Una tarde en la oficina

Una tarde en la oficina buscando la tranquilidad...

La oficina estaba tranquila me acerqué al despacho para adelantar unos informes, me gustaba la soledad y tranquilidad de esas horas pues por las mañanas era un continuo ir y venir de gente por la oficina. Por las tardes solo había un equipo de teleoperadores en la planta superior, el personal de limpieza del edificio y algunos como yo que aprovechaban la tranquilidad para trabajar.

Conforme pasaban las tardes de vez en cuando bajaba a tomar un café y allí conocí a Silvia, era una chica que se encargaba de la limpieza del edificio, siempre aprovechaba para hablar conmigo, en esas conversaciones ganábamos confianza y nos conocíamos mejor, ella estaba casada y en ocasiones me preguntaba si ya había sentado la cabeza y tenia pareja estable, pero siempre le decía que ninguna chica me aguantaba mas de dos o tres meses.

Silvia es de esas chicas cuando las conocí que no te fijas de primeras en ella, bajita 1.60 más o menos y de constitución normal, si tenía una mirada felina que cautivaba, sus tetas proporcionadas con su cuerpo y el culo no resaltaba en absoluto con la bata que llevaban como uniforme.

Llego el verano y con las calores de mi zona comencé a ir mas tarde a la oficina, Silvia llegó a mi despacho y se extrañó que estuviera tan tarde:

-         Perdona Juan no sabia que aun estabas, como sueles irte a las siete,…vengo luego mas tarde a limpiar.

-         No tranquila pasa hoy me quedo hasta tarde pues para finales de semana debo presentar el proyecto y no me gustan como han quedado las conclusiones finales.

Aun así, Silvia me comentó que iría a otros despachos y así me dejaba concentrarme, sin darme cuenta las horas pasaron, serian cerca de las nueve cuando volvió a abrir la puerta y me pidió permiso para entrar y limpiar pues ya era lo único que le quedaba par terminar su trabajo, además que no había nadie ya en el edificio solo los teleoperadores de la asistencia 24H, le dije que sin problemas que lo podía haber hecho antes.

Comenzó a limpiar algunas mesas y estanterías y empezó a conversar conmigo:

S- Pues si que tiene que ser importante eso que estas haciendo para quedarte hasta tan tarde…

J- La verdad que es un proyecto muy bonito pero quiero que salga perfecto, que cuando lo presentemos nos den el visto bueno al momento, que se vea que es necesario y bueno para todos.

S- Hoy es martes si hasta el viernes no lo presentas, yo ya me hubiera ido a casa y mañana sigo, total aquí nunca pagan las horas extras.

J- Si lo sé que estas horas nadie me las paga y con suerte solo me darán las gracias por el trabajo realizado, pero bueno lo primero es el trabajo.

S- Creo que estas equivocado, lo primero es estar bien uno mismo y luego te vas acoplando al resto de cosas.

J- Estas segura de eso?

S- Si mira, yo podría tener un mejor trabajo pero eso implica que deje de disfrutar de otras cosas, con este a media jornada me va perfecto, tengo para mis caprichos y toda la mañana libre y los fines de semana.

J- Visto así, tienes razón, pero yo estoy solo y mis amigos entre unos casados o con parejas y otros fuera los veo un rato los sábados y en casa yo solo no hago nada, por eso me encierro aquí en mi trabajo.

S- Tu lo que deberías hacer son unas vacaciones, dejar de pensar tanto en trabajo y ascender y vivir la vida como se permita, siempre respetando.

J- Lo pensaré pero dudo que sea capaz de pensar así.

En ese momento llego a mi mesa se bajó a recoger la papelera y al agacharse e incorporarse apoyándose en mi rodilla pude ver perfectamente todo su canalillo, llevaba solo el sujetador y el uniforme, en ese momento mi polla comenzó a estimularse, intenté calmarme.

S- Vamos a ver, si tu quisieras ahora podrías apagar el ordenador e irte a tu casa pues no tienes obligación de estar aquí no?

J- Si claro y esto lo puedo terminar mañana pero puede ser que mañana no tenga tiempo.

Se paró delante de mí dejando la papelera en el suelo a mi lado y se comenzó a recoger el pelo en una coleta, al estirar sus brazos hacia atrás comprobé que los pechos eran mas grandes de lo que pensaba, nuevamente la sangre corrió hacia mi polla, me pidió levantarme de la mesa para limpiarla y cuando la dejó me volví a sentar, continuamos hablando.

Al rato volvió a pedirme que me levantara para barrer por debajo de la mesa con la excusa de no barrerme los pies no vaya a ser que no me casara y fuera por su culpa, me reí y al dejarla pasar ella movió su culo para rozarme, en ese momento le pedí disculpas no sé si por acto reflejo o no, pero no quería que sintiera que me había animado con la vista de sus pechos, ella se rió y me dijo que no pasaba nada.

Nuevamente me miró y muy seria me dijo si iba a estar mucho más tiempo en el despacho pues tenia que fregar y no le gustaría que al rato me fuera pisando lo fregado… Le dije que si que estaría tiempo y con burla le contesté que no tenia a nadie en casa que me esperara y aun así esperaría a que se secara el suelo, me miró y no dijo nada.

Cuando venia con la fregona ya me estaba levantando y ella estaba vez si que lo provocó pues me aparte considerablemente y rozó todo su culo con mi entrepierna, pero esta vez no me aparte y deje que un par de subidas y bajadas con su culo se restregaran por mi paquete mientras movía la fregona.

Viendo que ni decía ni hacia nada con el movimiento de su culo restregándose en mi se giró y me preguntó no piensas moverte?

En ese momento me quedé parado no sabia si alejarme o arrimarme más a ella.

Es que eres de piedra? Me preguntó, con su culo pegado a mí.

Espere un microsegundo para saber que hacer y el instinto me llevó a pegarme mas a ella, agarrarla por la cintura y besar su cuello.

Soltó la fregona y se giró besándome, movía sus manos por toda mi espalda, me agarraba del culo pegándome más a ella. Me empujó hacia la pared y me puso un dedo en los labios indicando que me quedara callado, comenzó a desabrochar mi camisa, acariciando mi pecho y mi barriga, bajo hasta el cinturón que lo quito lentamente mirándome a los ojos, con esa mirada felina que me indicaba que hoy me iría contento a casa. Abrió el cinturón y comenzó a besarme el pecho mientras con sus manos iba desabrochando los pantalones, los bajo y me quedo en boxer, besó mi polla por encima de ellos la colocó en un lado se dio media vuelta levantó parte del uniforme y con sus mallas eso consiguió ponerme a tono por completo mientras le desabrochaba el uniforme.

Se giró comenzó a besarme y con una mano a cogerme los huevos y la polla con deseo, el contacto de su sujetador en mi cuerpo, sus labios y sus manos trabajando en mi polla hacían que deseara que comenzara ya, me quitó el boxer y allí estaba mi polla por fin libre con algo de liquido preseminal del calentón que ya tenia, la miró y con la punta de la lengua recogió esas primeras gotas, suavemente comenzó a chupar mi polla como si de un chupachus se tratara, con una mano masajeaba mis huevos, … Dios quien me diría a mi que eso me iba a ocurrir.

Comenzó a tragarse mi polla sentía su lengua jugar por toda ella, se la sacaba y me chupaba los huevos, estaba en la gloria, en un momento de la mamada la agarre de la cabeza y comencé a ayudarla con el vaivén de tragársela y cuando llegaba al final empujaba un poco mas,.. eso la volvió loca y mi polla se llenaba de sus babas. Estuvimos así un rato hasta que le pedí que parara que no me quería correr aun y que ella iba a disfrutar.

Aparte de la mesa los documentos y la pantalla del ordenador, le quité la ropa con el mismo cariño y mimo que ella hizo conmigo, cuando le quite las bragas ya las noté húmedas y mojadas, la subí a la mesa abierta de piernas y yo sentado en mi silla comencé a besar todo su triangulo, era delicioso, todo depilado excepto una fina línea por encima de su clítoris, estaba muy cachonda y me pidió las bragas, se las metió en la boca para no gritar, comencé a comerle el coño de arriba abajo, incluso la deslice un poco para llegar a su perineo, sus manos agarraban con fuerza la mesa estaba disfrutando y yo también, la punta de mi lengua se movía sin cesar y metí un dedo en su interior estaba caliente, húmedo,… mientras con mi lengua jugaba en su clítoris, solo escuchaba sus gemidos atrapados y ahogados por las bragas en su boca, metí un dedo mas y comenzó a moverse, una mano en la mesa y con la otra me apretaba indicando que siguiera, sentía como su coño apretaba mis dedos y comenzó a correrse, seguí jugando con mi lengua pero esta vez ella ya no presionaba con su mano mi cabeza solo podía agarrarse a la mesa y me pedía que parara.

Me relajé y la baje de la mesa, la puse en cuatro apoyada contra la mesa y arrime mi polla en su coño, sentía todavía su liquido y comencé a rozar mi polla con la entrada de su coño, ella me pedía que se la metiera ya, pero yo estaba disfrutando de ello, así que sin pensárselo cogió su mano y la metió dentro, comenzó a gemir y a moverse mas y mas fuerte era ella la que imponía el ritmo, yo la agarraba desde atrás sus tetas y pellizcaba sus pezones, nuevamente volvió a correrse, cogimos una silla sin brazos y me indicó que me sentara, se subió encima mío cara a cara y nuevamente volvimos a la carga seguía llevando el ritmo sentía como en cada cabalgada empujaba mas y mas para sentirla dentro, a veces pensaba que hasta iba a romper la silla en cada empujón que metía, comenzó a bajar el ritmo y a sentirla como salía y entraba en ella y me susurraba al oído que no quería que terminara aquello, que la estaba follando mejor que su marido y que siempre que quisiera volvería a follarla, aquello me volvió loco y ahora era yo quien cogiéndola de su cintura iba fijando el ritmo.

Sabia que no iba a durar mucho mas y la avisé, además que no habíamos usado protección, entonces me pidió que la avisara, seguimos lentamente hasta que me iba a venir, se levantó de la silla se arrodilló y yo me levanté, comenzó a mamarmela con mucha suavidad y recorriendo con su lengua toda mi polla mientras acariciaba mis huevos,.. acto seguido comencé a correrme ella no dejó escapar nada de la boca, me miró a los ojos y pude ver como por su garganta iba tragando toda mi corrida.

Mientras nos vestíamos sonó el teléfono de Silvia, era su marido, le dije que contestara y que le dijera que había perdido el autobús que la acercaba un compañero de trabajo, desde aquel día hemos tenido algún encuentro mas, pero no tan apasionado como este.