Una tarde increíble
Mi novio y yo habíamos estado haciendo mucho juego previo, el me iba a recoger donde estudiaba durante las mañanas... Esa tarde fue increíble, la repetimos cada vez que podemos.
Mi nombre lo dejaré a discreción del lector, tengo 19 años, mi tez es morena clara, mis ojos negros, tengo un cuerpo... 85, 65,100.... digamos bien.
Mi novio y yo habíamos estado haciendo mucho juego previo, y yo usando píldoras, el me iba a recoger donde estudiaba durante las mañanas; llegaba, nos saludábamos, muchas veces no entraba a recibir el curso sabático y nos íbamos directo al coche, en la parte trasera, era tanto el deseo y las sugestiones no físicas que nos hacíamos casi diariamente que para cuando nos encontrábamos solos no lograba pensar en otra cosa que poseer su carne y que el me hiciera suya; entonces el jugueteo se daba, le besaba los labios mientras acariciaba por encima del pantalón su miembro, le besaba el cuello y las orejas... solo me fascina el hecho de ver como se muerde los labios mientras se excita y de su cuerpo expele un aroma puramente de sexo.... aquel tipo de aroma que solo se percibe cuando la temperatura comienza a subir.
Inmediatamente sentía como sus manos desabrochaban mi jeans desgastado y ajustado para ingresar su mano por mi braga, sus manos tibias empezaban a acariciarme y yo me lanzaba sobre su cremallera y sacaba su pene del bóxer.... el jugueteo era cada vez mas intenso, los orales cada vez mas excitantes, la forma en la que se corría cada vez era mejor una y otra vez.
Hasta que finalmente un día decidimos dar rienda suelta a todo, acordamos que me pasaría a traer a la universidad después de un test final....
Ese día lo fui calentando todo el recorrido desde la universidad hasta el motel; le iba besando todo, tocándole la entrepierna, disfrute tanto ver como su rostro se enrojecía y de su pantalón saltaba su miembro excitado.
Cuando llegamos empezamos a besarnos y a quitarnos la ropa, pero mientras entro previamente al baño; me desvestí dejándole a la vista un pequeño corsé de encaje en juego con una tanguita negra.... me puse de espaldas viendo a la ventana; me sorprendió por la espalda besándome el cuello, me apretó contra su pecho firmemente y sentí su pene erecto entre el bóxer mientras el introducía su mano en mi tanga.
Me dí la vuelta y caminé hacia la cama, le invité a acompañarme, me miró fijamente de pies a cabeza, asintió y a la orilla de la cama me cargó y me recostó; me quitó el corsé y empezó a besar y lamer mis senos con pasión mientras alternaba besándome los labios y mi vagina explotaba en humedad sintiendo todo aquel calor, bajó a mi tanga y la retiró, me abrió la pierna y empezó a lamerme lentamente, yo sentía el calor intenso de su lengua que me invitaba a gemir de placer, ahh que rica esa lengua, la forma en la que la hace mover.... me senté despues de que me provocara un orgasmo y le quité el bóxer y tomé el mando, le recosté y empecé a jugar con sus labios y cuello mientras le tocaba su miembro, de abajo hacia arriba una y otra vez, lamiendo la punta y sus bolas, mientras el se excitaba cada vez más y más, sentí como su pene se tensó y se corría entre mis manos.
Entonces el me tomó de nuevo y me recostó en la almohada, me masturbaba tumbada en la cama y me poseía excitándome toda, y luego me penetró, sin duda el mejor de todos los amantes que he tenido; yo solo lograba gemir y jugábamos en posiciones, me dejaba tumbada por unos instantes y luego cambiábamos de posición; aaaah una y otra vez toda la tarde hasta llegar al anochecer, solo le sentía correrse dentro de mi, saciando todos nuestros instintos carnales; tenía una sensación de estremecimiento y placer.
Esa tarde fue increíble, la repetimos cada vez que podemos, mañana le veré y espero disfrutar igual de rico....