Una tarde loca con Katy

La amiga de mi hija Claudia me vuelve loco...pero ¿quien seduce a quien?

LA SEDUCCIÓN DE KATY

Katy, es amiga de mi hija Claudia. Tiene 18 años y desde hace tiempo observo cómo su cuerpo de adolescente se ha convertido en una escultural belleza. Muchas veces las he visto juntas, y aunque Claudia es una maravilla, esta chica me tiene obsesionado. Me gusta bromear con ella y tomarle el pelo sobre sus ligues. Claudia se enfada y dice que no me meta en sus asuntos, pero Katy sigue la conversación, fingiéndose la estrecha. Y sé que a las dos les gusta calentar a sus amigos como locas. Claudia se pasa de atrevida, pero Katy disimula mejor y trata de fingir que no le interesan los chicos.

La semana pasada se quedó en casa con Claudia preparando una de sus fiestas habituales, pero Katy no va a estar por no sé qué motivos. Cosas de ellas. Aunque estaré unos días fura, procuraré que Raúl, que es bastante formal, se quede, no vaya a ser que todo se desmadre.


Un día, Katy estaba en casa mientras Claudia asistía a su clase de ballet. Desde mi despacho la oía canturrear en la habitación de mi hija. Estábamos solos, y me excitaba algo pensar en ella. Si no fuese porque es muy joven para mí…y además amiga de mi hija… Salí al pasillo y pasé delante del dormitorio, pero me detuvo en seco, ocultándome al verla dentro. Katy estaba de espaldas, cambándose de ropa. La miré extasiado, mientras se desnudaba.

Se quitó la blusa dejando que su maravilloso escote se mostrara ajustado por el sujetador, que ensalzaba provocadoramente la morbidez de sus pechos… Eran mucho más excitantes de lo que me había imaginado. Luego, se desabrochó la pequeña hebilla y quedaron libres ante mi vista. Perfectos, hinchados, como si estuviesen rellenos de algo delicioso, y me imaginé mamándolos. ordeñándolos…con unas aureolas rosadas sobre las que se erguían los pequeños pezones... Contemplé su cuerpo, sabiendo que no imaginaba que estaba siendo vista... Se movió por la habitación y luego, ajena de mí presencia, se sentó en la cama dejando la blusa junto a la almohada. y colocó una mano sobre un pecho, como pesándolo, orgullosa de su volumen y su forma... Me dí cuenta de cómo osciló mórbido... y mi deseo aumentó por momentos, comenzando a crecerme una erección como las que habitualmente tenía pensando en ella.

Seguí mirándola disfrutando de su cuerpo... Mi polla se endurecía por momentos y sintiendo un enorme placer comencé despacio a frotármela sin dejar de mirarla… disfrutando de su desnudez, con el deseo ardiéndome en la entrepierna

Súbitamente, me vió. Con un movimiento instintivo se cubrió los pechos con ambas manos mientras su rostro enrojecía. Me miró alarmada, y tras un instante de vacilación cogió la sábana y se cubrió con ella. Encogió sus piernas y mantuvo cruzados los brazos tratando de cubrir su desnudez con la sabana.

--¿Qué haces ahí?

Aún turbado, avancé hacia ella sonriendo

--No sabía que estabas aquí…lo siento ----dije mientras evitaba que mis ojos recorrieran el cuerpo que se adivinaba desnudo bajo la sábana

--¿Porque me espiabas? … ¿Te gusta mirar a las chicas cuando se desnudan?

No contesté pero mantuve mi vista fija en ella.

Katy se dio cuenta de mi excitación y me miró con una sonrisa absolutamente provocadora

-- Me parece que te has puesto algo nervioso

Entonces, muy lentamente, bajó la sábana, quedando desnuda ante mí y me miró fijamente.

--Bueno…si esto es lo que querías ver

Aún temeroso avancé hacia ella y me senté a su lado, clavando mis ojos sobre la exuberancia de sus pechos, que oscilaban con su respiración.

--Estas preciosa… --susurré e intenté besarla en el cuello

Trató de apartarme con las manos, pero la sujeté por los hombros y empujándola la tumbé sobre la cama. Me dirigió una mirada de alarma, pero mantenía aún un gesto de coquetería provocadora…. Intenté colocarme encima, pero ella se giró riendo.

--Eres un viejo verde...

Me estaba volviendo loco de excitación y luchando con ella volví a colocarla boca arriba, mientras se retorcía tratando de evitar mi contacto. Los pechos se agitaban provocadoramente con cada uno de sus movimientos y ya sin contenerme bajé mis manos sobre ellos y comencé a acariciarle con suavidad un pezón que se endureció entre mis dedos. Katy encogió su cuerpo pero no opuso una resistencia fuerte a mis caricias

-- Eh…déjame…ya está bien …--dijo conteniendo una risita provocadora

Nuevamente intentó girarse hacia un lado pero la mantuve firmemente sujeta, loco de pasión al notar su cuerpo retorciéndose bajo el mío. Mientras seguía con mis caricias, me desabroché el pantalón y saqué la polla, rígida como una roca, asomando ardiente frente a ella.

--Ohh... ¿qué... qué quieres?... no... no... –dijo con voz entrecortada mirando fijamente mi sexo rígido

Sin responderla, me dejé caer sobre ella recorriendo con mis manos todo su cuerpo desnudo

--Me vuelves loco… me excitas…--le susurré y apreté mi polla sobre su vientre, frotándome con ansia y buscando ansiosamente su entrepierna...

Ahora Katy estaba inmóvil, respirando hondamente. Sus ojos me miraban, como extraviados. Sin decir nada bajó su mano en busca de mi polla explorando toda la longitud de mi tallo erecto, con movimientos rápidos y temblorosos

--Me gusta… sigue… --susurré a su oído deslizando mis manos sobre la turgencia de sus pechos

--Estas tieso…estas tieso... -- dijo con una extraña voz

--Cierra los ojos... relájate ...

Ella no respondió pero sus dedos se deslizaban ansiosamente sobre mi tallo rígido... e inició un frenético movimiento desde la base hasta la punta, una vez y otra... La dejé hacer, mientras. me miraba fijamente, con la boca entreabierta. Noté cómo su cuerpo se relajaba... La besé los pezones lamiéndolos despacio … Se le ponían completamente rígidos… Bajé la mano hacia su clítoris... Estaba hinchado, y comencé a deslizar un dedo sobre él...

Katy, emitió un extraño jadeo y me envolvió con sus brazos. Nos mantuvimos fuertemente apretados notando nuestros cuerpos desnudos. Sentí la turgencia de su pecho sobre mi torso. Puse mis manos en sus nalgas y las apreté contra mí. Ella se arqueó y retorciendo su cuerpo pegado al mío se apretó fuertemente contra mi polla … su sexo estaba húmedo... Me la iba a tirar… me la iba a cepillar... Me coloqué entre sus piernas, y apartándoselas dirigí mi polla hacia su sexo...

--Te voy a follar… te voy a follar como nunca te han follado…-- le musité al oído

De repente, Katy pareció darse cuenta de lo que estaba pasando... de lo que vendría a continuación...

--No… por favor… no... por favor no sigas… no sigas déjame... déjame... -- protestó con voz muy débil

Sin hacer caso de sus protestas sujeté mi polla con la mano, y la dirigí hacia su vagina... Notaba como temblaba mientras comencé a presionar con fuerza, hasta que de un golpe me deslicé por completo en su interior, empujando fuertemente con mis caderas sobre ella. ¡Estaba fallándola!.... Sentí la maravillosa rigidez de su vagina, contraída con fuerzo alrededor de mi sexo, su humedad... la elasticidad de su abrazo que me chupaba hacia dentro...

--¡¡NOOooo!! – su grito era una mezcla de sorpresa y de placer

Saqué mi polla y de nuevo repetí el movimiento. Katy estaba quieta... con sus brazos fuertemente apretados en mi espalda... Seguí follándola con fuertes empujones... una vez y otra... mientras la miraba el rostro. Sus ojos estaban cerrados con fuerza, y tenía la boca entreabierta, como conteniendo el gozo más intenso...

--Ooohhh… aouaa---auuuuuu …-- jadeó cada vez que me hundía dentro de ella.

Me la estaba tirando como nunca lo había soñado… mi polla se mantenía rígida en su interior, y de repente, me dio un fuerte empujón y me expulsó. La miré sorprendido… temeroso de que comenzase a gritar

--Katy… creí que te gustaba… no quería forzarte a … -- pero sin dejarme acabar giró su cuerpo y se sentó a horcajadas encima de mí, mirándome con ojos llenos de pasión

Sus pechos oscilaban ante mis ojos, y se inclinó hasta dejar que sus pezones se deslizaran sobre mis labios. Abrí la boca y comencé a mamar uno de ellos, rígido y elástico, con un dulce sabor salado, mientras la agarraba los turgentes senos.

--Ahora vas a saber lo que es bueno – dijo – y colocándose sobre mí, me asió la polla y se la volvió a meter en la vagina. Me quedé inmóvil, notando mi polla completamente vertical y tiesa introducida en su cuerpo, mientras la sujetaba los pechos que oscilaban encima de mí.

Y entonces comenzó su cabalgada... moviéndose hacia arriba y hacia abajo, aplastándose contra mí, mientras yo la seguía en su movimiento ascendente tratando de no perderla... Arqueó todo el cuerpo, echó la cabeza atrás y con los ojos cerrados aulló llena de placer

--Me gusta…me gusta…. -- jadeaba galopando alocadamente sobre mi -- …ahhh…aajhhhhhh …aahhhh….

Su cuerpo se tensó hacia atrás, para de inmediato proyectarse con una fuerza insospechada contra mí. Durante un segundo se mantuvo apretada, tratando de mantenerme y a continuación repitió el movimiento, estrujándome toda la polla en su recorrido. Permanecí inmóvil mientras ella mantenía un ritmo que parecía ordeñarme toda la polla con movimientos hacia delante y hacia atrás... La cama oscilaba con los ruidos rítmicos del apasionado galope, cada vez más fuertes y más rápidos...

--Oh Dios…oh Diooss…--jadeaba con cada empalamiento manteniendo sus ojos fijos en los míos, con una expresión de placer indescriptible...

Eyaculé con fuerza emitiendo un rugido de placer, y con cada oleada, me apreté más contra ella, conteniendo la respiración, abriendo la boca, mirando su rostro... Finalmente, caí exhausto, mientras las contracciones de mi polla liberaban chorros de esperma. Katy se mantuvo ansiosamente, apretada, ansiando no perder las últimas oleadas de placer, agarrándome con fuerza la polla y manteniéndola en su interior mientras notaba sus contracciones espasmódicas.

Finalmente, cayó sobre mí.

--¿Te ha gustado?... Así lo hacemos Claudia y yo con los chicos,,,

--¿Quieres decir que Claudia también…? – pregunté sorprendido

Katy se echó a reir

--¡No me digas que no sabes cómo folla tu hija! . Es una maestra... podrías preguntarle un día – dijo mientras caminó envuelta en la sábana hacia el cuarto de baño dejándome atónito sobre el lecho.