Una tarde en el campo...
De como nos conocimos en un bonito paseo por el campo...
UNA TARDE EN EL CAMPO .
Y por fin vamos a conocernos, después de una temporada de intercambio de correos, cada vez más subidos de tono . Decidimos quedar en persona, conocernos, y si surge la química quien sabe si algo más .al menos ese es mi pensamiento.
Es verano, hace un día espléndido y hemos quedado para ir a tomar algo y por fin vernos cara a cara después de conocernos sólo por fotografía. Puntual a nuestra cita llego con mi coche, la impaciencia me ha hecho ser no sólo puntual sino que incluso he llegado antes de la hora. Pero no sólo yo he sido fiel cumplidor de la hora de la cita, sino que tú también llegas antes de tiempo y por fin nos conocemos.
Entre nerviosos y excitados nos saludamos con dos besos muy formalitos, mientras disimuladamente nos repasamos el uno al otro. Yo llevo unos shorts y una camisa que dejan entre ver una piel ya bien bronceada por el sol, y tú vas vestida con una camiseta de tirantes bien ceñida, sin sujetador, y bien escotada, y una faldita más que corta, que hace que estés realmente guapa y atractiva. Los dos nos miramos un poco cortados por la situación y después de unos eternos segundos de indecisión nos montamos en el coche y arrancamos hacia ni se sabe donde.
Ya en el coche empezamos a intentar ponernos de acuerdo de a donde ir y decidimos que en vez de meternos en un bar sin más, vamos a dar un paseo por el campo aprovechando la fantástica tarde que hace, y con las mismas cogemos ruta hacia fuera de la ciudad.
Poco a poco vamos empezando a hablar con más soltura, interesándonos por los detalles más típicos de la vida normal de dos personas que se acaban de conocer, y al llegar al tema de las aficiones por fin tocamos el tema del erotismo, la pornografía y el sexo, y el foro a través del cual nos conocimos. Parece que el ambiente se va distendiendo cada vez más y el tiempo pasa volando, y así llegamos en poco menos de una hora de animada charla a un bonito paraje de montaña donde nos detenemos, aparcamos, nos bajamos del coche y empezamos a caminar sin rumbo fijo observando el paisaje y continuando con nuestra animada charla.
La charla a estas alturas, después de casi un par de horas desde nuestro encuentro, es completamente fluida y parece que carente ya de toda timidez o nerviosismo, a la vez que cada vez más clara, sincera, subida de tono y "calurosa". Ambos parecemos bastante puestos en la materia y compartimos ciertos gustos y aficiones, siendo uno de ellos el de los relatos eróticos o incluso pornográficos.
Después de un rato de pasear decidimos sentarnos al pie de un árbol, sobre la hierba, a descansar un rato y disfrutar del paisaje. Hace una tarde increíble y no se ve un alma por la zona. A estas alturas de la tarde empiezo a estar ya un poco, digamos nerviosillo, por no decir excitado, y cada vez de forma más descarada miro tu escote y tu linda figura. Tan descarado soy que por fin te arrancas directa y me dices: "¿Qué miras con tanto interés?", yo ni corto ni perezoso, te digo bien a las claras que "a ti, que estás muy guapa y mi imaginación parece que empieza a desatarse". En éstas, ambos empezamos a recordar en voz alta un relato que habíamos leído no hacía demasiado y que nos había gustado mucho .
De repente tú te levantas y dices de continuar el paseo, a lo cual, me levanto, me acerco hacia ti, y dándote un dulce y suave beso en los labios te digo: "¿estás segura?, ¿te acuerdas del relato que comentábamos .querrías .?". Sin articular ni una palabra me devuelves el beso, pero esta vez nuestras lenguas se entrelazan en un largo y apasionado beso en el que nuestros cuerpos están ya rozándose suavemente y empieza la acción
Nos dejamos caer lentamente de nuevo al suelo sobre la hierba mientras seguimos besándonos cada vez de forma más apasionada. Mis manos empiezan a recorrer tu silueta por encima de la ropa, para seguir luego haciendo lo propio por tu espalda, tu estómago, tu trasero, pero sin pasar en ningún caso a más, ni por encima de la ropa, ni por debajo de ella.
Tú das el primer paso "contra" la ropa que nos separa, y comienzas a desabrocharme la camisa mientras me besas por todas partes, cara, cuello, pecho, hasta que por fin consigues desabrocharla entera y me la quitas ya definitivamente. Empiezas a acariciar mis piernas, mis muslos, buscando meter tus manos por debajo del short en busca de zonas más erógenas, hasta que llegas a mis ingles y entonces te das cuenta de que no llevo ropa interior. Sin decir nada me miras y ambos sonreímos, mientras comienzas a desabrochar mis pantalones y a bajármelos, dejándome, ya si, desnudo junto a ti.
Yo sigo acariciándote por encima de la ropa sin propasarme ni un pelo, pero haciendo que tu respiración cada vez se acelere más y te vayas excitando más y más, hasta que, ahora si, de forma muy sutil y suave, deslizo mis dedos sobre tu camiseta de tirantes en busca de tus ya erectos pezones, los cuales medio acaricio, medio pellizco, provocando en ti un suspiro y una contracción.
En éstas te tumbas encima mío vestida, colocándome entre tus piernas y haciendo que, a estas alturas ya, mi erecta polla se sitúe muy cerca de tu clítoris, momento en el que yo me percato de que tú tampoco llevas ropa interior!!!!, y comienzo a sentir tu humedad ya más que considerable. El sentir tus flujos deslizarse por ti y por mi, me lleva a un grado de excitación tal que en menos de un segundo te quito la camiseta y la falda y te dejo totalmente desnuda encima mío, y vaya visión aquella, que maravilla!!!!!!!!!!!
Ya desnudos los dos, te recuestas sobre mi, haciéndome sentir toda tu piel sobre la mía, notando tus tetas y pezones bien duros sobre mi pecho, y empiezas a besarme en la boca, en la cara, por el cuello, por el pecho, por la barriga, mientras tus manos empiezan a separarme las piernas y buscan recorrer la cara interna de mis muslos, acariciándolos muy suavemente, y dejando, de forma como casual, que la punta de tus dedos empiecen a rozar mis huevos. Yo no hago más que masajearte las tetas y retorcerme de placer y excitación. Tus besos llegan ya a mi zona púbica, momento que aprovecho para acariciarme mi polla con tus tetas, mientras tus besos continúan, y de ahí saltas directa a mis muslos, obviando lo que a estas alturas es bastante evidente y visible, una polla dura y erecta con ganas de fiesta!!!!!!!!
Mientras besas mis muslos tus manos van repartiéndose por todas partes de mi cuerpo, hasta que por fin agarras mi polla y empiezas a acariciarla de forma suave y delicada, haciendo que mi líquido preseminal salga ya a borbotones y humedezca tu mano. Mojando un dedo en ese líquido, buscas mi culito e intentas penetrarme con mucho cuidado, pero la tarea no es fácil, hace falta más lubricación. Así pues, en estas veo que te separas un momento de mi y que coges ese minúsculo bolsito que llevabas, y sacas una cajita de estas típicas de vaselina para los labios .de la boca ..y cogiendo un poco me la extiendes por la entrada de mi culo, mientras embadurnas bien tus dedos. El siguiente intento de penetrarme ya fue otra cosa, y con suma facilidad hundes un dedo en mi y me arrancas el primer suspiro, suspiro que, sin haberse acabado aún, empalma con un estremecimiento general cuando noto que por fin te metes mi polla en tu boca.
Lo cierto es que aquello era sublime, poder ver como me la chupabas mientras sentía tu dedo hurgarme en mis entrañas me hizo prácticamente perder el control. Tú jugabas con tu lengua y tus labios sobre mi polla haciéndola casi casi explotar de lo dura que estaba, pero contemporizando para que no me corriera. Así ni sé cuanto tiempo estuvimos, pero yo ya me sentía morir de placer cuando a un instante de correrme, te cojo por los hombros y te devuelvo a mi altura, empezando a besarnos mientras usando mi polla de consolador manual empiezo a masturbarte con ella recorriendo toda tu vulva, toda la entrada de la vagina, pero sin llegar a penetrarte en ningún momento. Tu excitación crece por instantes y en el momento que aumento la presión del roce de mi polla sobre la zona de tu clítoris, exclamas un entrecortado: "me corro!!!", y te llevo a un orgasmo larguísimo ya que no dejo de masturbarte con mi polla ni un instante mientras te estás corriendo.
Después de unos largos segundos de jadeos y temblores, te recuesto en la hierba y soy yo el que empieza a besarte en la boca, en la cara, en las orejas, metiendo la punta de mi lengua dentro de ellas y haciéndote sentir mi respiración agitada dentro; sigo con tu cuello y hombros, mientras voy entremezclando los besos con cortos recorridos por la zona con la punta de mi lengua. Mis manos no han dejado de buscar tus tetas en ningún momento y ahora ya me decido a besarlas enteras llegando por fin a los pezones, que humedezco con la punta de mi lengua y soplando levemente los hago endurecer y crecer sorprendentemente!!!!
Empiezo a arrancarte los primeros gemidos después de aquel largo primer orgasmo, mientras me deleito con tu sabor y olor, disfrutando esas preciosas tetas que tengo entre mis labios y manos. Por fin me decido a seguir mi recorrido, tu recorrido, y bajo a la zona abdominal para llegar a una zona púbica con un vello muy cuidado y entre el que empiezo a jugar con la punta de mi lengua.
Mis manos ya han dejado libres tus tetas y empiezan a recorrer milímetro a milímetro tus muslos, prestando atención especialmente a su cara interna, y sobre todo a tus depiladas y tersas ingles. Sin poder resistirte más, coges mis manos con las tuyas y las llevas directamente a la entrada de tu vagina implorando: "acaríciame .", y en estas empiezo a recorrer muy suave y lentamente tus labios vaginales externos recogiendo tus flujos e impregnando toda la zona hasta la entrada de tu culito. Así, y una vez está toda la zona bien humedecida, con una mano separo tus labios vaginales dejando al descubierto la zona del clítoris que empiezo a besar intensamente. Con mi mano libre empiezo a intentar penetrarte por el culito, el cual dada la cantidad de flujo que te ha ido escurriendo está bien húmedo y facilita mucho, hasta hacer incluso fácil, la penetración. Apenas he introducido mi dedo en tu culo, y mientras mi lengua "maltrata" sin descanso tu clítoris, vuelves a gritar un "me corro" formidable, que va acompañado con unos temblores increíbles y que no sólo no cesan, sino que van en aumento. Yo no me detengo en ningún momento, y lejos de dejarte descender de ese climax empiezas a encadenar una serie de orgasmos que parecen no tener fin, mientras yo te voy lamiendo el clítoris, y penetrándote con mis manos simultáneamente por delante y por detrás.
En el momento de máxima excitación me dices que quieres que te la meta, que ya no aguantas más, pero dado que no hemos sido demasiado previsores y no tenemos preservativo alguno, me dices: "¿te acuerdas de la historia que comentábamos antes?". "Pues claro fui yo quien la escribió!!". "Ah siiiiii??.........pues podríamos acabar como en la historia y así evitamos riesgos innecesarios, no te parece?". Y sin esperar respuesta por mi parte, tú te das la vuelta, te pones a cuatro patas y separas bien las piernas, diciéndome: "sodomízame!!!". En estas, agarro el botecito de la vaselina que antes habías hecho servir tú y comienzo a untarte la entrada de tu culito mientras hago lo propio con mi polla. Una vez bien lubricados los dos, apoyo la punta de mi polla en la entrada de tu culo y justo cuando me dispongo a dar el primer empujón para entrar dentro de ti, eres tú la que de un empujón hacia atrás seco de tus caderas te penetras con mi polla, introduciendo de una vez casi la mitad de ésta. Por un instante te quedas quieta, y yo te digo: "Todo va bien?". Tú sin responder empiezas a moverte comenzando el movimiento de entrar y salir haciendo que yo empiece a acompasar mis movimientos a los tuyos hasta conseguir una penetración completa. A los movimientos de penetración, mis manos acompañan, una acariciándote las tetas, y la otra buscando tu clítoris para masturbarte.
Después de unos pocos segundos y dado el enorme grado de excitación de ambos, tú te corres de nuevo en el que parece ser el orgasmo más largo de todos los que hasta ahora has tenido, y sin bajar de ese zénit del placer exclamas:"córrete dentro de mi ya por favor!!!!!!!", y yo sin casi darme tiempo a decir ni que me corro, exploto en tu interior expulsando una ingente cantidad de semen que llena tus entrañas en una sensación tan intensa que hace que tengas unos últimos coletazos de tu interminable orgasmo que te hacen casi desfallecer. Apuradas mis últimas gotas de semen dentro tuyo, salgo de ti, momento en el que tú te tumbas del todo y yo hago lo mismo a tu lado.
La verdad es que con lo que habíamos tenido hasta ahora íbamos ambos bien servidos, al menos eso pensaba yo, pero a los pocos minutos de estar tumbados y relajados disfrutando de la puesta de sol, me dices: "Esto no ha sido un trato justo: tú has tenido un único orgasmo y yo ni se sabe cuantos. Además, tú me has podido saborear a mi en condiciones, saboreando mis flujos, y yo me he quedado sin saber a que sabes ". Yo no entiendo muy bien que es lo que me estás diciendo pero lo cierto es que antes de que te pueda preguntar por lo que has dicho, comienzas a besarme en la boca de nuevo mientras te tumbas encima mío. Empiezas a restregar todo tu cuerpo con el mío, haciendo especial hincapié en el roce de tu vagina con mi polla, aún adormecida después de la anterior descarga. La pasión que derrochas hace que en pocos instantes mi polla vuelva a pedir guerra y a ponerse muy dura, y en ese instante, me dices: "Tú no te muevas y déjame hacer a mi. Necesito sentirte siquiera un instante dentro de mi, pero dentro de verdad, por donde debe ser .", y sin más coges tu mano derecha, la diriges a mi polla y la apuntas hacia la entrada de tu ya muy húmeda vagina. Apenas la notas a la entrada, te sientas de forma lenta pero decidida encima de ella hasta conseguir una penetración lo más profunda posible. Una vez toda dentro de ti, te digo: "Bueno pues ya que estamos, y ahora que no hay riesgo de que me corra inmediatamente ni nada por el estilo pues ..", y sin decir más dirijo mis manos a tus nalgas y cogiéndolas firmemente te las separo un poco a la vez que acompaño rítmicamente los movimientos de penetración de entrar y salir con ellas. Acelero el ritmo hasta hacerlo casi frenético, y mientras, tú, sumisa, ni te mueves, te dejas hacer. En estas que cuando estás cerca de tener tu enésimo orgasmo, meto uno de mis dedos en tu culito y apenas he acabado de hacerlo empiezas a jadear y gritar: "que me corro, no pares por favor, que me corro!!!!". Yo sigo con mis acometidas y en éstas estallas en un orgasmo del que no te dejo "apearte", ya que lejos de frenar mis embestidas, las mantengo e incluso las acelero, haciéndote encadenar múltiples orgasmos que te llevan a un límite en el que me pides por favor que pare que te vas a morir de placer.
Tan insistente eres con el que pare, que finalmente me detengo, momento en el que sin dar un segundo de tregua, te sacas mi polla de dentro de ti, te deslizas hacia abajo por mi cuerpo y sonriéndome me dices: "Y ahora .", y sin más te introduces mi polla en tu boca. Yo te pido suavidad y delicadeza, ya que después del trajín de la tarde está un poco sensible e irritada, cosa que tú acatas obedientemente. Yo con mis manos voy buscando tus tetas para ir tocándotelas mientras me la chupas, eso si, sin perder un detalle de todo lo que me estás haciendo.
Tu lengua y tus labios parecen incansables y me deleitas con todo tipo de "artes": besos, lengüetazos, roces, penetraciones bucales, es un sin cesar de todo ello. Mi excitación es extrema pero sin acabar de correrme nunca, supongo que por el cansancio acumulado hasta ese momento, y es entonces cuando casi sin darme tiempo a reaccionar, y aprovechando que mi culito aún está pringado con la vaselina que habías usado hace un rato, apoyas un dedo en la entrada de mi culo y con un certero empujón seco de tu mano me metes el dedo casi entero hurgándome en mi interior hasta que en un momento tocas ese punto mágico en el que no puedo menos que decirte casi sollozando: "Me corroooo!!!!!", y acto seguido un enorme chorro de semen inunda tu boca, seguido de otros varios ya de menor intensidad, mientras tú, sin haber parado ni un instante de hacer el movimiento de mete y saca de la polla en tu boca te tragas toda mi esencia, saboreando hasta la última gota sin dejar escapar ni una siquiera.
Yo después de esto me quedo exhausto, te agarro por los hombros y subiéndote otra vez a mi altura te coloco tumbada encima mío mientras te beso en la boca apasionada pero dulcemente, sintiendo toda tu piel en la mía