Una tarde muy excitante

Una Tarde muy excitante con Vanina...

Todo pasó una Tarde calurosa de verano, el sol se mostraba en su máximo esplendor; Vanina sudaba por abajo de su camisa color blanca, sentía el pantalón pegándose a su piel cada vez más, buscó en su mochila una gomita para atarse el pelo, estaba de frente a la puerta del colegio, no podía ver quién venia, y tampoco pudo verme llegar desde atrás, la tomé por la cintura y comencé a besarle el cuello, desconcertada por no saber quién era, se dió vuelta, me dijo: "mi amor, que bueno que llegaste, te estaba esperando"

Yo soy un chico normal con un cuerpo atlético, mientras que Vanina es una chica de cabello negro y lacio, sus ojos cafés, pero con un brillo que enamora a todos los hombres, no es muy alta, apenas alcanza 1.60 m. sus pechos no son muy grandes, pero son lo generosamente firmes y redondos para compensarlo.

Vanina me abrazó y empezó a besarme apasionadamente mientras acariciaba mi pecho con las manos, yo la agarré fuerte por la cintura, nos separamos por poco tiempo, nos miramos a los ojos, sonreímos, y seguimos besándonos sin importar lo que pudieran pensar los demás.

Vanina separa sus labios de mi, acaricio su cara con ternura y le digo: "ya es hora de irnos, tengo una sorpresa para vos"

Dicho esto la agarro de la mano y nos vamos hasta mi casa.

En cuanto llegamos vamos al living, Vanina se sienta en el sillón, mientras voy a la cocina, saco de la heladera un plato con frutillas y un pote de crema batida, al verme llegar donde Vani estaba, la lujuria se apoderó de ella y sus ojos brillaron, puse las cosas en la mesa y me paré enfrente, empcé a besarla y acariciar sus pechos, me puse de rodillas entre sus piernas y le saco la camisa, beso todas sus tetas, hasta llegar a la cintura, en un momento, empiezo a acariciarle la vagina con suavidad por encima de la ropa, Vani empezó a reaccionar.

Agarre una frutilla, la muerdo con sensualidad y se la acerco a la boca, Vani sigue sorprendida, ni se imaginaba lo que se me avía pasado por mi cabeza que esa era la sorpresa, movió la mano despacio hacia su entrepierna, pero antes que pudiera tocarse la detuve, con la cabeza le digo que no, le digo, vos no vas a hacer nada, yo me encargo de todo, vos sola limitate a gozar.

Agarro un poco de crema batida con las manos y se la paso en varias zonas del cuerpo, primero en sus pezones después por abajo de las tetas y termino por el ombligo, empiezo a sacarsela con la lengua, esto hace que Vani se excite cada vez más, otra vez le empiezo a tocar la conchita, esta muy mojada , masajeo el clitoris con delicadeza, mientras con mi boca voy acercándome poco a poco, empiezo a besar la entrepierna, después la chupo una, otra, y otra vez mientras te masturbo muy despacio, tan despacio que empezas a desesperarte, queres que sea más rápido, no lo soportas más, es algo que nunca habías sentido, te estabas volviendo loca, querías mi pija adentro tuyo y cada vez te excitas más, Vanina estaba a punto de scabar, pero ella no quería que eso pasara, no todavía, se paró y empezó a desvestirme, primero me saco de la remera, después el pantalón, y al final el slip, empezó a tocarme la pija, jugueteando con ella, después con una mano, me pajeaba y con la otra Vanina tocaba su clítoris, estaba empapada, se metió un dedo en su conchita, después otro, y así hasta que tenía tres dedos, se los sacó y me los ofreció para que se los chupe, con mucho placer lo hice y cuando pensé que ya estaba lista, me acerque despacio, y poco a poco empecé a sentarla sobre mi y ambos veíamos como la pija se iba perdiendo en su conchita mojada, entró fácilmente, pero no se, sin con un poco de dolor por parte de Vani, agarrò mis manos y las puso en sus tetas, las movía, y fue soltándome poco a poco asi yo se las frotaba como a ella mas le gusta, así empezó a mover sus caderas, a gemir de placer, y después a gritar, yo empecé a besarle el cuello, voy bajando de a poco hasta llegar a sus tetas, le mordisqueo los pezones los lamo cuando, Vanina llegó al orgasmo al mismo tiempo que yo, sin separarnos nos besamos como nunca antes lo habíamos hecho.

Nos bañamos y la acompaño hasta su casa, quedándome de recuerdo la tanga que traía y ella mi slip, esa fue una experiencia que ninguno de los dos olvidará.

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