y abundante semen preñador.
Ambos me sacaron su verga al mismo tiempo uno se paró se subió los pantalones y se fue dejándome en las manos del otro quien me voltio y me dio a que le limpiara su enorme verga recogiendo lo poco que había quedado de su leche embarrada en su tronco cuando termine mi labor se guardó su verga y se retiró.
Volteé a mi alrededor y no había nadie más, me subí el short y salí del ciber feliz de haber vivido esta maravillosa experiencia, espero volver pronto para vivir otro momento como este o aún mejor.
Espero les haya gustado les mando muchos besos tiernos suya por siempre Lupe.