Una tarde en gym
Llegar a última hora puede dar una gran sorpresa y un gran placer
Primero me voy a presentar. Me llamo Guille, tengo 25 años, soy alto, moreno y bastante fibrado. Hago bastante deporte y voy bastante al gimnasio.
Este ralato empieza precisamente en el gimnasio. Era ya tarde, última hora, llegé corriendo hasta el gym y entré a los vestuarios. No había nadie así que rápido abrí mi taquilla, me quité toda la ropa menos los boxers y la guardé en la taquilla, me puse la ropa de deporte y me fui a hacer mi rutina.
En la sala de máquinas solo quedaban 3 personas. Dos mujeres maduritas que estaban haciendo estiramientos, a los pocos minutos se fueron, y un chaval de unos 20 años que apenas lamó mi atención al entrar.
Después de sudar un buen rato haciendo ejercicio decidí que mi día de gimnasio había terminado. En la sala no quedaba nadie así que me fue relajadamente camino de los vestuarios. Al entrar vi al chaval que estaba antes en la sala, se estaba quitando la camiseta. Tenía un buen cuerpo, piel morena y musculos bien definidos. Después se quitó los pantalones y dejó ante mis ojos unos slips blancos que ocultaban algo grande. Ver el paquete de este chico hizo que algo empezase a crecer en mi entrepierna.
El chico se dio cuenta que estaba mirándole. Sin apenas inmutarse saludo, se anudó la toalla, se quitó pudorasamente los slips y se fue camino de las duchas. Yo no tardé nada en desnudarme para seguir sus pasos.
Al entrar a la sala de las duchas las vistas eran inmejorables. El chico con la piel brillante por el agua, marcando un marcado toros y brazos y unas fuertes piernas...y lo más importante, una polla más que intersante.
Me metí en la ducha, dejando un grifo de diferencia con él. Poco a poco le iba mirando de reojo...¡Cómo estaba el niño!. Me encantaba y mi polla me estaba delatando, por lo que me tuve que girar para disimular. Gracias al cielo él terminó y salió de la ducha, por lo que yo pude terminar de ducharme con más tranquilidad. Pensé en hacerme una buena paja, pero la idea de que me pudiera ver me hizo olvidarme de la idea.
Tras un buen rato en la ducha me relajé y salí hacia el vestuario, pensando que el chico se habría ido, pero para mi sorpresa allí estaba totalmente desnudo, con la polla mirando al cielo en medio de la sala. Me quedé petrificado..., el se acercó y me dijo:
-¿Qué pasa, creías que no me había dado cuenta de como me mirabas?, me encanta follarme a tios como tú mirones y con buen culo
Yo me quedé quieto, y cuando me quise dar cuenta el chaval, de nombre Rubén, había puesto sus manos en mis hombros obligándome a bajar hasta la altura de su polla de al menos 18 cm, morenita...pasé la lengua de abajo arriba de semejante mango. Empecé a juguetear con mi lengua en su capullo.
-Vamos tio tragatela entera. Dijo Rubén
Dicho y hecho, me metí cada centímetro de su pollón en la boca, qué bien sabía, recién duchado con olor a gel pero con sabor a macho. Me agarré a sus piernas para poder hacerle una buena mamada. Cuando me quise dar cuenta me había agarrado al cabeza y había empezado a follarme la boca. Con qué fuerza metía su polla hasta mi campanilla. Rubén estaba desatado reventándome la boca como un loco.
Después de un buen rato de mamada Rubén sacó su mango de mi boca, me la restregó por la cara...y me hizo ponerme a 4 patas en medio del vestuario. ufff esa polla dentro de mi culo...casi me corro al pensarlo.
Se arrodilló detrás de mi y apolló su badajo en mi agujero, Qué gusto solo al contacto. Poco a poco fue apretando y mi culo empezó a ceder y poco a poco su polla comenzó a entrar dentro de mi. Solté alguno gemidos mientras me la clavaba, y un grito cuando de un fuerte empujón me la terminó de meter. Se acercó a mi oreja y me susurró; Ahora vas a saber lo que es que un buen macho te folle, te voy a destrozar.
Sin apenas terminar de hablar empezó a bombear mi culo. Qué manera de follarme, como un auténtico animal. Me agarró de las caderas y comenzó un metesaca rápido que me estaba elevando al noveno cielo. Sus huevos chocaban con los mios, sus dedos se marcaban sobre mi piel al agarrarme en cada embestida.
Tras un buen rato destrozándome sacó su polla y de un fuerte golpe me hizo voltearme y quedarme tumbado boca arriba.
-Quiero ver la cara que pones cuando te follo, y cuando me corra dentro de ti, dijo Rubén
Sin mediar más palabras levantó mis piernas y me volvió a embestir. Con todos los músculos de su cuerpo marcados empezó otra vez con su ritmo infernal, sus ojos me miraban fijamente, disfrutando de cada gemido que soltaba al ser follado.
No pasaron mas de dos minutos cuando me dijo; Te voy a preñar jodida zorra. Soltó un par de gemidos, sus ojos se pusieron en blanco y seguidamente noté como todo su semen inhundaba mi culo. Ufff que sensación la de notar cada chorro de leche contra las paredes de mi culito.
Sacó su pollón y lo llevó hasta mi boca. Yo abrí y empecé a chuparlo, ummm que sabor a puro sexo. Tras paladear las pequeñas gotas de semen que aún quedaban Rubén sacó su polla de mi boca, se levantó y empezó a vestirse. Yo seguía tirado en el suelo con mi culo chorreando leche. Él terminó de vestirse se acercó a mi, que seguía en el suelo, y me dijo; Eres una buena puta, seguro que repetiremos otro día.
Sin más se marchó. Yo me levanté, me fui a la ducha de nuevo y esta vez si que me hice una buena paja. Grandes chorros de mi semen inhundaron las paredes de la sala de la ducha.
FIN